Misa en
Rito Hispano-Mozárabe
In V feria Paschæ
Annus primus et secundus
Jueves de Pascua
Años I y II (1)
|
|
|
Prælegendum
/ Canto de entrada |
Ap 4,1-3; 19,11.5;
Sal 33,6 (2) |
Vidi
sedem magnam, Allelúia, et qui sedébat super eam; ipse vocátur
testis fidélis, et vox de throno ex�vit dicens: Ador�te et
collaudáte Dóminum omnes servi eius, Allelúia. |
Vi un trono en el
cielo, aleluya, y uno sentado en el trono; que es el testigo
fiel. Y una voz que salía del trono, decía: Adorad y alabad al
Señor todos sus siervos, aleluya. |
V/. Resp�cite ad eum, et illumin�mini
et f�cies vestr� non confundántur.
R/. Ador�te et collaudáte
Dóminum omnes servi eius, Allelúia.
V/. Glória et
honor Patri et Fílio et Spirítui Sancto in
sæcula sæculórum. Amen.
R/. Ador�te et collaudáte
Dóminum omnes servi eius, Allelúia. |
V/. Los que miran hacia Él quedan
radiantes y su rostro no se sonroja más.
R/. Adorad y alabad al Señor todos
sus siervos, aleluya.
V/. Gloria y honor al Padre y al
Hijo y al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
R/. Adorad y alabad al Señor todos
sus siervos, aleluya. |
Post gloriam
/ Oración después del
Gloria |
Tibi glóriam
concónimus, Dómine Deus noster, tuæmque poténtiam postul�mus, ut
sicut pro nobis peccatóribus dignátus es mori, et clarificátus
secóndo post tértium diem apparuísti in glória resurrectiónis,
ita per te absol�ti in te mere�mur habére perpétuum gáudium, ita
ut nobis præc�ssit veræ Resurrectiónis exémplum.
R/. Amen. |
Cantamos tus glorias, Señor y Dios
nuestro, y pedimos a tu poder que, así como te dignaste morir
por nosotros, pecadores y te apareciste radiante por segunda vez
después del tercer día en la gloria de la Resurrección; así,
libertados por ti, merezcamos también tener en ti la gloria
perdurable, así como nos has precedido dándonos ejemplo de una
verdadera resurrección.
R/.
Amén. |
Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui es
benedíctus et vivis et ómnia regis in sæcula sæculórum.
R/.
Amen. |
Por tu misericordia, Dios nuestro,
que eres bendito y vives y todo lo gobiernas por los siglos de
los siglos.
R/.
Amén. |
LITURGIA VERBI
/ LITURGIA DE LA PALABRA
Prophetia
/ Profecía |
Ap 2,18-29 |
Apocal�psis Ioánnis
apóstoli.
R/. Deo
grátias. |
Apocalipsis del apóstol Juan.
R/. Demos
gracias a Dios. |
Ego
Ioánnes, servus Iesu Christi, audávi vocem de cœlo dicéntem
mihi: ángelo
ecclésiæ, quæ est Thyat�ræ, scribe:
Hæc dicit
fílius Dei, qui habet óculos ut flammam ignis, et pedes eius
símiles orich�lco: Novi ópera tua et caritátem et fidem et ministérium et
patióneiam tuam et ópera tua novíssima plura pri�ribus. Sed hábeo advérsus te, quia perm�ttis muláerem I�zabel,
quæ se dicit prophet�ssam, et docet et sed�cit servos meos
fornic�ri et manducáre idoloth�ta. Et dedi illi tempus, ut pœniténtiam
�geret, et non vult
p�nit�ri a fornicatióne sua. Ecce mitto eam in lectum et, qui m�chántur cum ea, in
tribulatiónem magnam, nisi pœniténtiam �gerint ab opéribus
eius. Et fílios eius interféciam in morte, et scient omnes
ecclésiæ quia ego sum scrutans renes et corda, et dabo
unicu�que vestrum secóndum ópera vestra. Vobis autem dico cúteris, qui Thyat�r� estis, quic�mque
non habent doctrínam hanc, qui non cognov�runt altitúdines
S�tanæ, quemídmodum dicunt, non mittam super vos �liud
pondus; tamen id quod habétis, ten�te, donec véniam. Et, qui v�cerit et qui custodíerit usque in finem ópera
mea, dabo illi potestátem super gentes, et reget illas in virga f�rrea,
tamquam vasa f�ctilia confringántur, sicut et ego accípi a Patre meo, et dabo illi stellam
matut�nam.
Qui habet aurem, áudiat quid Spíritus dicat ecclésiis.
R/.
Amen. |
Yo
Juan, siervo de Jesucristo, oí una voz del cielo que me
decía: Escribe al ángel de la Iglesia de Tiatira:
Esto es
lo que dice el hijo
de Dios, que tiene los ojos como una llama y los pies como
el bronce
fundido a fuego. Conozco tus obras, tu amor, tu fe, tu
servicio,
tu constancia; tus últimas obras son más numerosas que las
primeras. Pero tengo esto contra ti: dejas que Jezabel,
esa
mujer que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis
servidores
hasta hacerles vivir en la lujuria y comer las carnes
sacrificadas a los
ídolos. Ya le he dado tiempo para que se arrepienta, pero
ella no
quiere convertirse de su lujuria. La voy a tirar a un
lecho de
dolores; y a sus compañeros de prostitución a una prueba
terrible,
si no se arrepienten de sus enseñanzas; y a sus hijos los
voy a herir de muerte; de este modo todas las Iglesias
sabr�n que
soy yo el que penetra los sentimientos y los pensamientos, y
os
daré a cada uno según sus obras. En cuanto a vosotros,
los
demás fieles de Tiatira, todos los que no compart�s esta
doctrina,
que no habéis conocido los secretos de Satanás -como ellos
dicen-,
declaro que no os impongo otra carga; únicamente
permaneced
fieles a la fe que tenéis hasta que yo vaya. Al vencedor,
al que
permanezca fiel a mi servicio hasta el fin, le daré poder
sobre las
naciones, y las apacentar� con vara de hierro, como se
rompen los vasos de arcilla; así he recibido también yo
este
poder de mi Padre; y le daré la estrella de la mañana.
El
que tenga oídos que oiga lo que el Espíritu dice a las
Iglesias.
R/.
Amén. |
Psallendum
/ Salmo de meditación |
Sal 28,3.11 |
D�minus
virtútem pópulo suo dabit, Dóminus benedícet plebem suam in
pace. |
El Señor da a su
pueblo fortaleza, el Señor bendice a su pueblo con la paz. |
- V/. Vox Dómini super
aquas, Deus maiestátis int�nuit, Dóminus super aquas multas.
R/. Dóminus benedícet
plebem suam in pace.
|
- V/. La voz del Señor sobre
las aguas, el Dios de la gloria hace tronar, el Señor sobre
las vastas aguas.
R/. El Señor bendice a su
pueblo con la paz.
|
Apostolus
/ Apóstol |
He 3,12-19 |
Léctio libri �ctuum
Apostolórum.
R/. Deo
grátias. |
Lectura del libro de los Hechos de los
Apóstoles.
R/. Demos gracias a
Dios. |
In illis
diébus:
Petrus respóndit ad pópulum:
«Viri Israel�tú, quid mir�mini in hoc aut nos quid intuæmini,
quasi nostra virtúte aut pietáte fec�rimus hunc ambul�re? Deus Ábraham et Deus &Iaacute;saac et Deus Iacob, Deus patrum
nostrærum, glorificávit Pu�rum suum Iesum, quem vos quidem
tradid�stis et neg�stis ante f�ciem Piláti, iudic�nte illo
dim�tti; vos autem Sanctum et Iustum neg�stis et pet�stis virum
homic�dam don�ri vobis, auctórem vero vitæ interfecístis, quem Deus suscitávit a
mórtuis, cuius nos testes sumus. Et in fide nóminis eius hunc, quem vidétis et nostis,
confirm�vit nomen eius; et fides, quæ per eum est, dedit huic
integritátem istam in conspéctu ómnium vestrum. Et nunc, fratres, scio quia per ignor�ntiam fecístis, sicut
et príncipes vestri; Deus autem, quæ prænunti�vit per os
ómnium prophet�rum pati Christum suum, impl�vit sic. P�nit�mini ígitur et convert�mini, ut deleántur vestra
peccáta». R/. Amen. |
En aquellos días:
Pedro dijo al pueblo: «Israelitas, ¿por qué os
asombr�is de esto y por qué nos mir�is como si por nuestro
propio
poder o por nuestra bondad hubiéramos hecho andar a éste? El Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros
padres, glorificó a su Hijo Jesús, al que vosotros entregasteis
y
rechazasteis ante Pilato, el cual decidió ponerlo en libertad; pero vosotros rechazasteis al santo y justo, y pedisteis
la libertad de un asesino; matasteis al autor de la vida, a
quien
Dios resucitó de entre los muertos; de lo cual nosotros somos
testigos.
Como éste, que veis y que conocéis, ha
tenido fe en Él, ha quedado fortalecido; la fe en Jesús lo ha
curado
completamente, como todos veis.
Hermanos, s� que
obrasteis por ignorancia, igual que vuestros jefes. Pero
Dios cumpli� así lo que anunció de antemano por boca de todos
los
profetas: que su mesías tenía que padecer. Por tanto,
arrepent�os y convert�os para que sean borrados vuestros pecados�.
R/.
Amén. |
Evangelium
/ Evangelio |
Lc 24,46-53 |
Léctio sancti Evangélii
secóndum Lucam.
R/. Glória tibi
Dómine. |
Lectura del Santo Evangelio según
san Lucas.
R/. Gloria a ti,
Señor. |
In illo
témpore: Dóminus Iesus, postquam
resurréxit a mórtuis, dixit discípulis suis: «Sic scriptum
est, Christum pati et res�rgere a mórtuis die tértia, et prædic�ri in nómine eius pœniténtiam in remissión.m
peccatórum in omnes gentes, incipión.ibus ab Ierúsalem. Vos estis testes horum. Et ecce ego mitto prom�ssum Patris mei in vos; vos autem
sed�te in civitæte, quoad�sque indu�mini virtútem ex alto».
Ed�xit autem eos foras usque in Beth�niam et, elev�tis
mánibus suis, benedíxit eis. Et factum est, dum benedíceret
illis, recéssit ab eis et ferebátur in cœlum. Et ipsi
adoravérunt eum et regréssi sunt in Ierúsalem cum gáudio magno
et erant semper in templo benedicéntes Deum.
R/. Amen. |
En aquel tiempo:
Jesús, el Señor, después de resucitar de entre los muertos dijo
a sus discípulos: «Estaba escrito que el
mesías tenía que sufrir y resucitar de entre los muertos al
tercer día, y que hay que predicar en su nombre el arrepentimiento y
el perdón de los pecados a todas las naciones, comenzando por
Jerusalén. Vosotros sois testigos de estas cosas. Sabed que voy a enviar lo que os ha prometido mi Padre.
Por vuestra parte quedaos en la ciudad hasta que seáis
revestidos
de la fuerza de lo alto».
Los sacó hasta cerca de Betania. Levant� las manos y
los bendijo. Y mientras los bendecía, se separá de ellos
y subió al cielo. Ellos lo adoraron y se volvieron a
Jerusalén
llenos de alegría. Estaban continuamente en el templo
bendiciendo a Dios.
R/.
Amén. |
Laudes |
Sal 103,10 |
Allelúia. |
Aleluya. |
V/. Quis em�ttit fontes in
conv�llibus: per médium móntium pertrans�bunt aquí.
R/. Allelúia. |
V/. Haces manar
las fuentes a raudales, y se deslizan entre las montañas.
R/. Aleluya. |
Sacrificium
/ Canto del Ofertorio |
Ez 33,32; 47,12 (3) |
Allelúia
quasi carmen m�sicum, quam suáve est et dulce, sono c�nitur
Allelúia. |
Aleluya. Tú eres
para ellos como una canción de amor, graciosamente cantada, aleluya. |
V/.
Allelúia.
Aquæ eius de sanctuærio egredión.ur, et erunt fructus eius in
cibum et fília eius ad medic�nam.
R/. Quam suáve est et dulce,
sono c�nitur Allelúia. |
V/. Aleluya.
Sus aguas manan del santuario. Sus frutos servirán de alimento y
sus hojas de medicina.
R/. Como institución perpetua de
generación en generación, aleluya, aleluya. |
Oratio Admonitionis / Monición
sacerdotal |
H�beant, dilectíssimi fratres, vota caut�lam, festa
dilig�ntiam, gáudia disciplínam.
Exsult�re decet, quod
resurróximus, sed timóre c�nvenit, ne cadímus. Inter novam
vitam veter�mque mortem opórtet sc�re quid evísimus, opórtet
elágere quid amemus.
Non enim error, sed cont�mptus est
peccáre comm�nitum. Maior post véniam pœna séquitur
contum�ces; gr�vius est captívos fúeri iam redímptos.
Habet ista p�etas potestátem, habet pot�stas ista
terrárem, habet terror iste vind�ctam.
Non enim f�isset pius
in hóminem, nisi prius irátus fuísset in d�monem.
Confort�mur
grátia doni si non corrump�mur lege peccáti.
R�tio parc�ndi
est præv�sio corrig�ndi.
Non mutátur indulgéntia, si non
renov�tur off�nsa. Qui nobis quod peccávimus ind�lsit, ne
ultra peccar�tus adm�nuit.
Pr�fuit cleméntia, si pr�ficit
disciplína, sed necdum
d�m�nem gehénna susc�pit. Viol�ntiam peccátum pérdidit, non
natúram; dimic�ndi est fac�ltas, non secúritas otiónei.
Expoliátus adversárius, non ext�nctus, gr�vius necísse
est ut fr�ndeat in am�ssis, quibus pr�erat dominóndo
subiéctis.
Accípimus castra per fidem, arma per crucem, signa per
carnem, vexílla per sánguinem. Restat causa certáminis.
Qui
enim necessitátem auf�rre nóluit pugnæ, spem vóluit prob�re
victóriæ.
Pr�c�ssit quidem in adoptióne donum, sed adhuc
restat in conversatióne iudícium.
Hic prom�ssio est de
múnere, illic vicissitúdo futára est post labórem
Sit ítaque ille ante óculos nostros Dómini miseréntis
afféctus; quod in taxatióne nostra non argánti pondus, non
auri talántum dedit, non gratiárum fudit ornátum, sed
se conv�tio s�bdidit, se patíbulo, se sepúlcro s�stinens córneam
ini�riam sepultór�.
Nihil maius p�tuit dare, nihil m�lius, ut
útique sit probóndum, quod dilig�ntius non sibi serv�re
vóluit, qui pretiósius non redímit.
Ergo ut in nobis
redemptiónis suæ benefícia dignátur perfécere, inst�nter
nos c�nvenit ac perseverénter oráre.
R/. Amen.
|
Queridos hermanos:
haya moderación en nuestros deseos,
esmero en nuestras fiestas,
orden en nuestros gozos.
Es bueno alegrarse, porque resucitamos,
pero conviene tener cuidado para no caer.
Entre la vida nueva y la antigua muerte,
conviene saber de dónde escapamos,
conviene elegir lo que tenemos que amar.
Pecar con advertencia ya no es error, es desprecio.
A los contumaces se les agrava el castigo
cuando vuelven a pecar:
es más grave volver a ser cautivos
Después de haber sido liberados.La piedad nace del poder,
y el poder ocasiona terror
y el terror hace temer la sanción.
No hubiera Dios resultado tan piadoso para el hombre,
si antes no hubiera manifestado su ira contra el demonio.
Nos fortalecemos por la gracia que se nos da,
si no estamos corrompidos por la naturaleza del pecado.
La razón del perdón es la previsión de la enmienda,
y el perdón permanece mientras no se renueve la ofensa.
El que nos perdon� lo que habíamos pecado
nos advirtió de que no volviéramos a pecar.
La clemencia resultar� provechosa
si antes ha sido provechosa la corrección.
La gracia, ciertamente, ya ha adoptado al hombre,
pero todavía no ha sido confinado el demonio en el infierno.
El pecado ha perdido su violencia, pero no su naturaleza;
tenemos capacidad para la lucha, no seguridad para el ocio.
El adversario ha sido despojado, pero no extinguido
y es natural que manifieste más duramente su rabia
contra los que ha perdido
cuando Él consideraba que los tenía sujetos a su dominio.
Hemos conquistado los campamentos enemigos por la fe,
las armas por la Cruz,
los estandartes por el cuerpo,
las banderas por la sangre,
pero permanece el motivo del combate.
El que no quiso quitarnos la necesidad de la lucha,
quiso comprobar la esperanza de la victoria.
Ya tenemos el don de la adopción,
pero tenemos pendiente el juicio sobre nuestra conducta.
Por una parte tenemos la promesa del premio,
por otra la incertidumbre
de lo que nos tocar� después del trabajo.
Tengamos, pues, siempre ante nuestros ojos
la misericordiosa compasión del Señor,
porque en nuestra subasta no ofreció una cantidad de plata,
ni un talento de oro;
ni siquiera se contentó con derramar
todo el caudal de sus gracias;
sino que se sometió a los improperios,
al patíbulo, al sepulcro,
sufriendo en su carne el ultraje de la sepultura.
Nada más grande pudo darnos, nada mejor,
de forma que hay que deducir
que no quiso que le sirviéramos con más diligencia
de la que Él puso en redimirnos.
Luego para que se digne llevar a término en nosotros
los beneficios de su redención,
nos conviene orar con insistencia y perseverancia.
R/. Amén. |
Præstánte ipsíus
misericórdia Dei nostri, qui cum Deo Patre et Sancto
Spíritu, unus Deus, gloriátur in sæcula sæculórum.
R/. Amen.
|
Os lo conceda la misericordia de Dios,
nuestro Dios, que, con el Padre y el Espíritu Santo, es un
solo Dios, digno de ser alabado por los siglos de los
siglos.
R/. Amén. |
Alia / Oración entre los
Dípticos |
Omnes qui redemptiónis nostræ causam c�limus, perditiónis
óperam respu�mus.
Quique diem vener�mur múnerum, noctem
críminum non sequ�mur.
Qui put�vimus tr�duci imput�ndum
esse quod vívimus.
Ad ætérnam nobis vitam, quasi quidam
p�lagus, data est tempor�lis navig�tio, ut inter bonárum et
iniquitátis exc�rsum, aut peccátum p�reat, aut peccátor; ut
aut exc�rrat fides circumspécta nav�gium, aut inc�rrat
secúritas inc�uta naufr�gium.
Satis est quod per tot
sæculórum sp�tia genit�lium funes tróximus peccatórum, quod
in gul� sc�pulos per iudici�ri� árboris statúram vento
præcipit�nte mend�cii, libertátis statum inútilis gubern�tor
ill�sit.
Lignum nos dec�pit in diábolo; lignum repar�.it in
Christo.
Ab�ssi unda nos mersit; baptísmi unda nos redímit.
Pio ígitur Dómini subici�mur império; hum�lia mite iugum
colla susc�piant; norunt quippe ref�cere �nera ista
portóntes; quibus data est ex liberalitáte absol�tio,
redd�tur ex humilitáte cond�cio.
Incl�na ergo prec�mur,
Christe Iesu, tibi ánimas nostras, ut tuum p�tius quam
nostrum sequ�mur arb�trium.
Quia m�lius est libert�tem per
dilig�ntiam qu�rere, quam per confid�ntiam non habére.
R/. Amen.
|
Todos los que veneramos al autor de nuestra redención,
rechacemos al causante de nuestra perdición.
Si celebramos el día de los dones,
no sigamos la noche de los crímenes.
Los que pens�bamos que hay que achacar a nuestra raíz viciada
el haber perecido
debemos reconocer que hay que atribuir a nuestro redentor
el que vivamos.
Para que podamos alcanzar la vida eterna
se nos ha señalado la navegación temporal de un cierto mar,
para que entre los arrecifes de los bienes y de la iniquidad
perezca el pecado o el pecador,
según la fe cauta sepa alejar rápidamente el barco
o la imprudente seguridad incurra en el naufragio.
Es ya bastante que por espacio de tantos siglos
estuvimos atados por las cuerdas del pecado original,
cuando en los escollos de la gula,
frente a la balanza del árbol judiciario,
con el viento huracano de la mentira,
el inhábil piloto estrell� su situación de libertad.
El leño nos engañó en el diablo
y el madero nos restauró en Cristo.
El agua del abismo nos sumergi�
y el agua del bautismo nos redimió.Sujet�monos al piadoso imperio del Señor,
que los cuellos humildes acepten el suave yugo,
pues siempre han sabido restaurar sus fuerzas
los que llevan estas cargas;
los que han recibido la absolución por liberalidad,
obtengan por humildad su antigua condición.
Inclina, pues, a ti nuestras almas, Cristo Jesús,
para que sigamos tu arbitrio más bien que el nuestro.
Porque mejor es buscar la libertad por la dedicación
que no tenerla por la autosuficiencia.
R/. Amén. |
Per
misericórdiam tuam, Deus noster, in cuius
conspéctu sanctórum apostolórum et
mártyrum, confessórum atque vírginum
nómina recitántur.
R/. Amen.
|
Por tu misericordia, Dios nuestro, en cuya
presencia recitamos los nombres de los santos Apóstoles y
Mártires, Confesores y Vírgenes.
R/. Amén. |
Post Nomina / Oración
después de los Dípticos |
�t�rne Dei Fílius, qui pro nobis mortem excépiens crucis,
vivus tértia die resurrex�sti a mórtuis; placítus súscipe
hæc app�sita tibi paschálium sacrifici�rum lib�mina. Hæc
tibi et offeréntium devotiónem, et sepultórum spíritus
obn�xie comm�ndent; quo per resurrectiónis tuæ victóriam, et
in viv�ntibus mors viti�rum int�reat, et in defúnctis
p�n�lis combéstio evan�scat.
R/. Amen.
|
Eterno Hijo de Dios,
que aceptando por nosotros la muerte de Cruz
al tercer día resucitaste vivo de entre los muertos;
recibe propicio esta ofrenda de los sacrificios pascuales.
Ellos resalten en tu presencia la devoción de los oferentes
y las almas de los difuntos;
así, por la victoria de tu resurrección,
mueran los vicios en los que viven
y se disipe para los difuntos la pena del fuego.
R/. Amén. |
Quia tu es vita vivórum,
sánitas infirmórum ac r�quies ómnium fidélium defunctórum in
ætérna sæcula sæculórum.
R/. Amen.
|
Porque tú eres la vida de los que viven, la
salud de los enfermos, y el descanso de todos los fieles
difuntos por todos los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Ad Pacem / Oración
de la Paz |
Deus Pater omnípotens, qui tanta caritáte
mundum dilex�sti, ut pro eo Unigénitum tuum vol�eris
crucif�gi: pretióso nos Fílii tui sánguine redímptos, ita
opul�ntos caritátis fráctibus �ffice, ut per hoc et in
resurrectióne prima habeámus partem, et potestátem non
time�mus mortis secónd�.
R/. Amen.
|
Dios, Padre omnipotente,
que amaste al mundo con tal caridad
que quisiste que por Él fuera crucificado tu Unigénito,
a nosotros, los redimidos por la preciosa sangre de tu Hijo,
haznos abundantes en frutos de caridad,
que por eso tengamos parte en la resurrección primera
y no temamos el poder de la muerte segunda.
R/. Amén. |
Quia tu es vera pax nostra et cáritas
indisrúpta, vivis tecum et regnas cum Spíritu Sancto, unus
Deus, in sæcula sæculórum.
R/. Amen.
|
Porque tú eres nuestra paz verdadera, caridad
indivisible; tú que vives contigo mismo y reinas con tu Hijo
y el Espíritu Santo un solo Dios, por los siglos de los
siglos.
R/. Amén. |
Illatio / Acción de
gracias |
Dignum et iustum est, vere salutáre nobis est, atque
convéniens grátias ágere, laudes imp�ndere, intellágere
mónera, vota def�rre tibi, omnípotens Pater, et Iesu Christo
Fílio tuo Dómino nostro.
Qui pietáti tuæ per adopt�vi
hóminis passión.m, quasi quasdam in præsénti pópuli
acquisitióne manábias, cum non exíerit e cœlo, exhib�erit e
triúmpho; et cum non habéerit divínitas immut�bilis pugnam,
habéerit frag�litas assúmpta victóriam.
Magis irr�dens
diábolum carnem carne vinc�ndo: ut ipse Z�bulus, et in e�dem
hómine se prob�ret postquam off�nderat esse deg�nerem in
quo put�bat postquam decóperat fortiórem
Ne vel id sibi
licuísse créderet �mprobus appet�tor, si non peccátum quod
fid�bat peccáti similitúdo damnísset.
quæ quidem, Dómine,
acquisitío non acquir�ntis hausit potestátem, sed acquis�tis
c�ntulit dignitátem; quia nec damnum sentit immut�tio, nec
lucrum r�cipit plenitúdo.
Neque enim Deo in se aut débiti
cura manábat, aut præmii, sed ut quod virtútibus prodísse non
páterat, láudibus non perúret.
Neque enim eg�re p�tuit
cælórum Dóminus possessión. terrárum sed ut quæ tui esset
�peris p�rtio præc�nium �dderet, non proféctum. Id útique
r�cipis quod fecísti; quod perdéderat p�etas, non pot�stas;
quia misericórdis est Dómini id solum iuris �stim�re
próprii quod m�ruit non pun�ri.
Vide, ígitur Unigéniti tui
in nobis, Pater, afféctum, quamvis idóneum in creatóra
�stim�ri non pot�erit creatóri.
Etsi sc�licet mérito quantum ad
usum p�rtinet, extr�neum dici posse, quidquid indígnum est:
extr�neum útique non �pere, sed honóre.
Ergo ut tibi reddat
tua, susc�pit alión.; utique, ut rep�tam, non fact�r� altárius,
sed natúr�.
Hoc modo te nobis, Pater,
abs�ntem osténdit; per e�ndem se nobis maiéstas tua étiam
non visa monstr�vit. Ipse d�cuit quæ tibi esset glória in
cœlis, poténtia in aquis, sapión.ia in terris, virtus in
ab�ssis, cl�ritas in ángelis, volóntas in patri�rchis,
d�gnitas in prophétis, sublímitas in evangel�stis, p�etas in
Apóstolis, auct�ritas in præcéptis, placabílitas in templis,
festávitas in holocáustis, l�rgitas in minístris; quis tibi
zelus in discípulis, cultus in s�bditis, resp�ctus in
máseris, afféctus in párvulis, horror in id�lis, amor in
sanctis, terror in p�rditis, favor in confessión., splendor
in baptism�te, honor in cruce, sapor in fide, odor in
chr�smate. Cui mérito omnes ángeli et archángeli non cessant
clamóre cotídie una voce dicéntes: |
Es digno y justo,
verdaderamente saludable y conveniente para nosotros,
darte gracias, proclamar tus alabanzas,
entender tus dones y mostrarte nuestros deseos
a ti, Padre omnipotente
y a Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor.
Que ofreció a tu piedad,
al adquirir a su pueblo
por la pasión de la naturaleza humana que había asumido,
como ciertos productos del botón
no sacados del cielo, sino de tu triunfo;
y sin que la divinidad inmutable tuviera que luchar,
logr� la victoria la fragilidad asumida.
Así burlaba al diablo en mayor grado,
venciendo a la carne con la carne,
para que el propio demonio
pudiera comprobar en el mismo hombre
cómo después de pecar resultaba de peor condición,
cuando pensaba que se había hecho más fuerte
Después del engaño.
Ni siquiera esto hubiera creído el malvado ambicioso
que quedaba bien manifiesto
si el pecado aparente del Redentor
no hubiera dañado al pecado en que Él confiaba.
Tal adquisición, Señor,
no agot� las posibilidades del comprador,
pero ennobleció a los adquiridos,
porque ni el cambio sufre daño,
ni la plenitud logra ganancia.
Porque no afectaba a Dios
la preocupación por la deuda o el premio,
ya que ni su poder va a aumentar con ello
ni le van a faltar las alabanzas.
Porque el Señor de los cielos
no tenía necesidad de poseer la tierra,
ni siquiera para que el objeto de tu obra
diera testimonio de tu grandeza,
ni ello te suponga provecho.
Recibes, pues, lo que habías hecho,
lo que se había alejado de tu piedad, que no de tu poder,
porque es propio de Dios misericordioso considerar suyo
solo lo que mereció no ser castigado.
Considera, pues, Padre,
el afecto de tu Hijo unigénito para con nosotros
en todo lo que en la criatura pueda estimarse
que no desdice de su creador.
Es decir, hablando para entendernos,
que con razón solo lo que es indigno
puede considerarse extraño;
y extraño no para el ejercicio de su obra salvífica,
sino para la gloria que se te debe.
De forma que para devolverte lo propio recibió lo ajeno;
lo dir� repitiendo:
no lo que queda fuera de su obra salvadora,
sino de su naturaleza divina.
De este modo, Padre, te mostró a nosotros,
que te imagin�bamos lejano;
por Él tu majestad invisible se nos manifestá.
Él nos enseñó cuál es tu gloria en los cielos,
tu poder en las aguas,
tu sabiduría en la tierra,
tu fuerza en los abismos,
tu hermosura en los ángeles,
tu voluntad en los patriarcas,
tu dignidad en los profetas,
tu sublimidad en los evangelistas,
tu piedad en los apóstoles.
Tu autoridad en los preceptos,
tu accesibilidad en los templos,
tu alegría en los holocaustos,
tu largueza en los ministros.
Cual es tu celo en los discípulos,
tu culto en los sumisos,
tu amabilidad en los dignos de compasión,
tu afecto en los niños,
tu horror en los ídolos,
tu amor en los santos,
tu terror en los perdidos.
Tu favor en la confesión,
tu esplendor en el bautismo,
tu honor en la Cruz,
tu sabor en la fe,
tu perfume en el crisma.
Con razón no cesan de aclamarte todos los ángeles y arcángeles, diciendo a una
sola voz:
|
Post Sanctus / Oración
después del Sanctus |
Dignus es, Dómine Iesu, ab ómnibus acc�pere glóriam, et honórem ,
qui pro nobis dignátus es impropérium passiónis susc�pere.
Dignus es prædic�ri per mundum, qui per crucem pere�nti
subveníre dignátus es mundo. Dignus es patírn� déxter� �qualitáti sust�lli, qui pro s�rvulis non es dedignátus occ�di.
Dignus es a cæléstibus et terr�stribus in veritáte cum Patre et
Spíritu Sancto adorári, qui cœlum et terram ab inítio cum Patre
cre�sti. Digne quoque illud adáptus es, quod esset super omne
nomen, qui sup�rnam moriúnto ac resurg�ndo præparasti humáno
géneri mansión.m. Totum tibi, omnípotens Pater, quod sibi redímit,
acqu�ris, cui totum quod in te est nihil amitt�ndo, naturíliter
tradid�sti. Quia tu es Christus redémptor sempitérnus. |
Oh Señor
Jesucristo, eres digno de recibir de todos nosotros la gloria y
el honor tú que te dignaste sufrir por nosotros la injuria de la
Pasión. Eres digno de ser anunciado por todo el mundo tú que te
dignaste socorrer mediante la cruz al mundo perdido. Eres digno
de ser ensalzado a la majestad de la diestra paterna tú que no
desdeñaste morir por los siervos. Eres digno de ser adorado en
verdad con el Padre y el Espíritu Santo por los celestes y
terrestres tú que en el principio creaste el cielo y la tierra
junto con el Padre. Y también ganaste merecidamente aquel nombre
que está sobre todo nombre tú que, muriendo y resucitando,
preparaste al género humano la celestial morada. Oh Padre
omnipotente, tú obtienes para ti todo lo que rescat� Él para sí.
A quien tú comunicaste, naturalmente, sin que perdieras nada,
todo lo que hay en ti. Tú eres el Cristo, Redentor eterno. |
Post
Pridie / Invocación |
Iesu Salvátor ómnium, qui propter salútem humáni géneris
volunt�ri� susc�piens ex�tium crucis, pro nobis Deo Patri
oblátus es in sacrifício laudis: ad has hóstias benedic�ndas
illa propitiatióne iube resp�cere, qua olim humánum genus
resp�ciens, próprio redem�sti cru�re.
Quo omnes qui tuæ
mortis ac resurrectiónis in hos dies triúmpho att�llimur,
his mun�ti paschálibus �pulis, in vivam tibi hóstiam
præparátur.
R/. Amen. |
Jesús, Salvador de todos,
que aceptando voluntariamente la muerte en Cruz
por la salud del género humano,
te ofreciste al Padre en favor nuestro,
como sacrificio de alabanza;
mira estas hostias que vas a bendecir
con la misma mirada de propiciación
con que miraste en otro tiempo al género humano
para redimirlo con tu preciosa sangre. Con ello, todos los que en estos días
contemplamos con exaltación
el triunfo de tu muerte y resurrección,
fortalecidos por este banquete pascual,
nos ofrecemos a ti como hostias vivas.
R/. Amén. |
Te præstánte, Dómine Iesu
Christe, qui cum Patre et Spíritu Sancto, unus perúmnia
Deus, hæc ómnia nobis valde bona creas, sanctíficas,
vivíficas ac præstas nobis, ut sint benedícta a te Deo
nostro in sæcula sæculórum.
R/. Amen. |
Concédelo, Señor Jesucristo, que con el
Padre y el Espíritu Santo, eres un solo Dios, pues creas
todas estas cosas para nosotros, y las haces tan buenas, las
santificas, las llenas de vida, y nos las das, así
bendecidas por ti, Dios nuestro, por los siglos de los
siglos.
R/. Amén. |
Ad
Orationem Dominicam / Introducción al Padre
nuestro |
Ecce
Iesu bone, qui nos Patri
tuo per sánguinem tuum reconciliásti, pro nobis patiéndo
�nnocens crucem, et solus invéntus inter mórtuos liber: tuum,
sicut ipse docuísti deitátis natúra, et nostrum, adoptiónis
grátia, Patrem posc�ntes, afféctu quo p�ssumus implorémus, ut
resurg�ntes a malírum nostrærum sepúlcris, a tuis, Christe,
non reced�mus vestágiis proclamántes e terris: |
Aquæ nos tienes, buen Jesús,
que nos reconciliaste con el Padre por tu sangre,
al padecer la Cruz por nosotros siendo inocente,
y fuiste el único hallado libre entre los muertos;
pedimos al Padre, tuyo por la misma naturaleza divina,
como tú mismo nos enseñaste,
y nuestro por la gracia de la adopción,
implorando con todo el afecto de que somos capaces que resurgiendo del sepulcro
de nuestras maldades, no nos apartemos de tus huellas, oh
Cristo: |
Benedictio /
Bendición |
Christus
Dóminus ac Redémptor vester, qui sol�tis dolóribus inférni
potentiíliter surréxit a mórtuis, líberos ac sol�tos vos
eff�ciat a peccátis.
R/. Amen. |
Cristo, Señor y Redentor vuestro,
que disolviendo los dolores del infierno,
resucitó poderoso de entre los muertos,
os haga libres y no sujetos al pecado.
R/. Amén. |
Quique sui córporis térruit
resurrect�rus custódes, resurrectiónem sua mun�ficet veneréntes.
R/. Amen. |
El que en la resurrección de su cuerpo
aterr� a los guardianes del sepulcro
colme de bienes a los que veneran su resurrección.
R/. Amén. |
Ut et hic vos pr�tio sui
sánguinis dignos eff�ciat, et últim� resurrectiónis témpore
glorificándos att�llat.
R/. Amen.
|
Para que aquí os haga dignos del precio de su sangre
y os levante para la glorificación
en el tiempo de la resurrección final.
R/. Amén. |
Per misericórdiam ipsíus Dei
nostri, qui est benedíctus et vivit et ómnia regit in sæcula
sæculórum.
R/. Amen. |
Por la misericordia de Dios, nuestro Dios, que
es bendito y vive y todo lo gobierna, por los siglos de los
siglos.
R/. Amén. |
Cantus
ad Accedentes / Canto de Comunión
(Sicut
in Hilaria Paschæ / Como en la Alegría de la Pascua) |
Mt
28,2-10 |
Gaudíte pópuli
et læt�mini.
ángelus sedit super lápidem
Dómini, ipse vobis evangeliz�vit.
Christus
surréxit a mórtuis Salvátor mundi et repl�vit
ómnia suavitæte.
Gaudéte pópuli et
læt�mini.V/. Et acc�dens
rev�lvit lápidem et sedébat super eum: erat
autem aspéctus eius sicut fulgur et vestiménta
eius sicut nix.
R/. Christus surréxit
a mórtuis et repl�vit ómnia suavitæte.
V/. N�lite timóre
vos, scio enim Iesum qui crucif�xus est
quæritis non est hic, surréxit enim sicut
dixit.
R/. Christus surréxit
a mórtuis et repl�vit ómnia suavitæte. |
Alegraos, pueblos,
saltad de gozo.
Un ángel del Señor se sent�
encima de la piedra y trajo la buena nueva.
Ha
resucitado de entre los muertos Cristo el
Salvador del mundo y su olor ha inundado la
tierra.
Alegraos, pueblos, saltad de gozo.V/. Y acercándose corri�
la piedra y se sentó encima: su aspecto era de
relámpago y su vestido blanco como la nieve.
R/. Cristo ha resucitado
de entre los muertos y su olor ha inundado la
tierra.
V/. Vosotros no tem�is,
ya sé que buscáis a Jesús el crucificado: No
está aquí. Ha resucitado, como había dicho.
R/. Cristo ha resucitado
de entre los muertos y su olor ha inundado la
tierra. |
Completuria
/ Oración
conclusiva |
Expl�tis Dómine, in
hac sancta sollemnitáte nostræ servitætis
offíciis, grátias tibi laudásque
deférimus dono tuæ miseratiónis adi�ti.
Prec�ntes te, Deus, ut a peccátis nos
�bluas et in tuis semper láudibus
exsult�re conc�das.
R/. Amen. |
Acabados,
Señor, en esta sagrada solemnidad, los
oficios de nuestra servidumbre, te damos
gracias y te alabamos, fortalecidos con los
dones de tu misericordia.
Te suplicamos,
Dios, que nos purifiques de nuestros pecados
y nos concedas alegrarnos siempre en tus
alabanzas.
R/. Amén. |
Per misericórdiam tuam,
Deus noster, qui es benedíctus et ómnia
regis per ómnia semper sæcula sæculórum.
R/. Amen. |
Por tu
misericordia, Dios nuestro, que eres bendito
y todo lo gobiernas por los siglos de los
siglos.
R/. Amén. |
1. Las
partes variables de la misa que aquí se exponen (textos
eucológicos, cantos y lecturas) junto al Ordinario (Liber Offerentium
u Oferencio)
permiten componer la misa completa. Los textos latinos
son los oficiales y están tomados del Missale
Hispano-Mozarabicum I (pp. 445-454) y del Liber Commicus I
(pp. 334-336). Los textos bíblicos en español están tomados de La
Santa Biblia, edición San Pablo.
Traducción: Post sanctus: Colomina Torner, Jaime, La Fe de nuestros padres. Temas de fe y vida
cristiana en la misa hispanomozárabe, Instituto de Estudios
Visigótico Mozárabe, Toledo 2000, p. 32; completuria del
Domingo III de Pascua. Resto de
oraciones de Gómez-Chacón
y Díaz Alejo, Balbino, Misal Hispano-Mozárabe (obra
inédita facilitada a La Ermita en febrero de 2016).
(Se
recuerda que hasta la fecha no existe misal oficial en español).
2. Cf. Ap 4,2-3; 19,11.5; Sal 33,6.
N. de La Ermita.
3.
Ez 33,32; 47,12b.
N. de La Ermita.
|