Misa en
Rito Hispano-Mozárabe
TEMPUS QUADRAGESIMæ
In quinto Dóminico Quadragesimæ, missa
de Lazaro dicenda
Quinto Domingo de Cuaresma. Misa de Lázaro (1)
|
|
|
En las misas feriales de todo el año y
también en los domingos de Cuaresma (excepto en el primero), se omiten
el «Prælegendum�
y el «Gloria a Dios en el cielo�
y su oración. después de besar el altar, y llegado a la sede, el
sacerdote saluda al pueblo, y a continuación se lee la primera lectura.
(Ver Oferencio, Ritos
Iniciales).
LITURGIA VERBI / LITURGIA DE LA PALABRA
Lectio sapientialis
/ Lectura
sapiencial |
Eclo 47,24-29;
48,21-23a; 47,31b |
Léctio libri Ecclesiástici.
R/. Deo
grátias. |
Lectura del
libro del Eclesiástico.
R/. Demos
gracias a Dios. |
Fili: Deus non derel�nquet
misericórdiam suam
et non corr�mpet, nec del�bit verba sua,
neque perdet a stirpe nep�tes elécti sui
et semen eius, qui déligit Dóminum, non corr�mpet.
Dedit autem r�liquum Iacob
et David de ipso stirpem.
Et finem hábuit S�lomon cum pátribus suis et derelóquit post se de sémine suo
gentis stult�tiam et immin�tum prud�ntia,
R�boam, qui avértit gentem consílio suo.
Et Ier�boam fílius Nabat, qui peccáre fecit Ísrael
et dedit viam peccándi �phraim;
et plúrima redundav�runt peccáta ips�rum valde.
Tunc mota sunt corda et manus ips�rum,
et dolu�runt quasi parturión.es muláeres et invocav�runt Dóminum misericórdem
et expand�ntes manus suas extulérunt ad eum,
et Sanctus audávit cito vocem ips�rum.
Non est commemorátus peccatórum illórum,
neque dedit illos in�micis suis, usque dum perveníret super
illos vind�cta.
R/.
Amen.
|
Hijo: el
Señor no olvidar� su promesa, ni borrar� ninguna de sus
palabras, ni negar� la posteridad a su elegido, ni extirpará
la descendencia del que fue su amado.
Dio a Jacob un resto, y a David un renuevo salido de Él.
Salomón descans� con sus padres, dejando tras Él uno de su
linaje, Roboán, el más loco del pueblo, pobre de
inteligencia, que con su decisión excit� al pueblo a la
rebeldía.
Y Jerobo�n, hijo de Nabat, que hizo prevaricar a Israel y
puso a Efraín en la senda del pecado; sus pecados se
multiplicaron tanto, que fueron expulsados de su tierra.
Entonces temblaron sus manos y sus corazones y sintieron
dolores de parturienta. Invocaron a Dios misericordioso,
tendiendo sus manos a Él. y el Santo se apresú a oírles
desde el cielo.
Y los libr� hasta que cayá sobre ellos el castigo.
R/.
Amén. |
Lectio historica
/ Lectura histórica |
1Sam 26,1-24 |
Léctio libri primi
Samu�lis.
R/. Deo
grátias. |
Lectura del primer libro de
Samuel.
R/. Demos
gracias a Dios. |
In
diébus illis:
Ven�runt Ziph�i ad Saul in G�baa
dicéntes: «Ecce David abscónditus est in colle Hach�la, quæ
est ex advérso solitúdinis».
Et surréxit Saul et descéndit in desértum Ziph, et cum eo
tria m�lia virórum de eléctis Ísrael, ut qu�reret David in
desérto Ziph. Et castrametátus est Saul in colle Hach�la, quæ erat ex
advérso solitúdinis in via.
David autem habitábat in
desérto; videns autem quod venísset Saul post se in
desértum, misit exploratóres et dédicit quod illuc venísset
certíssime.
Et surréxit David et venit ad locum, ubi erat Saul. Cumque
vidísset locum, in quo dormi�bat Saul et Abner fílius Ner
princeps mil�ti� eius, Saulem dormión.em in carr�gine et
r�liquum vulgus per circúitum eius, ait David ad Ach�melech Hetth�um et Ab�sai fílium S�rvi�
fratrem Ioab dicens: «Quis descéndet mecum ad Saul in
castra?».
Dixítque Ab�sai: «Ego descéndam tecum».
Ven�runt ergo David et Ab�sai ad pópulum nocte et
invenírunt Saul iac�ntem et dormión.em in carr�gine et
hastam fixam in terra ad caput eius, Abner autem et pópulum
dormión.es in circúitu eius.
Dixítque Ab�sai ad David: «Concl�sit Deus hódie inimícum
tuum in manus tuas; nunc ergo perf�diam eum l�ncea in terra
semel, et secóndo opus non erit�.
Et dixit David ad Ab�sai: «Ne interfécias eum; quis enim
ext�ndit manum suam in christum Dómini et �nnocens erit?».
Et dixit David: «Vivit Dóminus quia Dóminus perc�tiet
eum, aut dies eius véniet, ut moriátur, aut in prœlium
descéndens perúbit. Propítius mihi sit Dóminus, ne ext�ndam manum meam in
christum Dómini. Nunc ígitur tolle hastam, quæ est ad caput
eius, et scyphum aquí, et abe�mus». Tulit ergo David hastam et scyphum aquí, qui erat ad
caput Saul, et abi�runt; et non erat quisquam, qui vidéret
et intell�geret et vigil�ret, sed omnes dormi�bant, quia
sopor Dómini irr�erat super eos. Cumque transísset David ex advérso et stetísset in
vértice montis de longe, et esset grande interv�llum inter
eos, clam�vit David ad pópulum et ad Abner fílium Ner dicens:
«Nonne respondébis, Abner?».
Et respóndens Abner ait: «Quis es tu? Clam�sti ad regem».
Et ait David ad Abner: «Numquid non vir tu es? Et quis
Éltus símilis tui in Ísrael? Quare ergo non custod�sti
dóminum tuum regem? Ingréssus est enim unus de turba, ut
interféceret regem dóminum tuum. Non est bonum hoc, quod fecísti. Vivit Dóminus quóniam
fílii mortis estis vos, qui non custod�stis dóminum vestrum,
christum Dómini. Nunc ergo vide, ubi sit hasta regis et ubi
scyphus aquí, qui erat ad caput eius». Cogn�vit autem Saul vocem David et dixit: «Num vox tua
hæc est, fili mi David?». Et ait David: «Vox mea, dómine
mi rex�. Et ait: «Quam ob causam dóminus meus perséquitur servum
suum? Quid feci? Aut quod est in manu mea malum? Nunc ergo audiat, oro, dóminus meus rex verba servi sui:
Si Dóminus �ncitat te advérsum me, odor�tur sacrifícium; si
autem fílii hóminum, maledícti sint in conspéctu Dómini,
quia eiec�runt me hódie, ut non hábitem in hereditáte Dómini
dicéntes: «Vade, servi diis aliónis�. Et nunc non effund�tur sanguis meus in terra longe a
f�cie Dómini; quia egréssus est rex Ísrael, ut qu�rat pólicem
unum, sicut perséquitur quis perd�cem in móntibus».
Et ait Saul: «Peccávi. Revértere, fili mi David;
nequ�quam enim ultra malef�ciam tibi, eo quod pretiósa
fuerit ánima mea in óculis tuis hódie; app�ret quod stulte
�gerim et err�verim multum nimis».
Et respóndens David ait: «Ecce hasta regis; tr�nseat
unus de púeris et tollat eam. Dóminus autem retr�buet unicu�que secóndum iustítiam suam
et fidem; trádidit enim te Dóminus hódie in manu mea, et
n�lui ext�ndere manum meam in christum Dómini. Et sicut magnific�ta est
ánima tua hódie in óculis meis,
sic magnific�tur ánima mea in óculis Dómini, et líberet me
de omni angústia». R/. Amen. |
En
aquellos días:
Los de Zif fueron a Guibeá a decir a Saúl: ««Sabes que
David está escondido en la colina de Jaquil�, frente al
desierto?». SaÉl se puso en marcha con tres mil hombres elegidos de
Israel para buscar a David en el desierto de Zif. Instal�
el campamento en la colina de Jaquil�, frente al desierto,
junto al
camino. David, que estaba en el desierto, se dio cuenta de
que Saúl
venía para perseguirle; envió espías y supo que,
efectivamente, SaÉl había llegado.
Entonces fue al lugar
donde
estaba acampado SaÉl y observ� el sitio donde estaban
acostados
SaÉl y Abner, hijo de Ner, jefe de su ejército. SaÉl estaba
acostado
en el centro del campamento, y la tropa acampada a su
alrededor. David dijo a Ajim�lec, el hitita, y a Abisay, hijo de
Sarvia:
«¿Quién quiere venir conmigo al campamento de Saúl?». Abisay
respondió: «Yo ir� contigo». David y Abisay fueron de
noche
al campamento; SaÉl estaba acostado en el centro del
campamento
y dormía, con su lanza clavada en la tierra, junto a su
cabecera.
Abner y la tropa estaban acostados a su alrededor. Abisay dijo a David: «Hoy ha puesto Dios a tu enemigo en
tus
manos. Perm�teme que le clave en la tierra con su propia
lanza de un
solo golpe; no tendr� que darle otro».
David le contestó:
«¡No
lo mates! Porque �quión puso su mano sobre el ungido del
Señor y
quedó sin castigo?».
Y añadió: «¡Vive el Señor!, que ha
de ser él
quien le hiera, ya le llegue el día de su muerte y muera, ya
baje a la
guerra y caiga. Pero que el Señor aleje de mí el
pensamiento de
poner mi mano en el ungido del Señor. Anda; coge su lanza y
el jarro
de agua, y vámonos».
David tom� de la cabecera de SaÉl la
lanza y el jarro de agua y se fueron. Nadie los vio; nadie
se dio cuenta;
nadie se despert�, pues todos dormían, porque el Señor había
hecho caer sobre ellos un profundo sueño. David pasó al extremo opuesto y se detuvo a lo lejos
sobre la cumbre de la montaña; había entre ellos un gran
trecho. Entonces David grit� a los soldados y a Abner, hijo de
Ner: «¡Abner!, �no respondes?».
Abner respondió: «¿Quén
eres tú para gritar así al rey?».
David contestó a Abner:
«¿No eres tú
un hombre? ¿Quén como tú en Israel? «Entonces por qué no
has
guardado a tu Señor, el rey? Porque uno del pueblo ha ido a
matar al
rey, tu Señor. No está bien lo que has hecho. Vive el
Señor, que
merecéis la muerte por no haber guardado a vuestro Señor, el
ungido del Señor. ¿Dónde está la lanza del rey y el jarro de
agua que
tenía a su cabecera?». Entonces SaÉl reconoció la voz de
David, y dijo: «�Es ésta tu voz, hijo mío, David?». David
respondió: «S�, mi Señor el rey�. Y añadió: «¿Por qué
persigue
mi Señor de este modo a su siervo? ¿qué he hecho yo? ¿qué
hay en
mí de culpable? Y ahora, que el rey, mi Señor, se digne
escuchar
las palabras de su siervo: Si es el Señor quien te excita
contra mí, que
sea aplacado con una ofrenda; pero si son los hombres,
malditos
sean del Señor, pues me echan hoy para que no participe en
la
herencia del Señor, diciendo: �Vete a servir a dioses
extraños�. Que mi sangre no caiga en tierra lejos de la presencia
del Señor.
Porque el rey ha salido a buscar mi vida como se persigue
una perdiz
por los montes». Entonces SaÉl dijo: «He pecado. Vuelve,
hijo mío, David, pues no volverá a hacerte mal, porque mi
vida ha sido hoy preciosa
a tus ojos. He obrado como un insensato y me he engañado
lamentablemente».
David respondió: «Aquí está la lanza
del
rey. Que uno de los jóvenes atraviese y venga a recogerla.
El
Señor retribuir� a cada uno según su justicia y su
fidelidad, porque
el Señor te puso hoy en mis manos y no quise poner mi mano
sobre
el ungido del Señor. Y así como tu vida ha sido hoy de
gran valor a
mis ojos, así también será estimada mi vida a los ojos del
Señor, y él
me librar� de toda angustia».
R/.
Amén. |
Psallendum
/ Salmo de meditación |
Sal 37,22.8.18.20b-21 |
Ne
derel�nquas me, Dómine, Deus meus, ne discísseris a me. |
Señor,
no me abandones; Dios mío, no te quedes lejos. |
V/. Quóniam ánima mea compléta est
illusión.bus, et non est salus in carne mea.
R/. Deus meus, ne discísseris a me.V/. Quóniam ego ad flag�lla parátus
sum, et dolor meus contra me est semper.
R/. Deus meus, ne discísseris a me.
V/. Et multiplicáti sunt qui me
odérunt iniéste, qui retribu�bant mala pro bonis detrahíbant
mihi quóniam sequ�bar iustítiam, et proiec�runt me, diléctum,
tanquam mórtuum abomin�tum.
R/. Deus meus, ne discísseris a me. |
V/.
Las espaldas me arden, no hay en mi cuerpo nada sano.
R/.
Dios mío, no te quedes lejos.V/.
Ya estoy a punto de caer, el dolor no me deja ni un momento.
R/.
Dios mío, no te quedes lejos.
V/.
Muchos son los que me odian sin motivo; me devuelven mal por
bien, me atacan porque siempre busco el bien.
R/.
Dios mío, no te quedes lejos. |
Apostolus
/ Apóstol |
1Jn 5,16-20 |
Epístola Ioánnis
apóstoli prima.
R/. Deo
grátias. |
Primera carta del apóstol Juan.
R/. Demos gracias a
Dios. |
Caríssimi:
Si quis videt fratrem suum peccáre peccátum
non ad mortem, petet, et dabit ei Deus vitam, peccántibus non ad
mortem. Est peccátum ad mortem; non pro illo dico, ut roget. Omnis iniustítia peccátum est, et est peccátum non ad mortem.
Scimus quóniam omnis, qui natus est ex Deo, non peccat, sed
ille, qui génitus est ex Deo, consérvat eum, et Mal�gnus non
tangit eum. Scimus quóniam ex Deo sumus, et mundus totus in Mal�gno
pósitus est. Et scimus quóniam Fílius Dei venit, et dedit nobis sensum, ut
cognosc�mus eum, qui verus est; et sumus in eo, qui verus est,
in Fílio eius Iesu Christo. Hic est qui verus est, Deus et vita
ætérna. R/. Amen. |
Queridísimos:
Si alguno ve a su hermano cometer un pecado que no lleve a la
muerte, rece por Él. y Dios le daré la vida; esto lo digo para
los pecados que no llevan a la muerte. Hay un pecado que lleva a
la muerte; por éste no digo que recen. Toda injusticia es un
pecado, pero hay pecados que no llevan a la muerte.
Sabemos que el que ha nacido de Dios no peca; pero el Hijo de
Dios lo guarda, y el maligno no lo toca. Nosotros sabemos que
somos de Dios, y que todo el mundo está en poder del maligno.
Sabemos también que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado
inteligencia para conocer al Verdadero. Nosotros estamos en el
verdadero, en su Hijo Jesucristo. Él es el verdadero Dios y la
vida eterna. R/.
Amén. |
Evangelium
/ Evangelio |
Jn 11,1-52 |
Léctio Sancti
Evangúlii secóndum Ioánnem.
R/. Glória tibi
Dómine. |
Lectura del Santo
Evangelio según san Juan.
R/. Gloria a ti,
Señor. |
In illo témpore: Erat autem
quidam languens L�zarus a Beth�nia, de cast�llo Maríæ et Marthæ
sor�ris eius. María autem erat, quæ unxit Dóminum ungu�nto et ext�rsit pedes
eius capállis suis, cuius frater L�zarus infirmab�tur. Mis�runt ergo soróres ad eum dicéntes:
«Dómine, ecce, quem
amas, infirm�tur�.
áudiens autem Iesus dixit: «Inf�rmitas hæc non est ad mortem
sed pro glória Dei, ut glorificátur Fílius Dei per eam».
Dilig�bat autem Iesus Martham et sorórem eius et
L�zarum.
Ut ergo audávit quia infirmab�tur, tunc quidem mansit in loco,
in quo erat, du�bus diébus; deánde post hoc dicit discípulis: «E�mus in Iudéam
éterum».
Dicunt ei discípuli: «Rabbi, nunc qu�r�bant te Iudéi
lapid�re, et éterum vadis illuc?».
Respóndit Iesus: «Nonne du�decim horæ sunt di�i? Si quis
ambuláverit in die, non off�ndit, quia lucem huius mundi videt; si quis autem ambuláverit in nocte, off�ndit, quia lux non
est in eo».
Hæc ait et post hoc dicit eis: «L�zarus amícus noster
dormit, sed vado, ut a somno exs�scitem eum».
Dixérunt ergo ei discípuli: «Dómine, si dormit, salvus erit�. D�xerat autem Iesus de morte eius, illi autem putav�runt quia
de dormitióne somni dóceret.
Tunc ergo dixit eis Iesus maniféste: «L�zarus mórtuus est, et gáudeo propter vos, ut cred�tis, quóniam non eram ibi; sed
e�mus ad eum».
Dixit ergo Thomas, qui d�citur D�dymus, ad condiscípulos:
�E�mus et nos, ut mori�mur cum eo».
Venit ítaque Iesus et invénit eum quáttuor dies iam in
monum�nto habóntem. Erat autem Beth�nia iuxta Hieros�lymam quasi st�diis
qu�ndecim. Multi autem ex Iudéis vénerant ad Martham et Maríam, ut
consolar�.tur eas de fratre.
Martha ergo ut audávit quia Iesus venit, occúrrit illi; María
autem domi sedébat. Dixit ergo Martha ad Iesum: «Dómine, si fuísses hic, frater
meus non esset mórtuus. Sed et nunc scio quia, qu�c�mque popésceris
a Deo, dabit tibi Deus».
Dicit illi Iesus: «Res�rget frater tuus».
Dicit ei Martha: «Scio quia res�rget in resurrectióne in
novíssimo die».
Dixit ei Iesus: «Ego sum resurréctio et vita. Qui credit in
me, etsi mórtuus fúerit, vivet; et omnis, qui vivit et credit in me, non moriátur in ætérnum.
Credis hoc?».
Ait illi: «útique, Dómine; ego crédidi quia tu es Christus
Fílius Dei, qui in mundum venísti�.
Et cum hæc dixísset, �biit et vocávit Maríam sorórem suam
sil�ntio dicens: «Magíster adest et vocat te». Illa autem ut audávit, surréxit cito et venit ad eum; nondum enim vénerat Iesus in cast�llum, sed erat adhuc in
illo loco, ubi occúrrerat ei Martha. Iudéi ígitur, qui erant cum ea in domo et consolabántur eam,
cum vidíssent Maríam quia cito surréxit et �xiit, sec�ti sunt
eam putóntes: «Vadit ad monum�ntum, ut ploret�.
María ergo, cum venísset ubi erat Iesus, videns eum cœcidit
ad pedes eius dicens ei: «Dómine, si fuísses hic, non esset
mórtuus frater meus».
Iesus ergo, ut vidit eam plor�ntem et Iudéos, qui vénerant
cum ea, plor�ntes, fr�muit spíritu et turb�vit se�psum et dixit:
«Ubi posuístis eum?».
Dicunt ei: «Dómine, veni
et vide». Lacrimátus est Iesus. Dicébant ergo Iudéi: «Ecce quómodo am�bat
eum». Quidam autem dixérunt ex ipsis: «Non péterat hic, qui
apéruit óculos cœci, f�cere, ut et hic non morer�tur?».
Iesus ergo rursum fremens in semet�pso, venit ad monum�ntum;
erat autem spel�nca, et lapis superpósitus erat ei.
Ait Iesus: «T�llite lápidem».
Dicit ei Martha, soror eius,
qui mórtuus fúerat: «Dómine, iam f�tet; quatridu�nus
enim está.
Dicit ei Iesus: «Nonne dixi tibi quóniam, si credéderis,
vidébis glóriam Dei?».
tulérunt ergo lápidem. Iesus autem, elev�tis sursum
óculis,
dixit: «Pater, grátias ago tibi quóniam aud�sti me. Ego autem sci�bam quia semper me audis, sed propter pópulum,
qui circ�mstat, dixi, ut credant quia tu me mis�sti�.
Et hæc cum dixísset, voce magna clam�vit:
�L�zare, veni foras».
Pr�diit, qui fúerat mórtuus, ligátus pedes et manus
�nstitis;
et f�cies eius sud�rio erat lig�ta. Dicit Iesus eis: «S�lvite
eum et s�nite eum ab�re».
Multi ergo ex Iudéis, qui vénerant ad Maríam et víderant, quæ
fecit, credidérunt in eum; quidam autem ex ipsis abi�runt ad pharis�os et dixérunt eis,
quæ fecit Iesus.
Colleg�runt ergo pontífices et pharis�os conc�lium et
dicébant: «Quid f�cimus, quia hic homo multa signa facit? Si dim�ttimus eum sic, omnes credent in eum, et vénient
Románi et tollent nostrum et locum et gentem».
Unus autem ex ipsis, Cáiphas, cum esset póntifex anni illíus,
dixit eis: «Vos nescátis quidquam nec cogitátis quia �xpedit vobis, ut unus moriátur homo pro
pópulo, et non tota gens p�reat�.
Hoc autem a semet�pso non dixit; sed, cum esset póntifex anni
illíus, prophet�vit quia Iesus morit�rus erat pro gente et non tantum pro gente, sed et ut
fílios Dei, qui erant
disp�rsi, congreg�ret in unum.
R/. Amen.
|
En
aquel tiempo: Había un enfermo, Lázaro, de Betania, el
pueblecito de María y de su hermana Marta. María era la que
ungió con perfume al Señor y le enjugó los pies con sus
cabellos; su hermano estaba enfermo. Las hermanas mandaron a
decir al Señor: «Tu amigo está enfermo».
Jesús, al enterarse, dijo: «Esta enfermedad no es de muerte,
sino para que resplandezca la gloria de Dios y la gloria del
hijo de Dios».
Jesús era muy amigo de Marta, de su hermana y de Lázaro.
Y aunque supo que estaba enfermo, se entretuvo aún dos días
donde estaba. Sólo entonces dijo a sus discípulos: «Vamos otra
vez a Judea».
Los discípulos le dijeron: «Maestro, hace poco querían
apedrearte los judíos, �y vas a volver allí?».
Jesús contestó: «?No tiene doce horas el día? Si uno anda de
día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero si uno
anda de noche, tropieza, porque le falta la luz�.
Dijo esto, y añadió: «Lázaro, nuestro amigo, duerme; pero voy
a despertarlo».
Los discípulos le dijeron: «Señor, si duerme, se recuperará.
Pero Jesús hablaba de su muerte, y ellos creyeron que hablaba
del reposo del sueño.
Entonces Jesús les dijo claramente: «Lázaro ha muerto; y me
alegro por vosotros de no haber estado allí, para que creáis.
Vamos a verlo».
Entonces Tomás, llamado el Mellizo, dijo a sus compañeros:
«Vamos también nosotros a morir con Él..
A su llegada, Jesús se encontr� con que hacía cuatro días que
Lázaro estaba muerto. Betania distaba de Jerusalén unos tres
kilómetros, y muchos judíos habían ido a casa de Marta y María
para consolarlas.
Así que oyó Marta que llegaba Jesús, salió a su encuentro,
mientras que María se quedó en casa. Marta dijo a
Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habráa muerto mi
hermano. Pero yo sé que Dios te conceder� todo lo que le pidas».
Jesús le dijo: «Tu hermano resucitar�.
Marta le respondió: «Sé que resucitar� cuando la
resurrección, el último día».
Jesús le dijo: «Yo soy la resurrección y la vida. El que cree
en mí, aunque muera, vivir�. Y todo el que vive y cree en mí no
morirá para siempre.
«Crees esto?».
Le contestó: «S�, Señor, yo creo que tú eres el mesías, el
hijo de Dios que tenía que venir al mundo».
Dicho esto, fue a llamar a María, su hermana, y le dijo al
oído: «El Maestro está ahí y te llama». Ella, así que lo oyó, se
levant� rápidamente y salió al encuentro de Jesús. Jesús aún
no había entrado en el pueblo; estaba todavía en el sitio donde
lo había encontrado Marta. Los judíos que estaban en casa de
María y la consolaban, al verla levantarse y salir tan aprisa,
la siguieron, creyendo que iba al sepulcro a llorar.
Cuando María llegó donde estaba Jesús, al verlo, se ech� a
sus pies, diciendo: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano
no habráa muerto».
Jesús, al verla llorar y que los judíos que la acompañaban
también lloraban, se estremeció y, profundamente emocionado,
dijo: «¿Dónde lo habéis puesto?».
Le contestaron: «Ven a verlo, Señor». Jesús se ech� a llorar,
por lo que los judíos decían: «Mirad cuánto lo quer�a». Pero
algunos dijeron: «éste, que abrió los ojos al ciego, �no pudo
impedir que Lázaro muriese?».
Jesús se estremeció profundamente otra vez al llegar al
sepulcro, que era una cueva con una gran piedra puesta en la
entrada.
Jesús dijo: «Quitad la piedra».
Marta, la hermana del difunto, le dijo: «Señor, ya huele,
pues lleva cuatro díasí.
Jesús le respondió: «?No te he dicho que, si crees, verás la
gloria de Dios?».
Entonces quitaron la piedra. Jesús levant� los ojos al cielo
y dijo: «Padre, te doy gracias porque me has
escuchado. Yo bien sabía que siempre me escuchas; pero lo he
dicho por la gente que me rodea, para que crean que tú me has
enviado».
Y dicho esto, grit� muy fuerte: «�Lázaro, sal fuera!».
Y el muerto salió atado de pies y manos con vendas, y
envuelta la cara en un sudario. Jesús les dijo: «Desatadlo y
dejadlo andar�.
Muchos de los judíos que habían venido a casa de María y
vieron lo que hizo creyeron en Él. Pero algunos se fueron a los
fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús.
Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron el consejo y
decían: «¡qué hacemos? Este hombre hace muchos milagros. Si lo
dejamos, creerán en Él todos y vendrán los romanos y destruir�.
nuestro templo y nuestra nación».
Uno de ellos, Caifás, que era el sumo sacerdote aquel año,
les dijo: «Vosotros no sabéis nada; no os dais cuenta de
que nos conviene que muera un solo hombre por el pueblo antes
que perezca la nación entera».
Esto no lo dijo por propia iniciativa, sino que, como era el
sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús debía morir por la
nación. y no sólo por la nación, sino también para reunir a los
hijos de Dios dispersos. R/.
Amén. |
Laudes |
Annus primus /
Año I |
Sal 139,2-5a |
Eripe
me, Dómine, ab hómine malo; a viro in�quo líbera me. |
L�brame,
Señor, de los criminales, gu�rdame de los hombres que ejercen la
violencia. |
V/.
Qui cogitav�runt malítias in corde suo, tota die constituæbant prœlia.
R/.
A viro in�quo líbera me.V/.
Acu�runt linguas suas sicut serpéntes, venénum áspidum sub l�biis
e�rum.
R/.
A viro in�quo líbera me.
V/.
Custódi me, Dómine, de manu peccatóris; ab homínibus in�quis
líbera me.
R/.
A viro in�quo líbera me. |
V/. De los que en su corazón urden la maldad y provocan
peleas todos los días.
R/. Gu�rdame de los hombres que ejercen la violencia.
V/. Aguzan su lengua como las serpientes, veneno de víbora
tienen en sus labios.
R/. Gu�rdame de los hombres que ejercen la violencia.
V/. Líbrame, Señor, de las
manos de los criminales, gu�rdame de los hombres que ejercen la
violencia.
R/. Gu�rdame de los hombres que ejercen la violencia. |
Laudes |
Annus secundus /
Año II |
Sal 108,30;
34,18; 108,31 |
Confit�bor
Dómino nimis in ore meo, in médio mult�rum laud�bo eum. |
Yo
con mi boca daré gracias al Señor, lo alabaré ante las multitudes. |
V/.
Confit�bor illi in ecclésia magna, in pópulo gravi laud�bo eum.
R/.
In médio mult�rum laud�bo eum.V/.
Quóniam �stitit a dextris páuperum ut salvam f�ceret a
persequ�ntibus ánimam meam.
R/.
In médio mult�rum laud�bo eum. |
V/. Yo te daré gracias en la gran asamblea, te alabaré ante
el pueblo entero.
R/. Lo alabará ante las multitudes.
V/. Porque Él se pone a la derecha del pobre para salvarlo
de los jueces.
R/. Lo alabará ante las multitudes. |
Sacrificium
/ Canto del Ofertorio |
Lev 23,4-6.40.3 |
Isti
sunt dies quos debótis custod�re temp�ribus suis; quartad�cima
die ad vésperum Pascha Dómini est et in quintad�cima
sollemnitátem celebrábitis altíssimo Deo vestro. |
�stas son las
fiestas, a las que convocaréis en las fechas establecidas. El
día catorce del primer mes, al atardecer, es la Pascua del
Señor, y el día quince del mismo mes celebraréis la fiesta en
presencia del Señor, vuestro Dios. |
V/. Locátus est
Móyses fíliis Ísrael dicens: «In
die oct�vo ventúro s�mite vobis ramos palm�rum et exsult�te in
conspéctu Dómini, et secóndum legem quam vobis præc�pi�.
R/.
Sollemnitátem celebrábitis altíssimo Deo vestro.V/.
Hæc dicit Dóminus: «Erit
vobis sábbatum memor�bile, et vocábitur sanctum, et offer�tis ad
vésperum holocaust�mata quia in die illa propitiátur vobis
salv�tor vester et in ómnibus generatiónebus».
R/.
Sollemnitátem celebrábitis altíssimo Deo vestro. |
V/. Habl� Moisés a
los hijos de Israel y les dijo: «El
primer día tomaréis ramos de palmeras y os regocijaréis en
presencia del Señor, según os manda la ley�.
R/. Celebraréis la
fiesta en presencia del Señor, vuestro Dios.V/. Así dice el
Señor:
«el sábado es día de asamblea santa;
ofrecer�is holocaustos al atardecer porque es el día del perdón
para vosotros y todas vuestras generaciones».
R/. Celebraréis la
fiesta en presencia del Señor, vuestro Dios. |
Oratio Admonitionis
/ Monición
sacerdotal |
Ecce audávimus, dilectíssimi
fratres, verba domínicæ
lectiónis. �vide percipi�mus illa in præc�rdiis nostris,
quia quídam sunt in ea figuríliter intellig�nda de nobis.
L�zarum �tenim, quem suscitátum a Dómino ex mórtuis sanctum
nobis Evangúlium recens�vit, nos sumus omnes c�no volupt´tum et
mis�ri� ita sordóntes.
Qui dum peccátis origin�libus
aggrav�mur ali�sque quod ipsi pati n�lumus impert�mur, legem
quoque priscam atque Evangúlium contemn�ndo
trascéndimus: própria nos voluntáte, quatridu�nos in delécti
sepultóram dei�cimus, quat�rnis diébus quod�mmodo reténti in
monum�nto sub morte, quasi quat�rna divin�rum legum dev�cti
transgressión..
Quid ergo nobis ag�ndum est, dilectíssimi fratres,
nisi ut cred�mus illum qui Martham et Maríam de
resurrectióne l�tific�vit frat�rna: ut ille nos �ximat a
t�muli dimersión. obn�xia, et voce sua, ut L�zarum, �ttrahat
ad sup�rna.
R/. Amen.
|
Acabamos de escuchar las
palabras de la lectura dominical, hermanos queridos.
Acoj�moslas ávidamente en nuestros corazones, ya que en esa
lectura hay algo que debe ser entendido simbólicamente de
nosotros mismos. Pues ese Lázaro, que nos ha descrito el
santo Evangelio resucitado por el Señor de entre los
muertos, somos todos nosotros sucios con el cieno de
voluptuosidades y miseria.
Los que, bajo el peso del pecado original y haciendo
partícipes a otros de lo que nosotros no queremos soportar,
pasamos por alto, despreciéndolo, el mandamiento antiguo y
hasta el Evangelio; y nos arrojamos voluntariamente a la
sepultura del pecado como muertos de cuatro días, retenidos
por la muerte en la tumba de algún modo hasta el cuarto día,
igual que si fuéramos dominados por una cuádruple
transgresión de las leyes divinas.
¿qué habremos de hacer por tanto, queridos hermanos, sino
creer en aquÉl que alegr� a Marta y María con la
resurrección del hermano, para que Él nos libere de la fatal
permanencia en el sepulcro y, como a Lázaro, nos levante con
su voz hacia arriba?
R/. Amén. |
Per misericórdiam ipsíus
Christi Dei nostri, qui cum Patre et Spíritu Sancto, unus
Deus, vivit et regnat in sæcula sæculórum.
R/. Amen.
|
Por la misericordia del mismo Cristo, Dios
nuestro, que con el Padre y el Espíritu Santo, un solo Dios
vive y reina por los siglos de los siglos.
R/.
Amén. |
Alia / Oración entre los
Dípticos |
Oppitul�re, Iesu, précibus supplic�ntium, et fletus lug�ntium
verte in gáudium. Ipsi �tenim ad te Dómine, cum Martha
clam�mus, ut adsis nobis præséntia deitátis, ne
umquam decid�mus sub press�ra damnatiónis.
Iam solve nostrærum pedum ligaménta facónorum: ut et
manus nostræ resol�t� restátuant tibi sacrifícium laudis, et
os nostrum, in decantúndo tibi, non obstru�tur sud�rio
adversitátis.
R/. Amen.
|
Acoge, Señor,
las preces de los que te suplican, y convierte en gozo el
llanto de los que sollozan. Somos nosotros, Señor, que con
Marta nos dirigimos a ti para pedirte que no nos falte nunca
tu divina presencia, y no tengamos que soportar el peso de
la condena.
Suelta ya nuestros pies de las ligaduras del pecado y que
nuestras manos te rindan el sacrificio de alabanza, y
nuestra boca, al cantarte, no quede tapada con el sudario de
la adversidad.
R/. Amén. |
Per
misericórdiam tuam, Deus noster, in cuius
conspéctu sanctórum apostolórum et
mártyrum, confessórum atque vírginum
nómina recitántur.
R/. Amen.
|
Por tu misericordia, Dios nuestro, en cuya
presencia recitamos los nombres de los santos Apóstoles y
Mártires, Confesores y Vírgenes.
R/. Amén. |
Post Nomina
/ Oración
después de los Dípticos |
Christe Iesu, qui es resurréctio mortuærum et vita,
ómnibus
nobis subvéniat misericórdia tua: et sicut in occ�ltis
consíliis tuis, L�zarum quatridu�num
revocásti ad vitam, ita quoque miseratiónebus consuétis, et
vivis morum correctiónem attr�buas post ru�nam; et defúnctis
ætérn� mansiónis gáudia indef�ssa.
R/. Amen.
|
Oh Cristo
Jesús, que eres la resurrección y la vida de los muertos,
que tu misericordia nos asista a todos; y como tú en tus
arcanos consejos, hiciste que volviera a la vida Lázaro,
muerto cuatro días, así también con tu misericordia
acostumbrada concedas a los vivos la corrección de
costumbres después de las caídas y a los difuntos los
interminables gozos de la eterna morada.
R/. Amén. |
Quia tu es vita vivórum,
sánitas infirmórum ac r�quies ómnium fidélium defunctórum in
ætérna sæcula sæculórum.
R/. Amen.
|
Porque tú eres la vida de los que viven, la
salud de los enfermos, y el descanso de todos los fieles
difuntos por todos los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Ad Pacem
/ Oración
de la Paz |
O virtus et ref�gium spei, Salvátor noster
Christe, Fílius Dei vivi, qui véniens ad L�zarum suscit�ndum,
spíritu fremis, l�crimas prod�cis, in te ipso quoque turb�ris:
da nobis, ut ad evad�ndos l�queos pernici�s� deceptiónis,
fr�mitum det in nobis spíritus tuæ dulcédinis.
Lacrim�mus
in nobis et efféctum a te optabíliter capi�mus. Turb�mur
quoque a te pro te: et ita nos in compunctiónis et pacis
unión. conn�cti, ut per eam pacem quæ tu es, vide�mus te in
glória, veni�mus ad præmia reprom�ssa, et laud�mus cum
Lázaro Maiestátem tuam.
R/. Amen.
|
Fuerza y refugio de la
esperanza, Salvador nuestro Jesucristo, Hijo de Dios vivo,
que cuando vas a resucitar a Lázaro sollozas, viertes
lágrimas y te emocionas, concédenos que para evitar las
trampas del maligno engañador solloce en nosotros el
espíritu de tu dulzura.
Lloremos en nuestro interior para alcanzar de ti el
resultado que deseamos. No nos dejes reposar, para que te
alcancemos. Y de tal manera quedemos unidos en la compunción
y en la paz que por la misma paz, que eres tú, te veamos en
la gloria, alcancemos los premios tantas veces prometidos y
alabemos con Lázaro tu Majestad.
R/. Amén. |
Per te, qui es
vera pax nostra et perpétua cáritas, Deus noster, et regnas in sæcula sæculórum.
R/. Amen.
|
Por ti, Dios
nuestro, que eres la paz verdadera y la caridad perpetua y
reinas por los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Illatio / Acción de
gracias |
Dignum
et iustum est, nos tibi semper grátias ágere, Dómine sancte
Pater, ætérne omnípotens Deus, per Iesum Christum Fílium tuum
Dóminum nostrum.
Ille �tenim discípulos ut per diem
ambul�rent inst�tuit, ac duoden�rias horas esse di�i sub
sacraménto præd�xit. Vere illum crédimus esse diem a quo
illumin�tæ sunt hor�. Nam cum dies noster, Iesus Christus,
natus est mundo per susc�ptam humanitátem: ex tunc
c�p�runt horæ, id est dies, suo
Dómino nostro �ptius coh�r�re, et illumin�tæ sunt horæ ab incre�ta
Fílii luce.
Ob hoc, Iesu
bone, per te qui dies et l�cifer verus es, intro�re ad Patrem
qu�rimus. Non nos pati�ris off�ndere; sed fac nos coram
Patre tuo, sicut promis�sti, ætérnæ vitæ p�scua inveníre: ut
ap�riens nobis ómnibus ión.am venión.i ad te, vide�mus
f�ciem tuam in ætérna exsultatióne, et cantúmus tibi, cum
omni mil�tia Angelórum, cánticum redemptiónis nostræ,
proclamántes atque dicéntes: |
Es digno y
justo que te demos siempre gracias, Señor Padre santo,
eterno y omnipotente Dios, por Jesucristo tu Hijo Señor
nuestro. Porque Él mandí que los discípulos caminasen
durante el día y anunció de forma misteriosa que las horas
del día eran doce. En verdad, creemos que es Él el día por
el que han sido iluminadas las horas. Pues, cuando nuestro
día Jesucristo nació en el mundo por la humanidad asumida,
entonces comenzaron las horas, es decir, las jornadas a
estar unidas más propiamente a su Señor y nuestro, y las
horas fueron iluminadas por la luz increada del Hijo.
Por eso, buen Jesús, buscamos entrar hasta el Padre por
ti, que eres día y lucero verdadero. No permitas que
tropecemos, sino haznos encontrar el pasto de la vida eterna
junto a tu Padre, como nos prometiste, de modo que,
abriéndonos a todos la puerta del acceso hasta ti,
contemplemos tu rostro en la felicidad eterna y te cantemos
con toda la milicia angélica el cántico de nuestra
redención, proclamando y diciendo: |
Post Sanctus / Oración
después del Sanctus |
Vere
sanctus, vere benedíctus atque gloriósus
Dóminus noster Iesus Christus Fílius tuus: cuius nos grátia
liberávit a p�ndere legis, et fecit fílios esse adoptiónis; qui ad suscit�ndum véniens L�zarum, t�llite lápidem clamat, ut
press�ram auf�rret ab eo damnatiónis, quem iam f�tidum
reddéderat horr�nda �ctio sepulchr�lis. T�llite ab eo, ait
Iesus,
pondus legis, quod eum d�primit in morte, ut succ�rrat illi
grátia vocis me». Gr�tia quippe Dei est, cum vocem eius
audávimus, ut cum Lázaro rectis Iesum gréssibus assequ�mur.
Christus Dóminus ac Redémptor ætérnus. |
Verdaderamente
santo, verdaderamente bendito y glorioso es nuestro Señor
Jesucristo, Hijo tuyo, cuya gracia nos ha librado del peso de la
ley, y nos ha hecho hijos adoptivos de Dios. El cual, yendo a
resucitar a Lázaro gritó: «Quitad
la piedra», para que rápidamente se
liberara de la corrupción ya que por la acción horrible de la
sepultura comenzaba a oler ya f�tidamente.
Quitad de Él. dice Jesús, el
peso de la ley que le amenaza de muerte, para que le socorra la
voz de mi gracia. En efecto, es la gracia de Dios, cuando oímos
su voz, pues, justamente con Lázaro, erguidos, podemos ir al
encuentro de Jesús.
Cristo Señor y Redentor eterno. |
Post
Pridie / Invocación |
Dómine Iesu Christe,
Unigénite Fílius Dei Patris; qui L�zarum suscitat�rus,
elev�tis sursum óculis, Patri tuo grátias agis: præsta nobis
fámulis tuis, ut eo fr�mitu spíritus, quo illum suscit�sti
ad vitam, ea quoque modificatióne dign�ris hæc obláta tibi
sanctificáre lib�mina.
Ut percipión.es grátiam córporis et sánguinis tui in
visc�ribus nostris, habeámus partem tecum in sæculis
sempitérnis.
R/. Amen.
|
Oh, Señor
Jesús, Hijo Unigénito de Dios Padre, el cual al resucitar a
Lázaro, elevaste los ojos a tu Padre, dándole gracias,
ay�danos a nosotros tus siervos, para que con la fuerza del
espíritu con que devolviste la vida a Lázaro, te dignes
también a transformar y santificar esta ofrenda que te
presentamos, para que recibiendo la gracia de tu cuerpo y
sangre en nuestras entrañas, tengamos parte contigo en los
siglos sempiternos.
R/. Amén. |
Te præstánte, Christe Deus
noster, qui es redímptio animárum nostrærum et r�quies
ómnium fidélium defunctórum, qui regnas cum Deo Patre et cum
Spíritu Sancto in sæcula sæculórum.
R/. Amen. |
Concédelo, Cristo Dios nuestro, tú que eres
la redención de nuestras almas y el descanso de todos los
fieles difuntos y reinas con Dios Padre y con el Espíritu
Santo por los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Cantus
ad Confractionem / Canto de la Fracción |
Sal 32,22; 33,16 |
Fiat
misericórdia tua, Dómine, super nos, sicut sperúvimus in te. |
Que tu amor, Señor,
venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti. |
V/. �culi tui,
Dómine, super nos et aures tuæ in précibus nostris.
R/. Sicut sperúvimus in te. |
V/. El Señor mira por los que practican
la justicia, sus oídos atienden a sus gritos.
R/. Como lo esperamos de ti. |
Hic cantus dicitur cotidie
usque ad finem Quadragesimam, id est, usque ad
quartam feriam in hebdomada maior. |
Este
canto se dice diariamente hasta el fin de la Cuaresma, esto es, hasta
el miércoles santo. |
Ad
Orationem Dominicam / Introducción al Padre
nuestro |
O
Iesu bone, am�bilis et admirábilis auctor, súscipe
sacrifícium serv�rum tuærum.
Et qui præstitísti Lázaro, ut áudiens vocem tuam
s�rgeret a sepúlcro, præsta nobis, ut te audítu capión.es
intérno, resurg�mus per grátiam a próprio sc�leris nostri
prof�ndo.
Quo vocem piæ oratiónis, qua nos Patrem exoráre
docuísti in terris, sicut eam nunc coram te fidéliter
promps�rimus, ita quoque efféctum ipsíus petitiónis a te
percepísse gratul�mur, quo iub�nte d�cimus: |
Buen Jesús,
creador amable y admirable, acepta el sacrificio de tus
siervos.
Tú que concediste a Lázaro que saliera del sepulcro al
oír tu voz, concédenos que al o�rte con nuestro oído
interior, nos levantemos por tu gracia de la hondura de
nuestro propio pecado.
Así, el sonido de la piadosa oración con que nos
enseñaste a orar al Padre desde esta tierra y ahora
pronunciamos en tu presencia con toda fidelidad, nos haga
experimentar la alegría de sentir cómo nos otorgas lo que
por tu indicación hemos pedido: |
Benedictio /
Bendición |
Christus
Iesus
Fílius Dei, qui mórtuum L�zarum vitæ r�ddidit præstinæ, ipse vos
novæ vitæ sanctificatióne perléstret.
R/. Amen. |
Cristo Jesús, Hijo
de Dios, que devolvió a Lázaro muerto la vida que antes tenía,
os ilumine con la santidad de una vida nueva.
R/. Amén. |
Et qui illum, sol�tis m�nuum ac
pedum n�xibus, ab�re præc�pit, ipse, vestrórum c�mpedum resol�to
lig�mine, rectis vos semper f�ciat s�mitis ambul�re.
R/. Amen. |
El que le mandí andar una vez libre de las
ataduras de pies y manos, os haga andar siempre por sendas de
justicia sin que nada sujete vuestros pies.
R/. Amén. |
Quique per tant� rei mir�.ulum,
manif�stam fecit pópulis glóriam suam: ipse vos introd�cat ad
gáudia sempitérna.
R/. Amen.
|
El que con milagro de tal entidad manifestá su
gloria a las naciones, os lleve a vosotros a los gozos que no se
acaban.
R/. Amén. |
Per grátiam pietátis suæ qui
est benedíctus in sæcula
sæculórum.
R/. Amen. |
Por gracia de su piedad que es bendito por los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Cantus
ad Accedentes / Canto de Comunión |
Jn 6,59a; 4,14; 6,57.63;
7,18; 6,39; 3,21.35-36a; 6,35b.37-38 (2) |
Amen dico
vobis: ego sum panis vitæ qui de cœlo descéndi, si quis ex ipso
manducáverit non moriátur in ætérnum; et qui bíberit ex aqua
quam ego dabo ei, non s�tiet unquam, sed fiet in eo fons aquæ
salión.is in vitam ætérnam. |
Os
digo todo esto: yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma
de este pan vivir� eternamente; el que beba del agua que yo le
daré no tendr� sed jamás; más aun, el agua que yo le daré será
en Él manantial que salta hasta la vida eterna. |
V/. Sicut
misit me vivens Pater et ego vivo propter Patrem, et qui
mandícat me, ipse vivet propter me.
R/. In eo fons
aquæ salión.is in vitam ætérnam.V/. Spíritus
est qui vivíficat, caro non prodest quidquam. Verba quæ ego
locútus sum vobis spíritus et vita sunt.
R/. In vitam
ætérnam.
V/. Qui a
semet�pso lóquitur glóriam própriam qu�rit, qui autem qu�rit
glóriam eius, hic verax est et iniustítia in illo non est.
V/. Hæc est
enim volóntas eius qui misit me Patris, ut omne quod dedit mihi
non perdam ex eo sed resucitóbo eum novíssimo die.
R/. In vitam
ætérnam.
V/. Qui facit
veritátem venit ad lucem ut manifestántur ópera eius, quia in
Deo sunt facta.
V/. Pater
déligit Fílium et ómnia dedit in manu eius. Qui credit in Fílium
habet vitam ætérnam.
V/. Ego sum
panis vitæ, qui venit ad me non es�riet et qui credit in me non
s�tiet unquam.
R/. Sed fiet
in eo fons aquæ salión.is in vitam ætérnam.
V/. Omne quod
dat mihi Pater, ad me véniet, et eum qui venit ad me non ei�ciam
foras, quia descéndi de cœlo non ut f�ciam voluntátem meam, sed
voluntátem eius qui misit me.
R/. In vitam
ætérnam. |
V/. Como el Padre que me ha enviado vive
y yo vivo por el Padre, así el que me coma vivir� por mí.
R/. Será en Él manantial que salta hasta
la vida eterna.V/. El espíritu es el que da vida. La
carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son
espíritu y vida.
R/. Hasta la vida eterna.
V/. El que habla por su propia cuenta
busca su propio honor; pero el que busca el honor del que lo ha
enviado es veraz, y en Él no hay injusticia.
V/. Esta es la voluntad del que me ha
enviado, que yo no pierda a ninguno de los que Él me ha dado,
sino que los resucite en el último día.
R/. Hasta la vida eterna.
V/. El que practica la verdad va a la
luz, para que se vean sus obras, que están hechas como Dios
quiere.
V/. El Padre ama al Hijo y ha puesto en
sus manos todas las cosas. El que cree en el Hijo tiene vida
eterna.
V/. Yo soy el pan de la vida. El que
viene a mí no tendr� hambre, y el que cree en mí no tendr� sed
jamás.
R/. Será en Él manantial que salta hasta
la vida eterna.
V/. Todos los que el Padre me da vendrán
a mí. Al que viene a mí no lo rechazo, pues he bajado del cielo
no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha
enviado.
R/. Hasta la vida eterna. |
Completuria
/ Oración
conclusiva |
Reple, Dómine, cor nostrum lætítia, qui
nobis dare dignátus es sacri córporis tui Eucharistíam; ut
qui esc�rum perceptióne refécimur, spirituælibus benefíciis
adimpl�ri felíciter mere�mur.
R/. Amen.
|
Colma, Señor, de alegría
nuestros corazones, ya que te has dignado darnos la
Eucaristía de tu sagrado Cuerpo; de forma que así como somos
reconfortados por la recepción de los alimentos, merezcamos
también saciarnos de felicidad con tus dones espirituales.
R/. Amén. |
Per grátiam pietátis tuæ, Deus noster,
qui vivis et cuncta dominóris in sæcula sæculórum.
R/. Amen.
|
Por la dignación de tu
misericordia, Dios nuestro, que vives y lo Señoreas todo por
los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
1. Las
partes variables de la misa que aquí se exponen (textos
eucológicos, cantos y lecturas) junto al Ordinario (Liber Offerentium
u Oferencio)
permiten componer la misa completa. Los textos latinos
son los oficiales y están tomados del Missale
Hispano-Mozarabicum I (pp. 270-276) y del Liber Commicus I (pp.
188-193).
Los textos bíblicos en español están tomados de La
Santa Biblia, edición San Pablo.
Para la traducción
de las oraciones oratio admonitionis, post nomina e
illatio recurrimos a
la versión castellana de Colomina Torner, Jaime, La Fe de nuestros
padres. Temas de fe y vida cristiana en la misa hispanomozárabe,
Instituto de Estudios Visigótico Mozárabe, Toledo 2000, pp. 136, 146, y 59
respectivamente, para las oraciones post sanctus y post pridie
Moldovan, Teofil, Relación entre anáfora y lecturas bíblicas en la
Cuaresma dominical hispánico-mozárabe, Publicaciones Universidad
Pontificia de Salamanca, Salamanca 1992, pp. 157-158. Alia, ad
pacen, ad orationem Dominicam y benedictio tomadas de
http://www.lexorandies.blogspot.com.es/2013/03/domingo-v-de-cuaresma.html
(17/03/2013). Oración completuria del Oferencio.
(Se
recuerda que hasta la fecha no existe misal oficial en español).
2. El
Misal indica Jn 6,59a, pero en La
Santa Biblia, edición San Pablo se corresponde con
Jn 6,51a.
|