La Ermita. Rito hispano-mozárabe

TEXTOS LITÚRGICOS

RITO HISPANO-MOZÁRABE

Textos propios de la Misa de los santos Julión y Basilisa, mártires

 

Misa en Rito Hispano-Mozárabe


 

Prælegendum / Canto de entrada Mt 5,8.3
Be�ti mundo corde quóniam ipsi Deum vidébunt, Allelúia, Allelúia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios, aleluya, aleluya.
V/. Beáti páuperes spíritu, quóniam ips�rum est regnum cælórum.
R/. Allelúia, Allelúia.
V/. Glória et honor Patri et Fílio et Spirítui Sancto in sécula sæculórum. Amen.
R/. Allelúia, Allelúia.
V/. Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
R/. Aleluya, aleluya.
V/. Gloria y honor al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
R/. Aleluya, aleluya.

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Oratio post Gloriam / Oración después del Gloria

Sancti tui ítaque, Dómine, Iuli�nus et Basil�ssa ut rosa germinav�runt in te qui es verus dies; et ut germen ol�væ per noctem meru�runt in certámine adip�sci præmium salvatiónis ætérne.
Eor�mque labor fuit in pœna, quorum manet merces in glória.

Et nos qui Sanctórum tu�rum méritis �mpares sumus, illórum intercessióne, te iuv�nte, tuo in regno mere�mur esse consórtes.
R/. Amen.

Señor, tus santos Julión y Basilisa, se abrieron como una rosa ante ti, su verdadero día, y como el retoño del olivo, que crece por la noche, merecieron en combate alcanzar el premio de la salvación eterna.
Arrostraron denodadamente sus trabajos, y ahora su premio es inacabable en la gloria.

También nosotros, aunque estemos muy lejos de alcanzar el mérito de tus santos, por su intercesión y con tu ayuda, esperamos participar con ellos de tu Reino.
R/. Amén.

Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui es benedíctus et vivis et ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, que eres bendito y vives y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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LITURGIA VERBI / LITURGIA DE LA PALABRA

Prophetia / Profecía Sab 3,1-9
Léctio libri Sapiéntiæ.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro de la Sabiduría.
R/. Demos gracias a Dios.
Fili:

Iustórum autem ánimæ in manu Dei sunt,
et non tanget illos torméntum mortis.
Visi sunt óculis insipi�ntium mori,
et �stim�ta est affl�ctio �xitus illórum,
et, quod a nobis est iter, exterm�nium;
illi autem sunt in pace.

�tenim, si coram homínibus torménta passi sunt,
spes illórum immortalitáte plena est;
et in paucis corrúpti, in multis bene disponántur,
quóniam Deus tent�vit eos
et invénit illos dignos se.

Tamquam aurum in forn�ce prob�vit illos
et quasi holocáusti hóstiam accípit illos,
et in témpore visitatiónis illórum fulg�bunt
et tamquam scint�llæ in arundin�to disc�rrent;
iudicébunt natiónes et dominabántur pópulis,
et regn�bit Dóminus illórum in perpétuum.

Qui conf�dunt in illo, intéllegent veritátem,
et fidéles in dilectióne acqui�scent illi,
quóniam grátia et misericórdia est sanctis eius,
et visitátio eléctis eius.

R/. Amen.

Hijo:

La vida de los justos est� en manos de Dios,
y ningún tormento les alcanzar�.
Los insensatos pensaban que habían muerto,
y consideraban su tránsito como una desgracia,
y su salida de entre nosotros, una ruina,
pero ellos est�n en paz.

Aunque la gente pensaba que cumplían una pena,
su esperanza estaba llena de inmortalidad.
Sufrieron pequeños castigos, recibirán grandes bienes,
porque Dios los puso a prueba y los hall� dignos de Él.

Los prob� como oro en el crisol
y los acept� como sacrificio de holocausto.
En el día del juicio resplandecer�n
y se propagarán como chispas en un rastrojo.
Gobernarán naciones, someterán pueblos
y el Señor reinar� sobre ellos eternamente.

Los que confían en Él comprenderán la verdad
y los que son fieles a su amor permanecerán a su lado,
porque la gracia y la misericordia son para sus devotos
y la protección para sus elegidos.

R/. Amén.

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Psallendum / Salmo de meditación Sal 65,12.10-11
Trans�vimus per ignem et aquam, et indux�sti nos in refrig�rio. Pasamos por fuego y por agua, pero nos has dado respiro.
V/. Prob�sti nos, Deus, sicut probátur arg�ntum; posuísti tribulatiónes in dorso nostro.
R/. Et indux�sti nos in refrig�rio.
V/. Oh Dios, nos pusiste a prueba como se refina la plata; nos echaste a cuestas un buen fardo.
R/. Pero nos has dado respiro.

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Apostolus / Apóstol Heb 11,33-12,2 (2)
Epístola ad Hebréos.
R/. Deo grátias.
Epístola a los hebreos.
R/. Demos gracias a Dios.
Fratres:

Sancti per fidem devicérunt regna, operúti sunt iustítiam, adápti sunt repromissiónes, obturav�runt ora leónum, extinxérunt ímpetum ignis, effug�runt �ciem gládii, convalu�runt de infirmitáte, fortes facti sunt in bello, castra vert�runt exter�rum; accep�runt muláeres de resurrectióne mórtuos suos; �lii autem dist�nti sunt, non suscipi�ntes redemptiónem, ut meliórem invenírent resurrectiónem; �lii vero lud�bria et vérbera exp�rti sunt, �nsuper et víncula et cárcerem; lapid�ti sunt, secti sunt, in occisióne gládii mórtui sunt, circumi�runt in melétis, in p�llibus capr�nis, eg�ntes, angustiáti, affl�cti, quibus dignus non erat mundus, in solitud�nibus errántes et móntibus et spel�ncis et in cavírnis terræ.

Et hi omnes testimónium per fidem consec�ti non reportav�runt promissiónem, Deo pro nobis m�lius �liquid provid�nte, ut ne sine nobis consummarántur.

Ide�que et nos tantam habóntes circump�sitam nobis nubem t�stium, depon�ntes omne pondus et circ�mstans nos peccátum, per patiéntiam curr�mus propósitum nobis certámen.

R/. Amen.

Hermanos:

Los santos, por fe, conquistaron reinos, administraron justicia, vieron promesas cumplidas, cerraron fauces de leones, apagaron hogueras voraces, esquivaron el filo de la espada, se curaron de enfermedades, fueron valientes en la guerra, rechazaron ejércitos extranjeros; hubo mujeres que recobraron resucitados a sus muertos. Pero otros fueron torturados hasta la muerte, rechazando el rescate, para obtener una resurrección mejor. Otros pasaron por la prueba de las burlas y los azotes, de las cadenas y la cárcel; los apedrearon, los aserraron, murieron a espada, rodaron por el mundo vestidos con pieles de oveja y de cabra, faltos de todo, oprimidos, maltratados -el mundo no era digno de ellos-, vagabundos por desiertos y montañas, por grutas y cavernas de la tierra.

Y todos estos, aun acreditados por su fe, no consiguieron lo prometido, porque Dios tenía preparado algo mejor a favor nuestro, para que ellos no llegaran sin nosotros a la perfección.

En consecuencia: teniendo una nube tan ingente de testigos, corramos, con constancia, en la carrera que nos toca, renunciando a todo lo que nos estorba y al pecado que nos asedia.

R/. Amén.

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Qu�re in Communi plurimorum Martyrum, pp. 226, 229 et 232 / Como en el Común de varios Mártires, pp. 226, 229 y 232.

Evangelium / Evangelio Mt 10,16-22
Léctio sancti Evangélii secóndum Matthéum.
R/. Glória tibi, Dómine.
Lectura del Santo Evangelio según san Mateo.
R/. Gloria a ti, Señor.

In illo témpore:

Dóminus noster Iesus Christus loquebátur discípulis suis dicens: «Ecce ego mitto vos sicut oves in médio lupórum; est�te ergo prud�ntes sicut serpéntes et s�mplices sicut colúmbæ.

Cav�te autem ab homínibus; tradent enim vos in conc�liis, et in synagógis suis flagell�bunt vos; et ad pr�sides et ad reges duc�mini propter me in testimónium illis et géntibus. Cum autem tradent vos, nolíte cogit�re quómodo aut quid loqu�mini; débitur enim vobis in illa hora quid loqu�mini. Non enim vos estis, qui loqu�mini, sed Spíritus Patris vestri, qui lóquitur in vobis.

Tradet autem frater fratrem in mortem, et pater fílium; et insírgent fílii in parántes et morte eos aff�cient. Et �ritis �dio ómnibus propter nomen meum; qui autem persever�verit in finem, hic salvus erit�.
R/. Amen.

En aquel tiempo:

Nuestro Señor Jesucristo hablaba con sus discápulos y les decía: «Mirad que yo os envío como ovejas entre lobos; por eso, sed sagaces como serpientes y sencillos como palomas.

Pero �cuidado con la gente!, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes por mi causa, para dar testimonio ante ellos y ante los gentiles. Cuando os entreguen, no os preocup�is de lo que vais a decir o de cómo lo dir�is: en aquel momento se os sugerir� lo que tenéis que decir, porque no ser�is vosotros los que habl�is, sino que el Espíritu de vuestro Padre hablar� por vosotros.

El hermano entregar� al hermano a la muerte, el padre al hijo; se rebelarán los hijos contra sus padres y los matarán. Y ser�is odiados por todos a causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el final, se salvará.

R/. Amén.

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Laudes Sal 32,1
Allelúia. Aleluya.
V/. Gaudéte, iusti, in Dómino, rectos decet collaudátio.
R/. Allelúia.
V/. Gozaos, justos, en el Señor, los espíritus rectos deben alabarlo.
R/. Aleluya.

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Sacrificium / Canto del Ofertorio Éx 35,29; 15,11
Omnes viri atque muláeres mente devóta obtulérunt don�ria ut fúerent ópera quæ iísserat Dóminus per manum Móysi cunctis fíliis Ísrael volunt�rie, Allelúia. Todos, varones y mujeres, ofrecieron sus dones devotamente, para cumplir lo prescrito por Dios por medio de Moisés, a todos los hijos de Israel, según su voluntad, aleluya.
V/. Quis símilis tibi in diis, Dómine, quis símilis tibi, gloriósus in sanctis, mir�bilis in maiest�tibus, f�ciens prod�gia?.
R/. Cunctis fíliis Ísrael volunt�rie, Allelúia.
V/. ¿Quén semejante a ti, Señor, entre los dioses? ¿Quén semejante a ti en la gloria de tu santuario, admirable en tu majestad, obrador de milagros?
R/. A todos los hijos de Israel, según su voluntad, aleluya.

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Oratio Admonitionis / Monici�n sacerdotal

Acced�ntes ad Dómini nostri Iesu Christi sacratíssimam mensam, fratres caríssimi, opórtet nos spiritúli iocunditáte lætári, qua sancti mártyres Iuli�nus et s�cii eius meru�runt a Dómino coron�ri.
E�rum labor fuit in pœna, quorum merces manet in glória.
Propter cæléstem quippe corínam, præsénti sustinu�runt in sículo pœnam, et per p�nam pervenírunt felíciter ad corínam; contemps�runt vitam, quam comm�nis mors t�rminat, ut possidérent vitam quam pretiósa mors �nchoat.

Hi enim ne viv�ndo morerántur, mori�ndo vívere volu�runt; ne timóndo mortem, deneg�rent vitam, sed ut amándo vitam cont�mnerent vitam.
Ut negar�tur Christus, vitam promitt�bat in�quus, sed non qualem Christus.
Cred�ntes ergo quod a Salvatóre promitt�batur, ris�runt quod a persecut�re comminab�tur.
His namque du�bus modis inimícus �llicit quosc�mque dec�perit, ut aut cruci�ndo c�piat, aut blandi�ndo dec�piat.
Sed quia fidéles ánimæ nec terróndo frangi potu�runt, nec illic�ndo d�cipi, ob hoc malu�runt Christo crucif�gi, quam sículo reserv�ri.

Quorum mérita, etsi indígni non suff�cimus honoráre, in suffrágio tamen nostr� oratiónis exposc�mus omnipoténtem Deum principíliter exoróntes, ut illa suórum gratiárum divérsitas tr�buat reis indulgéntiam, piis tutúlam, l�icis compunctiónem, cl�ricis disciplínam, virg�nibus castimóniam, infírmis medic�nam.

Ut qui sanctórum eius sumus méritis �mpares, ips�rum intercessióne coniuv�nte in regno suo mere�mur esse consórtes.
R/. Amen.

Hermanos queridos: conviene que al acercarnos a la sagrada mesa de nuestro Señor Jesucristo, sintamos juntos la misma alegría espiritual con que los santos mártires Julión y compañeros, alcanzaron sus coronas del Señor.
Arrostraron con denuedo sus trabajos y su premio en el cielo ya no tendr� fin.
Por la corona celestial soportaron los tormentos en este mundo y a través de los sufrimientos llegaron felizmente al premio.
Despreciaron la vida que se termina con la muerte común, para alcanzar la vida que empieza con una muerte preciosa.

Ellos, para no morir viviendo, quisieron vivir muriendo, no porque temiendo a la muerte renunciaran a la vida, sino porque amándola, la despreciaron.
El enemigo les prometía la vida, si negaban a Cristo; pero no la vida que da Cristo.
Así que, confiando en las promesas de Cristo, se burlaron de las amenazas del perseguidor.
Pues de estos dos modos seduce el enemigo a los que pretende engañar: atemorizando con los tormentos o sobornando con amables promesas.
Pero las almas fieles no fueron doblegadas por el terror, ni seducidas por las falsas promesas, y por eso prefirieron ser crucificados con Cristo antes que mantenerse en el mundo.

Indignos como somos, para honrar suficientemente sus méritos, apelemos a ellos en apoyo de nuestra oración, suplicando a Dios todopoderoso que nos conceda la multiforme variedad de sus gracias: perdón a los pecadores, protección a los piadosos, castidad a las vírgenes, compunción a los laicos, disciplina a los clérigos, medicación a los enfermos.

De forma que aún reconociendo cuán lejos estamos de los méritos de los santos, con su intercesión y su ayuda, lleguemos a estar con ellos en el reino eterno.
R/. Amén.

Per misericórdiam ipsíus Christi Dei nostri, qui cum Patre et Spíritu Sancto, unus Deus, vivit et regnat in sécula sículorum.
R/.
Amen.
Por la misericordia del mismo Cristo, Dios nuestro, que con el Padre y el Espíritu Santo, un solo Dios, vive y reina por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Alia / Oración entre los Dípticos

C�l�stis grátiæ larg�tor, omnípotens Deus, indiv�dua Trínitas, te in spiritúlibus lætítiæ adorémus obséquiis, qui sanctórum tu�rum m�ntibus et ins�nuas omne quod c�piunt, et tr�buis omne quod poscunt, cum in martárii certámine constitáti acquisi�runt de supplício glóriam, de morte victóriam; se sibi negántes, ne tibi, Deus, póstmodum negarántur. Iuli�nus int�rea et s�cii eius ánimas suas promptíssima devotióne perdóntes, ut eas in ætérnum te restitu�nte rec�piant.
�tenim separ�re eos a caritáte Christi nec mors nec vita pr�vóluit; quod ad illústris pugn� certámen sublim�ti, fall�cias et minas mundi fortíssima congressióne vicérunt, vilissim�mque iudicéntes huius témporis vitam, pro testamántis domónicis pretiósas ánimas tradid�runt.

Or�mus ergo, ínclite Deus, ut e�rum illústribus m�ritis nobis, ob facónora peccatórum, véniam condon�re dign�ris.
R/. Amen.

Te adoramos, Dios omnipotente, donador de la gracia celestial, Trinidad indivisa, con nuestros obsequios de alegría espiritual, porque sugieres a las almas de tus santos cuánto han de desear y les das todo lo que piden.
Porque, puestos en la ocasión del martirio, reportaron de los suplicios la gloria y la victoria sobre la muerte, negándose a sí mismos para no ser luego negados por Dios.
Lo mismo que Julión y sus compañeros, que ofrecieron sus vidas con pronta generosidad, para recibirlas de ti, restituidas para toda la eternidad.
Porque ni la muerte ni la vida pudo separarlos del amor de Cristo: robustecidos por tu gracia para el insigne combate, superaron los engaños y las amenazas de los más fuertes poderes del mundo, y, juzgando vil esta vida temporal, entregaron sus preciosas almas por las promesas del Señor.

Te rogamos, oh Dios altísimo, que por sus insignes méritos nos otorgues el perdón de los pecados.
R/. Amén.

Per misericórdiam tuam, Deus noster, in cuius conspéctu sanctórum Apostolórum et Mártyrum, Confessórum atque Vírginum nómina recitántur.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, en cuya presencia recitamos los nombres de los santos Apóstoles y Mártires, Confesores y Vírgenes.
R/. Amén.

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Post Nomina / Oración después de los Dípticos

Deus omnípotens et ætérne, quo iuv�nte, athl�ta tuus Iuli�nus mórtuum prom�ruit suscit�re ab �nferis invocáto nómine Trinitátis; tu pietáte s�lita et offer�ntium súscipe vota, et sop�ta corda a mort�li actu exs�scita.

Tr�bue quoque his sacrifíciis largam tuæ benedictiónis impensi�nem, quo et vivi reviv�scant in opéribus bonis, et defúncti carne, supplíciis exuántur ætérnis.
R/. Amen.

Dios omnipotente y eterno, por cuya ayuda, tu atleta Julión pudo resucitar a un muerto, invocando el nombre de la Trinidad; con tu acostumbrada piedad acepta los votos de estos oferentes y despierta los corazones amodorrados por el pecado.

Concede también a estos sacrificios bendición abundante, con ello, los que viven tendr�n vida nueva en las buenas obras y los que ya fallecieron según la carne, quedarán libres de los suplicios eternos.
R/. Amén.

Quia tu es vita vivórum, sánitas infirmórum ac r�quies ómnium fidélium defunctórum in ætérna sécula sæculórum.
R/. Amen.
Porque tú eres la vida de los que viven, la salud de los enfermos, y el descanso de todos los fieles difuntos, por todos los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Ad Pacem / Oración de la Paz
Tr�nitas vera et indivíssa, Deus summe et trine, qui inter Iuli�num et Basil�ssam magnum et spiritúle conn�bii f�dus statuísti, quo una coni�ncti in grátia, spíritu non carne fructific�rent, præsta nobis, ut et spíritu ambul�mus, et desidéria carnis non perfici�mus, respu�ntes i�rgia, amplect�ntes ac perfici�ntes ea, quæ ipse docuísti caritátis præcépta.
Ut dum cáritas Dei, quæ data est per Spíritum Sanctum, se in nostris diff�serit cordibus, exémplo mártyrum Iuli�ni et Basil�ss� tuis inh�r�ndo vest�giis coron�mur.

R/. Amen.

Trinidad verdadera e indivisa, Dios sumo y trino que ratificaste entre Julión y Basilia el grande y espiritual contrato del matrimonio, de forma que, unidos en una misma gracia, fueran fecundos en el espíritu y no en la carne; concédenos crecer en el espíritu, sin dar pábulo a los deseos carnales, dando de lado a las querellas, abrazando y llevando a cabo los preceptos de caridad que tú nos enseñaste, de forma que al difundirse entre nosotros el amor de Dios, que nos llega por el Espíritu Santo, a ejemplo de los mártires Julión y Basilisa, seamos coronados por seguir tus huellas.
R/. Amén.

Quia tu es vera pax nostra et cáritas indisrúpta, vivis tecum et regnas cum Spíritu Sancto, unus Deus, in sécula sæculórum.
R/.
Amen.
Porque tú eres nuestra paz verdadera, caridad indivisible; tú, que vives contigo mismo y reinas con el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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Illatio / Acción de gracias

Dignum et iustum est, vere �quum et salutáre est, omnípotens Deus, nos tibi grátias ágere, spiritúlia sacrifícia celebráre per Iesum Christum Fílium tuum, Dóminum nostrum; cuius tempor�lem heri celebrávimus apparitiónem, et hódie celebrámus triumphálem m�litis sui Iuli�ni mártyris passiónem.

Heri etenim rex noster Magis adveniántibus demonstrátus est tr�bea carnis indátus; hódie eius miles carne est mortalitátis exátus.
Dudum iam de aula éteri virginális egr�diens Christus, heri novo s�dere est demonstrátus in mundo, hódie martyr de tabernáculo córporis �xiens, triumph�tor migr�vit ad cœlum.
Ille sempitérn� maiestátis deitáte serv�ta, serv�le cinct�rium carnis ass�mens, in huius sæculi campo pugnat�rus intr�vit; iste dep�sitis corruptib�libus indum�ntis, ad cœli perúnne palétium regnat�rus ascéndit.
Ille descéndens appáruit carne velátus; iste conscéndit suis cum s�ciis sánguine laureátus.
Heri «Glóriam in excelsis Deo» apparánte Dómino sancti ángeli cecin�runt; hódie cum suis comítibus Iuli�num l�t�ntem in suo consórtio suscep�runt.
Heri al�criter adveniántes Magi adoravérunt in præs�pio Christum Salvatórem inf�ntem; hódie imménsitas cœli susc�pit mártyrem Iuli�num per ómnia triumph�ntem.
Illi Christo mónera obtulérunt; hic Christus factus est munus.
Illórum oblátio múnerum m�stice fidélibus Dóminum Iesum Christum Deum et hóminem demonstr�vit; ist�us cred�litas in confessióne Dóminum Christum Deum et hóminem non neg�vit.
Illi adm�niti, per �liam viam Her�dem illud�ntes revérsi sunt; isto orónte, d�monum simulácra subvérsa sunt.

Dóminus ergo noster, cum sit altíssimus, pro nobis h�milis venit, sed in�nis veníre non p�tuit.
�ttulit namque secum donum caritátis, quo perd�ceret hómines ad consórtium deitátis.
Cáritas ergo, quæ ad terras depósuit Christum, ipsa mártyrem Iuli�num de terris elev�vit ad cœlum.
Cáritas, quæ præc�ssit in Dómino, ipsa subsequ�nter ref�lsit in servo.

O admir�nda ub�que poténtia Salvatóris.
Ost�ndit in matre virginitátis ætérne mir�culum; demonstr�vit in mártyre Iuli�no inv�ct� caritátis indícium; int�gritas quippe intemer�ta perm�nsit in Vírgine, dilectiónis virtus �ntegra perm�nsit in mártyre.
Propter quod m�ruit eo témpore cælórum regna conscéndere, quo Christus Dóminus in hoc mundo �culis carnéliter dignátus est appar�re.
Ipse quem in unitáte Trinitátis cæléstia p�riter et terróna sine cessatióne coll�udant, ita dicéntes:

Es digno y justo, verdaderamente equitativo y saludable, Dios omnipotente, que te demos gracias y celebremos sacrificios espirituales, por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor.
Cuya aparición celebrábamos ayer, mientras hoy celebramos el martirio corporal de tu soldado, el mártir Julión.

Pues si ayer nuestro Rey se mostraba a los Magos vestido de humanidad, hoy su soldado se desprende de la carne mortal.
Salido Cristo a su tiempo de su residencia en el seno virginal, un astro nuevo señal� ayer su presencia en el mundo, y hoy, el mártir, saliendo de la tienda de su cuerpo, se nos marcha triunfador al cielo.
Cristo, conservando la sempiterna majestad de su divinidad, pero asumiendo también la faja servil de la carne, se presentó a luchar en la palestra de este mundo.
El mártir, deponiendo la vestidura del cuerpo corruptible, sube a compartir el reino al perenne palacio de los cielos.
Aquel, al descender, aparece con un velo de carne, éste asciende entre sus compañeros, laureado con su sangre.
Ayer los santos ángeles cantaron gloria a Dios en los cielos, al aparecer el Señor; hoy reciben en su compañía a Julión y su gozosa escolta.
Ayer los Magos ponían todo su esmero al adorar en el pesebre a Cristo Niño, el Salvador; hoy la inmensidad del cielo recibe al mártir Julión, triunfador absoluto.
Aquellos ofrecieron dones a Cristo; para éste, Cristo se hace don.
La ofrenda de aquellos dones enseñó místicamente a los fieles la naturaleza humana y divina del Señor, la fe de éste confirm� en su martirio que Cristo es Dios y hombre.
Aquellos, advertidos, se volvieron por otro camino, burlando a Herodes; éste en su oración, derrib� los ídolos, imagen del demonio.

Así que nuestro Señor y Rey, siendo Él Altísimo, vino a nosotros humilde, pero no vino vacío.
Pues trajo consigo el don del amor, con el que guiar� a los hombres a la participación de su divinidad.
Y la misma caridad que trajo Cristo a la tierra, llev� de la tierra al cielo el mártir Julión.
La caridad que resplandeció en el Señor, se reflej� en el siervo.

El admirable poder del Salvador opera en su Madre la maravilla de su perpetua virginidad, y demuestra en el mártir San Julión a dónde puede llegar la caridad invicta.
Pues en la Virgen se mantiene la integridad inmaculada y en el mártir permanece la «ntegra virtud del amor.
Por lo que mereció subir al reino de los cielos, en este tiempo en que Cristo, el Señor, se dign� aparecer encarnado en este mundo.
El mismo Cristo a quien en la unidad de la Trinidad, no cesan de alabar los seres celestiales y los terrestres, diciendo así:

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Post Sanctus / Oración después del Sanctus

Vere sanctus, vere in sanctis gloriósus Dóminus noster Iesus Christus Fílius tuus; cuius poténtia virtátis pro nómine suo cert�ntibus Iuli�no athl�t� soci�sque suis tantum donum attr�buit laudis, ut ómnia quæ vellent fiduciíliter in eo ac per eum f�cere possent.
Illum �tenim pr�dicti mártyres cred�ndo atque sequ�ndo, ardéntibus dim�rsi in cuppis, ill�si post ignes rutil�nti claritáte resplendu�re fulg�ris.

E quibus Iuli�nus admir�bili virtútum speciíliter præp�llens, in nómine eius cuidam ced�nti �culum ev�lsum ref�rmat, corpus ex�nime s�scitat, præsenti�que sua in p�lverem r�digit idolórum vaníssima simulácra.
Huius sane mártyris dimicatiónem atque victóriam elemínta ipsa test�ta sunt, humána laudav�runt, cæléstia per em�ssam des�rsum vocem potentiíliter inton�runt.

Per hos, ergo mártyres, quibus tantam præstitísti magnificéntiam laudis, indivísa Trínitas Deus, sit tibi glória, sit nobis obsequ�ntibus peccatórum vénia exopt�ta, ut quorum passiónibus collaud�ris, e�rum précibus delect�ris, exaudi�ndo eos pro nobis, qui pro ómnibus incarnéri voluísti in terris.

Christe Dómine ac Redémptor ætérne.

Verdaderamente es santo, verdaderamente glorioso en sus santos, nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Cuya fuerza poderosa se manifest� en los que luchaban por el honor de su nombre, Julión y compañeros, concediéndoles que en alabanza suya pudieran hacer lo que quisieran, premiando con ello su confianza en Él.
Y así, estos mártires, creyéndole y siguiéndole cuando los introdujeron en gigantescas ollas al rojo vivo, salen de ellas ilesos y resplandecientes, con una aureola de luz brillantísima.

Y Julión, que entre ellos est� dotado de un poder especial, vuelve a colocar en su sitio el ojo que le habían sacado a un hombre, resucita a un muerto, y pulveriza con su sola presencia los vanos simulacros de los ídolos.
Los humanos lo alabaron y los seres celestiales los aclamaron con aquella poderosa voz que bajaba del cielo.

Por estos mártires, a los que concediste tal magnificencia en las alabanzas, se te rinda gloria perpetua a ti, Dios, Trinidad indivisa, y a nosotros, sus devotos, se nos conceda el ansiado perdón de los pecados.
Para que, así como eres alabado en su pasión, te complazcas en sus preces, escuchóndolos cuando interceden por nosotros.
Tú, que por todos quisiste hacerte hombre en esta tierra.

Cristo, Señor y Redentor eterno.

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Post Pridie / Invocación

Ecce, Dómine dilécti tui Iuli�ni vel spiritúlis c�niugis suæ Basil�ss� miracul�rum insígnia pr�dicéntes, has hóstias divinitáti tuæ benedic�ndas offérimus; qui se tibi exhib�ntes in sacrifícium verum, �lios tibi exémplo suo in holocáustum veri sacrifícii litav�runt; cum et per Iuli�num mult�rum monach�rum m�llium patrem, et per Basil�ssam sanctórum vírginum choros tu�ntem, copi�sam utriúsque sexus, monach�rum sc�licet ac vírginum, in cælésti glória susc�peris congregatiónem.

Ex hoc ígitur imménsam bonitátis tuæ p�t�ntiam obsecr�mus, ut qui per utr�sque elécta animárum mónera suscep�sti, per nos h�miles tuos hanc h�stiam pro nostris peccátis oblátam susc�pias, imp�ndens et benedictiónem oblátis, et expiatiónem sumpt�ris.
R/.
Amen.

Te presentamos, Señor, estas ofrendas, que recordando los hechos maravillosos de tu amigo Julión, y de Basilisa, su esposa espiritual, ofrecemos a tu divinidad para que las bendigas.
Ellos, presentándose ante ti como verdadero sacrificio, te ofrecieron también a otros, atraídos al sacrificio por su ejemplo, cuando Julión, al que seguían como padre, miles de hombres, y Basilisa, protectora de numerosos coros de santas vírgenes, llevan a sus acompañantes a la gloria del cielo.

Por todo ello imploramos de tu inmenso poder y majestad, que lo mismo que aceptaste por uno y otra los dones de esas almas selectas, recibas también esta ofrenda, que humildemente te dedican tus siervos por nuestros pecados, concediendo tu bendición a lo que ofrecemos y la indulgencia a los que lo vamos a recibir.
R/. Amén.

Te præstánte, sancte Dómine quia tu hæc ómnia nobis indígnis servis tuis valde bona creas, sanctíficas, vivíficas ac præstas nobis, ut sint benedícta a te Deo nostro in sécula sæculórum.
R/.
Amen.
Concédelo, Señor santo, pues creas todas estas cosas para nosotros, indignos siervos tuyos, y las haces tan buenas, las santificas, las llenas de vida y nos las das, así bendecidas por ti, Dios nuestro por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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Ad Orationem Dominicam / Introducción al Padre nuestro
Christe, am�tor castitátis et coll�tor ætérn� possessiónis, qui beatíssimum mártyrem Iuli�num ad te pro córpore exanim�to clamántem exaud�re dignátus es, précibus eius per cæléstem vocem sine mora respóndens quod eundem diléctum tuum in nullo contrist�re vol�eris, in quo sic ipse cum Patre et Spíritu Sancto lætabáris; tu nobis concéde, ut ita in veritáte vivámus, ne Sanctum Spíritum contrist�mus, in quo signáti sumus; quo ab eo per mom�nta compóncti et recre�ti, per eum tibi relat�ra exhibe�mus verba, quæ ipse nos docuísti ut dic�mus: Cristo, amador de la castidad y dispensador de los bienes eternos, que te dignaste atender las súplicas del santo mártir Julión, cuando te invocaba ante un cadáver, respondiendo inmediatamente a sus ruegos con una voz del cielo, pues no querías contristar a tan querido amigo, en el que con el Padre y el Espíritu Santo habías puesto tu complacencia; concédenos que de tal modo vivamos en la verdad, que no contristemos al Espíritu en el que hemos sido confirmados.
Que vivamos en cada momento la compunción que Él nos inspire, e informados por Él, derramemos en tu presencia, las palabras de la oración que tú mismo nos enseñaste:

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Benedictio / Bendición

Omnípotens Dóminus, qui Iuli�num et Basil�ssam ita grátiæ su� �pibus præmun�vit, ut sic spiritúlis coni�gio cápulo necterántur, ne carnis commixtióne ill�tenus miscerántur, ipse vos ad e�rum exémplum eff�ciat castimóni� dono sublímes, et in dilig�ndo se fervóre Sancti Spíritus ita co�qu�les.
R/. Amen.

Dios omnipotente, que colm� con los dones de su gracia a Julión y Basilisa, de forma que, unidos en matrimonio espiritual, no llegaran nunca a la unión corporal, os conceda, a su ejemplo, el don sublime de la castidad, y os haga también semejantes a ellos en la práctica del amor divino, por el fervor del Espíritu Santo.
R/. Amén.

Et sicut per illos eff�cit sibi vasa mundíssima, sic carnéli in vobis volupt´te dev�cta, plúrimos exémplo vestro acc�ndat ad cæléstia regna.
R/. Amen.

Y como por ellos se granjeó otras muchas almas puras, así, superado en vosotros el placer carnal, encienda por vuestro ejemplo a otros muchos, en el deseo del reino celestial.
R/. Amén.

Quique in eis donum c�ntulit perféct� virginitátis, ipse vos ómnibus puréficet a deléctis.
R/.
Amen.

Que, si a ellos les concedió el don de la virginidad perfecta, os libre a vosotros del pecado.
R/. Amén.

Ut eos in comm�ne omnes mere�mur in illa beatitúdine habére s�cios, quos in hac vita c�rnimus, etsi imm�riti, habére c�mites vel patrónos.
R/. Amen.

Para que todos merezcamos tenerlos por compañeros en aquella felicidad, lo mismo que en esta vida, sin merecerlo, los tenemos por acompañantes y patronos.
R/. Amén.
Per misericórdiam ipsíus Dei nostri, qui est benedíctus et vivit et ómnia regit in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por la misericordia de Dios, nuestro Dios, que es bendito y vive y todo lo gobierna, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Completuria / Oración conclusiva
Dómine, Deus omnípotens, qui es vita et salus fidélium, quem ventúrum iúdicem crédimus verum, esto nobis propítius.
Et qui hanc oblatiónem pro nostra nostror�mque salúte, vel pro expiatióne nostrórum peccatórum, in honórem sanctórum mártyrum tu�rum Iuli�ni et Basil�ss� tibi obt�limus, misericórdiæ tuæ opem in nos diff�ndi senti�mus.
Ut qui iam refécti sumus ad mensú tuæ convívium, dono tuo múneris, cónsequi mere�mur præmium sempitérnum.

R/. Amen.

Señor Dios omnipotente, vida y salvación de tus fieles, a quien esperamos como juez definitivo, muéstrate propicio.
Que quienes te ofrecimos estos sacrificios por nuestra salvación y la de los nuestros, y para expiación de nuestros pecados, en honor de los santos mártires Julión y Basilisa, sintamos difundirse en nuestros corazones tu ayuda misericordiosa, de forma que los que nos hemos sentado a la mesa de tu convite, alcancemos, por tu gracia, el premio sempiterno.
R/. Amén.

Per misericórdian tuam, Deus noster, qui es benedíctus et vivis et ómnia regis in sécula sæculórum.
R/.
Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, que eres bendito y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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1. Las partes variables de la misa que aquí se ofrecen (textos eucológicos, cantos y lecturas) junto al Ordinario (Liber Offerentium u Oferencio) permiten componer la misa completa. Los textos latinos son los oficiales y est�n tomados del Missale Hispano-Mozarabicum II (pp. 197-206) y del Liber Commicus II (pp. 82-84). Los textos bíblicos en español est�n tomados de la Sagrada Biblia, versión oficial de la Conferencia Episcopal Española. BAC, Madrid 2011. Traducción de la eucología: Balbino Gómez-Chacón y Díaz Alejo, Misal Hispano-Mozárabe. Tomo II, traducción inédita facilitada en octubre de 2015 por un colaborador del P. Balbino para su publicación en La Ermita.

(Se recuerda que hasta la fecha no existe misal oficial en español).

2. Heb 11,33-12,1. N. de La Ermita.

 

 

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