Christi caterva clamitet
Rerum parenti proximas,
Quas esse sentit, gratias,
Laudesque promat maximas. Vatum
poli oracula
Perfecit olim tradita,
Cum nos redemit unicus
Factoris orbis Filius.
Verbum profectum, proditum
Tulit reatum criminum;
Sumensque nostrum pulverem,
Mortis peremit principem.
A matre natus tempore;
Sed sempiternus a Patre.
Duabus in substantiis
Persona sola est numinis.
Venit Deus factus homo,
Nitescat ut cultu novo,
Renatus in nato Deo,
Factus novus verus homo.
Natalis hinc ob gaudium
Ovans troph�o, gentium
Renata plebs per gratiam,
Hæc festa præbet annua.
Adventus hic solemnibus
Votis feratur omnibus,
Quos sustinere convenit,
Tanti Dei gloriam.
Secundus ut cum c�perit,
Orbemque terror presserit;
Succurrat hæc humillima
Susceptoris dignitas.
Deo Patri sit glória
Ejúsque soli Fílio
Cum Spíritu Parálito,
In sempiterna sæcula.
Amen.
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Clame el pueblo de Cristo
al Padre de las cosas,
por las gracias que siente ya cercanas:
ens�lcelo con nuevas alabanzas.
El Unigénito Verbo del Padre
va a redimirnos:
cumplir� hasta lo último
los vaticinios que sobre Él se hicieron.
El Verbo inicia su misión salvífica,
cuando se entrega, aceptando el peso de los pecados,
que consigo lleva nuestra miseria:
así yugula a la misma muerte.
Nace en el tiempo, de su madre virgen,
pero es eterno como lo es su Padre;
en dos sustancias, solo una persona,
y ésta es divina.
Viene Dios hecho hombre;
reciba un nuevo culto esplendoroso
el hombre verdadero que aparece nuevo,
vuelto a hacer al encarnarse Dios.
Por el gozo de este natalicio,
el pueblo renacido de la gracia
ovaciona al que conquista las naciones,
dedicándole fiestas anuales.
Celebremos, hermanos, este Adviento
manteniendo gozosos la esperanza,
pues nos conviene reforzar la guardia,
si anhelamos tales gracias de Dios.
Para que cuando venga otra vez para el juicio
y el mundo está angustiado,
a nosotros nos sirva de socorro
la humilde dignidad con que le recibimos.
Gloria a Dios Padre y a su solo Hijo,
y al Espíritu Santo, que con ellos
vive dichoso en unidad de gloria,
por los eternos siglos de los siglos.
Amén.
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