La Ermita. Rito hispano-mozárabe

TEXTOS LITÚRGICOS

RITO HISPANO-MOZÁRABE

Textos propios de la Misa del V Domingo de Cuaresma

 

Misa en Rito Hispano-Mozárabe

TEMPUS QUADRAGESIMæ
In quinto Dóminico Quadragesimæ, missa de Lazaro dicenda

Quinto Domingo de Cuaresma. Misa de Lázaro (1)

Domingo V de Cuaresma. ("La resurrección de Lázaro". Fernando Gallego, 1480-1488. Retablo de la Catedral de Ciudad Rodrigo. Museo de Arte de la Universidad de Arizona, Tucson)
 

En las misas feriales de todo el año y también en los domingos de Cuaresma (excepto en el primero), se omiten el «Prælegendum� y el  «Gloria a Dios en el cielo� y su oración. después de besar el altar, y llegado a la sede, el sacerdote saluda al pueblo, y a continuación se lee la primera lectura. (Ver Oferencio, Ritos Iniciales).


LITURGIA VERBI / LITURGIA DE LA PALABRA

Lectio sapientialis / Lectura sapiencial Eclo 47,24-29; 48,21-23a; 47,31b
Léctio libri Ecclesiástici.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del Eclesiástico.
R/. Demos gracias a Dios.
Fili: Deus non derel�nquet misericórdiam suam et non corr�mpet, nec del�bit verba sua, neque perdet a stirpe nep�tes elécti sui et semen eius, qui déligit Dóminum, non corr�mpet.
Dedit autem r�liquum Iacob et David de ipso stirpem.
Et finem hábuit S�lomon cum pátribus suis et derelóquit post se de sémine suo gentis stult�tiam et immin�tum prud�ntia, R�boam, qui avértit gentem consílio suo.
Et Ier�boam fílius Nabat, qui peccáre fecit Ísrael et dedit viam peccándi �phraim; et plúrima redundav�runt peccáta ips�rum valde.

Tunc mota sunt corda et manus ips�rum, et dolu�runt quasi parturión.es muláeres et invocav�runt Dóminum misericórdem et expand�ntes manus suas extulérunt ad eum, et Sanctus audávit cito vocem ips�rum.
Non est commemorátus peccatórum illórum, neque dedit illos in�micis suis, usque dum perveníret super illos vind�cta.

R/. Amen.

Hijo: el Señor no olvidar� su promesa, ni borrar� ninguna de sus palabras, ni negar� la posteridad a su elegido, ni extirpará la descendencia del que fue su amado.
Dio a Jacob un resto, y a David un renuevo salido de Él.
Salomón descans� con sus padres, dejando tras Él uno de su linaje, Roboán, el más loco del pueblo, pobre de inteligencia, que con su decisión excit� al pueblo a la rebeldía.
Y Jerobo�n, hijo de Nabat, que hizo prevaricar a Israel y puso a Efraín en la senda del pecado; sus pecados se multiplicaron tanto, que fueron expulsados de su tierra.

Entonces temblaron sus manos y sus corazones y sintieron dolores de parturienta. Invocaron a Dios misericordioso, tendiendo sus manos a Él. y el Santo se apresú a oírles desde el cielo.
Y los libr� hasta que cayá sobre ellos el castigo.

R/. Amén.

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Lectio historica / Lectura histórica 1Sam 26,1-24
Léctio libri primi Samu�lis.
R/. Deo grátias.
Lectura del primer libro de Samuel.
R/. Demos gracias a Dios.
In diébus illis:

Ven�runt Ziph�i ad Saul in G�baa dicéntes: «Ecce David abscónditus est in colle Hach�la, quæ est ex advérso solitúdinis».

Et surréxit Saul et descéndit in desértum Ziph, et cum eo tria m�lia virórum de eléctis Ísrael, ut qu�reret David in desérto Ziph. Et castrametátus est Saul in colle Hach�la, quæ erat ex advérso solitúdinis in via.

David autem habitábat in desérto; videns autem quod venísset Saul post se in desértum, misit exploratóres et dédicit quod illuc venísset certíssime.

Et surréxit David et venit ad locum, ubi erat Saul. Cumque vidísset locum, in quo dormi�bat Saul et Abner fílius Ner princeps mil�ti� eius, Saulem dormión.em in carr�gine et r�liquum vulgus per circúitum eius, ait David ad Ach�melech Hetth�um et Ab�sai fílium S�rvi� fratrem Ioab dicens: «Quis descéndet mecum ad Saul in castra?».

Dixítque Ab�sai: «Ego descéndam tecum».

Ven�runt ergo David et Ab�sai ad pópulum nocte et invenírunt Saul iac�ntem et dormión.em in carr�gine et hastam fixam in terra ad caput eius, Abner autem et pópulum dormión.es in circúitu eius.

Dixítque Ab�sai ad David: «Concl�sit Deus hódie inimícum tuum in manus tuas; nunc ergo perf�diam eum l�ncea in terra semel, et secóndo opus non erit�.

Et dixit David ad Ab�sai: «Ne interfécias eum; quis enim ext�ndit manum suam in christum Dómini et �nnocens erit?».

Et dixit David: «Vivit Dóminus quia Dóminus perc�tiet eum, aut dies eius véniet, ut moriátur, aut in prœlium descéndens perúbit. Propítius mihi sit Dóminus, ne ext�ndam manum meam in christum Dómini. Nunc ígitur tolle hastam, quæ est ad caput eius, et scyphum aquí, et abe�mus».

Tulit ergo David hastam et scyphum aquí, qui erat ad caput Saul, et abi�runt; et non erat quisquam, qui vidéret et intell�geret et vigil�ret, sed omnes dormi�bant, quia sopor Dómini irr�erat super eos.

Cumque transísset David ex advérso et stetísset in vértice montis de longe, et esset grande interv�llum inter eos, clam�vit David ad pópulum et ad Abner fílium Ner dicens: «Nonne respondébis, Abner?».

Et respóndens Abner ait: «Quis es tu? Clam�sti ad regem».

Et ait David ad Abner: «Numquid non vir tu es? Et quis Éltus símilis tui in Ísrael? Quare ergo non custod�sti dóminum tuum regem? Ingréssus est enim unus de turba, ut interféceret regem dóminum tuum. Non est bonum hoc, quod fecísti. Vivit Dóminus quóniam fílii mortis estis vos, qui non custod�stis dóminum vestrum, christum Dómini. Nunc ergo vide, ubi sit hasta regis et ubi scyphus aquí, qui erat ad caput eius».

Cogn�vit autem Saul vocem David et dixit: «Num vox tua hæc est, fili mi David?».

Et ait David: «Vox mea, dómine mi rex�.

Et ait: «Quam ob causam dóminus meus perséquitur servum suum? Quid feci? Aut quod est in manu mea malum? Nunc ergo audiat, oro, dóminus meus rex verba servi sui: Si Dóminus �ncitat te advérsum me, odor�tur sacrifícium; si autem fílii hóminum, maledícti sint in conspéctu Dómini, quia eiec�runt me hódie, ut non hábitem in hereditáte Dómini dicéntes: «Vade, servi diis aliónis�. Et nunc non effund�tur sanguis meus in terra longe a f�cie Dómini; quia egréssus est rex Ísrael, ut qu�rat pólicem unum, sicut perséquitur quis perd�cem in móntibus».

Et ait Saul: «Peccávi. Revértere, fili mi David; nequ�quam enim ultra malef�ciam tibi, eo quod pretiósa fuerit ánima mea in óculis tuis hódie; app�ret quod stulte �gerim et err�verim multum nimis».

Et respóndens David ait: «Ecce hasta regis; tr�nseat unus de púeris et tollat eam. Dóminus autem retr�buet unicu�que secóndum iustítiam suam et fidem; trádidit enim te Dóminus hódie in manu mea, et n�lui ext�ndere manum meam in christum Dómini. Et sicut magnific�ta est ánima tua hódie in óculis meis, sic magnific�tur ánima mea in óculis Dómini, et líberet me de omni angústia».

R/. Amen.

En aquellos días:

Los de Zif fueron a Guibeá a decir a Saúl: ««Sabes que David está escondido en la colina de Jaquil�, frente al desierto?».

SaÉl se puso en marcha con tres mil hombres elegidos de Israel para buscar a David en el desierto de Zif. Instal� el campamento en la colina de Jaquil�, frente al desierto, junto al camino.

David, que estaba en el desierto, se dio cuenta de que Saúl venía para perseguirle; envió espías y supo que, efectivamente, SaÉl había llegado.

Entonces fue al lugar donde estaba acampado SaÉl y observ� el sitio donde estaban acostados SaÉl y Abner, hijo de Ner, jefe de su ejército. SaÉl estaba acostado en el centro del campamento, y la tropa acampada a su alrededor. David dijo a Ajim�lec, el hitita, y a Abisay, hijo de Sarvia: «¿Quién quiere venir conmigo al campamento de Saúl?».

Abisay respondió: «Yo ir� contigo».

David y Abisay fueron de noche al campamento; SaÉl estaba acostado en el centro del campamento y dormía, con su lanza clavada en la tierra, junto a su cabecera. Abner y la tropa estaban acostados a su alrededor.

Abisay dijo a David: «Hoy ha puesto Dios a tu enemigo en tus manos. Perm�teme que le clave en la tierra con su propia lanza de un solo golpe; no tendr� que darle otro».

David le contestó: «¡No lo mates! Porque �quión puso su mano sobre el ungido del Señor y quedó sin castigo?».

Y añadió: «¡Vive el Señor!, que ha de ser él quien le hiera, ya le llegue el día de su muerte y muera, ya baje a la guerra y caiga. Pero que el Señor aleje de mí el pensamiento de poner mi mano en el ungido del Señor. Anda; coge su lanza y el jarro de agua, y vámonos».

David tom� de la cabecera de SaÉl la lanza y el jarro de agua y se fueron. Nadie los vio; nadie se dio cuenta; nadie se despert�, pues todos dormían, porque el Señor había hecho caer sobre ellos un profundo sueño.

David pasó al extremo opuesto y se detuvo a lo lejos sobre la cumbre de la montaña; había entre ellos un gran trecho. Entonces David grit� a los soldados y a Abner, hijo de Ner: «¡Abner!, �no respondes?».

Abner respondió: «¿Quén eres tú para gritar así al rey?».

David contestó a Abner: «¿No eres tú un hombre? ¿Quén como tú en Israel? «Entonces por qué no has guardado a tu Señor, el rey? Porque uno del pueblo ha ido a matar al rey, tu Señor. No está bien lo que has hecho. Vive el Señor, que merecéis la muerte por no haber guardado a vuestro Señor, el ungido del Señor. ¿Dónde está la lanza del rey y el jarro de agua que tenía a su cabecera?».

Entonces SaÉl reconoció la voz de David, y dijo: «�Es ésta tu voz, hijo mío, David?».

David respondió: «S�, mi Señor el rey�.

Y añadió: «¿Por qué persigue mi Señor de este modo a su siervo? ¿qué he hecho yo? ¿qué hay en mí de culpable? Y ahora, que el rey, mi Señor, se digne escuchar las palabras de su siervo: Si es el Señor quien te excita contra mí, que sea aplacado con una ofrenda; pero si son los hombres, malditos sean del Señor, pues me echan hoy para que no participe en la herencia del Señor, diciendo: Vete a servir a dioses extraños. Que mi sangre no caiga en tierra lejos de la presencia del Señor. Porque el rey ha salido a buscar mi vida como se persigue una perdiz por los montes».

Entonces SaÉl dijo: «He pecado. Vuelve, hijo mío, David, pues no volverá a hacerte mal, porque mi vida ha sido hoy preciosa a tus ojos. He obrado como un insensato y me he engañado lamentablemente».

David respondió: «Aquí está la lanza del rey. Que uno de los jóvenes atraviese y venga a recogerla. El Señor retribuir� a cada uno según su justicia y su fidelidad, porque el Señor te puso hoy en mis manos y no quise poner mi mano sobre el ungido del Señor. Y así como tu vida ha sido hoy de gran valor a mis ojos, así también será estimada mi vida a los ojos del Señor, y él me librar� de toda angustia».

R/. Amén.

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Psallendum / Salmo de meditación Sal 37,22.8.18.20b-21
Ne derel�nquas me, Dómine, Deus meus, ne discísseris a me. Señor, no me abandones; Dios mío, no te quedes lejos.
V/. Quóniam ánima mea compléta est illusión.bus, et non est salus in carne mea.
R/. Deus meus, ne discísseris a me.

V/. Quóniam ego ad flag�lla parátus sum, et dolor meus contra me est semper.
R/. Deus meus, ne discísseris a me.

V/. Et multiplicáti sunt qui me odérunt iniéste, qui retribu�bant mala pro bonis detrahíbant mihi quóniam sequ�bar iustítiam, et proiec�runt me, diléctum, tanquam mórtuum abomin�tum.
R/. Deus meus, ne discísseris a me.

V/. Las espaldas me arden, no hay en mi cuerpo nada sano.
R/. Dios mío, no te quedes lejos.

V/. Ya estoy a punto de caer, el dolor no me deja ni un momento.
R/. Dios mío, no te quedes lejos.

V/. Muchos son los que me odian sin motivo; me devuelven mal por bien, me atacan porque siempre busco el bien.
R/. Dios mío, no te quedes lejos.

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Apostolus / Apóstol 1Jn 5,16-20
Epístola Ioánnis apóstoli prima.
R/. Deo grátias.
Primera carta del apóstol Juan.
R/. Demos gracias a Dios.
Caríssimi:

Si quis videt fratrem suum peccáre peccátum non ad mortem, petet, et dabit ei Deus vitam, peccántibus non ad mortem. Est peccátum ad mortem; non pro illo dico, ut roget. Omnis iniustítia peccátum est, et est peccátum non ad mortem.

Scimus quóniam omnis, qui natus est ex Deo, non peccat, sed ille, qui génitus est ex Deo, consérvat eum, et Mal�gnus non tangit eum. Scimus quóniam ex Deo sumus, et mundus totus in Mal�gno pósitus est. Et scimus quóniam Fílius Dei venit, et dedit nobis sensum, ut cognosc�mus eum, qui verus est; et sumus in eo, qui verus est, in Fílio eius Iesu Christo. Hic est qui verus est, Deus et vita ætérna.

R/. Amen.

Queridísimos:

Si alguno ve a su hermano cometer un pecado que no lleve a la muerte, rece por Él. y Dios le daré la vida; esto lo digo para los pecados que no llevan a la muerte. Hay un pecado que lleva a la muerte; por éste no digo que recen. Toda injusticia es un pecado, pero hay pecados que no llevan a la muerte.

Sabemos que el que ha nacido de Dios no peca; pero el Hijo de Dios lo guarda, y el maligno no lo toca. Nosotros sabemos que somos de Dios, y que todo el mundo está en poder del maligno. Sabemos también que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para conocer al Verdadero. Nosotros estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Él es el verdadero Dios y la vida eterna.

R/. Amén.

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Evangelium / Evangelio Jn 11,1-52
Léctio Sancti Evangúlii secóndum Ioánnem.
R/. Glória tibi Dómine.
Lectura del Santo Evangelio según san Juan.
R/. Gloria a ti, Señor.
In illo témpore:

Erat autem quidam languens L�zarus a Beth�nia, de cast�llo Maríæ et Marthæ sor�ris eius. María autem erat, quæ unxit Dóminum ungu�nto et ext�rsit pedes eius capállis suis, cuius frater L�zarus infirmab�tur. Mis�runt ergo soróres ad eum dicéntes: «Dómine, ecce, quem amas, infirm�tur�.

áudiens autem Iesus dixit: «Inf�rmitas hæc non est ad mortem sed pro glória Dei, ut glorificátur Fílius Dei per eam».

Dilig�bat autem Iesus Martham et sorórem eius et L�zarum.

Ut ergo audávit quia infirmab�tur, tunc quidem mansit in loco, in quo erat, du�bus diébus; deánde post hoc dicit discípulis: «E�mus in Iudéam éterum».

Dicunt ei discípuli: «Rabbi, nunc qu�r�bant te Iudéi lapid�re, et éterum vadis illuc?».

Respóndit Iesus: «Nonne du�decim horæ sunt di�i? Si quis ambuláverit in die, non off�ndit, quia lucem huius mundi videt; si quis autem ambuláverit in nocte, off�ndit, quia lux non est in eo».

Hæc ait et post hoc dicit eis: «L�zarus amícus noster dormit, sed vado, ut a somno exs�scitem eum».

Dixérunt ergo ei discípuli: «Dómine, si dormit, salvus erit�. D�xerat autem Iesus de morte eius, illi autem putav�runt quia de dormitióne somni dóceret.

Tunc ergo dixit eis Iesus maniféste: «L�zarus mórtuus est, et gáudeo propter vos, ut cred�tis, quóniam non eram ibi; sed e�mus ad eum».

Dixit ergo Thomas, qui d�citur D�dymus, ad condiscípulos: �E�mus et nos, ut mori�mur cum eo».

Venit ítaque Iesus et invénit eum quáttuor dies iam in monum�nto habóntem. Erat autem Beth�nia iuxta Hieros�lymam quasi st�diis qu�ndecim. Multi autem ex Iudéis vénerant ad Martham et Maríam, ut consolar�.tur eas de fratre.

Martha ergo ut audávit quia Iesus venit, occúrrit illi; María autem domi sedébat. Dixit ergo Martha ad Iesum: «Dómine, si fuísses hic, frater meus non esset mórtuus. Sed et nunc scio quia, qu�c�mque popésceris a Deo, dabit tibi Deus».

Dicit illi Iesus: «Res�rget frater tuus».

Dicit ei Martha: «Scio quia res�rget in resurrectióne in novíssimo die».

Dixit ei Iesus: «Ego sum resurréctio et vita. Qui credit in me, etsi mórtuus fúerit, vivet; et omnis, qui vivit et credit in me, non moriátur in ætérnum. Credis hoc?».

Ait illi: «útique, Dómine; ego crédidi quia tu es Christus Fílius Dei, qui in mundum venísti�.

Et cum hæc dixísset, �biit et vocávit Maríam sorórem suam sil�ntio dicens: «Magíster adest et vocat te». Illa autem ut audávit, surréxit cito et venit ad eum;  nondum enim vénerat Iesus in cast�llum, sed erat adhuc in illo loco, ubi occúrrerat ei Martha. Iudéi ígitur, qui erant cum ea in domo et consolabántur eam, cum vidíssent Maríam quia cito surréxit et �xiit, sec�ti sunt eam putóntes: «Vadit ad monum�ntum, ut ploret�.

María ergo, cum venísset ubi erat Iesus, videns eum cœcidit ad pedes eius dicens ei: «Dómine, si fuísses hic, non esset mórtuus frater meus».

Iesus ergo, ut vidit eam plor�ntem et Iudéos, qui vénerant cum ea, plor�ntes, fr�muit spíritu et turb�vit se�psum et dixit: «Ubi posuístis eum?».

Dicunt ei: «Dómine, veni et vide». Lacrimátus est Iesus. Dicébant ergo Iudéi: «Ecce quómodo am�bat eum». Quidam autem dixérunt ex ipsis: «Non péterat hic, qui apéruit óculos cœci, f�cere, ut et hic non morer�tur?».

Iesus ergo rursum fremens in semet�pso, venit ad monum�ntum; erat autem spel�nca, et lapis superpósitus erat ei.

Ait Iesus: «T�llite lápidem».

Dicit ei Martha, soror eius, qui mórtuus fúerat: «Dómine, iam f�tet; quatridu�nus enim está.

Dicit ei Iesus: «Nonne dixi tibi quóniam, si credéderis, vidébis glóriam Dei?».

tulérunt ergo lápidem. Iesus autem, elev�tis sursum óculis, dixit: «Pater, grátias ago tibi quóniam aud�sti me. Ego autem sci�bam quia semper me audis, sed propter pópulum, qui circ�mstat, dixi, ut credant quia tu me mis�sti�.

Et hæc cum dixísset, voce magna clam�vit: �L�zare, veni foras».

Pr�diit, qui fúerat mórtuus, ligátus pedes et manus �nstitis; et f�cies eius sud�rio erat lig�ta. Dicit Iesus eis: «S�lvite eum et s�nite eum ab�re».

Multi ergo ex Iudéis, qui vénerant ad Maríam et víderant, quæ fecit, credidérunt in eum; quidam autem ex ipsis abi�runt ad pharis�os et dixérunt eis, quæ fecit Iesus.

Colleg�runt ergo pontífices et pharis�os conc�lium et dicébant: «Quid f�cimus, quia hic homo multa signa facit? Si dim�ttimus eum sic, omnes credent in eum, et vénient Románi et tollent nostrum et locum et gentem».

Unus autem ex ipsis, Cáiphas, cum esset póntifex anni illíus, dixit eis: «Vos nescátis quidquam nec cogitátis quia �xpedit vobis, ut unus moriátur homo pro pópulo, et non tota gens p�reat�.

Hoc autem a semet�pso non dixit; sed, cum esset póntifex anni illíus, prophet�vit quia Iesus morit�rus erat pro gente et non tantum pro gente, sed et ut fílios Dei, qui erant disp�rsi, congreg�ret in unum.

R/. Amen.

En aquel tiempo:

Había un enfermo, Lázaro, de Betania, el pueblecito de María y de su hermana Marta. María era la que ungió con perfume al Señor y le enjugó los pies con sus cabellos; su hermano estaba enfermo. Las hermanas mandaron a decir al Señor: «Tu amigo está enfermo».

Jesús, al enterarse, dijo: «Esta enfermedad no es de muerte, sino para que resplandezca la gloria de Dios y la gloria del hijo de Dios».

Jesús era muy amigo de Marta, de su hermana y de Lázaro.

Y aunque supo que estaba enfermo, se entretuvo aún dos días donde estaba. Sólo entonces dijo a sus discípulos: «Vamos otra vez a Judea».

Los discípulos le dijeron: «Maestro, hace poco querían apedrearte los judíos, �y vas a volver allí?».

Jesús contestó: «?No tiene doce horas el día? Si uno anda de día, no tropieza, porque ve la luz de este mundo; pero si uno anda de noche, tropieza, porque le falta la luz�.

Dijo esto, y añadió: «Lázaro, nuestro amigo, duerme; pero voy a despertarlo».

Los discípulos le dijeron: «Señor, si duerme, se recuperará.  Pero Jesús hablaba de su muerte, y ellos creyeron que hablaba del reposo del sueño.

Entonces Jesús les dijo claramente: «Lázaro ha muerto; y me alegro por vosotros de no haber estado allí, para que creáis. Vamos a verlo».

Entonces Tomás, llamado el Mellizo, dijo a sus compañeros: «Vamos también nosotros a morir con Él..

A su llegada, Jesús se encontr� con que hacía cuatro días que Lázaro estaba muerto. Betania distaba de Jerusalén unos tres kilómetros, y muchos judíos habían ido a casa de Marta y María para consolarlas.

Así que oyó Marta que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras que María se quedó en casa. Marta dijo a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habráa muerto mi hermano. Pero yo sé que Dios te conceder� todo lo que le pidas».

Jesús le dijo: «Tu hermano resucitar�.

Marta le respondió: «Sé que resucitar� cuando la resurrección, el último día».

Jesús le dijo: «Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivir�. Y todo el que vive y cree en mí no morirá para siempre. «Crees esto?».

Le contestó: «S�, Señor, yo creo que tú eres el mesías, el hijo de Dios que tenía que venir al mundo».

Dicho esto, fue a llamar a María, su hermana, y le dijo al oído: «El Maestro está ahí y te llama». Ella, así que lo oyó, se levant� rápidamente y salió al encuentro de Jesús. Jesús aún no había entrado en el pueblo; estaba todavía en el sitio donde lo había encontrado Marta. Los judíos que estaban en casa de María y la consolaban, al verla levantarse y salir tan aprisa, la siguieron, creyendo que iba al sepulcro a llorar.

Cuando María llegó donde estaba Jesús, al verlo, se ech� a sus pies, diciendo: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habráa muerto».

Jesús, al verla llorar y que los judíos que la acompañaban también lloraban, se estremeció y, profundamente emocionado, dijo: «¿Dónde lo habéis puesto?».

Le contestaron: «Ven a verlo, Señor». Jesús se ech� a llorar, por lo que los judíos decían: «Mirad cuánto lo quer�a». Pero algunos dijeron: «éste, que abrió los ojos al ciego, �no pudo impedir que Lázaro muriese?».

Jesús se estremeció profundamente otra vez al llegar al sepulcro, que era una cueva con una gran piedra puesta en la entrada.

Jesús dijo: «Quitad la piedra».

Marta, la hermana del difunto, le dijo: «Señor, ya huele, pues lleva cuatro díasí.

Jesús le respondió: «?No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?».

Entonces quitaron la piedra. Jesús levant� los ojos al cielo y dijo: «Padre, te doy gracias porque me has escuchado. Yo bien sabía que siempre me escuchas; pero lo he dicho por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado».

Y dicho esto, grit� muy fuerte: «�Lázaro, sal fuera!».

Y el muerto salió atado de pies y manos con vendas, y envuelta la cara en un sudario. Jesús les dijo: «Desatadlo y dejadlo andar�.

Muchos de los judíos que habían venido a casa de María y vieron lo que hizo creyeron en Él. Pero algunos se fueron a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús.

Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron el consejo y decían: «¡qué hacemos? Este hombre hace muchos milagros. Si lo dejamos, creerán en Él todos y vendrán los romanos y destruir�. nuestro templo y nuestra nación».

Uno de ellos, Caifás, que era el sumo sacerdote aquel año, les dijo:  «Vosotros no sabéis nada; no os dais cuenta de que nos conviene que muera un solo hombre por el pueblo antes que perezca la nación entera».

Esto no lo dijo por propia iniciativa, sino que, como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús debía morir por la nación. y no sólo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos.

R/. Amén.

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Laudes
Annus primus / Año I Sal 139,2-5a
Eripe me, Dómine, ab hómine malo; a viro in�quo líbera me. L�brame, Señor, de los criminales, gu�rdame de los hombres que ejercen la violencia.
V/. Qui cogitav�runt malítias in corde suo, tota die constituæbant prœlia.
R/. A viro in�quo líbera me.

V/. Acu�runt linguas suas sicut serpéntes, venénum áspidum sub l�biis e�rum.
R/. A viro in�quo líbera me.

V/. Custódi me, Dómine, de manu peccatóris; ab homínibus in�quis líbera me.
R/. A viro in�quo líbera me.

V/. De los que en su corazón urden la maldad y provocan peleas todos los días.
R/. Gu�rdame de los hombres que ejercen la violencia.

V/. Aguzan su lengua como las serpientes, veneno de víbora tienen en sus labios.
R/. Gu�rdame de los hombres que ejercen la violencia.

V/. Líbrame, Señor, de las manos de los criminales, gu�rdame de los hombres que ejercen la violencia.
R/. Gu�rdame de los hombres que ejercen la violencia.

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Laudes
Annus secundus / Año II Sal 108,30; 34,18; 108,31
Confit�bor Dómino nimis in ore meo, in médio mult�rum laud�bo eum. Yo con mi boca daré gracias al Señor, lo alabaré ante las multitudes.
V/. Confit�bor illi in ecclésia magna, in pópulo gravi laud�bo eum.
R/. In médio mult�rum laud�bo eum.

V/. Quóniam �stitit a dextris páuperum ut salvam f�ceret a persequ�ntibus ánimam meam.
R/. In médio mult�rum laud�bo eum.

V/. Yo te daré gracias en la gran asamblea, te alabaré ante el pueblo entero.
R/. Lo alabará ante las multitudes.

V/. Porque Él se pone a la derecha del pobre para salvarlo de los jueces.
R/. Lo alabará ante las multitudes.


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Sacrificium / Canto del Ofertorio Lev 23,4-6.40.3
Isti sunt dies quos debótis custod�re temp�ribus suis; quartad�cima die ad vésperum Pascha Dómini est et in quintad�cima sollemnitátem celebrábitis altíssimo Deo vestro. stas son las fiestas, a las que convocaréis en las fechas establecidas. El día catorce del primer mes, al atardecer, es la Pascua del Señor, y el día quince del mismo mes celebraréis la fiesta en presencia del Señor, vuestro Dios.
V/. Locátus est Móyses fíliis Ísrael dicens: «In die oct�vo ventúro s�mite vobis ramos palm�rum et exsult�te in conspéctu Dómini, et secóndum legem quam vobis præc�pi�.
R/. Sollemnitátem celebrábitis altíssimo Deo vestro.

V/. Hæc dicit Dóminus: «Erit vobis sábbatum memor�bile, et vocábitur sanctum, et offer�tis ad vésperum holocaust�mata quia in die illa propitiátur vobis salv�tor vester et in ómnibus generatiónebus».
R/. Sollemnitátem celebrábitis altíssimo Deo vestro.

V/. Habl� Moisés a los hijos de Israel y les dijo: «El primer día tomaréis ramos de palmeras y os regocijaréis en presencia del Señor, según os manda la ley�.
R/. Celebraréis la fiesta en presencia del Señor, vuestro Dios.

V/. Así dice el Señor: «el sábado es día de asamblea santa; ofrecer�is holocaustos al atardecer porque es el día del perdón para vosotros y todas vuestras generaciones».
R/. Celebraréis la fiesta en presencia del Señor, vuestro Dios.

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Oratio Admonitionis / Monición sacerdotal
Ecce audávimus, dilectíssimi fratres,  verba domínicæ lectiónis. �vide percipi�mus illa in præc�rdiis nostris, quia quídam sunt in ea figuríliter intellig�nda de nobis.

L�zarum �tenim, quem suscitátum a Dómino ex mórtuis sanctum nobis Evangúlium recens�vit, nos sumus omnes c�no volupt´tum et mis�ri� ita sordóntes.

Qui dum peccátis origin�libus aggrav�mur ali�sque quod ipsi pati n�lumus impert�mur, legem quoque priscam atque Evangúlium contemn�ndo trascéndimus: própria nos voluntáte, quatridu�nos in delécti sepultóram dei�cimus, quat�rnis diébus quod�mmodo reténti in monum�nto sub morte, quasi quat�rna divin�rum legum dev�cti transgressión..

Quid ergo nobis ag�ndum est, dilectíssimi fratres, nisi ut cred�mus illum qui Martham et Maríam de resurrectióne l�tific�vit frat�rna: ut ille nos �ximat a t�muli dimersión. obn�xia, et voce sua, ut L�zarum, �ttrahat ad sup�rna.
R/.
Amen.

Acabamos de escuchar las palabras de la lectura dominical, hermanos queridos. Acoj�moslas ávidamente en nuestros corazones, ya que en esa lectura hay algo que debe ser entendido simbólicamente de nosotros mismos.

Pues ese Lázaro, que nos ha descrito el santo Evangelio resucitado por el Señor de entre los muertos, somos todos nosotros sucios con el cieno de voluptuosidades y miseria.

Los que, bajo el peso del pecado original y haciendo partícipes a otros de lo que nosotros no queremos soportar, pasamos por alto, despreciéndolo, el mandamiento antiguo y hasta el Evangelio; y nos arrojamos voluntariamente a la sepultura del pecado como muertos de cuatro días, retenidos por la muerte en la tumba de algún modo hasta el cuarto día, igual que si fuéramos dominados por una cuádruple transgresión de las leyes divinas.

¿qué habremos de hacer por tanto, queridos hermanos, sino creer en aquÉl que alegr� a Marta y María con la resurrección del hermano, para que Él nos libere de la fatal permanencia en el sepulcro y, como a Lázaro, nos levante con su voz hacia arriba?
R/.
Amén.

Per misericórdiam ipsíus Christi Dei nostri, qui cum Patre et Spíritu Sancto, unus Deus, vivit et regnat in sæcula sæculórum.
R/.
Amen.
Por la misericordia del mismo Cristo, Dios nuestro, que con el Padre y el Espíritu Santo, un solo Dios vive y reina por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Alia / Oración entre los Dípticos
Oppitul�re, Iesu, précibus supplic�ntium, et fletus lug�ntium verte in gáudium. Ipsi �tenim ad te Dómine, cum Martha clam�mus, ut adsis nobis præséntia deitátis, ne umquam decid�mus sub press�ra damnatiónis.

Iam solve nostrærum pedum ligaménta facónorum: ut et manus nostræ resol�t� restátuant tibi sacrifícium laudis, et os nostrum, in decantúndo tibi, non obstru�tur sud�rio adversitátis.
R/.
Amen.

Acoge, Señor, las preces de los que te suplican, y convierte en gozo el llanto de los que sollozan. Somos nosotros, Señor, que con Marta nos dirigimos a ti para pedirte que no nos falte nunca tu divina presencia, y no tengamos que soportar el peso de la condena.

Suelta ya nuestros pies de las ligaduras del pecado y que nuestras manos te rindan el sacrificio de alabanza, y nuestra boca, al cantarte, no quede tapada con el sudario de la adversidad.
R/. Amén.

Per misericórdiam tuam, Deus noster, in cuius conspéctu sanctórum apostolórum et mártyrum, confessórum atque vírginum nómina recitántur.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, en cuya presencia recitamos los nombres de los santos Apóstoles y Mártires, Confesores y Vírgenes.
R/. Amén.

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Post Nomina / Oración después de los Dípticos
Christe Iesu, qui es resurréctio mortuærum et vita, ómnibus nobis subvéniat misericórdia tua: et sicut in occ�ltis consíliis tuis, L�zarum quatridu�num revocásti ad vitam, ita quoque miseratiónebus consuétis, et vivis morum correctiónem attr�buas post ru�nam; et defúnctis ætérn� mansiónis gáudia indef�ssa.
R/.
Amen.

Oh Cristo Jesús, que eres la resurrección y la vida de los muertos, que tu misericordia nos asista a todos; y como tú en tus arcanos consejos, hiciste que volviera a la vida Lázaro, muerto cuatro días, así también con tu misericordia acostumbrada concedas a los vivos la corrección de costumbres después de las caídas y a los difuntos los interminables gozos de la eterna morada.
R/. Amén.

Quia tu es vita vivórum, sánitas infirmórum ac r�quies ómnium fidélium defunctórum in ætérna sæcula sæculórum.
R/. Amen.
Porque tú eres la vida de los que viven, la salud de los enfermos, y el descanso de todos los fieles difuntos por todos los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Ad Pacem / Oración de la Paz
O virtus et ref�gium spei, Salvátor noster Christe, Fílius Dei vivi, qui véniens ad L�zarum suscit�ndum, spíritu fremis, l�crimas prod�cis, in te ipso quoque turb�ris: da nobis, ut ad evad�ndos l�queos pernici�s� deceptiónis, fr�mitum det in nobis spíritus tuæ dulcédinis.

Lacrim�mus in nobis et efféctum a te optabíliter capi�mus. Turb�mur quoque a te pro te: et ita nos in compunctiónis et pacis unión. conn�cti, ut per eam pacem quæ tu es, vide�mus te in glória, veni�mus ad præmia reprom�ssa, et laud�mus cum Lázaro Maiestátem tuam.
R/.
Amen.

Fuerza y refugio de la esperanza, Salvador nuestro Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que cuando vas a resucitar a Lázaro sollozas, viertes lágrimas y te emocionas, concédenos que para evitar las trampas del maligno engañador solloce en nosotros el espíritu de tu dulzura.

Lloremos en nuestro interior para alcanzar de ti el resultado que deseamos. No nos dejes reposar, para que te alcancemos. Y de tal manera quedemos unidos en la compunción y en la paz que por la misma paz, que eres tú, te veamos en la gloria, alcancemos los premios tantas veces prometidos y alabemos con Lázaro tu Majestad.
R/. Amén.

Per te, qui es vera pax nostra et perpétua cáritas, Deus noster, et regnas in sæcula sæculórum.
R/. Amen.
Por ti, Dios nuestro, que eres la paz verdadera y la caridad perpetua y reinas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Illatio / Acción de gracias
Dignum et iustum est, nos tibi semper grátias ágere, Dómine sancte Pater, ætérne omnípotens Deus, per Iesum Christum Fílium tuum Dóminum nostrum.

Ille �tenim discípulos ut per diem ambul�rent inst�tuit, ac duoden�rias horas esse di�i sub sacraménto præd�xit. Vere illum crédimus esse diem a quo illumin�tæ sunt hor�. Nam cum dies noster, Iesus Christus, natus est mundo per susc�ptam humanitátem: ex tunc c�p�runt horæ, id est dies, suo Dómino nostro �ptius coh�r�re, et illumin�tæ sunt horæ ab incre�ta Fílii luce.

Ob hoc, Iesu bone, per te qui dies et l�cifer verus es, intro�re ad Patrem qu�rimus. Non nos pati�ris off�ndere; sed fac nos coram Patre tuo, sicut promis�sti, ætérnæ vitæ p�scua inveníre: ut ap�riens nobis ómnibus ión.am venión.i ad te, vide�mus f�ciem tuam in ætérna exsultatióne, et cantúmus tibi, cum omni mil�tia Angelórum, cánticum redemptiónis nostræ, proclamántes atque dicéntes:

Es digno y justo que te demos siempre gracias, Señor Padre santo, eterno y omnipotente Dios, por Jesucristo tu Hijo Señor nuestro.

Porque Él mandí que los discípulos caminasen durante el día y anunció de forma misteriosa que las horas del día eran doce. En verdad, creemos que es Él el día por el que han sido iluminadas las horas. Pues, cuando nuestro día Jesucristo nació en el mundo por la humanidad asumida, entonces comenzaron las horas, es decir, las jornadas a estar unidas más propiamente a su Señor y nuestro, y las horas fueron iluminadas por la luz increada del Hijo.

Por eso, buen Jesús, buscamos entrar hasta el Padre por ti, que eres día y lucero verdadero. No permitas que tropecemos, sino haznos encontrar el pasto de la vida eterna junto a tu Padre, como nos prometiste, de modo que, abriéndonos a todos la puerta del acceso hasta ti, contemplemos tu rostro en la felicidad eterna y te cantemos con toda la milicia angélica el cántico de nuestra redención, proclamando y diciendo:

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Post Sanctus / Oración después del Sanctus
Vere sanctus, vere benedíctus atque gloriósus Dóminus noster Iesus Christus Fílius tuus: cuius nos grátia liberávit a p�ndere legis, et fecit fílios esse adoptiónis; qui ad suscit�ndum véniens L�zarum, t�llite lápidem clamat, ut press�ram auf�rret ab eo damnatiónis, quem iam f�tidum reddéderat horr�nda �ctio sepulchr�lis.

T�llite ab eo, ait Iesus, pondus legis, quod eum d�primit in morte, ut succ�rrat illi grátia vocis me». Gr�tia quippe Dei est, cum vocem eius audávimus, ut cum Lázaro rectis Iesum gréssibus assequ�mur.

Christus Dóminus ac Redémptor ætérnus.

Verdaderamente santo, verdaderamente bendito y glorioso es nuestro Señor Jesucristo, Hijo tuyo, cuya gracia nos ha librado del peso de la ley, y nos ha hecho hijos adoptivos de Dios. El cual, yendo a resucitar a Lázaro gritó: «Quitad la piedra», para que rápidamente se liberara de la corrupción ya que por la acción horrible de la sepultura comenzaba a oler ya f�tidamente.

Quitad de Él. dice Jesús, el peso de la ley que le amenaza de muerte, para que le socorra la voz de mi gracia. En efecto, es la gracia de Dios, cuando oímos su voz, pues, justamente con Lázaro, erguidos, podemos ir al encuentro de Jesús.

Cristo Señor y Redentor eterno.

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Post Pridie / Invocación
Dómine Iesu Christe, Unigénite Fílius Dei Patris; qui L�zarum suscitat�rus, elev�tis sursum óculis, Patri tuo grátias agis: præsta nobis fámulis tuis, ut eo fr�mitu spíritus, quo illum suscit�sti ad vitam, ea quoque modificatióne dign�ris hæc obláta tibi sanctificáre lib�mina.

Ut percipión.es grátiam córporis et sánguinis tui in visc�ribus nostris, habeámus partem tecum in sæculis sempitérnis.
R/.
Amen.

Oh, Señor Jesús, Hijo Unigénito de Dios Padre, el cual al resucitar a Lázaro, elevaste los ojos a tu Padre, dándole gracias, ay�danos a nosotros tus siervos, para que con la fuerza del espíritu con que devolviste la vida a Lázaro, te dignes también a transformar y santificar esta ofrenda que te presentamos, para que recibiendo la gracia de tu cuerpo y sangre en nuestras entrañas, tengamos parte contigo en los siglos sempiternos.
R/. Amén.
Te præstánte, Christe Deus noster, qui es redímptio animárum nostrærum et r�quies ómnium fidélium defunctórum, qui regnas cum Deo Patre et cum Spíritu Sancto in sæcula sæculórum.
R/.
Amen.
Concédelo, Cristo Dios nuestro, tú que eres la redención de nuestras almas y el descanso de todos los fieles difuntos y reinas con Dios Padre y con el Espíritu Santo por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Cantus ad Confractionem / Canto de la Fracción Sal 32,22; 33,16
Fiat misericórdia tua, Dómine, super nos, sicut sperúvimus in te. Que tu amor, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
V/. �culi tui, Dómine, super nos et aures tuæ in précibus nostris.
R/. Sicut sperúvimus in te.
V/. El Señor mira por los que practican la justicia, sus oídos atienden a sus gritos.
R/. Como lo esperamos de ti.
Hic cantus dicitur cotidie usque ad finem Quadragesimam, id est, usque ad quartam feriam in hebdomada maior. Este canto se dice diariamente hasta el fin de la Cuaresma, esto es, hasta el miércoles santo.

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Ad Orationem Dominicam / Introducción al Padre nuestro
O Iesu bone, am�bilis et admirábilis auctor, súscipe sacrifícium serv�rum tuærum.

Et qui præstitísti Lázaro, ut áudiens vocem tuam s�rgeret a sepúlcro, præsta nobis, ut te audítu capión.es intérno, resurg�mus per grátiam a próprio sc�leris nostri prof�ndo.

Quo vocem piæ oratiónis, qua nos Patrem exoráre docuísti in terris, sicut eam nunc coram te fidéliter promps�rimus, ita quoque efféctum ipsíus petitiónis a te percepísse gratul�mur, quo iub�nte d�cimus:

Buen Jesús, creador amable y admirable, acepta el sacrificio de tus siervos.

Tú que concediste a Lázaro que saliera del sepulcro al oír tu voz, concédenos que al o�rte con nuestro oído interior, nos levantemos por tu gracia de la hondura de nuestro propio pecado.

Así, el sonido de la piadosa oración con que nos enseñaste a orar al Padre desde esta tierra y ahora pronunciamos en tu presencia con toda fidelidad, nos haga experimentar la alegría de sentir cómo nos otorgas lo que por tu indicación hemos pedido:

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Benedictio / Bendición
Christus Iesus Fílius Dei, qui mórtuum L�zarum vitæ r�ddidit præstinæ, ipse vos novæ vitæ sanctificatióne perléstret.
R/. Amen.
Cristo Jesús, Hijo de Dios, que devolvió a Lázaro muerto la vida que antes tenía, os ilumine con la santidad de una vida nueva.
R/. Amén.
Et qui illum, sol�tis m�nuum ac pedum n�xibus, ab�re præc�pit, ipse, vestrórum c�mpedum resol�to lig�mine, rectis vos semper f�ciat s�mitis ambul�re.
R/. Amen.
El que le mandí andar una vez libre de las ataduras de pies y manos, os haga andar siempre por sendas de justicia sin que nada sujete vuestros pies.
R/. Amén.
Quique per tant� rei mir�.ulum, manif�stam fecit pópulis glóriam suam: ipse vos introd�cat ad gáudia sempitérna.
R/. Amen.
El que con milagro de tal entidad manifestá su gloria a las naciones, os lleve a vosotros a los gozos que no se acaban.
R/. Amén.
Per grátiam pietátis suæ qui est benedíctus in sæcula sæculórum.
R/. Amen.
Por gracia de su piedad que es bendito por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Cantus ad Accedentes / Canto de Comunión Jn 6,59a; 4,14; 6,57.63; 7,18; 6,39; 3,21.35-36a; 6,35b.37-38 (2)
Amen dico vobis: ego sum panis vitæ qui de cœlo descéndi, si quis ex ipso manducáverit non moriátur in ætérnum; et qui bíberit ex aqua quam ego dabo ei, non s�tiet unquam, sed fiet in eo fons aquæ salión.is in vitam ætérnam. Os digo todo esto: yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivir� eternamente; el que beba del agua que yo le daré no tendr� sed jamás; más aun, el agua que yo le daré será en Él manantial que salta hasta la vida eterna.
V/. Sicut misit me vivens Pater et ego vivo propter Patrem, et qui mandícat me, ipse vivet propter me.
R/. In eo fons aquæ salión.is in vitam ætérnam.

V/. Spíritus est qui vivíficat, caro non prodest quidquam. Verba quæ ego locútus sum vobis spíritus et vita sunt.
R/. In vitam ætérnam.

V/. Qui a semet�pso lóquitur glóriam própriam qu�rit, qui autem qu�rit glóriam eius, hic verax est et iniustítia in illo non est.

V/. Hæc est enim volóntas eius qui misit me Patris, ut omne quod dedit mihi non perdam ex eo sed resucitóbo eum novíssimo die.
R/. In vitam ætérnam.

V/. Qui facit veritátem venit ad lucem ut manifestántur ópera eius, quia in Deo sunt facta.

V/. Pater déligit Fílium et ómnia dedit in manu eius. Qui credit in Fílium habet vitam ætérnam.

V/. Ego sum panis vitæ, qui venit ad me non es�riet et qui credit in me non s�tiet unquam.
R/. Sed fiet in eo fons aquæ salión.is in vitam ætérnam.

V/. Omne quod dat mihi Pater, ad me véniet, et eum qui venit ad me non ei�ciam foras, quia descéndi de cœlo non ut f�ciam voluntátem meam, sed voluntátem eius qui misit me.
R/. In vitam ætérnam.

V/. Como el Padre que me ha enviado vive y yo vivo por el Padre, así el que me coma vivir� por mí.
R/. Será en Él manantial que salta hasta la vida eterna.

V/. El espíritu es el que da vida. La carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida.
R/. Hasta la vida eterna.

V/. El que habla por su propia cuenta busca su propio honor; pero el que busca el honor del que lo ha enviado es veraz, y en Él no hay injusticia.

V/. Esta es la voluntad del que me ha enviado, que yo no pierda a ninguno de los que Él me ha dado, sino que los resucite en el último día.
R/. Hasta la vida eterna.

V/. El que practica la verdad va a la luz, para que se vean sus obras, que están hechas como Dios quiere.

V/. El Padre ama al Hijo y ha puesto en sus manos todas las cosas. El que cree en el Hijo tiene vida eterna.

V/. Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no tendr� hambre, y el que cree en mí no tendr� sed jamás.
R/. Será en Él manantial que salta hasta la vida eterna.

V/. Todos los que el Padre me da vendrán a mí. Al que viene a mí no lo rechazo, pues he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.
R/. Hasta la vida eterna.

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Completuria / Oración conclusiva
Reple, Dómine, cor nostrum lætítia, qui nobis dare dignátus es sacri córporis tui Eucharistíam; ut qui esc�rum perceptióne refécimur, spirituælibus benefíciis adimpl�ri felíciter mere�mur.
R/.
Amen.
Colma, Señor, de alegría nuestros corazones, ya que te has dignado darnos la Eucaristía de tu sagrado Cuerpo; de forma que así como somos reconfortados por la recepción de los alimentos, merezcamos también saciarnos de felicidad con tus dones espirituales.
R/.
Amén.
Per grátiam pietátis tuæ, Deus noster, qui vivis et cuncta dominóris in sæcula sæculórum.
R/.
Amen.
Por la dignación de tu misericordia, Dios nuestro, que vives y lo Señoreas todo por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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1. Las partes variables de la misa que aquí se exponen (textos eucológicos, cantos y lecturas) junto al Ordinario (Liber Offerentium u Oferencio) permiten componer la misa completa. Los textos latinos son los oficiales y están tomados del Missale Hispano-Mozarabicum I (pp. 270-276) y del Liber Commicus I (pp. 188-193). Los textos bíblicos en español están tomados de La Santa Biblia, edición San Pablo.

Para la traducción de las oraciones oratio admonitionis, post nomina e illatio recurrimos a la versión castellana de Colomina Torner, Jaime, La Fe de nuestros padres. Temas de fe y vida cristiana en la misa hispanomozárabe, Instituto de Estudios Visigótico Mozárabe, Toledo 2000, pp. 136, 146, y 59 respectivamente, para las oraciones post sanctus y post pridie Moldovan, Teofil, Relación entre anáfora y lecturas bíblicas en la Cuaresma dominical hispánico-mozárabe, Publicaciones Universidad Pontificia de Salamanca, Salamanca 1992, pp. 157-158. Alia, ad pacen, ad orationem Dominicam y benedictio tomadas de http://www.lexorandies.blogspot.com.es/2013/03/domingo-v-de-cuaresma.html (17/03/2013). Oración completuria del Oferencio.

(Se recuerda que hasta la fecha no existe misal oficial en español).

2. El Misal indica Jn 6,59a, pero en La Santa Biblia, edición San Pablo se corresponde con Jn 6,51a.

 

 

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