Misa en
Rito Hispano-Mozárabe
12 Iulii /
12 de julio
In diem sanctæ Martianæ, virginis et
martyris
En el día de santa
Marciana, virgen y mártir (1)
Memoria
|
|
Todo, excepto las lecturas, del
Común de una virgen y mártir
Prælegendum
/ Canto de entrada |
Is 52,1; 62,3; Sal 112,2 |
Ind�ta
es vestiméntis glóriæ, coron�ta es corína dec�ris et facta es
speci�sa, Allelúia. |
Vas
ataviada con vestiduras de gloria, y te has puesto hermosísima,
aleluya. |
V/.
Sit nomen Dómini benedíctum, ex hoc nunc et usque in sæculum.
R/. Et facta es speci�sa,
Allelúia.
V/. Glória et
honor Patri et Fílio et Spirítui Sancto in
sécula sæculórum. Amen.
R/. Et facta es speci�sa,
Allelúia. |
V/. Sea bendito el nombre del Señor,
ahora y por todos los siglos.
R/. Te has puesto hermosísima,
aleluya.
V/. Gloria y honor
al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, por los
siglos de los siglos. Amén.
R/. Te has puesto hermosísima,
aleluya. |
Oratio post Gloriam
/ Oración después del
Gloria |
Gl�ria
nostra, Deus noster, qui carnis virginitátem serv�ntibus fructum
promíttis repens�re centíssimum, intercéssu vírginis tuæ ac
mártyris, solve nostrórum víncula peccatórum, ut qui carnis
fragilitáte de�cimur, eius patroc�nio sublev�mur.
R/. Amen.
|
Tú
eres nuestra gloria, Dios nuestro, y prometes una cosecha del
ciento por uno a los que conservan el don de la virginidad; por
intercesión de la virgen y mártir, concédenos el perdón de
nuestros pecados, y, si nos sentimos abatidos por nuestra
fragilidad, haz que nos conforte su protección.
R/. Amén. |
Per misericórdiam tuam,
Deus noster, qui es benedíctus et vivis et
ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Por tu misericordia,
Dios nuestro, que eres bendito y vives y todo lo gobiernas por
los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
LITURGIA VERBI
/ LITURGIA DE LA PALABRA
Prophetia
/ Profecía |
Is 54,1-8 |
Léctio libri
Isaíæ prophétæ.
R/. Deo
grátias. |
Lectura del
libro del Profeta Isaías.
R/. Demos
gracias a Dios. |
Hæc dicit Dóminus:
Exsúlta, st�rilis, quæ non peper�sti,
lætáre, gaude, quæ non partur�sti,
quóniam multi sunt fílii desért�
magis quam fílii nuptæ, dicit Dóminus.
Dil�ta locum tentárii tui
et pelles tabernacul�rum tu�rum ext�nde, ne parcas;
longos fac funículos tuos
et clavos tuos consólida.
Ad déxteram enim et ad l�vam penetr�bis,
et semen tuum heredit�bit gentes,
quæ civitátes desértas inhabitábunt.
Noli timóre, quia non confund�ris,
neque erubíscas, quia non te pudúbit;
nam confusiónis adulesc�ntiæ tuæ oblivisc�ris
et oppr�brii viduitátis tuæ non recordéberis �mplius.
Qui enim fecit te, erit sponsus tuus,
Dóminus exercítuum nomen eius;
et redémptor tuus Sanctus Ísrael,
Deus omnis terræ vocábitur.
Quia ut muláerem dereléctam et m�r�ntem
spíritu
vocávit te Dóminus,
et uxórem ab adulesc�ntia abiéctam
dixit Deus tuus.
Ad punctum in médico derel�qui te
et in miseratiónibus magnis congreg�bo te.
In mom�nto indignatiónis
absc�ndi f�ciem meam parámper a te
et in misericórdia sempitérna mis�rtus sum tui,
dixit redémptor tuus Dóminus.
R/.
Amen.
|
Esto dice el Señor: Exulta, estéril, que no
dabas a luz;
rompe a cantar, alégrate,
tú que no tenías dolores de parto:
porque la abandonada
tendr� más hijos que la casada
�dice el Señor».
Ensancha el espacio de tu tienda,
despliega los toldos de tu morada,
no los restrinjas,
alarga tus cuerdas,
afianza tus estacas,
porque te extenderás de derecha a izquierda.
Tu estirpe heredar� las naciones
y poblar� ciudades desiertas.
No temas, no tendrás que avergonzarte,
no te sientas ultrajada,
porque no deberás sonrojarte.
Olvidarás la vergéenza de tu soltería,
no recordarás la afrenta de tu viudez.
Quien te desposa es tu Hacedor:
su nombre es Señor Todopoderoso.
Tu libertador es el Santo de Israel:
se llama «Dios de toda la tierra.
Como a mujer abandonada y abatida
te llama el Señor;
como a esposa de juventud, repudiada
�dice tu Dios».
Por un instante te abandon�,
pero con gran cariño te reunir�.
En un arrebato de ira,
por un instante te escond� mi rostro,
pero con amor eterno te quiero
�dice el Señor, tu libertador�.
R/. Amén.
|
Psallendum
/ Salmo de meditación |
Sal 60,9.4 |
Psalmum
dicam nómini tuo, Deus, in sécula, ut reddam vota mea de die in
diem. |
Yo
cantar� salmos a tu nombre, e ir� cumpliendo mis votos día tras
día. |
- V/. Quia factus es spes
mea, turris fortitúdinis a f�cie inimíci; habitábo in
tabernáculo tuo, Deus, in sécula.
R/. Ut reddam vota mea
de die in diem.
|
- V/. Porque tú eres mi
refugio y mi bastión contra el enemigo.
R/. Ir� cumpliendo mis
votos día tras día.
|
Apostolus
/ Apóstol |
Ef 2,13-22 |
Epístola Pauli apóstoli ad
Eph�sios.
R/. Deo
grátias. |
Epístola del apóstol san Pablo a los
efesios.
R/. Demos gracias a
Dios. |
Fratres:
Vos, qui aliquándo er�tis longe, facti estis
prope in sánguine Christi.
Ipse est enim pax nostra, qui fecit �traque
unum et médium paráetem macáriæ solvit, inimic�tiam, in carne
sua, legem mandatórum in decr�tis evácuans, ut duos condat in
semet�pso in unum novum hóminem, f�ciens pacem, et reconc�liet
ambos in uno córpore Deo per crucem, interféciens inimic�tiam in
semet�pso.
Et véniens evangeliz�vit pacem vobis, qui
longe fuístis, et pacem his, qui prope; quóniam per ipsum
habémus acc�ssum ambo in uno Spíritu ad Patrem.
Ergo iam non estis extr�nei et �dvenæ, sed
estis conc�ves sanctórum et dom�stici Dei, super�dific�ti super
fundam�ntum apostolórum et prophet�rum, ipso summo angul�ri
lápide Christo Iesu, in quo omnis ædificátio compácta crescit in
templum sanctum in Dómino, in quo et vos co�dific�mini in
habitáculum Dei in Spíritu.
R/.
Amen.
|
Hermanos:
Los que un tiempo estabais lejos est�is cerca por la sangre en
Cristo.
Él es nuestra paz: el que de los dos pueblos ha hecho uno,
derribando con su cuerpo el muro que los separaba: la enemistad.
Él ha abolido la Ley con sus mandamientos y decretos, para
crear, de los dos, en sí mismo, un único hombre nuevo, haciendo
las paces. Reconcilió con Dios a los dos, unióndolos en un solo
cuerpo mediante la cruz, dando muerte, en Él, a la hostilidad.
Por eso, vino a anunciar la paz: paz a vosotros los de lejos,
paz también a los de cerca. Así, unos y otros, podemos
acercarnos al Padre por medio de Él con un mismo Espíritu.
Así pues, ya no sois extranjeros ni forasteros, sino
conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios.
Est�is edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas,
y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por Él todo el
edificio queda ensamblado, y se va levantando hasta formar un
templo consagrado al Señor. Por Él también vosotros entróis con
ellos en la construcción, para ser morada de Dios, por el
Espíritu.
R/. Amén.
|
Evangelium
/ Evangelio |
Mc 14,3-9 |
Léctio sancti Evangélii
secóndum Marcum.
R/. Glória tibi,
Dómine. |
Lectura del santo
Evangelio según san Marcos.
R/. Gloria a ti,
Señor. |
In illo témpore:
Dóminus noster Iesus Christus cum esset Beth�niæ in domo
Sim�nis leprósi et rec�mberet, venit múlier habens alab�strum
ungu�nti nardi puri pretiósi; fracto alab�stro, eff�dit super
caput eius. Erant autem quidam indígne fer�ntes intra
semet�psos: «Ut quid perd�tio ista ungu�nti facta est? Péterat
enim ungu�ntum istud veníri plus quam trecéntis den�riis et dari
paupéribus». Et frem�bant in eam.
Iesus autem dixit: «S�nite eam; quid illi mol�sti estis?
Bonum opus oper�ta est in me. Semper enim páuperes habétis
vobíscum et, cum volu�ritis, pot�stis illis bene f�cere; me
autem non semper habétis. Quod hábuit, oper�ta est: pr�vénit
�ngere corpus meum in sepultóram. Amen autem dico vobis:
Ubic�mque prædic�tum fúerit evangélium in univérsum mundum, et,
quod fecit hæc, narrárbitur in memóriam eius».
R/.
Amen.
|
En aquel tiempo:
Estando nuestro Señor Jesucristo en Betania, en casa de Sim�n,
el leproso, sentado a la mesa, llegó una mujer con un frasco de
perfume muy caro, de nardo puro; quebr� el frasco y se lo
derram� sobre la cabeza. Algunos comentaban indignados: «¿A qué
viene este derroche de perfume? Se podía haber vendido por más
de trescientos denarios para d�rselo a los pobres». Y reprendían
a la mujer.
Pero Jesús replicó: «Dejadla, ¿por qué la molest�is? Una obra
buena ha hecho conmigo. Porque a los pobres los tenéis siempre
con vosotros y pod�is socorrerlos cuando quer�is; pero a mí no
me tenéis siempre. Ella ha hecho lo que pod�a: se ha adelantado
a embalsamar mi cuerpo para la sepultura. En verdad os digo que,
en cualquier parte del mundo donde se proclame el Evangelio, se
hablar� de lo que esta ha hecho para memoria suya».
R/. Amén.
|
Laudes |
Sal 7,3 |
Allelúia. |
Aleluya. |
V/.
Nequ�ndo r�piat ut leo ánimam meam, dum non est qui rádimat,
neque qui salvum f�ciat.
R/. Allelúia. |
V/. No me arrebaten, como un león, mi
vida, cuando no hay quien me libre, ni quien me ponga a salvo.
R/. Aleluya. |
Sacrificium
/ Canto del Ofertorio |
Zac 2,10; Jud 13,31;
15,10 |
Magna
facta es et præcl�ra fília Sion, in univérsa terra, Allelúia. |
Eres grande y
preclara, hija de Sión en toda la tierra, aleluya. |
V/. Benedícta tu a Deo tuo in
omni tabernáculo Iacob; tu glória Ier�salem, tu lætítia Ísrael,
tu honorific�ntia pópuli tui.
R/.
In univérsa terra, Allelúia. |
V/. Eres bendita de tu Dios en todos los
campamentos de Jacob. Tú eres gloria de Jerusalén, honor de tu
pueblo.
R/. En toda la tierra, aleluya. |
Oratio Admonitionis
/ Monici�n
sacerdotal |
Fortíssimum
auxiliatórem debell�ntium, étern�rum collatórem bonárum,
Iesum Christum Dóminum nostrum, conténua supplicatióne,
fratres caríssimi, implorémus, cui ad præstándum donum
glóriæ, nec exercítuum advérsitas, nec imbec�llitas
infirm�ntium, nec divérsitas �mpedit sexum; sed consumm�tio
tota præstándi in potestáte ipsíus red�ndat collat�ris ac
Dómini.
Qui ad cælórum regna conscéndere nos pr�vocans, tam
castitátis munditi�que doctrínam, quam martárii nobis
pr�buit gloriósa exémpla.Hic namque, ita ex étero
virgináli progréssus, Matrem post suum egréssum custod�vit
int�ctam; ut caro quæ sancta foret perpétua, perpétuam, de
qua procísserat, Vírginem serv�ret et sanctam, et quæ
s�nctior útique futára erat post partum, sanctitátis �ntea
in se habéret comm�rcium.
Cuius hæc qupque sacr�ta c�lebs, imit�bilem cursum
divíno amóre custódiens, vim vir�lem in suo péctore gestans,
illi concup�vit �qu�ri virginitáte, quæ g�nuit eum qui
corpor�li pro nobis interémptus est passióne.
Nos ergo, h�miles et abiécti, qui nostr� fragilitátis
inc�ria huius sumus imp�res dono, quibus de actu nulla est
aud�cia, saltem de pœniténtia, ut �liqua sit eius
intercessióne fidúcia, flébili cordis afféctu, Dómino
unánimes supplic�mus, ut qui nos sper�mus de nostris malis
supplici�rum pérpeti pœnam, de illíus nobis senti�mus
postulatióne ind�ltam esse críminum véniam; et qui nostrórum
sc�lerum admissióne præmimur, per ipsíus interv�ntum apud
Deum, cuius amóre torménta sust�nuit, remissióne peccatórum
aliqu�ntula sublev�mur.
R/. Amen.
|
Queridos hermanos,
imploremos a Jesucristo nuestro Señor, que auxilia con su
poder a los que luchan y les otorga los bienes eternos.
Cuando quiere otorgar el don de su gloria, nada puede
imped�rselo, ni los ejércitos enemigos, ni la debilidad de
los que carecen de fuerzas, ni la diversidad de los sexos;
Él con su poder es el único que puede llevar a cabo obras
perfectas: Él es el Señor. Él, animándonos a arrebatar el
reino de los cielos, nos pone delante sus enseñanzas sobre
la castidad y la pureza, y los ejemplos gloriososos de los
mártires.
Él salió del seno virginal dejando intacta a su
Madre después de nacido. No podía ser de otro modo: su
carne santa tenía que dejar perpetuamente virgen a la que le
había dado el ser. Y tenía que ser más santa todavía después
del parto, por haber albergado en sus entrañas a la misma
santidad.
También esta sagrada virgen, arrastrada por la
imitación por el amor divino, movido su corazón por una
fuerza más que varonil, deseó asemejarse en su virginidad a
la madre del que arrostró su pasión para morir por nosotros.
Que nosotros, con la humildad de quien se reconoce indigno,
en la debilidad que nos hace incapaces de atrevernos a nada,
practiquemos al menos la penitencia, para que tengamos algo
dónde apoyar nuestra confianza en su intercesión. Con
lloroso acento supliquemos unánimes al Señor que, si por
nuestras culpas lo único que podemos esperar es sufrir las
penas correspondientes, sintamos que por intercesión de su
virgen se nos conceda el perdón de nuestros pecados, y los
que estamos oprimidos por el forzoso reconocimiento de
nuestros delitos, podamos vernos aligerados de peso por la
defensa que de nosotros hace ante Dios la que por su amor
sufrió los tormentos.
R/.
Amén.
|
Per misericórdiam ipsíus Christi Dei
nostri, qui cum Patre et Spíritu Sancto, unus Deus, vivit et
regnat in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Por la misericordia del mismo
Cristo, Dios nuestro, que con el Padre y el Espíritu Santo,
un solo Dios vive y reina por los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Alia / Oración entre los
Dípticos |
Dómine
Deus, Iesu Christi Dómini nostri ante cuncta princípia
G�nitor, et in fine sæculi demonstr�tor, te, súpplices
h�mili imploratióne præc�mur, ut nobis, in hunc diem
sacr�tum vírginis tuæ Martian�,
coll�ctis, nulla diabólicæ fraudis illecebr�sa irr�ptio
subr�pat, ut quæ, vim suæ carnis vinc�ndo, sexum m�ruit
tránsgredi genit�lem, nos quoque sua tibi f�ciat esse
plac�biles prece. Et quæ, per carnis suæ
cont�mptum, amóri conn�xa est tuo, nos suo ass�ciet, te
miser�nte, consórtio, qu�ve triumphálem palmam adápta est
sui sánguinis effusi�ne, pro nobis apud te suffrag�tur in
iudícii futári exámine, ut nos débita non puni�mur ex pœna,
qui eius suffrágio nostr�que te placéri crédimus obsequ�lla.
R/. Amen.
|
Señor Dios, que antes de crear
el universo engendraste a nuestro Señor Jesucristo, y lo
diste a conocer en la plenitud de los tiempos; te suplicamos
humildemente que ningún astuto ataque del poder diabólico
nos sorprenda a los que estamos reunidos en este día sagrado
de tu virgen Marciana, de forma que
como ella, superando la fuerza de su naturaleza, fue más
allá de los que su sexo podía esperarse; logre con sus
ruegos que nos mires complacido.
La que por el desprecio de
su carne quedó unida a ti en el amor, por tu misericordia
nos asocie a sus méritos. Y la que alcanzó la palma del
martirio al derramar su sangre, abogue por nosotros en tu
presencia al sustanciarse el juicio que nos espera, para que
no resultemos condenados los que confiamos en que por su
ayuda has de acoger nuestra súplica.
R/.
Amén. |
Per misericórdiam tuam,
Deus noster, in cuius conspéctu sanctórum
Apostolórum et Mártyrum, Confessórum atque
Vírginum nómina recitántur.
R/. Amen.
|
Por tu
misericordia, Dios nuestro, en cuya presencia
recitamos los nombres de los santos
Apóstoles y Mártires, Confesores y
Vírgenes.
R/. Amén. |
Post Nomina
/ Oración
después de los Dípticos |
Unig�nite
Dei Fílius, qui beatíssimam fámulam tuam
Martianam gémina múneris claritáte
vest�sti, ut virginitátis enit�sceret mérito, et martyri�li
attoler�tur triúmpho, pr�be eam suffragatr�cem esse
mort�libus cunctis, quæ mérito sui lætátur in cœlis.
Quo per eam et vivis et defúnctis c�mmoda tr�buas, per quam
nobis exémpla castitátis ins�nuas.
R/. Amen.
|
Hijo Unigénito de Dios, que
revestiste a tu santa sierva Marciana
con una doble claridad, haciéndola brillar por el mérito de
la castidad y ensalzándola con el triunfo del martirio.
Ot�rgale ser apoyo para todos los mortales, ella que por su
propio mérito goza en el cielo.
Así, por ella, repartas
bienes a vivos y difuntos, tú, que por ella misma nos
indicas cómo debe ser nuestra castidad.
R/. Amén. |
Quia tu es vita
vivórum, sánitas infirmórum ac r�quies
ómnium fidélium defunctórum in ætérna
sécula sæculórum.
R/. Amen.
|
Porque tú eres
la vida de los que viven, la salud de los
enfermos, y el descanso de todos los fieles
difuntos, por todos los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Ad Pacem
/ Oración
de la Paz |
Dómine Iesu
Christe, ineff�bilis pulchritúdo iustítiæ, qui inter l�lia
pascis, et candidíssimis dlect�ris vírginum choris; qui
despons�tam tibi Martianam fortíssimam vírginem tanto
caritátis amóre iunx�sti, ut eam tibi, et vírginem et
mártyrem consecr�res, præsta, ut sicut illa in paradíso tuo
immarcesib�libus sanctim�niæ tuæ atque martárii sertis
coron�ta triúmphat, ita nos, ass�duo eius patroc�nio, a
colluvi�nibus peccatórum et ill�cebris carnélibus �bstrahas
ac deféndas, et sic tibi accéptos eff�cias, ut ætérn�
indulgéntiæ c�mpotes reddas, et pacis tuæ munéribus
glorificándos att�llas.
R/. Amen.
|
Señor Jesucristo, santidad de hermosura inefable, que te
apacientas entre lirios y hallas deleite entre los
blanquísimos coros de las vírgenes, que uniste a ti con
tanto amor de caridad a tu esposa
Marciana,
virgen excelente, que la consagraste a ti como virgen y
mártir; concede que, como ella triunfa en tu paraíso
coronada con las guirnaldas eternas de la santidad y el
martirio, a nosotros, por su constante patrocinio, nos
saques y defiendas de la maraía de pecados y de tentaciones
carnales, y así nos hagas aceptables a tu divina majestad,
para que disfrutemos eternamente de tu perdón, cuando nos
lleves a las alturas y nos glorifiques con el don de tu paz.
R/. Amén. |
Quia tu es vera pax nostra et cáritas
indisrúpta, vivis tecum et regnas cum Spíritu Sancto, unus
Deus, in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Porque tú eres nuestra paz
verdadera, caridad indivisible; tú, que vives contigo mismo
y reinas con el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos
de los siglos.
R/. Amén. |
Illatio / Acción de
gracias |
Dignum
et iustum est, vere satis iustum et pulchrum est, nos semper
te in tuis opéribus collaud�re, ætérne Deus, Pater
omnípotens. Et cum non sit �quum ut pro sancta tua
glória a poll�tis l�biis nomin�ris, iustum tamen est, ut nec
ætátis nec sexus infírmitas pro tuis imménsis rebus a tuis
unquam d�bat contic�scere láudibus.
Qui inter ómnia quæ in huius mundi offícium libens cre�sti,
hóminem solum gloriósis tuis mánibus ita form�re iuss�sti,
ut tuæ quoque similitúdinis dign�bili eum f�ceres pietáte
conf�rmem; ut ille int�rior hábitus, qui ea quoque
similitúdine est formátus, quem ipse voluísti esse
intellig�bilem sensum, exteriórem suum hábitum tuo f�ceret
ob�d�re præcépto; et nequ�quam ut�rque de tua laude sil�ret
afféctus, dum utriúsque in tua iussa servitátis
consummar�tur proféctus.
Quem útique interiórem sic tibi beáta fámula tua
Martiana custod�vit ut f�ceras, ut
non in áliquo degener�ri in se paterátur, nec m�nui quod
cre�ras, Fili�que tuo Christo Dómino nostro se præparans, in
eius dilectióne, quam semper hábuit, robor�ta perm�nsit;
quia illi se m�luit mori�ndo coni�ngi, cui se viv�ndo
obt�lerat consecr�ri.
Ipsi sponsal�cium custod�vit pudúrem, cuius semper
concup�vit habére amórem .
Ipsíus desiderávit ornátum, cuius in se t�nuit semper
ampl�xum; quæ paráta ad n�ptias ventúrum sper�bat sponsum,
adápta est cæléstis th�lami dignitátem per suum martárium.
Dumque eum quem dilig�bat, ánima eius qu�reret, ab eo, qui
eam in promptu�rium paradísi introd�cerat, invénta est
perféctam in se Christi r�tinens caritátem.
Sánguinem non trepid�vit suum eff�ndi in terram.
Dum Creatórem suum interióribus óculis vidéret int�nta,
ext�nditur ligno, �ritur flammis, lacerátur ángulis.
Stat mente immóbilis, voce fortis, patiéntia laud�bilis, de
prætéritis gaudens, de futáris exsúltans, de poll�citis non
form�dans.
Cont�mnit tempor�lem pœnam, dum glóriam, indubitáta fide,
sperat semper ætérnam.
Implántur sancto cru�re ulcer�sa léterum loca, et per sulcos
cru�ntos, liquor dec�rrit immaculátus; dumque ad
similitúdinem crucis exaltátur ligno, �nimum immobíliter
fixum tenet semper in cœlo.
Mérito ergo per huius crédimus intercéssum, tuum
adísse nobis placítum aspéctum, quem nostris scel�ribus
f�cimus esse advérsum.
Per quod, rogámus te, ut malírum nostrórum non
recordáris, dum pietáte s�lita parcis, dumque ipsíus semper
ante te habes hum�llimas preces, quibus pro nobis
incessabíliter exoráris.
Per ipsum Dóminum nostrum Iesum Christum Fílium tuum,
ante cuius conspéctum sant�rum m�llia Angelórum, multitúdo
Mártyrum, chorus Vírginum, omn�sque innumer´bilis gloriósus
exércitus beatórum non cessant
clamóre, ita dicéntes: |
Es digno y justo, en verdad justo y hermoso que
siempre te alabemos ensalzando tus obras, Dios eterno, Padre
todopoderoso.
Y aunque no sea conveniente a tu santa gloria
que unos labios manchados pretendan ensalzarte, sin embargo,
es justo que la debilidad de la edad o del sexo no se vea
privada de entonar las alabanzas que se te deben por tu
inmensa grandeza. Tú, entre todas las cosas que creaste,
deleitándote en la traza de este mundo, sólo al hombre
quisiste crearlo con tus gloriosas manos, haciéndolo también
semejante a ti, por piadosa dignación, de forma que aquella
parte interior y semejante a ti, dotada de inteligencia y
voluntad, hiciera obedecer tus preceptos a su revestimiento
exterior, y de ninguna manera el uno y el otro pudieran
guardar silencio a la hora de alabarte, cuando uno y otro
alcanzan su perfección en tu servicio.
Esa parte interior la
conservó para ti, tal como tú la habías hecho, tu santa
sierva Marciana, sin permitir que
degenerase en nada ni disminuyeran los dones que en ella
habías puesto y preparándose para tu Hijo, nuestro Señor
Jesucristo, permaneció firme en su amor, porque prefirió
unirse, muriendo, al que mientras vivía había ofrecido su
consagración.
Conservó su pudor esponsalicio para aquíl
cuyo amor había siempre deseado.
Conservó su fidelidad para
el mismo a quien se había entregado con plena dedicación.
Deseó las galas de quien siempre la mantuvo entre sus
brazos. La que, preparada para las bodas esperaba que
viniera el esposo, alcanzó la dignidad del tálamo celestial,
por su martirio.
Y mientras su alma buscaba al que amaba, se
hallá manteniendo en sí la perfecta caridad de Cristo, que
ya había situado entre los anaqueles del paraíso.
No hubo
temor de que su sangre se derramara en la tierra, y, mirando
a su Creador con sus ojos interiores, tiende sus brazos en
la cruz, es abrasada por las llamas, lacerada con las uñas
de hierro.
Permanece con su mente fija, con su voz poderosa,
laudable en su paciencia, alegre del pasado, exultante de
gozo por el futuro, sin dudar de las promesas.
Desprecia el
dolor temporal, esperando sin vacilaciones la gloria eterna.
Se llenan de su sagrada sangre las llagas abiertas en su
costado, por los surcos sangrientos corre el líquido
inmaculado, y mientras a semejanza de la cruz es levantada
en un madero, tiene su ánimo fijo en el cielo.
Creemos,
pues, que por su intercesión te tenemos propicio, cuando por
nuestros pecados nos habíamos puesto en tu contra.
Por eso te rogamos que no te acuerdes de nuestros
pecados, sino que los perdones con tu habitual piedad,
porque tienes siempre en tu presencia, presentadas por ella,
las humildes preces que sin cesar te dirigimos.
Por el mismo Señor Jesucristo, tu Hijo, en cuya presencia
los millares de santos ángeles, la muchedumbre de los
Mártires, el coro de las Vírgenes y todo el innumerable y
glorioso ejército de los santos no cesan de aclamarte,
diciendo: |
Post Sanctus
/ Oración
después del Sanctus |
Vere sanctus, vere benedíctus
Dóminus noster Iesus Christus Fílius tuus, qui sanctæ tu�
Martian�
vírginis arcéna p�ssidens, ei, et virginitátis pudúrem, et
passiónis rubírem tribuísti; dum et pédica in secr�to et inv�cta
in foro, et illic manet ut promere�tur, et hic vincit ut a te
coron�tur.
�nnue ígitur précibus eius, ut consci�ntiam nostram pudor
poss�deat, nec d�serat fortitúdo; quo, per illud tranqu�lla
máneat ne contamin�tur, per hoc víncere st�deat ut probátur.
Christus Dóminus ac Redémptor ætérnus.
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Santo y bendito es en
verdad nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que poseedor de lo más
profundo del alma de su santa virgen
Marciana,
le otorgó el pudor de la virginidad y la fortaleza en el
martirio, cuando, pédica en su interior e invicta en la plaza,
persevera en lo primero para alcanzar el premio, y vence en lo
segundo para ser coronada por ti.
Atiende, pues, a sus oraciones, para que el pudor resida en
nuestras conciencias y no nos falte la fortaleza, de forma que
por el primero permanezcamos tranquilos sin corrupción, y por la
segunda podamos vencer en las pruebas.
Por Cristo, Señor y
Redentor eterno. |
Post Pridie
/ Invocación |
�ccipe, sacra Dei Virgo,
ob honórem tui nóminis supplic�ntis pópuli precem, et
cunctis c�ngruum sol�men attr�bue.
Per te, vírginum virgínitas p�lleat; per te, corrupt�rum
interim�tur lasc�via; per tem peccántibus vénia; per te,
sacrific�ntibus ips�sque sacrifíciis, largi�tur benedíctio
copi�sa. Quo omnes qui exémplo virginitátis simul
atque certáminis tui att�limur, del�ciis quibus ipsa
fru�ris, post tr�nsitum potiántur.
R/. Amen. |
Acepta, santa
Virgen de Dios, por el honor de tu nombre, los ruegos de tu
pueblo suplicante, y otorga a todos el oportuno consuelo.
Por ti florezca la virginidad de las vírgenes, por ti
desaparezca la lascivia de los corruptores, por ti se
conceda el perdón a los pecadores, por ti se dispense
copiosa bendición a los que sacrifican y a los sacrificios
que se ofrecen.
Así, todos los que nos sentimos animados por
el ejemplo de la virginidad y del combate, disfrutemos,
después de la muerte, de las mismas delicias que tú ya
disfrutas.
R/. Amén.
|
Præsta, Pater ingánite, per
Unigénitum tuum, Dóminum nostrum Iesum Christum, per quem tu
hæc ómnia nobis indígnis servis tuis valde bona creas,
sanctíficas, vivíficas ac præstas nobis, ut sint benedícta a
te Deo nostro in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Concédenoslo, Padre sin principio, por tu Unigénito,
Jesucristo, nuestro Señor, por quien creas todas estas cosas
para nosotros, indignos siervos tuyos, y las haces tan
buenas, las santificas, las llenas de vida, las bendices y
nos las das, así bendecidas por ti, Dios nuestro, por los
siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Ad Orationem
Dominicam / Introducción al Padre
nuestro |
Deus,
san�tor noster, qui et vírginum integritátem custódis, et
corrupt�rum scissæ carnis rupt�ram mira indulgéntiæ
compositióne res�rcis; quique in hanc Vírginem sic serv�sti
coll�tum a te virginitátis ónice donum, ut eam f�ceres ad
destin�tum perveníre martárium, te, quæsumus, ut eius
obt�ntu ita nos �luas lib�dinum incent�vis, quo cunctis
resist�ndo advérsis, fiduciíliter ad te proclam�mus e
terris: |
Dios, sanador
nuestro, que proteges la integridad de las vírgenes y
restauras con admirable indulgencia las rupturas producidas
por la corrupción, y que conservaste en esta Virgen el don
de la virginidad que tú sólo puedes dar, y la hiciste llegar
al martirio que tenía destinado; te rogamos que por su
intercesión, nos libres de los incentivos de la liviandad,
para que, resistiendo a todos los adversarios, te aclamemos
confiadamente desde la tierra: |
Benedictio /
Bendición |
D�minus,
Iesus Christus, qui vírginem suam
Martianam casto sibi despons�vit amóre,
castitátis vos dono mun�ficet.
R/. Amen. |
El Señor Jesucristo,
que desposó con su santo amor a su virgen
Marciana,
os gratifique con el don de la castidad.
R/. Amén. |
Et qui illam subarr�vit sibi
�nnulo fídei, vos suæ conn�ctat indissolubíliter caritáti.
R/. Amen. |
Y el que le entregó
como arras el anillo de la fe, os integre indisolublemente en su
caridad.
R/. Amén. |
Ut eam pro vobis apud se
suffragatr�cem admíttat, quam sibi incorrúpto amóre ass�mpsit
sponsam.
R/. Amen. |
Para que permita que
act�e en su presencia como abogada en favor vuestro, la que
acept� como esposa con purésimo amor.
R/. Amén. |
Per misericórdiam ipsíus Dei
nostri, qui est benedíctus et vivit et ómnia regit, in sécula
sæculórum.
R/. Amen.
|
Por la misericordia
del mismo Dios nuestro, que es bendito y vive y todo lo gobierna
por los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Completuria
/ Oración
conclusiva |
Deus,
larg�tor diviti�rum cæléstium, et mir�bilis parátor múnerum
étern�rum, qui beatíssimam Martianam
in sículo páuperem elegísti, sed pro te cert�ndo ætérnis
opéribus sublim�sti; paupert�tem spíritus nos sequi semper
attr�bue, qua poss�mus tuæ maiest�ti per ómnia complacére.
R/. Amen.
|
Dios, donador de las riquezas celestiales y
distribuidor admirable de los bienes eternos, que elegiste a
la bienaventurada Marciana, pobre en
este mundo, y la ensalzaste a las riquezas eternas por haber
luchado por ti; concédenos seguir siempre la pobreza de
espíritu, y por ella podamos complacer en todo a tu
majestad.
R/. Amén.
|
Per misericórdiam tuam,
Deus noster, qui es benedíctus et vivis et
ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.
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Por tu
misericordia, Dios nuestro, que eres bendito
y vives y todo lo gobiernas, por los siglos
de los siglos.
R/. Amén. |
1. Las
partes variables de la misa que aquí se ofrecen (textos
eucológicos, cantos y lecturas) junto al Ordinario (Liber Offerentium
u Oferencio)
permiten componer la misa completa. Los textos latinos
son los oficiales y est�n tomados del Missale
Hispano-Mozarabicum II (Común de una virgen y mártir: pp. 719-726) y del Liber Commicus II
(pp. 143-145). Los textos bíblicos en español est�n tomados de la
Sagrada Biblia, versión oficial de la Conferencia Episcopal
Española. BAC, Madrid 2011. Las oraciones en español est�n tomadas de lexorandies.blogspots.com.
(Se recuerda que hasta la fecha no existe
misal oficial en español).
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