La Ermita. Rito hispano-mozárabe

TEXTOS LITÚRGICOS

RITO HISPANO-MOZÁRABE

Textos propios de la Misa de san Félix y de los santos Macabeos, mártires

 

Misa en Rito Hispano-Mozárabe


 

Prælegendum / Canto de entrada Esd IV 2,23; Sal 113,15
Dabo sanctis meis primam sessiónem, Allelúia, in resurrectióne ætérna; et exqu�ram illos in gáudio meo.
Et lux perpétua luc�bit eis, Allelúia; et ætérnitas tempórum préparáta est, Allelúia, Allelúia.
A mis santos les dar� un lugar preeminente, aleluya, en la resurrección eterna; y compartirán mi alegría.
Resplandecer� en ellos una luz constante, aleluya; y poseerán la eternidad que les he preparado, aleluya, aleluya.
V/. Benedícti vos a Dómino, qui fecit cœlum et terram.
R/. Et lux perpétua luc�bit eis, Allelúia; et ætérnitas tempórum préparáta est, Allelúia, Allelúia.
V/. Glória et honor Patri et Fílio et Spirítui Sancto in sécula sæculórum. Amen.
R/. Et lux perpétua luc�bit eis, Allelúia; et ætérnitas tempórum préparáta est, Allelúia, Allelúia.
V/. Benditos seáis del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
R/. Resplandecer� en ellos una luz constante, aleluya; y poseerán la eternidad que les he preparado, aleluya, aleluya.
V/. Gloria y honor al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
R/. Resplandecer� en ellos una luz constante, aleluya; y poseerán la eternidad que les he preparado, aleluya, aleluya.

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Oratio post Gloriam / Oración después del Gloria
Deus, qui es in sanctórum mártyrum tu�rum Fel�cis ac Maccabeórum infirmitáte mir�bilis, imp�nde misericórdiam tuam fámulis tuis; et quia humílitas servi�ntium tibi semper est tentatiónum obiécta certámini, e�rum méritis præmun�ti, orémus, ut nobis infírmis indulgéntiam largi�ris.
R/. Amen.
Dios admirable en la debilidad de tus santos mártires Félix y los Macabeos, aplica tu misericordia a tus siervos; y como la pobreza de tus fieles est� siempre expuesta al combate de las tentaciones, confiados en tus méritos te rogamos, que otorgues tu perdón a nuestra flaqueza.
R/. Amén.
Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui es benedíctus et vivis et émina regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, que eres bendito y vives y todo lo gobiernas, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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LITURGIA VERBI / LITURGIA DE LA PALABRA (2)

Qu�re in Communi plurimorum Martyrum, pp. 225, 228 et 231 / Se toma del Común de varios Mártires, pp. 225, 228 o 231

Prophetia / Profecía Sab 11,2-4; 10,17-20
Léctio libri Sapiéntiæ.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro de la Sabiduría.
R/. Demos gracias a Dios.
Hæc dicit Dóminus:

Sancti iter fec�runt per desérta, quæ non habitabántur,
et in locis �nviis fixérunt casas;
stet�runt contra hostes
et de inimícis se vindicav�runt.
Siti�runt et invocav�runt te;
et data est illis aqua de petra altíssima,
et remédium sitis de lápide duro.

R�ddidit sanctis merc´dem labórum suórum
et ded�xit illos in via mir�bili
et fuit illis in velamánto di�i
et in luce stellærum per noctem.

Tr�nstulit illos per mare Rubrum
et transv�xit illos per aquam n�miam;
inimícos autem illórum dem�rsit
et ab altitúdine ab�ssi ed�xit illos.

�deo iusti tulérunt sp�lia impiórum
et decantav�runt, Dómine , nomen sanctum tuum
et victr�cem manum tuam laudav�runt unan�miter.

R/. Amen.

Esto dice el Señor:

Los santos atravesaron un desierto inhóspito
y acamparon en parajes intransitables.
Hicieron frente a sus enemigos
y rechazaron a sus adversarios.
Tuvieron sed y te invocaron:
de una roca escarpada se les dio agua
y de una piedra dura remedio para su sed.

Dio a los fieles la recompensa por sus trabajos,
los condujo por un camino maravilloso,
fue para ellos sombra durante el día
y resplandor de estrellas por la noche.

Les abrió paso a través del mar Rojo
y los condujo a través de aguas caudalosas;
sumergió a sus enemigos
y luego los sacó a flote desde lo hondo del abismo.

Por eso los justos despojaron a los impíos,
cantaron himnos, Señor, a tu santo nombre
y celebraron a coro tu mano vencedora.

R/. Amén.

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Psallendum / Salmo de meditación Sal 91,13-14.2
Sancti tui, Dómine, sicut palma flor�bunt; plant�ti in domo tua, Dómine. El justo crecer� como la palmera, plantado en la casa del Señor.
V/. Bonum est confit�ri Dómino, et ps�llere nómini tuo, Altíssime.
R/. Plant�ti in domo tua, Dómine.
V/. Es bueno dar gracias al Señor y tañer para tu nombre, oh Altísimo.
R/. Plantado en la casa del Señor.

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Apostolus / Apóstol 2Cor 5,1-5.6-8 (3)
Epístola Pauli apóstoli ad Coránthios secónda.
R/. Deo grátias.
Lectura de la segunda carta del Apóstol Pablo a los corintios.
R/. Demos gracias a Dios.
Fratres:

Scimus enim quóniam, si terr�stris domus nostra huius tabernáculi dissolv�tur, ædificatiónem ex Deo habémus domum non manuf�ctam, ætérnam in cœlis.

Nam et in hoc ingem�scimus, habitatiónem nostram, quæ de cœlo est, super�ndui cupi�ntes, si tamen et exspoli�ti, non nudi inveni�mur.

Nam et, qui sumus in tabernáculo, ingem�scimus grav�ti, eo quod n�lumus exspoli�ri, sed supervest�ri, ut absorbe�tur, quod mort�le est, a vita.

Qui autem eff�cit nos in hoc ipsum, ígitur et sci�ntes quóniam, dum præséntes sumus in córpore, peregrin�mur a Dómino; per fidem enim ambul�mus et non per spéciem. Aud�mus autem et bonam voluntátem habémus magis peregrin�ri a córpore et præséntes esse ad Dóminum.

 R/. Amen.

Hermanos:

Sabemos que si se destruye esta nuestra morada terrena, tenemos un sólido edificio que viene de Dios, una morada que no ha sido construida por manos humanas, es eterna y est� en los cielos.

Y, de hecho, en esta situación suspiramos anhelando ser revestidos de la morada que viene del cielo, si es que nos encuentran vestidos y no desnudos.

Pues los que vivimos en esta tienda suspiramos abrumados, por cuanto no queremos ser desvestidos sino sobrevestidos para que lo mortal sea absorbido por la vida

Y el que nos ha preparado para esto es Dios. Así pues, llenos de buen ánimo y sabiendo que, mientras habitamos en el cuerpo, estamos desterrados lejos del Señor, caminamos en fe y no en visión. Pero estamos de buen ánimo y preferimos ser desterrados del cuerpo y vivir junto al Señor.

R/. Amén.

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Evangelium / Evangelio Mt 10,16-22
Léctio sancti Evangélii secóndum Matthéum.
R/. Glória tibi, Dómine.
Lectura del Santo Evangelio según san Mateo.
R/. Gloria a ti, Señor.

In illo témpore:

Dóminus noster Iesus Christus loquebátur discípulis suis dicens: «Ecce ego mitto vos sicut oves in médio lupórum; est�te ergo prud�ntes sicut serpéntes et s�mplices sicut colúmbæ.

Cav�te autem ab homínibus; tradent enim vos in conc�liis, et in synagógis suis flagell�bunt vos; et ad pr�sides et ad reges duc�mini propter me in testimónium illis et géntibus. Cum autem tradent vos, nolíte cogit�re quómodo aut quid loqu�mini; débitur enim vobis in illa hora quid loqu�mini. Non enim vos estis, qui loqu�mini, sed Spíritus Patris vestri, qui lóquitur in vobis.

Tradet autem frater fratrem in mortem, et pater fílium; et insírgent fílii in parántes et morte eos aff�cient. Et �ritis �dio ómnibus propter nomen meum; qui autem persever�verit in finem, hic salvus erit�.
R/. Amen.

En aquel tiempo:

Nuestro Señor Jesucristo hablaba con sus discípulos y les decía: «Mirad que yo os envío como ovejas entre lobos; por eso, sed sagaces como serpientes y sencillos como palomas.

Pero �cuidado con la gente!, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes por mi causa, para dar testimonio ante ellos y ante los gentiles. Cuando os entreguen, no os preocup�is de lo que vais a decir o de cómo lo dir�is: en aquel momento se os sugerir� lo que tenéis que decir, porque no ser�is vosotros los que habl�is, sino que el Espíritu de vuestro Padre hablar� por vosotros.

El hermano entregar� al hermano a la muerte, el padre al hijo; se rebelarán los hijos contra sus padres y los matarán. Y ser�is odiados por todos a causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el final, se salvará.

R/. Amén.

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Laudes Sab 19,9
Allelúia. Aleluya.
V/. Ambul�bunt sancti gaudóntes, velut agni pleni p�scu�.
R/. Allelúia.
V/. Estarán los santos gozosos, como corderos saciados.
R/. Aleluya.

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Sacrificium / Canto del Ofertorio Mt 25,34.31;13,43
Ven�te, benedícti Patris mei, perc�pite regnum quod vobis parátum est ab orígine mundi, Allelúia. Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo, aleluya.
V/. Cum vénerit Fílius hóminis in maiest�te sua et omnes ángeli cum eo, tunc fulg�bunt iusti sicut sol in regno Dei.
R/. Quod vobis parátum est ab orígine mundi, Allelúia.
V/. Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre y todos los ángeles con Él, entonces los justos brillarán como el sol en el reino de Dios.
R/. Preparado para vosotros desde la creación del mundo, aleluya.

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Oratio Admonitionis / Monici�n sacerdotal

Deum imméns� maiestátis, toto pi� devotiónis con�tu pro expet�ndo dono spiritu�lium document�rum, fratres car�ssmi, deprec�mur, ut coe�ntibus nobis in huius di�i sollemnitáte multipl�cium sanctórum suórum mártyrum, iuc�nda divin�rum semper occúrrant instruménta virtútum.
Ut qui victóriam Maccabeórum priscæ vidélicet legis, ardóre flagr�ntium excélimus, sancti atque Fel�cis beátam passiónem vener�ndo, Christo Dómino largi�nte, læt�mur.
A quo idem robusti�ri ánimo inexpugnabil�que virtúte armátus, ut bonus negotiátor quasi thes�urum rep�nit in celo.

Navem conscéndit in maránis fl�ctibus, qui sanctæ Ecclesiæ gr�mio regebátur in mundi ist�us tempest�tibus; et dum ultro se torméntis pro eius nómine offert, nobis apud eum vern�culum semet�psum intercessórem dedic�vit et mártyrem.
Iste nempe est quem lima iustítiæ per tribulatiónum tentamánta pol�vit et sicut aurum septempláciter igne examin�tum, septem martáribus germanitátis cúpula conn�xis sollemnitáte �nnua sociétum, præti�sis lap�dibus exorn�vit.
Iste profécto beatórum Maccabeórum choro coni�nctus, et laudabíliter séquitur agnum quoc�mque �erit cándida veste amíctus, quam ipsíus agni sánguine dealb�vit.
Iste ergo vocem Dómini �vidus audítor att�ndens, reléquit cum suis �ctibus mundum et divérsa virtúte roborátus vicit in ómnibus inimícum.
Iste étiam, beatíssimi Petri cons�milis, pressa sanctis vest�giis unda, ad portum, Christo præced�nte, perdúctus, s�perat ponti prof�nda, quo duc�nte pervénit ad regna cæléstia.

R/.
Amen.

Queridos hermanos, imploremos al Dios de inmensa majestad, con toda la fuerza de nuestra piadosa devoción, para pedir el don de los ejemplos espirituales, de forma que al reunirnos en la solemnidad de este día, dedicado a varios mártires, alcancemos hermosos modelos de virtudes divinas.
Para que los que celebramos la victoria de los Macabeos, inflamados en el celo de la ley antigua, venerando al mismo tiempo la dichosa pasión de san Félix, nos alegremos por la gracia de Jesucristo. Por Él, Félix, armado de fortaleza de ánimo y de inexpugnable virtud, como un buen comerciante, pone su tesoro a buen recaudo en el cielo.

Se embarca para atravesar el mar, el que en el seno de la santa Iglesia se dejaba regir en las tempestades de este mundo; y mientras con ánimo generoso se ofrece a los tormentos por el nombre de Cristo, se constituye delante de Él como mártir e intercesor en favor nuestro.
Este es aquíl que se dej� pulir por la lima de la santidad y por las pruebas de las tribulaciones, y como el oro pasado siete veces por el crisol, al asociarse en la solemnidad anual a los siete mártires unidos por el vínculo de la fraternidad, se adorn� con piedras preciosas.
Este en efecto, unido al coro de los santos Macabeos, sigue laudablemente al Cordero a donde quiera que vaya, cubierto de blanca vestidura que lav� en la sangre del mismo Cordero.
Este, escuchando la voz de Dios como ávido oyente, dej� el mundo con sus operaciones, y fortalecido con diversidad de virtudes, venció en todo al enemigo.
Este también, a semejanza de san Pedro, andando sobre las olas, conducido al puerto por su guía, Cristo, supera las profundidades del mar y llega a los reinos celestiales.
R/. Amén.

Adiuv�nte Dómino nostro Iesu Christo, qui in Trinitáte, unus Deus, vivit et regnat in sécula sæculórum.
R/.
Amen.
Con la ayuda de nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina en la Trinidad, un solo Dios, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Alia / Oración entre los Dípticos

Deus, qui nova cum vet�ribus una pietáte et ind�ssona volumt�te coni�ngis, sic Christi tui  mártyres sub evangélio locans, ut tamen præ�re bis sub lege in típici cru�ris mystério Maccabéos sinas atque géneri huius martárii illic fundamánta i�cias, hic perfectiónem conc�das; dona conveni�nti pleb�cul� tuæ, ut felíciter cum Fel�cis tui felicitáte congáudeat; ut cuius amóre sita et patroc�nio f�da, coadun�ta cum Maccabeórum conc�lebrat festa, mere�tur interv�ntu e�rum et in síngulis perc�pere necess�ria, et in ómnibus adip�sci bonárum promiss�rum futára.

Hic hódie, quæsumus, provéniat reis indulgéntia, �nxiis lætítia, �gris medic�na, oppr�sis lib�rtas, luxuri�sis c�stitas, petul�ntibus pudic�tia, pr�diguis frug�litas, dissol�tis contin�ntia, gastrim�rgis p�rcitas, �nvidis benígnitas, av�ris l�rgitas, irac�ndis patiéntia, supérbis humílitas, vanitátes præséntis sæculi inhi�ntibus spei sol�tium de vita beáta.

Te, quæsumus, ætérne, terr�bilis et clementíssime Deus, ut Fel�cis tui ac Maccabeórum suffrágio, dones r�gibus cum tranquillitáte iustítiam, sacerdótibus cum sanctitáte doctrínam, lev�tis cum ministério digno vitam hon�stam, div�tibus cum rerum præséntium vilitáte dilectiónem sup�rnam, eg�nis cum suffici�ntia præséntium beatitúdinem futur�rum, contin�ntibus castimoni�m, virg�nibus custódiam, víduis defensiónem, �rfanis tutúlam; ut in ómnibus onm�no síngulis síngula et ómnibus ómnia impert�ri largi�ris et de promptu�riis tuis præb�re dign�ris.
Quo his pot�ti donis, numquam a te deserántur, a quo numquam nisi deser�ntes deserántur; ut hæc plebs ditátur pietátis tuæ vicissitúdine, ut quæ eum præm�sit in cœlum, mere�tur ex te petitiónis suæ s�mere donum.

Te autem, ut hæc obt�neas, beatíssime Félix martyr, lacrim�sis qu�r�llis �dimus, gem�tibus implorémus, ob honórem tibi débitum Deo omnipoténti vota persólvimus, c�rem�nias exhib�mus, e�que te advoc´tum pro necessitátum nostrórum �r�mnis supplic�mus, hóstias salutáres et sacrifícium laudis immol�mus; qu�tenus per místicam oblatiónem et sacrifícium redemptiónis nostræ, apud eum remédia inveni�mus, pro cuius fide te passum indubit�nter tenémus.
R/. Amen.

Dios, que juntas lo nuevo con lo viejo, con una sola piedad y concertada voluntad, colocando a tus mártires bajo la ley evangélica, aunque dejando ir por delante en el Antiguo Testamento a los Macabeos en el misterio de la sangre figurativa, echando allá los fundamentos del martirio, y perfeccionándolo aquí. Da a tu pueblo que aquí se re�ne, que se congratule con la felicidad de Félix, de forma que cuando confiado en su amor y en su patrocinio celebra su fiesta en unión con la de los Macabeos, merezca también por intercesión de ellos, percibir lo necesario para cada uno y alcanzar para todos los bienes prometidos, que esperamos alcanzar.

Rogamos que aquí y hoy alcancen los reos indulgencia, los angustiados alegría, los enfermos medicina, los oprimidos libertad, los lujuriosos frugalidad, los disolutos continencia, los comilones parsimonia, los envidiosos benignidad, los avaros largueza, los iracundos paciencia, los soberbios humildad, y los que andan buscando las vanidades del presente mundo el consuelo en la esperanza de la vida dichosa.

Te rogamos, Dios eterno, terrible y clementísimo, que por la ayuda de Félix y de los Macabeos, des a los reyes justicia con tranquilidad, a los sacerdotes doctrina con santidad, a los levitas una vida santa con un digno ejercicio del ministerio, a los ricos amor de los más alto con una baja estima de las cosas presentes, a los pobres la dicha en el futuro con suficiencia de lo presente, a los casados castidad, a las vírgenes vigilancia, a las viudas defensa, a los huérfanos tutela, para que en todo cada uno reciba lo suyo y a todos se les den todas las cosas, tomíndolas de tus tesoros celestiales.
Así, disponiendo de estos dones, no sean nunca abandonados por ti, que sólo abandonas a los que te abandonan; para que este pueblo se vea enriquecido a cada momento por tu piedad, mereciendo de ti que su patrono que ya subió al cielo, alcance el cumplimiento de sus deseos.

Y a ti, san Félix, acudimos para que obtengas todo esto con súplicas y gemidos, ofreciendo nuestros deseos a Dios todopoderoso, por el honor que te debemos. Cumplimos estos ritos y suplicamos por nuestras necesidades, inmolamos víctimas saludables y ofrecemos el sacrificio de alabanza, en cuanto que por la oblación mística y el sacrificio de nuestra redención, encontramos remedio en la presencia de aquel por cuya fe creemos sin vacilar que llegaste al martirio.
R/. Amén.

Per misericórdiam tuam, Deus noster, in cuius conspéctu sanctórum Apostolórum et Mártyrum, Confessórum atque Vírginum nómina recitántur.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, en cuya presencia recitamos los nombres de los santos Apóstoles y Mártires, Confesores y Vírgenes.
R/. Amén.

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Post Nomina / Oración después de los Dípticos

Deus, qui glorif�c�ris in sanctis tuis et Maccabeórum rnártyrum tu�rum in te p�rficis gloriósos triúmphos, quorum te mundo huic et vita prædic�vit et pássio, quor�mque confessióni tu, Dómine, aperuísti regna cælórum.

P�teant, quæsumus, supplicatiónibus nostris aures misericórdiæ tuæ, et eam nobis intercessióne sanctórum concéde fidúciam, ut ad promissiónes tuas ips�rum veni�mus suffrágiis, quorum incit�mur exémplis.
R/. Amen.

Dios, que eres glorificado en tus santos y aceptas para tu gloria los triunfos de tus mártires Macabeos, cuya vida y martirio te ensalzó en este mundo, y por eso les abriste el reino de los cielos.

Abre a nuestras súplicas tus oídos misericordiosos, y concédenos por la intercesión de tus santos la confianza suficiente para alcanzar tus promesas, con su ayuda y por sus ejemplos.
R/.
Amén.

Quia tu es vita vivórum, sánitas infirmórum ac r�quies ómnium fidélium defunctórum in ætérna sécula sæculórum.
R/. Amen.
Porque tú eres la vida de los que viven, la salud de los enfermos, y el descanso de todos los fieles difuntos, por todos los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Ad Pacem / Oración de la Paz
Excéls� maiestátis Dómine et rex ómnium sæculórum, qui legis tuæ amóre fragr�ntes Maccabéos martárii glória decorísti; quique beatíssimum Fel�cem felicitátis ætérna don�sti, dum præcéptis evangélicis obédiéndo próprio elimin�vit e solo, illo te in pœnis prædic�vit ardóre, quo et præd�cti Maccabéi pro patrum égibus effud�runt sánguinem próprium; te p�timus et rogámus, ut et illis interced�ntibus in caritáte totam imple�mus legem, et hoc mártyre tuo suffrag�nte, ætérna pot�ti pace, in nullo ut�mur antíqui serpéntis discédii simultátem.
R/. Amen.

Señor, cuya majestad Señorea los siglos, que adornaste con la gloria del martirio a los Macabeos inflamados en tu amor, y premiaste a san Félix con la felicidad eterna, porque obediente a los preceptos evangélicos, emigr� de su patria para venir a confesarte entre los tormentos con aquel mismo ardor con que los Macabeos derramaron su sangre por las leyes de sus mayores. Te rogamos por su intercesión cumplamos por amor toda la ley, y por la intercesión de san Félix alcancemos la vida eterna sin dejarnos arrastrar por las divisiones y enemistades de la antigua serpiente.
R/. Amén.

Per te, qui es vera pax et perpétua cáritas, Deus noster, et regnas in sécula sæculórum.
R/.
Amen.
Por ti, que eres la paz verdadera y la caridad perpetua, Dios nuestro, que reinas por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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Illatio / Acción de gracias

Dignum et iustum est, �quum et salutáre est, nos tibi grátias ágere, Dómine, sancte Pater, ætérne omnípotens Deus.
Ad quem sancta prog�nies gener�sa numerositáte triumpháli passiónum virtúte conscéndit, cum tibi, Dómine, præcl�ra germanitáte et morte sociétos, septem cælórum íncolas mater beáta p�rturit.

Cui de fráctibus éteri sui nihil mundi huius temer�vit obscúritas; quæ ad hoc est sort�ta coni�gium, ut totam s�bolem mártyres tibi ad Ier�salem cæléstem pia dona transm�tteret.
Exh�buit tibi, Dómine, totum suæ procreatiónis holocáustum, et cunctas quas ordo nativitátis att�lerat víctimas d�dit.

Stabat inter ministéria p�n�rum vir�li magnanimitáte succ�ncta, s�vient�sque in víscera natúrum carnéfices intr�pida mater aspéxit, tot orbitátibus vulneráta, quot successiónibus gloriósa.
Inexpl�bilem prosp�ciens persequ�ntium crudelitátem, suórum lætabátur perseverántia fíli�rum, non fletu victa est, non g�mitu orbitátis affécta.
Septem cruciátus fíli�rum ántequam ipsa cruciar�tur excépit, et ne in áliquo e�rum superar�tur ext�muit.
Inter divérsas p�gnerum mortes discret�que torménta gáudiis éternitátis exsúltans, prius se martyr quam morer�tur agn�vit.

Unum �ncidi ángulis lætabátur, dist�ndi rotis �lium illig�ri gaud�bat.
Illíus vic�na mirab�tur incóndia, neque ad ist�us quem ev�lsis cum cute as exstirpátis comis ec�lei cat�sta teníbat pœnis est victa, sed quem a vúlnerum confínio bráchiis truncátum vidébat intuebátur intérrita.
Hunc quoque, quem ad furcam trífido dente ram�sam membris per vincla compáctis inm�ssum et addíctum trochle�tim p�ndere f�cerant, confort�vit.
E�mque cuius in sart�gine flamm�ta et scintill�ntis �lei rore saltu�lim crepit�nte cunctis stup�ntibus inv�cta puerália membra torrébant, ut ne hæc quidem pertim�sceret pia voce iub�bat.
Hoc génere tormentórum síngulos lani�ri prosp�ciens, illum sibi tantum perit�rum esse suspírat, si quis e�rum non fuísset, Domine, in sacrifícium tuæ laudis assúmptus.

Sed tua cleméntia muneránte, omnípotens Deus, et tuo sp�ritu confirm�nte, unus ómnium sensus, una fides, una Conféssio, omnes in martárii glória pretiósa morte soci�vit.
Tunc supra parvulórum dilacer�ta corp�scula mater l�ta coll�bitur et fel�ci cru�re perm�xta, oct�va in tuis, Ier�salem, i�nuis passiónis vexílla susp�ndit.
Iste étiam Félix est in sollemnitáte felíciter iunctus, in martárii certámine p�rili glória coronátus.
Ea namque devotióne hic sacri evangélii non trepid�vit impert�rritus confit�ri doctrínam, quia illi, priscæ legis patírnam traditiónem observ�ntes, tenu�runt custódiam.

Omnes enim artus non formidávit ímpie persequ�ntibus trádere in vind�ctam, d�mmodo Christo Dómino ab idolórum c�ltibus serv�ret ánimam incorrúptam; pro cuius dilectióne vitæ tempor�lis m�luit sustin�re iact�ram, ut quod illi cónsequi promeru�runt Dómino passo.
Totum illi Christi amóre pr�ferunt plena fide adhuc in circumcisi�ne carnis; hic vero perfécte exsúltans in passióne Christi, ex eius resurrectióne gloriátur in circumcisi�ne cordis, verum agnum �mmolans, qui mundi chirógraphum suo del�vit cru�re, et ad cæléstia regna conscéndere nobis dem�nstrat claríssima ascensióne.

Unde non immérito prof�rtur huius inter sanctos mártyres sancta Conféssio, cuius fit sponte ob amórem verum Christi vitæ huius am�ssio, quem decorívit n�mio próprii martárii amóre assúmptio.
Eo est nimárum lacessátus prov�ntu, quo iugis ei fuit vitæ mundíssim� sanctif�c�tio, quia accénsa erat in eo impaci�nter provocáta Christi so diléctio, ut a præsídis iniquíssimo minístro verbéribus afféctus et morte atrocíssima trucidátus, in confessiónem Fílii Dei ánimam opt�ret p�nere, cum qua in sículo ætérna desiderávit inter sanctos mártyres sine fine regn�re.

Per ipsum Dóminum nostrum, ante cuius conspectu turma archang�lica cum angelórum legi�nibus, patriarch�rum choris, apostolórum corínis, mártyrum m�ritis, vel étiam cum omni sanctórum innumerab�lium multitúdine procl�mant, ita dicéntes:

Es digno y justo, equitativo y saludable, que te demos gracias, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. A ti te busca aquella santa familia, generosa ya en el número de sus miembros, ensalzados por la fuerza de su martirio, cuando la dichosa madre vuelve a parir para ti, Señor, estos siete moradores del cielo, asociados en su preclara hermandad y en su muerte gloriosa.

A ninguno de los frutos de su matrimonio pudo emponzo�ar la fealdad de este mundo, pues si acept� el matrimonio, fue para traspasarte hacia la Jerusalén celestial a toda su descendencia de mártires, como preciadas joyas de su corazón.
Te ofreció, Señor, el holocausto de todos sus hijos, presentándolos como víctimas por el orden de su nacimiento.

Estaba de pie, en medio de los tormentos, ceñida de viril magnanimidad, contemplando con intrepidez los alardes de crueldad que los verdugos ejercitaban en las entrañas de sus hijos, gloriosa en cada uno que iba siendo inmolado.
Contemplando la inacabable crueldad de los perseguidores, se alegraba de la perseverancia de sus hijos, sin que la venciera el llanto ni el gemido de su orfandad creciente.
Experimentó en sí misma los siete martirios de sus hijos antes del suyo propio, sin temor de ser vencida en ninguno de ellos.
Entre las diversas muertes de las prendas de su corazón y los diversos tormentos, se sintió mártir antes de morir, gozando ya de los bienes eternales.

Se alegraba porque uno era sajado con uñas de hierro, de que otro fuera atado al potro, admiraba las llamas de aquel, ni la agobiaron los tormentos del otro, puesto en el ecúleo, arrancada su cabellera, miraba impert�rrita los mu�ones sangrantes de aquel a quien habían cortado sus brazos.
Confort� al otro colgado en la horca de tres dientes con sus miembros fuertemente atados y levantado con poleas.
Y al otro, cuyos miembros juveniles se consumían en la sartén al rojo vivo, que rechinaba con cada chorro de aceite que le iban echando, y ella le ayudaba con su voz piadosa para que tampoco por ello se arredrara.
Y viendo a todos atormentados por tal variedad de tormentos, sólo le hace suspirar la posibilidad de que alguno de ellos pereciera por no ser asumido por ti, Señor, como sacrificio de alabanza.

Pero por el don de tu clemencia, Dios todopoderoso, todos tuvieron un mismo sentir, una fe, una confesión: junto a todos en la gloria del martirio una preciosa muerte.
Y entonces, sobre los cuerpos desgarrados de sus hijos, se derrumba el cuerpo desmayado de la gozosa madre, y teñida con la sangre gloriosa, es ella la octava en colgar los trofeos del martirio en las puertas de Jerusalén.
Y también Félix ha quedado felizmente unido en esta solemnidad, coronado con gracia semejante en el combate de su propio martirio.
Pues con la misma entrega de sí mismo no tembl� al confesar impávido, como ellos, la doctrina del santo Evangelio, y así, observando la tradición paterna de la antigua ley, se mantuvieron en su observancia.

No temi� entregar todos sus miembros a la venganza de los impíos perseguidores, con tal de salvar su alma, libre de la corrupción de los cultos idolátricos, para Cristo, el Señor, por cuyo amor prefirió soportar el daño de la vida temporal.
De forma que lo que aquellos consiguieron alcanzar por el Señor que tenía que padecer, lo alcanzó este cuando el Señor ya había padecido.
Aquellos lo soportaron todo por amor de Cristo, con fe plena, sometidos todavía a la ley de la circuncisión, éste, gozóndose de modo perfecto en la pasión de Cristo, se gloría en su resurrección, en la circuncisión del corazón, sacrificando el verdadero cordero, que borr� con su sangre el documento que condenaba al mundo, y nos enseña a ascender al reino celestial, con su preclara ascensión.

De ah� que con razón se pondere la santa confesión de éste entre los santos mártires, la pérdida de su vida, inmolada espontáneamente por un auténtico amor a Cristo, que result� condecorado por la aceptación del propio martirio, como prueba de amor.
Le animæ a ello este provecho, con lo que le result� breve la santificación de su vida pura, porque se había encendido en Él el amor de Cristo de manera impaciente, de tal forma que, azotado por el crudelísimo esbirro del que presid�a, degollado con muerte atrocísima, deseó entregar su vida en la confesión del Hijo de Dios, para reinar sin fin en la eternidad entre los santos mártires.

Por el mismo Señor nuestro, ante cuya presencia las legiones de ángeles y Arcángeles, los coros de los patriarcas, las coronas de los apóstoles, los méritos de los mártires y la innumerable multitud de los santos, aclaman, diciendo:

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Post Sanctus / Oración después del Sanctus

Vere sanctus, vere benedíctus Dóminus noster Iesus Christus Fílius tuus, qui nobis hunc diem et sanctórum Maccabeórum passióne illústrem et Fel�cis sui felicitáte r�ddidit enit�ntem.

Te pro�nde, Deus Pater, exorémus accl�nes, ut in hac concr�ta mártyrum tu�rum feslivitáte, supplic�ntibus nobis, et amórem impl�nd� legis tuæ pro qua illi passi sunt tr�buas, et Fel�cis tui suffrágio témpora felici�ra conc�das.

Christus Dóminus ac Redémptor ætérnus.

Santo y bendito es en verdad nuestro Señor Dios, tu Hijo, que hizo resplandecer para nosotros este día, ilustre por la pasión de los santos Macabeos y brillante por la felicidad de su mártir Félix.

Te rogamos humildemente, Dios Padre, que en esta festividad de tus santos mártires, nos concedas lo que te suplicamos: el amor de cumplir tu ley por la que ellos padecieron, y que por la ayuda de Félix nos concedas tiempos más felices.

Cristo, Señor y Redentor eterno.

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Post Pridie / Invocación

Oblatas tibi, cælórum Deus, has hóstias ob celebritátem sanctórum Maccabeórum atque Fel�cis mártyris tui, ea dignatióne benedic�ndo sanctífica, quo et per illos votum nobis tr�buas toler�ndi advérsa et per Fel�cem felicitáte nos herédites sempitérna.
R/.
Amen.

Santifica, Dios de los cielos, estas víctimas que te ofrecemos en la fiesta de los santos Macabeos y de Félix, tu mártir, bendicióndolos con tal dignación, que por los Macabeos nos des el propósito de sufrir las adversidades, y por Félix nos hagas herederos de la felicidad que no se acaba.
R/.
Amén.
Te præstánte, sancte Dómine, quia tu hæc ómnia nobis indígnis servis tuis valde bona creas, sanctíficas, vivíficas, benedícis ac præstas nobis, ut sint benedícta a te Deo nostro in sécula sæculórum.
R/.
Amen.
Concédelo, Señor santo, pues creas todas estas cosas para nosotros, indignos siervos tuyos, y las haces tan buenas, las santificas, las llenas de vida, las bendices y nos las das, así bendecidas por ti, Dios nuestro por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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Ad Orationem Dominicam / Introducción al Padre nuestro
Sept�no nos, Dómine, dono perléstra Spíritus, qui septem Maccabéis frátribus pro tua lege cert�ntibus, et toler�ntiam dedísti ut víncerent, et corínam eff�so illis tribuísti pro sánguine.
Sicque nobis Fel�cis tui felicitáte l�t�ntibus tr�buas quod rog�ris, ut iustificatiónem per id nostris imp�rtias votis, per quod, te iub�nte, ad te proclamav�rimus e terris:
Señor, il�stranos con los siete dones del Espíritu, tú que otorgaste a los siete hermanos Macabeos, combatientes por tu ley, aguante para vencer, y por su sangre derramada les concediste una corona.
A los que nos alegramos con la felicidad de Félix, concédenos lo que te pedimos: que impartas la justificación a nuestros deseos, para que con ello, y según tu mandato, podamos proclamar desde la tierra:

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Benedictio / Bendición

Omnes qui ob triúmphos Maccabeórum atque Fel�cis mártyrum hódie ætérno Deo vota persólvitis, vot�rum vestrórum præmia capi�tis.
R/. Amen.

Que todos los que por el triunfo de los Macabeos y de Félix, ofrecéis hoy vuestras aspiraciones al Dios eterno, alcancéis los premios que deseáis.
R/. Amén.

Illi nos legem, pro qua passi sunt, amánter f�ciant adimpl�re, et hic Félix evangélica vos apud Dóminum obt�neat locuplet�ri merc´de.
R/. Amen.

Aquellos nos hagan cumplir amablemente la ley por la que padecieron, Félix os obtenga de Dios el enriquecimiento en los dones evangélicos.
R/. Amén.

Sicque per illos pro divínis institátis ánimas vobis p�nere l�beat, ut per istum pro i�sdem ad cæléstia mere�mini perveníre prom�ssa.
R/. Amen.

Y así, por aquellos os agrade dar vuestras vidas por las divinas instituciones, y por este, respetando esas disposiciones divinas, alcancéis gozosos las promesas celestes.
R/. Amén.
Per misericórdiam ipsíus Dei nostri, qui est benedíctus et vivit et ómnia regit, in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por la misericordia del mismo Dios nuestro, que es bendito y vive y todo lo gobierna por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Completuria / Oración conclusiva
Dómine, Deus omnípotens, qui es vita et salus fidélium, quem ventúrum iúdicem crédimus verum, esto nobis propítius. Et qui hanc oblatiónem pro nostra nostror�mque salúte, vel pro expiatióne nostrórum peccatórum, in honórem sanctórum mártyrum tu�rum Fílicis et Maccabeórum tibi obt�limus, misericórdiæ tuæ opem in nos diff�ndi senti�mus.
Ut qui iam refécti sumus ad mensú tuæ convívium, dono tuo múneris, cónsequi mere�mur præmium sempitérnum.

R/. Amen.

Señor, Dios todopoderoso, que eres vida y salvación de los fieles: creemos que has de venir como juez verdadero. Sé propicio con nosotros, para que sintamos que el auxilio de tu misericordia se derrama sobre nosotros, que hemos ofrecido esta oblación por nuestra salvación y la de los nuestros, y por la expiación de nuestros pecados, en honor de tus santos mártires Félix y los Macabeos.
Y así, los que nos hemos alimentado en el banquete de tu mesa, merezcamos conseguir como don de tu generosidad, el premio eterno.
R/. Amén.

Per misericórdian tuam, Deus noster, qui es benedíctus et vivis et ómnia regis in sécula sæculórum.
R/.
Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, que eres bendito y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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1. Las partes variables de la misa que aquí se ofrecen (textos eucológicos, cantos y lecturas) junto al Ordinario (Liber Offerentium u Oferencio) permiten componer la misa completa. Los textos latinos son los oficiales y est�n tomados del Missale Hispano-Mozarabicum II (pp. 461-469) y del Liber Commicus II (pp. 158; 225-227, 228-230 o 231-233). Los textos bíblicos en español est�n tomados de la Sagrada Biblia, versión oficial de la Conferencia Episcopal Española. BAC, Madrid 2011. Las oraciones en español est�n tomadas de lexorandies.blogspots.com.

(Se recuerda que hasta la fecha no existe misal oficial en español).

2. Se incluyen las lecturas del Común de varios Mártires I, pudiendo tomarse las de varios Mártires II o III pulsando en los enlaces correspondientes.

3. 2Cor 5,1-5a.6-8. N. de La Ermita.

 

 

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