Adviento
Presentación
Estos siete himnos de Adviento que a
continuación ofrecemos, forman parte del total de ochenta que D. Carlos
Arana Tarazona ha traducido a partir de la
Hymnodia Gotica
de Blume y que el propio autor gentilmente ha facilitado a La Ermita
para su publicación. La numeración de los himnos se corresponde con la
de la Hymnodia
Gotica.
Por nuestra parte nos limitamos a añadir, al pie de cada himno, su
ubicación concreta tanto en la Hymnodia Gotica como en el
Breviarium Gothicum, con enlaces a este último donde acceder a la
versión latina.
Para un esquema de la distribución en el Breviario de los himnos vea:
Himnos de la Liturgia de
las Horas Hispano-Mozárabe. Propio del tiempo: Adviento, Navidad y
Aparición.
1. In adventu Domini
Gaudete flores martyrum |
�Alegraos,
primicias de los mártires; salud, pueblos de la tierra! Dirigid vuestra
vista por entre las estrellas, esperad la señal de la gloria
1.
Resuenan ya las voces de los profetas que anuncian la llegada de Cristo,
preludio de la redención, de la gracia que nos ha redimido.
Ved que resplandece nuestra aurora y nuestros corazones se desbordan de
alegría, al son de una voz fiable que anuncia a quien es nuestra gloria.
Que la alegría de salvación tan grandiosa que fue la redención del mundo
nos inspire un cántico sublime de acogida.
Esta fue la primera venida y no para castigar al mundo sino para sanar
sus heridas y salvar lo que estaba perdido.
Y ahora la segunda venida nos advierte que Cristo est� a las puertas,
para entregar a los santos la corona y abrir los umbrales del reino de
los cielos.
Ya aparece el astro salvador, promesa de una luz perpetua y un fulgor
deslumbrante nos convoca a la herencia celeste.
Nuestro único deseo es contemplarte a Ti, Cristo, Dios tal como eres, a
fin de que esta visión dichosa nos arrebate del abismo del infierno.
Para que cuando, oh Redentor, regreses rodeado de los mártires con sus
tónicas blancas, nos incorpores plenos de gozo a esta dichosa asamblea.
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Hymnodia Gotica, p.63;
Breviarium Gothicum, f. XCI (Die
XVII Novembris. In festo sancti Aciscli, et comitum ejus. Ad
Vesperum, in Laudibus). |
2. Dominica prima adventus
Ad Laudes
Cunctorum rex omnipotens |
Cuando el todopoderoso rey del universo vino para salvar al mundo se
revistió de un cuerpo mortal a nuestra imagen.
Quien reina con el Altísimo se recluye en el vientre de una Virgen para
nacer en un cuerpo mortal y romper las ataduras de la muerte.
Cuando llegó el salvador a redimir a quienes había creado, los pueblos
que estaban sumidos en las tinieblas vieron el resplandor de la luz.
Aquel a quien en otro tiempo predijeron los profetas en sus oráculos
vendr� ahora en gloria a sanar nuestras heridas.
Alegrémonos ahora en el Señor y también en el Hijo de Dios, dispuestos a
recibirlo el día de de su advenimiento.
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Hymnodia Gotica, p.64;
Breviarium Gothicum, f. 7. |
3. Dominica prima adventus
Ad Vesperas
Christi caterva clamitet |
Estallen en cánticos los fieles cristianos en su asamblea y entone las
más grandes alabanzas en honor del creador del universo por las gracias
que ya presiente próximas.
Cuando vino a redimirnos, el Unigénito del Creador llev� a cumplimiento
los oráculos que en otro tiempo por inspiración divina anunciaron los
profetas.
El Verbo, que vino a nosotros tomando nuestra humana condición cargó con
la culpa de nuestros pecados y derrot� al príncipe de la muerte.
Nacido de mujer en el tiempo pero eterno por su Padre, es persona única,
la del Verbo, con naturaleza dúplice.
Llega Dios hecho hombre para que el hombre viejo renovado, renacido con
el Dios que nace, resplandezca con fe renovada.
Por el gozo de tal nacimiento las naciones renacidas por la gracia
celebran estas fiestas anuales con desbordante alegría, orgullosas de su
trofeo.
Que todos los aquí congregados celebren este advenimiento con solemnes
preces en espera del triunfo de un día tan grande.
Para que cuando llegue el día del segundo advenimiento y el orbe entero
quede sumido en el espanto, esta acogida humilde pero digna nos sirva de
esperanza. |
Hymnodia Gotica, p.64;
Breviarium Gothicum, f. 1. |
4. Infra hebdomadam primam Adventus
Feria secunda ad Vesperas
Verbum supernum prodiens
Palabra procedente de lo
alto que emergiste del Padre antes del tiempo y nacido en el discurrir
de la historia vienes para salvar el mundo.2
Ilumina ahora nuestros corazones, infl�malos en tu amor y al escuchar
que tú llegas desechemos cualquier maldad.
C uando llegues más tarde como juez a escudriñar lo íntimo del corazón
darás lo merecido a lo que ha estado oculto y el reino de los cielos a
los buenos y a los justos.
Q ue no nos dejemos oprimir por el mal debido a la gravedad de nuestros
pecados y que con los bienaventurados seamos partícipes de la vida
eterna.
A labanza, honor, poder y gloria a Dios padre y al Hijo y con ambos al
Paráclito por los siglos de los siglos.
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Hymnodia Gotica, p.65;
Breviarium Gothicum, f. 10. |
5. Infra hebdomadam primam Adventus
Feria IV ad Vesperas
Vox clara, ecce intonat
Ved que una voz resuena nítida y sacude la oscuridad; fuera las quimeras
porque Cristo ya brilla desde el cielo.
Que se recupere nuestro corazón entumecido por las heridas del pecado.
Resplandece un astro nuevo que va a borrar toda culpa.
Un cordero nos es enviado desde lo alto para saldar desinteresadamente
nuestras deudas. Unamos cánticos y lágrimas implorando el perdón.
Para que cuando por segunda vez aparezca refulgente y el horror envuelva
el mundo entero, no nos castigue por nuestros pecados sino que benigno
nos proteja.
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Hymnodia Gotica, p.65;
Breviarium Gothicum, f. 12. |
6. Infra hebdomadam secundam Adventus
Feria secunda ad Vesperas
A Patre unigenite 3
Hijo único del Padre, tú vienes a nosotros por mediación de una virgen
para santificarnos a todos con el rocío del bautismo y regenerarnos por
medio de la fe.
Descendió del cielo donde estaba y adopt� forma humana para rescatar de
la muerte al hombre que había creado y ofrecernos los gozos de la vida
eterna.
Te suplicamos, Redentor, que penetres propicio en nuestros corazones y
los ilumines con la resplandeciente luz divina.
Qu�date con nosotros, Señor, y aleja la obscuridad de la noche; limpia
todos nuestros delitos y concédenos, piadoso, tus remedios.
Sabemos que tú ya viniste y creemos que volverás de nuevo. Defiende con
tu escudo tu reino glorioso.
Cristo, tú que eres la vida, la salvación y la verdad, prot�genos a
quienes te suplicamos y que entonando con júbilo este himno, derrotemos
las pulsiones de la carne.
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Hymnodia Gotica, p.66;
Breviarium Gothicum, f. 17. |
7. Infra hebdomadam secundam Adventus
Feria secunda ad Laudes
Ecce, salvator omnium
Ved que el salvador del mundo, el más deseado, cuyo natalicio que ya fue
anunciado por los profetas llega enseguida.
Limpiemos de inmundicia nuestros corazones, preparemos los caminos del
Señor, gritemos desde lo más profundo del alma: Ven, Redentor, y
s�lvanos.
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Hymnodia Gotica, p.67;
Breviarium Gothicum, f. 17. |
NOTAS
1.
Sólo lo recoge el manuscrito M. Permite la lectura de un acróstico: Mauricus, obtante Veraniano,
edidit, (lo publicó Mauricio a instancias de Veraniano). La segunda y s�ptima estrofas constan de cinco versos, el resto de
cuatro. Cada verso consta de dos hemistiquios: 5 a 7/8 a10. Quizá ritmo de
hexámetro.
2. El uso litúrgico a veces prescinde de la estrofa primera, dedicada a
los santos del día: Acisclo y compañeros. Al comenzar el Adviento
siempre el mismo día (XV Kal. Dec., es decir el 17 de noviembre),
coincidía con la festividad de dichos mártires.
3. Blume sólo ofrece la primera estrofa aunque otras versiones dan hasta
cinco y tal parece ser el uso litúrgico. Incorporamos las otras cuatro.
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