Pr�clarum Christi militem
Virtutum donis nobilem
Laudis concentus canere
Plebem (adtende) condecet.
Matth�us namque iste est,
Quem clara voce Dominus
Sese defluxa arcessens
De telonio rapuit.
Cuique celsum apicem
Apostolatus tribuit;
Et clarum Evangelici
Deinde decus contulit.
Qui solus axem fervidum
Adgressus, truces populos
Ardentiori spiritu
Flammavit igne c�litus.
Fugavit magos improbos,
Serpentium virus expulit,
Armavit sacris monitis
Dicatos Christo populos.
Castis edoctus regulis,
Plebem lucratus arduam,
Regalibusque atriis
vitæ fundit oracula.
Qui multa post miracula
Et sanctæ vitæ præmia
Hoc sacri prédicaminis
C�sus dicto occubuit.
Nostrisque libens precibus
Adsit patronus optimus,
Et pio clemens animo
Celsum exoret Principem.
Nobis adquirat gaudia
præsentis �vi, ac super
Adversa cuncta arceat,
Et, quóque prosunt, tribuat.
Deo Patri sit gloria,
Ejusque soli Filio,
Cum Spiritu Paraclito,
Regnans per omne sæculum.
Amen.
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Conviene que los pueblos
entonen alabanzas
a este preclaro mártir
que ennoblece su vida.
Porque este es Mateo,
al que con voz potente
llam� el Señor a s�
y apart� del telonio.
Al que le concedió
un alto apostolado,
además del honroso
título de evangelista.
El sólo se atrevió con el madero
ardiente y los feroces pueblos
encendió su palabra
con el fuego del cielo.
Ahuyentó magos perversos,
quit� virus ponzoñosos,
arm� con sanos consejos
a los pueblos cristianos.
Siguiendo castas reglas
gan� un pueblo difícil
y en los jardines reales
vierte mensajes de vida.
Tras de muchos milagros
y premios de vida santa,
por sus predicaciones,
murió herido de espada.
Atendiendo a nuestros ruegos,
sea nuestro patrono
y con su pío ánimo,
implore al alto Príncipe.
El sol traiga los gozos
de la vida presente,
aparte todo mal
y nos dé lo provechoso.
A Dios Padre la gloria
y a su único Hijo
y al Espíritu Santo,
que reinan por los siglos.
Amén. |