ANTIFONARIO
MOZÁRABE DE SILOS (Siglo IX)
Texto tomado del CD
Cantus lamentationum
- El florecimiento musical de la liturgia se
efectuæ durante los años 550-660.
Históricamente es la época en que la cultura
eclesiástica latina se concentraba en España,
principalmente en Sevilla, Toledo, Zaragoza,
Tarragona y Barcelona. La Iglesia española
durante estos siglos estaba dividida en cuatro
grandes provincias: la Carthaginesis -en medio de
la cual estaba situado el centro de Toledo-; la
B�tica, centralizada en Sevilla; la
Gallcia (con Braga) y la de Tarragona.
Desde el año 587, fecha de la conversión de
Recaredo al Catolicismo, Toledo paso a ser el
centro de la vida litúrgica y musical de
España. El Concilio IV de Toledo, celebrado el
año 633, por cuanto establece en su canon II,
muestra claramente que en aquellas fechas
existieron ya una liturgia y un canto hispanos
unificados. En consecuencia, el repertorio
litúrgico-musical de la iglesia visigoda era
casi completo, y normalizado con caráter propio
antes del año 711, fecha de la entrada de los
árabes en España. A pesar de ello, este
repertorio es conocido comúnmente con el nombre
de mozárabe (de "musta rab",
que significa �cristiano sujeto al yugo de los
moros�) debido a que los árabes, durante su
dominio, permitieron a los cristianos que
continuaran su práctica, y dado que sus
manuscritos litúrgico-musicales conservados
datan de los tiempos de la dominación musulmana
en España. No obstante, se debe señalar que
desde la entrada de los musulmanes en Toledo
(711), la actividad musical de los mozárabes, en
su situación aislada, aumento muy poco el fondo
litúrgico-musical preexistente, quedando este en
su caráter primitivo o, en todo caso, con unas
derivaciones puramente hispánicas con un
caráter muy peculiar, cuyo estudio reviste hoy
gran interés artístico y music�logico.
- De los códices musicales se puede decir que
conservan el fondo litúrgico practicado por la
Iglesia visigodomozárabe. En general, estos
códices fueron copiados durante los siglos
VIII-XI. Algunos, como el que se conserva en el
Monasterio de Santo Domingo de Silos (Burgos),
pertenecen al siglo XIII, pero su repertorio
litúrgico-musical contiene el corpus practicado
en la Iglesia hispana durante los siglos VI-VII,
incluso con elementos previsigodos, y son, desde
el punto de vista de su notación, un exponente
de la floración de la Scriptoria de Tarragona,
Toledo, San Millán de la Cogolla, Santo Domingo
de Silos, etc. Actualmente se conservan algo más
de veinte códices con música de aquella
liturgia. Uno, proveniente de Tarragona: otro, el
célebre Antiphonarium de la catedral de León,
copiado a principios del siglo X de un ejemplar
escrito a mediados del siglo VII, Los restantes
-muchos de ellos hallados en Santo Domingo de
Silos o pertenecientes a su archivo- provienen
directa o indirectamente de la gran provincia de
la Iglesia centralizada en Toledo, puesto que el
repertorio que ofrecen es exclusivamente el que
allí se practicaba.
- Desgraciadamente, al abolirse la práctica de la
liturgia musical mozárabe, los cantores
españoles no se preocuparon de copiar los
códices con diastematía y sobre lÍneas de
pautado musical. La consecuencia fue la pérdida
total de la clave para leer y transcribir los
n�umas vetustos de la liturgia hispana. Cuando
el cardenal Francisco de Cisneros intentó la
reforma mozárabe en 1502, fundando la célebre
capilla mozárabe de la catedral de Toledo, los
músicos castellanos no supieron ya transcribir
una sola de aquellas antiguas melodías
mozárabes. El resultado es que sólo algunas
melodías mozárabes han podido ser transcritas
con cierta garantía de autenticidad. Hoy sabemos
el significado de los n�umas mozárabes por lo
que se refiere al número de notas que ellos
representan: se puede adivinar su ritmo libre, e
incluso su modalidad algunas veces, pero nos
falta la clave para fijar con exactitud la
elevación y sus intervalos.
- Entre las pocas melodías mozárabes transcritas
con un mínimo de garantía de autenticidad se
encuentran las Lamentaciones de Jeremías que
figuran en el Antiphonarium mozaránico
conservado en el Monasterio de Santo Domingo de
Silos. El códice es del siglo XIII y el
repertorio musical en el contenido pertenece a un
periodo que puede extenderse entre los siglos
VIII y IX. La transcripción fue efectuada en
1907 por el monje de Silos Casiano Rojo y
revisada más tarde por el también monje silense
Germán Prado.
- El conjunto de las Lamentaciones del
Antiphonarium silense lo constituye solamente
cuatro melodías diferentes. Al elegir el
material que debóamos incluir en esta grabación
hemos seleccionado aquÉl que pudiera darnos un
panorama completo.
ANTIFONARIO
MOZÁRABE DE LE�N (Siglo VII)
La copiosa documentación encontrada con relación al
Antiphonarium legionense lo ha convertido en el códice
más importante de la liturgia musical visigodo-mozárabe
Como hemos dicho, este manuscrito fue copiado a principios
del siglo X de un ejemplar escrito a mediados del siglo
VII para uso de la parroquia de Santa Leocadia de Toledo.
Como es sabido, Toledo centralizaba toda la liturgia
musical castellana y leonesa, como centro religioso
hispánico desde la conversión de Recaredo, y es hoy
día absolutamente cierto que el códice leonés contiene
el fondo litúrgico musical completo del siglo VII
hispano. Desgraciadamente, su escritura horizontal se
muestra rebelde a la transcripción y hoy por hoy debemos
conformarnos con suposiciones, ya que la altura de los
sonidos sólo puede obtenerse por conjetura. No obstante,
el benedictino Germán Prado, monje de Silos, ha
intentado la transcripción de algunos fragmentos A
título de mera suposición completamos este disco con un
ejemplo bellísimo del C�dice leonés; un Gloria pleno
de inspiración artística y elevación mística.
De unas notas
de Roberto Pla
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