La Ermita. Rito hispano-mozárabe

TEXTOS LITÚRGICOS

RITO HISPANO-MOZÁRABE

Textos propios de la liturgia de la Vigilia Pascual. Año II

 

Rito Hispano-Mozárabe

In Nocte Sancta. Vigilia Paschalis / En la Noche Santa. Vigilia Pascual

Annus secundus / Año II (1)

Vigilia Pascual. ("La Resurrección de Cristo", 1597-1604, El Greco. Museo del Prado, Madrid)
 
�NDICE
Primera parte. Solemne inicio de la Vigilia o Lucernario
Benedictio lucernæ in sacrario / Bendición de la lámpara en la capilla.
Benedictio cerei in sacrario / Bendición de las velas en la capilla.
Sollemnis ingressus / Entrada solemne.
Cantus ad ingressum / Canto a la entrada.
Oratio super diaconos / Oración de los diáconos.
Benedictio lucern� ante altare / Bendición de la lámpara ante el altar.
Oratio post benedictionem lucernæ ante altare / Oración después de la bendición de la lámpara ante el altar.
Benedictio cerei ante altare / Bendición de las velas ante el altar.
Segunda parte. Liturgia de la Palabra
Admonitio ad populum / Admonición al pueblo.
Lectio prima / Lectura primera.
Lectio secunda / Lectura segunda.
Lectio tertia / Lectura tercera.
Lectio quarta / Lectura cuarta.
Lectio quinta / Lectura quinta.
Canticum / Cántico.
Lectio sexta / Lectura sexta.
Lectio septima / Lectura s�ptima.
Canticum / Cántico.
Lectio octava / Lectura octava.
Lectio nona / Lectura novena.
Lectio decima / Lectura décima.
Lectio undecima / Lectura undécima.
Lectio duodecima / Lectura duodécima
Benedictiones / Bendiciones.
Tercera parte. Liturgia bautismal
Oratio / Oración.
Admonitio / Admonición.
Exorcismus fontis / Exorcismo de la fuente.
Benedictio fontis / Bendición de la fuente.
Benedictio / Bendición.
Abrenuntiatio / Renuncia.
Professio fidei et immersio / Profesión de fe e inmersión.
Chrismatio / Crismación.
Manuum impositio / Imposición de manos.
Impositio vestis candid� / Imposición de las vestiduras blancas.
Antiphona / Antífona.
Continuación de la Liturgia de la palabra
Apostolus / Apóstol.
Psallendum / Salmo de meditación.
Evangelium / Evangelio.
Laudes.
Cuarta parte. Liturgia eucarística
Sacrificium / Canto del Ofertorio.
Oratio Admonitionis / Monición sacerdotal.
Alia / Oración entre los Dípticos.
Post Nomina / Oración después de los Dípticos.
Ad Pacem / Oración de la Paz.
Illatio / Acci�n de gracias.
Post Sanctus / Oración después del Sanctus.
Post Pridie / Invocación.
Cantus ad Confractionem / Canto de la Fracción.
Ad Orationem Dominicam / Introducción al Padre nuestro.
Benedictio / Bendición.
Cantus ad Accedentes / Canto de Comunión.
Completuria / Oración conclusiva.

Pars prima
Sollemne initium Vigili� seu Lucernarium

Primera parte
Solemne inicio de la Vigilia o Lucernario

Sabbato sancto, post initium noctis, congregato tempestive populo in ecclesia maiore, accedunt vestibus sacris induti episcopus (vel principalis sacerdos) simulque cum eo presbyter, diacones et ministri; acceptisque cereis seu candelis, ingrediuntur omnes sub silentio in sacrarium, dum populus, habens secum unusquisque cereos seu candelas exstintas, in aula ecclesiæ exspectans manet.

Clausis vero omnino ostiis sacrarii, excudit primum episcopus ignem novum, ex quo accedintur lucerna, deque lucerna cereus paschalis; quibus luminariis unice accensis benedicit lucernam episcopus, dum tenet eam diaconus, qui postea in choro laudes eius proclamaturus est, hac benedictione:

El Sábado Santo, al caer la noche, después de haber reunido en el momento adecuado al pueblo en la iglesia principal, vienen vestidos con las vestiduras sagradas, el obispo (o el sacerdote principal) y junto con Él, un sacerdote, diáconos y ministros, y entran todos en silencio en la sacristía y toman cirios o velas, mientras el pueblo, llevando consigo velas o cirios apagados, permanece a la espera en la nave de la iglesia.

Con las puertas de la sacristía completamente cerradas, el obispo prende el fuego nuevo, enciende la lámpara y de la lámpara el cirio pascual. Luego, el diácono que vaya a proclamar en el coro la alabanza de la lámpara, la sostiene mientras el obispo dice la siguiente bendición:

Benedictio lucernæ in sacrario / Bendición de la lámpara en la sacristía
Exáudi nos, lumen indeféciens, Dómine Deus noster, únici lúminis lumen, fons lúminis, lumen auctor lúminum, quæ cre�sti et illumin�sti; lumen angelórum tu�rum, s�dium, dominatiónum,  princip�tuum, potestátum et ómnium intellig�bilium quæ cre�sti; lumen sanctórum tu�rum.

Sint luc�rnæ tuæ ánimæ nostr�, accend�nt ad te, et illuminántur abs te, lúceant veritáte, árdeant caritáte, lúceant et non tenebráscant, árdeant, et non ciner�scant.

B�nedic hoc lumen, o lumen, quia et hoc quod port�mus in mánibus tu cre�sti, tu don�sti. Et sicut per hæc lámina quæ acc�ndimus de hoc loco exp�llimus noctem, sic et tu exp�lle ténebras de córdibus nostris.

Simus domus tua lucens de te, lucens in te. Sine deféctu luce�mus, et te semper col�mus. In te accend�mur, et non exstingu�mur.
R/. Amen.

Escúchanos, Señor Dios nuestro, luz inextinguible, luz de la única luz, luz que iluminas todo cuanto creaste, luz de los ángeles, de las dominaciones, principados y potestades y de todos los seres espirituales; luz de todos los santos.

Sean nuestras almas como antorchas en tu presencia, cercanas a ti, e iluminadas por ti, brillen por la verdad y ardan por la caridad, brillen y no se oscurezcan, ardan y no se consuman.

Oh luz, bendice esta luz que portamos en nuestras manos y que tú has creado y nos has dado. Y así como con esta esta luz encendida disipamos las tinieblas de la noche, disipa tú las tinieblas de nuestros corazones.

Que seamos morada tuya, iluminada por ti, iluminada en ti. Que brillemos sin sombra alguna y siempre te veneremos. Que de ti nos encendamos y nunca nos apaguemos.
R/. Amén.

Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui vivis et ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, que vives y todo lo gobiernas, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
Lucern� benedictione peracta, accedit alter diaconus portans cereum paschalem, ille qui postea in choro laudes cerei proclamaturus est et, postquam expresserit episcopus super cereum signum crucis, dicit episcopus benedictionem istam: Después de la bendición de la lámpara, el otro diácono, que porta el cirio pascual y posteriormente ha de proclamar en el coro la alabanza del cirio, presenta el cirio al obispo que hace sobre Él la señal de la cruz y dice esta bendición:

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Benedictio cerei in sacrario / Bendición del cirio en la sacristía
Offérimus tibi, Dómine, c�rei huius rutil�ntis speciem, divíno igne succ�nsam, quem multímodam matériam nutu tuo prod�ci iuss�sti �pibus.

Eum indígnis mánibus nostris oblátum acc�ndimus, prec�ntes bonitátem tuam, ut emissióne Spíritus Sancti tui, qui quondam in similitúdinem ignis, division�mque lingu�rum in apostolórum tu�rum corda persp�cuus fulg�nsque appáruit, eum benedícere et sanctificáre dign�ris.

Et, sicut hic c�reus, ex�berans larga visióne, noctis huius i�gulat cecitátem, et devotíssim� plebis tuæ respl�ndet obt�tibus, ita et nos, Dómini nostri Iesu Christi Fílii tui splend�re repléti, intérnis móntibus fulge�mus; et peccatórum cecitáte det�rsa, lux in nobis sempitérn� fídei persev�ret.
R/. Amen.

Te ofrecemos, Señor, la figura de este brillante cirio, encendido con el fuego divino, por el cual tú mandaste, según tu voluntad, que fuese creada toda la materia.

Y al ofrec�rtelo, lo encendemos con nuestras indignas manos, rogando a tu bondad que, con el soplo de tu Espíritu Santo, que en otro tiempo apareció en figura de fuego brillante y ardiente dando a los corazones de tus Apóstoles el don de lenguas, te dignes bendecirlo y santificarlo.

Y, así como este potente cirio mata con su penetrante luz las tinieblas de la noche, y resplandece ante los ojos de tu devotísimo pueblo, así también nosotros, llenos de la luz de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, brillemos interiormente y borrada la oscuridad de nuestros pecados, persevere en nosotros la luz de la fe sobrenatural.
R/. Amén.

In nómine Dómini nostri Iesu Christi sanctificátum permáneat cum pace.
R/. Amen.
En nombre de nuestro Señor Jesucristo, permanezca santificado con paz.
R/. Amén.

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Sollemnis ingressus / Entrada solemne

Finita cerei paschalis benedictione, accendit episcopus ex ipso cereo cereum suum, similiterque omnes in sacrario faciunt.

Cumque habuerint omnes accensum lumen in manibus, stante vero episcopo iuxta ostium et pr�cedente eum diacono cum cereo paschali, aperiuntur subito fores sacrarii, clamatque episcopus alta voce:

Después de la bendición del cirio pascual, el obispo enciende su vela del cirio, y lo mismo hacen todos los que est�n en la sacristía.

Y cuando todos tienen las luces en sus manos, el obispo se sitía en la puerta y delante de Él el diácono con el cirio pascual, entonces, en ese instante, se abren con rapidez las puertas de la sacristía y el obispo exclama en voz alta:

Deo grátias. Demos gracias a Dios.
Omnes autem, tam clerus cum luminibus accensis qui sequitur episcopum, quam universus populus in aula ecclesiæ stans, tribus vicibus l�tanter conclamant: Y todos, tanto el clero que porta las luces tras el obispo, como todo el pueblo que permanece de pie en el interior de la iglesia, unánimemente gritan con alegría tres veces:
Deo grátias. Deo grátias. Deo grátias. Demos gracias a Dios. Demos gracias a Dios. Demos gracias a Dios.

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Incipitque sollemnis ingressus usque as chorum. Y da comienzo la solemne entrada hacia el coro.
Cantus ad ingressum / Canto a la entrada Jn 1,9; Sal 35,10
Lumen verum illáminans omnem hóminem in hunc mundum veni�ntem.

V/. Quóniam apud te est, Dómine, fons vitæ, et in lúmine tuo vidébimus lumen.
R/. In hunc mundum veni�ntem.

V/. Glória et honor Patri et Fílio et Spirítui Sancto in sécula sóculorum. Amen.
R/. In hunc mundum veni�ntem.

l es la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo.

V/. Porque en ti, Señor, est� la fuente de la vida, y en tu luz veremos nuestra luz.
R/. Que viene a este mundo.

V/. Gloria y honor al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
R/. Que viene a este mundo.

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Dumque fit processio ad chorum accedunt seniores populi ad ministros cereos accensos portantes, accenduntque sibi et populo cereos seu candelas, sicque ex uno in alium propagatur lux usque dum omnes in ecclesia accensa habeant luminaria.

Cum autem perventum fuerit ad altare, dicit diaconus qui lucernæ laudem proclamaturus est:

Y mientras la procesión se dirige al coro, los laicos más ancianos de la comunidad encienden sus velas de los ministros, y de ellas el pueblo enciende sus velas o candelas, de modo que la luz se transmita de una persona a otra hasta que todos en la iglesia hayan encendido sus luces.

Al llegar al altar, el diácono que ha de proclamar la alabanza de la lámpara, dice:

Er�gite vos.
In nómine Dómini nostri Iesu Christi, lumen cum pace.
Levantaos.
En nombre de nuestro Señor Jesucristo, luz con paz.
Hæc autem dicens, elevat ipse lucernam, diaconus vero alter elevat cereum paschalem. Universus autem populus respondet: Tras lo cual, eleva la lámpara, mientras que el otro diácono eleva el cirio pascual. Entonces todo el pueblo responde:
Deo grátias. Demos gracias a Dios.

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Et collocant lucernam et cereum in facie populi super candelabra ad hunc finem disposita iuxta ambonem. Et accenduntur luminaria ecclesiæ.

Quo facto, accedunt simul ad episcopum, diaconus nempe qui laudes lucern� enarraturus est, et qui laudes cerei paschalis post eum, benedictionem petentes. Episcopus vero orat super eos orationem hanc:

Y colocan la lámpara y el cirio en el candelabro dispuesto para este fin, frente al pueblo, junto al ambón. Y se encienden las luces de la iglesia.

Hecho esto, se acercan al mismo tiempo al obispo para pedirle su bendición, el diácono que ha de proclamar la alabanza de la lámpara y el que después de Él ha de proclamar la alabanza del cirio pascual. El obispo, entonces reza por ellos esta oración:

Oratio super diaconos / Oración por los diáconos (2)
Prima tibi et princip�lia, Deus Pater omnípotens, hæc lúminum mónera in ex�rdio vener�ndæ huius noctis obt�limus, et ob honórem domínicæ resurrectiónis luc�rnam et c�reum claritátis aptívimus quæ unig�nitus Fílius tuus, Dóminus noster, advéntus sui f�ciat mystériis lumin�ta.

Per quem te, Deus, súpplices exorémus, ut hoc sanctum munus libens accípiens, his fámulis tuis, quos ad enarrárndam laudem destin�vimus lúminis, propítius ac benígnus asp�res, effici�sque tibi plácita quæ in honóre tuo e�rum fúerint sermóne prol�ta; in nobis quoque perv�gilem devotiónem flagr�ntia spiritu�li succ�ndens, omnes tetr� noctis ins�dias lucis tuæ cand�re disc�tias.
R/. Amen.

Al comenzar esta noche venerable, te ofrecemos Dios Padre omnipotente, como primeros y principales dones, los de estas luces, y hemos simbolizado por la antorcha y el cirio de luz como honor a la Resurrección de tu unigénito Hijo nuestro Señor Jesucristo, que nos iluminar� con los misterios de su venida.

Por Él, oh Dios, humildemente te suplicamos que aceptes bondadoso esta ofrenda de la luz y, por tu espiritual iluminación, enciendas en nosotros una vigilante devoción. Al mismo tiempo te encomendamos con piadoso afecto de caridad a nuestros santos hermanos y diáconos N. N. que ansían contar las inenarrables alabanzas de tu majestad, dales, de tus tesoros la plenitud de tu ciencia y sabiduría, para que lo que meditaron, sintieron y en su memoria mantuvieron, con reflexiones continuas lo proclamen con sonora voz y elocuente palabra, sin ambages, sin olvidos y sin miedo. Que la fragilidad humana no les acobarde, sino que reciban todo de la abundancia de tu clemencia. Dales, tras la palidez de sus rostros, una encendida sinceridad, alegría en su lengua, y firme y resuelta seguridad en su valentía; para que sintiendo en todo la ayuda de tu proyección proclamen la bendición de la antorcha y del cirio, entonando su mayor alabanza.
R/. Amén.

Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui vivis et ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, que vives y todo los gobiernas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

Post hanc duplicem benedictionem diaconorum ab episcopo peractam, sedet ipse episcopus in sella sua. Presbyteri autem et ministri stant iuxta eum, immo et universus populus cereos seu candelas ardentes in manibus portantes.

Accedit autem ad ambonem primus diaconus, ille qui lucernæ laudem proclamaturus est, præparatque populum ad sollemnem benedictionem lucernæ dicens:

Después de completada esta bendición sobre los dos diáconos, el obispo, permanece sentado en su silla. Los sacerdotes y ministros, continían de pie junto a Él, e igualmente todo el pueblo, con los cirios o velas encendidas en las manos.

El primer diácono, que ha de proclamar la alabanza de la lámpara, se acerca al ambón, y prepara al pueblo para la bendición solemne de la lámpara, diciendo:

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Aures ad Dóminum.
R/.
Hab�mus ad Dóminum nostrum.

Deo ac Dómino nostro Iesu Christo, Fílio Dei, qui es in cœlis, dignas laudes et grátias refer�mus.
R/.
�quum et iustum est, dignum et iustum est.

O�dos atentos al Señor.
R/.
Toda nuestra atención hacia el Señor.

A Dios y a nuestro Señor Jesucristo, Hijo de Dios, que est� en el cielo, demos debidas gracias y alabanzas.
R/. Es equitativo y justo, es digno y justo.

 

Benedictio lucern� ante altare / Bendición de la lámpara ante el altar

Dignum et iustum est, vere dignum et sanctum est nos tibi semper grátias ágere laudásque ref�rre, Dómine, sancte Pater omnípotens, et Christe, Deus, qui mihi tr�buas ut in tuis láudibus semper r�sonent fauces meæ, qui �rigis a terra �nopem et ab st�rcore ex�ltas páuperem. Da dir�ctum et bene sonántem in ore meo ministr´ri sermónem. Omnipoténtem Deum, subst�ntiæ vit�lis ex�rdium, creatór� univers�lis auctórem Dóminum, salutárem op�ficem, vocœlis Ecclésiæ p�rsonet canéra laudátio, ut ipsi rep�ndat lingua ministérium, de cuius império sumpsit offícium.

Dignum est ut sponsi corusc�ntis advéntum accénsis præstol�tur fidélis turba lum�nibus, ne nupti�lis habitáculi r�spuat habére consórtes, quos sub véterum umbróculo peccatórum prævénerit dormi�ntes. Quid d�gnius quidve sublímius quam ut tibi vígilet in spe éternitátis resuscitáta mort�litas cui totum ex orígine, totum debet ex múnere, vel quod formátur ex n�hilo, vel quod reparátur ex p�rdito?.

Tu vas quod pronum culpa déderat in ru�nam, f�guli miseróntis afféctu, de fav�llis cinerib�sque coll�ctum, spíritu vivific�ntem salvásti, ut fac�res ex adoptióne líberos quos retin�re víderas ex pr�varicatióne captívos. Tu nov�ll� vitis g�rmina fec�nda plant�sti, ut antiqu�rum tabísceret suávitas amóra pom�rum. Nunc de cibo s�mitur, vita non l�bitur. Solvit grátia quos vinxit ill�cebra. De árbore cre�ta nox críminis, sed de ligno g�nita lux salútis. Vetuísti ópera m�nuum tu�rum clemens operútor, intérfici perpétu� mortis exc�dio. Paradísi i�nuam, quam pi�culum let�le damn�verat, dextra mystérii cæléstis apéruit; id perféct� iúdicans esse pietátis ut quibus ad vitam fúeras largátus intr�itum, trib�eres et regréssum. Mortificántur ex lapsu, qui vivificántur ex pr�tio. Red�mpti cleméntius quam cre�ti. Namque ibi Deus operútus ut f�ceret, hic passus est ut prodísset.

�nduit carnem, sed non �xuit maiest�tem, nostram subst�ntiam �xpetens, sed própriam non relénquens. Cum córpore �ditus, sed intemer�to pudúre conc�ptus. Tempor�lis ex Vírgine, sed coætérnus ex Patre. Hum�lians divína, ut possit elev�re terr�stria. Cui tanti fuit salv�tio ut, ne nos perder�mus cœlum, ille pater�tur inférnum. Susc�pit mors quem ten�re non p�tuit; amplific�ta succ�ssu, sed evacu�ta sp�lio. Exsult�vit in raptu, sed occ�dit in troph�o. In se ref�sa defécit extrémitas postquam vitæ appétere tent�vit auctórem et dum ambit ill�cita, pérdidit acquis�ta.

Adest nox lúmine don�ta, perpétuo domónicis sanctificáta victóriis, quæ recid�vum mundi sort�ta nat�lem, debell�ta fúneris regióne, triumphos Christi resurg�ntis excépit; quæ transgressiónis máculas flu�ntis lav�cri salutáris abst�rsit; quæ vetern�sa críminis indum�nta tactu l�quidi res�lvit elemínti; in qua mercem sánguinis repræséntat unda baptísmatis, et dum vetus culpa d�cidit, novus homo cons�rgit.
R/. Amen.

Es digno y justo, realmente digno y santo que te demos siempre gracias y dediquemos alabanzas a ti, Señor Padre santo todopoderoso, y a ti, Cristo Dios; y hagas que mi garganta resuene siempre en tu alabanza tu, que levantas del polvo al desvalido y alzas de la basura al pobre. Concede a mis labios pronunciar un recto y armonioso pregón. Que la melodiosa alabanza de la Iglesia elocuente celebre a Dios todopoderoso, principio de la vida, autor de todo lo que existe, Señor, creador de salvación, para que el ministerio satisfaga con la lengua al mismo por cuyo mandato asumió el oficio.

Est� bien que la muchedumbre fiel aguarde con cirios encendidos la llegada del Esposo rutilante para que Él no rehúse tener como partícipes de la morada nupcial a algunos sorprendidos durmiendo en la oscuridad de los viejos pecados. ¿Qué puede haber más apropiado y noble que estar vigilando ante ti la naturaleza mortal y resucitada en la esperanza de la eternidad, debiéndose todo por su origen y todo por la gracia, ya por haber sido formada de la nada, ya por haber sido rescatada desde su ruina?

Tú con afecto de alfarero misericordioso, al vaso caído, al que la culpa llev� a su quiebra, lo salvaste con el Espíritu vivificante, recompuesto nuevamente del polvo y de la ceniza, para hacer libres por la adopción a quienes viste cautivos por la prevaricación. Tú plantaste los plantones fecundos de la nueva vid para que se esfumara el gusto amargo de los frutos antiguos. Ahora se come el fruto y la vida no muere. Libera la gracia a los que la seducción encadenara. De un árbol se origin� la noche del pecado, pero de un madero irradió la luz de la salvación. Impediste, hacedor bondadoso, que la obra de tus manos pereciera con la calamidad de la muerte eterna. La diestra del celeste misterio abrió la puerta del Paraíso, la que había cerrado un mortal sacrilegio; juzgando ser propio de una piedad perfecta conceder también el regreso a los que habías dado entrada en la vida. Destinados estaban a la muerte por su caída los vivificados por el rescate. Con mayor clemencia redimidos que creados. Pues entonces Dios se limit� a actuar simplemente para crear, mas ahora ha tenido que padecer para actuar con eficacia.

Revistió la carne, aun no despojándose de la divinidad, buscando nuestra naturaleza, aun no dejando la suya. Parido con un verdadero cuerpo, pero concebido quedando intacta la virginidad. Sometido al tiempo a partir de la Virgen, mas coeterno al Padre. Abajando lo divino para poder elevar lo terreno. Para quien nuestra salvación fue de tal valor que padeció el infierno a fin de que nosotros no perdi�ramos el cielo.

Arrebat� la muerte a quien no podía retener, ensoberbecida por su éxito pero despose�da inmediatamente de su victoria. Se regocij� con el botón, mas pereció a causa de su propio triunfo; contradicha en sí misma, se desvaneció la postrimería después de intentar adueñarse del autor de la vida; ambicionando lo que le era vedado perdió lo que tenía adquirido.

He aquí la noche regalada con la luz perpetua, santificada con la victoria del Señor, que habiendo recibido en suerte un nuevo nacimiento del mundo, derrotado el país de la muerte acogió el triunfo de Cristo resucitado; que lav� las suciedades del pecado en las aguas de un baño de salvación, y que deshizo los viejos harapos de los delitos al contacto del líquido elemento; con lo que el agua del bautismo hace presente la merced de la sangre, y mientras la antigua culpa se arruina, resucita un hombre nuevo.
R/. Amén.

Post responsionem populi, priusquam accedat alter diaconus ad ambonem cerei laudem enarraturus, surgit episcopus, oratque sequentem orationem; quæ tamen, ad unitatem utriusque laudis clarius exprimendam, omitti licebit. Después de la respuesta del pueblo y antes de que se acerque el otro diácono al ambón para pronunciar la alabanza del cirio, se levanta el obispo y dice la siguiente oración, que, sin embargo, con el fin de expresar más claramente la unión de las dos alabanzas, se puede omitir.

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Oratio post benedictionem lucernæ ante altare / Oración después de la bendición de la lámpara ante el altar
Deus, qui fílios Ísrael ed�cis ex Ægípto, palp�biles Ægípti ténebras relinqu�ndo; Deus, qui duce lúminis grátia, pondus horr�nd� noctis ext�rminas; Deus qui præced�nte ángelo tuo in colémna nubis in diem eod�mque in colémna ignis in noctem posterióra serv�nte, curam nostræ salútis exs�queris; teque nobis in eo præstas, in quo luc�re nos lúmine sci�ntiæ tuæ iubes.

Fac nos divinitátis tuæ fúeri consórtes, et larga tua pietáte ex invisib�libus bonis visib�lia dona concéde, quæ nos et off�rri dóceant, et tuam in ómnibus compl�ri f�ciant voluntátem.
R/. Amen.

Oh Dios, que sacas de Egipto a los hijos de Israel abandonando las densas tinieblas de Egipto; oh Dios, que con la guía iluminadora de tu gracia disipas el peso de una horrible noche; oh Dios, que con la guía de tu ángel nos preparas una nube por el día y una columna de fuego por la noche, buscando nuestra salvación, y nos das aquella luz por la que nos mandas brillar con la luz de tu conocimiento.

Haznos partícipes de tu divinidad, y con tu inagotable piedad concédenos de tus riquezas invisibles los dones invisibles que nos enseñan a ofrecernos a tu y a cumplir en todo tu voluntad.
R/.
Amén.

Christe, Dómine, Deus noster, qui cum Deo Patre et Spíritu Sancto gloriósa divinitáte vivis et dominóris per infiníta semper sécula sæculórum.
R/. Amen.
Cristo Señor, Dios nuestro, que con Dios Padre y Espíritu Santo vives y gobiernas en tu gloriosa divinidad, por infinitos siglos de los siglos.
R/. Amén.
Recitata, vel omissa, oratione pr�cedenti, accedit alter diaconus, qui prosequitur: Tanto si se ha dicho como si se ha omitido la oración precedente, se acerca el otro diácono y prosigue:

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Benedictio cerei ante altare / Bendición del cirio ante el altar
quum et iustum est, vere, Dómine, satis dignum et pulchrum est, in quantum nos múnere tuo illústras, tibi semper grátias ágere, apud quem est fons vitæ, in cuius lúmine vidébimus lumen. Pr�via tot tant�sque virtútibus circa tuæ maiestátis respl�ndens altária serónat lux c�rei. Pr�m�ttunt indícia ígnium mir�cula secut�ra lymph�rum. Nunci�tur ex lúmine quid nasc�tur ex fonte. Pat�scunt actu quæ fúerant figur�ta mystério. Instar colémn� véteris fomes iste pr�fúlget; aquis pópulum docet esse salv�ndum, per quas et liberátio trib�itur ad salútem et regenerátio don�tur ad r�quiem.

Ascéndat, Dómine, in conspéctu glóriæ tuæ obsecr�tio devóta famulárum. Visitántur benedictiónis dono quæ sacro dedicántur obséquio. Non hic th�reis adol�tur flamma virgúltis, nec in sab�icis proscindántur ligna, nem�ribus, quæ suavitátem c�nnami ror�ntes exh�lant. Sed cera famulátur ex lúmine, quæ non poll�itur ex paránte. Cuius natúra de flore, cuius ortus ex vírgine. Cui illa dat g�netrix nativitátis oríginem, quæ corruptiónis nescit errárem. Pap�rus, quin étiam, niveo adopórta sub t�gmine, flamm�rum exséquitur increm�nta. Neque hoc sine cæléstis ígitur operatióne virtátis, quod favet ígnibus res nutr�ta gurg�tibus.

Agn�scunt cuncta te Dóminum, tib�que se sciunt debóri quod nata sunt. Ded�sti, pie �pifex, creatóræ sensum quo suum possit intell�gere et honoráre factórem

Int�nde, propítius, Dómine, ad huius c�rei devotíssimam servitátem; ut qui flammam g�gnere c�rnitur, usu�le tuæ benedictiónis serenítus ex lúmine, cunctis sit expedíbilis ad salútem. Res�lvat gr�vium fom�nta langu�rum. Asperitátes c�suum remédii tranquillitáte confr�ngat. ómnia votis largi�tur humánis, qui de tuis benedictiónem sumpsit offíciis.

Tr�bue étiam, Dómine, sancte Pater, omnípotens Deus, ut di�i huius sollémnia sacr� paschális, in quo Redempt�ris nostri glória prædic�tur et grátia, cum ant�stite nostro N. epíscopo, cum glorióso príncipe N., cum presbéteris, diacónibus, clero atque omni pópulo, sub mult�rum currículo celebráre mere�mur annórum.
R/. Amen.

Præsta per Dóminum nostrum Iesum Christum Fílium tuum, cum quo tibi est una et co�qu�lis ess�ntia in unitáte Spíritus Sancti in sécula sæculórum.
R/. Amen. Amen. Amen. Amen.

Ad te ascéndat.
R/. Amen.

Pax in cœlo.
R/. Amen.

Pax in terra.
R/. Amen.

Pax et plenitúdo tua, Dómine, super nos descéndat.
R/. Amen.

Pax r�gibus et potestátibus sæculi huius.
R/. Amen.

Pax Ecclésiæ tuæ cathólicæ, quæ est in hunc locum constitáta, et per universum orbem terrárum in pace diff�sa.
R/. Amen.

Es justo y necesario, en verdad, Señor, es digno y hermoso que, puesto que tú nos enriqueces con tus dones, te demos gracias siempre, porque en ti est� la fuente de la vida, y en tu luz veremos nuestra luz. La luz del cirio resplandeciente serena los altares de tu majestad, anunciando muchos y muy grandes prodigios. Comienzan los símbolos del fuego, al que seguirán los milagros del agua. Por la luz se anuncia lo que ha de nacer de esta fuente. Se hacen ahora realidad los misterios simbolizados en figuras. Como la columna antigua de fuego, brilla este fuego, anunciando que el pueblo se ha salvar por el agua, por la que se nos libera y salva, y se nos da un nacimiento nuevo, en orden a la bienaventuranza.

Suba, pues, Señor, ante la presencia de tu gloria, la devota oración de tus siervos. Que el don de tu bendición nos visite a cuantos te rendimos adoración. No se enciende aquí la llama con ramas de incienso, ni se cortan maderas de los bosques de Sab�, que exhalan la suavidad del cinamomo derramado. Se te ofrece, para la luz, la cera, que no ha sido manchada por quienes la crean; su naturaleza brota de las flores; su origen es virginal; ella, al mismo tiempo, recibe tal nacimiento, que desconocer� el fracaso de la corrupción. Aún el papiro que la protege con blanco velo consigue aumento de la llama. Y esto sucede no sin poder y virtud celestial, ya que al fuego alimenta lo que se ha desarrollado en las aguas.

Todas las cosas te reconocen como Señor y saben que a ti deben lo que son. Tú diste, piadoso creador, un sentido a la criatura por el que pueda conocer y honrar a su creador.

Mira, pues, propicio, Señor, el devotísimo obsequio de este cirio; y así como se ve brotar de Él la llama en la tranquilidad serena de tu constante bendición, nos sirva a todos de ayuda para la salvación. Que cure la raíz de nuestros graves males. Que sirva de sosiego y de tranquilidad en nuestras desgracias, y por Él recibamos remedio en nuestras peticiones, ya que Él ha recibido la bendición cuando te lo ofrecíamos.

Concede también, Señor, Padre santo, Dios omnipotente, que podamos celebrar muchos años esta solemnidad pascual en la que proclamamos la gracia y la gloria de nuestro Redentor, juntamente con nuestro Obispo, N., con nuestro soberano, N., con los presbíteros, diáconos, clero y el pueblo todo.
R/. Amén.

Concédenoslo por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que es una sola e igual naturaleza contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
R/. Amén. Amén. Amén. Amén.

Que suba hasta ti.
R/. Amén.

Paz en el cielo.
R/. Amén.

Paz en la tierra.
R/. Amén.

Que tu paz y toda tu gracia, Señor, descienda sobre nosotros.
R/. Amén.

Paz a los que gobiernan las naciones.
R/. Amén.

Paz a tu Iglesia Católica, que est� aquí establecida y extendida en paz por todo el orbe de la tierra.
R/. Amén.

Quibus populi acclamationibus perficitur Lucernarium, incipitque Liturgia verbi seu magna synaxis biblica paschalis. Con estas aclamaciones del pueblo termina el Lucernario y da comienzo la Liturgia de la Palabra o gran sinaxis b�blica pascual.

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Pars secunda
Liturgia verbi

Annus secundus

Segunda parte
Liturgia
de la palabra

Año II

Omnibus stantibus, celebrans admonet populum. Estando todos de pie, el celebrante dirige al pueblo la siguiente admonición.
Admonitio ad populum / Admonición al pueblo
Exspect�ti témporis, dilectíssimi fratres, festa sollémnitas et �nnuum per sécula sacr� resurrectiónis arcénum vot�v� noctis advénit. Hoc illud est, quod in perúnnem memóriam consecr�tum credéntibus pópulis altíssima de cœlis grátia spiritu�lis attr�buit.

H�lares vig�lias gloriósis láudibus perfer�mus, diem vincóntes, qua fun�libus crebris Ecclésia sancta respl�ndens coríscat in lúmine, præc�nia domínicæ passiónis indef�ssis précibus celebrámus, intend�ntes audítu lectiónibus sanctis ac s�dulis obsecratiónibus patiéntiam non negántes; ut ille reg�lis s�lii habitátor altíssimus a sede arcis �th�re� pópulo suo, qui sollémnia reddit�rus ad hæc festa convénit, per Spíritum suum Sanctum clem�nter ill�psum plac�bilis ac propitiátus asp�ret.
R/. Amen.

Por fin, hermanos amadísimos, ha llegado esta, por largo tiempo deseada, fiesta solemnísima, y el misterio durante siglos escondido de la resurrección en esta anhelada noche. Este es aquel misterio, que, consagrado ya para perpetua memoria, trae la gracia espiritual a los pueblos que creen en Él.

Celebremos con gloriosas alabanzas, la jubilosa vigilia, y al alcanzar el día en que la Santa Iglesia con multitud de antorchas brillar� resplandeciente, celebremos el pregón de la Pasión del Señor, rodeados de luz, y con incesantes plegarias. Estemos atentos para escuchar las lecturas santas, y no nos cansemos de rezar con insistencia. Para que aquíl que habita en las alturas sentado en su trono real, mire propicio y clemente, por el Espíritu Santo que bondadosamente se nos derrama, desde el trono de su eterno alcázar, a su pueblo que se re�ne aquí para celebrar esta solemne festividad.
R/. Amén.

Per misericórdiam ipsíus Dei nostri, qui est benedíctus et vivit et ómnia regit in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por la misericordia del mismo Dios nuestro, que es bendito y vive y todo lo gobierna, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
Admonitione finita sedent omnes et lectiones auscultant. Terminada la admonición todos se sientan y escuchan las lecturas.

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Pari modo atque in anno primo, Liturgia verbi, seu magna synaxis biblica, ordinatur in anno secundo ita ut, post admonitionem «Exspectati temporis...», populus sedens lectiones auscultat. De igual modo que en el año primero, la Liturgia de la palabra o gran sinaxis b�blica se ordena en el año segundo de tal manera que tras la admonición «Exspectati temporis...», el pueblo sentado escucha las lecturas.
LECTIO PRIMA / Lectura primera
Annus secundus / Año II Gén 1,1-2,6
Léctio libri G�nesis.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del G�nesis.
R/. Demos gracias a Dios.

In princípio creávit Deus cœlum et terram. Terra autem erat in�nis et vácua, et teníbr� super f�ciem ab�ssi, et sp�ritus Dei ferebátur super aquas.

Dixítque Deus: «Fiat lux». Et facta est lux. Et vidit Deus lucem quod esset bona et div�sit Deus lucem ac ténebras. Appellav�tque Deus lucem Diem et ténebras Noctem. Fact�mque est véspere et mane, dies unus.

Dixit quoque Deus: «Fiat firmam�ntum in médio aquírum et div�dat aquas ab aquis». Et fecit Deus firmam�ntum divis�tque aquas, quæ erant sub firmam�nto, ab his, quæ erant super firmam�ntum. Et factum est ita. Vocav�tque Deus firmam�ntum C�lum. Et factum est véspere et mane, dies secóndus.

Dixit vero Deus: «Congregántur aquí, quæ sub cœlo sunt, in locum unum, et app�reat árida». Fact�mque est ita. Et vocávit Deus áridam Terram congregation�sque aquírum appell�vit Mar�a. Et vidit Deus quod esset bonum.

Et ait Deus: �G�rminet terra herbam viróntem et herbam faci�ntem semen et lignum pom�ferum f�ciens fructum iuxta genus suum, cuius semen in semet�pso sit super terram». Et factum est ita. Et pr�tulit terra herbam viróntem et herbam affer�ntem semen iuxta genus suum lign�mque f�ciens fructum, qui habet in semet�pso sem�ntem secóndum spéciem suam. Et vidit Deus quod esset bonum. Et factum est véspere et mane, dies tértius.

Dixit autem Deus: «Fiant lumin�ria in firmam�nto cœli, ut d�vidant diem ac noctem et sint in signa et témpora et dies et annos, ut lúceant in firmam�nto cœli et illúminent terram». Et factum est ita. Fec�tque Deus duo magna lumin�ria: lumin�re maius, ut pr�ísset di�i, et lumin�re minus, ut pr�ísset nocti, et stellas. Et pósuit eas Deus in firmam�nto cœli, ut luc�rent super terram et pr�íssent di�i ac nocti et div�derent lucem ac ténebras. Et vidit Deus quod esset bonum. Et factum est véspere et mane, dies quartus.

Dixit étiam Deus: �P�llulent aquí r�ptile ánimæ viv�ntis, et volátile volet super terram sub firmam�nto c�li�. Creav�tque Deus cete gr�ndia et omnem ánimam viv�ntem atque mot�bilem, quam p�llulant aquí secóndum spécies suas, et omne volátile secóndum genus suum. Et vidit Deus quod esset bonum; benedixítque eis Deus dicens: «Créscite et multiplic�mini et repléte aquas maris, av�sque multiplicántur super terram». Et factum est véspere et mane, dies quintus.

Dixit quoque Deus: «Prod�cat terra ánimam viv�ntem in génere suo, ium�nta et rept�lia et b�stias terræ secóndum spécies suas». Fact�mque est ita. Et fecit Deus b�stias terræ iuxta spécies suas et iumenta secóndum species suas et omne r�ptile terræ in génere suo. Et vidit Deus quod esset bonum.

Et ait Deus: «Faci�mus hóminem ad im�ginem et similitúdinem nostram; et pr�sint p�scibus maris et volat�libus cœli et b�stiis univers�que terræ omn�que r�ptili, quod mov�tur in terra». Et creávit Deus hóminem ad im�ginem suam; ad im�ginem Dei creávit illum; m�sculum et féminam creávit eos.

Benedixítque illis Deus et ait illis Deus: «Créscite et multiplic�mini et repléte terram et sub�cite eam et dominómini p�scibus maris et volat�libus cœli et univérsis anim�ntibus, quæ movántur super terram». Dixítque Deus: �Ecce dedi vobis omnem herbam affer�ntem semen super terram et univérsa ligna, quæ habent in semet�psis fructum ligni portóntem sem�ntem, ut sint vobis in escam et cunctis anim�ntibus terræ omn�que v�lucri cœli et univérsis, quæ movántur in terra et in quibus est ánima vivens, omnem herbam viróntem ad vesc�ndum». Et factum est ita. Vidétque Deus cuncta, quæ fecit, et ecce erant valde bona. Et factum est véspere et mane, dies sextus.

�gitur perfécti sunt cœli et terra et omnis exércitus e�rum. Complev�tque Deus die sóptimo opus suum, quod f�cerat, et requi�vit die sóptimo ab univérso �pere, quod patr�rat. Et benedíxit Deus di�i sóptimo et sanctificávit illum, quia in ipso requi�verat ab omni �pere suo, quod creávit Deus, ut f�ceret.

Istæ sunt generatiónes cœli et terræ, quando cre�ta sunt.

In die, quo fecit Dóminus Deus terra et cœlum omne virgúltum agri, ántequam orir�tur in terra omn�sque herba regiónis, pri�squam germin�ret; non enim pl�erat Dóminus Deus super terram, et homo non erat, qui operar�tur humum, sed fons ascend�bat e terra �rrigans univérsam superféciem terræ.

In fine uniuscuiusque lectionis populus respondet, de more:

R/. Amen.

Al principio Dios creó el cielo y la tierra. La tierra era soledad y caos, y las tinieblas cubrían el abismo; y el espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas.

Dios dijo: «Haya luz�, y hubo luz. Vio Dios que la luz era buena, y la separá de las tinieblas; y llam� a la luz día, y a las tinieblas noche. Hubo así tarde y mañana: día primero.

Y Dios dijo: «Haya un firmamento entre las aguas, que separe las unas de las otras»; y así fue: Dios hizo el firmamento, separando por medio de Él las aguas que hay debajo de las que hay sobre Él. Dios llam� al firmamento cielo. Hubo tarde y mañana: día segundo.

Dios dijo: «Re�nanse en un solo lugar las aguas inferiores y aparezca lo seco»; y así fue. Dios llam� a lo seco tierra, y a la masa de las aguas llam� mares. Vio Dios que esto estaba bien.

Dios dijo: «Produzca la tierra vegetación: plantas con semilla de su especie y árboles frutales que den sobre la tierra frutos que contengan la semilla de su especie�; y así fue. La tierra produjo vegetación: plantas con semilla de su especie y árboles frutales que contienen la semilla propia de su especie. Vio Dios que esto estaba bien. Hubo tarde y mañana: día tercero.

Dios dijo: «Haya lumbreras en el firmamento que separen el día de la noche, sirvan de signos para distinguir las estaciones, los días y los años, y luzcan en el firmamento del cielo para iluminar la tierra». Y así fue: Dios hizo dos lumbreras grandes, la mayor para gobierno del día, y la menor para gobierno de la noche, y las estrellas. Dios las puso en el firmamento del cielo para iluminar la tierra, regular el día y la noche y separar la luz de las tinieblas. Vio Dios que esto estaba bien. Hubo tarde y mañana: día cuarto.

Dios dijo: «Pulule en las aguas un hormigueo de seres vivientes y revoloteen las aves por encima de la tierra y cara al firmamento del cielo». Dios creó los grandes monstruos marinos, todos los seres vivientes que se mueven y pululan en las aguas según su especie, y el mundo volátil según su especie. Vio Dios que esto estaba bien. Dios los bendijo diciendo: «Sed fecundos, multiplicaos y llenad las aguas del mar, y multipl�quense las aves sobre la tierra». Hubo tarde y mañana: día quinto.

Dios dijo: «Produzca la tierra animales vivientes según su especie: ganados, reptiles y bestias salvajes según su especie». Y así fue.  Dios hizo las bestias de la tierra, los ganados y los reptiles campestres, cada uno según su especie. Vio Dios que esto estaba bien.

Dios dijo: «Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza. Domine sobre los peces del mar, las aves del cielo, los ganados, las fieras campestres y los reptiles de la tierra».Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios los creó, macho y hembra los creó.

Dios los bendijo y les dijo: «Sed fecundos y multiplicaos, poblad la tierra y sometedla; dominad sobre los peces del mar, las aves del cielo y cuantos animales se mueven sobre la tierra». Y añadió: «Yo os doy toda planta sement�fera que hay sobre la superficie de la tierra y todo árbol que da fruto conteniendo simiente en sí. Ello ser� vuestra comida. A todos los animales del campo, a las aves del cielo y a todos los reptiles de la tierra, a todo ser viviente, yo doy para comida todo herbaje verde». Y así fue. Vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que todo estaba muy bien. Hubo tarde y mañana: día sexto.

Así fueron acabados el cielo y la tierra y todos sus elementos. Dios dio por terminada su obra el sóptimo día, y en este día descans� de toda su obra. Dios bendijo el día sóptimo y lo santificó, porque en Él había descansado de toda la obra de su actividad creadora.

Tal fue el origen del cielo y de la tierra cuando fueron creados.

Cuando el Señor hizo el cielo, no había todavía arbusto alguno del campo sobre la tierra, ni había germinado hierba alguna, porque el Señor Dios no había hecho todavía llover sobre la tierra, ni había hombre que cultivase el suelo. Pero un manantial brotaba de la tierra y regaba toda la superficie del suelo.

Al final de cada lectura el pueblo responde de la forma habitual:

R/. Amén.

 

Ante proclamationem vero diacono, surgunt omnes et dicit episcopus hanc monitionem, finita prima lectione:

Antes de la proclamación del diácono, todos se levantan y terminada la primera lectura dice el obispo esta admonición:

 

Admonitio / Admonición
Aniversária, fratres dilectíssimi, festa votis sollómnibus incho�ntes, aux�lium Dómini posc�mus e cœlis, ut digni habeámur ecclesiásticæ functiónis offíciis.
�mminet enim cura pro cunctis.
Illi pro ómnibus supplic�mus, qui mori pro ómnium salúte dignátus est.

R/.
Amen.

Cui est honor et glória in sécula sæculórum.
R/. Amen.

Al comenzar, hermanos amadísimos, esta solemne festividad del año, pidamos al cielo el auxilio del Señor, para que seamos dignos de celebrar estos oficios de la Iglesia.
Y pues Él cuida de todos, pidamos por todos a Él, que se dign� morir por la salud de todos.
R/. Amén.

A Él el honor y la gloria por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

 

Dicit diaconus: El diácono dice:
Pro sollemnitáte pascháli prec�mur Dóminum. En esta solemnidad pascual, roguemos al Señor.
Et omnes genua flectunt. Post paululum vero dicit: Y todos se arrodillan. Después de unos instantes dice:
Lev�te. Levantaos.
Et omnes surgunt.
Celebrans dicit:
Y todos se levantan.
El celebrante dice:

 

Collectio / Recapitulación
Sanctifica, Dómine, fámulos tuos, ut sanctificátæ noctis huius dignis obséquiis servi�mus.
R/.
Amen.

Quia Deus es benedíctus, et vivis et ómnia regit in sécula sæculórum.
R/. Amen.

Santifica, Señor, a tus siervos, para que podamos servirte con nuestras ofrendas en esta noche santa.
R/. Amén.

Porque Dios es bendito y vive y todo lo gobierna por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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LECTIO SECUNDA / Lectura segunda
Annus secundus / Año II

Gén 2,7-3,24

Léctio libri G�nesis.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del G�nesis.
R/. Demos gracias a Dios.

In diébus illis:

Formávit Dóminus Deus hóminem p�lverem de humo et inspir�vit in nares eius spir�culum vitæ, et factus est homo in ánimam viv�ntem.

Et plant�vit Dóminus Deus paradísum in Eden ad ori�ntem, in quo pósuit hóminem, quem formáverat. Produx�tque Dóminus Deus de humo omne lignum pulchrum visu et ad vesc�ndum suáve, lignum étiam vitæ in médio paradísi lign�mque sci�ntiæ boni et mali.

Et fluvius egrediebátur ex Eden ad irrig�ndum paradísum, qui inde div�ditur in quáttuor cápita. Nomen uni Phison: ipse est, qui c�rcuit omnem terram H�vilath, ubi est aurum; et aurum terræ illíus �ptimum est; ibi invenítur bd�llium et lapis onych�nus. Et nomen fl�vio secóndo Geon: ipse est, qui c�rcuit omnem terram �thiop��. Nomen vero flúminis tértii Tigris: ipse vadit ad ori�ntem Ass�ri�. Fl�vius autem quartus ipse est Euphr�tes.

Tulit ergo Dóminus Deus hóminem et pósuit eum in paradíso Eden, ut operar�tur et custod�ret illum; præcep�tque Dóminus Deus hómini dicens: «Ex omni ligno paradísi c�mede; de ligno autem sci�ntiæ boni et mali ne c�medas; in quoc�mque enim die com�deris ex eo, morte mori�ris».

Dixit quoque Dóminus Deus: «Non est bonum esse hóminem solum; f�ciam ei adiut�rium símile sui�. Form�tis ígitur Dóminus Deus de humo cunctis anim�ntibus agri et univérsis volat�libus cœli, addéxit ea ad Adam, ut vidéret quid vocáret ea; omne enim, quod vocávit Adam ánimæ viv�ntis, ipsum est nomen eius. Appellav�tque Adam nom�nibus suis cuncta pécora et univérsa volat�ilia cœli et omnes b�stias agri; hómini vero non inveniebátur adi�tor símilis eius. Imm�sit ergo Dóminus Deus sopórem in hóminem. Cumque obdormísset, tulit unam de costis eius et repl�vit carnem pro ea; et ædificávit Dóminus Deus costam, quam t�lerat de hómine, in muláerem et addéxit eam ad hóminem. Dixítque homo: �H�c nunc os ex �ssibus meis et caro de carne mea. Hæc vocábitur Vir�go, quóniam de viro sumpta est h�c�.

Quam ob rem relénquet vir patrem suum et matrem et adh�r�bit ux�ri suæ; et erunt in carnem unam. Erant autem ut�rque nudi, homo sc�licet et uxor eius, et non erubesc�bant.

Et serpens erat calládior cunctis anim�ntibus agri, quæ f�cerat Dóminus Deus. Qui dixit ad muláerem: «Ver�ne præc�pit vobis Deus, ut non comeder�tis de omni ligno paradísi?».

Cui respóndit múlier: «De fructu lignórum, quæ sunt in paradíso, v�scimur; de fructu vero ligni, quod est in médio paradísi, præc�pit nobis Deus, ne comeder�mus et ne tanger�mus illud, ne mori�mur�.

Dixit autem serpens ad muláerem: «Nequ�quam morte mori�mini. Scit enim Deus quod in quoc�mque die comed�ritis ex eo, aperiántur �culi vestri, et �ritis sicut Deus sci�ntes bonum et malum».

Vidit ígitur múlier quod bonum esset lignum ad vesc�ndum et pulchrum �culis et desider´bile esset lignum ad intelleg�ndum; et tulit de fructu illíus et com�dit ded�tque étiam viro suo secum, qui com�dit.

Et ap�rti sunt óculi amb�rum. Cumque cognovíssent esse se nudos, consu�runt fília ficus et fec�runt sibi periz�mata. Et cum audíssent vocem Dómini Dei deambul�ntis in paradíso ad auram post merídiem, abscóndit se homo et uxor eius a f�cie Dómini Dei in médio ligni paradísi.

Vocav�tque Dóminus Deus hóminem et dixit ei: «Ubi es?».

Qui ait: «Vocem tuam audávi in paradíso et t�mui eo quod nudus essem et absc�ndi me�

Cui dixit: «Quis enim indic�vit tibi quod nudus esses, nisi quod ex ligno, de quo tibi pr�cóperam, ne com�deres, comed�sti?�

Dixítque homo: �M�lier, quam dedísti s�ciam mihi, ipsa dedit mihi de ligno, et com�di�. 

Et dixit Dóminus Deus ad muláerem: «Quid hoc fecísti?».

Qu� respóndit: �Serpens dec�pit me, et com�di�.

Et ait Dóminus Deus ad serpéntem: «Quia fecísti hoc, maledíctus es inter ómnia pécora et omnes b�stias agri. Super pectus tuum gradi�ris et p�lverem c�medes cunctis diébus vitæ tu�. Inimícitias ponam inter te et muláerem et semen tuum et semen illíus; ipsum c�nteret caput tuum, et tu c�nteres calc�neum eius».

Mul�eri dixit: «Multiplicábo �r�mnas tuas et conc�ptus tuos: in dolóre p�ries fílios, et ad virum tuum erit appetátus tuus, ipse autem dominóbitur tui�.

Hómini vero dixit: «Quia aud�sti vocem ux�ris tuæ et comed�sti de ligno, ex quo pr�cóperam tibi, ne com�deres, maledícta humus propter te. In lab�ribus c�medes ex ea cunctis diébus vitæ tu�. Spinas et tr�bulos germin�bit tibi, et c�medes herbas terræ; in sud�re vultus tui v�sceris pane, donec revert�ris ad humum, de qua sumptus es, quia pulvis es et in p�lverem revert�ris».

Et vocávit homo nomen ux�ris suæ Heva, eo quod mater esset cunctórum viv�ntium.

Fecit quoque Dóminus Deus hómini et ux�ri eius tónicas pell�ceas et �nduit eos. Et ait Dóminus Deus: «Ecce homo factus est quasi unus ex nobis, ut sciat bonum et malum; nunc ergo, ne mittat manum suam et sumat de ligno vitæ et c�medat et vivat in ætérnum».

Em�sit eum Dóminus Deus de paradíso Eden, ut operar�tur humum, de qua sumptus est. Eiec�tque hóminem et colloc�vit ad ori�ntem paradísi Eden ch�rubim et fl�mmeum gládium atque versátilem ad custodi�ndam viam ligni vitæ.

R/. Amen.

En aquellos días:

El Señor Dios form� al hombre del polvo de la tierra, le insufl� en sus narices un hálito de vida y así el hombre llegó a ser un ser viviente.

El Señor Dios plant� un jardín en Ed�n, al oriente, y en él puso al hombre que había formado. El Señor Dios hizo germinar del suelo toda clase de árboles agradables a la vista y apetitosos para comer, el árbol de la vida, en medio del jardín, y el árbol de la ciencia del bien y del mal.

Un río salía de Ed�n para regar el jardín, y de allá se dividía en cuatro brazos. El primero se llama Pis�n, y es el que rodea toda la tierra de Javil�, donde hay oro; el oro de este país es puro; en Él hay también bedelio y ágata. El segundo, de nombre Guij�n, circunda toda la tierra de Cus. El tercero, de nombre Tigris, discurre al oriente de Asiria. El cuarto es el Éufrates.

El Señor Dios tom� al hombre y le puso en el jardín de Ed�n para que lo cultivase y lo guardase. El Señor Dios dio al hombre este mandato: «Puedes comer de todos los árboles del jardín; pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no comer�s, porque el día en que comas, ciertamente morir�s�.

El Señor Dios dijo: «No es bueno que el hombre est� solo; le dar� una ayuda apropiada». El Señor Dios form� de la tierra todos los animales del campo y todas las aves del cielo y los llev� ante el hombre para ver cómo los llamaba, ya que el nombre que él les diera, �se sería su nombre. El hombre impuso nombre a todos los ganados, a todas las aves del cielo y a todas las bestias del campo; pero para sí mismo no encontr� una ayuda apropiada. Entonces el Señor Dios hizo caer sobre el hombre un sueño profundo, y mientras dormía le quit� una de sus costillas, poniendo carne en su lugar. De la costilla tomada del hombre, el Señor Dios form� a la mujer y se la presentó al hombre, el cual exclamó: «¿sta sé que es hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta ser� llamada hembra porque ha sido tomada del hombre».

Por eso el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y son los dos una sola carne. Los dos estaban desnudos, el hombre y su mujer, sin avergonzarse uno del otro.

La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que el Señor Dios había hecho. Y dijo a la mujer: «¿Es cierto que os ha dicho Dios: No com�is de ningún árbol del jardín?».

La mujer respondió a la serpiente: «Nosotros podemos comer del fruto de los árboles del jardín. Sólo del fruto del árbol que est� en medio del jardín nos ha dicho Dios: No com�is de Él, ni lo toquéis siquiera, bajo pena de muerte».

Entonces la serpiente dijo a la mujer: «¿No, no morir�is! Antes bien, Dios sabe que en el momento en que com�is se abrirán vuestros ojos y ser�is como dioses, conocedores del bien y del malí.

La mujer vio que el árbol era apetitoso para comer, agradable a la vista y deseable para adquirir sabiduría. Tom�, pues, de su fruto y comi�; dio también de Él a su marido, que estaba junto a ella, y Él también comi�.

Entonces se abrieron sus ojos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos; cosieron unas hojas de higuera y se hicieron unos taparrabos. Oyeron después los pasos del Señor Dios, que se paseaba por el jardín a la brisa de la tarde, y el hombre y su mujer se escondieron de su vista entre los árboles del jardín.

Pero el Señor Dios llam� al hombre y le dijo: «¿D�nde est�s?».

Y éste respondió: «Oí tus pasos por el jardín, me entró miedo porque estaba desnudo, y me escond��.

El Señor Dios prosiguió: «¿Quién te ha hecho saber que estabas desnudo? «No habrás comido del árbol del que te prohib� comer?».

El hombre respondió: «La mujer que me diste por compañera me dio del árbol y com��.

El Señor Dios dijo a la mujer: «¿Qué es lo que has hecho?».

Y la mujer respondió: «La serpiente me engañó y com��.

El Señor Dios dijo a la serpiente: ¿Por haber hecho esto, maldita seas entre todos los ganados y entre todas las bestias del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre y comerás del polvo de la tierra todos los días de tu vida. Yo pongo enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo; Él te aplastar� la cabeza y tú sólo tocarás su calcañal�.

A la mujer le dijo: «Multiplicar» los trabajos de tus pre�eces. Con dolor parirás a tus hijos; tu deseo te arrastrar� hacia tu marido, que te dominar�. Al hombre le dijo: ¿Por haber hecho caso a tu mujer y por haber comido del árbol prohibido, maldita sea la tierra por tu culpa. Con trabajo sacarás de ella tu alimento todo el tiempo de tu vida. Ella te dar� espinas y cardos, y comerás la hierba de los campos. Con el sudor de tu frente comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste sacado; porque polvo eres y en polvo te has de convertir�.

El hombre llam� Eva a su mujer, porque ella fue la madre de todos los vivientes.

El Señor Dios hizo al hombre y a su mujer unas tónicas de piel y los visti�. Después dijo: «¿He ah� al hombre, que ha llegado a ser como uno de nosotros por el conocimiento del bien y del mal! «No vaya ahora a tender su mano y tome del árbol de la vida, y comiendo de Él viva para siempre!».

El Señor Dios lo expuls� del jardín de Ed�n para que trabajase la tierra de la que había sido sacado. Expuls� al hombre, y puso delante del jardín de Ed�n los querubines y la llama de la espada flameante para guardar el camino del árbol de la vida.

R/. Amén.

 

Finita lectione secunda, omnes surgunt et dicit episcopus: Finalizada la lectura segunda, todos se ponen en pie y el obispo dice:
Ecclesiástica unitáte conn�xi, Deum Patrem pet�mus, ut e�ndem Ecclésiam, concórdiæ vínculo coh�r�ntem, indiv�du� caritátis nunc st�diis, post præmiis munerátur.
R/. Amen.

Quia mult� miseratiónis est Dóminus et vivit et ómnia regit in sécula sæculórum.
R/. Amen.

En unidad con la Iglesia, pidamos a Dios Padre y Señor que conceda a esta misma Iglesia la unión por el vínculo de la concordia y el resplandor de la divina claridad, ahora con nuestro esfuerzo y después con el premio.
R/. Amén.

Porque tú, Señor, est�s lleno de compasión y vives y reinas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

 

Dicit diaconus: El diácono dice:
Pro pace Ecclesi�rum et quiéte pópuli prec�mur Dóminum. Por la paz de la Iglesia y la tranquilidad del pueblo, roguemos al Señor.
Et omnes genua flectunt. Post paululum vero dicit: Y todos se arrodillan. Después de unos instantes dice:
Lev�te. Levantaos.
Et omnes surgunt.
Celebrans dicit:
Y todos se levantan.
El celebrante dice:

 

Collectio / Recapitulación
Deus, qui Ecclésiæ tuæ fide et utilitáte lætáris, dona ei perféct� religiónis afféctum, quam sanctæ congregatiónis honóre don�sti.
R/.
Amen.

Quia Deus es gloriósus et vivis et ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.

Oh Dios, que te alegras con la fe y el trabajo de tu Iglesia, dale el sentido de una perfecta religiosidad, ya que tú la elevaste al honor de comunidad santa.
R/. Amén.

Porque tú eres, oh Dios, glorioso y vives y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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LECTIO TERTIA / Lectura tercera
Annus secundus / Año II Is 55,1-13
Léctio libri Isaíæ prophétæ.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del profeta Isaías.
R/. Demos gracias a Dios.

Hæc dicit Dóminus:

«Omnes siti�ntes, veníte ad aquas;
et, qui non habétis argántum, properúte,
�mite et com�dite, veníte, �mite absque argánto
et absque ulla commutatióne vinum et lac.
Quare app�nditis argántum non in p�nibus
et labórem vestrum non in saturitáte?
Audíte, audi�ntes me, et com�dite bonum,
ut delectátur in crassitúdine ánima vestra.
Inclin�te aurem vestram et veníte ad me;
audíte, ut vivat ánima vestra,
et fériam vobíscum pactum sempitérnum,
misericórdias David fidéles.

Ecce testem pópulis dedi eum,
ducem ac præceptórem géntibus.
Ecce gentem, quam nesci�bas, vocábis,
et gentes, quæ te non cognov�runt, ad te current,
propter Dóminum Deum tuum
et Sanctum Ísrael, quia glorificávit te.

Qu�rite Dóminum, dum inveníri potest;
invocáte eum, dum prope est.
Derelénquat ímpius viam suam,
et vir in�quus cogitatiónes suas;
et revertátur ad Dóminum, et miser�bitur eius,
et ad Deum nostrum, quóniam multus est ad ignosc�ndum.
Non enim cogitatiónes meæ cogitatiónes vestr�,
neque viæ vestræ viæ meæ, dicit Dóminus.
Quia sicut exaltántur cœli a terra,
sic exalt�tæ sunt viæ meæ a viis vestris,
et cogitatiónes meæ a cogitatiónibus vestris.
Et quómodo descéndit imber et nix de cœlo
et illuc ultra non rev�rtitur,
sed in�briat terram et infúndit eam
et germin�re eam facit
et dat semen serónti et panem comedónti,
sic erit verbum meum, quod egredi�tur de ore meo:
non revertátur ad me vácuum,
sed f�ciet, qu�c�mque vólui,
et prosperúbitur in his, ad quæ misi illud.

Quia in lætítia egredi�mini
et in pace deduc�mini;
montes et colles cantúbunt coram vobis laudem,
et ómnia ligna regiónis plaudent manu.
Pro v�pribus ascéndet cupr�ssus,
et pro urt�ca crescet myrtus;
et erit Dómino in glóriam,
in signum ætérnum, quod non aufer�tur�.

R/. Amen.

Esto dice el Señor:

«¡Oh, todos los que est�is sedientos,
id por agua, aunque no tengáis dinero!
Venid, comprad grano y comed,
sin dinero y sin pagar, vino y leche.
¿Por qué gast�is vuestro dinero
en lo que no es pan,
y vuestro salario en lo que no llena?
Escuchadme bien, y comer�is cosas buenas;
y os deleitar�is con manjares exquisitos.
Prestad oído y venid a mí;
escuchad y vivir� vuestra alma.
Har� con vosotros un pacto eterno,
según la fiel promesa que hice a David.

Yo le he puesto como testigo para los pueblos,
caudillo y Señor de las naciones.
Mira, a pueblos que no conocías llamarás
y naciones desconocidas correrán hacia ti,
por el Señor, tu Dios,
y por el Santo de Israel, que te glorifica.

Buscad al Señor mientras puede ser hallado;
clamad a Él mientras est� cerca.
Deje el malvado su camino,
y el malhechor sus pensamientos;
conviórtase al Señor,
que tendr� piedad de él;
a nuestro Dios,
que es generoso en el perdón.
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos,
ni vuestros caminos mis caminos -dice el Señor-.
Como se alza el cielo
por encima de la tierra
se elevan mis caminos
sobre vuestros caminos
y mis pensamientos
sobre vuestros pensamientos.
Como la lluvia y la nieve descienden del cielo
y no vuelven allá sin empapar la tierra,
sin fecundarla y hacerla germinar
para que d� sementera al sembrador
y pan para comer,
así la palabra que sale de mi boca
no vuelve a mí sin resultado,
sin haber hecho lo que yo quer�a
y haber llevado a cabo su misión.

S�, partir�is con alegría
y en paz ser�is llevados;
montes y colinas prorrumpirán ante vosotros
en gritos de alegría,
y todos los árboles del campo aplaudirán.
En lugar de zarzas crecerán cipreses,
y en vez de ortigas nacerán mirtos.
Y esto dar� al Señor renombre,
una señal eterna e imborrable».

R/. Amén.

 

Post lectionem tertiam omnes surgunt et dicit episcopus: Tras la lectura tercera, todos se ponen en pie y el obispo dice:
Omnipoténtem Deum, qui sacerdótes suos Ecclesi�rum pr�sules ordin�vit, súpplici oratióne posc�mus, ut fidéli nostr� devotiónis obséquio suo que�mus respond�re iudício.
R/. Amen.

Cui est honor et glória in sécula sæculórum.
R/. Amen.

Roguemos, con humilde oración, a Dios omnipotente, que ha ordenado a los sacerdotes para apacentar sus iglesias, a fin de que con nuestro fiel y devoto servicio, podamos cumplir con su voluntad.
R/. Amén.

A Él el honor y la gloria por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

 

Dicit diaconus: El diácono dice:
Pro sacerdótibus et minístris prec�mur Dóminum. Por los sacerdotes y ministros, roguemos al Señor.
Et omnes genua flectunt. Post paululum vero dicit: Y todos se arrodillan. Después de unos instantes dice:
Lev�te. Levantaos.
Et omnes surgunt.
Celebrans dicit:
Y todos se levantan.
El celebrante dice:

 

Collectio / Recapitulación
Dona, Dómine, sacerdótibus tuis, ut conveníre f�cias fructum �perum cum emin�ntia dignitátum; ut merc´dem p�tius hábeant de lab�re, quam iudícium de honóre.
R/.
Amen.

Quia Deus es benedíctus et vivis et ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.

Concede, Señor, a tus sacerdotes, que el fruto de sus obras sea conforme a su alta dignidad, para que puedan recibir el premio de sus trabajos, más bien que el juicio del honor que recibieron.
R/. Amén.

Porque tú eres, oh Dios, bendito y vives y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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LECTIO QUARTA / Lectura cuarta
Annus secundus / Año II Gén 5,32-8,21 (3)
Léctio libri G�nesis.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del G�nesis.
R/. Demos gracias a Dios.

In diébus illis:

Noe cum quingent�rum esset annórum, g�nuit Sem, Cham et Iapheth. Cumque c�píssent hómines multiplic�ri super terram et fílias procreassent, vidóntes fílii Dei fílias hóminum quod essent pulchræ, accep�runt sibi ux�res ex ómnibus, quas elégerant. Dixítque Deus: «Non perman�bit spíritus meus in hómine in ætérnum, quia caro est; er�ntque dies illíus centum vig�nti annórum». Gig�ntes erant super terram in diébus illis et étiam postquam ingréssi sunt fílii Dei ad fílias hóminum, ill�que eis genu�runt: isti sunt poténtes a sóculo viri fam�si.

Videns autem Dóminus quod multa malítia hóminum esset in terra, et cuncta cogitátio cordis e�rum non int�nta esset nisi ad malum omni témpore, p�n�tuit Dóminum quod hóminem fecísset in terra. Et tactus dolóre cordis intr�nsecus: «Del�bo, inquit, hóminem, quem creávi, a f�cie terræ, ab hómine usque ad pecus, usque ad rept�le et usque ad v�lucres cœli; p�nitet enim me fecísse eos».

Noe vero invénit grátiam coram Dómino.

Hæ sunt generatiónes Noe: Noe vir iustus atque perféctus fuit in generatióne sua; cum Deo ambulávit. Et g�nuit tres fílios: Sem, Cham et Iapheth.

Corrúpta est autem terra coram Deo et repléta est iniquitáte. Cumque vidísset Deus terram esse corrúptam �omnis quippe caro corróperat viam suam super terram» dixit ad Noe: «Finis univérsæ carnis venit coram me; repléta est enim terra iniquitáte a f�cie e�rum, et ecce ego disp�rdam eos de terra.

Fac tibi arcam de lignis cupr�ssinis; mansiónculas in arca f�cies et bit�mine l�nies eam intr�nsecus et extr�nsecus. Et sic f�cies eam: trecent�rum cubit�rum erit longitúdo arc�, quinquag�nta cubit�rum latitúdo et trigónta cubit�rum altitúdo illíus. Fen�stram in arca f�cies et cúbito consumm�bis summitátem eius. �stium autem arcæ pones ex létere; tabul�tum inférius, médium et sup�rius f�cies in ea.

Ecce ego add�cam dil�vii aquas super terram, ut interféciam omnem carnem, in qua spíritus vitæ est subter cœlum: univérsa, quæ in terra sunt, consumántur. Pon�mque f�dus meum tecum; et ingredi�ris arcam tu et fílii tui, uxor tua et ux�res fili�rum tu�rum tecum. Et ex cunctis anim�ntibus univérs� carnis bina ind�ces in arcam, ut vivant tecum, mascul�ni sexus et femin�ni. De vol�cribus iuxta genus suum et de ium�ntis in génere suo et ex omni rept�li terræ secóndum genus suum: bina de ómnibus ingrediántur ad te, ut possint vívere. Tu autem tolle tecum ex ómnibus escis, quæ mandi possunt, et comport�bis apud te; et �runt tam tibi quam illis in cibum».

Fecit ergo Noe ómnia, quæ pr�cóperat illi Deus; sic fecit.

Dixítque Dóminus ad Noe: «Ingr�dere tu et omnis domus tua arcam; te enim vidi iustum coram me in generatióne hac. Ex ómnibus pec�ribus mundis tolle sept�na sept�na, m�sculum et féminam; de pec�ribus vero non mundis duo duo, m�sculum et féminam. Sed et de volat�libus cœli sept�na sept�na, m�sculum et féminam, ut salv�tur semen super f�ciem univérsæ terræ. Adhuc enim et post dies septem ego pluam super terram quadragínta diébus et quadragínta nóctibus et del�bo omnem subst�ntiam, quam feci, de superfécie terr�.

Fecit ergo Noe ómnia, quæ mandíverat ei Dóminus. Er�tque Noe sescent�rum annórum, quando dil�vii aquí inundav�runt super terram.

Et ingréssus est Noe et fílii eius, uxor eius et ux�res fili�rum eius cum eo in arcam propter aquas dil�vii. De pec�ribus mundis et imm�ndis et de vol�cribus et ex omni, quod mov�tur super terram, duo et duo ingréssa sunt ad Noe in arcam, m�sculus et fémina, sicut pr�cóperat Deus Noe. Cumque transíssent septem dies, aquí dil�vii inundav�runt super terram.

Anno sescentísimo vitæ Noe, mense secóndo, sóptimo décimo die mensis rupti sunt omnes fontes ab�ssi magnæ, et cataríct� cœli ap�rtæ sunt; et facta est pl�via super terram quadragínta diébus et quadragínta nóctibus. In artículo di�i illíus ingréssus est Noe et Sem et Cham et Iapheth fílii eius, uxor illíus et tres ux�res fili�rum eius cum eis in arcam. Ipsi et omne ánimal secóndum genus suum, univers�que ium�nta in génere suo, et omne r�ptile, quod mov�tur super terram in génere suo, cunct�mque volátile secóndum genus suum, univérs� aves omn�sque v�lucres ingréssæ sunt ad Noe in arcam, bina et bina ex omni carne, in qua erat sp�ritus vitæ. Et quæ ingréssa sunt, m�sculus et fémina ex omni carne introi�runt, sicut pr�cóperat ei Deus; et inclúsit eum Dóminus de foris.

Fact�mque est dil�vium quadragínta diébus super terram, et multiplicátæ sunt aquí et elevav�runt arcam in sublíme a terra. Vehem�nter enim inundav�runt et ómnia replev�runt in superfécie terræ; porro arca ferebátur super aquas. Et aquí prævalu�runt nimis super terram, opert�que sunt omnes montes excélsi sub univérso cœlo. Qu�ndecim c�bitis �ltior fuit aqua super montes, quos operúerat.

Consumpt�que est omnis caro, quæ movebátur super terram, v�lucrum, pec�rum, bestiárum ómniumque rept�lium, quæ reptant super terram, et univérsi hómines: cuncta, in quibus spir�culum vitæ in terra, mórtua sunt. Et del�vit omnem subst�ntiam, quæ erat super terram, ab hómine usque ad pecus, usque ad rept�le et usque ad v�lucres cœli; et del�ta sunt de terra. Rem�nsit autem solus Noe et qui cum eo erant in arca. Obtinuer�ntque aquí terram centum quinquag�nta diébus.

Recordátus autem Deus Noe cunctor�mque anim�ntium et ómnium iument�rum, quæ erant cum eo in arca, addéxit spíritum super terram, et immin�tæ sunt aquí. Et clausæ sunt fontes tæ sunt �byssi et cataríct� cœli, et prohíbitæ sunt plúviæ de cœlo. Revers�que sunt aquí de terra e�ntes et rede�ntes et c�p�runt m�nui post centum quinquag�nta dies. Requiev�tque arca mense sóptimo, décima s�ptima die mensis super montes �rarat. At vero aquí ibant et decresc�bant usque ad d�cimum mensem; décimo enim mense, prima die mensis, apparu�runt cac�mina móntium.

Cumque transíssent quadragínta dies, ap�riens Noe fen�stram arcæ, quam f�cerat, dim�sit corvum; qui egrediebátur �xiens et rádiens, donec siccarántur aquí super terram. Em�sit quoque colúmbam a se, ut vidéret si iam cessíssent aquí super f�ciem terr�. Quæ, cum non invenísset, ubi requiésceret pes eius, revérsa est ad eum in arcam; aquí enim erant super univérsam terram. Extend�tque manum et appreh�nsam �ntulit in arcam. Exspectátis autem ultra septem diébus aliis, rursum dim�sit colúmbam ex arca. At illa venit ad eum ad vísperam portans ramum olivæ viróntibus fíliis in ore suo. Intell�xit ergo Noe quod cessíssent aquí super terram. Exspectav�tque nihil�minus septem �lios dies; et em�sit colúmbam, quæ non est revérsa ultra ad eum.

�gitur sescentíssimo primo anno, primo mense, prima die mensis, sicc�tæ sunt aquí super terram; et ap�riens Noe tectum arcæ, et ecce aspéxit vidétque quod exsicc�ta erat superfécies terræ. Mense secóndo, s�ptima et vicésima die mensis, arefécta est terra.

Locátus est autem Deus ad Noe dicens: «Egr�dere de arca tu et uxor tua, fílii tui et ux�res fili�rum tu�rum tecum. Cuncta anim�ntia, quæ sunt apud te ex omni carne, tam in volat�libus quam in pec�ribus et in univérsis rept�libus, quæ reptant super terram, educ tecum, ut p�llulent super terram et crescant et multiplicántur super eam». Egréssus est ergo Noe et fílii eius, uxor illíus et ux�res fili�rum eius cum eo. Sed et ómnia anim�ntia, ium�nta, volat�lia et rept�lia, quæ reptant super terram, secóndum genus suum egréssa sunt de arca.

�dific�vit autem Noe altáre Dómino; et tollens de cunctis pec�ribus mundis et vol�cribus mundis ábtulit holocáusta super altáre. Odorat�sque est Dóminus odórem suavitátis.

R/. Amen.

En aquellos días:

No», a la edad de quinientos años, engendr� a Sem, Cam y Jafet. Cuando los hombres comenzaron a multiplicarse sobre la tierra y les nacieron hijas, los hijos de Dios vieron que las hijas de los hombres eran hermosas, y tomaron por esposas las que más les gustaron. El Señor dijo: «Mi espíritu no permanecer� por siempre en el hombre, porque es de carne. Sus días serán ciento veinte años». En aquel entonces había gigantes en la tierra (y también después), cuando los hijos de Dios se unieron a las hijas de los hombres, y ellas les daban hijos. éos son los héroes de antaño, hombres famosos.

Al ver el Señor que la maldad de los hombres sobre la tierra era muy grande y que siempre estaban pensando en hacer el mal, se arrepintió de haber creado al hombre sobre la tierra, y con gran dolor dijo: «Exterminar» de la superficie de la tierra al hombre que he creado, hombres y animales, reptiles y aves del cielo, todo lo exterminar�, pues me pesa haberlos hecho».

Pero Noé encontr� gracia a los ojos del Señor.

�sta es la historia de Noé: Noé era un hombre justo, íntegro, y entre sus compañeros seguía los caminos de Dios. Engendr� tres hijos: Sem, Cam y Jafet.

La tierra estaba corrompida delante de Dios y toda ella llena de violencia. Dios mir� a la tierra, y vio que estaba corrompida, porque
todo mortal había corrompido su camino sobre ella. Dios dijo a Noé: «He decidido acabar con todo ser viviente, porque la tierra est� llena de violencia por culpa de los hombres. Voy a exterminarlos a todos ellos juntamente con la tierra.

Hazte un arca de maderas resinosas, div�dela en compartimientos y calafatéala con pez por dentro y por fuera. éas serán sus dimensiones: ciento cincuenta metros de largo, veinticinco de ancho y quince de alto. Harás arriba un tragaluz, a medio metro del remate. A un lado harás la puerta, y en el arca harás tres pisos.

Yo voy a enviar sobre la tierra un diluvio de aguas para destruir a todo ser viviente que hay bajo el cielo. Todo cuanto hay sobre la tierra morir�. Contigo, en cambio, establecer� un pacto: Entrarás en el arca tú y tu mujer, tus hijos y sus mujeres. De todos los seres vivientes meterás contigo en el arca una pareja de cada especie, macho y hembra, para que sobrevivan contigo.De cada especie de aves, de animales y de reptiles entrar� contigo una pareja, para salvaguardar la vida. Y, por tu parte, procúrate todo aquello que pueda serviros de alimento tanto a ti como a ellos».

Noé lo hizo así, exactamente como Dios le había mandado.

El Señor dijo a Noé: «Entra en el arca tú con toda tu familia, porque tú eres el único hombre justo que he encontrado en esta generación. De todos los animales puros toma siete parejas, machos y hembras, y de los impuros toma sólo una pareja, macho y hembra; de las aves del cielo, siete parejas, con el fin de conservar la especie sobre la tierra. Porque dentro de siete días har� llover sobre la tierra por espacio de cuarenta días y cuarenta noches y exterminar� sobre ella todos los seres que he hecho».

Noé hizo todo cuanto Dios le había mandado. Noé tenía seiscientos años cuando vino el diluvio sobre la tierra.

No», con su mujer, sus hijos y las mujeres de sus hijos, entró en el arca para librarse de las aguas del diluvio. Los animales puros e impuros, las aves y los reptiles, entraron con Noé en el arca por parejas, como había ordenado Dios. Pasados los siete días, las aguas del diluvio cayeron sobre la tierra.

Era el año seiscientos de la vida de No», el día diecisiete del mes segundo, cuando irrumpieron todas las fuentes del abismo y se abrieron las compuertas del cielo. Y la lluvia cayá sobre la tierra por espacio de cuarenta días y cuarenta noches. Aquel mismo día, Noé entró en el arca con sus hijos Sem, Cam y Jafet, con su mujer y las mujeres de sus tres hijos. Y con ellos, todas las especies de bestias salvajes, ganados, reptiles y aves. Después de No», entró en el arca una pareja de todo ser viviente, un macho y una hembra de cada especie, tal y como se lo había ordenado Dios. Y el Señor cerr� la puerta detrás de Noé.

El diluvio dur� cuarenta días sobre la tierra; las aguas, siempre en crecida, levantaron en alto el arca, que flotaba sobre las aguas. Las aguas crecieron y aumentaron sobre la tierra, mientras el arca continuaba flotando sobre su superficie. Tanto crecieron las aguas sobre la tierra, que llegaron a cubrir todos los montes más altos que hay bajo el cielo. Las aguas subieron siete metros y medio por encima de los montes más altos.

Perecieron todos los seres vivientes que se mueven en la tierra, aves, ganados, bestias salvajes y toda la humanidad; todo lo que tiene hálito de vida en sus narices, todo lo que habita la tierra seca, todo pereci�. Todos los seres vivientes sobre la superficie de la tierra fueron exterminados; hombres y bestias salvajes, reptiles y aves del cielo desaparecieron de la tierra. únicamente quedó Noé y los que estaban con Él en el arca. La inundación de las aguas sobre la tierra dur� ciento cincuenta días.

Dios se acord� de Noé y de todas las bestias y ganados que estaban con Él en el arca. Hizo pasar un viento sobre la tierra, y bajaron las aguas. Se cerraron las fuentes del abismo y las compuertas del cielo, y cesó de caer lluvia. Las aguas fueron retirándose gradualmente de la tierra; al cabo de ciento cincuenta días comenzaron a bajar, y el día diecisiete del sóptimo mes el arca quedó anclada sobre los montes de Ararat. Las aguas siguieron bajando hasta el mes décimo, y el primer día de este mes aparecieron las cimas de los montes.

Al cabo de cuarenta días, Noé abrió la ventana que había hecho en el arca y solt� un cuervo, el cual estuvo volando, yendo y viniendo, hasta que se secaron las aguas sobre la tierra. Después solt� una paloma, para ver si se habían secado las aguas sobre la superficie de la tierra. La paloma, no encontrando dónde posarse, volvió de nuevo al arca, porque las aguas cubrían la superficie de toda la tierra. Noé sacó la mano, la agarr� y la metió en el arca. Esperú siete días más, y de nuevo solt� la paloma fuera del arca. Y por la tarde volvi�, trayendo en su pico una rama de olivo. Así conoció Noé que las aguas no cubrían ya la superficie de la tierra. Esperú otros siete días, y de nuevo solt� la paloma, que ya no volvió más.

El año seiscientos uno de la vida de No», el día uno del primer mes, se secaron las aguas sobre la superficie de la tierra. Noé levant� la cubierta del arca, mir� y vio que la superficie de la tierra estaba seca. El día veintisiete del segundo mes la tierra estaba completamente seca.

Dios habl� a Noé y le dijo: «Sal del arca tú, tu mujer, tus hijos y tus nueras. Saca también todos los animales que est�n contigo: aves, ganados y reptiles: que llenen la tierra, que crezcan y que se multipliquen sobre ella». Salió, pues, Noé con sus hijos, su mujer y sus nueras. Y todas las bestias salvajes, los ganados, las aves y los reptiles salieron también del arca por especies.

Noé levant� un altar al Señor y, tomando de todos los animales puros y de todas las aves puras, ofreció holocaustos sobre Él y el Señor aspir� el perfume agradable.

R/. Amén.

 

Quarta lectione completa, omnes surgunt et dicit episcopus: Completada la lectura cuarta, todos se ponen en pie y el obispo dice:
Pacem domínicam, pacem quoque nostram, Deum Patrem omnipoténtem, qui pacis auctor est, postul�mus, ut adsit in ordinatióne sua cath�licis d�cibus, et b�rbaras gentes refránet; qu�tenus, rebus ómnibus sua lege compásitis, eius sol�mmodo impériis servi�mus.
R/. Amen.

Cuius regnum p�rmanet in sécula sæculórum.
R/. Amen.

Pidamos a Dios Padre omnipotente que es autor de la paz, y es también nuestra paz, nos d� la paz del Señor, para que ella acompañe en su gobierno a los gobernantes católicos, y reprima a los pueblos paganos; y así, moderadas todas las cosas por su ley, no nos sometamos más que a su imperio.
R/. Amén.

Cuyo reino es para siempre, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

 

Dicit diaconus: El diácono dice:
Pro prosperitáte príncipum et tranquillitáte témporum prec�mur Dóminum. Por la prosperidad de los gobernantes y la tranquilidad de nuestro tiempo, roguemos al Señor.
Et omnes genua flectunt. Post paululum vero dicit: Y todos se arrodillan. Después de unos instantes dice:
Lev�te. Levantaos.
Et omnes surgunt.
Celebrans dicit:
Y todos se levantan.
El celebrante dice:

 

Collectio / Recapitulación
Deus, qui fidélium pace lætáris, dona servi�ntibus tibi pacem, omn�sque e�rum actus, qui tibi serv�re c�piunt, plac�bili miseratióne compóne.
R/.
Amen.

Quia Deus es pius in sécula sæculórum.
R/. Amen.

Oh Dios, que te gozas en la paz de tus fieles, da la paz a tus siervos, y con misericordiosa piedad ordena todas las acciones de los que anhelan servirte.
R/. Amén.

Porque Dios es bondadoso por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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LECTIO QUINTA / Lectura quinta
Annus secundus / Año II Éx 13,18-15,1 (4)
Léctio libri �xodi.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del éxodo.
R/. Demos gracias a Dios.
In diébus illis:

Arm�ti ascend�runt fílii Ísrael de terra Ægípti. Tulit quoque Móyses ossa Ioseph secum, eo quod adiurísset fílios Ísrael dicens: «Visit�bit vos Deus; eff�rte ossa mea hinc vobíscum».

Profect�que de Succoth castramet�ti sunt in Etham, in extrémis fínibus solitúdinis. Dóminus autem præcedébat eos ad ostend�ndam viam per diem in colémna nubis et per noctem in colémna ignis, ut dux esset it�neris utr�que témpore. Nunquam d�fuit colémna nubis per diem, nec colémna ignis per noctem, coram pópulo.

Locátus est autem Dóminus ad Móysen dicens:  �L�quere fíliis Ísrael: Revérsi castrametántur e regióne Phihahiroth, quæ est inter Magd�lum et mare contra Be�lsephon; in conspéctu eius castra pon�tis super mare. Dictur�sque est ph�rao super fíliis Ísrael: "Errant in terra, concl�sit eos desértum". Et indur�bo cor eius, ac persequ�tur eos, et glorificábor in pharaóne et in omni exércitu eius; sci�ntque Ægíptii quia ego sum Dóminus». Fecer�ntque ita.

Et nuntiátum est regi Ægypti�rum quod fugísset pópulus; immutat�mque est cor pharaónis et serv�rum eius super pópulo, et dixérunt: «Quid hoc f�cimus, ut dimitter�mus Ísrael, ne serv�rent nobis?». Iunxit ergo currum et omnem pópulum suum ass�mpsit secum; tul�tque sesc�ntos currus eléctos et quidquid in Ægípto curruum fuit et bellatóres in síngulis c�rribus. Indurav�tque Dóminus cor pharaónis regis Ægípti, et persecátus est fílios Ísrael; at illi egréssi erant in manu excélsa.
Cumque persequerántur Ægíptii vest�gia præced�ntium, repperúrunt eos in castris super mare; omnes equi et currus pharaónis, équites et exércitus eius erant in Phihahir�th contra Be�lsephon.

Cumque appropinquísset ph�rao, lev�ntes fílii Ísrael óculos vidérunt Ægíptios post se et timu�runt valde clamaver�ntque ad Dóminum et dixérunt ad Móysen: �F�rsitan non erant sepúlcra in Ægípto? �deo tul�sti nos, ut morer�mur in solitúdine. Quid hoc fecísti, ut ed�ceres nos ex Ægípto? Nonne iste est sermo, quem loqueb�mur ad te in Ægípto dicéntes: Rec�de a nobis, ut servi�mus Ægíptiis? Multo enim m�lius erat serv�re eis quam mori in solitúdine». Et ait Móyses ad pópulum: «Nol�te timóre; state et vidéte salútem Dómini, quam fact�rus est vobis hódie; Ægíptios enim, quos nunc vidétis, nequ�quam ultra vid�bitis usque in sempitérnum.  Dóminus pugn�bit pro vobis, et vos sil�bitis».

Dixítque Dóminus ad Móysen: «Quid clamas ad me? L�quere fíliis Ísrael, ut proficiscántur. Tu autem �leva virgam tuam et ext�nde manum tuam super mare et d�vide illud, ut gradiántur fílii Ísrael in médio mari per siccum. Ego autem indur�bo cor Ægypti�rum, ut persequántur eos; et glorificábor in pharaóne et in omni exércitu eius, in c�rribus et in equ�tibus illíus. Et scient Ægíptii quia ego sum Dóminus, cum glorificátus fúero in pharaóne, in c�rribus atque in equ�tibus eius».

Toll�nsque se ángelus Dei, qui præcedébat castra Ísrael, �biit post eos; et cum eo p�riter colémna nubis, pri�ra dim�ttens, post tergum. Stetit inter castra Ægypti�rum et castra Ísrael; et erat nubes tenebrása et illáminans noctem, ita ut ad se ínvicem toto noctis témpore acc�dere non valírent.

Cumque extendísset Móyses manum super mare, r�ppulit illud Dóminus, flante vento veheménti et ur�nte tota nocte, et vertit in siccum; divis�que est aqua. Et ingréssi sunt fílii Ísrael per médium maris sicci; erat enim aqua quasi murus a dextra e�rum et l�va. Persequent�sque Ægíptii ingréssi sunt post eos, omnis equitátus pharaónis, currus eius et équites per médium maris.

Iamque advénerat vig�lia matut�na, et ecce resp�ciens Dóminus super castra Ægypti�rum per colémnam ignis et nubis perturb�vit exércitum e�rum; et imped�vit rotas c�rruum, ita ut diff�cile moverántur. Dixérunt ergo Ægíptii: «Fugi�mus Isra�lem. Dóminus enim pugnat pro eis contra nos».

Et ait Dóminus ad Móysen: «Ext�nde manum tuam super mare, ut revertántur aquí ad Ægíptios super currus et équites e�rum». Cumque extendísset Móyses manum contra mare, revérsum est primo dilúculo ad priórem locum; fugientib�sque Ægíptiis occurr�runt aquí, et inv�lvit eos Dóminus in médiis fl�ctibus. Revers�que sunt aquí et operu�runt currus et équites cuncti exércitus pharaónis, qui sequ�ntes ingréssi fúerant mare; ne unus quidem sup�rfuit ex eis. Fílii autem Ísrael perrexérunt per médium sicci maris, et aquí eis erant quasi pro muro a dextris et a s�nistris.

Liberav�tque Dóminus in die illo Ísrael de manu Ægypti�rum. Et vidérunt Ægíptios mórtuos super litus maris et manum magnam, quam exerc�erat Dóminus contra eos; timu�tque pópulus Dóminum et credidérunt Dómino et Móysi servo eius.

Tunc cœcinit Móyses et fílii Ísrael carmen hoc Dómino, et dixérunt:

Quando lectioni subsequitur canticum non dicitur  Amen.

En aquellos días:

Dios hizo dar un rodeo al pueblo, llevándolo por el camino del desierto hacia el mar Rojo. Moisés llev� consigo los huesos de José, porque éste había hecho jurar a los israelitas: «Dios os visitar�; entonces vosotros llevar�is de aquí mis huesos».

Partieron de Sucot, y acamparon en Et�n, en el margen del desierto. El Señor iba delante, de día en columna de nube para marcarles el camino, y en columna de fuego de noche para alumbrarles; así podían caminar tanto de día como de noche. La columna de nube no se apart� del pueblo de día, ni de noche la de fuego.

El Señor dijo a Moisés: «Di a los israelitas que cambien de rumbo y vayan a acampar en Pi Hajirot, entre Migdal y el mar, frente a Baal Sef�n. Acamparáis frente a Baal Sef�n, a lo largo del mar. El Faraón pensar� que los israelitas andan perdidos por la tierra, y que el desierto les ha cerrado el paso. Yo endurecer� el corazón del Faraón, y os perseguir�; yo seré glorificado a costa del Faraón y de todo su ejército; los egipcios reconocerán que yo soy el Señor». Y así lo hicieron.

Cuando contaron al rey de Egipto que el pueblo había huido, el Faraón y sus servidores cambiaron de idea acerca del pueblo y dijeron: «¿Qué es lo que hemos hecho dejando salir a Israel y quedándonos así sin sus servicios?». Mandó uncir sus carros y tom� consigo su gente. Tom� seiscientos carros escogidos y todos los carros de los egipcios con sus respectivos capitanes. El Señor endureció el corazón del Faraón, rey de Egipto, que persiguió a los israelitas que habían partido con la frente alta. Los egipcios, los caballos y los carros del Faraón, sus caballeros y su ejército los siguieron y les dieron alcance en el lugar donde estaban acampados a lo largo del mar, junto a Pi Hajirot, frente a Baal Sef�n.

Cuando el Faraón estaba cerca, los israelitas alzaron los ojos y vieron que los egipcios seguían tras ellos. Llenos de terror clamaron al Señor y dijeron a Moisés: «¿Es que no había sepulcros en Egipto, que nos has traído al desierto a morir? ¿Qué nos has hecho con sacarnos de Egipto? «No te decíamos en Egipto: No te preocupes de nosotros, pues queremos servir a los egipcios? Porque �no es, acaso, mejor servir a los egipcios que morir en el desierto?».  Moisés dijo al pueblo: «No tem�is, estad tranquilos y ver�is la victoria que hoy os dar� el Señor; porque a estos egipcios que ahora veis, ya nunca los volver�is a ver. El Señor combatir� por vosotros sin que vosotros os tengáis que molestar�.

Y el Señor dijo a Moisés: «¿Por qué clamas a mí? Di a los israelitas que sigan adelante. Tú alza tu bastón, extiende la mano sobre el mar y div�delo para que los israelitas pasen por medio del mar en seco. Yo endurecer� el corazón de los egipcios y seguirán tras ellos por el mar; así ser� glorificado a costa del Faraón y de todo su ejército, de sus carros y de sus caballeros. Los egipcios conocerán que yo soy el Señor cuando yo sea glorificado a costa del Faraón, de sus carros y de sus caballeros».

Entonces el ángel de Dios, que iba delante de las huestes de Israel, se puso en marcha y se colocó detrás de ellos. Se puso igualmente en marcha la columna de nube, que también fue a situarse detrás de ellos, interponiéndose entre el campo de los egipcios y el campo de Israel. Para unos la nube era oscura, mientras que para otros alumbraba la noche, de suerte que no pudieron acercarse unos a otros durante toda la noche.

Moisés extendió después su mano sobre el mar, y el Señor, por medio de un recio viento del este, empuj� el mar, dejándolo seco y dividiendo las aguas. Los israelitas entraron en medio del mar sin mojarse, mientras las aguas formaban como una muralla a ambos lados. Los egipcios se lanzaron tras ellos; toda la caballería del Faraón, sus carros y caballeros entraron tras ellos en medio del mar.

Antes de la madrugada, el Señor mir� desde la columna de fuego y de nube a las huestes egipcias y las desbarat�. Fren� las ruedas de los carros, haciéndolos avanzar pesadamente. Los egipcios se dijeron: «Huyamos de los israelitas, porque el Señor combate por ellos contra los egipcios».

Y el Señor dijo a Moisés: «Extiende tu mano sobre el mar para que las aguas se vuelquen sobre los egipcios, sobre sus carros y caballeros». Moisés extendió su mano sobre el mar, y al amanecer volvió el mar a su estado normal, mientras los egipcios en
su huida topaban con Él. Así precipit� el Señor a los egipcios en medio del mar. Las aguas, al juntarse, cubrieron carros y caballeros y a todo el ejército del Faraón, que había entrado en persecución de los israelitas. No escap� ni uno solo. Pero los israelitas pasaron sin mojarse por medio del mar, formando para ellos las aguas como una muralla a ambos lados.

Así salv� el Señor aquel día a Israel de mano de los egipcios, e Israel vio a los egipcios muertos en la orilla del mar. Israel vio el prodigio que el Señor había obrado contra los egipcios, temi� al Señor y crey� en Él y en Moisés, su siervo.

Entonces Moisés y los israelitas cantaron al Señor este cántico:

Cuando tras la lectura siga un cántico al finalizar aquella no se dirá Amén.

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CANTICUM / Cántico
Annus secundus / Año II

Éx 15,1-2.20-21; 14,29 (5)

Cant�mus Dómino: glorióse enim magnificátus est, equum et ascensórem proi�cit in mare.

Cantemos al Señor, que se cubrió de gloria, caballo y caballero precipit� en el mar.
R/. Cant�mus Dómino: glorióse enim magnificátus est, equum et ascensórem proi�cit in mare. R/. Cantemos al Señor, que se cubrió de gloria, caballo y caballero precipit� en el mar.
V/. Iste es Deus meus, et honorific�bo eum.
R/. Equum et ascensórem proi�cit in mare.
V/. Él es mi Dios, yo le alabaré.
R/. Caballo y caballero precipit� en el mar.
V/. Fílii Ísrael ambulav�runt per siccum per médium mare.
R/. Equum et ascensórem proi�cit in mare.
V/. Los israelitas pasaron sin mojarse por medio del mar.
R/. Caballo y caballero precipit� en el mar.

Sumpsit ergo María prophet�ssa soror �aron tímpanum in manu sua; egress�que sunt omnes muláeres post eam cum tímpanis et choris, quibus præcin�bat dicens:

Cant�mus Dómino, glorióse enim honorificátus est, �quum et ascensórem proi�cit in mare.

Mar�a, la profetisa, hermana de Aarón, tom� en sus manos un tamboril, y las mujeres salieron tras ella con tamboriles y bailando. Y María les decía:

Cantemos al Señor, que se cubrió de gloria, caballo y caballero precipit� en el mar.

 

Expleto cantico quod lectioni quint� subsequitur, omnes surgunt et dicit episcopus: Terminado el cántico que sigue a la lectura quinta, todos se ponen en pie y el obispo dice:
Deum Patrem omnipoténtem, agéntes ipsi grátias, postul�mus pro his, quos sæculi necéssitas aut inquiet�do det�ntat, vel pro his, qui secóndum carnis infirmitátem divérsis �gritúdinum gen�ribus afflictántur; ut in hac sollemnitáte pascháli, quia corpóribus absunt, �nimis et utilitátibus misceántur.
R/. Amen.

Condon�nte Deo nostro, qui regnat in sécula sæculórum.
R/. Amen.

Dando gracias a Dios omnipotente, pidamos por aquellos a los que apremian las necesidades o intranquilidades de esta vida y por aquíllos que son afligidos en la flaqueza de su carne con diversos géneros de enfermedades, para que en esta solemnidad pascual, aunque est�n ausentes corporalmente, participen de su alegría y de sus frutos.
R/. Amén.

Nos lo conceda nuestro Dios, que reina por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

 

Dicit diaconus: El diácono dice:
Pro his, qui huic sanctæ festivitáti interésse non possunt,  prec�mur Dóminum. Por aquellos que no pueden asistir a esta santa solemnidad, roguemos al Señor.
Et omnes genua flectunt. Post paululum vero dicit: Y todos se arrodillan. Después de unos instantes dice:
Lev�te. Levantaos.
Et omnes surgunt.
Celebrans dicit:
Y todos se levantan.
El celebrante dice:

 

Collectio / Recapitulación
Deus, cui ea, quæ nobis sunt abs�ntia, deísse non possunt, et quæ putóntur longe sunt próxima; præsta, ut fámuli tui, quorum necessitátes vel infirmitátes Ecclésiæ sollicitúdo comm�ndat, pietátis tuæ munéribus vel remédiis perfruántur.
R/.
Amen.

Quia tibi soli est omnis honor et glória in sécula sæculórum.
R/. Amen.

Oh Dios, en quien tenemos presente lo que juzgamos ausente, y en quien lo que creemos lejano, lo tenemos, sin embargo, próximo, concede que aquellos siervos tuyos, cuya necesidad o enfermedad te encomienda sol�cita la Iglesia, puedan gozar de la ayuda y remedio de tu piedad.
R/.
Amén.

Porque solo tuyo es el poder por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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LECTIO SEXTA / Lectura sexta
Annus secundus / Año II Gén 22,1-18
Léctio libri G�nesis.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del G�nesis.
R/. Demos gracias a Dios.

In diébus illis:

Tent�vit Deus Ábraham et dixit ad eum: �Ábraham». Ille respóndit: «Adsum». Ait: «Tolle fílium tuum unig�nitum, quem déligis, &Iaacute;saac et vade in terram M�ria; atque offer eum ibi in holocáustum super unum móntium, quem monstr�vero tibi�.

�gitur Ábraham de nocte consírgens stravit ásinum suum ducens secum duos i�venes suos et &Iaacute;saac fílium suum. Cumque concidísset ligna in holocáustum, surréxit et �biit ad locum, quem pr�cóperat ei Deus. Die autem tértio, elev�tis óculis, vidit locum procul dixítque ad púeros suos: «Exspect�te hic cum ásino. Ego et puer illuc usque properúntes, postquam adoravérimus, revert�mur ad vos».

Tulit quoque ligna holocáusti et impósuit super &Iaacute;saac fílium suum; ipse vero port�bat in mánibus ignem et cultrum. Cumque duo p�rgerent simul, dixit &Iaacute;saac Ábrahæ patri suo: «Pater mi�. Ille respóndit: «Quid vis, fili�. «Ecce, inquit, ignis et ligna; ubi est víctima holocáusti?». Dixit Ábraham: «Deus provid�bit sibi víctimam holocáusti, fili mi�.

Perg�bant ambo p�riter; et venírunt ad locum, quem osténderat ei Deus, in quo ædificávit Ábraham altáre et désuper ligna compásuit. Cumque colligísset &Iaacute;saac fílium suum, pósuit eum in altári super struem lignórum extend�tque Ábraham manum et arr�puit cultrum, ut immol�ret fílium suum.

Et ecce ángelus Dómini de cœlo clam�vit: �Ábraham, Ábraham». Qui respóndit: «Adsum». Dixítque: «Non ext�ndas manum tuam super púerum neque f�cias illi quidquam. Nunc cogn�vi quod times Deum et non peperc�sti fílio tuo unigénito propter me». Lev�vit Ábraham óculos suos vidétque ariétem unum inter vepres h�r�ntem c�rnibus; quem ass�mens ábtulit holocáustum pro fílio. Appellav�tque nomen loci illíus: �Dóminus videt�. Unde usque hódie d�citur: «In monte Dóminus vidétur�.

Voc�vit autem ángelus Dómini Ábraham secóndo de cœlo et dixit: �Per memet�psum iurávi -verbum Dómini- quia fecísti hanc rem et non peperc�sti fílio tuo unigénito, benedícam tibi et multiplicábo semen tuum sicut stellas cœli et velut aránam, quæ est in l�tore maris. Possid�bit semen tuum portas inimicórum suórum, et benedicántur in sémine tuo omnes gentes terræ, quia ob�d�sti voci me».

R/. Amen.

En aquellos días:

Dios quiso probar a Abrahán, y le llamó: «¿Abrahán! «Abrahán!». éste respondió: «Aquí estoy�. Y Dios le dijo: «Toma ahora a tu hijo, al que tanto amas, Isaac, vete al país de Moria, y ofr�cemelo allá en holocausto en un monte que yo te indicar�.

Abrahán se levant� de madrugada, aparej� su asno, tom� consigo dos criados y a su hijo Isaac, partió la leía para el holocausto y se encamin� hacia el lugar que Dios le había dicho. Al tercer día, Abrahán alzó los ojos y alcanzó a ver de lejos el lugar; y dijo a sus criados: «Quedaos aquí con el asno mientras el muchacho y yo subimos arriba; adoraremos a Dios, y después volveremos con vosotros».

Abrahán tom� la leía del holocausto y la puso sobre el hombro de su hijo Isaac. Después tom� en su mano el fuego y el cuchillo, y se fueron los dos juntos. Isaac dijo a su padre: «¿Padre!». Él respondió: «¿Qué quieres, hijo mío?». Isaac dijo: «Llevamos el fuego y la leña; pero �dónde est� el cordero para el holocausto?». Abrahán respondió: «Dios se proveerá del cordero para el holocausto, hijo mío».

Y continuaron juntos el camino. Cuando llegaron al lugar que Dios le había indicado, Abrahán levant� un altar; prepará la leña, at� a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar encima de la leña. Luego tom� el cuchillo para sacrificar a su hijo.

Entonces el ángel del Señor le llam� desde el cielo y le dijo: «¡Abrahán! «Abrahán!». éste respondió: «Aquí estoy�. Y el ángel le dijo: «No lleves tu mano sobre el muchacho, ni le hagas mal alguno. Ya veo que temes a Dios, porque no me has negado a tu hijo, tu hijo único». Abrahán alzó los ojos y vio a sus espaldas un carnero enredado por los cuernos en un matorral. Tom� el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. Abrahán puso a aquel lugar el nombre de «El Señor provee», y por eso todavía hoy se dice «El monte del Señor provee».

El ángel del Señor llam� por segunda vez a Abrahán, y le dijo: «Juro por mí mismo, palabra del Señor, que, por haber hecho esto y no haberme negado tu hijo único, te colmar� de bendiciones y multiplicar� tanto tu descendencia, que ser� como las estrellas del cielo y como la arena que hay a la otra orilla del mar, y tu descendencia ocupará la puerta de sus enemigos. Por tu descendencia serán benditas todas las naciones de la tierra, porque obedeciste mi voz�.

R/. Amén.

 

Sexta lectione perfecta, omnes surgunt et dicit episcopus: Concluida la lectura sexta, todos se ponen en pie y el obispo dice:
Deum fráctuum largitórem aurórum moderatórem qui in supplem�ntum humáni usus terras fecund�vit, creávit fruges, �era temperúvit, fratres caríssimi, deprec�mur, ut ómnia hæc, quæ sponte nostris �sibus tr�buit, nostris quoque obsecratiónibus largi�tur.
R/. Amen.

Quia Deus est pius in sécula sæculórum.
R/. Amen.

A Dios, dador de todos los frutos, moderador de la atmósfera que, para provecho del trabajo del hombre fecund� la tierra, creó las semillas, moder� los aires, pid�mosle, hermanos amadísimos, que todas estas cosas que espontáneamente nos ofrece para nuestra utilidad, nos la conceda por nuestra oración.
R/. Amén.

Porque Dios es bondadoso por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

 

Dicit diaconus: El diácono dice:
Pro abundántia frugum et tranquillitáte �erum prec�mur Dóminum. Por la abundancia de las cosechas y la serenidad del tiempo, roguemos al Señor.
Et omnes genua flectunt. Post paululum vero dicit: Y todos se arrodillan. Después de unos instantes dice:
Lev�te. Levantaos.
Et omnes surgunt.
Celebrans dicit:
Y todos se levantan.
El celebrante dice:

 

Collectio / Recapitulación
Deus, cre�tor ómnium bonárum, rogámus imménsam misericórdiam tuam, ut non tam peccatórum, quam precum considerátor, mónera tua, quibus vívimus et vivámus, non, quia non mere�mur, neges, sed, quia prec�mur, ampl�fices.
R/.
Amen.

Quia tibi soli est regnum in sécula sæculórum.
R/. Amen.

Oh Dios, creador de todos los bienes, rogamos a tu inmensa misericordia, que mirando nuestras plegarias más que nuestros pecados, no nos niegues, porque no lo merecemos, sino concédenos, porque te lo pedimos, la abundancia de tus dones para nuestro sustento, pues los necesitamos para nuestra vida.
R/. Amén.

Porque solo tuyo es el poder por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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LECTIO SEPTIMA / Lectura s�ptima
Annus secundus / Año II Dt 31,28-32,3.44-45 (6)
Léctio libri Deuteron�mii.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del Deuteronomio.
R/. Demos gracias a Dios.

In diébus illis:

Locátus est Móyses fíliis Ísrael, dicens: �Congregáte ad me omnes maióres natu per tribus vestras atque præf�ctos vestros, et loquar audi�ntibus eis sermónes istos et invocábo contra eos cœlum et terram. Novi enim quod post mortem meam iníque ag�tis et declin�bitis de via, quam præc�pi vobis, et occúrrent vobis mala in extrémo témpore, quando fecúritis malum in conspéctu Dómini, ut irritátis eum per ópera m�nuum vestrarum».

Locátus est ergo Móyses, audi�nte univérso c�tu Ísrael, verba cárminis huius et ad finem usque compl�vit:

En aquellos días:

Habl� Moisés a los hijos de Israel diciendo: «Reunid junto a mí a todos los ancianos y jefes de vuestras tribus para que yo les recite estas palabras y ponga al cielo y a la tierra contra ellos. Pues estoy seguro que después de mi muerte os pervertir�is y os alejar�is del camino que yo os tengo prescrito, y que la desgracia os alcanzar� en el futuro por haber hecho lo malo a los ojos del Señor, irritándole con vuestra conducta».

Y Moisés pronunció este cántico desde el principio hasta el fin en presencia de toda la asamblea de Israel:

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CANTICUM / Cántico
Annus secundus / Año II Dt 32,1-4; 31,30 (7)
Aud�te, cœli, quæ loquor, áudiat terra verba oris mei. Escuchad, cielos, que voy a hablar. Oye, tierra, las palabras de mi boca.
V/. Exspectátur sicut pl�via el�quium meum et descéndat sicut ros verba mea. Sicut nimbus super gramen et sicut nix super fenum, quóniam nomen Dómini invocávi. Deus fidélis absque ulla iniquitáte, iustus et sanctus Dóminus.
R/. Áudiat terra verba oris mei.
V/. Descienda como la lluvia mi enseñanza, caiga como el rocío mi cantar, como llovizna sobre el césped, como chubasco sobre el verde porque voy a invocar el nombre del Señor. El Dios fiel, en Él no hay maldad; es justo y recto.
R/. Oye, tierra, las palabras de mi boca.
V/. Venit ergo Móyses, et locútus est ómnia verba cántici huius in �uribus pópuli ipse et I�sue fílius Nun; complev�tque omnes sermónes istos loquens ad univérsum Ísrael. Et dixit ad eos:
R/. Audíte, cœli, quæ loquor, áudiat terra verba oris mei.
V/. Y Moisés pronunció este cántico desde el principio hasta el fin en presencia de toda la asamblea de Israel. Y les dijo:
R/. Escuchad, cielos, que voy a hablar. Oye, tierra, las palabras de mi boca.

 

Expleto cantico, lectioni septim� subsequente, omnes surgunt et dicit episcopus: Terminado el cántico que sigue a la lectura s�ptima, todos se ponen en pie y el obispo dice:
Deum Patrem omnipoténtem pro sacris virg�nibus et contin�ntibus deprec�mur, ut infirmitáti córporum adsit robur animárum, quo vitam v�leant custod�re virtútum mortificatióne ómnium viti�rum.
R/. Amen.

Adiuv�nte Deo nostro, qui gloriátur in sécula sæculórum.
R/. Amen.

Oremos a Dios Padre omnipotente por todas las vírgenes y consagrados a Dios, para que la fuerza del espíritu ayude a la debilidad de la carne, a fin de que puedan mantener en la virtud su vida con la mortificación de todos los vicios.
R/. Amén.

Con la ayuda de nuestro Dios, que es glorificado por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

 

Dicit diaconus: El diácono dice:
Pro virg�nibus et contin�ntibus prec�mur Dóminum. Por las vírgenes y consagrados a Dios, roguemos al Señor.
Et omnes genua flectunt. Post paululum vero dicit: Y todos se arrodillan. Después de unos instantes dice:
Lev�te. Levantaos.
Et omnes surgunt.
Celebrans dicit:
Y todos se levantan.
El celebrante dice:

 

Collectio / Recapitulación
Tr�bue his, Dómine, Pater sancte, perveníre ad sexagísimi fructus corínam, quibus integritátem vov�re tu dedísti.
Nulla ex his stultis virg�nibus misce�tur, sed sint in número sapi�ntium puell�rum, quarum vasis �leum, quo l�mpades suæ illuminántur, ex�beret.

R/.
Amen.

Quia Deus es clemens in sécula sæculórum.
R/. Amen.

Concédeles, Señor, llegar a ser coronados por haber conseguido el sesenta por ciento del fruto a los que llamaste para consagrarte su virginidad.
Que no haya entre ellas ninguna virgen necia, sino que sean todas del número de vírgenes prudentes, cuyos vasos, para iluminar sus lámparas, est�n siempre llenos de aceite.
R/. Amén.

Porque Dios es clemente por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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LECTIO OCTAVA / Lectura octava
Annus secundus / Año II Gén 27,1-40
Léctio libri G�nesis.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del G�nesis.
R/. Demos gracias a Dios.
In diébus illis:

S�nuit &Iaacute;saac, et caligav�runt óculi eius, et vidére non péterat. Vocav�tque �sau fílium suum maiórem et dixit ei: «Fili mi�. Qui respóndit: «Adsum». Cui pater: «Vides, inquit, quod senuerim et ignórem diem mortis me�; sume arma tua, ph�retram et arcum, et egr�dere in agrum. Cumque venítu �liquid appreh�nderis, fac mihi inde pulmóntum, sicut velle me nosti, et affer, ut c�medam; et benedícat tibi ánima mea, ántequam m�riar�.

Reb�cca autem aud�erat &Iaacute;saac loqu�ntem cum �sau fílio suo. �sau ergo �biit in agrum, ut venatiónem c�peret et off�rret eam. Reb�cca autem dixit fílio suo Iacob: «Ecce, audávi patrem tuum loqu�ntem cum �sau fratre tuo et dicéntem ei: "Affer mihi venatiónem tuam et fac cibos, ut c�medam et benedícam tibi coram Dómino, ántequam m�riar". Nunc ergo, fili mi, audi vocem meam in eo, quod præc�pio tibi. Pergens ad gregem affer mihi duos hædos óptimos, ut f�ciam ex eis escas patri tuo, quibus libánter v�scitur. Quas cum int�leris patri tuo, et com�derit, benedícat tibi, pri�squam moriátur�.  Cui ille respóndit: «Nosti quod �sau frater meus homo pil�sus sit, et ego lenis. Si attrect�verit me pater meus et s�nserit, t�meo, ne putet me sibi voluísse ill�dere; et indúcam super me maledictiónem pro benedictióne». Ad quem mater: «In me sit, ait, ista maledíctio, fili mi; tantum audi vocem meam et perge aff�rque, quæ dixi�.

�biit et �ttulit ded�tque matri. Par�vit illa cibos, sicut n�verat velle patrem illíus. Et v�stibus �sau valde bonis, quas apud se habíbat domi, �nduit eum pellicul�sque hæd�rum circ�mdedit mánibus et colli nuda protéxit; ded�tque pulmóntum �ptimum et panes, quos c�xerat, in manus fílii sui Iacob.

Qui ingréssus ad patrem suum dixit: «Pater mi�. At ille respóndit: �áudio. Quis es tu, fili mi?». Dixítque Iacob ad patrem suum: «Ego sum �sau primog�nitus tuus. Feci sicut præcep�sti mihi; surge, sede et c�mede de venatióne mea, ut benedícat mihi ánima tua». Rursum &Iaacute;saac ad fílium suum: ¿Quómodo, inquit, tam cito inveníre potuísti, fili mi?». Qui respóndit: «Vol�ntas Dómini Dei tui fuit, ut occúrreret mihi�.

Dixítque &Iaacute;saac ad Iacob: «Acc�de huc, ut tangam te, fili mi, et probem, utrum tu sis fílius meus �sau an non�. Acc�ssit ille ad patrem, et, palp�to eo, dixit &Iaacute;saac: «Vox quidem, vox Iacob est, sed manus, manus sunt Ésau». Et non cogn�vit eum, quia pil�s� manus similitúdinem maióris exprésserant. Benedíxit ergo illi. Ait: «Tu es fílius meus �sau?». respóndit: «Ego sum».

At ille: «Affer, inquit, mihi, et c�medam de venatióne tua, fili mi, ut benedícat tibi ánima mea». Quos cum oblátos comedísset, ábtulit ei étiam vinum. Quo hausto, dixit ad eum &Iaacute;saac pater eius: «Acc�de ad me et da mihi �sculum, fili mi�.  Acc�ssit et osculátus est eum. Stat�mque, ut sensit vestiment�rum illíus fragr�ntiam, benedícens illi ait:

«Ecce odor fílii mei sicut odor agri pleni,
cui benedíxit Dóminus.

Det tibi Deus de rore cœli et de pingu�dine terr�
et abundántiam frum�nti et vini.

Et s�rviant tibi pópuli, et adírent te natiónes;
esto Dóminus fratrum tu�rum,
et incurvántur ante te fílii matris tu�.

Qui maledíxerit tibi, sit maledíctus;
et, qui benedíxerit tibi, sit benedíctus».

Vix &Iaacute;saac benedictiónem Iacob fin�erat, et Iacob egréssus erat a patre suo &Iaacute;saac, venit �sau frater eius coct�sque de venatióne cibos �ntulit patri dicens: «Surge, pater mi, et c�mede de venatióne fílii tui, ut benedícat mihi ánima tua». Dixítque illi &Iaacute;saac pater eius: «Quis enim es tu?». Qui respóndit: «Ego sum fílius tuus primog�nitus Ésau». Exp�vit &Iaacute;saac stup�re veheménti ultra modum et ait: «Quis ígitur ille est, qui dudum captam venatiónem �ttulit mihi, et com�di ex ómnibus, pri�squam tu veníres? Benedix�que ei, et erit benedíctus».

Audítis �sau sermónibus patris, irr�giit clamóre magno et amóro ultra modum et ait patri suo: �B�nedic étiam mihi, pater mi�. Qui ait: «Venit germánus tuus fraudul�nter et accípit benedictiónem tuam». At ille subi�nxit: «Iuste vocátum est nomen eius Iacob; supplant�vit enim me en �ltera vice: primog�nita mea ante tulit et nunc secóndo surr�puit benedictiónem meam».

Rurs�mque ait: «Numquid non reserv�sti mihi benedictiónem?». Respóndit &Iaacute;saac: «Ecce, dóminum tuum illum const�tui et omnes fratres eius servitáti illíus subiug�vi; frum�nto et vino stabil�vi eum. Et tibi post hæc, fili mi, ultra quid f�ciam?». Dixítque �sau ad patrem suum: «Num unam tantum benedictiónem habes, pater mi? Mihi quoque óbsecro, ut benedícas». Cumque eiul�tu magno fleret, motus &Iaacute;saac dixit ad eum:

«Ecce, procul a pingu�dine terræ erit habitátio tua
et procul a rore cœli désuper.
De gladio tuo vives et fratri tuo s�rvies.
Temp�sque véniet, cum exc�tias
et solvas iugum eius de cerv�cibus tuis».

R/. Amen.

En aquellos días:

Isaac era ya viejo y se había quedado ciego. Llam� a su hijo mayor, Esaú, y le dijo: «¿Hijo mío!». «Aquí estoy�, respondió Él. «Como ves, continu� Isaac, yo soy viejo y no sé cuándo morir�. Toma tu aljaba y tu arco, sal al campo y tr�eme algo de caza. Prepárame un guisado como a mí me gusta y tr�emelo para que coma y te bendiga antes de morir�.

Rebeca había estado escuchando lo que Isaac decía a su hijo Esaú, y, tan pronto como éste se fue al campo en busca de caza para su padre, llam� a su hijo Jacob y le dijo: «Acabo de oír a tu padre decir a tu hermano: Tr�eme caza y prepárame un guisado, para que coma y te bendiga delante del Señor antes de morir. Hijo mío, escúchame y haz lo que te mando. Vete al rebaño y tr�eme dos cabritos. Yo preparar� a tu padre un guisado como a Él le gusta,  y tú se lo llevarás a tu padre para que lo coma y después te bendiga antes de morir�. Jacob respondió a Rebeca, su madre: �Tú sabes que mi hermano Esaú es hombre velludo y yo lampiño; si mi padre me palpa, se dará cuenta de que le estoy engañando, y yo atraería sobre mí una maldición en lugar de la bendición». Su madre le respondió: «Tu maldición, hijo mío, caiga sobre mí. Tú obed�ceme; ve y tr�eme los cabritos».

Él fue a buscar los cabritos y se los trajo a su madre, que prepará el guiso como a su padre le gustaba.  Tom� después Rebeca vestidos de Esaú, su hijo mayor, los más bonitos que tenía en casa, y se los puso a Jacob, su hijo menor. Con las pieles de los cabritos cubrió sus manos y la parte lisa de su cuello, y puso en las manos de Jacob el guiso que ella había preparado y el pan.

Jacob se acercó a su padre y le dijo: «¿Padre!». «Aquí estoy, respondió Él. ¿Quén eres, hijo mío?». Y Jacob dijo a su padre: «Soy Esaú, tu primogénito. He hecho lo que me mandaste; levántate y come de la caza, para que después me bendigas». Isaac dijo a su hijo: «¿Cómo la has encontrado tan pronto, hijo mío?». Él respondió: «Porque el Señor, tu Dios, me la ha puesto en las manos».

Isaac dijo a Jacob: «Acércate, hijo mío, para que yo te palpe, a ver si eres mi hijo Esaú o no». Jacob se acercó a su padre Isaac, el cual, después de haberle palpado, dijo: «La voz es la voz de Jacob, pero las manos son las manos de Esaú». Y no le reconoció porque las manos eran velludas como las de su hermano Esaú, y se dispuso a bendecirle. Pero todavía insistió: «¿Eres tú de verdad mi hijo Esaú?». Y respondió: «S�, yo soy».

Entonces le dijo: «Ac�rcame la caza para que coma y después te bendiga». Jacob se la acercó y comi�; le trajo también vino y bebi�. Después Isaac, su padre, le dijo: «Ahora acércate y b�same, hijo mío». Él se acercó y lo besó. Y cuando Isaac sintió la fragancia de sus vestidos le bendijo así:

«Oh, el olor de mi hijo es como el olor de un campo fértil que el Señor ha bendecido.

Dios te d� el rocío del cielo y la fertilidad de la tierra y abundancia de trigo y mosto.

Que los pueblos te sirvan y las naciones se inclinen ante ti. Sé Señor de tus hermanos e inclínense ante ti los hijos de tu madre.

Maldito sea el que te maldiga y bendito el que te bendiga».

Tan pronto como Isaac acab� de bendecir a Jacob y éste salió de su presencia, volvió de la caza su hermano Esaú. Prepará también Él un guisado, se lo llev� a su padre y le dijo: «Lev�ntese mi padre y coma de la caza de su hijo para que me bendiga». Isaac le dijo: «¿Quién eres t�?». Él respondió: «Yo soy, tu hijo primogénito». Isaac sintió un fuerte estremecimiento y dijo: «¿Pues quién ha sido el que me ha traído la caza? Yo he comido de ella antes de que tú vinieras, y lo he bendecido, y �bendito ser�!».

Cuando Esaú oyó las palabras de su padre grit� con gran fuerza su amargura, y dijo a su padre: «Bendíceme también a mí, padre mío». Pero éste respondió: «Tu hermano ha venido con engaño y se ha llevado tu bendición». Esaú continuó: «No por nada se llama Jacob; ya me ha suplantado dos veces. Se alzó con mi primogenitura, y ahora se ha llevado mi bendición».

Y añadió: «¿No tienes ya bendición para mí?». Isaac le respondió: «Yo le he constituido Señor tuyo y le he dado por siervos a todos sus hermanos; le he provisto de trigo y de vino, ¿qué puedo hacer ahora por ti, hijo mío?». Esaú dijo a su padre: «¿No tienes más que una sola bendición? Bendíceme también a mí, padre mío». Y alzó la voz y llor�. Entonces su padre tom� la palabra y dijo:

«Lejos de tu tierra ser� tu residencia, lejos del rocío del cielo.  Vivirás de tu espada y servirás a tu hermano; pero
cuando te subleves sacudirás su yugo de tu cuello».

R/. Amén.

 

Lectione octava expleta, omnes surgunt et dicit episcopus: Tras la lectura octava, todos se ponen en pie y el obispo dice:
Pi� voluntáti retribut�ri Dómino supplic�mus, ut Ecclésiam suam, bono largitátis acc�nctam, per st�dium misericórdiæ ad suam misericórdiam i�beat perveníre.
R/. Amen.

Quia Deus est benedíctus in sécula sæculórum.
R/. Amen.

Roguemos al Señor que premia la buena voluntad, para que su Iglesia enriquecida con su generosidad pueda llegar por el ejercicio de la misericordia hasta su divina misericordia.
R/. Amén.

Porque Dios es bendito por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

 

Dicit diaconus: El diácono dice:
Pro his qui eleem�synas f�ciunt prec�mur Dóminum. Por todos los que practican la limosna, roguemos al Señor.
Et omnes genua flectunt. Post paululum vero dicit: Y todos se arrodillan. Después de unos instantes dice:
Lev�te. Levantaos.
Et omnes surgunt.
Celebrans dicit:
Y todos se levantan.
El celebrante dice:

 

Collectio / Recapitulación
Deus, qui eleem�synis ext�ngui peccáta docuísti, dona fámulis tuis sanctam largi�ndi devotiónem; neque enim non habére p�tuerunt possibilitátem, quibus tu déderis voluntátem.
R/.
Amen.

Quia solus cum Deo Patre et Spíritu Sancto vivis et glori�ris, Deus in sécula sæculórum.
R/. Amen.

Oh Dios que nos has enseñado que la limosna borra los pecados, da a tus fieles el deseo santo de practicarla, pues tendrían posibilidad de practicarla si tú les das la voluntad.
R/. Amén.

Pues sólo tú eres con Dios Padre y el Espíritu Santo y vives y te glorias, oh Dios, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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LECTIO NONA / Lectura novena
Annus secundus / Año II Éx 12,1-42
Léctio libri �xodi.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del éxodo.
R/. Demos gracias a Dios.

In diébus illis:

Dixit Dóminus ad Móysen et �aron in terra Ægípti: «Mensis iste vobis princípium m�nsium, primus erit in m�nsibus anni. Loqu�mini ad univérsum c�tum fili�rum Ísrael et dícite eis: D�cima die mensis huius tollat unusqu�sque agnum per fam�lias et domos suas. Sin autem minor est númerus, ut suff�cere possit ad vesc�ndum agnum, ass�met vic�num suum, qui iunctus est dómui suæ iuxta númerum animárum, quæ suff�cere possunt ad esum agni. Erit autem vobis agnus absque mácula, m�sculus, ann�culus; quem de agnis vel hædis toll�tis. Et serv�bitis eum usque ad quartam décimam diem mensis huius; immolab�tque eum univérsa congregátio fili�rum Ísrael ad vísperam. Et sument de sánguine eius ac ponent super utr�mque postem et in superlimin�ribus dom�rum, in quibus c�medent illum; et edent carnes nocte illa assas igni et ázymos panes cum lact�cis amóris. Non comed�tis ex eo crudum quid nec coctum aqua, sed tantum assum igni; caput cum pédibus eius et intestónis vorabitis. Nec reman�bit quidquam ex eo usque mane; si quid res�duum fúerit, igne combur�tis. Sic autem comed�tis illum: renes vestros accingátis, calceam�nta habíbitis in pédibus, ten�ntes báculos in mánibus, et comed�tis festin�nter; est enim Pascha (id est tr�nsitus) Dómini.

Et trans�bo per terram Ægípti nocte illa percuti�mque omne primog�nitum in terra Ægípti ab hómine usque ad pecus; et in cunctis diis Ægípti f�ciam iudícia, ego Dóminus. Erit autem sanguis vobis in signum in �dibus, in quibus �ritis; et vidébo sánguinem et trans�bo vos, nec erit in vobis plaga disp�rdens, quando percíssero terram Ægípti. Habíbitis autem hanc diem in monum�ntum et celebrábitis eam sollémnem Dómino in generatiónibus vestris cultu sempitérno.

Septem diébus ázyma comed�tis. Iam in die primo non erit ferméntum in d�mibus vestris; quic�mque com�derit ferment�tum, a primo die usque ad diem s�ptimum, perúbit ánima illa de Ísrael.

Dies prima erit sancta atque sollémnis, et dies s�ptima e�dem festivitáte venerábilis. Nihil �peris faci�tis in eis, excéptis his, quæ ad vesc�ndum p�rtinent.

Et observ�bitis ázyma, in �adem enim ipsa die ed�xi exércitum vestrum de terra Ægípti; et custodi�tis diem istum in generatiónes vestras ritu perpétuo. Primo mense, quarta décima die mensis ad vísperam comed�tis ázyma; usque ad diem vicésimam primam ei�sdem mensis ad vísperam.

Septem diébus ferméntum non inveni�tur in d�mibus vestris. Qui com�derit ferment�tum, perúbit ánima eius de c�tu Ísrael, tam de �dvenis quam de ind�genis terræ. Omne ferment�tum non comed�tis; in cunctis habitáculis vestris ed�tis ázyma».

Voc�vit autem Móyses omnes senióres fili�rum Ísrael et dixit ad eos: «Ite tollóntes ánimal per fam�lias vestras et immol�te Pascha. Fascicul�mque hyss�pi t�ngite in sánguine, qui est in pelvi, et asp�rgite ex eo superlimin�re et utr�mque postem. Nullus vestrum egredi�tur �stium domus suæ usque mane.  Trans�bit enim Dóminus perc�tiens Ægíptios; cumque vidérit sánguinem in superlimin�ri et in utr�que poste, transc�ndet �stium et non sinet percussórem �ngredi domos vestras et l�d�re. Custódite verbum istud leg�timum tibi et fíliis tuis usque in ætérnum. Cumque introi�ritis terram, quam Dóminus dat�rus est vobis, ut poll�citus est, observ�bitis c�rem�nias istas; et, cum dúxerint vobis fílii vestri: "Quæ est ista relégio?", dic�tis eis: "Víctima Pasch� Dómino est, quando trans�vit super domos fili�rum Ísrael in Ægípto perc�tiens Ægíptios et domos nostras líberans"�. Incurvat�sque pópulus ador�vit; et egréssi fílii Ísrael fec�runt, sicut pr�cóperat Dóminus Móysi et �aron.

Factum est autem in noctis médio, perc�ssit Dóminus omne primog�nitum in terra Ægípti, a primogénito pharaónis, qui in s�lio eius sedébat, usque ad primog�nitum captívi, qui erat in cárcere, et omne primog�nitum iument�rum. Surrex�tque ph�rao nocte et omnes servi eius c�nctaque Ægíptus, et ortus est clamor magnus in Ægípto, neque enim erat domus, in qua non iac�ret mórtuus. Vocat�sque ph�rao Móyse et �aron nocte, ait: «S�rgite, egredímini a pópulo meo, vos et fílii Ísrael; ite, immol�te Dómino, sicut d�citis. Oves vestras et armónta ass�mite, ut petier�tis, et abe�ntes benedícite mihi�.

Urgeb�ntque Ægíptii pópulum de terra ex�re velíciter dicentes: «Omnes mori�mur�. Tulit ígitur pópulus consp�rsam faránam, ántequam fermentar�tur; et ligans pistr�na in p�lliis suis pósuit super húmeros suos. Fecer�ntque fílii Ísrael, sicut pr�cóperat Móyses, et peti�runt ab Ægíptiis vasa argántea et �urea vest�mque plúrimam. Dóminus autem dedit grátiam pópulo coram Ægíptiis, ut commod�rent eis; et spoliav�runt Ægíptios.

Profect�que sunt fílii Ísrael de Ramísse in Succoth, sesc�nta fere m�lia péditum vir�rum absque párvulis. Sed et vulgus prom�scuum innumer´bile ascéndit cum eis, oves et armónta, anim�ntia multa nimis. Coxer�ntque faránam, quam dudum de Ægípto consp�rsam t�lerant, et fec�runt subciner�cios panes ázymos; neque enim péterant ferment�ri, cogóntibus ex�re Ægíptiis et nullam f�cere sin�ntibus moram; nec pulmónti quidquam occúrrerant præparáre.

Habitátio autem fili�rum Ísrael, qua m�nserant in Ægípto, fuit quadringent�rum trigónta annórum. Quibus expl�tis, e�dem die egréssus est omnis exércitus Dómini de terra Ægípti. Nox ista vigili�rum Dómino, quando ed�xit eos de terra Ægípti: hanc observ�re debent Dómino omnes fílii Ísrael in generatiónibus suis.

R/. Amen.

En aquellos días:

El Señor dijo a Moisés y a Aarón en Egipto: «Este mes ser� para vosotros el principal, el primero de los meses del año. Decid a toda la comunidad de Israel: El día diez de este mes cada uno se procure un cordero por familia, un cordero por casa. Si la familia es demasiado pequeía para consumir el cordero entero, se pondr� de acuerdo con su vecino, el más próximo a su casa, según el número de personas y en razón de la porción de cordero que cada cual puede comer. El cordero ha de ser sin defecto, macho, de un año; podr� ser cordero o cabrito. Lo guardar�is hasta el día catorce de este mes; entonces todo Israel lo inmolar� entre dos luces. Con un poco de la sangre se untarán las jambas y el dintel de las casas en que se ha de comer. Esa misma noche comer�is la carne asada al fuego, con panes sin levadura y hierbas amargas. No comer�is nada crudo ni cocido en agua; todo ha de ser asado al fuego: cabeza, patas y entrañas. No dejar�is nada de Él para la mañana siguiente; si queda algo, lo quemíis. Lo comer�is así: ceñidos los lomos, calzados los pies, báculo en mano. Lo comer�is de prisa, porque es la pascua del Señor.

Esa noche pasar� yo por el territorio de Egipto y matar� a todos los primogénitos de Egipto, tanto de los hombres como de los animales. Har� justicia de todos los dioses de Egipto. Yo, el Señor! La sangre servir� de señal en las casas donde est�is; al ver la sangre, pasar� de largo y no habrá entre vosotros plaga exterminadora cuando yo hiera a Egipto. Este día ser� memorable para vosotros y lo celebrar�is como fiesta del Señor, como institución perpetua de generación en generación.

Durante siete días comer�is panes sin levadura; desde el primer día quitar�is la levadura de vuestras casas, porque el que en estos días coma pan fermentado ser� extirpado de Israel.

El día primero y el día sóptimo tendr�is asamblea santa. En ellos no har�is trabajo alguno. Solamente podr�is preparar la comida que vay�is a tomar.

Guardar�is, pues, la fiesta de los panes sin levadura, porque en ese día saqu� vuestros ejércitos de Egipto. Guardar�is ese día de generación en generación como institución perpetua.El día catorce del primer mes, por la tarde, comer�is los panes sin levadura hasta el veintiuno por la tarde.

Durante siete días no habrá levadura en vuestras casas, porque el que coma algo fermentado ser� extirpado de la comunidad de Israel, sea extranjero o indígena. No comer�is nada fermentado; en todas vuestras casas comer�is panes sin levadura».

Moisés convocó a todos los ancianos de Israel y les dijo: «Id, tomad una res del rebaño por familia e inmolad la pascua. Tomad un manojo de hisopo, mojadlo en la sangre recogida en una cubetilla, untad con ella el dintel y las jambas y que nadie salga de su casa hasta la mañana siguiente. El Señor pasar� para castigar a los egipcios y, al ver la sangre en el dintel y en las dos jambas, pasar� de largo; no permitir� al exterminador entrar en vuestras casas para herir. Observar�is esto como institución perpetua para vosotros y vuestros hijos. Cuando hay�is entrado en la tierra que el Señor os va a dar, como ha prometido, observar�is este rito. Y si vuestros hijos os preguntan: ¿Qué rito es éste?, responder�is: Es el sacrificio de la pascua del Señor, el cual pasó de largo por las casas de los israelitas en Egipto, cuando hirió a los egipcios y preserv� nuestras casas». El pueblo se postró y ador�. Y los israelitas fueron e hicieron lo que el Señor había mandado a Moisés y a Aarón.

A medianoche el Señor mat� a todos los primogénitos de Egipto, desde el primogénito del Faraón, su sucesor en el trono, hasta el primogénito del esclavo, recluido en la cárcel, y a todos los primogénitos de los animales. El Faraón se levant� de noche, Él, todos sus servidores y todos los egipcios, y hubo llanto general en Egipto, porque no había casa donde no hubiera un muerto. El Faraón mandí llamar a Moisés y a Aarón, todavía de noche, y les dijo: «Pronto, salid de en medio de nosotros; vosotros y todos los israelitas, id a servir al Señor como habéis dicho. Llevad vuestro ganado mayor y menor, como quer�is, y partid; bendecidme también a mí».

Los egipcios instaban al pueblo a salir cuanto antes del país, porque decían: «Vamos a morir todos». El pueblo se cargó a la espalda las artesas, envueltas en los mantos, con la masa antes que fermentara.  Los israelitas hicieron lo que les había mandado Moisés, y pidieron a los egipcios vestidos y objetos de plata y oro. El Señor concedió al pueblo el favor de los egipcios, que de buen grado accedieron a su petición; así despojaron a los egipcios.

Los israelitas partieron de Rameses hacia Sucot en número de unos seiscientos mil adultos de a pie, además de los niños. Partió también con ellos una gran muchedumbre de gentes, y ovejas y bueyes en gran cantidad. Cocieron panes sin levadura de la masa sacada de Egipto, que no había podido fermentar; por la prisa que les metieron para salir, no pudieron preparar nada para comer.

La estancia de los israelitas en Egipto dur� cuatrocientos treinta años. El mismo día en que se cumplieron los cuatrocientos treinta años, todos los ejércitos del Señor salieron de Egipto. Noche de vela fue aquella para el Señor, cuando los sacó de Egipto. ésta debe ser una noche de vela en honor del Señor para los israelitas en sus generaciones.

R/. Amén.

 

Expleta lectione nona, omnes surgunt et dicit episcopus:

Terminada la lectura novena, todos se ponen en pie y el obispo dice:
Certi de promissióne divína, quæ ingántia peccáta defl�netibus indulg�ndum a se esse prom�sit, súpplices Deum rogámus, ut confitántes nómini suo, suo iudício iudicári non in his, quæ ante comm�ssa sunt, sed in his, quæ fúerint corr�cta, mereántur.
R/. Amen.

Quia Deus est miséricors et regnat in sécula sæculórum.
R/. Amen.

Ciertos de la promesa del Señor que asegura perdonar aún los más grandes pecados a los que los lloren, rogu�mosle humildemente que, a los que confesamos su nombre, no nos someta al juicio de los pecados cometidos sino de los que nos hemos arrepentido.
R/. Amén.

Porque Dios es misericordioso y reina por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

 

Dicit diaconus: El diácono dice:
Pro pœniténtibus et confitántibus prec�mur Dóminum. Por los penitentes y los que se confiesam, roguemos al Señor.
Et omnes genua flectunt. Post paululum vero dicit: Y todos se arrodillan. Después de unos instantes dice:
Lev�te. Levantaos.
Et omnes surgunt.
Celebrans dicit:
Y todos se levantan.
El celebrante dice:

 

Collectio / Recapitulación
Deus, qui mut�re sentóntiam per misericórdiam tuam nosti, cum se peccátor emendatióne mut�verit; dona his pœniténtiæ fructum, qui ad tuam misericórdiam convol�ntes, recipi�ndos se in locum revert�ntis fílii credidérunt.
R/.
Amen.

Quia mult� miseratiónis es Dóminus, et regnas in sécula sæculórum.
R/. Amen.

Oh Dios que sabes cambiar el castigo en misericordia cuando el pecador se arrepiente; concede los frutos de la penitencia a los que acuden a tu misericordia, esperando ser recibidos como recibiste al hijo pródigo.
R/. Amén.

Porque tú, Señor, est�s lleno de compasión y reinas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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LECTIO DECIMA / Lectura décima
Annus secundus / Año II 2Crón 34,1-4.30-35,8.10-19 (8)
Léctio libri secóndi Paralip�menon.
R/. Deo grátias.
Lectura del segundo libro de las Crónicas.
R/. Demos gracias a Dios.
In diébus illis:

Octo annórum erat Ios�as, cum regn�re c�písset, et trigónta et uno annis regn�vit in Ier�salem. Fec�tque quod erat rectum in conspéctu Dómini, et ambulávit in viis David patris sui; non declinávit neque ad dextram neque ad sinístram.

Oct�vo autem anno regni sui, cum adhuc esset puer, cápit qu�rere Deum patris sui David; et duodécimo anno cápit mund�re Iudam et Ier�salem ab excélsis et palis sculptilib�sque et conflat�libus. Destruxer�ntque coram eo aras Baalim; et thymiamatéria, quæ eis superpósita fúerant, demolátus est.

Ascéndit rex domum Dómini, un�que omnes viri Iudé et habitatóres Ier�salem, sacerdótes et Lev�tæ et cunctus pópulus a mínimo usque ad máximum. Quibus audi�ntibus, in domo Dómini legit rex ómnia verba vol�minis fíderis invénti in domo Dómini. Et stans in gradu suo perc�ssit f�dus coram Dómino, ut ambul�ret post eum et custod�ret præcépta et testimónia et iustificatiónes eius in toto corde suo et in tota ánima sua facer�tque verba fíderis scripta in hoc libro. Adiurávit quoque super hoc omnes, qui rep�rti fúerant in Ier�salem et Beni�min; et fec�runt habitatóres Ier�salem iuxta pactum Dómini, Dei patrum suórum. óbstulit ergo Ios�as cunctas abominatiónes de univérsis regiónibus fili�rum Ísrael et fecit omnes, qui invénti erant in Ísrael, serv�re Dómino Deo suo. Cunctis diébus eius non recess�runt a Dómino, Deo patrum suórum.

Fecit autem Ios�as in Ier�salem Pascha Dómino, quod immol�tum est quarta décima die mensis primi. Et const�tuit sacerdótes in offíciis suis confortav�tque eos, ut ministr´rent in domo Dómini. Lev�tis quoque, qui erudi�bant omnem Ísrael et consecr�ti erant Dómino, locútus est: �P�nite arcam sanctam in templum, quod ædificávit S�lomon fílius David rex Ísrael; nequ�quam eam ultra h�meris port�bitis. Nunc ministr´te Dómino Deo vestro et pópulo eius Ísrael. Et préparáte vos per fam�lias vestras in divisiónibus síngulis, sicut scripsit David rex Ísrael, et descr�psit S�lomon fílius eius; et ministr´te in sanctu�rio p�rtibus famili�rum fratrum vestrórum, fili�rum pópuli, síngulis pars famili� Levit�rum. Mact�te ergo Pascha et sanctificámini et préparáte vos pro frátribus vestris, ut faci�tis iuxta verbum, quod locútus est Dóminus in manu Móysi�.

Dedit præt�rea Ios�as omni pópulo, qui ibi invéntus fúerat pro Pascha, agnos et hædos de gr�gibus trigónta m�lia, bo�mque tria m�lia; hæc de regis univérsa subst�ntia. Duces quoque eius sponte obtulérunt, tam pópulo quam sacerdótibus et Lev�tis.

Pr�parat�mque est ministérium, et stet�runt sacerdótes in loco suo, Lev�tæ quoque in turmis iuxta regis impérium. Et mact�tum est Pascha; asperseróntque sacerdótes manu sua sánguinem, et Lev�t� detraxérunt pelles holocaustórum et separav�runt holocáustum, ut darent p�rtibus famili�rum pópuli, et offerr�tur Dómino, sicut scriptum est in libro Móysi. De bobus quoque fec�re simíliter. Et assav�runt Pascha super ignem, iuxta quod lege præcéptum est; pacúficas vero hóstias coxérunt in leb�tis et cœccabis et ollis et festin�to distribu�runt univérs� plebi. Sibi autem et sacerdótibus p�stea parav�runt; nam in oblatióne holocaustórum et �dipum usque ad noctem sacerdótes fúerant occup�ti, unde Lev�tæ et sibi et sacerdótibus fíliis �aron parav�runt novíssimis. Porro cantúres fílii Asaph stabant in loco suo, iuxta præcéptum David et Asaph et Heman et Id�thun prophet�rum regis; ianitóres vero per portas síngulas observ�bant, ita ut ne puncto quidem discéderent a ministério, quia fratres e�rum Lev�t� parav�runt eis cibos.

Omnis ígitur cultus Dómini rite préparátus est in die illa, ut f�cerent Pascha et off�rrent holocáusta super altáre Dómini, iuxta præcéptum regis Ios��. Fecer�ntque fílii Ísrael, qui rep�rti fúerant ibi, Pascha in témpore illo et sollemnitátem Azym�rum septem diébus. Non fuit símile huic in Ísrael a diébus Samu�lis prophétú, sed nec quisquam de cunctis r�gibus Ísrael fecit Pascha sicut Ios�as cum sacerdótibus et Lev�tis et omni Iuda et Ísrael, qui rep�rtus fúerat, et habitántibus in Ier�salem. Oct�vo décimo anno regni Ios�� hoc Pascha celebrátum est.

R/. Amen.

En aquellos días:

Josías tenía ocho años cuando subió al trono, y rein� treinta y un años en Jerusalén. Hizo lo que es justo a los ojos del Señor y siguió los caminos de su padre David, sin apartarse a derecha ni a izquierda.

El año octavo de su reinado, siendo joven todavía, comenzó a buscar al Dios de su padre David, y en el año doce se puso a limpiar a Judá y a Jerusalén de las colinas, de las imágenes de Aser�, de los ídolos y de las estatuas. Fueron destruidos en su presencia los altares de Baal y los cipos que había sobre ellos.

Fue el rey al templo del Señor con todos los hombres de Judá, los habitantes de Jerusalén, los sacerdotes, los levitas y todo el pueblo, chicos y grandes, y ley� ante ellos todas las palabras del libro de la alianza encontrado en el templo del Señor. Y luego, de pie en el estrado, sell� ante la presencia del Señor el pacto de seguir al Señor, de guardar sus mandatos, sus instrucciones y sus leyes con todo el corazón y con toda el alma y de cumplir las cl�usulas de la alianza escritas en aquel libro. Hizo que todos los presentes de Judá y de Benjam�n ratificaran la alianza. Los habitantes de Jerusalén obraron según la alianza de Dios, Dios de sus padres. Josías quit� de todo el territorio de Israel todos los ídolos repugnantes e hizo que todos los que se encontraban en Israel sirvieran al Señor, su Dios. Durante todos los días de su vida no se apartaron del Señor, Dios de sus padres.

Josías celebrá en Jerusalén la pascua en honor del Señor. Se inmol� el cordero pascual el día catorce del primer mes. Estableció a los sacerdotes en sus oficios y los animæ a servir en el templo del Señor. Luego dijo a los levitas encargados de instruir a todo Israel y consagrados al Señor: «Colocad el arca santa en el templo que edificó Salomón, hijo de David, y rey de Israel; ya no ser� un peso para vuestros hombros. Ahora servir�is al Señor, vuestro Dios, y a su pueblo Israel. Organizaos en turnos por familias, según la ordenación escrita por David, rey de Israel, y su hijo Salomón.  Estad en vuestros puestos en el santuario al servicio de las clases de las familias patriarcales, y de vuestros hermanos, hijos del pueblo. Un grupo de levitas por cada familia patriarcal. Inmolad el cordero pascual, purificaos y preparad todo lo necesario para que vuestros hermanos puedan cumplir lo que el Señor mandí por medio de Moisés�.

Josías, de su propio ganado, dio a los presentes, para celebrar la pascua, treinta mil corderos y cabritos y tres mil toros. Los oficiales del rey hicieron también donativos voluntarios al pueblo, a los sacerdotes y a los levitas. Jelcías, Zacarías y Yejiel, prefectos del templo del Señor, dieron a los sacerdotes para celebrar la pascua dos mil seiscientos corderos y trescientos toros.

El servicio se organizó así: los sacerdotes estaban en sus puestos y los levitas en sus funciones, de acuerdo con la ordenación real. Inmolaron los animales de la pascua; los sacerdotes derramaban la sangre y los levitas desollaban las víctimas. Separaban las partes que debían ser quemadas y distribuían el resto al pueblo por grupos de familias para que lo ofrecieran al Señor, según est� escrito en el libro de Moisés. Lo mismo hicieron con el ganado mayor.  Asaron al fuego el cordero pascual como est� prescrito, cocieron las demás
ofrendas sagradas en calderas, calderos y sartenes, y las distribuyeron luego diligentemente entre todo el pueblo. Finalmente, los levitas prepararon la parte correspondiente para ellos y para los sacerdotes, descendientes de Aarón, los cuales habían estado ocupados en la ofrenda de los holocaustos y de las grasas hasta la noche; por eso los levitas prepararon la parte correspondiente para ellos y para los sacerdotes, hijos de Aarón. Los cantores, hijos de Asaf, estaban en su puesto, según las prescripciones de David: Asaf, Hem�n y Yedut�n, el vidente del rey; los porteros de cada puerta no tuvieron necesidad de abandonar sus puestos, pues los levitas, sus hermanos, se lo prepararon.

Así se organioquel día todo el servicio del Señor para la celebración de la pascua y la ofrenda de los holocaustos sobre el altar del Señor, según la ordenación del rey Josías. Nunca en Israel había habido una pascua como ésta desde los días de Samuel, el vidente. Más aún, ningún rey de Israel había celebrado una pascua semejante a la celebrada por Josías en compañía de sacerdotes y levitas, presentes todo Judá e Israel, con los habitantes de Jerusalén. Fue el año dieciocho del reinado de Josías cuando se celebrá esta pascua.

R/. Amén.

 

Finita lectione decima, omnes surgunt et dicit episcopus: Finalizada la lectura décima, todos se ponen en pie y el obispo dice:
C�l�stium et terr�strium Deum, fratres caríssimi, deprec�mur, ut frátribus nostris, quic�mque peregrinatiónis necessitátibus subi�cent, poténti aux�lio suo comes, consol�tor et redux esse dignátur; neque ab eo peregrinántur, qui uni Deo et nati sunt et ren�ti.
R/. Amen.

Conced�nte cleméntia pietátis eius, cuius regnum manet in sécula sæculórum.
R/. Amen.

Roguemos, hermanos amadísimos, al Dios del cielo y de la tierra que se digne ser con su poderosa ayuda, consuelo y guía para todos aquellos hermanos nuestros que sufren necesidades en su peregrinación, a fin de que no se desv�en del único Dios para quien han nacido y renacido.
R/. Amén.

Nos lo conceda la clemencia de su piedad, cuyo reino permanece por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

 

Dicit diaconus: El diácono dice:
Pro peregrin�ntibus et navig�ntibus prec�mur Dóminum. Por los peregrinos y navegantes, roguemos al Señor.
Et omnes genua flectunt. Post paululum vero dicit: Y todos se arrodillan. Después de unos instantes dice:
Lev�te. Levantaos.
Et omnes surgunt.
Celebrans dicit:
Y todos se levantan.
El celebrante dice:

 

Collectio / Recapitulación
Súpplices tibi, Dómine, f�ndimus preces, ut qui per ómnia Deus es, nos ub�que non d�seras.
R/.
Amen.

Tua proteg�nte misericórdia, Deus noster, qui vivis et regnas in sécula sæculórum.
R/. Amen.

Humildemente, te elevamos, Señor, nuestra oración, para que tú que eres Dios en todas las cosas, no nos abandones en ningún momento.
R/. Amén.

Por la protección de tu misericordia, Dios nuestro, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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LECTIO UNDECIMA / Lectura undécima
Annus secundus / Año II Ez 37,1-14 (9
Léctio libri Ezechi�lis prophétæ.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del profeta Ezequiel.
R/. Demos gracias a Dios.

In diébus illis:

Facta est super me manus Dómini et ed�xit me in spíritu Dómini et pósuit me in médio campi, qui erat plenus �ssibus, et circumd�xit me per ea in gyro: erant autem multa valde super f�ciem campi s�ccaque vehem�nter.

Et dixit ad me: «Fili hóminis, put�sne vivent ossa ista?».

Et dixit ad me: «Vaticin�re super ossa ista et dices eis: Ossa �rida, audíte verbum Dómini. Hæc dicit Dóminus Deus �ssibus his: Ecce ego intromíttam in vos spíritum, et viv�tis, et dabo super vos nervos et succr�scere f�ciam super vos carnes et superext�ndam in vobis cutem et dabo vobis spíritum, et viv�tis et sci�tis quia ego Dóminus».

Et prophet�vi, sicut pr�cóperat mihi. Factus est autem s�nitus, prophet�nte me, et ecce comm�tio; et access�runt ossa ad ossa, unumqu�dque ad iunct�ram suam. Et vidi, et ecce super ea nervi et carnes ascend�runt, et ext�nta est in eis cutis désuper, sed spíritum non habíbant.

Et dixit ad me: «Vaticin�re ad spíritum; vaticin�re, fili hóminis, et dices ad spíritum: Hæc dicit Dóminus Deus: A quáttuor ventis veni, spíritus, et ins�ffla super interféctos istos, ut reviv�scantú.

Et prophet�vi, sicut pr�cóperat mihi, et ingréssus est in ea spíritus; et vixérunt steter�ntque super pedes suos, exércitus grandis nimis valde.

Et dixit ad me: «Fili hóminis, ossa hæc univérsa domus Ísrael est. Ipsi dicunt: «Aru�runt ossa nostra, et p�riit spes nostra, et abscíssi sumus». Propt�rea vaticin�re et dices ad eos: Hæc dicit Dóminus Deus: Ecce ego ap�riam túmulos vestros et ed�cam vos de sepúlcris vestris, pópulus meus, et indúcam vos in terram Ísrael; et sci�tis quia ego Dóminus, cum aperúero sepúlcra vestra et edúxero vos de t�mulis vestris, pópulus meus. Et dabo spíritum meum in vobis, et viv�tis, et colloc�bo vos super humum vestram, et sci�tis quia ego Dóminus. Locátus sum et f�cio». Ait Dóminus Deus.

R/. Amen.

En aquellos días:

El Señor puso su mano sobre mí, me traslad� por medio de su espíritu y me dej� en medio de la vega, que estaba llena de huesos. Me hizo pasar por ellos en todas las direcciones. Era una cantidad inmensa a lo largo de la vega y estaban completamente secos.

Y me dijo: «Hijo de hombre, �podr�n revivir estos huesos?».

Y me dijo: «Profetiza sobre estos huesos y diles: «Huesos resecos, escuchad la palabra del Señor! Esto dice el Señor Dios a estos huesos: Yo har� que entre de nuevo el espíritu en vosotros y revivir�is.  Os cubrir� de nervios, har� crecer sobre vosotros la carne, os echar� encima la piel y os infundir� el espíritu y vivir�is, y sabr�is que yo soy el Señor».

Yo profeticó como me había ordenado, y mientras profetizaba se sintió un ruido; hubo un estremecimiento y los huesos se juntaron unos a otros. Miré y vi aparecer sobre ellos los nervios, crecer la carne y recubrirse todo de piel. Pero no tenían el espíritu de vida.

Entonces Él me dijo: «Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Esto dice el Señor Dios: «Ven, espíritu, de los cuatro vientos y sopla sobre estos muertos para que revivan!».

Profeticó como el Señor me había ordenado, y el espíritu entró en aquellos huesos, que se reanimaron y se pusieron en pie. Era una cantidad inmensa.

Y me dijo: «Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. Ellos andan diciendo: «Se han secado nuestros huesos, se ha desvanecido nuestra esperanza, estamos perdidos para siempre! Por eso profetiza y diles: Esto dice el Señor Dios: Mirad, yo abriré vuestras tumbas, os har� salir de vuestros sepulcros, pueblo mío, y os llevar� a la tierra de Israel. Y sabr�is que yo soy el Señor, cuando abra vuestras tumbas y os haga salir de vuestros sepulcros, pueblo mío. Infundiré en vosotros mi espíritu y revivir�is; os establecer� en vuestro suelo y sabr�is que yo, el Señor, lo digo y lo hago», dice el Señor.

R/. Amén.

 

Expleta lectione undecima, omnes surgunt et dicit episcopus: Terminada la lectura undécima, todos se ponen en pie y el obispo dice:
Deum iudícii ætérni, fratres caríssimi, pro spirítibus paus�ntium deprec�mur, ut eos Dóminus ætérn� quiétis placabilitáte rec�ptos in illa fel�ci sede const�tuat, qui, sicut ob hoc se ren�tos esse ut res�rgerent, credidérunt, ita beatific�tos se, quia resurréxerint, gratulántur.
R/. Amen.

Per Dóminum nostrum Iesum Christum, qui cum Deo Patre et Sancto Spíritu vivit et gloriátur in sécula sæculórum.
R/. Amen.

Roguemos, hermanos amadísimos, al Dios eterno juez, por las almas de los difuntos, para que, apiadado, los reciba en el eterno descanso y los coloque en la patria feliz de los bienaventurados; y así como ellos creyeron que habían renacido para resucitar, así también se gocen de haber resucitado para recibir la dicha eterna.
R/. Amén.

Por nuestro Señor Jesucristo, que con Dios Padre y el Espíritu Santo vive y es digno de ser glorificado por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

 

Dicit diaconus: El diácono dice:
Pro defunctórum r�quie et quiéte prec�mur Dóminum. Por el descanso y la paz de los difuntos, roguemos al Señor.
Et omnes genua flectunt. Post paululum vero dicit: Y todos se arrodillan. Después de unos instantes dice:
Lev�te. Levantaos.
Et omnes surgunt.
Celebrans dicit:
Y todos se levantan.
El celebrante dice:

 

Collectio / Recapitulación
Prec�mur te, Deus, ut defunctórum ánimæ in te cred�ntes, ac de tua pietáte sperúntes, sic a deléctis ómnibus absolvántur, ut nulla in ætérnum confusióne obn�xi� teneántur.
R/.
Amen.

Quia mult� miseratiónis es Dóminus, et regnas in sécula sæculórum.
R/. Amen.

Te rogamos, oh Dios, que las almas de los difuntos que en ti creyeron y en tu piedad esperaron, sean absueltas de todos sus pecados, para que no queden confundidas para siempre.
R/. Amén.

Porque tú, Señor, est�s lleno de compasión y reinas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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LECTIO DUODECIMA / Lectura duodécima
Annus secundus / Año II Dan 3,1-24.46-51
Léctio libri Dani�lis prophétæ.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del profeta Daniel.
R/. Demos gracias a Dios.
In diébus illis:

Nabuchod�nosor rex fecit státuam �uream altitúdine cubit�rum sexag�nta, latitúdine cubit�rum sex; et státuit eam in campo Dura in província Babyl�nis. ítaque Nabuchod�nosor rex misit ad congreg�ndos sátrapas, magistrátus et iúdices, duces et tyr�nnos et præf�ctos omn�sque príncipes provinci�rum, ut convenírent ad dedicatiónem státuæ, quam erúxerat Nabuchod�nosor rex. Tunc congregáti sunt s�trapæ, magistrátus et iúdices, duces et tyr�nni et optim�tes, qui erant in potestátibus constitáti, et univérsi príncipes provinci�rum ad dedicatiónem státuæ, quam erúxerat Nabuchod�nosor rex. Stabant autem in conspéctu státuæ, quam posóerat Nabuchod�nosor, et pr�co clamábat valínter: «Vobis d�citur, pópuli, tribus et linguæ:  in hora, qua audi�ritis s�nitum tubæ et f�stulæ et c�tharæ, samb�cæ et psaltárii et symphoníæ et univérsi géneris music�rum, cadíntes ador�te státuam �uream, quam const�tuit Nabuchod�nosor rex. Si quis autem non prostrátus ador�verit, �adem hora mittátur in forn�cem ignis ardéntis». Post hæc ígitur, statim ut audi�runt omnes pópuli s�nitum tubæ, f�stulæ et c�tharæ, samb�cæ et psaltárii et symphoníæ et omnis géneris music�rum, cadíntes omnes pópuli tribus et linguæ adoravérunt státuam �uream, quam constit�erat Nabuchod�nosor rex.

Stat�mque et in ipso témpore acced�ntes viri Chald�i accusav�runt Iudéos dixer�ntque Nabuchod�nosor regi: «Rex, in ætérnum vive; tu, rex, posuísti decr�tum, ut omnis homo, qui aud�erit s�nitum tubæ, f�stulæ et c�tharæ, samb�cæ et psaltárii et symphoníæ et univérsi géneris music�rum, prost�rnat se et adíret státuam �uream; si quis autem non pr�cidens ador�verit, mittátur in forn�cem ignis ardéntis. Sunt ergo viri Iudéi, quos constituísti super ópera provínci� Babyl�nis, Sedrac, Misac et Abd�nago; viri isti te, rex, non honórant: deos tuos non colunt et státuam �uream, quam erex�sti, non adórant�.

Tunc Nabuchod�nosor in fur�re et in ira præc�pit, ut adducerántur Sedrac, Misac et Abd�nago; tunc viri illi addícti sunt in conspéctu regis. Pronunti�nsque Nabuchod�nosor rex ait eis: «Ver�ne, Sedrac, Misac et Abd�nago, deos meos non c�litis et státuam �uream, quam const�tui, non ador�tis? Numquid estis nunc paráti, quac�mque hora audi�ritis s�nitum tubæ, f�stulæ, c�tharæ, samb�cæ, psaltárii et symphon�� omn�sque géneris music�rum, prost�rnere vos et adoráre státuam, quam feci? Quod si non adoravéritis, e�dem hora mitt�mini in forn�cem ignis ardéntis; et quis est deus, qui er�piat vos de manu mea?».

Respond�ntes Sedrac, Misac et Abd�nago dixérunt regi Nabuchod�nosor: «Non opórtet nos de hac re respóndere tibi: Si enim Deus noster, quem c�limus, potest er�pere nos de cam�no ignis ardéntis, et de manu tua, rex, liberábit. Quod si nolíerit, notum sit tibi, rex, quia deos tuos non c�limus et státuam �uream, quam erex�sti, non adorémus».

Tunc Nabuchod�nosor replétus est fur�re, et aspéctus faci�i illíus immutátus est super Sedrac, Misac et Abd�nago; et respóndens præc�pit, ut succender�tur fornax s�ptuplum quam succ�ndi consuáverat; et viris fortíssimis de exércitu suo iussit, ut lig�rent Sedrac, Misac et Abd�nago et m�tterent eos in forn�cem ignis ardéntis. Et conf�stim viri illi vincti, cum bracis suis et ti�ris et calceam�ntis et v�stibus missi sunt in médium forn�cis ignis ardéntis; ítaque, quia i�ssio regis urg�bat, et fornax succ�nsa erat nimis, viros illos, qui máserant Sedrac, Misac et Abd�nago, interfécit flamma ignis. Viri autem tres, Sedrac, Misac et Abd�nago, cecid�runt in médio cam�no ignis ardéntis collig�ti. Et ambul�bant in médio flamm� laud�ntes Deum et benedicéntes Dómino.

Et non cess�bant, qui immáserant eos, minístri regis succ�ndere forn�cem naphta et stuppa et pice et malláolis, et effundebótur flamma super forn�cem c�bitis quadragínta novem et er�pit et incóndit, quos r�pperit iuxta forn�cem de Chald�is. ángelus autem Dómini descéndit cum Azaría et s�ciis eius in forn�cem et exc�ssit flammam ignis de forn�ce et fecit médium forn�cis quasi ventum roris flantem; et non t�tigit eos omn�no ignis neque contrist�vit nec quidquam mol�$1tiæ �ntulit.

Tunc hi tres, quasi ex uno ore, laud�bant et glorificábant et benedicébant Deo in forn�ce dicéntes:

R/. Amen.

En aquellos días:

El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro, de treinta metros de alta por tres de ancha; la levant� en la llanura de Dura, en la provincia de Babilonia. Luego el rey Nabucodonosor dio orden de que se reuniesen los sátrapas, prefectos, gobernadores generales, tesoreros, jueces, magistrados y todas las autoridades provinciales, y asistiesen a la inauguración de la estatua que Él había levantado. Los sátrapas, prefectos, gobernadores generales, jueces, magistrados y todas las autoridades provinciales se reunieron para la inauguración de la estatua levantada por el rey Nabucodonosor. Todos estaban en pie ante la estatua. Y el pregonero grit� con fuerza: �A vosotros, pueblos, naciones y lenguas, se os hace saber: En el momento en que oigáis sonar el cuerno, el pífano, la cítara, la sambuca, el salterio, la zampoía y toda clase de instrumentos musicales, os prosternar�is y adorar�is la estatua que ha levantado el rey Nabucodonosor. Aquellos que no se prosternen y la adoren serán al punto arrojados en un ardiente horno de fuego». Con tal motivo, en cuanto se oyó sonar el cuerno, el pífano, la cítara, la sambuca, el salterio, la zampoía y toda clase de instrumentos de música, todos los pueblos, naciones y gentes de todas las lenguas se prosternaron y adoraron la estatua de oro levantada por el rey Nabucodonosor.

Sin embargo, algunos caldeos se presentaron a acusar a los judíos. Y dijeron al rey Nabucodonosor: «Oh rey, vive eternamente. Tú, oh rey, has decretado que todo hombre, apenas oiga sonar el cuerno, el pífano, la cítara, la sambuca, el salterio, la zampoía y toda clase de instrumentos de música, se postre y adore la estatua de oro,  y que aquellos que no se postren para adorarla sean arrojados en un ardiente horno de fuego. Pues hay algunos judíos, aquellos a quienes pusiste al frente de la administración de la provincia de Babilonia, esto es, Sidrac, Misac y Abd�nago, que no te hacen caso, oh rey; no veneran a tu dios ni adoran la estatua de oro que has levantado».

Entonces Nabucodonosor mont� en cólera y mandí traer a Sidrac, Misac y Abd�nago, los cuales fueron llevados a la presencia del rey. Nabucodonosor les preguntó: «¿Es cierto, Sidrac, Misac y Abd�nago, que no vener�is a mis dioses ni ador�is la estatua de oro que yo he levantado? «Est�is dispuestos cuando oigáis sonar el cuerno, el pífano, la cítara, la sambuca, el salterio, la zampoía y toda clase de instrumentos musicales a postraros y adorar la estatua que he hecho? Si no la ador�is, ser�is inmediatamente arrojados en un ardiente horno de fuego; y ¿qué Dios os podr� librar de mis manos?».

Sidrac, Misac y Abd�nago respondieron al rey Nabucodonosor: «No necesitamos darte una respuesta sobre este particular. Si nuestro Dios, a quien nosotros veneramos, quiere librarnos del ardiente horno de fuego y de tus manos, oh rey, nos librar�. Pero si no nos librase, has de saber, oh rey, que no serviremos a tu dios ni adoraremos la estatua de oro que has levantado».

Entonces Nabucodonosor, lleno de furor y con el rostro desencajado de ira contra Sidrac, Misac y Abd�nago, dio orden de que se encendiese el horno siete veces más de lo corriente y mandí a los hombres más fuertes de su ejército que ataran a Sidrac, Misac y Abd�nago y los arrojaran al ardiente horno de fuego. éos, vestidos con sus tónicas, ropas y gorros, fueron atados y arrojados en el ardiente horno de fuego. Como la orden del rey era apremiante y el horno estaba muy encendido, las llamas alcanzaron y mataron a los hombres que llevaban a Sidrac, Misac y Abd�nao, mientras que Sidrac, Misac y Abd�nago cayeron atados dentro del horno de fuego. Pero andaban por entre las llamas alabando a Dios y bendiciendo al Señor. Y Azarías, en pie en medio del fuego, oraba así:

Los siervos del rey que los habían echado en el horno no cesaban de atizar el fuego con nafta, pez, estopa y sarmientos. La llama se levantaba por encima del horno unos veinticinco metros, y expandiéndose fuera abrasó a los caldeos que encontró cerca del horno. Pero un ángel del Señor bajá al horno junto a Ananías y sus compañeros, empujó fuera la llama e hizo soplar en medio del horno como un viento fresco de rocío, y no los tocó en absoluto el fuego, ni les causó daño ni molestia alguna.

Entonces los tres, a coro, se pusieron a cantar, glorificando y bendiciendo a Dios dentro del horno diciendo:

R/. Amén.

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BENEDICTIONES / Bendiciones
Annus secundus / Año II Dan 3,52.57.84.87.88 (10)
Benedíctus es, Dómine Deus patrum nostrórum, et laud�bilis et superexaltátus un sécula.
R/. Amén.
Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres, alabado y ensalzado eternamente.
R/. Amén.
Benedícite, ómnia ópera Dómini, Dómino; hymnum dícite et superexalt�te eum in sécula.
R/. Amén.
Obras todas del Señor, bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente.
R/.
Amén.
Benedícite, sacerdótes Dómini, Dómino.
R/. Hymnum dícite et superexalt�te eum in sécula.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor.
R/. Alabadlo y ensalzadlo eternamente.
Benedícite, sancti et h�miles corde, Dómino.
R/. Hymnum dícite et superexalt�te eum in sécula.
Santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
R/. Alabadlo y ensalzadlo eternamente.
Benedícite, Anan�a, Azaría et M�sael, Dómino.
R/. Hymnum dícite et superexalt�te eum in sécula.
Ananías, Azarías, Misael, bendecid al Señor.
R/. Alabadlo y ensalzadlo eternamente.
Et dum canitur h� Benedictiones, ordinatur processio ad baptisterium ad Liturgiam baptismalem celebrandam, -quæ quidem olim post initium lectionis te$1tiæ locum habebat-. Y mientras se cantan estas Bendiciones, se organiza la procesión al bautisterio para celebrar la Liturgia bautismal -que incluso puede tener lugar después del comienzo de la lectura tercera-.

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Pars tertia
Liturgia baptismalis

Annus primus et secundus

Tercera parte
Liturgia
bautismal

Años I y II

Post lectionem ultimam Veteris Testamenti cum sua oratione, ordinatur processio episcopi, ministrorum et baptizandorum, comitantibus parentibus et patrinis, ad baptisterium sive fontem, ibique incipit pars tertia, seu Liturgia baptismalis.

Hæc autem non habet per se locum in conspectu totius populi; potest tamen uno vel alio modo ita ordinari, ut populus eam participare possit.

Si vero initio Quadragesimæ, secundum antiquam traditionem, signatus est fons, dicit episcopus hanc orationem ad reserandum illum:

Finalizada la última lectura del Antiguo Testamento y su oración, el obispo, los ministros y los bautizandos, acompañados por sus padres y padrinos, se dirigen en procesión al bautisterio o fuente y allá da comienzo la parte tercera, o Liturgia bautismal.

Las cosas que siguen no tienen que desarrollarse a la vista de todo el pueblo, si bien de una forma u otra, el pueblo puede participar en ellas.

Si al comienzo de la Cuaresma, según la antigua tradición, se ha sellado la fuente, el obispo dice esta oración para abrirla:

Oratio / Oración
Ad venerábilem salutis ætérnæ fontem gréssibus c�ncitis properúntes, obsecr�mus magnificéntiam tuam, dominótor omnípotens Deus, ut fontem signátum cl�vibus indulgéntiæ tuæ nobis reser�ri præc�pias et dulcíssimum aquí p�culum siti�ntibus imp�rtias.

�ntonet super aquas has vox tuæ divinitátis, et Spíritus tuæ sanctificatiónis inh�bitans in eis med�lam valetúdinibus c�nferat univérsis.

Emissiónes quoque paradísi nunc ex eo largi�nter pr�fluant; ut cæléstium gratiárum mónera novi inf�ntes, te propiti�nte, perc�piant.
R/. Amen.

Acercándonos a la venerable fuente de la salud eterna, con animados pasos, suplicamos tu magnificencia, omnipotente Dios dominador, para que mandes que la fuente sellada sea abierta para nosotros con las llaves de tu indulgencia y hagas partícipes a los sedientos del vaso dulcísimo de agua.

Suene sobre estas aguas la voz de tu divinidad, y el Espíritu de tu santificación que habita en ellas confiera a todos los enfermos el remedio.

Lo que mana ciertamente del paraíso fluya ahora largamente de Él para que los nuevos niños, propiciándolo tú, perciban los dones de las gracias celestes.
R/. Amén.

Per ineff�bilem bonitátem tuam, Deus noster, qui vivis et cuncta dominóris in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu inefable bondad, Dios nuestro, que vives, y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
Et reseratur fons. Y se abre la fuente.

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Postea vero facit episcopus exorcismum et benedictionem fontis, pr�cedente vero hac admonitione: Después el obispo realiza el exorcismo y la bendición de la fuente, precedidas de la siguiente admonición:
Admonitio / Admonición
Deum immort�lium múnerum et salutárium gratiárum, fratres dilectíssimi, concórdi mente et h�mili oratióne posc�mus, ut per Verbum et Sapi�ntiam et Virtútem suam, Dóminum nostrum Iesum Christum, Fílium suum, concurr�nti ad salutáre baptísmum plebi suæ grátiam novæ creatiónis ind�lgeat: atque acc�sum hinc p�nitus malígn� cogitatiónis avértens, infúndat vit�li lav�cro Spíritum Sanctum suum; ut dum s�tiens fidem pópulus aquas salutáris ingr�ditur, vere, ut scriptum est, per aquam et Spíritum Sanctum renascántur; et consep�lti in lav�cro Redempt�ri suo, in similitúdinem sacri digni mystérii, cui commoriántur in baptísmo, ei res�rgant in regnum.
R/.
Amen.

Præstet ipse Dóminus qui vivit et ómnia regit in sécula sæculórum.
R/. Amen.

Hermanos queridos, pidamos con espíritu concorde y oración humilde al Dios de los dones inmortales y las gracias saludables que por medio de su palabra, sabiduría y fuerza, nuestro Señor Jesucristo su Hijo conceda la gracia de la nueva creación a su pueblo, que afluye al bautismo de salvación; y, alejando totalmente de aquí todo acecho de maquinaciones perversas, derrame su Espíritu Santo en el baño vivificante; para que, al entrar el pueblo sediento de fe en las aguas de la salvación, renazca en verdad por el agua y el Espíritu Santo, tal como fue escrito; y, consepultados por el baño con su Redentor, hechos dignos de ser imagen del sagrado misterio, resuciten en orden al reino para aquíl por quien mueren en el bautismo.
R/. Amén.

Que lo otorgue el mismo Señor, que vive y todo lo gobierna por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Hic peractis, veniens sacerdos ad fontem, exsufflat fontem tribus vicibus, recitans hunc exorcismus, faciem ad occidentem tenens: Una vez terminada, el sacerdote va a la fuente, y orientado hacia el oeste, sopla tres veces sobre la fuente diciendo este exorcismo:
Exorcismus fontis / Exorcismo de la fuente
Discéde, imm�nde spíritus, ab ómnibus quibus fides nostra us�ra est religiónis offício sacram�nti.
Nec præt�ndas culpam críminis, qui agn�scis poténtiam Salvatóris. Non est mériti confid�ntia, sed præcépti; licet ipsa pot�stas ministérii d�gnitas sit minístri.

Te, ígitur, per comm�nem Deum, aquí creatóra, convénio, ut, conserv�nte motu sensibilitátis, int�lligens sub�ci serv�tio, quo placére Deo n�timur, non rec�ses. Omnem a te communi�nem d�monum, omne collégium iniquitátis exp�rges, totam phant�smatis labem capax domínicæ præceptiónis ext�rmines; ut grátiam sanctificatiónis ind�pta, tuo nostr�que p�riter Creatóri, quos acc�peris culp�biles rest�tuas innocéntes.
R/. Amen.

Al�jate, espíritu inmundo, de toda cosa que al servicio de nuestra fe vamos a utilizar para realizar este rito sacramental.
No te acerques con tus errores y tus crímenes, pues ya conoces el poder del Salvador. No ponemos nuestra confianza en nuestros méritos sino en la palabra de Dios; por el poder mismo del ministerio se otorga la dignidad al ministro.

Te conjuro, agua, por el Dios de todas las cosas, tu creador: presta alegre tu naturaleza fluida al servicio que vamos a demandarte para complacer a Dios. Expulsa de ti a toda tropa de demonios y su cortejo de iniquidades. Extermina toda la suciedad producida por los espíritus malignos, para que, llena de la gracia de la santificación de nuestro Creador y del tuyo, aquellos que has de recibir culpables los devuelvas inocentes.
R/. Amén.

Per Dóminum nostrum Iesum Christum, qui vivit et ómnia regit in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y todo lo gobierna por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Post hæc dicit hanc benedictionem: Tras lo cual dice la siguiente bendición:
Benedictio fontis / Bendición de la fuente
Sanctificáre per Verbum Dei, unda cæléstis; sanctificáre, aqua, Christi calc�ta vest�giis, quæ móntibus pressa non claud�ris, quæ sc�pulis ill�sa non fr�ngeris, quæ terris diff�sa non d�ficis.
Tu s�stines áridam, portas móntium p�ndera, nec dem�rgis.
Tu cælórum vértice contin�ris; circumf�sa per totum, lavas ómnia, nec lav�ris.
Tu, fugi�ntibus pópulis Hebreórum, in gl�ciem dur�ta constr�ngeris.
Tu rursus, salis resol�ta vert�cibus, Nili �ccolas perdis, et hóstilem globum freto sæviénte pers�queris.
Una ead�mque es: salus fidélium et �ltio crimin�sis.
Te per Móysen perc�ssa rupes ev�muit; nec �bdita c�utibus lat�re potuísti, cum Maiestátis império iussa prod�res.
Tu, gest�ta n�bibus, imbre iuc�ndo arva fec�ndas.
Per te �ridis �stu corpóribus ducis ad grátiam salutáris, ad vitam potus infúnditur.
Tu, �ntimis scat�riens venis, aut spíritu inclúsa, vit�lem aut sucum fértilem præstas, ne sicc�ta, exanim�ta visc�ribus, sollémnes neget terra prov�ntus.
Per te �nitium, per te finis exsúltat, vel p�tius ex Deo tuum est ut t�rminum nesci�mus.

At tu, Dómine, omnípotens Deus, cuius virtútem non néscii, dum aquírum mérita præmimus, �peris insígnia prædic�mus, súscipe propítius n�xios et pietáte s�lita solve captívos. Redde quod in paradíso Adam pérdidit, quod uxor adm�sit, quod intemperúntia gul� vor�cis abs�rtuit. Da salutárem potum, male satur�tis acerbitáte pom�rum; ut indig�sta mort�lium lues, et ann�sa pern�cies divíno solvántur antídoto. �blue terræ squal�ntis ingl�viem, disc�te paradísi macáriam fl�mmeis ob�cibus fluctu�ntem. P�teat rede�ntibus fl�rei ruris ingréssus. Rec�piant im�ginem deitátis olim p�rditam liv�re serpéntis, ut quidquid críminum de pr�varicatióne contr�ctum est, huius g�rgitis puritáte dep�nant. Surgant ad r�quiem, producántur ad véniam; ut másticis innov�ti liqu�ribus, et redímptos se n�vierint, et ren�tos.
R/.
Amen.

S� santa por la palabra de Dios, corriente celestial; s� santa, agua transitada por las pisadas de Cristo; que, aprisionada por los montes no quedas encerrada, que, chocando con las rocas no quedas rota, que, derramada en la tierra no te disipas.
Tú sostienes la Tierra, soportas el peso de las montañas y no te hundes.
Tú eres contenida en la b�veda del cielo; derramándote por todas partes, todo lo lavas, sin ser t� lavada por nada.
Tú para el pueblo hebreo que huía te condensas endurecida en forma de hielo.
Y tú, nuevamente fluida, aniquilas con los torbellinos del oc�ano a los habitantes del Nilo, y persigues al ejército enemigo con el mar embravecido.
Tú eres una misma; pero, a la vez, salvación de los fieles y castigo de los malvados.
A ti te alumbr� la peía golpeada por Moisés, y no pudiste esconderte oculta en las rocas, cuando brotaste obligada por orden de la Majestad.
Tú, llevada por las nubes, fecundas con la alegre lluvia las labranzas.
Por ti conduces a la gracia de la salud a los cuerpos agostados por el calor; se da la bebida para la vida.
Tú, manando de rec�nditos veneros o, embalsada en el viento, brindas el jugo vital y fecundo, no sea que, resecada la tierra y con las entrañas est�riles, niegue los frutos habituales.
Por ti hay contento en el comienzo y en el final, o mejor, lo tuyo viene de Dios para que no conozcamos el t�rmino.

Pero tú, Señor Dios omnipotente, de quien predicamos -no desconociendo el poder- lo más significativo de la creación, cuando pregonamos la excelencia de las aguas, acoge propicio a los pecadores y libra a los cautivos con tu piedad acostumbrada. Restit�yenos lo que perdió Adán en el paraíso, lo que la mujer extravi�, lo que engull� la desenfrenada voracidad de la gula. Danos una bebida saludable a los malamente saciados con la amargura de esos frutos, para que la intolerable desventura de los mortales y su secular desgracia se solucionen con un divino remedio. Apaga la sed de la tierra �rida, abate la cerca del paraíso, apenas asegurada por los llameantes obstóculos. Sea abierta a los que vuelven la entrada de la florida campiña. Recupera la imagen de la deidad, perdida entonces a causa de la envidia de la serpiente, a fin de que cuanto fuera contraido pecaminoso por prevaricación sea lavado en la pureza de este lago. Que de aquí emerjan hacia la paz, que sean llevados al perdón, para que, renovados en la m�stica corriente, se sientan redimidos y reconocidos.
R/. Amén.

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Post hoc facit sacerdos de oleo benedicto crucem in fontem, dicens: Tras ello el sacerdote con el santo íleo hace una cruz en la fuente diciendo:
In nómine Patris et Fílii et Spíritus Sancti regn�ntis, Deus, in sécula sæculórum.
R/. Amen.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo que reina, oh Dios, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
Post commixtionem aquí et olei, dicit hanc benedictionem: Una vez realizada la conmixtión del agua y el íleo, dice la siguiente bendición:

 

Benedictio / Bendición
Quamvis flagiti�rum squal�re sordóntes et consci�ntia mord�nte facónorum, abiécti et h�miles te, Deus omnípotens, deprec�mur et quæsumus, ut pro tua miseratióne adsis benígnus, et libens asp�res, atque propítius has aquas íleo sanctificatiónis adm�xtas virtátis tuæ múnere benedícas, atque eis ex tuis s�dibus grátiam sanctitátis infúndas. Ut quic�mque, summo invocáto nómine Trinitátis, in hæc flu�nta descénderint, origin�li noxa solvántur et benedictióne perpétua condonántur, cunt�sque emundáti a v�tiis et confirm�ti spiritu�libus donis, cæléstibus annotántur in p�ginis; qu�tenus ex hoc lav�cro nov� vitæ sum�ntes ex�rdium, et véteris depon�ntes elégium, ac per impositiónem m�nuum promer�ntes Spíritum Sanctum, et præséntibus c�reant culpis et munéribus potiántur ætérnis, te iugi ac perpétuo adiut�re fel�ces.
R/. Amen.

Qui in Trinitáte unus Deus vivis et cuncta dominóris per infiníta semper sécula sæculórum.
R/. Amen.

Aunque sucios con la roía de los vicios y remordiéndonos la conciencia de culpa, postrados y humillados, te suplicamos y pedimos a ti, Dios omnipotente, que por tu bondad nos asistas benigno y nos favorezcas gustoso, bendiciendo propicio con el don de tu Espíritu estas aguas mezcladas con el íleo santo, y que desde tu trono viertas sobre ellas tu gracia santa. Para que quienes descienden a esta corriente, invocado el nombre altísimo de la Trinidad, se vean libres de la culpa original y, regalados con una bendición perpetua, limpios de todos los vicios y confirmados con dones espirituales, sean inscritos en el libro del cielo; de modo que, comenzando a partir de este baño de vida nueva y dejando de estimar la antigua, recibiendo el Espíritu Santo por la imposición de manos, se vean libres de las culpas actuales y enriquecidos con dones eternos, siendo bienaventurados contigo, permanente y eterno auxiliador.
R/. Amén.

Tú que en la Trinidad vives como un solo Dios y todo lo gobiernas para siempre por infinitos siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Ista peracta, deferuntur episcopo, seu sacerdoti, baptizandi, qui, si loquei possunt, respondent ipsi; secus respondent ministri.

Episcopus, seu sacerdos, interrogat eum, vel eos, dicens:

Llegado este momento, los bautizandos son presentados al obispo o sacerdote, a quien responderán por sí mismos si lo pudieren hacer o en su defecto lo harán los padrinos.

El obispo o sacedote le o les interroga diciendo:

Abrenuntiatio / Renuncia
Abren�ntias tu, fámule Dei N., diábolo et ángelis eius?
Respondetur a ministris: Abren�ntio.
Interrogat: Op�ribus eius? - Respondetur: Abren�ntio.
Interrogat: Impériis eius? - Respondetur: Abren�ntio.
Renuncias tú, N., siervo de Dios, al diablo y a sus ángeles?
Responde al ministro: Renuncio.
Pregunta: ¿A sus obras? - Responde: Reuncio.
Pregunta: ¿A sus dominios?
- Responde: Reuncio.

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Professio fidei et immersio / Profesión de fe e inmersión
Interrogat: Quis vocáris? - Respondetur: N.
Interrogat: Credis,
N., in Dóminum Patrem omnipoténtem? - Respondetur: Credo.
Interrogat: Et in Iesum Christum, Fílium eius únicum, Deum et Dóminum nostrum? - Respondetur: Credo.
Interrogat: Et in Spíritum Sanctum? - Respondetur: Credo.
Dicis episcopus, seu sacerdos: Et ego te baptízo in nómine Patris et Fílii et Spíritus Sancti, ut hábeas vitam ætérnam.
R/. Amen.
Pregunta: ¿Cómo quieres ser llamado? - Responde: N.
Pregunta: «Crees, N., en Dios Padre omnipotente?
Responde: Creo.
Pregunta: �Y en Jesucristo, su único Hijo, Dios y Señor nuestro? - Responde: Creo.
Pregunta: �Y en el Espíritu Santo? - Responde: Creo.
El obispo o el sacerdote dice:
Y yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, para que tengas vida eterna.
R/. Amén.

 

Et dum hæc verba pronuntiar, baptizat eum simplici immersione vel, si casus fit, unica super caput aquí infusione. Y mientras pronuncia estas palabras, lo bautiza con inmersión simple o, según el caso, con una única infusión sobre la cabeza.
Chrismatio / Crismación
Signum vitæ ætérnæ, quod dedit Deus Pater omnípotens per iesum Christum, Fílium suum, credéntibus in salútem.
R/. Amen.
Este es el signo de la vida eterna, que Dios Padre todopoderoso dio por Jesucristo, su Hijo, para sus fieles en testimonio de salvación.
R/. Amén.

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Hoc peracto, item imponit manus super singulos baptizatos, et dicit: Tras lo cual impone las manos sobre cada uno de los bautizados y dice:
Manuum impositio / Imposición de manos
Sancte Spíritus, omnípotens Deus, qui es Patri et Fílio coætérnus, et indissec�bilis subst�ntiæ maiest�te unátus, qui post resurrectiónem nostri Redempt�ris et Dómini, per pacis eius in�stim�bilem sanctitátem apostolórum fúeras pect�ribus iam locútus; et ut per te ipsum quoque patírn� fídera promissiónis compl�res, e�rum post eius ascensiónem clarum illustr�sti ceonvéntum flagr�ntium virtúte flamm�rum, et vert�cibus ins�dens iam dic�tos per ígnitas linguas v�riis loqu�lis ornátas, mundum d�nuo form�sti nasc�ntem; qu�rum in precatióne descéndens, vel m�nuum impositióne te tr�buens, post lav�cri festa cándida, salutáris plena tui char�smatis effusi�ne fuls�sti.

A te fides ex�ritur, in te fides ext�nditur, et ex te fides arm�tur. In te novæ vitæ cogn�tio, per te véteris vitæ purg�tio, et veræ vitæ, per vitam te doc�nte, vit�lis infúnditur sci�ntiæ plenitúdo.
Tu pastus animárum, tu dulcédo credéntium, tu es invis�bilis pingu�do iustórum; qu�rum intercessióne tuam cleméntiam deprec�mur, ut hos fámulos famulásque tuas illa tu�rum visitatiónum speciáli benedictióne sanctífices, quia tuis insígnibus terribíliter in apóstolis micuísti.

Da eis, Dómine, sapi�ntiam, qua conc�lcent stult�tiam sordid�ntem et ast�tiam mundi ref�giant puni�ntem.
Da intelléctum, quo servent cæléstium medic�mina præcept�rum et spiritu�lium ext�nguant venéna serpéntium.
Da consílium, ut n�verint te esse quod es, n�verint se esse quod sunt, et in semet�psis fúeri concupíscant unde tibi ex toto compl�ceant.
Da fortitúdinem, ut malígni i�cula c�nterant et rep�llant, arm�que victr�cia advérsus hostem �mprobum appreh�ndant et dimic�re non désinant.
Da sci�ntiam, ut scire te �mbiant et se nescáre non égeant.
Da pietátem, quæ ad ómnia salutáfera conquir�nda útilis esse cogn�scitur.
Da eis timórem tuum, quo dum te tim�erint, ubi timor non est timóre nihil possint.

Concéde in eis perpetuíliter tuæ grátiæ medic�nam, ut qui iam caru�runt vúlnere genu�no, non proc�mbant éterum repet�to.
Quique ren�ti sunt sacri baptísmatis fonte, sch�smatum non p�reant pravitáte; et qui chr�smate delib�ti sunt divínæ unctiónis, non tosp�scant íleo peccatóris; ut ignis tuus, qui est vit�lis et zelans, torpórem carnélis hebetúdinis in eis excl�dat, et vigórem vigil�ntiæ spiritu�lis ascéndat.
Tela urat host�lia, arma p�rrigat gloriósa, regenerat�rum corda succ�ndat, malírum concupiscenti�rum flammas ext�nguat; ut in eis ignis tuus suæ fortitúdinis vigórem pers�stens amóris tui flamma præv�leat.
Per quem te verum Deum trinum, non tríplicem, sed unum, non solit�rium confiteántur et credant, ut in ætérna tecum regnat�ri sécula vivant.
R/. Amen.

Oh santo Espíritu, Dios todopoderoso, tú eres coetemo con el Padre y el Hijo y a ellos unido en la majestad de una indivisible naturaleza; tú, después de la resurrección de nuestro Redentor y Señor te habías ya asentado en el corazón de los apóstoles por la imponderable santidad de su paz, y tú, para completar también por ti mismo la alianza de la promesa paterna, iluminaste después de la ascensión su esclarecido cenóculo con la luz de ardientes llamas y, posóndote en las cabezas de los ya consagrados, diste ser, finalmente, a un mundo nuevo, mediante lenguas de fuego ennoblecidas con variados idiomas. O descendiendo por la s�plica de aquíllos, o comunicándote ellos por la imposición de manos, después de la cándida ceremonia del bautismo brillaste por la plena efusión de tu saludable crisma.

De ti procede la fe, en ti se dilata la fe y por ti es fortalecida la fe. En ti est� el conocimiento de la nueva vida, por ti la purgación de la vida vieja, y, bajo tu magisterio, se infunde la plenitud de la ciencia vital de la vida verdadera, a través de la vida.
Tú, pasto de las almas, tú, dulzura de los creyentes, tú eres el invisible tesoro de los justos; por cuya intercesión suplicamos tu clemencia para que santifiques a estos siervos y siervas tuyos con aquella bendición propia de tus visitas, con la que, mediante tus signos, brillaste en los apóstoles de forma impresionante.

Dales, Señor, sabiduría, por la que pisoteen la necedad embrutecedora y se aparten de la odiosa astucia del mundo; dales entendimiento, por el que se guarden la medicina de los celestes mandamientos y neutralicen el veneno de las espirituales v�boras; dales consejo, para que reconozcan que tú eres lo que eres y ellos son lo que son, y quieran que sea realidad en ellos el poder complacerte en todo; dales fortaleza para que rechacen y destruyan las flechas del maligno, sepan blandir armas victoriosas contra el perverso enemigo y no cesen de luchar; dales ciencia, para que tengan hambre de conocerte y no tengan que lamentar el desconocerse; dales piedad que es proclamada útil para alcanzar todo lo saludable; dales temor para que, al temerte a ti donde no hay motivo de temor, nada más tengan que temer.

Concédeles a perpetuidad el remedio de tu gracia, para que quienes se vieron ya libres de la verdadera llaga no recaigan en la misma repetida; y los que renacieron en la fuente del santo bautismo no perezcan por el mal de las discordias; y quienes fueron ungidos con el crisma de la divina unción no se empuerquen con el excremento del pecado: a fin de que tu fuego, que es vivificante y celoso, aleje de ellos la torpeza del embotamiento carnal y despierte la fuerza de la alerta espiritual.
Que abrase los dardos hostiles, proporcione armas gloriosas, haga arder el corazón de los renacidos y apague los incendios de las malas pasiones; para que manteniendo tu fuego en ellos la intensidad de su fuerza, prevalezca la llama de tu amor.
Por el cual te confiesen y crean un verdadero Dios trino, no triple, único, no solitario, y vivan para reinar contigo por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

Per tuam magnam misericórdiam, Deus noster, qui es benedíctus, et vivis et ómnia dominóris per infiníta semper sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu gran misericordia, Dios nuestro, que eres bendito y vives y todo lo gobiernas siempre por todos los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Post hæc imponit episcopus seu sacerdos super baptizatos vestem candidam, dum dicit hanc orationem: Después el obispo o el sacerdote impone sobre los bautizados las vestiduras blancas, mientras dice esta oración:
Impositio vestis candid� / Imposición de las vestiduras blancas
ccipe tibi vestem cándidam, vestem nupti�lem, quam immaculáto corde feras ante trb�nal Dómini nostri Iesu Christi in vitam ætérnam.
R/. Amen.

Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui vivis et ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.

Recibe la tónica blanca, la tónica nupcial, que has de presentar con pureza de corazón ante el tribunal de nuestro Señor Jesucristo para la vida eterna.
R/. Amén.

Por tu misericordia, Dios nuestro, que vives y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Quibus omnibus rite peractis, ordinatur denuo processio ad chorum, dum canitur, inchoante episcopo seu sacerdote, hæc antiphona: Debidamente completado este rito, la procesión se dirige de nuevo al coro, mientras se canta, iniciada por el obispo o el sacerdote, esta antífona:
Antiphona / Antífona Cant 4,2; Sal 23,6; 106,2-3
Ecce grex quæ ascéndit de lav�cro, omnes gem�llis f�tibus, et st�rilis non est in eis.

V/. Hæc est generátio qu�r�ntium eum, qu�r�ntium f�ciem Dei Iacob.
R/. Et st�rilis non est in eis.

V/. Dicant nunc omnes, qui redímpti sunt a Dómino quos redímit de manu inimíci.
R/. Et st�rilis non est in eis.

V/. De regiónibus congreg�vit eos, a solis ortu, et occásu; ab aquilóne et mari.
R/. Et st�rilis non est in eis.

He aquí el rebaño de ovejas que regresa del baño, cada una con crías mellizas, y ninguna privada de ellas.

V/. Tal es la raza de los que lo buscan, los que buscan el rostro del Dios de Jacob.
R/. Y ninguna privada de ellas.

V/. Que lo digan los que el Señor ha liberado, los que Él ha rescatado de la mano de los opresores.
R/. Y ninguna privada de ellas.

V/. Los que ha reunido de todos los países del norte y del sur, del este y del oeste.
R/. Y ninguna privada de ellas.

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Prosequitur Liturgia verbi anni secundi

Continía la Liturgia de la palabra del año segundo

Pari modo atque in anno primo, finita Liturgia baptismali, ordinatur denuo processio ad chorum leguntur Apostolus et, speciali sollemnitate, Evangelium. Al igual que en el año primero, terminada la Liturgia bautismal, se regresa en procesión al coro y se lee el Apóstol y, con especial solemnidad, el Evangelio.
 
APOSTOLUS / Apóstol
Annus secundus / Año II 1Cor 5,7-8
Epístola Pauli apóstoli ad Coránthios prima.
R/. Deo grátias.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios.
R/. Demos gracias a Dios.
Fratres:

Expurg�te vetus ferméntum, ut sitis nova consp�rsio, sicut estis ázymi. �tenim Pascha nostrum immolátus est Christus. ítaque festa celebrámus, non in ferménto véteri neque in f�rmento malítiæ et nequ�tiæ, sed in ázymis sinceritátis et veritátis. In Christo Iesu Dómino nostro.

R/. Amen.

Hermanos:

Echad fuera la vieja levadura para ser una masa nueva, puesto que sois panes sin levadura; porque Cristo, nuestro cordero pascual, ya ha sido inmolado. Así que celebremos la fiesta, no con levadura vieja, con levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, panes de sinceridad y de verdad. En Jesucristo nuestro Señor.

R/. Amén.

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PSALLENDUM / Salmo de meditación
Annus secundus / Año II Sal 106,2; Is 9,2
Dicant qui redímpti sunt a Dómino, in ætérnum et in sæculum sæculi. Que lo digan los que el Señor ha liberado, para siempre, por eternidad de eternidades.
V/. P�pulus qui sedébat in ténebris vidit lucem magnam.
R/. In ætérnum et in sæculum sæculi.
V/. El pueblo que andaba en tinieblas vio una gran luz.
R/. Para siempre, por eternidad de eternidades.

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EVANGELIUM / Evangelio
Annus secundus / Año II Mt 28,1-7
Léctio sancti Evangélii secóndum Matthéum.
R/. Glória tibi, Dómine.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
R/. Gloria a ti, Señor.

In illo témpore:

Sero post sábbatum, cum illuc�sceret in primam sábbati, venit María Magdal�ne et �ltera María vidére sepúlcrum. Et ecce terræ motus factus est magnus: ángelus enim Dómini descéndit de cœlo et acc�dens rev�lvit lápidem et sedébat super eum. Erat autem aspéctus eius sicut fulgur, et vestiméntum eius cándidum sicut nix. Pr� timóre autem eius ext�rriti sunt custódes et facti sunt velut mórtui.

Respóndens autem ángelus dixit muli�ribus: «Nol�te timóre vos; scio enim quod Iesum, qui crucif�xus est, quæritis. Non est hic: surréxit enim, sicut dixit. Veníte, vidéte locum, ubi pósitus erat. Et cito e�ntes dícite discípulis eius: «Surréxit a mórtuis et ecce præc�dit vos in Galiléam; ibi eum vidébitis». Ecce dixi vobis».

 R/. Amen.

En aquel tiempo:

Pasado el sábado, al rayar el alba, el primer día de la semana, fueron María Magdalena y la otra María a ver el sepulcro. De pronto hubo un gran terremoto, pues un ángel del Señor bajá del cielo, se acercó, hizo rodar la losa del sepulcro y se sentó en ella. Su aspecto era como un rayo, y su vestido blanco como la nieve. Los guardias temblaron de miedo y se quedaron como muertos.

Pero el ángel, dirigiéndose a las mujeres, les dijo: «No tem�is; s� que buscáis a Jesús, el crucificado. No est� aquí. Ha resucitado, como dijo. Venid, ved el sitio donde estaba. Id en seguida a decir a sus discípulos: «Ha resucitado de entre los muertos y va delante de vosotros a Galilea. Allí le ver�is». Ya os lo he dicho».

R/. Amén.

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Episcopus vel celebrans principalis homiliam pronuntiat, qua finita, laudes canuntur omnibus stantibus.

El obispo o el celebrante principal dice la homil�a, y al terminar, todos de pie cantan las laudes.

 

LAUDES
Annus secundus / Año II Sal 148,1
Allelúia. Aleluya.
V/. Laudáte Dóminum de cœlis, laudáte eum in excélsis.
R/. Allelúia.
V/. Alabad al Señor desde los cielos, alabadlo en las alturas.
R/. Aleluya.

 

Omnes sedent et, fideles afferunt dona ad celebrantem, chorus incipit canere Sacrificium.

Después todos se sientan mientras los fieles presentan los dones al celebrante y el coro comienza a cantar el Canto del Ofertorio.

 

Sacrificium / Canto del Ofertorio Mt 28,2-6  (11)
Allelúia. ángelus Dómini descéndit de cœlo, et acc�dens rev�lvit lápidem ab �stio monum�nti, Allelúia, Allelúia.

V/. Allelúia. Erat aspéctus eius sicut fulgur, et vestiménta eius cándida quasi nix; et dixit muli�ribus: N�lite timóre.
R/.
Et acc�dens rev�lvit lápidem ab �stio monum�nti, Allelúia, Allelúia.

V/. Locátus est ángelus Dómini muli�ribus dicens: scio quia crucif�xum quæritis. Surréxit, sicut dixit. Veníte et vidéte, ubi pósitus est Dóminus.
R/.
Et acc�dens rev�lvit lápidem ab �stio monum�nti, Allelúia, Allelúia.

Aleluya. Un ángel del Señor bajá del cielo, se acercó e hizo rodar la losa del sepulcro, aleluya, aleluya.

V/ Aleluya. Su aspecto era como un rayo, y su vestido blanco como la nieve y dirigiéndose a las mujeres, les dijo: No tem�is.
R/. Se acercó e hizo rodar la losa del sepulcro, aleluya, aleluya.

V/ El ángel del Señor habl� a las mujeres diciendo: s� que buscáis a Jesús, el crucificado. Ha resucitado, como dijo. Venid, ved el sitio donde estaba.
R/. Se acercó e hizo rodar la losa del sepulcro, aleluya, aleluya.

Et sequitur quarta pars, seu Liturgia eucharistica. Y a continuación sigue la cuarta parte o Liturgia eucarística.

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Pars quarta
Liturgia
eucharistica

Cuarta parte
Liturgia eucarística

Oratio Admonitionis / Monici�n sacerdotal
Istam, istam noctem, qui teníbris fid�bat aspíciat; ist�us cernat splend�ris decórem qui cárceris minab�tur horrórem Mundum illáminat lux ista, non diábolum.
Libet, Christe, erg�stulis tua virtúte confráctis, spoli�tis insult�re custódibus, et s�vi�ntis tyr�nni cont�mptam irrid�re iact�ntiam.
D�lcior semper captívis est restitúta lib�rtas.

Quis tuam exh�usit, iud�e vígilans, sepulturam?
Sopórem passus es, an timórem ?
Fraude dec�ptus es, an virtúte?
Non tuam in�rtiam miser acc�ses; non fuísti n�gligens, sed crud�lis.
Adhuc certe cœcitátem tuam p�rtinax excus�res, si depósitum tuum vel inférna servíssent.
Agn�sce, infílix, agn�sce quid f�ceris.
Corpus illud mori�ntis afféctum hábuit, non deféctum. Visc�ribus illis non infírmitas fuit clausa, sed p�etas.
Quod pepóndit, ex hómine est; quod resurréxit, ex nómine. Nihil débites, nihil mir�ris; hosp�tium Dómino suo terra esse p�tuit, non sepúlcrum.

Mea tunc cum illis mánibus delécta fig�bas; tuam necem me�mque salútem, cum oscul�ndis si lic�ret corporíliter plantis, clavis transverber�ntibus consu�bas.
Tuum f�cinus cœlum tr�muit, sol exp�vit, tellus ingámuit; et testóntia fact�ris sui poténtiam terr�bile quoddam móntium prær�pta sonu�runt.
�nferi vim pleni Deo córporis non tulérunt.
Clamábant elemínta de vivo, t�rtara de defúncto.
Op�rtuit t�lia fúeri mir�cula credit�ris, t�lia dari signa salv�ndis, ut ópera suum corrúpta nossent artíficem, in qua se homo p�rditum, nisi fuísset invéntus, nescáret.

R/.
Amen.

El que confiaba en las tinieblas que contemple esta, esta noche, que vea la hermosura de esta luz, que amenaza al horror de la mazmorra. Esta luz ilumina al mundo, no al diablo. Oh Cristo, ya es posible, derruidos por tu vigor los calabozos, burlar a los guardianes despojados y escarnecer la humillada jactancia del cruel tirano. Que la libertad recuperada resulte siempre más dulce a los cautivos.

Centinela judío �quién vació ese sepulcro que crees tuyo? «Tuviste en realidad sueño o más bien temor? «Fuiste sorprendido por un fraude o por un poder? No acuses, másero, tu pasividad: no es que fueras negligente sino cruel. Hasta hoy ciertamente habrías excusado, pertinaz, tu ceguera, si el abismo hubiera retenido tu presa. Reconoce, infeliz, reconoce lo que hiciste. Aquel cuerpo agonizante tuvo amor, no deficiencias. En aquel corazón no habitá la debilidad sino la piedad. Que colgó crucificado se debe a ser hombre, que resucitó a su divinidad. No dudes, no te asombres: que la tierra pudo ser morada para su Señor, mas no sepultura.

Entonces, junto con aquellas manos, clavabas también mis pecados. Cosías con clavos perforantes, a la vez, tu iniquidad y mi salvación junto con aquellos pies, que deberían, si fuera posible, ser físicamente besados. El cielo se estremeció ante tu crimen, el sol se aterr�, la tierra gimi�, y testificando el poder de su hacedor las quebradas de los montes resonaron algo terrible. Los abismos no soportaron el poder de un cuerpo lleno de divinidad. Clamaban los elementos por el viviente, los abismos por el difunto. Y fue necesario realizar tales prodigios para los que habrían de creer y que se dieran tales signos a los que tenían que salvarse, de modo que la criatura secuestrada reconociese a su hacedor, en que el hombre no se sabría perdido de no haber sido antes hallado.
R/. Amén.

Regn�nte Dómino Iesu Christo et Redempt�re nostro in sécula sæculórum.
R/.
Amen.
Reinando Jesucristo Señor y Redentor nuestro por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Alia / Oración entre los Dípticos
Esuri�ntes Corpus tuum, Dómine, ac Sánguinem siti�ntes, ut hoc nobis in remissiónem peccatórum sum�ndum tr�buas deprec�mur: quia nostra virtus et salus sit, si tamen non quod indígni sumus, irasc�ris.
Sed facis vinci gáudio metum, et c�dere exsultatióni terrárem.
Nemo enim est in hoc número concili�que fidélium, qui non acc�dere ad mensam tuam in hac gloriósa per totum mundum nocte des�deret.
Ut si firmus est, hábeat custódiam; si infírmus est, medic�nam.

Sic ígitur quæsumus apud te, Dómine, plácitum sit cunctis don�re quod c�piunt, ut dign�ris p�rcere quod præs�munt.
Quis non optet illa carne ánimam suam t�ngere, p�scere, confort�re, in quam se per grátiam credat esse transf�sum? quæ corruptiónem non vidit, et vim mortis passióne mortis abs�rbuit.
Quis non �mbiat propter te s�mere de tuo, quod te vídeat propter nos assumpsísse de nostro?
�ndita hac ex pietáte fidúcia, ut quod in defúnctis dignátus est vivific�re mórtuum, in reis dignátur purific�re corrúptum.

R/.
Amen.

Con hambre de tu Cuerpo, Señor, y con sed de tu Sangre, para que nos las des a tomar en remisión de nuestros pecados, te pedimos, que nos sirvan de fuerza y salvación, y aunque somos indignos, no te irrites con nosotros.
Concédenos vencer el temor con el gozo, y que el terror d� lugar al júbilo.
Nadie hay en esta asamblea de tus fieles que no desee llegar a tu casa en esta noche, santa para todo el mundo; para que si se encuentra seguro, tenga protección, y si enfermo, medicina.

Así pues, te pedimos, Señor, que te dignes dar a cada uno, según sus deseos, y te dignes perdonar cuanto piden.
¿Quén no querr� que aquella carne toque, alimente y conforte su alma, con la que por la gracia se ha compenetrado, ya que no conoció la corrupción y arrebat� su poder a la muerte?
¿Quén no apetecer� por ti, recibir de lo tuyo, cuando te ha visto por nosotros revestirte de lo nuestro? Por esta piedad tuya tenemos la confianza de que, así como devolverás la vida a los difuntos, te dignarás purificar las manchas de los pecadores.
R/. Amén.

Te præstánte, Deus noster, qui regis ómnia, in cuius conspéctu sanctórum Apostolórum et Mártyrum, Confessórum atque Vírginum nómina recitántur.
R/. Amen.
Concédelo, oh Dios nuestro, que todo lo gobiernas, en cuya presencia recitamos los nombres de los santos Apóstoles y Mártires, Confesores y Vírgenes.
R/.
Amén.

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Post Nomina / Oración después de los Dípticos

Christe, redímptio nostra, qui olim noctem istam tuæ resurrectiónis illumin�sti poténtia: prec�mur, ut in hac qua ipse vivus surrex�sti a mórtuis, et expiatiónem críminum vivis, et r�quiem i�beas præstáre defúnctis.
R/.
Amen.

Cristo, que eres nuestra redención, y que en aquel tiempo iluminaste con tu poder esta noche de tu resurrección; te rogamos, que hoy, al resucitar vivo entre los muertos, concedas la expiación de los pecados a los que vivimos y el descanso a los difuntos.
R/. Amén.
Quia tu es vita vivórum, sánitas infirmórum ac r�quies ómnium fidélium defunctórum in ætérna sécula sæculórum.
R/.
Amen.
Porque tú eres la vida de los que viven, la salud de los enfermos, y el descanso de todos los fieles difuntos por todos los siglos de los siglos.
R/.
Amén

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Ad Pacem / Oración de la Paz

Deus, qui ne�phitos tuos maióri animárum quam v�stium nit�re vest�sti, ut plus acc�perent quam habére se n�verint; præsta, ut sicut donum tuum e�rum intelléctum exsóperat, ita in eis ultra �t�tem fides cum intellig�ntia plácitis tibi opéribus coal�scat.
Nobis quoque per mortem Iesu Christi Fílii tui pacis dona larg�re, et véniam culp�rum attr�bue.

R/.
Amen.

Oh, Dios que a tus neófitos has revestido con una blancura del alma superior a la del vestido, para que recibieran más de lo que pensaban tener: concede que, igual que tu don desborda su inteligencia, así la fe con la inteligencia en ellos, desbordando la edad, pueda unirse a ti con obras que sean de tu beneplácito. Danos también a nosotros, el don de tu paz por la muerte de Jesucristo tu Hijo, y concede el perdón de los pecados.
R/. Amén.
Per auctórem pacis et caritátis Dóminum nostrum Iesum Christum, cum quo tibi est una et co�qu�lis ess�ntia in unitáte Spíritus Sancti regn�ntis, Deus, in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por el autor de la paz y del amor, nuestro Señor Jesucristo, con el cual vives en una sola e igual esencia en la unidad del Espíritu Santo que reina, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Illatio / Acción de gracias
Dignum et iustum est, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus, pietátem tuam omni quidem témpore, sed in hac nocte, vel die, prof�sius exsult�ntibus �nimis collaud�re.
Nox enim ista non tenebrárum, sed lúminis mater est, in qua ex�rtus est in ætérnum dies resurrectiónis nostr�, Dóminus Iesus Christus.

Ille verus Agnus qui óbstulit peccátum mundi.
Qui non in fig�ra ventúri, �lio offer�nte mactátus est, sed in córpore veritátis advéniens, adimpl�vit fig�ras carnélium sacrifici�rum, approb�vit et prophetías miracul�rum cæléstium, seque vivam et veram hóstiam novíssimis sæculórum temp�ribus, idem Sacérdos et sacer Agnus exh�buit; elevat�sque in cruce mánibus, sacrifícium vespert�num pepóndit in ligno, et benefícium matut�num surgens pr�buit e sepúlcro.

Unde vener�ndi sacra �mulatióne mystérii in ætérnam modo vitam fílii lucis oriántur, quos matut�no partu per grátiam spiritu�lem hac nocte prog�nerat mater Ecclésia, sine corruptióne conc�piens et cum gáudio p�riens, �xprimens in se útique formam vírginis genetr�cis, absque ullo humánæ contagiónis fec�nda conc�ptu.
In cuius matut�nis, resurg�nte Christo, mors occ�dit delict�rum et ex�rta est vita credéntium.

Propter quod ei cæléstia atque terr�stria cantant cánticum novum cum omni exércitu Angelórum, et cum Chérubim ac Séraphim sine cessatióne sic dicunt:

Es digno y justo, Padre santo, Dios omnipotente y eterno, ensalzar de veras en todo tiempo tu piedad, pero en esta noche y día con el espíritu sobremanera exultante. Porque no es noche de tinieblas sino madre de luz, en la que amaneció para siempre el día de nuestra resurrección, el Señor Jesucristo.

Aquel verdadero Cordero que quit� el pecado del mundo. Que no fue sacrificado, ofrecióndole otro en figura del que había de venir, sino viniendo Él mismo con un cuerpo verdadero, dio cumplimiento a las figuras de los sacrificios carnales, hizo verdaderas también las profecías de los celestes oróculos y, últimamente, se ofreció a sí mismo, sacerdote y sagrado Cordero, como hostia viva y verdadera. Alzadas las manos en la cruz, pendió del madero, como sacrificio de la tarde, y se manifest� resucitando del sepulcro, como don de la mañana.

Por lo cual, con la sacramental imitación del adorable misterio, nacen ya para la vida eterna los hijos de la luz, a los que la madre Iglesia alumbr� esta noche en matinal parto, por la gracia espiritual, habiéndolos concebido sin corrupción y pariándolos con gozo; reproduciendo en sí misma de verdad la imagen de la Virgen Mar�a, fecunda, pero no con fruto de contacto humano. En cuya alborada, al resucitar Cristo, muere la muerte del pecado y amanece la vida de los creyentes.

Por lo que le canta a Él un cántico nuevo los seres terrestres y celestes, en unión con toda la milicia de los ángeles y de los Querubines y Serafines, diciendo así:

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Post Sanctus / Oración después del Sanctus

Vere sanctus et verus Iesus Fílius Dei, qui ascéndit patíbulum crucis, ut omnes vires suas mors in sua p�rderet morte.
Descéndit ad ínferos, ut hóminem véteri erráre dec�ptum, et regno peccáti servi�ntem, victor abstr�heret; ser�sque port�rum poténti manu confr�ngeret, et secut�ris suæ resurrectiónis aperúret.

Christus Dóminus ac Redémptor ætérnus.

Verdaderamente es santo y verdadero Jesús, Hijo de Dios, que subió al patíbulo de la cruz, para que la muerte, muriendo Él, perdiese toda su fuerza.
Descendió al infierno, para librar, con su victoria, al hombre engañado por los antiguos errores y sometido al reino del pecado y romper con su fuerte brazo los cerrojos de sus puertas y así mostrar a cuantos le habían de seguir, la gloria de su resurrección.

Cristo, Señor y Redentor eterno.

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Post Pridie / Invocación
Hab�ntes ante óculos, omnípotens Pater, tant� passiónis triúmphos, súpplices exorémus ut Pascha hoc, quod nobis Dóminus noster Iesus Christus Fílius tuus hóstiam vivam const�tuit, atque compl�vit, fiat nobis in protectiónem salútis et vitæ.
Ut sanctificátus his sollemnitátibus pópulus, altáribus tuis oblatiónis suæ mónera placit�ra cons�gnet.
Fiat nobis Eucharistía pura atque leg�tima in nómine Unigéniti tui; ut cum nostris fúerit rec�pta pect�ribus, fidem n�triat, mentem sanctíficet atque conf�rmet.

R/.
Amen.
Oh Padre todopoderoso, teniendo ante los ojos la victoria de tan excelsa pasión, rogamos suplicantes que la Pascua que nuestro Señor Jesucristo consagr� y consum» como hostia viviente para nosotros, sea en nosotros salvaguarda de la salud y de la vida.

De modo que el pueblo, santificado por esta solemnidad, ponga la grata ofrenda de su oblación en tu altar. Sea celebrada por nosotros una eucaristía pura y verdadera en el nombre de tu Unigénito, a fin de que, cuando sea recibida en nuestro pecho, nutra la fe y santifique y conforme el espíritu.
R/. Amén.

Te præstánte, sancte Dómine, quia tu hæc ómnia nobis indígnis servis tuis valde bona creas, sanctíficas, vivíficas ac præstas nobis, ut sint benedícta a te Deo nostro in sécula sæculórum.
R/.
Amen.
Concédelo, Señor santo, pues creas todas estas cosas para nosotros, indignos siervos tuyos, y las haces tan buenas, las santificas, las llenas de vida, las bendices y nos las das, así bendecidas por ti, Dios nuestro por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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Cantus ad Confractionem / Canto de la Fracción Ap 5,5
Vicit leo de tribu Iuda, radix David, Allelúia.
Vicit leo de tribu Iuda, radix David, Allelúia.
Vicit leo de tribu Iuda, radix David, Allelúia.
Venció el león de la tribu de Judá, la raíz de David, aleluya.
Venció el león de la tribu de Judá, la raíz de David, aleluya.
Venció el león de la tribu de Judá, la raíz de David, aleluya.

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Ad Orationem Dominicam / Introducción al Padre nuestro
Excellentíssimam in hac nocte tu�, Christe, resurrectiónis celebrántes sollemnitátem, in qua  ipse novus dies, novo de túmulo surgens, vetern�sam antíqu� noctis caléginem cæléstem convert�sti in claritátem: te quibus p�ssumus lacrim�sis rug�tibus implorémus, ut qui nos redem�sti pr�tio tui sánguinis, institáta a te præcépta accéptes nostr� oratiónis, cum ea quæ nos docuísti proclamav�rimus e terris: Al celebrar esta tu noche, oh Cristo, la solemnidad extraordinaria de la resurrección, con que tú mismo, como nuevo día, saliendo del sepulcro, convertiste en celestial claridad las antiguas tinieblas de la vieja noche; te pedimos, con cuantos gemidos y lágrimas podemos, que ya que nos has redimido con el precio de tu sangre, aceptes la oración que tú mismo nos mandaste y enseñaste, para que la rez�ramos desde aquí:

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Benedictio / Bendición
Christus Dóminus, qui ascéndit patíbulum crucis, sua vos redemptióne consérvet.
R/.
Amen.
Cristo, el Señor, que subió al patíbulo de la cruz os conserve por su redención.
R/. Amén.
Detque vobis suæ dulcédinis sapi�ntia renov�ri, qui se amóro perm�sit fellis póculo propin�ri.
R/.
Amen.
Y os conceda que os renov�is por la sabiduría de su dulzura, Él que hubo de saborear la amarga bebida de la miel.
R/. Amén.
Ut cuius laudes Ecclésia cuncta celebrávit ov�ndo, eius conserv�ri mere�tur magno crucis vexíllo.
R/.
Amen.
Y la Iglesia entera que celebra con aplauso sus alabanzas, merezca conservarse bajo la bandera de su cruz.
R/. Amén.
Præstánte sua misericórdia, qui in Trinitáte unus Deus vivit et regnat in sécula sæculórum.
R/.
Amen.
Nos lo conceda su misericordia, que en la Trinidad divina, vive y reina Dios por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
Per misericórdiam ipsíus Dei nostri, qui est benedíctus et vivit et ómnia regit in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por la misericordia del mismo Dios nuestro, que es bendito y vive y todo lo gobierna, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Cantus ad Accedentes / Canto de Comunión Mt 28,2-10.19-20 (12)
Gaudíte, pópuli, et læt�mini:
ángelus sedit super lápidem Dómini; ipse vobis evangeliz�bit:
Christus surréxit a mórtuis, Salvátor mundi, et repl�vit ómnia suavitáte.
Alegraos, pueblos, saltad de gozo:
Un ángel del Señor se sentó encima de la piedra y trajo la buena nueva. Ha resucitado de entre los muertos Cristo el Salvador del mundo y su olor ha inundado la tierra.
R/. Gaudéte, pópuli, et læt�mini.
ángelus sedit super lápidem Dómini.
R/. Alegraos, pueblos, saltad de gozo.
Un ángel del Señor se sentó encima de la piedra
V/. Et acc�dens rev�lvit lápidem, et sedébat super eum.
Erat autem aspéctus eius sicut fulgur, et vestiménta eius cándida sicut nix.
V/. Y acercándose corri� la piedra y se sentó encima: su aspecto era de relámpago y su vestido blanco como la nieve.
R/. Ipse vobis evangeliz�bit. R/. Y trajo la buena nueva.
V/. N�lite timóre vos; scio enim quod Iesum, qui crucif�xus est, quæritis; non est hic, surréxit enim, sicut dixit. V/. Vosotros no tem�is, ya sé que buscáis a Jesús el crucificado: No est� aquí. Ha resucitado, como había dicho.
R/. Et repl�vit ómnia suavitáte. R/. Y su olor ha inundado la tierra.
V/. Veníte et vidéte locum ubi pósitus erat Dóminus; quia surréxit et ecce præc�det vos in Galiléam; ibi eum vidébitis, sicut dixit vobis. V/. Venid, ved el sitio donde estaba el Señor; porque ha resucitado de entre los muertos y va delante de vosotros a Galilea. Allí le ver�is. Ya os lo he dicho.
R/. Gaudéte, pópuli, et læt�mini. R/. Alegraos, pueblos, saltad de gozo.
V/. Et exi�runt muláeres cito de monum�nto cum amóre et gáudio magno, curr�ntes nunti�re discípulis eius: V/. Ellas se alejaron a toda prisa del sepulcro, y con miedo y gran alegría corrieron a llevar la noticia a los discípulos.
R/. Christus surréxit a mórtuis, Salvátor mundi, et repl�vit ómnia suavitáte. R/. Ha resucitado de entre los muertos Cristo el Salvador del mundo y su olor ha inundado la tierra.
V/. Ecce Iesus occúrrit illis dicens: av�te.
Illæ autem access�runt et tenu�runt pedes eius, et adoravérunt eum.
V/. De pronto Jesús salió a su encuentro y les dijo: «Dios os guarde». Ellas se acercaron, se agarraron a sus pies y lo adoraron.
R/. Salvátor mundi, et repl�vit ómnia suavitáte. R/. El Salvador del mundo y su olor ha inundado la tierra.
V/. Tunc ait illis Iesus: nolíte timóre; ite, nuntiáte frátribus meis ut eant in Galiléam, ibi me vidébunt. V/. Jesús les dijo: «No tengáis miedo; id y decid a mis hermanos que vayan a Galilea, que allá me ver�n�.
R/. Salvátor mundi, et repl�vit ómnia suavitáte. R/. El Salvador del mundo y su olor ha inundado la tierra.
V/. Et ecc�dens rev�lvit lápidem dicens: data est mihi omnis pot�stas in cœlo et in terra. V/. Y se acercó y les dijo: Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra.
R/. Salvátor mundi, et repl�vit ómnia suavitáte. R/. El Salvador del mundo y su olor ha inundado la tierra.
V/. E�ntes in mundum, prædic�te evangélium univérs� creatór�; qui credéderit et baptizátus fúerit, salvus erit. V/. Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que crea y sea bautizado se salvar�.
R/. Gaudéte, pópuli, et læt�mini. R/. Alegraos, pueblos, saltad de gozo.
V/. E�ntes vero, doc�te omnes gentes baptizántes eos in nómine Patris et Fílii et Spíritus Sancti, doc�ntes eos serv�re ómnia qu�c�mque mandívi vobis. V/. Id, pues, y haced discípulos míos en todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñóndoles a guardar todo lo que yo os he mandado.
R/. Gaudéte, pópuli, et læt�mini. R/. Alegraos, pueblos, saltad de gozo.
V/. Et ecce ego vobíscum sum ómnibus diébus usque ad consummatiónem sæculi. V/. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.
R/. Gaudéte, pópuli, et læt�mini. R/. Alegraos, pueblos, saltad de gozo.
V/. Glória et honor Patri et Fílio et Spirítui Sancto in sécula sæculórum. Amen. V/. Gloria y honor al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
R/. Gaudéte, pópuli, et læt�mini. R/. Alegraos, pueblos, saltad de gozo.

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Completuria / Oración conclusiva
Expl�tis, Dómine, in hac sancta sollemnitáte nostr� servitátis offíciis, grátias tibi laudásque deférimus dono tuæ miseratiónis adi�ti. Prec�ntes te, Deus, ut a peccátis nos �bluas et in tuis semper láudibus exsult�re conc�das.
R/.
Amen.
Acabados, Señor, en esta sagrada solemnidad, los oficios de nuestra servidumbre, te damos gracias y te alabamos, fortalecidos con los dones de tu misericordia. Te suplicamos, Dios, que nos purifiques de nuestros pecados y nos concedas alegrarnos siempre en tus alabanzas.
R/.
Amén.
Per ineff�bilem bonitátem tuam, Deus noster, qui vivis et cuncta dominóris in sécula sæculórum.
R/.
Amen.
Por tu inefable bondad, Dios nuestro, que vives, y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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1. Los textos latinos son los oficiales y est�n tomados del Missale Hispano-Mozarabicum I (pp. 369-378; 385-411) y del Liber Commicus I (pp. 296-320). Los textos bíblicos en español est�n tomados de La Santa Biblia, edición San Pablo. Traducción de Exorcismus fontis a partir de Beitia, Philippe, Le baptíme et l'initiation chr�tienne en Espagne du IIIe au VIIe si�cle. Ed. L'Harmattan, Parás 2010, pp. 170-171. Admonitio, benedictio fontis, benedictio, manuum impositio: Colomina Torner, Jaime Los textos litúrgicos trinitarios y la identidad del pueblo mozárabe en la historia, en Anales Toledanos, número 37. Diputación de Toledo. Toledo 1999, pp. 49; 49-50; 50 y 51-52 respectivamente. Traducción de oratio admonitionis, ad pacem, illatio y post pridie por Jaime Colomina Torner en La Fe de nuestros padres. Temas de fe y vida cristiana en la misa hispanomozárabe, Instituto de Estudios Visigótico Mozárabes, Toledo 2000, pp. 61, 134, 109, 127-129 respectivamente. Cantus ad confractionem y completuria del Oferencio. Para el resto seguimos el folleto Sagrados oficios de Semana Santa según el antiguo Rito Hispano o Mozárabe. Parroquia de Santa Eulalia y San Marcos. Toledo s/d.
(Se recuerda que hasta la fecha no existe misal oficial en español)
.

2. La versión de esta bendición en el Missale Hispano-Mozarabicum, más corta, difiere de la del Missale Mixtum desde el segundo párrafo. Al no disponer de la traducción completa de la primera, ofrecemos la segunda, tal y como viene en el folleto Sagrados oficios, etc.. El texto completo en latín es el siguiente:

Ad benedicendos Diachones. Oratio. Prima tibi et principalia Deus Pater omnipotens hec luminum munera in exordio venerande hujus noctis offerimus: et ob honorem Dominice Resurrectionis lucernam et cereum claritatis aptavimus: quam unigenitus filius tuus Dominus noster Jesus Christus adventus sui faciat mysteriis inluminatam. Per quem te Deus supplices exoramus: ut hoc sanctum luminis munus libens accipias: pervigilem in nos devotionem flagrantia spiritali succendas. Simulque omnipotens Deus commendamus pio dilectionis affectu sanctos fratres nostros et Condiachones. A. et A. tue majestatis laudes inenarrabiles narrare cupientibus. Ut eis scientie ac sapientie de tuis thesauris accomodes plenitudinem. Ut quicquid itaque mente conceperunt: aut sensu excogitaverunt: vel certe meditationibus crebris memoriter tenuerunt: oblivionis caligine depulsa: titubationisque formidine calcata: dicant voce canora: et oratione depromant luculentissima. Nihil quesumus in eis humanitatis operetur fragilitas: sed totum eis subministret tue clementie largitas. Dona eis post pallores genuum rubicundam sinceritatem: lingue volubilitatem: lacertorum firmissimam soliditatem. Ut in omnibus tuorum beneficiorum adjutorium sentientes: benedictionem lucerne cereique immurmurent: ac depromant maximam laudem. R/. Amen.

3. Gén 5,32-8,21a. (N. de La Ermita).
4. Éx 13,18b-15,1a. (N. de La Ermita).
5. Éx 15,1b-2b.20-21; 14,29a. (N. de La Ermita).
6. Dt 31,28-30. (N. de La Ermita).
7. Dt 32,1-3a.4b; 31,30. (N. de La Ermita).
8. 2Crón 34,1-4a.30-35,8.10-19. (N. de La Ermita).
9. Ez 37,1-3a.4-14. (N. de La Ermita).
10. Dan 3,52a.57.84.87.88a. (N. de La Ermita).
11. Mt 28,2b-3.5-6. N. de La Ermita.
12. Mt 28,2-10; Mc 16,15-16; Mt 18-20. N. de la Ermita.

 

 

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