TEXTOS LITÚRGICOS ANTIGUOS
RITO HISPANO-MOZÁRABE
Liber Ordinum |
El ANUNCIO SOLEMNE DE LAS FIESTAS PASCUALES: UNA ANTIGUA COSTUMBRE HISPANA RECUPERADA (1) Para el día 6 de enero, solemnidad de la Epifanía del Señor, denominada Aparición en la liturgia hispana, el Ceremonial de los Obispos propone anunciar a modo de proclama la fecha de la Santa Pascua y las fiestas móviles del año que dependen de ella (cf. C.E. 240). Es un anuncio significativo ya que la fecha de Pascua es movible ya que depende del calendario lunar (el plenilunio después del equinoccio de primavera) y hay que situarla en el calendario solar o fijo. Es propio del diácono, o en su defecto de otro ministro, el hacer los oportunos anuncios o advertencias al pueblo en la conclusión de la Misa y en un lugar oportuno (Ordo Missae n.154). Sin embargo, dada la importancia de la fecha de Pascua, la Iglesia prev� que sea desde el ambón -lugar reservado para la proclamación de la Buena Noticia- y por el diácono que proclama el Evangelio, desde donde y quien, anuncie a la comunidad la solemnidad de las solemnidades. De id�ntica manera, el mismo ministro y desde el mismo lugar, en la noche de la Vigilia cantar� el único anuncio que los cristianos hacemos al mundo: Cristo ha resucitado del abismo y nosotros estamos llamados a resucitar con Él. La centralidad de la Pascua En nuestra tradición hispana este anuncio de la fecha de Pascua puede remontar al siglo IV (cf. Liber Ordinum 523). Los antiguos textos de los manuscritos mozárabes nos transmiten la lectura del Evangelio, el sermón de la manifestación del Señor con el Solemne anuncio y la aclamación del Aleluya como corolario. Esta costumbre, olvidada en los últimos años, ha vuelto a ser recuperada como signo de la centralidad de la Pascua y de la íntima relación existente entre Navidad-Epifanía y Resurrección. El caráter eminentemente pascual de las fiestas navideñas lo expresa la eucología de la liturgia hispana al decir: “El que nace viene para morir”. En la felicitación castellana hemos conservado este sentido en el popular deseo: «felices pascuas! Este parabión, extraño a oídos extranjeros, muestra como entre nosotros se ha mantenido muy viva la conciencia de que las fiestas navideñas no celebran un hecho aislado sino que sitían en la perspectiva del acontecimiento pascual. Navidad es el inicio de la Redención, o lo que es lo mismo, la fuerza salvadora del Misterio Pascual se manifiesta ya en María. Por ello, el anuncio de las fiestas de Pascua y las celebraciones móviles es una manera adecuada de subrayar la Manifestación del Señor en una carne que ha de entregarse por nosotros y para nuestra salvación: la Pascua es el verdadero motivo de la venida de Cristo Señor. Texto del anuncio hispano No está de más que en nuestras comunidades se recupere este sencillo pero evocador rito. El diácono, un cantor o, en su defecto, el presidente, anuncian solemnemente la fecha de Pascua al concluir la proclamación evangélica. La asamblea escucha en pie la el anuncio concluyendo con el canto del Aleluya como se hizo al inicio, durante la procesión con el Evangeliario. Son ampliamente conocidos los formularios que propone el Pontifical Romano o el Misal Italiano (cf. Libro de la Sede o el Calendario Litúrgico). Presentamos aquí la traducción del Anuncio Pascual Visigótico-mozárabe:
P.
Manuel González López-Corps, NOTA (1) Remitido a La Ermita por el P. Manuel González López-Corps, de la iglesia de la Inmaculada y san Pascual de Madrid, en la que actualmente se celebra el rito hispano-mozárabe. |