La Ermita. Rito hispano-mozárabe

 

EL OFICIO DIVINO O LITURGIA DE LAS HORAS

Himnos de la Hymnodia Gotica

 

HIMNOS DE LA LITURGIA MOZÁRABE.
VERSIÓN CASTELLANA DE LOS HIMNOS DE LA LITURGIA MOZÁRABE
(4)

Realizada desde la edición de Blume, Clemens,
Hymnodia Gotica. Die Mozarabischen Hymnen des alt-spanischen Ritus

por

CARLOS ARANA TARAZONA

ÍNDICE
Presentación

44. Intende nostris precibus. A Vísperas. Domingos.

45. Lux vera, lucis claritas. Domingos.

46. Te perfruamur, Domine. Martes.

47. Tu, rex, redemptor omnium. Sábado. Al Nocturno.

48. Rerum deus fons omnium. Sábado. A Vísperas.

49. Obsidiones obvias. Primera Vigilia.

50. Quod convolutis artubus. Media Noche.

51. Iam meta noctis transiit. A la Aurora.

52. Iam nos secundae praemonet. A Segunda.

53. Certum tenentes ordinem. A Tercia.

54. Qui amne nunc quadrifluo. A Cuarta.

55. Qui tot libris per Moysen. A Quinta.

56. Dicamus laudes Domino. A Sexta.

57. Auctor perennis gloriae [luminis]. A S�ptima.

58. Octavus horae circulus. A Octava.

59. Perfecto trino numero. A Nona.

60. Iam dena nos praeceptio. A D�cima.

61. Horis peractis undecim. A Und�cima.

62. Quotquot diem determinant. A Duod�cima.

63. Cibis resumptis congruis. Ante Completas.

64. Noctis taetrae primordia. A Completas.

65. Aurora lucis rutilat. A Prima. Tiempo de Pascua.

66. Te maiestatis Domine. A Tercia.

67. Iesu, redemptor omnium. A Tercia. En la semana de la Resurrección del Señor.

68. Iam surgit hora tertia. A Tercia. Tiempo de Pascua.

69. Iam cursus horae sexies. A Sexta.

70. Fundere preces tempus est. A Nona. Per annum.

71. Convexa solis orbita. A Nona. En Cuaresma.

72. Assunt tenebrae primae. A Completas. En Cuaresma.

73. Quieti tempus adest. A Completas.

74. Sol Angelorum, respice. A Completas.

75. Christe, qui lux est et dies. A Completas.

76. Lucis auctor clemens, lumen immensum. A Completas. En Cuaresma.

77. Tempus sopori congruum. Himno al Descanso

78. Surgentes ad te, Domine. Himno de Medianoche I.

79. Iesu, defensor omnium.Himno de Medianoche II.

80. Mediae noctis tempus est. Himno de Medianoche III.

Índice OficioHimnos nn. 35-43

Presentación

Himnos nn. 44 a 80 de la  Hymnodia Gotica de Blume, correspondientes al Común del Tiempo, traducidos por D. Carlos Arana Tarazona y facilitados por el propio autor a La Ermita para su publicación.

En nuestra edición nos limitamos a añadir, al pie de cada himno, su ubicación concreta, tanto en la Hymnodia Gotica como en el Breviarium Gothicum (excepto los nº 46 y 80 no recogidos en el Breviario). T�ngase en cuenta que las versiones latinas del Breviario y de la Himnodia G�tica presentan leves diferencias y que el orden en que son utilizados los himnos en el Breviario, no se corresponde en todas las ocasiones con el indicado en la Himnodia.

La numeración de los himnos se corresponde con la de la Hymnodia Gotica y las notas a pie de página son las del traductor.

II. COMMUNE DE TEMPORE

44. Diebus dominicis
Ad Vesperas

Intende nostris precibus

Atiende a nuestras súplicas, asístenos propicio, oh Cristo prez del mundo, derrama tu luz gozosa.

Que te celebre la oración de la tarde, que la oración de la mañana te celebre y que un himno melodioso resuene en tu honor sin pausa.

Que te celebre al caer la tarde la alabanza que mereces y que al amanecer te cante nuestra voz. Que en toda ocasión resuene en tu honor un himno perenne de gloria.

Hymnodia Gotica, p. 100; Breviarium Gothicum, f. CXIV.

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45. Diebus dominicis

Lux vera, lucis claritas

Luz verdadera, resplandor de la luz, heredero por siempre de la luz, tu alabanza surge en las tinieblas y los que te suplican logran tu resplandor.

Que te alaben todos los momentos del día, que te alabe cuanto de valioso hay en nosotros por todos los siglos eternos.

Hymnodia Gotica, p. 100; Breviarium Gothicum, f. CXIV.

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46. Feria Tertia

Te perfruamur, Domine

Gocémonos en ti, Señor piadoso y misericordioso, y se propicio, oh Dios, con nosotros por causa de tu nombre.

Sobre ti cargamos nuestros agobios pues en vano nos esforzaremos si tú no te compadeces de nosotros.

Que con tu ayuda seamos capaces de vencer cuanto te desagrada. Nos salvaste estando despiertos, vela por nosotros cuando dormimos.

Seguros y en tu paz descansemos ahora tranquilos y que cuando al alba nos levantemos, te adoremos con recogimiento.

Limpia nuestras culpas y ten piedad, oh Dios, de nosotros. Tú que reinas por siempre, atiende nuestras súplicas.

Tú, cuyo poder es único, revoca nuestra sentencia a fin de que alabemos tu gloria siempre por los siglos.

Hymnodia Gotica, pp. 100-101.

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47. Sabbato
Ad Nocturnum

Tu, rex, redemptor omnium

Tú, oh rey, redentor universal, que gobiernas y dispones con leyes precisas y estables en el tiempo todo cuanto has creado:

Nos levantamos a estas horas de la noche, confesamos nuestros pecados y nuestra garganta te alaba con melodiosos himnos,

A fin de que con tu perdón sanes todo lo que emponzo�aron los espíritus malignos con la astucia que les es propia y nos otorgues los dones de la vida.

Y que aquella caterva infame e instigadora de toda maldad no nos arrastre al fuego eterno para que nos abrasemos con ellos.

Y ahora sollozando te pedimos, Dios omnipotente, que presto nos liberes de cualquier desgracia.

Hymnodia Gotica, p. 101; Breviarium Gothicum, f. CXX.

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48. Sabbato
Ad Vesperas

Rerum deus fons omnium

Oh Dios, fuente de todo cuanto existe, que tras crear todas las cosas, llenaste el orbe entero con el legado de tus dones.

Y sin cansarte de cuanto hiciste ni agotarte por aquellos afanes, ofreces tu reposo a todos los dolientes para que no caigan en cuitas insanas.

Concédenos ahora a los mortales, sabedores de nuestras miserias, ir en pos de las virtudes y alcanzar el premio de la felicidad.

De modo que cuando aparezca el espanto último del juez terrible, todos a una nos alegremos, rebosantes del don de la paz.

Hymnodia Gotica, p. 101; Breviarium Gothicum, ff. CXV-CXVI.

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49. De Prima Vigilia

Obsidiones obvias

Dispong�monos con nuestros cánticos frente a todas las emboscadas que el príncipe de las tinieblas y sus repulsivos secuaces nos tienden en el camino.

Que la fe y la esperanza nos armen de pies a cabeza, que la cruz vigorosa cubra nuestras espaldas; ciñémonos con la espada del espíritu para hacer frente a los temores nocturnos

Jesús, salva por la fe con tu mano poderosa a quienes en ti creen, abate con la cruz a los enemigos y guarda todas las cosas en la paz.

Hymnodia Gotica, pp. 101-102; Breviarium Gothicum, f. CXVI.

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50. Media Nocte

Quod convolutis artubus

Porque, tórpidos nuestros miembros por la pesadez del sueño, la mente quedó seducida y embotada en sus visiones por la torpe emisión de flujos seminales,

Gimiendo te pedimos, padre clementísimo, que se alejen ya de nosotros los fantasmas repugnantes de las pasiones de la carne.

Purifica lo que el enemigo mancill�, restaura lo que emponzo�� y que todos nuestros espíritus obligados a cargar con el peso de la carne queden limpios de inmundicia.

Hymnodia Gotica, p. 102; Breviarium Gothicum, f. CXVIII.

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51. Ad Auroram

Iam meta noctis transiit

Hemos superado el término de la noche, atrás quedó el sosiego del sueño, ya despunta brillante la aurora, una luz renovada se derrama por el cielo.

Y desde que contemplamos el primer rayo de sol, reconocemos que hemos de elevar preces en tu honor, lucero matutino.

T�, Espíritu Santo, por difundes tu gloria gracias al efecto de tu luz y de tu amor, renu�vanos.

Hymnodia Gotica, p. 102; Breviarium Gothicum, f. CXXIV.

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52. Ad Secundam

Iam nos secundae praemonet

Superado el discurrir de la hora segunda, ella nos advierte que hemos de entonar un himno de gloria eterna en honor de Dios.

lzate, oh Jesús, y alivia el hastío del alma y que cante nuestra lengua con voz clara maravillas en tu alabanza.

Infúndenos la luz de tu espíritu y concede claridad a nuestros corazones a fin de que siempre te alabemos a ti, oh Dios, por los siglos eternos.

 

Hymnodia Gotica, pp. 102-103; Breviarium Gothicum, f. CXXVI.

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53. Ad Tertiam

Certum tenentes ordinem

Respetando el discurrir establecido de ld�a, supliquemos con piadoso corazón en esta la tercia hora al poder de la Trinidad gloriosa,

El convertirnos en morada de aquel Santo Espíritu que en otro tiempo y a esta hora se posó sobre cada uno de los apóstoles.

Acomo dándose a estas pautas del tiempo el creador del reino de los cielos recompens� generosamente con todo tipo de bienes y con el premio de la vida eterna.

 

Hymnodia Gotica, p. 103; Breviarium Gothicum, ff. CXXVIII-CXXIX.

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54. Ad Quartam

Qui amne nunc quadrifluo

Tú que riegas los cuatro quicios del orbe con las corrientes de agua de los cuatro evangelistas, atiende, te lo pedimos, a quienes te suplican.

Perdona nuestros delitos, aleja de nosotros la apatía de la mente y haz que todos nosotros seamos dignos del don de la aflicción.

Que la pasión de la carne no destroce nuestros cuerpos y que la ira no se insin�e en los abatidos; que la verdad d� forma a nuestros actos y que la castidad salvaguarde el pudor.

 

Hymnodia Gotica, p. 103; Breviarium Gothicum, f. CXXI.

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55. Ad Quintam

Qui tot libris per Moysen

Tú que por medio de Moisés narras el devenir de la historia con tantos libros cuantos son los sentidos corporales con los que dispones que nos gobernemos.

Haz que siempre permanezcamos fieles a tu ley para que en cuerpo y alma entonemos con entusiasmo cánticos en tu honor.

Aleja de nosotros lo que tememos, concédenos lo que te pedimos para que te alabemos por siempre a ti que eres piadoso y muy indulgente.

 

Hymnodia Gotica, pp. 103-104; Breviarium Gothicum, ff. CXXI-CXXII.

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56. Ad Sextam

Dicamus laudes Domino

Entonemos con fervor y disposición de espíritu alabanzas al Señor, pues la hora que por sexta vez vuelve nos invita a la oración,

Porque a esta hora quedó restablecida para los creyentes la gracia de la verdadera salvación por el sacrificio del Cordero bendito, por el poder de la Cruz.

A su luz brillantísima se oscurece el mediodía. Aceptemos con todo nuestro corazón la gracia de resplandor tan grande.

 

Hymnodia Gotica, p. 104; Breviarium Gothicum, ff. CXXXIII-CXXXIV.

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57. Ad Septimam

Auctor perennis gloriae [luminis]

Creador de la luz eterna que otorgas a los creyentes tu espíritu con sus siete sagrados dones, vela benigno por todos.

Aleja las enfermedades del cuerpo, aparta los tropiezos de la mente, destruye el veneno de los delitos y ahuyenta el dolor de los corazones.

Para que al aceptar, benigno, las preces de tu pueblo, te glorifiquemos todos a ti, Dios trino, por siempre.

 

Hymnodia Gotica, p. 104; Breviarium Gothicum, f. CXXII.

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58. Ad Octavam

Octavus horae circulus

Ya est� de vuelta la hora octava y su número nos indica que hemos de llorar y suspirar pensando en el día del juicio que ha de venir

Ahora el tiempo entero se mide en círculos de siete días porque el día octavo ser� el último, el día del juicio.

En tal día, redentor del mundo, no nos acuses en tu ira mas líbranos de estar a tu izquierda y sit�anos a diestra.

 

Hymnodia Gotica, p. 105; Breviarium Gothicum, f. CXXII.

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59. Ad Nonam

Perfecto trino numero 1

Cumplido por tres veces el período de tres horas entonamos el oficio de Nona cantando las alabanzas que te son debidas.

Guardando con limpia conciencia el sacrosanto misterio de Dios y el modo de comportarse del maestro Pedro que se nos dio como signo de salvación.

Cantemos también nosotros, sumándonos de corazón a los apóstoles, para que con la fuerza de Cristo se enderecen nuestros pasos aún vacilantes.

Hymnodia Gotica, p. 105; Breviarium Gothicum, f. CXXXVII.

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60. Ad Decimam

Iam dena nos praeceptio

Ya nos advierte el décimo precepto de la ley divina que no hemos de servir al pecado en las tinieblas del mundo.

Por tal, oh Dios, te pedimos que benigno nos endereces, laves nuestros pecados y alejes de nosotros cualquier adversidad.

T�, que has de ser nuestro premio futuro, s� nuestro gozo; en ti nuestra gloria siempre por todos los siglos.

Hymnodia Gotica, pp. 105-106; Breviarium Gothicum, ff. CXXII-CXXIII.

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61. Ad Undecimam

Horis peractis undecim

Cumplidas ya once horas, va cayendo el día hacia su ocaso, paguemos nuestra deuda, el cántico de un corazón generoso.

Ya acab� el quehacer del día que tú, oh Cristo, nos has encomendado. Otorga a quienes fueron a trabajar a la viía los dones de la gracia que prometiste.

Llamas a recibir su recompensa a quienes luego retribuir�s. Ay�danos en nuestros trabajos y repara luego nuestras fuerzas.

Hymnodia Gotica p.106; Breviarium Gothicum f. CXXIII.

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62. Ad Duodecimam

Quotquot diem determinant

Cumplidas ya las horas que determinan el día, oh Dios clementísimo, cumpla esta asamblea con los cantos de alabanza que te son debidos.

Ya concluye el día cayendo hacia su ocaso. Levántate tú, excelsa estrella de la mañana y renueva nuestras mentes con la gracia del Espíritu.

Lejos de nosotros la visión de los pecados, lejos la ira de los demonios. Visita nuestro aposento y s�, oh Dios, nuestro custodio.

Hymnodia Gotica p.106; Breviarium Gothicum f. CXXIII.

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63. Ante Completam

Cibis resumptis congruis

Tras tomar los alimentos ajustados a lo que es usual en la cena, venimos a proclamar tus alabanzas, redentor excelso.

Sal deprisa a nuestro encuentro aligerando la pesadez del estómago para disponer a la plegaria nuestro cuerpo dispuesto a confesar la fe.

Para que lo que con nuestros labios proclamamos en sagrada alabanza tuya nos otorgue a nosotros la corona y sea para exclusiva gloria de Dios.

Hymnodia Gotica p.106; Breviarium Gothicum f. CXXXVII.

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64. Ad Completam

Noctis taetrae primordia

Dedicamos el arranque de la noche sombría a entonar tus alabanzas. Y ahora te suplicamos, oh Trinidad, que escuches a quienes te cantan.

Concede a todos tu gracia y alivia a los exhaustos; destruye los extravíos de los pecados y cierra el paso a cualquier escándalo.

Para que nos ilumine la luz verdadera que aleje las tinieblas de la mente y rebose la paz en todos los que creemos en ti, nuestro creador.

Hymnodia Gotica p.107; Breviarium Gothicum f. CXL.

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65. Ad Primam
Tempore Paschali

Aurora lucis rutilat

Resplandece la luz de la aurora, el cielo rompe en cánticos de alabanza, el mundo exulta de júbilo y el infierno gimiendo prorrumpe en alaridos.

Hymnodia Gotica p.107; Breviarium Gothicum f. CXXVI.

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66. Ad Tertiam

Te maiestatis Domine

A ti, Señor de majestad, a quien celebramos bajo un nombre trino te suplicamos tus siervos que nos escuches complacido.

Borra nuestros pecados, escucha la voz de nuestro clamor y concede a quienes te confiesan los premios del reino celeste.

Hymnodia Gotica p.107; Breviarium Gothicum f. CXXIX.

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67. Ad Tertiam
De Resurrectione Domini. Infra heddomadam

Iesu, redemptor omnium

Jesús, redentor de todos, que destruyendo la muerte con la muerte al tercer día resucitas de las entrañas del infierno.

Nosotros desgraciados por quienes derramaste tu sangre te pedimos que limpios del cieno de los pecados nos conduzcas a la sede celeste.

Donde unidos en el cielo a los que jubilosos te cantan un cántico nuevo, gocemos de ti copiosamente.

Hymnodia Gotica pp.107-108; Breviarium Gothicum f. C.

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68. Ad Tertiam
Tempore Paschali

Iam surgit hora tertia

Se inicia la hora tercia y nosotros nos afanamos en cumplir con el oficio divino: alabemos a Cristo Señor.

También a esta hora tercera Cristo fue colgado de la cruz y cumpliendo la voluntad del Padre acab� con el pecado del mundo.

Sube luego a un trono que es el suyo y est� sentado a la derecha del Padre donde los coros de los ángeles alaban al Señor a quien otros ángeles malvados habían negado.

Nosotros honramos a Cristo a quien esperamos como juez, aquel al que habían anunciado los profetas y tras quien fueron los apóstoles.

El buen padre de familia salió a la hora tercia y contrat� jornaleros a denario por cabeza.

En tu viña, oh Cristo, cuya recompensa ya vislumbramos, continuemos con el oficio divino por causa de tus inigualables promesas.

Ved que ya arranca la hora en la que el Espíritu Santo embriagó con su Palabra las entrañas de los Apóstoles.

Inspira en nosotros, Señor, disposición para loarte con nuestros cantos. Oh Cristo, redentor de todos, bendice a esta comunidad que te canta.

Hymnodia Gotica p.108; Breviarium Gothicum ff. CXXXI-CXXXII.

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69. Ad Sextam

Iam cursus horae sexies

Al discurrir el día por sexta vez vuelve el curso de la hora y nos advierte que siempre debemos ofrecerte las loas que te son debidas.

Es la hora en que Pedro dirigiéndose a los gentiles les anticipa la fe que luego aceptarán; ahora Cristo nos apremia a transmitir la simiente que es fuente de vida.

En este momento del paso del sol místicamente acoge el patriarca a los tres enviados que bajo aspecto humano prefiguran la Trinidad.

[falta traducción estrofa 4]

[falta traducción estrofa 5]

Hymnodia Gotica pp.108-109; Breviarium Gothicum f. CXXXIV.
Ver traducción completa de Castro Sánchez.

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70. Ad Nonam
Per annum

Fundere preces tempus est

El transcurrir del día nos advierte de que es llegado el momento de derramar nuestras súplicas y de cantar un himno de alabanza en tu honor, redentor de todos.

Haz que nuestra mente sea serena y que nuestro actuar sea virtuoso, acepta las preces de quienes te suplican y concédenos la vida eterna.

Hymnodia Gotica p.109; Breviarium Gothicum f. CXXII y f. CXXXVI.

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71. Ad Nonam
In Quadragesima

Convexa solis orbita

Girando por la órbita celeste y tras rodar nueve vueltas, se ha cumplido por tres veces el tránsito de tres horas.

Es el momento en el que el creador del universo culmin� su pasión y es la hora en la que envío al tajo a los jornaleros que contrat� para su viña.

En esta hora Pedro ve en una visión cómo se anudaban los cabos de un lienzo y que quien conoce sus significados vuelve por tercera y última vez.

En esta hora cantemos por siempre con voz limpia y corazón puro la gloria de Dios que otorga su felicidad a los justos.

Hymnodia Gotica p.109; Breviarium Gothicum  f. CXXXVI.

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72. Ad Completorium
In Quadragesima

Assunt tenebrae primae

Ya est� aquí la oscuridad primera, avanzadilla de la horrenda noche, momento es de que te honremos todos con cánticos y con himnos.

Esta es la hora de la que nos habla Jeremías: �pong�monos en vela ahora que arranca la noche!

Prot�genos con tu espíritu, raíz invicta de David; haz saltar las cadenas de la noche y concédenos el brillo de la salvación.

Que el reposo del sueño sea grato, que atenta despierte la mente, que no cometamos inmundicias ni carguemos de culpas nuestras almas.

Sino que con espíritu ferrvoroso y caminado intachables lleguemos hasta ti, oh Cristo, con todo nuestro ser.

Hymnodia Gotica p.110; Breviarium Gothicum f. CXVII

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73. Ad Completorium

Quieti tempus adest

Ya llega la hora del reposo, con Él el limpio sosiego se apodererá de nuestros agotados miembros y nuestra mente estar� vigilante en Cristo.

Te suplicamos, oh Dios, que apartes de nosotros cualquier desverguenza y el veneno mortífero de la maligna serpiente originaria.

Para permanecer seguros a la sombra protectora de tus alas y así nos levantemos para cantar tus alabanzas.

Gloria y honor sean dados al Padre y al Hijo y al Espíritu, igual a ambos, por los siglos de los siglos.

Hymnodia Gotica p.110; Breviarium Gothicum f. CXVII.

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74. Ad Completorium

Sol Angelorum, respice 2

Sol de los ángeles, mira; A aquel que la pureza de nuestros corazones apenas vislumbra desea contemplar a quien reside en lo alto.

De ti reciben su poder todas las cosas del cielo con su favorable ir y venir, en ti se asienta la vida de todos, atiende el agradecimiento de quienes te invocan.

Concede a tus siervos protección para con ella compaginar lo útil, evitar lo pernicioso y que no se corrompan nuestros corazones.

S� tú la moderación de los sentidos, sembrador, salvación y alimento; bebida, comida y gozo; luz y vigor del alma.

Aleja de nuestros miembros la lascivia, que no los manche. Que la funesta pasión no nos desasosiegue ni nuestros pensamientos nos hagan caer en la culpa.

Danos valor suficiente con el que merecer tu clemencia, para olvidarte de nuestros pecados y concedernos una vida serena.

Paz celeste, te suplicamos con nuestros cánticos que penetres en nuestros corazones para que todo lo guardes por siempre evitando disensiones.

Hymnodia Gotica pp. 110-111; Breviarium Gothicum f. CXVI; f. CXXXVIII.

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75. Ad Completorium

Christe, qui lux est et dies

Cristo, que eres la luz y eres el día, disipa las tinieblas de la noche; tú que eres luz portador de claridad que anuncia la luz dichosa.

Te pedimos, oh Señor, que nos protejas durante esta noche, que seas tú nuestro reposo y nos concedas una noche tranquila.

Que no nos agobien las pesadillas y que no nos sorprenda el enemigo, que nuestra carne no ceda ante Él y nos haga culpables ante ti.

Que nuestros ojos se abandonen al sueño y nuestro corazón est� siempre vigilante, que tu diestra proteja a los siervos que te aman.

Escúchanos tú que eres nuestro defensor, mant�n a raya al tentador, guía a tus siervos a quienes redimiste con tu sangre.

Acu�rdate de nosotros que cargamos con este cuerpo mortal; mantente a nuestra vera, Tú que eres quien protege nuestras almas.

L�branos de las asechanzas y los temores nocturnos e ilumina con las maravillas de tu luz a quienes cantamos tus alabanzas.

Gloria al Padre eterno, a Cristo Rey y Señor y al Espíritu Santo por los siglos eternos.

Hymnodia Gotica p.111; Breviarium Gothicum f. CXL.

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76. Ad Completorium
In Quadragesima

Lucis auctor clemens, lumen immensum

Creador misericordioso de la luz, claridad sin límites cuyo fulgor que es Cristo brilla santo y eterno, con quien reinas en unidad y Espíritu Santo que con aquel configuras un unitario poder,

Aparta de nosotros la oscuridad de esta horrenda noche; aleja de nuestro lado, te pedimos, el fraude de la serpiente, s�lvanos defendidos por el signo de la cruz y haznos ricos con tu nombre sacrosanto,

A quienes agobiados por el enorme peso del pecado fuimos engañados por las múltiples artimañas del tentador que entonces se alegr� de su victoria y que ahora habrá de reconocer su derrota por la virtud de Dios omnipotente.

Padre inmortal, pastor universal, aniquila al odioso enemigo sombrío y ot�rganos la luz eterna que viene de lo alto y que no nos asustemos del sendero tenebroso.

Redentor excelso, rey del universo, atiende en tu piedad los lamentos por nuestros delitos; derrota, salvador nuestro, al enemigo que nos acecha, y concédenos la felicidad de la vida eterna.

Concédenos que esta sea una noche tranquila, ahuyenta de nuestro lado al enemigo, que la señal de la cruz derrote cualquier maldad. Te pedimos, oh Cristo, que te quedes con nosotros.

Gloria, honor, poder y virtud a Dios Padre Ing�nito y a Cristo el Unigénito a una con el Espíritu Santo Paráclito por cuya palabra brillan los siglos todos.

Hymnodia Gotica p.112; Breviarium Gothicum ff. CXVII-CXVIII; f. CXL

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77. Hymnus ad Quietem

Tempus sopori congruum

Ya est� próximo el momento propicio para el descanso; que se sosiegue nuestro cuerpo, reguemos de lágrimas nuestro lecho, limpiemos el jergán con nuestro llanto.

Entonemos primero el símbolo de la fe, oremos luego y compartiendo el abrazo de la paz pertrechémonos con el signo de la cruz.

Y así entreguemos al descanso nuestros miembros bajo la mirada de aquel juez que vela por quienes descansan para proteger su sueño.

Id lejos, hatajo de demonios; disu�lvanse tus secuaces en el nombre de la cruz santa que os desbaratar� a ti y a los tuyos.

Y tú, creador del universo, expulsa lejos al enemigo, desbarata a quienes nos acechan y concédenos sosiego.

Hymnodia Gotica p.113; Breviarium Gothicum f. CXVIII.

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78. Hymnus Mediae Noctis I

Surgentes ad te, Domine

En pie ante ti, Señor, en el silencio de la noche oscura nos entregamos a nuestras vigilias según dispusieron nuestros hermanos

De quienes recibimos por herencia el pasar la noche en vela ante ti, Espíritu consolador.

Glorioso como el Padre, perfecto como el Hijo, Espíritu multiforme, eres conocido como rey m�stico.

Mira la debilidad de nuestra carne y atrae hacia ti por tus méritos a todos a los que la vieja serpiente engañó con sus artimañas.

Que el rebaño que se te encomend� y que con tu sangre quisiste redimir no sufra daño ninguno.

Atiende a las ovejas descarriadas, piadoso buen pastor y ll�valas sobre tus hombros al redil celeste.

Al�jese el príncipe de los demonios, tullido y maltrecho; que hambriento y furioso suelte la presa de sus fauces.

Al�grese Cristo Señor, entonen himnos los coros de los ángeles, suene la música y bendiga al Señor diciendo: Santo, Santo, Santo.

Hymnodia Gotica p.113; Breviarium Gothicum f. CXVIII.

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79. Hymnus Mediae Noctis II

Iesu, defensor omnium

Jesús, valedor de todos y protector excelente, [incompleto].

En tu santo nombre, que eres guardión y valedor, mantengamos en vela nuestro espíritu para ser merecedores de portar las antorchas.

A quienes cantan en tu honor que de ti reciben orden de levantarse en la noche para invocar tu nombre que bien consideramos digno de alabanza.

Y continuemos alabándote a ti a quien teme la tierra toda por tu inmenso poder, porque ese es tu santo y piadoso mandato.

Resuene el canto de los himnos que surge del corazón de los creyentes y sigamos todos las dichosas promesas del Espíritu Santo.

Un alboroto surge en medio de la noche, es Jesús que entra por la puerta e invita a los que est�n en vela a entrar en sus santos palacios.

Se alegra el esposo de las vírgenes al entrar en el tálamo, allá las coronas de los mártires brillan ante el Señor.

Que va a dar a los creyentes el don de gloria tan grande. Que seamos merecedores de alcanzar aquello de lo que est� sedienta nuestra alma.

Hymnodia Gotica p.114-115; Breviarium Gothicum ff. CXVIII-CXIX (primeras ocho estrofas).

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80. Hymnus Mediae Noctis III

Mediae noctis tempus est

Ahora que es la media noche nos advierte la voz del profeta de que entonemos sin cesar alabanzas al Padre y al Hijo

Y también al Espíritu Santo, pues siempre hemos de alabar a la Trinidad perfecta cuya única es la sustancia.

A esta hora de la media noche el ángel exterminador recorrió el país de Egipto provocando la muerte y matando a sus primogénitos.

Es hora de salvación para los justos, a quienes no se atrevió a castigar el ángel derrotado temeroso ante el signo de la sangre,

Grande era la aflicción de los egipcios por tanta muerte cruel, sólo se alegraba el pueblo de Israel, protegido por la sangre del cordero.

Nosotros somos Israel. Alegrémonos en ti, Señor, batiendo al malvado enemigo, defendidos por la sangre de Cristo.

A la media noche nos dice el Evangelio que es cuando llega el esposo, el creador del reino celestial.

Saldr�n a su encuentro las santas doncellas, pendientes de que llega. Portan lámparas encendidas, gozosas y exultantes.

Las necias, las de las l�maparas apagadas, quedan fuera. En vano pulsan la puerta; el palacio del rey permanecen cerradas.

Por ello hemos de estar sobrios y vigilantes y hemos de mantener lúcidas nuestras mentes para con la mayor diginidad salir al encuentro de Jesús que llega.

También a eso de la media noche Pablo y Silas que sufrían cadenas por Cristo rompieron a cantar himnos.

C�rcel es este mundo para nosotros. Rompe, Cristo, nuestras cadenas, y perdona nuestros pecados, de los que cremos en ti.

Haznos dignos, rey santo, de la gloria del reino futuro y ser merecedores de cantar por siempre tus alabanzas.

 

Hymnodia Gotica p.115.

 


NOTAS

1. Parece que el himno est� inspirado en Hech 3, que sucede precisamente a la hora nona.
2.
Manifestum est hunc hymnum a correctore quodam emendatum fuisse. Id proh dolor in multis hymnis Arevalianis accidisse videtur. (Herman Adalbert Daniel).

 

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