LUcis auctor clemens, lumen
imménsum:
Lumen, cujus fulget Sanctus ætérnus
Christus, c�m quo regnat cum ipso in unum
Et Sanctus Spíritus, una pot�stas.
Tetr� noctis hujus caléginem pelle,
Serpent�sque fraudes, quæsumus, fuga:
Nos arm�tos Crucis signáculo salva:
Sacros�ncto tuo nómine dita.
Quos peccáti mole gr�vid� pressos,
Su� millef�rmis fraude dec�pit,
Se victórem gaudens, quoquæ se victum
Cogn�scat virtúte Omnipoténtis.
Pater immortális, ómnium Pastor,
Invid�ntem hostem frange fusc�ntem;
Lumen nobis præbe perenne de Sancto:
Tenebráso calle non pave�mus.
Redémptor ætérne, Rex omnis terræ,
Delict�rum pius g�mitus adt�nde:
Insidión.em hostem confr�nge Salvátor;
Nos ætérnæ vitæ redde beátos.
Noctem nobis istam dona quiétam:
Inimícum hostem fuga � nobis:
Crucis signum vincat omne in�quum:
Te, Christe, rogámus, mane nobíscum.
Gl�ria, et honor, pot�stas, et virtus
Ingénito Deo, genit�que Christo,
Spirituæque simul Parálito Sancto;
Cujus verbo clarent sæcula cuncta,
Amen.
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CReador bondadoso de la luz y luz infinita, cuya
luz, Cristo, brilla eternamente santo, con quien reina, y junto
con el Espíritu Santo, poder único. Aleja las tinieblas de esta negra noche y
ahuyenta, te pedimos, a la engañosa serpiente; armados con el
signo de la cruz, s�lvanos y enriq�ecenos con tu sacrosanto
nombre a nosotros.
A quienes engañó y humill� con la pesada carga el
que tiene mil formas, alegróndose de su victoria; que reconozca
que también Él ha sido vencido por el poder del Todopoderoso.
Padre inmortal, pastor universal, quebranta al
enemigo embustero y envidioso, danos la luz de la fuente eterna,
que no temamos en la senda tenebrosa.
Redentor excelso, rey de toda la tierra, oye
piadoso el llanto de los pecadores, vence, salvador, al enemigo
que acecha y a nosotros haznos eternamente bienaventurados.
Danos esta noche tranquila, aleja de nosotros al
Enemigo hostil, que el signo de la cruz venza toda injusticia; a
ti, Cristo, te pedimos: qu�date con nosotros.
Gloria y honor, poder y virtud a Dios ingénito y
a Cristo engendrado y al Espíritu Santo Parálito, por cuya
palabra resplandecen todos los siglos.
Amén.
(*) Traducción tomada de Castro Sánchez, J. Himnos de
la antigua liturgia hispánica en Sacris Erudiri nº 42, año
2003, pp. 136-137
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