La Ermita. Rito hispano-mozárabe

TEXTOS LITÚRGICOS

RITO HISPANO-MOZÁRABE

Textos propios de la Misa del V Domingo de Cuaresma. Apéndice

 

Misa en Rito Hispano-Mozárabe

TEMPUS QUADRAGESIMæ

APPENDIX
In quinto Dóminico Quadragesimæ

APÍNDICE
Quinto Domingo de Cuaresma
(1)

Domingo V de Cuaresma. ("La resurrección de Lázaro". Fernando Gallego, 1480-1488. Retablo de la Catedral de Ciudad Rodrigo. Museo de Arte de la Universidad de Arizona, Tucson)
 

En las misas feriales de todo el año y también en los domingos de Cuaresma (excepto en el primero), se omiten el «Prælegendum� y el  «Gloria a Dios en el cielo� y su oración. después de besar el altar, y llegado a la sede, el sacerdote saluda al pueblo, y a continuación se lee la primera lectura. (Ver Oferencio, Ritos Iniciales).


LITURGIA VERBI / LITURGIA DE LA PALABRA

Lectio sapientialis / Lectura sapiencial Eclo 47,24-29; 48,21-23a; 47,31b
Léctio libri Ecclesiástici.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del Eclesiástico.
R/. Demos gracias a Dios.
Fili: Deus non derel�nquet misericórdiam suam et non corr�mpet, nec del�bit verba sua, neque perdet a stirpe nep�tes elécti sui et semen eius, qui déligit Dóminum, non corr�mpet.
Dedit autem r�liquum Iacob et David de ipso stirpem.
Et finem hábuit S�lomon cum pátribus suis et derelóquit post se de sémine suo gentis stult�tiam et immin�tum prud�ntia, R�boam, qui avértit gentem consílio suo.
Et Ier�boam fílius Nabat, qui peccáre fecit Ísrael et dedit viam peccándi �phraim; et plúrima redundav�runt peccáta ips�rum valde.

Tunc mota sunt corda et manus ips�rum, et dolu�runt quasi parturión.es muláeres et invocav�runt Dóminum misericórdem et expand�ntes manus suas extulérunt ad eum, et Sanctus audávit cito vocem ips�rum.
Non est commemorátus peccatórum illórum, neque dedit illos in�micis suis, usque dum perveníret super illos vind�cta.

R/. Amen.

Hijo: el Señor no olvidar� su promesa, ni borrar� ninguna de sus palabras, ni negar� la posteridad a su elegido, ni extirpará la descendencia del que fue su amado.
Dio a Jacob un resto, y a David un renuevo salido de Él.
Salomón descans� con sus padres, dejando tras Él uno de su linaje, Roboán, el más loco del pueblo, pobre de inteligencia, que con su decisión excit� al pueblo a la rebeldía.
Y Jerobo�n, hijo de Nabat, que hizo prevaricar a Israel y puso a Efraín en la senda del pecado; sus pecados se multiplicaron tanto, que fueron expulsados de su tierra.

Entonces temblaron sus manos y sus corazones y sintieron dolores de parturienta. Invocaron a Dios misericordioso, tendiendo sus manos a Él. y el Santo se apresú a oírles desde el cielo.
Y los libr� hasta que cayá sobre ellos el castigo.

R/. Amén.

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Lectio historica / Lectura histórica 1Sam 26,1-24
Léctio libri primi Samu�lis.
R/. Deo grátias.
Lectura del primer libro de Samuel.
R/. Demos gracias a Dios.
In diébus illis:

Ven�runt Ziph�i ad Saul in G�baa dicéntes: «Ecce David abscónditus est in colle Hach�la, quæ est ex advérso solitúdinis».

Et surréxit Saul et descéndit in desértum Ziph, et cum eo tria m�lia virórum de eléctis Ísrael, ut qu�reret David in desérto Ziph. Et castrametátus est Saul in colle Hach�la, quæ erat ex advérso solitúdinis in via.

David autem habitábat in desérto; videns autem quod venísset Saul post se in desértum, misit exploratóres et dédicit quod illuc venísset certíssime.

Et surréxit David et venit ad locum, ubi erat Saul. Cumque vidísset locum, in quo dormi�bat Saul et Abner fílius Ner princeps mil�ti� eius, Saulem dormión.em in carr�gine et r�liquum vulgus per circúitum eius, ait David ad Ach�melech Hetth�um et Ab�sai fílium S�rvi� fratrem Ioab dicens: «Quis descéndet mecum ad Saul in castra?».

Dixítque Ab�sai: «Ego descéndam tecum».

Ven�runt ergo David et Ab�sai ad pópulum nocte et invenírunt Saul iac�ntem et dormión.em in carr�gine et hastam fixam in terra ad caput eius, Abner autem et pópulum dormión.es in circúitu eius.

Dixítque Ab�sai ad David: «Concl�sit Deus hódie inimícum tuum in manus tuas; nunc ergo perf�diam eum l�ncea in terra semel, et secóndo opus non erit�.

Et dixit David ad Ab�sai: «Ne interfécias eum; quis enim ext�ndit manum suam in christum Dómini et �nnocens erit?».

Et dixit David: «Vivit Dóminus quia Dóminus perc�tiet eum, aut dies eius véniet, ut moriátur, aut in prœlium descéndens perúbit. Propítius mihi sit Dóminus, ne ext�ndam manum meam in christum Dómini. Nunc ígitur tolle hastam, quæ est ad caput eius, et scyphum aquí, et abe�mus».

Tulit ergo David hastam et scyphum aquí, qui erat ad caput Saul, et abi�runt; et non erat quisquam, qui vidéret et intell�geret et vigil�ret, sed omnes dormi�bant, quia sopor Dómini irr�erat super eos.

Cumque transísset David ex advérso et stetísset in vértice montis de longe, et esset grande interv�llum inter eos, clam�vit David ad pópulum et ad Abner fílium Ner dicens: «Nonne respondébis, Abner?».

Et respóndens Abner ait: «Quis es tu? Clam�sti ad regem».

Et ait David ad Abner: «Numquid non vir tu es? Et quis Éltus símilis tui in Ísrael? Quare ergo non custod�sti dóminum tuum regem? Ingréssus est enim unus de turba, ut interféceret regem dóminum tuum. Non est bonum hoc, quod fecísti. Vivit Dóminus quóniam fílii mortis estis vos, qui non custod�stis dóminum vestrum, christum Dómini. Nunc ergo vide, ubi sit hasta regis et ubi scyphus aquí, qui erat ad caput eius».

Cogn�vit autem Saul vocem David et dixit: «Num vox tua hæc est, fili mi David?».

Et ait David: «Vox mea, dómine mi rex�.

Et ait: «Quam ob causam dóminus meus perséquitur servum suum? Quid feci? Aut quod est in manu mea malum? Nunc ergo audiat, oro, dóminus meus rex verba servi sui: Si Dóminus �ncitat te advérsum me, odor�tur sacrifícium; si autem fílii hóminum, maledícti sint in conspéctu Dómini, quia eiec�runt me hódie, ut non hábitem in hereditáte Dómini dicéntes: «Vade, servi diis aliónis�. Et nunc non effund�tur sanguis meus in terra longe a f�cie Dómini; quia egréssus est rex Ísrael, ut qu�rat pólicem unum, sicut perséquitur quis perd�cem in móntibus».

Et ait Saul: «Peccávi. Revértere, fili mi David; nequ�quam enim ultra malef�ciam tibi, eo quod pretiósa fuerit ánima mea in óculis tuis hódie; app�ret quod stulte �gerim et err�verim multum nimis».

Et respóndens David ait: «Ecce hasta regis; tr�nseat unus de púeris et tollat eam. Dóminus autem retr�buet unicu�que secóndum iustítiam suam et fidem; trádidit enim te Dóminus hódie in manu mea, et n�lui ext�ndere manum meam in christum Dómini. Et sicut magnific�ta est ánima tua hódie in óculis meis, sic magnific�tur ánima mea in óculis Dómini, et líberet me de omni angústia».

R/. Amen.

En aquellos días:

Los de Zif fueron a Guibeá a decir a Saúl: ««Sabes que David está escondido en la colina de Jaquil�, frente al desierto?».

SaÉl se puso en marcha con tres mil hombres elegidos de Israel para buscar a David en el desierto de Zif. Instal� el campamento en la colina de Jaquil�, frente al desierto, junto al camino.

David, que estaba en el desierto, se dio cuenta de que Saúl venía para perseguirle; envió espías y supo que, efectivamente, SaÉl había llegado.

Entonces fue al lugar donde estaba acampado SaÉl y observ� el sitio donde estaban acostados SaÉl y Abner, hijo de Ner, jefe de su ejército. SaÉl estaba acostado en el centro del campamento, y la tropa acampada a su alrededor. David dijo a Ajim�lec, el hitita, y a Abisay, hijo de Sarvia: «¿Quién quiere venir conmigo al campamento de Saúl?».

Abisay respondió: «Yo ir� contigo».

David y Abisay fueron de noche al campamento; SaÉl estaba acostado en el centro del campamento y dormía, con su lanza clavada en la tierra, junto a su cabecera. Abner y la tropa estaban acostados a su alrededor.

Abisay dijo a David: «Hoy ha puesto Dios a tu enemigo en tus manos. Perm�teme que le clave en la tierra con su propia lanza de un solo golpe; no tendr� que darle otro».

David le contestó: «¡No lo mates! Porque �quión puso su mano sobre el ungido del Señor y quedó sin castigo?».

Y añadió: «¡Vive el Señor!, que ha de ser él quien le hiera, ya le llegue el día de su muerte y muera, ya baje a la guerra y caiga. Pero que el Señor aleje de mí el pensamiento de poner mi mano en el ungido del Señor. Anda; coge su lanza y el jarro de agua, y vámonos».

David tom� de la cabecera de SaÉl la
lanza y el jarro de agua y se fueron. Nadie los vio; nadie se dio cuenta; nadie se despert�, pues todos dormían, porque el Señor había hecho caer sobre ellos un profundo sueño.

David pasó al extremo opuesto y se detuvo a lo lejos sobre la cumbre de la montaña; había entre ellos un gran trecho. Entonces David grit� a los soldados y a Abner, hijo de Ner: «¡Abner!, �no respondes?».

Abner respondió: «¿Quén eres tú para gritar así al rey?».

David contestó a Abner: «¿No eres tú
un hombre? ¿Quén como tú en Israel? «Entonces por qué no has guardado a tu Señor, el rey? Porque uno del pueblo ha ido a matar al rey, tu Señor. No está bien lo que has hecho. Vive el Señor, que merecéis la muerte por no haber guardado a vuestro Señor, el ungido del Señor. ¿Dónde está la lanza del rey y el jarro de agua que tenía a su cabecera?».

Entonces SaÉl reconoció la voz de David, y dijo: «�Es ésta tu voz, hijo mío, David?».

David respondió: «S�, mi Señor el rey�.

Y añadió: «¿Por qué persigue mi Señor de este modo a su siervo? ¿qué he hecho yo? ¿qué hay en mí de culpable? Y ahora, que el rey, mi Señor, se digne escuchar las palabras de su siervo: Si es el Señor quien te excita contra mí, que sea aplacado con una ofrenda; pero si son los hombres, malditos sean del Señor, pues me echan hoy para que no participe en la herencia del Señor, diciendo: Vete a servir a dioses extraños. Que mi sangre no caiga en tierra lejos de la presencia del Señor. Porque el rey ha salido a buscar mi vida como se persigue una perdiz por los montes».

Entonces SaÉl dijo: «He pecado. Vuelve, hijo mío, David, pues no volverá a hacerte mal, porque mi vida ha sido hoy preciosa a tus ojos. He obrado como un insensato y me he engañado lamentablemente».

David respondió: «Aquí está la lanza del rey. Que uno de los jóvenes atraviese y venga a recogerla. El Señor retribuir� a cada uno según su justicia y su fidelidad, porque el Señor te puso hoy en mis manos y no quise poner mi mano sobre el ungido del Señor. Y así como tu vida ha sido hoy de gran valor a mis ojos, así también será estimada mi vida a los ojos del Señor, y él me librar� de toda angustia».

R/. Amén.

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Psallendum / Salmo de meditación Sal 37,22.8.18.20b-21
Ne derel�nquas me, Dómine, Deus meus, ne discísseris a me. Señor, no me abandones; Dios mío, no te quedes lejos.
V/. Quóniam ánima mea compléta est illusión.bus, et non est salus in carne mea.
R/. Deus meus, ne discísseris a me.

V/. Quóniam ego ad flag�lla parátus sum, et dolor meus contra me est semper.
R/. Deus meus, ne discísseris a me.

V/. Et multiplicáti sunt qui me odérunt iniéste, qui retribu�bant mala pro bonis detrahíbant mihi quóniam sequ�bar iustítiam, et proiec�runt me, diléctum, tanquam mórtuum abomin�tum.
R/. Deus meus, ne discísseris a me.

V/. Las espaldas me arden, no hay en mi cuerpo nada sano.
R/. Dios mío, no te quedes lejos.

V/. Ya estoy a punto de caer, el dolor no me deja ni un momento.
R/. Dios mío, no te quedes lejos.

V/. Muchos son los que me odian sin motivo; me devuelven mal por bien, me atacan porque siempre busco el bien.
R/. Dios mío, no te quedes lejos.

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Apostolus / Apóstol 1Jn 5,16-20
Epístola Ioánnis apóstoli prima.
R/. Deo grátias.
Primera carta del Apóstol Juan.
R/. Demos gracias a Dios.
Caríssimi:

Si quis videt fratrem suum peccáre peccátum non ad mortem, petet, et dabit ei Deus vitam, peccántibus non ad mortem. Est peccátum ad mortem; non pro illo dico, ut roget. Omnis iniustítia peccátum est, et est peccátum non ad mortem.

Scimus quóniam omnis, qui natus est ex Deo, non peccat, sed ille, qui génitus est ex Deo, consérvat eum, et Mal�gnus non tangit eum. Scimus quóniam ex Deo sumus, et mundus totus in Mal�gno pósitus est. Et scimus quóniam Fílius Dei venit, et dedit nobis sensum, ut cognosc�mus eum, qui verus est; et sumus in eo, qui verus est, in Fílio eius Iesu Christo. Hic est qui verus est, Deus et vita ætérna.

R/. Amen.

Queridísimos:

Si alguno ve a su hermano cometer un pecado que lleve a la muerte, rece por Él. y Dios le daré la vida; esto lo digo para los pecados que no llevan a la muerte. Hay un pecado que lleva a la muerte; por éste no digo que recen. Toda injusticia es un pecado, pero hay pecados que no llevan a la muerte.

Sabemos que el que ha nacido de Dios no peca; pero el Hijo de Dios lo guarda, y el maligno no lo toca. Nosotros sabemos que somos de Dios, y que todo el mundo está en poder del maligno. Sabemos también que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para conocer al Verdadero. Nosotros estamos en el Verdadero, en su Hijo Jesucristo. Él es el verdadero Dios y la vida eterna.

R/. Amén.

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Evangelium / Evangelio Jn 11,1-52
Léctio Sancti Evangúlii secóndum Ioánnem.
R/. Glória tibi Dómine.
Lectura del Santo Evangelio según san Juan.
R/. Gloria a ti, Señor.
In illo témpore:

Erat autem quidam languens L�zarus a Beth�nia, de cast�llo Maríæ et Marthæ sor�ris eius. María autem erat, quæ unxit Dóminum ungu�nto et ext�rsit pedes eius capállis suis, cuius frater L�zarus infirmab�tur. Mis�runt ergo soróres ad eum dicéntes: «Dómine, ecce, quem amas, infirm�tur�.

áudiens autem Iesus dixit: «Inf�rmitas hæc non est ad mortem sed pro glória Dei, ut glorificátur Fílius Dei per eam».

Dilig�bat autem Iesus Martham et sorórem eius et L�zarum.

Ut ergo audávit quia infirmab�tur, tunc quidem mansit in loco, in quo erat, du�bus diébus; deánde post hoc dicit discípulis: «E�mus in Iudéam éterum».

Dicunt ei discípuli: «Rabbi, nunc qu�r�bant te Iudéi lapid�re, et éterum vadis illuc?».

Respóndit Iesus: «Nonne du�decim horæ sunt di�i? Si quis ambuláverit in die, non off�ndit, quia lucem huius mundi videt; si quis autem ambuláverit in nocte, off�ndit, quia lux non est in eo».

Hæc ait et post hoc dicit eis: «L�zarus amícus noster dormit, sed vado, ut a somno exs�scitem eum».

Dixérunt ergo ei discípuli: «Dómine, si dormit, salvus erit�. D�xerat autem Iesus de morte eius, illi autem putav�runt quia de dormitióne somni dóceret.

Tunc ergo dixit eis Iesus maniféste: «L�zarus mórtuus est, et gáudeo propter vos, ut cred�tis, quóniam non eram ibi; sed e�mus ad eum».

Dixit ergo Thomas, qui d�citur D�dymus, ad condiscípulos: �E�mus et nos, ut mori�mur cum eo».

Venit ítaque Iesus et invénit eum quáttuor dies iam in monum�nto habóntem. Erat autem Beth�nia iuxta Hieros�lymam quasi st�diis qu�ndecim. Multi autem ex Iudéis vénerant ad Martham et Maríam, ut consolar�.tur eas de fratre.

Martha ergo ut audávit quia Iesus venit, occúrrit illi; María autem domi sedébat. Dixit ergo Martha ad Iesum: «Dómine, si fuísses hic, frater meus non esset mórtuus. Sed et nunc scio quia, qu�c�mque popésceris a Deo, dabit tibi Deus».

Dicit illi Iesus: «Res�rget frater tuus».

Dicit ei Martha: «Scio quia res�rget in resurrectióne in novíssimo die».

Dixit ei Iesus: «Ego sum resurréctio et vita. Qui credit in me, etsi mórtuus fúerit, vivet; et omnis, qui vivit et credit in me, non moriátur in ætérnum. Credis hoc?».

Ait illi: «útique, Dómine; ego crédidi quia tu es Christus Fílius Dei, qui in mundum venísti�.

Et cum hæc dixísset, �biit et vocávit Maríam sorórem suam sil�ntio dicens: «Magíster adest et vocat te». Illa autem ut audávit, surréxit cito et venit ad eum;  nondum enim vénerat Iesus in cast�llum, sed erat adhuc in illo loco, ubi occúrrerat ei Martha. Iudéi ígitur, qui erant cum ea in domo et consolabántur eam, cum vidíssent Maríam quia cito surréxit et �xiit, sec�ti sunt eam putóntes: «Vadit ad monum�ntum, ut ploret�.

María ergo, cum venísset ubi erat Iesus, videns eum cœcidit ad pedes eius dicens ei: «Dómine, si fuísses hic, non esset mórtuus frater meus».

Iesus ergo, ut vidit eam plor�ntem et Iudéos, qui vénerant cum ea, plor�ntes, fr�muit spíritu et turb�vit se�psum et dixit: «Ubi posuístis eum?».

Dicunt ei: «Dómine, veni et vide». Lacrimútus est Iesus. Dicébant ergo Iudéi: «Ecce quómodo am�bat eum». Quidam autem dixérunt ex ipsis: «Non péterat hic, qui apéruit óculos cœci, f�cere, ut et hic non morer�tur?».

Iesus ergo rursum fremens in semet�pso, venit ad monum�ntum; erat autem spel�nca, et lapis superpósitus erat ei.

Ait Iesus: «T�llite lápidem».

Dicit ei Martha, soror eius, qui mórtuus fúerat: «Dómine, iam f�tet; quatridu�nus enim está.

Dicit ei Iesus: «Nonne dixi tibi quóniam, si credéderis, vidébis glóriam Dei?».

tulérunt ergo lápidem. Iesus autem, elev�tis sursum óculis, dixit: «Pater, grátias ago tibi quóniam aud�sti me. Ego autem sci�bam quia semper me audis, sed propter pópulum, qui circ�mstat, dixi, ut credant quia tu me mis�sti�.

Et hæc cum dixísset, voce magna clam�vit: �L�zare, veni foras».

Pr�diit, qui fúerat mórtuus, ligátus pedes et manus �nstitis; et f�cies eius sud�rio erat lig�ta. Dicit Iesus eis: «S�lvite eum et s�nite eum ab�re».

Multi ergo ex Iudéis, qui vénerant ad Maríam et víderant, quæ fecit, credidérunt in eum; quidam autem ex ipsis abi�runt ad pharis�os et dixérunt eis, quæ fecit Iesus.

Colleg�runt ergo pontífices et pharis�os conc�lium et dicébant: «Quid f�cimus, quia hic homo multa signa facit? Si dim�ttimus eum sic, omnes credent in eum, et vénient Románi et tollent nostrum et locum et gentem».

Unus autem ex ipsis, Cáiphas, cum esset póntifex anni illíus, dixit eis: «Vos nescátis quidquam nec cogitátis quia �xpedit vobis, ut unus moriátur homo pro pópulo, et non tota gens p�reat�.

Hoc autem a semet�pso non dixit; sed, cum esset póntifex anni illíus, prophet�vit quia Iesus morit�rus erat pro gente et non tantum pro gente, sed et ut fílios Dei, qui erant disp�rsi, congreg�ret in unum.

R/. Amen.

En aquel tiempo:

Había un enfermo, Lázaro, de Betania, el pueblecito de María y de su hermana Marta. María era la que ungió con perfume al Señor y le enjugó los pies con sus cabellos; su hermano estaba enfermo. Las hermanas mandaron a decir al Señor: «Tu amigo está enfermo».

Jesús, al enterarse, dijo: «Esta enfermedad no es de muerte, sino para que resplandezca la gloria de Dios y la gloria del hijo de Dios».

Jesús era muy amigo de Marta, de su hermana y de Lázaro.

Y aunque supo que estaba enfermo, se entretuvo aún dos días donde estaba. Sólo entonces dijo a sus discípulos: «Vamos otra vez a Judea».

Los discípulos le dijeron: «Maestro, hace poco querían apedrearte los judíos, �y vas a volver allí?».

Jesús contestó: «?No tiene doce horas el día? Si uno anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero si uno anda de noche, tropieza, porque le falta la luz�.

Dijo esto, y añadió: «Lázaro, nuestro amigo, duerme; pero voy a despertarlo».

Los discípulos le dijeron: «Señor, si duerme, se recuperará.  Pero Jesús hablaba de su muerte, y ellos creyeron que hablaba del reposo del sueño.

Entonces Jesús les dijo claramente: «Lázaro ha muerto; y me alegro por vosotros de no haber estado allí, para que creáis. Vamos a verlo».

Entonces Tomás, llamado el Mellizo, dijo a sus compañeros: «Vamos también nosotros a morir con Él..

A su llegada, Jesús se encontr� con que hacía cuatro días que Lázaro estaba muerto. Betania distaba de Jerusalén unos tres kilómetros, y muchos judíos habían ido a casa de Marta y María para consolarlas.

Así que oyó Marta que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras que María se quedó en casa. Marta dijo a
Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habráa muerto mi hermano. Pero yo sé que Dios te conceder� todo lo que le pidas».

Jesús le dijo: «Tu hermano resucitar�.

Marta le respondió: «Sé que resucitar� cuando la resurrección, el último día».

Jesús le dijo: «Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivir�. Y todo el que vive y cree en mí no morirá para siempre.
«Crees esto?».

Le contestó: «S�, Señor, yo creo que tú eres el mesías, el hijo de Dios que tenía que venir al mundo».

Dicho esto, fue a llamar a María, su hermana, y le dijo al oído: «El Maestro está ahí y te llama». Ella, así que lo oyó, se levant� rápidamente y salió al encuentro de Jesús. Jesús aún no había entrado en el pueblo; estaba todavía en el sitio donde lo había encontrado Marta. Los judíos que estaban en casa de María y la consolaban, al verla levantarse y salir tan aprisa, la siguieron, creyendo que iba al sepulcro a llorar.

Cuando María llegó donde estaba Jesús, al verlo, se ech� a sus pies, diciendo: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habráa muerto».

Jesús, al verla llorar y que los judíos que la acompañaban también lloraban, se estremeció y, profundamente emocionado, dijo: «¿Dónde lo habéis puesto?».

Le contestaron: «Ven a verlo, Señor». Jesús se ech� a llorar, por lo que los judíos decían: «Mirad cuánto lo quer�a». Pero algunos dijeron: «éste, que abrió los ojos al ciego, �no pudo impedir que Lázaro muriese?».

Jesús se estremeció profundamente otra vez al llegar al sepulcro, que era una cueva con una gran piedra puesta en la entrada.

Jesús dijo: «Quitad la piedra».

Marta, la hermana del difunto, le dijo: «Señor, ya huele, pues lleva cuatro díasí.

Jesús le respondió: «?No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?».

Entonces quitaron la piedra. Jesús levant� los ojos al cielo y dijo: «Padre, te doy gracias porque me has
escuchado. Yo bien sabía que siempre me escuchas; pero lo he dicho por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado».

Y dicho esto, grit� muy fuerte: «�Lázaro, sal fuera!».

Y el muerto salió atado de pies y manos con vendas, y envuelta la cara en un sudario. Jesús les dijo: «Desatadlo y dejadlo andar�.

Muchos de los judíos que habían venido a casa de María y vieron lo que hizo creyeron en Él. Pero algunos se fueron a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús.

Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron el consejo y decían: «¡qué hacemos? Este hombre hace muchos milagros. Si lo dejamos, creerán en Él todos y vendrán los romanos y destruir�. nuestro templo y nuestra nación».

Uno de ellos, Caifás, que era el sumo sacerdote aquel año, les dijo:  «Vosotros no sabéis nada; no os dais cuenta de que nos conviene que muera un solo hombre por el pueblo antes que perezca la nación entera».

Esto no lo dijo por propia iniciativa, sino que, como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús debía morir por la nación. y no sólo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos.

R/. Amén.

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Laudes
Annus primus / Año I Sal 139,2-5a
Eripe me, Dómine, ab hómine malo; a viro in�quo líbera me. L�brame, Señor, de los criminales, gu�rdame de los hombres que ejercen la violencia.
V/. Qui cogitav�runt malítias in corde suo, tota die constituæbant prœlia.
R/. A viro in�quo líbera me.

V/. Acu�runt linguas suas sicut serpéntes, venénum áspidum sub l�biis e�rum.
R/. A viro in�quo líbera me.

V/. Custódi me, Dómine, de manu peccatóris; ab homínibus in�quis líbera me.
R/. A viro in�quo líbera me.

V/. De los que en su corazón urden la maldad y provocan peleas todos los días.
R/. Gu�rdame de los hombres que ejercen la violencia.

V/. Aguzan su lengua como las serpientes, veneno de víbora tienen en sus labios.
R/. Gu�rdame de los hombres que ejercen la violencia.

V/. Líbrame, Señor, de las manos de los criminales, gu�rdame de los hombres que ejercen la violencia.
R/. Gu�rdame de los hombres que ejercen la violencia.

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Laudes
Annus secundus / Año II Sal 108,30; 34,18; 108,31
Confit�bor Dómino nimis in ore meo, in médio mult�rum laud�bo eum. Yo con mi boca daré gracias al Señor, lo alabaré ante las multitudes.
V/. Confit�bor illi in ecclésia magna, in pópulo gravi laud�bo eum.
R/. In médio mult�rum laud�bo eum.

V/. Quóniam �stitit a dextris páuperum ut salvam f�ceret a persequ�ntibus ánimam meam.
R/. In médio mult�rum laud�bo eum.

V/. Yo te daré gracias en la gran asamblea, te alabaré ante el pueblo entero.
R/. Lo alabará ante las multitudes.

V/. Porque Él se pone a la derecha del pobre para salvarlo de los jueces.
R/. Lo alabará ante las multitudes.


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Sacrificium / Canto del Ofertorio Lev 23,4-6.40.3
Isti sunt dies quos debótis custod�re temp�ribus suis; quartad�cima die ad vésperum Pascha Dómini est et in quintad�cima sollemnitátem celebrábitis altíssimo Deo vestro. stas son las fiestas, a las que convocaréis en las fechas establecidas. El día catorce del primer mes, al atardecer, es la Pascua del Señor, y el día quince del mismo mes celebraréis la fiesta en presencia del Señor, vuestro Dios.
V/. Locátus est Móyses fíliis Ísrael dicens: «In die oct�vo ventúro s�mite vobis ramos palm�rum et exsult�te in conspéctu Dómini, et secóndum legem quam vobis præc�pi�.
R/. Sollemnitátem celebrábitis altíssimo Deo vestro.

V/. Hæc dicit Dóminus: «Erit vobis sábbatum memor�bile, et vocábitur sanctum, et offer�tis ad vésperum holocaust�mata quia in die illa propitiátur vobis salv�tor vester et in ómnibus generatiónebus».
R/. Sollemnitátem celebrábitis altíssimo Deo vestro.

V/. Habl� Moisés a los hijos de Israel y les dijo: «El primer día tomaréis ramos de palmeras y os regocijaréis en presencia del Señor, según os manda la ley�.
R/. Celebraréis la fiesta en presencia del Señor, vuestro Dios.

V/. Así dice el Señor: «el sábado es día de asamblea santa; ofrecer�is holocaustos al atardecer porque es el día del perdón para vosotros y todas vuestras generaciones».
R/. Celebraréis la fiesta en presencia del Señor, vuestro Dios.

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Oratio Admonitionis / Monición sacerdotal
Appendix / Apéndice
Deus, qui místico olim præs�gio fámulo tuo Móysi, inter Él.as præcept�rum tuærum c�rimúnias étiam horum diérum sollémnia in monte S�nai propítius ostend�sti, ut octavo die ventúro s�merent divers�rum árborum fructus, ramos quoque palm�rum; et exsult�rent in conspéctu Dómini Dei sui cum hymnis.

Concéde nobis fámulis tuis, ut innocéntiæ et fídei veritáte sinc�ri, tuis semper coram altáribus assist�mus.
Sicque tibi coram altáribus assist�mus.
Sicque tibi parsim�niam córporum offerímus, ut �ctuum plenitúdinem perféctis apud nos m�ribus retent�mus.

R/.
Amen.

Dios, hace tiempo y en el monte Sinaí, entre las ceremonias que propusiste a tu siervo Moisés, predijiste proféticamente la celebración de estos días, para que, al octavo día, tomando hojas de los diversos árboles y ramos de palmera, se festejara con himnos al Señor su Dios.

Concédenos, que nosotros, tus siervos, nos presentemos ante tu altar sin doblez en la verdad de la fe y de la rectitud, y que sepamos ofrecer la moderación de nuestros cuerpos para que, en todo nuestro obrar mostremos la perfección de nuestras costumbres.
R/. Amén.

Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui es benedíctus et vivis et ómnia regis in sæcula sæculórum.
R/.
Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, que eres bendito y vives y todo lo gobiernas, por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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Alia / Oración entre los Dípticos
Appendix / Apéndice
Omnípotens Deus, qui per abstinéntiam sacri ieión.i imménsa pátribus nostris virtútum præmia condon�sti, præsta nobis fámulis tuis, ut e�rum mere�mur esse sequip�des, qu�rum exémplis ad meli�ra prod�cti, et carnélium ill�cebris mane�mus inv�cti, et in tuis i�giter insist�mus præcéptis indef�ssi.
R/.
Amen.
Dios todopoderoso, que por la vigilia del santo ayuno otorgaste a nuestros padres innumerables premios de virtudes, concede a tus siervos que merezcamos ser seguidores de aquíllos, cuyos ejemplos nos impulsan a lo mejor; y que permanezcamos invictos ante las tentaciones de la carne, perseverando siempre, sin cansancio, en tus preceptos.
R/.
Amén.
Per misericórdiam tuam, Deus noster, in cuius conspéctu sanctórum apostolórum et mártyrum, confessórum atque vírginum nómina recitántur.
R/.
Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, en cuya presencia recitamos los nombres de los santos Apóstoles y Mártires, Confesores y Vírgenes.
R/.
Amén.

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Post Nomina / Oración después de los Dípticos
Appendix / Apéndice
Deus, qui ómnium nómina tempor�mque mensúras, pia semper largitáte disp�nsas, Sanctórum tuærum nos quæsumus recitátis nom�nibus, puréfica précibus, absólve a crimúnibus, et salutáris contin�ntiæ dita munéribus, ut per hoc sacræ festivitætis ieión.um sinceríssimum, tibi nostri cordis offerímus holocáustum.

Hanc ígitur fidélium tuærum oblatiónem propítio ac seróno vultu, Dómine, dign�re resp�cere, ut decurr�nte iam ieiun�rum nostrærum témpore, hæc nos oblátio et a prætéritis delict�rum s�rdibus �bluat, et a futáris, ut cave�mus, te miserénte custódiat, ut occurs�ri óbviam tuæ maiestáti non pedum p�ssibus, sed contr�ti cordis nostri gréssibus, conclamóre tibi puro mentis afféctu glória in excélsis Deo cum Hebreórum púeris mere�mur.
R/.
Amen.

Oh Dios que siempre das con piadosa largueza los nombres de todas las cosas y la distribución de los tiempos, recitados los nombres de tus Santos, te rogamos nos purifiques por la plegaria, nos absuelvas de los pecados y nos ennoblezcas con el don de una continencia saludable, a fin de que, por este puro ayuno de la santa festividad, te ofrezcamos el sacrificio de nuestro corazón.

Por tanto, Señor, d�gnate mirar con sereno y placentero rostro esta oblación de tus fieles, para que, transcurriendo ya el tiempo de nuestros ayunos, la oblación nos limpie la pasada suciedad del pecado y, con tu misericordia, nos guarde de los futuros, precaviéndonos; de modo que al salir al encuentro de tu majestad no con el andar de los pies sino con el paso de nuestro corazón contrito merezcamos cantarte con los niños hebreos y con puro afecto de espíritu: «Gloria a Dios en las alturas!
R/.
Amén.

Quia tu es vita vivórum, sánitas infirmórum ac r�quies ómnium fidélium defunctórum in ætérna sæcula sæculórum.
R/.
Amen.
Porque tú eres la vida de los que viven, la salud de los enfermos, y el descanso de todos los fieles difuntos por todos los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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Ad Pacem / Oración de la Paz
Appendix / Apéndice
F�dei nostræ, omnípotens Deus, crescit augm�ntum si s�dulum ieiun�rum nostrærum tuæ maiestáti s�lvimus votum.
Ac per hoc, perveníre pot�rimus ad tuæ claritátis occásrsum si pacífici semper manántes, a nobis custod�ta fúerit parcim�nia ieiun�rum, quibus oppr�mimur, et tollóntur ómnia p�ndera viti�rum.

Pacem ítaque perféctam nobis ómnibus benígnus concéde, ut, quam tui iam Sancti fruántur in cœlis, nos quoque medit�mur i�giter in terris.
R/.
Amen.

Dios todopoderoso, nuestra fe crecerá si cumplimos fielmente en presencia de tu majestad el compromiso de nuestros ayunos.
Así podremos llegar al encuentro de tu gloria si, permaneciendo en la paz, observamos la práctica de los ayunos que se nos han impuesto para que nos veamos libres del peso de nuestros vicios.

Concede a todos con benignidad la paz perfecta, de modo que cuanto en el cielo gozan ya tus santos, nosotros podamos practicarlo constantemente en la tierra.
R/. Amén.

Quia tu es vera pax nostra et cáritas indisrúpta, vivis tecum et regnas cum Spíritu Sancto, unus Deus, in sæcula sæculórum.
R/.
Amen.
Porque tú eres nuestra paz verdadera, caridad indivisible; tú, que vives contigo mismo y reinas con el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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Illatio / Acción de gracias
Appendix / Apéndice
Dignum et iustum est, vere sanctum et pulchrum est, nos tibi semper hic et ub�que grátias ágere, laudásque ref�rre per Unigénitum Fílium tuum Dóminum nostrum.

Qui hoc sacrum ieión.i tempus fámulis tuis Móysi et Elíæ propítius olim concíssit.
Per quod unus legem accípit; Éltus, ígneo curru transv�ctus, paradísi secr�ta rimúvit.
Ipse quoque medi�tor Dei et hóminum, Dóminus noster Iesus Christus Fílius tuus, quod dudum servis concíssit, hoc in suæ maiestátis cleméntia p�stea consecr�vit.

Per hoc ieión.um Niniv�tis vénia datur, per hoc ieión.um leónum ora concludántur.
Per hoc ieión.um Amorr�us divíncitur.
Per hoc ieión.um clades a terra dep�llitur.
Per hoc ieión.um Aman supérbus in ligno susp�nditur.
Per hoc ieión.um pópulus Dei a necis peróculo liberátur.
Per hoc ieión.um Sancti ad cæléstia regna pervéniunt.
Per hoc ieión.um peccatóres ad véniam revocántur.
Per hoc ieión.um fugántur d�m�nia, comprimúntur v�tia, crescunt virtútes.
Per hoc ieión.um ángelis copul�tur sancta virgénitas.
Per hoc ieión.um impartátur víduis contin�ntia.
Per hoc ieión.um poténtibus inspir�.ur iustítia et ómnibus coniug�tis prud�ntia.

Præsta ergo nobis, omnípotens Deus, ut mortific�to corde et córpore, et hic legem tuam spl�ndide observ�mus, et illic cum sanctis tuis intra paradísi aulam sollémniter gaude�mus, c�nsona voce proclamántes ac dicéntes:

Verdaderamente es digno y justo, santo y glorioso darte gracias siempre, aquí y en todo lugar, y alabarte por tu Hijo unigénito nuestro Señor Jesucristo, que antaño concedió propicio a tus siervos Moisés y Elías este sagrado tiempo del ayuno, por el cual el primero recibió la ley y el segundo, arrebatado por un carro de fuego, penetr� en los secretos del paraíso.

El mismo mediador de Dios y de los hombres, nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que antaño concedió este tiempo a tus siervos, lo consagr� después en su majestad clemente.

En verdad, por este ayuno se perdon� a los ninivitas, y se cerraron las bocas de los leones.
Por este ayuno, el soberbio Amén.fue suspendido de un leño, y el pueblo de Dios quedó libre del peligro de la muerte.
Por este ayuno los santos llegan al reino de los cielos, y se llama a los pecadores al perdón.
Por este ayuno se ahuyenta a los demonios, se rechazan los vicios y aumentan las virtudes.
Por este ayuno, la santa virginidad nos une con los ángeles.
Por este ayuno se concede continencia  las viudas, se inspira justicia a los poderosos y prudencia a los que se unen.

Concédenos, pues, Dios omnipotente, que mortificando el corazón y el cuerpo, observemos aquí con rectitud tu ley y allí, dentro del paraíso, te alabemos solemnemente con tus santos, proclamando y diciendo con una sola voz:

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Post Sanctus / Oración después del Sanctus
Appendix / Apéndice
Vere sanctus.

Vere hæc est illa præcl�ra et admirábilis supern�rum creatur�rum ætérna laudátio, quæ in cæléstibus sine deféctu psállitur ab ángelis, et hic sollémniter decantátur a pópulis.

Illic coll�udant cæléstia, hic adórant terr�stria.
Illic sanctis tuis ætérna retr�buis præmia, hic fidélibus largam præstas misericórdiam.

Illa non d�seris, ista non d�spicis, quia Redemptórem nostrum, piísime Pater, pro totíus salúte ad nos mis�sti,

Christum Dóminum ac Redemptórem ætérnum.

Verdaderamente eres santo.

Verdaderamente es excelsa y admirable esta alabanza eterna de las criaturas de arriba, que sin interrupción cantan los ángeles en el cielo y aquí entonan solemnemente los pueblos.

Allá te alaban los seres del cielo, aquí te adoran los de la tierra.
Allá concedes los premios eternos a tus santos, aquí copiosa misericordia a tus fieles.

No abandonas lo uno ni desprecias lo otro, pues nos enviaste, Padre piadosísimo, a Cristo Señor y eterno redentor nuestro para la salvación de todo el mundo.

Cristo Señor y Redentor eterno.

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Post Pridie / Invocación
Appendix / Apéndice
Recitátis, Dómine, Unigéniti tui sacrament�rum præcéptis, sim�lque præcl�r� passiónis et resurrectiónis et in cœlos ascensión.m memóriam fación.es, maiestátem tuam súpplices rogámus ac p�timus. Ut in his sacrifíciis, benedictiónem tuærum plenitúdo descéndat, et infúndas in eis imbrem Spíritus tui Sancti de cœlis.

Ut fiat hoc sacrifícium secóndum órdinem Melch�sedec, fiat hoc sacrifícium secóndum órdinem Patriarch�rum et Prophetærum tuærum. Ut quod ab illis típice fación.ibus, unigéniti Fílii tui signific�ntibus advéntum, tua maiéstas accept�re dignáta est, sic hoc sacrifícium resp�cere et sanctificáre dign�ris, quod est verum corpus et sanguis Dómini nostri Iesu Christi Fílii tui, qui pro nobis ómnibus factus est Sacérdos et hóstia.

Hanc ítaque hóstiam, tu, piíssime Pater, de tuæ claritátis resp�ctu sanctífica, ut sum�ntibus eam, et hic delict�rum véniam, et ætérnam in cœlis c�nferas vitam.
R/.
Amen.

Oh, Señor, recitadas las palabras sacramentales preceptuadas por tu Unigénito, y haciendo a la vez memoria de la gloriosa Pasión, Resurrección y Ascensión a los cielos, rogamos y pedimos suplicantes a tu majestad que descienda sobre este sacrificio la plenitud de tus bendiciones y que mandes sobre Él desde el cielo el rocío de tu Espíritu Santo.

Para que este sacrificio sea según el orden de Melquisedec, para que sea según el orden de tus Patriarcas y Profetas. Y, como tu majestad se dign� aceptar lo hecho en figura por aquíllos, significando el advenimiento de tu Hijo unigénito, así te dignes mirar y santificar esta Víctima, que es el verdadero Cuerpo y Sangre de nuestro Señor Jesucristo tu Hijo, quien por nosotros se hizo sacerdote y hostia.

Así pues, Padre piadosísimo, santifica tú esta hostia con tu mirada de luz para que otorgues a quienes la coman el perdón de los pecados aquí y la vida eterna en el cielo.
R/.
Amén.

Præsta, Pater ingénite, per Unigénitum tuum, Dóminum nostrum Iesum Christum, per quem tu hæc ómnia nobis indígnis servis tuis valde bona creas, sanctíficas, vivíficas ac præstas nobis, ut sint benedícta a te, Deo nostro, in sæcula sæculórum.
R/.
Amen.
Concédelo, Padre ingénito, por medio de tu Unigénito, nuestro Señor Jesucristo, por quien creas todas estas cosas para nosotros, indignos siervos tuyos, y las haces tan buenas, las santificas, las llenas de vida, las bendices y nos las das, así bendecidas por ti, Dios nuestro, por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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Cantus ad Confractionem / Canto de la Fracción Sal 32,22; 33,16
Fiat misericórdia tua, Dómine, super nos, sicut sperúvimus in te. Que tu amor, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
V/. �culi tui, Dómine, super nos et aures tuæ in précibus nostris.
R/. Sicut sperúvimus in te.
V/. El Señor mira por los que practican la justicia, sus oídos atienden a sus gritos.
R/. Como lo esperamos de ti.
Hic cantus dicitur cotidie usque ad finem Quadragesimam, id est, usque ad quartam feriam in hebdomada maior. Este canto se dice diariamente hasta el fin de la Cuaresma, esto es, hasta el miércoles santo.

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Ad Orationem Dominicam / Introducción al Padre nuestro
Appendix / Apéndice
Omnes, fratres caríssimi, qui c�nditos nos ac redímptos Dómini pietáte gaud�mus, oratiónis dominócæ m�mores, précibus indef�ssis ei�sdem Dómini misericórdiam implorémus, clamántes e terris: Queridos hermanos, cuantos hemos sido creados y redimidos y gozamos del amor del Señor, teniendo presente la oración que nos enseñó el mismo Señor, imploremos con insistencia su misericordia, clamando desde la tierra:

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Benedictio / Bendición
Appendix / Apéndice
Benedictiónis grátia vos semper pr�tegat, et ab omni malo deféndat.
R/. Amen.
Que la gracia de la bendición os proteja siempre y os guarde de todo mal.
R/. Amén.
Mundet vos Dóminus ab omni crímine peccatórum, et sibi placére f�ciat in ætérnum.
R/. Amen.
Que el Señor os purifique de toda mancha de pecado y os conceda agradarle para siempre.
R/. Amén.
Ub�que vos Dóminus placítus occúrrat, et suæ benedictiónis opem dignánter attr�buat.
R/. Amen.
Que el Señor se muestre siempre dispuesto a perdonaros y os conceda con benevolencia su bendición.
R/. Amén.
Auxilión.e misericórdia divinitátis suæ qui in Trinitáte, unus Deus, vivit et regnat in sæcula sæculórum.
R/. Amen.
Con la ayuda de la misericordia de su divinidad, que, en la Trinidad, un solo Dios, vive y reina por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Cantus ad Accedentes / Canto de Comunión Jn 6,59a; 4,14; 6,57.63; 7,18; 6,39; 3,21.35-36a; 6,35b.37-38 (2)
Amen dico vobis: ego sum panis vitæ qui de cœlo descéndi, si quis ex ipso manducáverit non moriátur in ætérnum; et qui bíberit ex aqua quam ego dabo ei, non s�tiet unquam, sed fiet in eo fons aquæ salión.is in vitam ætérnam. Os digo todo esto: yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivir� eternamente; el que beba del agua que yo le daré no tendr� sed jamás; más aun, el agua que yo le daré será en Él manantial que salta hasta la vida eterna.
V/. Sicut misit me vivens Pater et ego vivo propter Patrem, et qui mandícat me, ipse vivet propter me.
R/. In eo fons aquæ salión.is in vitam ætérnam.

V/. Spíritus est qui vivíficat, caro non prodest quidquam. Verba quæ ego locútus sum vobis spíritus et vita sunt.
R/. In vitam ætérnam.

V/. Qui a semet�pso lóquitur glóriam própriam qu�rit, qui autem qu�rit glóriam eius, hic verax est et iniustítia in illo non est.

V/. Hæc est enim volóntas eius qui misit me Patris, ut omne quod dedit mihi non perdam ex eo sed resucitóbo eum novíssimo die.
R/. In vitam ætérnam.

V/. Qui facit veritátem venit ad lucem ut manifestántur ópera eius, quia in Deo sunt facta.

V/. Pater déligit Fílium et ómnia dedit in manu eius. Qui credit in Fílium habet vitam ætérnam.

V/. Ego sum panis vitæ, qui venit ad me non es�riet et qui credit in me non s�tiet unquam.
R/. Sed fiet in eo fons aquæ salión.is in vitam ætérnam.

V/. Omne quod dat mihi Pater, ad me véniet, et eum qui venit ad me non ei�ciam foras, quia descéndi de cœlo non ut f�ciam voluntátem meam, sed voluntátem eius qui misit me.
R/. In vitam ætérnam.

V/. Como el Padre que me ha enviado vive y yo vivo por el Padre, así el que me coma vivir� por mí.
R/. Será en Él manantial que salta hasta la vida eterna.

V/. El espíritu es el que da vida. La carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida.
R/. Hasta la vida eterna.

V/. El que habla por su propia cuenta busca su propio honor; pero el que busca el honor del que lo ha enviado es veraz, y en Él no hay injusticia.

V/. Esta es la voluntad del que me ha enviado, que yo no pierda a ninguno de los que Él me ha dado, sino que los resucite en el último día.
R/. Hasta la vida eterna.

V/. El que practica la verdad va a la luz, para que se vean sus obras, que están hechas como Dios quiere.

V/. El Padre ama al Hijo y ha puesto en sus manos todas las cosas. El que cree en el Hijo tiene vida eterna.

V/. Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no tendr� hambre, y el que cree en mí no tendr� sed jamás.
R/. Será en Él manantial que salta hasta la vida eterna.

V/. Todos los que el Padre me da vendrán a mí. Al que viene a mí no lo rechazo, pues he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.
R/. Hasta la vida eterna.

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Completuria / Oración conclusiva
Reple, Dómine, cor nostrum lætítia, qui nobis dare dignátus es sacri córporis tui Eucharistíam; ut qui esc�rum perceptióne refécimur, spirituælibus benefíciis adimpl�ri felíciter mere�mur.
R/.
Amen.
Colma, Señor, de alegría nuestros corazones, ya que te has dignado darnos la Eucaristía de tu sagrado Cuerpo; de forma que así como somos reconfortados por la recepción de los alimentos, merezcamos también saciarnos de felicidad con tus dones espirituales.
R/.
Amén.
Per grátiam pietátis tuæ, Deus noster, qui vivis et cuncta dominóris in sæcula sæculórum.
R/.
Amen.
Por la dignación de tu misericordia, Dios nuestro, que vives y lo Señoreas todo por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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1. Este formulario aparece en el Misal después de la Feria VI de la quinta semana de Cuaresma (pp.298-303). Es un formulario con la eucología completa y no hay indicación de que corresponda al Año I o al Año II, por lo que ha de entenderse como alternativo al del Domingo V de Cuaresma.

Las partes variables de la misa que aquí se exponen (textos eucológicos, cantos y lecturas) junto al Ordinario (Liber Offerentium u Oferencio) permiten componer la misa completa. Los textos latinos son los oficiales y están tomados del Missale Hispano-Mozarabicum I (pp. 298-303) y del Liber Commicus I (pp. 188-193). Los textos bíblicos en español están tomados de La Santa Biblia, edición San Pablo.

Para la traducción de las oraciones post nomina, alia y post pridie recurrimos a la versión castellana de Colomina Torner, Jaime, La Fe de nuestros padres. Temas de fe y vida cristiana en la misa hispanomozárabe, Instituto de Estudios Visigótico Mozárabe, Toledo 2000, pp. 59, 147, y 91 respectivamente, para las oraciones illatio y post sanctus Moldovan, Teofil, Relación entre anáfora y lecturas bíblicas en la Cuaresma dominical hispánico-mozárabe, Publicaciones Universidad Pontificia de Salamanca, Salamanca 1992, pp. 177-178, para la oración completuria al Oferencio y para el resto a Ivorra, Adolfo (ed.) Misal Hispano-Mozárabe, Centre de Pastoral Litúrgica, Barcelona 2015, pp.199-202..

(Se recuerda que hasta la fecha no existe misal oficial en español).

2. El Misal indica Jn 6,59a, pero en La Santa Biblia, edición San Pablo se corresponde con Jn 6,51a.

 

 

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