Rito
Hispano-Mozárabe
In Nocte Sancta. Vigilia
Paschalis /
En la Noche Santa. Vigilia Pascual
Annus
primus
/ Año I
(1) |
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Pars prima
Sollemne initium Vigili� seu Lucernarium
Primera parte
Solemne inicio de la Vigilia o Lucernario
Sabbato sancto,
post initium noctis, congregato tempestive populo in ecclesia
maiore, accedunt vestibus sacris induti episcopus (vel
principalis sacerdos) simulque cum eo presbyter, diacones et
ministri; acceptisque cereis seu candelis, ingrediuntur omnes sub
silentio in sacrarium, dum populus, habens secum unusquisque
cereos seu candelas exstintas, in aula ecclesiæ exspectans manet.
Clausis vero
omnino ostiis sacrarii, excudit primum episcopus ignem novum, ex
quo accedintur lucerna, deque lucerna cereus paschalis; quibus
luminariis unice accensis benedicit lucernam episcopus, dum tenet
eam diaconus, qui postea in choro laudes
eius proclamaturus est, hac benedictione:
|
El Sábado Santo, al caer la noche, después de haber reunido en el momento
adecuado al pueblo en la iglesia principal, vienen vestidos con las
vestiduras sagradas, el obispo (o el sacerdote principal) y
junto con Él, un sacerdote, diáconos y ministros, y entran todos
en silencio en la sacristía y toman cirios o velas, mientras el pueblo, llevando
consigo velas o cirios apagados, permanece a la espera en la
nave de la iglesia.
Con las puertas de la sacristía
completamente cerradas, el obispo prende el fuego nuevo,
enciende la lámpara y de la lámpara el cirio pascual. Luego, el
diácono que vaya a proclamar en el coro la
alabanza de
la lámpara, la sostiene mientras el obispo dice la siguiente
bendición: |
Benedictio lucernæ in sacrario / Bendición de la lámpara en la
sacristía |
Exáudi nos, lumen indeféciens,
Dómine Deus noster, únici lúminis lumen, fons lúminis, lumen auctor
lúminum, quæ
cre�sti et illumin�sti; lumen angelórum tu�rum, s�dium,
dominatiónum, princip�tuum, potestátum
et ómnium intellig�bilium quæ cre�sti; lumen sanctórum tu�rum.
Sint luc�rnæ tuæ ánimæ nostr�, accend�nt ad te, et
illuminántur abs te, lúceant veritáte, árdeant caritáte, lúceant
et non tenebráscant, árdeant, et non ciner�scant.
B�nedic hoc lumen, o lumen, quia et hoc quod port�mus in
mánibus tu cre�sti, tu don�sti. Et sicut per hæc lámina quæ
acc�ndimus de hoc loco exp�llimus noctem, sic et tu exp�lle
ténebras de córdibus nostris.
Simus domus tua lucens de te, lucens in te. Sine deféctu
luce�mus, et te semper col�mus. In te accend�mur, et non
exstingu�mur.
R/. Amen.
|
Escúchanos, Señor Dios nuestro, luz
inextinguible, luz de la única luz, luz que iluminas todo cuanto
creaste, luz de los ángeles, de las dominaciones, principados y
potestades y de todos los seres espirituales; luz de todos los
santos. Sean nuestras almas como antorchas en tu presencia,
cercanas a ti, e iluminadas por ti, brillen por la verdad y
ardan por la caridad, brillen y no se oscurezcan, ardan y no se
consuman.
Oh luz, bendice esta luz que portamos en nuestras manos y que
tú has creado y nos has dado. Y así como con esta esta luz
encendida disipamos las tinieblas de la noche, disipa tú las
tinieblas de nuestros corazones.
Que seamos morada tuya, iluminada por ti, iluminada en ti.
Que brillemos sin sombra alguna y siempre te veneremos. Que de
ti nos encendamos y nunca nos apaguemos.
R/. Amén. |
Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui vivis et ómnia regis
in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Por
tu misericordia, Dios nuestro, que vives y todo lo gobiernas,
por los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Lucern� benedictione peracta,
accedit alter diaconus portans cereum paschalem, ille qui postea
in choro laudes cerei proclamaturus est et, postquam expresserit
episcopus super cereum signum crucis, dicit episcopus
benedictionem istam: |
Después de la
bendición de la lámpara, el otro diácono, que porta el
cirio pascual y posteriormente ha de proclamar en el coro la alabanza del
cirio, presenta el cirio al obispo que hace sobre
Él la señal de la cruz y dice esta bendición: |
Benedictio cerei in sacrario /
Bendición del cirio en la sacristía |
Offérimus tibi,
Dómine, c�rei huius rutil�ntis
speciem, divíno igne succ�nsam, quem multímodam matériam
nutu tuo prod�ci iuss�sti �pibus. Eum indígnis mánibus nostris
oblátum acc�ndimus, prec�ntes bonitátem tuam, ut emissióne
Spíritus Sancti tui, qui quondam in similitúdinem ignis,
division�mque lingu�rum in apostolórum tu�rum corda persp�cuus
fulg�nsque appáruit, eum benedícere et sanctificáre dign�ris.
Et, sicut hic c�reus, ex�berans larga visióne, noctis huius
i�gulat cecitátem, et devotíssim� plebis tuæ respl�ndet
obt�tibus, ita et nos, Dómini nostri Iesu Christi Fílii tui
splend�re repléti, intérnis móntibus fulge�mus; et peccatórum
cecitáte det�rsa, lux in nobis sempitérn� fídei persev�ret.
R/. Amen.
|
Te
ofrecemos, Señor, la figura de este brillante cirio, encendido
con el fuego divino, por el cual tú mandaste, según tu voluntad,
que fuese creada toda la materia. Y al ofrec�rtelo, lo
encendemos con nuestras indignas manos, rogando a tu bondad que,
con el soplo de tu Espíritu Santo, que en otro tiempo apareció
en figura de fuego brillante y ardiente dando a los corazones de
tus Apóstoles el don de lenguas, te dignes bendecirlo y
santificarlo.
Y, así como este potente cirio mata con su
penetrante luz las tinieblas de la noche, y resplandece ante los
ojos de tu devotísimo pueblo, así también nosotros, llenos de la
luz de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, brillemos
interiormente y borrada la oscuridad de nuestros pecados,
persevere en nosotros la luz de la fe sobrenatural.
R/. Amén. |
In nómine Dómini nostri Iesu Christi sanctificátum permáneat
cum pace.
R/. Amen. |
En nombre de nuestro Señor Jesucristo, permanezca santificado
con paz.
R/. Amén. |
Sollemnis ingressus
/ Entrada solemne
Finita cerei paschalis
benedictione, accendit episcopus ex ipso cereo cereum suum,
similiterque omnes in sacrario faciunt.
Cumque habuerint omnes accensum
lumen in manibus, stante vero episcopo iuxta ostium et pr�cedente
eum diacono cum cereo paschali, aperiuntur subito fores sacrarii,
clamatque episcopus alta voce:
|
Después de la
bendición del cirio pascual, el obispo enciende su vela del
cirio, y
lo mismo hacen todos los que est�n en la sacristía.
Y cuando
todos tienen las luces
en sus manos, el obispo se sitía en la puerta y delante de Él el
diácono con el cirio pascual, entonces, en ese instante, se
abren con rapidez las puertas de la sacristía y el obispo exclama en voz alta: |
Deo
grátias. |
Demos
gracias a Dios. |
Omnes autem, tam clerus cum
luminibus accensis qui sequitur episcopum, quam universus populus
in aula ecclesiæ stans, tribus vicibus l�tanter conclamant: |
Y todos, tanto el
clero que porta las luces tras el obispo, como todo el pueblo que
permanece de pie en el interior de la iglesia, unánimemente
gritan con alegría tres veces: |
Deo
grátias. Deo grátias. Deo grátias. |
Demos
gracias a Dios. Demos gracias a Dios. Demos gracias a Dios. |
Incipitque sollemnis ingressus
usque as chorum. |
Y da comienzo la solemne entrada
hacia el coro. |
Cantus ad ingressum /
Canto a la entrada |
Jn 1,9; Sal 35,10 |
Lumen
verum illáminans omnem hóminem in hunc mundum veni�ntem.
V/. Quóniam apud te est,
Dómine, fons vitæ, et in lúmine tuo vidébimus lumen.
R/. In hunc mundum veni�ntem.
V/. Glória et honor Patri et Fílio
et Spirítui Sancto in sécula sóculorum. Amen.
R/. In hunc mundum veni�ntem.
|
�l es la luz verdadera que ilumina a todo
hombre que viene a este mundo.
V/. Porque en ti, Señor, est� la
fuente de la vida, y en tu luz veremos nuestra luz.
R/. Que viene a este mundo.
V/. Gloria y honor
al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, por los
siglos de los siglos. Amén.
R/. Que viene a este mundo. |
Dumque fit processio ad chorum
accedunt seniores populi ad ministros cereos accensos portantes,
accenduntque sibi et populo cereos seu candelas, sicque ex uno in alium
propagatur lux usque dum omnes in ecclesia accensa habeant luminaria.
Cum autem perventum fuerit ad altare,
dicit diaconus qui lucernæ laudem proclamaturus est:
|
Y mientras la procesión se dirige
al coro, los laicos más ancianos de la comunidad encienden sus
velas de los ministros, y de ellas el pueblo enciende sus velas
o candelas, de modo que la luz se transmita de
una persona a otra hasta que todos en la iglesia hayan encendido
sus luces. Al llegar al altar, el
diácono que ha de proclamar la alabanza de la lámpara, dice: |
Er�gite vos.
In nómine Dómini nostri Iesu Christi, lumen cum pace. |
Levantaos.
En nombre de nuestro Señor Jesucristo, luz con paz. |
Hæc autem dicens, elevat ipse lucernam, diaconus vero alter elevat
cereum paschalem. Universus autem populus respondet: |
Tras lo cual, eleva la lámpara,
mientras que el otro diácono eleva el cirio pascual. Entonces
todo el pueblo responde: |
Deo grátias. |
Demos
gracias a Dios. |
Et collocant lucernam et cereum
in facie populi super candelabra ad hunc finem disposita iuxta
ambonem. Et accenduntur luminaria ecclesiæ.
Quo facto, accedunt simul ad
episcopum, diaconus nempe qui laudes lucern�
enarraturus est, et qui laudes cerei
paschalis post eum, benedictionem
petentes. Episcopus vero orat super eos orationem hanc:
|
Y colocan la lámpara y el cirio
en el candelabro dispuesto para este fin, frente al pueblo,
junto al ambón. Y se encienden las
luces de la iglesia.
Hecho esto,
se acercan al mismo tiempo al obispo para pedirle su bendición, el diácono que ha de
proclamar la alabanza de la lámpara y el que después de Él
ha de proclamar la alabanza del cirio pascual. El obispo, entonces reza por ellos esta oración: |
Oratio super diaconos /
Oración sobre los diáconos |
Prima tibi et
princip�lia, Deus Pater omnípotens, hæc lúminum mónera in
ex�rdio vener�ndæ huius noctis obt�limus, et ob honórem domínicæ
resurrectiónis luc�rnam et c�reum claritátis aptívimus quæ
unig�nitus Fílius tuus, Dóminus noster, advéntus sui f�ciat
mystériis lumin�ta.
Per quem te, Deus, súpplices exorémus, ut hoc sanctum
munus libens accípiens, his fámulis tuis, quos ad enarrárndam
laudem destin�vimus lúminis, propítius ac benígnus asp�res,
effici�sque tibi plácita quæ in honóre tuo e�rum fúerint sermóne
prol�ta; in nobis quoque perv�gilem devotiónem flagr�ntia
spiritu�li succ�ndens, omnes tetr� noctis ins�dias lucis tuæ
cand�re disc�tias.
R/. Amen.
|
Te ofrecemos, Señor, al empezar esta
noche sagrada, el don primario y excelente de la luz, para lo
que hemos preparado esta lucerna y este cirio, en razón de la
resurrección del Señor, tu Hijo Unigénito: Él los haga luminosos
con los misterior de su venida.
Por Él mismo te rogamos, Dios, que, aceptando con agrado este
obsequio santo, mires complacido a estos siervos tuyos que hemos
designado para entonar las alabanzas de la luz.. Que te agrade
lo que ellos van a decir cantando en tu honor; y enciende
también en nosotros una devoción vigilante de fragancia
espiritual, que aparte con tu resplandor todas las asechanzas de
la negra noche.
R/. Amén. |
Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui vivis et ómnia
regis in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Por
tu misericordia, Dios nuestro, que vives y todo los gobiernas
por los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Post hanc duplicem benedictionem
diaconorum ab episcopo peractam, sedet ipse episcopus in sella sua.
Presbyteri autem et ministri stant iuxta eum, immo et universus populus
cereos seu candelas ardentes in manibus portantes.
Accedit autem ad ambonem primus
diaconus, ille qui lucernæ laudem proclamaturus est, præparatque populum
ad sollemnem benedictionem lucernæ dicens:
|
Después de completada
esta bendición sobre los dos diáconos, el obispo, permanece
sentado en su silla. Los sacerdotes y ministros, continían de pie junto a Él,
e igualmente todo el pueblo, con los cirios o velas encendidas en las manos.
El primer
diácono, que ha de proclamar la alabanza de la lámpara, se
acerca al ambón, y prepara al pueblo para la bendición solemne
de la lámpara, diciendo: |
Aures ad Dóminum.
R/. Hab�mus ad Dóminum nostrum.
Deo ac Dómino nostro Iesu Christo,
Fílio Dei,
qui es in cœlis,
dignas laudes et grátias refer�mus.
R/. �quum et iustum est, dignum et iustum est.
|
O�dos
atentos al Señor.
R/. Toda nuestra atención hacia el Señor.A Dios y a
nuestro Señor Jesucristo, Hijo de Dios, que est� en el cielo,
demos debidas gracias y alabanzas.
R/. Es equitativo y justo, es digno
y justo. |
Benedictio lucern� ante altare /
Bendición de la lámpara ante el
altar |
Dignum et iustum est, vere dignum et sanctum est nos tibi
semper grátias ágere laudásque ref�rre, Dómine, sancte Pater
omnípotens, et Christe, Deus, qui mihi tr�buas ut in tuis
láudibus semper r�sonent fauces meæ, qui �rigis a terra �nopem
et ab st�rcore ex�ltas páuperem. Da dir�ctum et bene sonántem in
ore meo ministr´ri sermónem. Omnipoténtem Deum, subst�ntiæ
vit�lis ex�rdium, creatór� univers�lis auctórem Dóminum,
salutárem op�ficem, vocœlis Ecclésiæ p�rsonet canéra laudátio,
ut ipsi rep�ndat lingua ministérium, de cuius império sumpsit
offícium.
Dignum est ut sponsi corusc�ntis advéntum accénsis
præstol�tur fidélis turba lum�nibus, ne nupti�lis habitáculi
r�spuat habére consórtes, quos sub véterum umbróculo peccatórum
prævénerit dormi�ntes. Quid d�gnius quidve sublímius quam ut
tibi vígilet in spe éternitátis resuscitáta mort�litas cui
totum ex orígine, totum debet ex múnere, vel quod formátur ex
n�hilo, vel quod reparátur ex p�rdito?.
Tu vas quod pronum culpa déderat in ru�nam, f�guli miseróntis
afféctu, de fav�llis cinerib�sque coll�ctum, spíritu vivific�ntem
salvásti, ut fac�res ex adoptióne líberos quos retin�re víderas
ex pr�varicatióne captívos. Tu nov�ll� vitis g�rmina fec�nda
plant�sti, ut antiqu�rum tabísceret suávitas amóra pom�rum. Nunc
de cibo s�mitur, vita non l�bitur. Solvit grátia quos vinxit
ill�cebra. De árbore cre�ta nox críminis, sed de ligno g�nita
lux salútis. Vetuísti ópera m�nuum tu�rum clemens operútor,
intérfici perpétu� mortis exc�dio. Paradísi i�nuam, quam pi�culum
let�le damn�verat, dextra mystérii cæléstis apéruit; id perféct�
iúdicans esse pietátis ut quibus ad vitam fúeras largátus
intr�itum, trib�eres et regréssum. Mortificántur ex lapsu, qui
vivificántur ex pr�tio. Red�mpti cleméntius quam cre�ti.
Namque ibi Deus operútus ut f�ceret, hic passus est ut
prodísset.
�nduit carnem, sed non �xuit maiest�tem, nostram subst�ntiam
�xpetens, sed própriam non relénquens. Cum córpore �ditus, sed
intemer�to pudúre conc�ptus. Tempor�lis ex Vírgine, sed
coætérnus ex Patre. Hum�lians divína, ut possit elev�re terr�stria.
Cui tanti fuit salv�tio ut, ne nos perder�mus cœlum, ille
pater�tur inférnum. Susc�pit mors quem ten�re non p�tuit; amplific�ta succ�ssu, sed evacu�ta sp�lio. Exsult�vit in raptu,
sed occ�dit in troph�o. In se ref�sa defécit extrémitas
postquam vitæ appétere tent�vit auctórem et dum ambit ill�cita,
pérdidit acquis�ta.
Adest nox lúmine don�ta, perpétuo domónicis sanctificáta
victóriis, quæ recid�vum mundi sort�ta nat�lem, debell�ta
fúneris regióne, triumphos Christi resurg�ntis excépit; quæ
transgressiónis máculas flu�ntis lav�cri salutáris abst�rsit; quæ
vetern�sa críminis indum�nta tactu l�quidi res�lvit elemínti; in
qua mercem sánguinis repræséntat unda baptísmatis, et dum vetus
culpa d�cidit, novus homo cons�rgit.
R/. Amen.
|
Es
digno y justo, realmente digno y santo que te demos siempre
gracias y dediquemos alabanzas a ti, Señor Padre santo
todopoderoso, y a ti, Cristo Dios; y hagas que mi garganta
resuene siempre en tu alabanza tu, que levantas del polvo al
desvalido y alzas de la basura al pobre. Concede a mis labios
pronunciar un recto y armonioso pregón. Que la melodiosa
alabanza de la Iglesia elocuente celebre a Dios todopoderoso,
principio de la vida, autor de todo lo que existe, Señor,
creador de salvación, para que el ministerio satisfaga con la
lengua al mismo por cuyo mandato asumió el oficio. Est� bien
que la muchedumbre fiel aguarde con cirios encendidos la llegada
del Esposo rutilante para que Él no rehúse tener como partícipes
de la morada nupcial a algunos sorprendidos durmiendo en la
oscuridad de los viejos pecados. ¿Qué puede haber más apropiado
y noble que estar vigilando ante ti la naturaleza mortal y
resucitada en la esperanza de la eternidad, debiéndose todo por
su origen y todo por la gracia, ya por haber sido formada de la
nada, ya por haber sido rescatada desde su ruina?
Tú con afecto de alfarero misericordioso, al vaso caído, al
que la culpa llev� a su quiebra, lo salvaste con el Espíritu
vivificante, recompuesto nuevamente del polvo y de la ceniza,
para hacer libres por la adopción a quienes viste cautivos por
la prevaricación. Tú plantaste los plantones fecundos de la
nueva vid para que se esfumara el gusto amargo de los frutos
antiguos. Ahora se come el fruto y la vida no muere. Libera la
gracia a los que la seducción encadenara. De un árbol se origin�
la noche del pecado, pero de un madero irradió la luz de la
salvación. Impediste, hacedor bondadoso, que la obra de tus
manos pereciera con la calamidad de la muerte eterna. La diestra
del celeste misterio abrió la puerta del Paraíso, la que había
cerrado un mortal sacrilegio; juzgando ser propio de una piedad
perfecta conceder también el regreso a los que habías dado
entrada en la vida. Destinados estaban a la muerte por su caída
los vivificados por el rescate. Con mayor clemencia redimidos
que creados. Pues entonces Dios se limit� a actuar simplemente
para crear, mas ahora ha tenido que padecer para actuar con
eficacia.
Revistió la carne, aun no despojándose de la divinidad,
buscando nuestra naturaleza, aun no dejando la suya. Parido con
un verdadero cuerpo, pero concebido quedando intacta la
virginidad. Sometido al tiempo a partir de la Virgen, mas
coeterno al Padre. Abajando lo divino para poder elevar lo
terreno. Para quien nuestra salvación fue de tal valor que
padeció el infierno a fin de que nosotros no perdi�ramos el
cielo.
Arrebat� la muerte a quien no podía retener, ensoberbecida
por su éxito pero despose�da inmediatamente de su victoria. Se
regocij� con el botón, mas pereció a causa de su propio triunfo;
contradicha en sí misma, se desvaneció la postrimería después de
intentar adueñarse del autor de la vida; ambicionando lo que le
era vedado perdió lo que tenía adquirido.
He aquí la noche regalada con la luz perpetua, santificada
con la victoria del Señor, que habiendo recibido en suerte un
nuevo nacimiento del mundo, derrotado el país de la muerte
acogió el triunfo de Cristo resucitado; que lav� las suciedades
del pecado en las aguas de un baño de salvación, y que deshizo
los viejos harapos de los delitos al contacto del líquido
elemento; con lo que el agua del bautismo hace presente la
merced de la sangre, y mientras la antigua culpa se arruina,
resucita un hombre nuevo.
R/. Amén. |
Post responsionem populi, priusquam
accedat alter diaconus ad ambonem cerei laudem
enarraturus, surgit episcopus, oratque sequentem orationem; quæ tamen,
ad unitatem utriusque laudis clarius exprimendam, omitti licebit. |
Después de la respuesta del pueblo y antes
de que se acerque el otro diácono al ambón para pronunciar
la alabanza del cirio, se levanta el
obispo y dice la siguiente oración, que, sin embargo, con el fin
de expresar más claramente la unión de las dos alabanzas, se
puede omitir. |
Oratio post benedictionem lucernæ
ante altare /
Oración después de la bendición
de la lámpara ante el altar |
Deus, qui fílios
Ísrael ed�cis ex Ægípto,
palp�biles Ægípti ténebras relinqu�ndo; Deus, qui duce lúminis
grátia, pondus horr�nd� noctis ext�rminas; Deus qui præced�nte
ángelo tuo in colémna nubis in diem eod�mque in colémna ignis in
noctem posterióra serv�nte, curam nostræ salútis exs�queris;
teque nobis in eo præstas, in quo luc�re nos lúmine sci�ntiæ tuæ
iubes. Fac nos divinitátis tuæ fúeri consórtes, et larga tua
pietáte ex invisib�libus bonis visib�lia dona concéde, quæ nos
et off�rri dóceant, et tuam in ómnibus compl�ri f�ciant
voluntátem.
R/. Amen.
|
Oh Dios, que sacas de Egipto a los
hijos de Israel abandonando las densas tinieblas de Egipto; oh
Dios, que con la guía iluminadora de tu gracia disipas el peso
de una horrible noche; oh Dios, que con la guía de tu ángel nos
preparas una nube por el día y una columna de fuego por la
noche, buscando nuestra salvación, y nos das aquella luz por la
que nos mandas brillar con la luz de tu conocimiento. Haznos
partícipes de tu divinidad, y con tu inagotable piedad
concédenos de tus riquezas invisibles los dones invisibles que
nos enseñan a ofrecernos a tu y a cumplir en todo tu voluntad.
R/. Amén. |
Christe, Dómine, Deus noster, qui cum Deo Patre et
Spíritu Sancto gloriósa divinitáte vivis et dominóris per
infiníta semper sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Cristo Señor, Dios nuestro, que con Dios Padre y Espíritu Santo
vives y gobiernas en tu gloriosa divinidad, por infinitos siglos
de los siglos.
R/. Amén. |
Recitata, vel omissa, oratione
pr�cedenti, accedit alter diaconus, qui prosequitur: |
Tanto si se ha dicho como si se
ha omitido la oración precedente, se acerca el otro diácono y prosigue: |
Benedictio cerei ante altare /
Bendición del cirio ante el
altar |
�quum et iustum est, vere, Dómine, satis dignum
et pulchrum est, in quantum nos múnere tuo illústras, tibi semper
grátias ágere, apud quem est fons vitæ, in cuius lúmine
vidébimus lumen. Pr�via tot tant�sque virtútibus circa tuæ
maiestátis respl�ndens altária serónat lux c�rei. Pr�m�ttunt
indícia ígnium mir�cula secut�ra lymph�rum. Nunci�tur ex lúmine
quid nasc�tur ex fonte. Pat�scunt actu quæ fúerant figur�ta
mystério. Instar colémn� véteris fomes iste pr�fúlget; aquis
pópulum docet esse salv�ndum, per quas et liberátio trib�itur ad
salútem et regenerátio don�tur ad r�quiem. Ascéndat, Dómine, in conspéctu glóriæ tuæ obsecr�tio devóta
famulárum. Visitántur benedictiónis dono quæ sacro dedicántur
obséquio. Non hic th�reis adol�tur flamma virgúltis, nec in
sab�icis proscindántur ligna, nem�ribus, quæ suavitátem c�nnami
ror�ntes exh�lant. Sed cera famulátur ex lúmine, quæ non
poll�itur ex paránte. Cuius natúra de flore, cuius ortus ex
vírgine. Cui illa dat g�netrix nativitátis oríginem, quæ
corruptiónis nescit errárem. Pap�rus, quin étiam, niveo adopórta sub
t�gmine, flamm�rum exséquitur increm�nta. Neque hoc sine cæléstis
ígitur operatióne virtátis, quod favet ígnibus res nutr�ta
gurg�tibus.
Agn�scunt cuncta te Dóminum, tib�que se sciunt debóri quod
nata sunt. Ded�sti, pie �pifex, creatóræ sensum quo suum possit intell�gere et honoráre factórem
Int�nde, propítius, Dómine, ad huius c�rei devotíssimam
servitátem; ut qui flammam g�gnere c�rnitur, usu�le tuæ
benedictiónis serenítus ex lúmine, cunctis sit expedíbilis ad
salútem. Res�lvat gr�vium fom�nta langu�rum. Asperitátes c�suum
remédii tranquillitáte confr�ngat. ómnia votis largi�tur
humánis, qui de tuis benedictiónem sumpsit offíciis.
Tr�bue étiam, Dómine, sancte Pater, omnípotens Deus, ut di�i
huius sollémnia sacr� paschális, in quo Redempt�ris nostri glória
prædic�tur et grátia, cum ant�stite nostro
N. epíscopo, cum glorióso príncipe
N., cum presbéteris, diacónibus, clero atque omni pópulo,
sub mult�rum currículo celebráre mere�mur annórum.
R/. Amen.
Præsta per Dóminum nostrum Iesum Christum Fílium tuum, cum
quo tibi est una et co�qu�lis ess�ntia in unitáte Spíritus
Sancti in sécula sæculórum.
R/. Amen. Amen. Amen. Amen.
Ad te ascéndat.
R/. Amen.
Pax in cœlo.
R/. Amen.
Pax in terra.
R/. Amen.
Pax et plenitúdo tua, Dómine, super nos descéndat.
R/. Amen.
Pax r�gibus et potestátibus sæculi huius.
R/. Amen.
Pax Ecclésiæ tuæ cathólicæ, quæ est in hunc locum
constitáta, et per universum orbem terrárum in pace diff�sa.
R/. Amen. |
Es justo y necesario, en verdad,
Señor, es digno y hermoso que, puesto que tú nos enriqueces con
tus dones, te demos gracias siempre, porque en ti est� la fuente de
la vida, y en tu luz veremos nuestra luz. La luz del cirio resplandeciente
serena los altares de tu majestad, anunciando muchos y muy
grandes prodigios. Comienzan los símbolos del fuego, al que
seguirán los milagros del agua. Por
la luz se anuncia lo que ha de nacer de esta fuente. Se hacen
ahora realidad los misterios simbolizados en figuras. Como la
columna antigua
de fuego, brilla este fuego, anunciando que el pueblo se ha salvar
por el agua, por la que se nos libera y salva, y se nos da un
nacimiento nuevo, en orden a la bienaventuranza. Suba, pues,
Señor, ante la presencia de tu gloria, la devota oración de tus
siervos. Que el don de tu bendición nos visite a cuantos te
rendimos adoración. No se enciende aquí la llama con ramas de
incienso, ni se cortan maderas de los bosques de Sab�, que
exhalan la suavidad del cinamomo derramado. Se te ofrece, para
la luz, la cera, que no ha sido manchada por quienes la crean;
su naturaleza brota de las flores; su origen es virginal; ella,
al mismo tiempo, recibe tal nacimiento, que desconocer� el
fracaso de la corrupción. Aún el papiro que la protege con
blanco velo consigue aumento de la llama. Y esto sucede no sin
poder y virtud celestial, ya que al fuego alimenta lo que se ha
desarrollado en las aguas.
Todas las cosas te reconocen como Señor y saben que a ti deben lo
que son. Tú diste, piadoso creador, un sentido a la
criatura por el que pueda conocer y honrar a su creador.
Mira, pues, propicio, Señor, el devotísimo obsequio de este cirio; y
así como se ve brotar de Él la llama en la tranquilidad serena
de tu constante bendición, nos sirva a todos de ayuda para la salvación. Que cure la raíz de nuestros graves males. Que sirva de sosiego
y de tranquilidad en nuestras desgracias, y por Él recibamos
remedio en nuestras peticiones, ya que Él ha recibido la
bendición cuando te lo ofrecíamos.
Concede también, Señor, Padre santo, Dios omnipotente,
que podamos celebrar muchos años esta solemnidad pascual en
la que proclamamos la gracia y la gloria de nuestro Redentor,
juntamente con nuestro Obispo, N.,
con nuestro soberano, N., con los
presbíteros, diáconos, clero y el pueblo todo.
R/. Amén.
Concédenoslo por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que es
una sola e igual naturaleza contigo, en la unidad del Espíritu
Santo, por los siglos de los siglos.
R/. Amén. Amén. Amén. Amén.
Que suba hasta ti.
R/. Amén.
Paz en el cielo.
R/. Amén.
Paz en la tierra.
R/. Amén.
Que tu paz y toda tu gracia, Señor, descienda sobre nosotros.
R/. Amén.
Paz a los que gobiernan las naciones.
R/. Amén.
Paz a tu Iglesia Católica, que est� aquí establecida y
extendida en paz por todo el orbe de la tierra.
R/. Amén. |
Quibus populi acclamationibus
perficitur Lucernarium, incipitque Liturgia verbi seu magna synaxis
biblica paschalis. |
Con
estas aclamaciones del pueblo termina el Lucernario y da
comienzo la Liturgia de la Palabra o gran sinaxis b�blica
pascual. |
Pars secunda
Liturgia verbi
Annus primus
Segunda parte
Liturgia de la palabra
Año I
Omnibus stantibus,
celebrans admonet populum. |
Estando todos de pie, el
celebrante dirige al pueblo la siguiente admonición. |
Admonitio ad populum / Admonición al pueblo |
Exspect�ti témporis, dilectíssimi fratres, festa
sollémnitas et �nnuum per sécula sacr� resurrectiónis arcénum
vot�v� noctis advénit. Hoc illud est, quod in perúnnem memóriam
consecr�tum credéntibus pópulis altíssima de cœlis grátia
spiritu�lis attr�buit.
H�lares vig�lias gloriósis láudibus
perfer�mus, diem vincóntes, qua fun�libus crebris Ecclésia
sancta respl�ndens coríscat in lúmine, præc�nia domínicæ
passiónis indef�ssis précibus celebrámus, intend�ntes audítu
lectiónibus sanctis ac s�dulis obsecratiónibus patiéntiam non
negántes; ut ille reg�lis s�lii habitátor altíssimus a sede
arcis �th�re� pópulo suo, qui sollémnia reddit�rus ad hæc festa
convénit, per Spíritum suum Sanctum clem�nter ill�psum
plac�bilis ac propitiátus asp�ret.
R/. Amen.
|
Por fin, hermanos amadísimos, ha
llegado esta, por largo tiempo deseada, fiesta solemnísima, y el
misterio durante siglos escondido de la resurrección en esta
anhelada noche. Este es aquel misterio, que, consagrado ya para
perpetua memoria, trae la gracia espiritual a los pueblos que
creen en Él. Celebremos con gloriosas alabanzas, la jubilosa
vigilia, y al alcanzar el día en que la Santa Iglesia con
multitud de antorchas brillar� resplandeciente, celebremos el
pregón de la Pasión del Señor, rodeados de luz, y con incesantes
plegarias. Estemos atentos para escuchar las lecturas santas, y
no nos cansemos de rezar con insistencia. Para que aquíl que
habita en las alturas sentado en su trono real, mire propicio y
clemente, por el Espíritu Santo que bondadosamente se nos
derrama, desde el trono de su eterno alcázar, a su pueblo que se
re�ne aquí para celebrar esta solemne festividad.
R/.
Amén. |
Per misericórdiam
ipsíus Dei nostri, qui est benedíctus et vivit et ómnia regit
in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Por
la misericordia del mismo Dios nuestro, que es bendito y vive y
todo lo gobierna, por los siglos de los siglos.
R/.
Amén. |
Admonitione finita sedent omnes
et lectiones auscultant. |
Terminada la admonición todos se
sientan y escuchan las lecturas. |
LECTIO
PRIMA
/ Lectura primera |
Annus primus /
Año I |
Gén 1,1-2,3 |
Léctio libri G�nesis.
R/. Deo grátias. |
Lectura del libro del G�nesis.
R/. Demos gracias a Dios. |
In princípio creávit Deus cœlum
et terram. Terra autem erat in�nis et vácua, et teníbr� super f�ciem ab�ssi, et
sp�ritus Dei ferebátur super aquas.
Dixítque Deus: «Fiat lux». Et facta est lux. Et vidit Deus
lucem quod esset bona et div�sit Deus lucem ac ténebras. Appellav�tque Deus
lucem Diem et ténebras Noctem. Fact�mque est véspere et mane, dies unus.
Dixit quoque Deus: «Fiat firmam�ntum in médio aquírum et
div�dat aquas ab aquis». Et fecit Deus firmam�ntum divis�tque aquas, quæ erant
sub firmam�nto, ab his, quæ erant super firmam�ntum. Et factum est ita.
Vocavítque Deus firmam�ntum C�lum. Et factum est véspere et mane, dies secóndus.
Dixit vero Deus: «Congregántur aquí, quæ sub cœlo sunt, in
locum unum, et app�reat árida». Fact�mque est ita. Et vocávit Deus áridam Terram
congregation�sque aquírum appell�vit Mar�a. Et vidit Deus quod esset bonum.
Et ait Deus: �G�rminet terra herbam viróntem et herbam
faci�ntem semen et lignum pom�ferum f�ciens fructum iuxta genus suum, cuius
semen in semet�pso sit super terram». Et factum est ita. Et pr�tulit terra
herbam viróntem et herbam affer�ntem semen iuxta genus suum lign�mque f�ciens
fructum, qui habet in semet�pso sem�ntem secóndum spéciem suam. Et vidit Deus
quod esset bonum. Et factum est véspere et mane, dies tértius.
Dixit autem Deus: «Fiant lumin�ria in firmam�nto cœli, ut
d�vidant diem ac noctem et sint in signa et témpora et dies et annos, ut lúceant
in firmam�nto cœli et illúminent terram». Et factum est ita. Fec�tque Deus duo
magna lumin�ria: lumin�re maius, ut pr�ísset di�i, et lumin�re minus, ut
pr�ísset nocti, et stellas. Et pósuit eas Deus in firmam�nto cœli, ut luc�rent
super terram et pr�íssent di�i ac nocti et div�derent lucem ac ténebras. Et
vidit Deus quod esset bonum. Et factum est véspere et mane, dies quartus.
Dixit étiam Deus: �P�llulent aquí r�ptile ánimæ viv�ntis, et
volátile volet super terram sub firmam�nto c�li�. Creav�tque Deus cete gr�ndia
et omnem ánimam viv�ntem atque mot�bilem, quam p�llulant aquí secóndum spécies
suas, et omne volátile secóndum genus suum. Et vidit Deus quod esset bonum;
benedixítque eis Deus dicens: «Créscite et multiplic�mini et repléte aquas
maris, av�sque multiplicántur super terram». Et factum est véspere et mane, dies
quintus.
Dixit quoque Deus: «Prod�cat terra ánimam viv�ntem in génere
suo, ium�nta et rept�lia et b�stias terræ secóndum spécies suas». Fact�mque est
ita. Et fecit Deus b�stias terræ iuxta spécies suas et iumenta secóndum species
suas et omne r�ptile terræ in génere suo. Et vidit Deus quod esset bonum.
Et ait Deus: «Faci�mus hóminem ad im�ginem et similitúdinem
nostram; et pr�sint p�scibus maris et volat�libus cœli et b�stiis univers�que
terræ omn�que r�ptili, quod mov�tur in terra». Et creávit Deus hóminem ad
im�ginem suam; ad im�ginem Dei creávit illum; m�sculum et féminam creávit eos.
Benedixítque illis Deus et ait illis Deus: «Créscite et
multiplic�mini et repléte terram et sub�cite eam et dominómini p�scibus maris et
volat�libus cœli et univérsis anim�ntibus, quæ movántur super terram». Dixítque Deus:
�Ecce dedi vobis omnem herbam affer�ntem semen super terram et
univérsa ligna, quæ habent in semet�psis fructum ligni portóntem sem�ntem, ut
sint vobis in escam et cunctis anim�ntibus terræ omn�que v�lucri cœli et
univérsis, quæ movántur in terra et in quibus est ánima vivens, omnem herbam
viróntem ad vesc�ndum». Et factum est ita. Vidétque Deus cuncta, quæ fecit, et
ecce erant valde bona. Et factum est véspere et mane, dies sextus.
�gitur perfécti sunt cœli et terra et omnis exércitus e�rum.
Complev�tque Deus die séptimo opus suum, quod f�cerat, et requi�vit die séptimo
ab univérso �pere, quod patr�rat. Et benedíxit Deus di�i séptimo et
sanctificávit illum, quia in ipso requi�verat ab omni �pere suo, quod creávit
Deus, ut f�ceret.
In fine uniuscuiusque lectionis populus respondet, de more:
R/. Amen. |
Al principio Dios creó
el cielo y la tierra. La tierra era soledad y caos, y las tinieblas
cubrían el abismo; y el espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas.
Dios dijo: «Haya luz�, y hubo luz. Vio Dios que la luz era buena, y
la separá de las tinieblas; y llam� a la luz día, y a las tinieblas
noche. Hubo así tarde y mañana: día primero.
Y Dios dijo: «Haya un firmamento entre las aguas, que separe las
unas de las otras»; y así fue: Dios hizo el firmamento, separando
por medio de Él las aguas que hay debajo de las que hay sobre Él. 8
Dios llam� al firmamento cielo. Hubo tarde y mañana: día segundo.
Dios dijo: «Re�nanse en un solo lugar las aguas inferiores y
aparezca lo seco»; y así fue. Dios llam� a lo seco tierra, y a la
masa de las aguas llam� mares. Vio Dios que esto estaba bien.
Dios dijo: «Produzca la tierra vegetación: plantas con semilla de
su especie y árboles frutales que den sobre la tierra frutos que
contengan la semilla de su especie�; y así fue. La tierra produjo
vegetación: plantas con semilla de su especie y árboles frutales que
contienen la semilla propia de su especie. Vio Dios que esto estaba
bien. Hubo tarde y mañana: día tercero.
Dios dijo: «Haya lumbreras en el firmamento que separen el día de
la noche, sirvan de signos para distinguir las estaciones, los días
y los años, y luzcan en el firmamento del cielo para iluminar la
tierra». Y así fue: Dios hizo dos lumbreras grandes, la mayor para
gobierno del día, y la menor para gobierno de la noche, y las
estrellas. Dios las puso en el firmamento del cielo para iluminar la
tierra, regular el día y la noche y separar la luz de las tinieblas.
Vio Dios que esto estaba bien. Hubo tarde y mañana: día cuarto.
Dios dijo: «Pulule en las aguas un hormigueo de seres vivientes y
revoloteen las aves por encima de la tierra y cara al firmamento del
cielo». Dios creó los grandes monstruos marinos, todos los seres
vivientes que se mueven y pululan en las aguas según su especie, y
el mundo volátil según su especie. Vio Dios que esto estaba bien.
Dios los bendijo diciendo: «Sed fecundos, multiplicaos y llenad las
aguas del mar, y multipl�quense las aves sobre la tierra». Hubo
tarde y mañana: día quinto.
Dios dijo: «Produzca la tierra animales vivientes según su
especie: ganados, reptiles y bestias salvajes según su especie». Y
así fue. Dios hizo las bestias de la tierra, los ganados y los
reptiles campestres, cada uno según su especie. Vio Dios que esto
estaba bien.
Dios dijo: «Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza.
Domine sobre los peces del mar, las aves del cielo, los ganados, las
fieras campestres y los reptiles de la tierra».Dios creó al hombre a
su imagen, a imagen de Dios los creó, macho y hembra los creó.
Dios los bendijo y les dijo: «Sed fecundos y multiplicaos, poblad
la tierra y sometedla; dominad sobre los peces del mar, las aves del
cielo y cuantos animales se mueven sobre la tierra». Y añadió: «Yo
os doy toda planta sement�fera que hay sobre la superficie de la
tierra y todo árbol que da fruto conteniendo simiente en sí. Ello
ser� vuestra comida. A todos los animales del campo, a las aves del
cielo y a todos los reptiles de la tierra, a todo ser viviente, yo
doy para comida todo herbaje verde». Y así fue. Vio Dios todo lo que
había hecho, y he aquí que todo estaba muy bien. Hubo tarde y
mañana: día sexto.
Así fueron acabados el cielo y la tierra y todos sus elementos.
Dios dio por terminada su obra el séptimo día, y en este día
descans� de toda su obra. Dios bendijo el día séptimo y lo
santificó, porque en Él había descansado de toda la obra de su
actividad creadora.
Al final de cada lectura el pueblo
responde de la forma habitual:
R/. Amén. |
Lectione
prima finita, dicit diaconus: |
Finalizada la lectura primera, el
diácono dice: |
Pro
sollemnitáte pascháli flect�mus g�nua. |
Por
esta solemnidad pascual, arrodillémonos. |
Et omnes genua flectunt. Post paululum
vero dicit: |
Y todos se arrodillan. Después de
unos instantes dice: |
Lev�te. |
Levantaos. |
Et surgunt.
Celebrans dicit: |
Y se levantan.
El celebrante dice: |
Oratio / Oración |
Pro sollemnitáte pascháli flexis g�nibus, te,
Pater omnípotens, obsecr�mus, ut mors Unigéniti tui, Dómini
nostri, qui vitam omni c�ntulit mundo, toti grátiam c�nferat
pópulo christiáno. Resurréctio quoque eius nos ad cæléstia
s�blevet, et a corruptióne vitæ huius er�ptos immortalitáti
ætérne cons�ciet.
R/. Amen.
|
Tras
doblar nuestras rodillas en la solemnidad de la pascua, te
rogamos, Padre todopoderoso, que la muerte de tu Unigénito,
nuestro Señor, que dio la vida a todo el mundo, conceda la
gracia a todo el pueblo cristiano.
Que su resurrección nos eleve hacia lo celestial, y
arrancándonos de la corrupción de esta vida, nos asocie a la
eterna inmortalidad.
R/.
Amén. |
Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui es benedíctus et vivis et ómnia regis
in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Por tu misericordia,
Dios nuestro, que eres bendito y vives y todo lo gobiernas por los siglos de
los siglos.
R/.
Amén. |
LECTIO
SECUNDA
/ Lectura segunda |
Annus primus /
Año I |
Gén 5,32-6,3.5-6.13-14;
7,1-5.17.23; 8,1.4.6-8.9-11.13.15-18.20-21 (2)
|
Léctio libri G�nesis.
R/. Deo grátias. |
Lectura del libro del G�nesis.
R/. Demos gracias a Dios. |
In diébus illis:
Noe cum quingent�rum esset annórum, g�nuit Sem, Cham et
Iapheth.Cumque c�píssent hómines multiplic�ri super terram et fílias procreíssent, vidóntes fílii Dei fílias hóminum quod essent pulchræ, accep�runt sibi ux�res
ex ómnibus, quas elégerant.Dixítque Deus: «Non perman�bit spíritus meus in hómine in ætérnum, quia caro
est; er�ntque dies illíus centum vig�nti annórum».
Videns autem Dóminus quod multa malítia hóminum esset in
terra, p�n�tuit eum quod hóminem fecísset in terra. Dixítque Deus ad Noe: «Finis univérsæ carnis venit coram me.Fac tibi arcam
de lignis cupr�ssinis et ingr�dere in eam tu et fílii tui, uxor tua et �xores
fili�rum tu�rum tecum, et ex cunctis anim�ntibus univérs� carnis, te enim vidi
iustum coram me in generatióne hac, ut salv�tur semen super f�ciem univérs�
terr�. Adhuc enim et post dies septem ego
pluam super terram quadragínta diébus et quadragínta nóctibus et del�bo omnem
subst�ntiam, quam feci, de superfécie terræ.
Fecit ergo Noe ómnia, quæ mandíverat ei Dóminus. Fact�mque
est dil�vium, et del�vit omnem subst�ntiam quæ erat super terram.
Add�xit vero Deus spíritum super terram, et prohíbitæ sunt
plúviæ de cœlo, requiev�tque arca die séptimo.
Ap�riens Noe fen�stram arcæ, quam f�cerat, dim�sit corvum;
qui egrediebátur �xiens et rádiens, donec siccarántur aquí super terram. Em�sit
quoque colúmbam a se, ut vidéret si iam cessíssent aquí super f�ciem terræ. Quæ,
cum non invenísset, ubi requiésceret pes eius, revérsa est ad eum in arcam.
Extend�tque manum et appreh�nsam �ntulit in arcam. Exspectátis autem ultra
septem diébus áliis, rursum dim�sit colúmbam ex arca. At illa venit ad eum ad
vísperam portans ramum ol�v� viróntibus fíliis in ore suo. Intell�xit ergo Noe
quod cessíssent aquí super terram.
Et ap�riens tectum arcæ, et ecce aspéxit vidétque quod
exsicc�ta erat superfécies terræ.
Locátus est autem Deus ad Noe dicens: «Egr�dere de arca tu
et uxor tua, fílii tui et ux�res fili�rum tu�rum tecum. cunctaque anim�ntia, quæ
sunt apud te ex omni carne».
Egressus ergo Noe fecit ut dúxerat
ei Deus. ædificavítque altáre Dómino; et tollens de cunctis pec�oribus
mundis et vol�cribus mundis ábtulit holocáusta super altáre. Odorat�sque est
Dóminus odórem suavitátis.
R/. Amen. |
En aquellos días:
No», a la edad de quinientos años, engendr� a Sem, Cam y Jafet.
Cuando los hombres comenzaron a multiplicarse sobre la tierra y les
nacieron hijas, los hijos de Dios vieron que las hijas de los
hombres eran hermosas, y tomaron por esposas las que más les
gustaron. El Señor dijo: «Mi espíritu no permanecer� por siempre en
el hombre, porque es de carne. Sus días serán ciento veinte años».
Al ver el Señor que la maldad de los hombres sobre la tierra era
muy grande se arrepintió de haber creado al hombre sobre la tierra,
y Dios dijo a Noé: «He decidido acabar con todo ser viviente, Hazte un arca de maderas resinosas, y entra en ella tú y tu mujer,
tus hijos y sus mujeres porque tú eres el único hombre justo que he
encontrado en esta generación. Y mete a contigo a todos los seres
vivientes con el fin de conservar la especie sobre la tierra. Porque
dentro de siete días har� llover sobre la tierra por espacio de
cuarenta días y cuarenta noches y exterminar� sobre ella todos los
seres que he hecho».
Noé hizo todo cuanto Dios le había mandado. El diluvio dur�
cuarenta días y todos los seres vivientes sobre la superficie de la
tierra fueron exterminados.
Dios hizo pasar un viento sobre la tierra, y cesó de caer lluvia
y el día séptimo el arca quedó anclada.
Noé abrió la ventana que había hecho en el arca y solt� un
cuervo, el cual estuvo volando, yendo y viniendo, hasta que se
secaron las aguas sobre la tierra. Después solt� una paloma, para
ver si se habían secado las aguas sobre la superficie de la tierra.
La paloma, no encontrando dónde posarse, volvió de nuevo al arca.
Noé sacó la mano, la agarr� y la metió en el arca. Esperú siete días
más, y de nuevo solt� la paloma fuera del arca. Y por la tarde
volvi�, trayendo en su pico una rama de olivo. Así conoció Noé que
las aguas no cubrían ya la superficie de la tierra.
Y levant� la cubierta del arca, mir� y vio que la superficie de
la tierra estaba seca.
Dios habl� a Noé y le dijo: «Sal del arca tú, tu mujer, tus hijos
y tus nueras. Saca también todos los animales que est�n contigo».
Salió, pues, Noé e hizo lo que le dijo Dios. Y levant� un altar
al Señor y, tomando de todos los animales puros y de todas las aves
puras, ofreció holocaustos sobre Él. Y el Señor aspir� el perfume
agradable.
R/. Amén. |
Explicita
lectione secunda, dicit diaconus: |
Terminada la lectura segunda, el
diácono dice: |
Pro
his qui, v�riis necessitátibus det�nti, Pasch� interésse non
possunt, flect�mus g�nua. |
Por
aquellos que por diversas circunstancias no pueden participar en
la celebración de la Pascua, arrodillémonos. |
Et omnes genua flectunt. Post paululum
vero dicit: |
Y todos se arrodillan. Después de
unos instantes dice: |
Lev�te. |
Levantaos. |
Et surgunt.
Celebrans dicit: |
Y se levantan.
El celebrante dice: |
Oratio / Oración |
Deprec�mur te, Pater ætérne, omnípotens Deus, pro
his qui, divérsis necessitátibus det�nti, sollemnitáte pascháli
interésse non meru�runt; ut quia gáudio pres�ntium sunt
exs�rtes, mereántur sanctórum méritis adísse partícipes.
Ut, sicut pássio unig�niti Fílii tui, Dómini nostri, pro
mult�rum salúte occúrrit, ita et hæc cel�britas ánnuæ
festivitátis et præséntibus tr�buat glóriam, et abs�ntibus
c�nferat véniam.
R/. Amen.
|
Te
rogamos, Padre eterno, Dios todopoderoso, por los que, estando
impedidos por diversas causas, no han podido estar presentes en
esta celebración de la pascua; que si ahora no participan del
gozo de los presentes, merezcan luego ser partícipes de los
méritos de los santos.
Y pues la pasión de tu Unigénito Hijo,
nuestro Señor, tuvo lugar por la salvación de todos, esta
festiva celebración de cada año, conceda la gloria a los
presentes y el perdón a los ausentes.
R/.
Amén. |
Per misericórdiam tuam, Deus, qui vivis et ómnia regis
in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Por tu misericordia,
oh Dios, que vives y todo lo gobiernas por los siglos de los
siglos.
R/.
Amén. |
LECTIO
TERTIA
/ Lectura tercera |
Annus primus /
Año I |
Gén 22,1-19 |
Léctio libri G�nesis.
R/. Deo grátias. |
Lectura del libro del G�nesis.
R/. Demos gracias a Dios. |
In diébus illis:
Tent�vit Deus Ábraham et dixit ad eum: �Ábraham». Ille
respóndit: «Adsum». Ait: «Tolle fílium tuum unig�nitum, quem déligis, &Iaacute;saac et
vade in terram M�ria; atque offer eum ibi in holocáustum super unum móntium,
quem monstr�vero tibi�.
�gitur Ábraham de nocte consírgens stravit ásinum suum ducens
secum duos i�venes suos et &Iaacute;saac fílium suum. Cumque concidísset ligna in
holocáustum, surréxit et �biit ad locum, quem pr�cóperat ei Deus. Die autem
tértio, elev�tis óculis, vidit locum procul dixítque ad púeros suos: «Exspect�te
hic cum ásino. Ego et puer illuc usque properúntes, postquam adoravérimus,
revert�mur ad vos».
Tulit quoque ligna holocáusti et impósuit super &Iaacute;saac fílium
suum; ipse vero port�bat in mánibus ignem et cultrum. Cumque duo p�rgerent
simul, dixit &Iaacute;saac Ábrahæ patri suo: «Pater mi�. Ille respóndit: «Quid vis,
fili�. «Ecce, inquit, ignis et ligna; ubi est víctima holocáusti?». Dixit
Ábraham: «Deus provid�bit sibi víctimam holocáusti, fili mi�.
Perg�bant ambo p�riter; et venírunt ad locum, quem osténderat
ei Deus, in quo ædificávit Ábraham altáre et désuper ligna compásuit. Cumque
colligísset &Iaacute;saac fílium suum, pósuit eum in altári super struem lignórum extend�tque Ábraham manum et arr�puit cultrum, ut immol�ret fílium suum.
Et ecce ángelus Dómini de cœlo clam�vit: �Ábraham, Ábraham».
Qui respóndit: «Adsum». Dixítque: «Non ext�ndas manum tuam super púerum neque
f�cias illi quidquam. Nunc cogn�vi quod times Deum et non peperc�sti fílio tuo
unigénito propter me». Lev�vit Ábraham óculos suos vidétque ariétem unum inter
vepres h�r�ntem c�rnibus; quem ass�mens ábtulit holocáustum pro fílio.
Appellav�tque nomen loci illíus: �Dóminus videt�. Unde usque hódie d�citur: «In
monte Dóminus vidétur�.
Voc�vit autem ángelus Dómini Ábraham secóndo de cœlo et dixit:
�Per memet�psum iurávi -verbum Dómini- quia fecísti hanc rem et non peperc�sti
fílio tuo unigénito, benedícam tibi et multiplicábo semen tuum sicut stellas
cœli et velut aránam, quæ est in l�tore maris. Possid�bit semen tuum portas
inimicórum suórum, et benedicántur in sémine tuo omnes gentes terræ, quia
ob�d�sti voci me».
Revérsus est Ábraham ad púeros suos abier�ntque Bersab�e
simul, et habitávit ibi.
R/. Amen. |
En aquellos días:
Dios quiso probar a Abrahán, y le llamó: «¿Abrahán! «Abrahán!». éste
respondió: «Aquí estoy�. Y Dios le dijo: «Toma ahora a tu hijo, al
que tanto amas, Isaac, vete al país de Moria, y ofr�cemelo allá en
holocausto en un monte que yo te indicar�.
Abrahán se levant� de madrugada, aparej� su asno, tom� consigo
dos criados y a su hijo Isaac, partió la leía para el holocausto y
se encamin� hacia el lugar que Dios le había dicho. Al tercer día,
Abrahán alzó los ojos y alcanzó a ver de lejos el lugar; y dijo a
sus criados: «Quedaos aquí con el asno mientras el muchacho y yo
subimos arriba; adoraremos a Dios, y después volveremos con
vosotros».
Abrahán tom� la leía del holocausto y la puso sobre el hombro de
su hijo Isaac. Después tom� en su mano el fuego y el cuchillo, y se
fueron los dos juntos. Isaac dijo a su padre: «¿Padre!». Él
respondió: «¿Qué quieres, hijo mío?». Isaac dijo: «Llevamos el fuego
y la leña; pero �dónde est� el cordero para el holocausto?». Abrahán
respondió: «Dios se proveerá del cordero para el holocausto, hijo
mío».
Y continuaron juntos el camino. Cuando llegaron al lugar que Dios
le había indicado, Abrahán levant� un altar; prepará la leña, at� a
su hijo Isaac y lo puso sobre el altar encima de la leña. Luego tom�
el cuchillo para sacrificar a su hijo.
Entonces el ángel del Señor le llam� desde el cielo y le dijo:
��Abrahán! «Abrahán!». éste respondió: «Aquí estoy�. Y el ángel le
dijo: «No lleves tu mano sobre el muchacho, ni le hagas mal alguno.
Ya veo que temes a Dios, porque no me has negado a tu hijo, tu hijo
único». Abrahán alzó los ojos y vio a sus espaldas un carnero
enredado por los cuernos en un matorral. Tom� el carnero y lo
ofreció en holocausto en lugar de su hijo. Abrahán puso a aquel
lugar el nombre de «El Señor provee», y por eso todavía hoy se dice
«El monte del Señor provee».
El ángel del Señor llam� por segunda vez a Abrahán, y le dijo:
«Juro por mí mismo, palabra del Señor, que, por haber hecho esto y
no haberme negado tu hijo único, te colmar� de bendiciones y
multiplicar� tanto tu descendencia, que ser� como las estrellas del
cielo y como la arena que hay a la otra orilla del mar, y tu
descendencia ocupará la puerta de sus enemigos. Por tu descendencia
serán benditas todas las naciones de la tierra, porque obedeciste mi
voz�.
Abrahán volvió donde sus criados y partieron juntos hacia
Berseba, donde Abrahán se quedó a vivir.
R/. Amén. |
Explicita
lectione tertia, dicit diaconus: |
Terminada la lectura tercera, el
diácono dice: |
Pro
sacerdótibus ac minístris flect�mus g�nua. |
Por
los sacerdotes y ministros, arrodillémonos. |
Et omnes genua flectunt. Post paululum
vero dicit: |
Y todos se arrodillan. Después de
unos instantes dice: |
Lev�te. |
Levantaos. |
Et surgunt.
Celebrans dicit: |
Y se levantan.
El celebrante dice: |
Oratio / Oración |
Sacerd�tes tuos, Dómine, �ndue iustítiam et
minístri tui l�tántur. Illos doctrínis et vitæ exémplis
mun�fica, hos sanctitátis cultu offici�que locupl�ta. Ut dum
utr�que a te augm�nta virtútum percep�runt, sine offensi�ne tuis
altáribus famulántur.
R/. Amen. |
Reviste
de santidad, Señor, a tus sacerdotes, que se alegren tus
ministros. Enriquece a los primeros de doctrina y ejemplos de
vida, llena a los segundos con el cultivo de la santidad y del
oficio ministerial. Para que mientras unos y otros reciban de ti
el desarrollo de sus virtudes, sirvan sin tacha a tus altares.
R/.
Amén. |
Per misericórdiam tuam, Deus
noster, qui vivis et ómnia regis
in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Por tu misericordia,
Dios nuestro, que vives y todo lo gobiernas por los siglos de
los siglos.
R/.
Amén. |
LECTIO
QUARTA
/ Lectura cuarta |
Annus primus /
Año I |
Éx 12,1-11 |
Léctio libri �xodi.
R/. Deo grátias. |
Lectura del libro del éxodo.
R/. Demos gracias a Dios. |
In diébus illis:
Dixit Dóminus ad Móysen et �aron in terra Ægípti: «Mensis iste
vobis princípium m�nsium, primus erit in m�nsibus anni. Loqu�mini ad univérsum
c�tum fili�rum Ísrael et dícite eis: D�cima die mensis huius tollat unusqu�sque
agnum per fam�lias et domos suas. Sin autem minor est númerus, ut suff�cere
possit ad vesc�ndum agnum, ass�met vic�num suum, qui iunctus est dómui suæ
iuxta númerum animárum, quæ suff�cere possunt ad esum agni. Erit autem vobis
agnus absque mácula, m�sculus, ann�culus; quem de agnis vel hædis toll�tis et
serv�bitis eum usque ad quartam décimam diem mensis huius; immolab�tque eum
univérsa congregátio fili�rum Ísrael ad vísperam. Et sument de sánguine eius ac
ponent super utr�mque postem et in superlimin�ribus dom�rum, in quibus c�medent
illum; et edent carnes nocte illa assas igni et ázymos panes cum lact�cis
am�ris. Non comed�tis ex eo crudum quid nec coctum aqua, sed tantum assum igni;
caput cum pédibus eius et intestónis vor�bitis. Nec reman�bit quidquam ex eo
usque mane; si quid res�duum fúerit, igne combur�tis. Sic autem comed�tis illum:
renes vestros accingátis, calceam�nta habíbitis in pédibus, ten�ntes báculos in
m�nibus, et comed�tis festin�nter; est enim Pascha (id est tr�nsitus) Dómini�.
R/. Amen. |
En aquellos días: El
Señor dijo a Moisés y a Aarón en Egipto: «Este mes ser� para
vosotros el principal, el primero de los meses del año.Decid a toda
la comunidad de Israel: El día diez de este mes cada uno se procure
un cordero por familia, un cordero por casa. Si la familia es
demasiado pequeía para consumir el cordero entero, se pondr� de
acuerdo con su vecino, el más próximo a su casa, según el número de
personas y en razón de la porción de cordero que cada cual puede
comer. El cordero ha de ser sin defecto, macho, de un año; podr� ser
cordero o cabrito. Lo guardar�is hasta el día catorce de este mes;
entonces todo Israel lo inmolar� entre dos luces. Con un poco de la
sangre se untarán las jambas y el dintel de las casas en que se ha
de comer. Esa misma noche comer�is la carne asada al fuego, con
panes sin levadura y hierbas amargas. No comer�is nada crudo ni
cocido en agua; todo ha de ser asado al fuego: cabeza, patas y
entrañas. No dejar�is nada de Él para la mañana siguiente; si queda
algo, lo quemíis. Lo comer�is así: ceñidos los lomos, calzados los
pies, báculo en mano. Lo comer�is de prisa, porque es la pascua del
Señor.
R/. Amén. |
Dicit
diaconus post quartam lectionem: |
Tras finalizar la lectura cuarta, el
diácono dice: |
Pro
unitáte fídei cathólicæ flect�mus g�nua. |
Por
la unidad de la fe católica, arrodillémonos. |
Et omnes genua flectunt. Post paululum
vero dicit: |
Y todos se arrodillan. Después de
unos instantes dice: |
Lev�te. |
Levantaos. |
Et surgunt.
Celebrans dicit: |
Y se levantan.
El celebrante dice: |
Oratio / Oración |
Ecclésia tua, Christe, quæ dilat�ta per univérsam
terram diff�sa est, omnes per tuam grátiam in unitátis gr�mio
cólligat; et quamvis semet�psam in géntium variet�te
diff�ndat, fídei tamen divisiónem non s�ntiat. Diss�lve héreses et sch�smata, quæ subv�rtere c�piunt fidem,
quæ nitántur corr�mpere veritátem. Ut sicut tu in cœlis atque in
terra unus atque idem dign�sceris Dóminus, ita tibi in unitáte
fídei s�rviat cunctórum géntium pópulus.
R/. Amen.
|
Tu
Iglesia, Cristo, que se ha extendido ampliamente por todo el
orbe, congregue a todos, por tu gracia, en el regazo de la
unidad; y al ir creciendo ella misma entre la diversidad de las
naciones, no experimente división en la fe. Disuelve las
herejías y los cismas que tratan de subvertir la fe y corromper
la verdad.
Para que como tú en los cielos y en la tierra eres reconocido
como un solo y único Señor, así el pueblo de todas las naciones
te sirva en la unidad de la fe.
R/.
Amén. |
Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui vivis et ómnia regis
in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Por tu misericordia,
Dios nuestro, que vives y todo lo gobiernas por los siglos de
los siglos.
R/.
Amén. |
LECTIO
QUINTA
/ Lectura quinta |
Annus primus /
Año I |
Éx 14,15-15,1
(3) |
Léctio libri �xodi.
R/. Deo grátias. |
Lectura del libro del éxodo.
R/. Demos gracias a Dios. |
Quinta prog�nie ascend�runt fílii Ísrael de
terra Ægípti. Dixítque Dóminus ad Móysen: «Quid clamas ad me?
L�quere fíliis Ísrael, ut proficiscántur.
Tu autem �leva virgam tuam et ext�nde manum tuam super mare et d�vide illud,
ut gradiántur fílii Ísrael in médio mari per siccum.
Ego autem indur�bo cor Ægypti�rum, ut persequántur eos; et glorificábor in
pharaóne et in omni exércitu eius, in c�rribus et in equ�tibus illíus.
Et scient Ægíptii quia ego sum Dóminus, cum glorificátus fúero in pharaóne,
in c�rribus atque in equ�tibus eius».
Toll�nsque se ángelus Dei, qui præcedébat castra Ísrael,
�biit post eos; et cum eo p�riter colémna nubis, pri�ra dim�ttens, post tergum.
Stetit inter castra Ægypti�rum et castra Ísrael; et erat nubes tenebrása et
illáminans noctem, ita ut ad se ínvicem toto noctis témpore acc�dere non
valírent.
Cumque extendísset Móyses manum super mare, r�ppulit illud
Dóminus, flante vento veheménti et ur�nte tota nocte, et vertit in siccum;
divis�que est aqua. Et ingréssi sunt fílii Ísrael per médium maris sicci; erat
enim aqua quasi murus a dextra e�rum et l�va. Persequent�sque Ægíptii ingréssi
sunt post eos, omnis equitátus pharaónis, currus eius et équites per médium
maris.
Iamque advénerat vig�lia matut�na, et ecce resp�ciens
Dóminus super castra Ægypti�rum per colémnam ignis et nubis perturb�vit
exércitum e�rum;
et imped�vit rotas c�rruum, ita ut diff�cile moverántur. Dixérunt ergo
Ægíptii: «Fugi�mus Isra�lem. Dóminus enim pugnat pro eis contra nos».
Et ait Dóminus ad Móysen: «Ext�nde manum tuam super mare,
ut revertántur aquí ad Ægíptios super currus et équites e�rum».
Cumque extendísset Móyses manum contra mare, revérsum est primo dilúculo ad
priórem locum; fugientib�sque Ægíptiis occurr�runt aquí, et inv�lvit eos Dóminus
in médiis fl�ctibus.
Revers�que sunt aquí et operu�runt currus et équites cuncti exércitus
pharaónis, qui sequ�ntes ingréssi fúerant mare; ne unus quidem sup�rfuit ex eis.
Fílii autem Ísrael perrexérunt per médium sicci maris, et aquí eis erant
quasi pro muro a dextris et a s�nistris.
Liberav�tque Dóminus in die illo Ísrael de manu Ægypti�rum.
Et vidérunt Ægíptios mórtuos super litus maris
et manum magnam, quam exerc�erat Dóminus contra eos; timu�tque pópulus
Dóminum et credidérunt Dómino et Móysi servo eius.
Tunc cœcinit Móyses et fílii Ísrael carmen hoc Dómino, et
dixérunt:
Quando lectioni subsequitur canticum non
dicitur in fine Amen.
|
La quinta generación
de los hijos de Israel subió de la tierra de Egipto Y el Señor dijo
a Moisés: «¿Por qué clamas a mí? Di a los israelitas que sigan
adelante. Tú alza tu bastón, extiende la mano sobre el mar y
div�delo para que los israelitas pasen por medio del mar en seco. Yo
endurecer� el corazón de los egipcios y seguirán tras ellos por el
mar; así ser� glorificado a costa del Faraón y de todo su ejército,
de sus carros y de sus caballeros. Los egipcios conocerán que yo soy
el Señor cuando yo sea glorificado a costa del Faraón, de sus carros
y de sus caballeros». Entonces el ángel de Dios, que iba delante
de las huestes de Israel, se puso en marcha y se colocó detrás de
ellos. Se puso igualmente en marcha la columna de nube, que también
fue a situarse detrás de ellos, interponiéndose entre el campo de
los egipcios y el campo de Israel. Para unos la nube era oscura,
mientras que para otros alumbraba la noche, de suerte que no
pudieron acercarse unos a otros durante toda la noche.
Moisés extendió después su mano sobre el mar, y el Señor, por
medio de un recio viento del este, empuj� el mar, dejándolo seco y
dividiendo las aguas. Los israelitas entraron en medio del mar sin
mojarse, mientras las aguas formaban como una muralla a ambos lados.
Los egipcios se lanzaron tras ellos; toda la caballería del Faraón,
sus carros y caballeros entraron tras ellos en medio del mar.
Antes de la madrugada, el Señor mir� desde la columna de fuego y
de nube a las huestes egipcias y las desbarat�. Fren� las ruedas de
los carros, haciéndolos avanzar pesadamente. Los egipcios se
dijeron: «Huyamos de los israelitas, porque el Señor combate por
ellos contra los egipcios».
Y el Señor dijo a Moisés: «Extiende tu mano sobre el mar para que
las aguas se vuelquen sobre los egipcios, sobre sus carros y
caballeros». Moisés extendió su mano sobre el mar, y al amanecer
volvió el mar a su estado normal, mientras los egipcios en
su huida topaban con Él. Así precipit� el Señor a los egipcios en
medio del mar. Las aguas, al juntarse, cubrieron carros y caballeros
y a todo el ejército del Faraón, que había entrado en persecución de
los israelitas. No escapá ni uno solo. Pero los israelitas pasaron
sin mojarse por medio del mar, formando para ellos las aguas como
una muralla a ambos lados.
Así salv� el Señor aquel día a Israel de mano de los egipcios, e
Israel vio a los egipcios muertos en la orilla del mar. Israel vio
el prodigio que el Señor había obrado contra los egipcios, temi� al
Señor y crey� en Él y en Moisés, su siervo.
Entonces Moisés y los israelitas cantaron al Señor este cántico:
Cuando tras la lectura siga un cántico al finalizar
aquella no se dirá Amén. |
CANTICUM
/ Cántico |
Annus primus /
Año I |
Éx 15,1-2.20-21
(4)
|
Cant�mus Dómino: glorióse enim
honorificátus est:
|
Cantemos al Señor, que
se cubrió de gloria. |
V/.
Equum et ascensórem proi�cit in mare.
R/. Glorióse enim honorificátus est. |
V/. Caballo y
caballero precipit� en el mar.
R/. Que se cubrió de gloria. |
V/.
Adi�tor et prot�ctor
mihi fuit Dóminus in salútem.
R/. Glorióse enim honorificátus est. |
V/. Mi
fortaleza y mi cántico es el Señor, Él fue mi salvación.
R/. Que se cubrió de gloria. |
V/.
Hic Deus meus, et
honorific�bo eum; Deus patris mei et exalt�bo eum.
R/. Glorióse enim honorificátus est. |
V/. Él es mi
Dios, yo le alabaré; el Dios de mi padre, lo ensalzar�.
R/. Que se cubrió de gloria. |
Sumpsit ergo María prophet�ssa soror �aron tímpanum in manu
sua; egress�que sunt omnes muláeres post eam cum tímpanis et choris, quibus
præcin�bat dicens:
Cant�mus Dómino, glorióse enim honorificátus est.
|
Mar�a, la profetisa, hermana de Aarón, tom� en sus
manos un tamboril, y las mujeres salieron tras ella con tamboriles y
bailando. Y María les decía:
Cantemos al Señor, que se cubrió de gloria. |
Expleto
cantico quod quint� lectioni subsequitur, omnes surgunt et dicit
diaconus: |
Terminado el cántico que sigue a
la lectura quinta, todos se levantan y el
diácono dice: |
Pro
virg�nibus flect�mus g�nua. |
Por
las vírgenes, arrodillémonos. |
Et omnes genua flectunt. Post paululum
vero dicit: |
Y todos se arrodillan. Después de
unos instantes dice: |
Lev�te. |
Levantaos. |
Et surgunt.
Celebrans dicit: |
Y se levantan.
El celebrante dice: |
Oratio / Oración |
Pro virg�nibus flect�ntes g�nua te, Pater
omnípotens, postul�mus, ut hanc illústrem portiónem Christi
tui, in qua máxime gaudet cath�lica Ecclésia, ampli�ri
fecunditáte en�trias; ut quanto plus numer�sior et incorrupt�rum
númerus exstat, tanto gáudium matris Ecclésiæ aug�scat.
R/. Amen. |
En
favor de las vírgenes, arrodillados te pedimos, Padre
todopoderoso, que a esta ilustre porción del rebaño de tu Hijo,
en la que tiene sus complacencias la Iglesia católica, la
conserves con mayor fecundidad; para que cuanto más numeroso sea
el grupo de los que no conocen la corrupción, tanto más se
aumente el gozo de la madre Iglesia.
R/.
Amén. |
Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui vivis et ómnia regis
in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Por tu misericordia, Dios nuestro,
que vives y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos.
R/.
Amén. |
LECTIO
SEXTA
/ Lectura sexta |
Annus primus /
Año I |
Is 2,1-4.10-11.20; 3,14a;
4,2-6
|
Léctio libri Isaíæ prophétæ.
R/. Deo grátias. |
Lectura del libro del profeta Isaías.
R/. Demos gracias a Dios. |
Verbum, quod vidit Isaías fílius
Amos super Iudam et Ier�salem.
Et erit in novíssimis di�bus
préparátus mons domus Dómini in vértice móntium,
et elev�bitur super colles;
et fluent ad eum omnes gentes.
Et ibunt pópuli multi et dicent:
�Veníte, et ascend�mus ad montem Dómini,
ad domum Dei Iacob,
ut dóceat nos vias suas,
et ambul�mus in s�mitis eius»;
quia de Sion ex�bit lex,
et verbum Dómini de Ier�salem.
Et iudicébit gentes
et arguet pópulos multos;
et confl�bunt gládios suos in vómeres
et l�nceas suas in falces;
non lev�bit gens contra gentem gládium,
nec exercebántur ultra ad prœlium
Ingr�dere in petram, absc�ndere in p�ulvere
a f�cie timóris Dómini et a glória maiestátis eius.
�culi sublímes hóminis humiliabúntur,
et incurv�bitur altitúdo vir�rum;
exalt�bitur autem Dóminus solus in die illa.
In die illa pro�ciet homo �dola sua argántea
et simulácra sua �urea, quæ f�cerat sibi, ut adoráret,
ad talpas et vespertili�nes.
Dóminus ad iudícium véniet
cum s�nibus pópuli sui et princípibus eius:
In die illa erit germen Dómini in splendórem et glóriam,
et fructus terræ sublímis
et exsult�tio his, qui salv�ti fúerint de Ísrael.
Et erit: omnis, qui reléctus fúerit in Sion,
et res�duus in Ier�salem, sanctus vocábitur,
omnis, qui scriptus est ad vitam in Ier�salem.
Cum abl�erit Dóminus sordem fili�rum Sion
et sánguinem Ier�salem l�verit de mídio eius
sp�ritu iudícii et spíritu ardóris,
et cre�bit Dóminus super omnem locum montis Sion
et super c�tum eius
nubem per diem
et fumum et splendórem ignis flamm�ntis in nocte:
super omnem enim glóriam prot�ctio,
et tabernáculum erit in umbr�culum di�i ab �stu
et in securitátem et absconsi�nem a t�rbine et a pl�via.
Tunc cantúvit Isaías prophéta cánticum hoc Deo, et dixit:
|
Visión de Isaías, hijo
de Amós, acerca de Judá y Jerusalén.
Suceder� en los días venideros
que el monte de la casa del Señor
ser� afincado en la cima de los montes
y se alzará por encima de los collados.
Afluirán a Él todas las gentes.Vendr�n muchos pueblos y dir�n:
«Venid, subamos al monte del Señor,
a la casa del Dios de Jacob,
para que nos enseñe sus caminos
y caminemos por sus sendas.
Pues de Sión saldr� la ley
y de Jerusalén la palabra del Señor.
Él gobernar� las naciones
y dictar� sus leyes a pueblos numerosos,
que trocarán sus espadas en arados
y sus lanzas en hoces.
No alzar� ya la espada
pueblo contra pueblo
ni se entrenarán ya para la guerra.
M�tete entre las rocas, esc�ndete en el polvo
ante el terror del Señor, de su imponente majestad,
cuando venga a hacer temblar la tierra.
Los ojos soberbios del hombre serán abatidos,
y la arrogancia de los mortales se doblegará;
sólo el Señor ser� exaltado el día aquel.
Aquel día todos arrojarán a los topos y a los murciélagos
sus ídolos de plata y sus ídolos de oro,
que se hicieron para adorarlos.
Entra en juicio el Señor con los ancianos
y los jefes de su pueblo.
Aquel día el brote del Señor ser� ornamento y gloria,
y el fruto de la tierra ser� orgullo y esplendor
de los librados de Israel.
El que quede en Sión y sobreviva en la ciudad
ser� llamado santo, ser� inscrito
para sobrevivir en Jerusalén.
Cuando el Señor haya lavado la mancha de las hijas de Sión
y haya limpiado a Jerusalén de la sangre en ella derramada,
cuando dicte la sentencia y ejecute la pena,
entonces el Señor formar�, sobre toda la extensión
del monte de Sión y sobre sus asambleas,
una nube de humo durante el día
y un resplandor de fuego llameante por la noche.
Pues encima de todo la gloria del Señor ser� tienda
y cabaña, para dar sombra de día contra el calor,
y refugio y amparo contra la tempestad y la lluvia.
Entonces el profeta Isaías cantú a Dios este cántico y dijo: |
CANTICUM
/ Cántico |
Annus primus /
Año I |
Is 5,1-3.7 |
Cant�bo dilécto meo
cánticum diléct� de v�neæ meæ:
V�nea facta est dilécto in cornu et in loco �beri. |
Quiero cantar para mi
amigo una canción de amor hacia su viña.
Mi amigo tenía una viía en una loma feraz. |
V/. Et macária circumd�di et
circumf�di
et plant�vit v�neam Soreth,
et ædificávi turrim in médio eius.
R/. Et t�rcular fodi in ea, et sust�nui, ut f�ceret
uvas; fecit autem spinas. |
V/. La caví, quit� las
piedras, plant� cepas selectas; en medio de ella construy� una
torre.
R/. Y excaví también un lagar; esperaba que
produjera uvas, pero sólo produjo agrazones. |
V/. Et
nunc, homo Iuda, et habitátis Ier�salem,
iudic�te inter me et v�neam meam.
R/. Et t�rcular fodi in ea, et sust�nui, ut f�ceret
uvas; fecit autem spinas. |
V/. Ahora, habitantes
de Jerusalén, hombres de Judá, juzgad entre mí y mi viña.
R/. Y excaví también un lagar; esperaba que
produjera uvas, pero sólo produjo agrazones. |
V/. V�nea enim Dómini S�baoth
domus est Ísrael;
et domus Iuda nov�llum diléctum.
R/. Et t�rcular fodi in ea, et sust�nui, ut f�ceret
uvas; fecit autem spinas. |
V/. S�, la viía del
Señor omnipotente es el pueblo de Israel; y los hombres de Judá, su
plantel escogido.
R/. Y excaví también un lagar; esperaba que
produjera uvas, pero sólo produjo agrazones. |
V/. Sust�nui ut f�ceret iudícium,
fecit autem iniquitátem,
et non iustítiam, sed clamórem .
R/. Et t�rcular fodi in ea, et sust�nui, ut f�ceret
uvas; fecit autem spinas. |
V/. El Señor esperaba
de ellos respeto a la ley, y hay sangre derramada; esperaba
justicia, y sólo hay gritos de dolor.
R/. Y excaví también un lagar; esperaba que
produjera uvas, pero sólo produjo agrazones. |
Expleto
cantico sext� lectioni subsequente, dicit diaconus: |
Terminado el cántico que sigue a
la lectura sexta, el
diácono dice: |
Pro
his qui eleem�synas f�ciunt flect�mus g�nua. |
Por
los que ofrecen limosnas, arrodillémonos. |
Et omnes genua flectunt. Post paululum
vero dicit: |
Y todos se arrodillan. Después de
unos instantes dice: |
Lev�te. |
Levantaos. |
Et surgunt.
Celebrans dicit: |
Y se levantan.
El celebrante dice: |
Oratio / Oración |
Deprec�mur te, Dómine, pro his qui misericórdiæ
fráctibus eg�ntium subs�dia c�nferunt, ut mereántur ex hac
terróna dispensatióne cæléstem perc�pere remuneratiónem; ut
quidquid in �sibus indig�ntium c�nferunt, proféciat illis ad
fructum cæléstium præmi�rum.
R/. Amen. |
Te
rogamos, Señor, por todos aquellos que prestan ayuda a los
indigentes con obras de misericordia; para que merezcan, por lo
que dan en la tierra, recibir el premio celestial: que todo lo
que entregan para bien de los pobres les aproveche para obtener
el premio de los bienes eternos.
R/.
Amén. |
Per misericórdiam tuam, Deus
noster, qui vivis et ómnia regis
in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Por tu misericordia,
Dios nuestro, que vives y todo lo gobiernas por los siglos de
los siglos.
R/.
Amén. |
LECTIO
SEPTIMA
/ Lectura s�ptima |
Annus primus /
Año I |
Ez 37,1-14 (5) |
Léctio libri Ezechi�lis prophétæ.
R/. Deo grátias. |
Lectura del libro del profeta Ezequiel.
R/. Demos gracias a Dios. |
In diébus illis:
Facta est super me manus Dómini et ed�xit me in spíritu Dómini et
pósuit me in médio campi, qui erat plenus �ssibus, et circumd�xit me
per ea in gyro: erant autem multa valde super f�ciem campi s�ccaque
vehem�nter.
Et dixit ad me: «Fili hóminis, put�sne vivent ossa ista?».
Et dixit ad me: «Vaticin�re super ossa ista et dices eis: Ossa
�rida, audíte verbum Dómini. Hæc dicit Dóminus Deus �ssibus his:
Ecce ego intromíttam in vos spíritum, et viv�tis, et dabo super vos
nervos et succr�scere f�ciam super vos carnes et superext�ndam in
vobis cutem et dabo vobis spíritum, et viv�tis et sci�tis quia ego
Dóminus».
Et prophet�vi, sicut pr�cóperat mihi. Factus est
autem s�nitus, prophet�nte me, et ecce comm�tio; et access�runt ossa
ad ossa, unumqu�dque ad iunct�ram suam. Et vidi, et ecce super ea
nervi et carnes ascend�runt, et ext�nta est in eis cutis désuper,
sed spíritum non habíbant.
Et dixit ad me: «Vaticin�re ad spíritum;
vaticin�re, fili hóminis, et dices ad spíritum: Hæc dicit Dóminus
Deus: A quáttuor ventis veni, spíritus, et ins�ffla super
interféctos istos, ut reviv�scantú.
Et prophet�vi, sicut pr�cóperat mihi, et ingréssus
est in ea spíritus; et vixérunt steter�ntque super pedes suos,
exércitus grandis nimis valde. Et dixit ad
me: «Fili hóminis, ossa hæc univérsa domus Ísrael est. Ipsi dicunt:
«Aru�runt ossa nostra, et p�riit spes nostra, et abscíssi sumus».
Propt�rea vaticin�re et dices ad eos: Hæc dicit Dóminus Deus: Ecce
ego ap�riam túmulos vestros et ed�cam vos de sepúlcris vestris,
pópulus meus, et indúcam vos in terram Ísrael; et sci�tis quia ego
Dóminus, cum aperúero sepúlcra vestra et edúxero vos de t�mulis
vestris, pópulus meus. Et dabo spíritum meum in vobis, et viv�tis,
et colloc�bo vos super humum vestram, et sci�tis quia ego Dóminus.
Locátus sum et f�cio». Ait Dóminus Deus. R/. Amen. |
En aquellos días: El
Señor puso su mano sobre mí, me traslad� por medio de su espíritu y
me dej� en medio de la vega, que estaba llena de huesos. Me hizo
pasar por ellos en todas las direcciones. Era una cantidad inmensa a
lo largo de la vega y estaban completamente secos.
Y me dijo: «Hijo de hombre, �podr�n revivir estos huesos?». Y
me dijo: «Profetiza sobre estos huesos y diles: «Huesos resecos,
escuchad la palabra del Señor! Esto dice el Señor Dios a estos
huesos: Yo har� que entre de nuevo el espíritu en vosotros y
revivir�is. Os cubrir� de nervios, har� crecer sobre vosotros
la carne, os echar� encima la piel y os infundir� el espíritu y
vivir�is, y sabr�is que yo soy el Señor». Yo profeticó como me había ordenado, y mientras
profetizaba se sintió un ruido; hubo un estremecimiento y los huesos
se juntaron unos a otros. Miré y vi aparecer sobre ellos los
nervios, crecer la carne y recubrirse todo de piel. Pero no tenían
el espíritu de vida.
Entonces Él me dijo: «Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de
hombre, y di al espíritu: Esto dice el Señor Dios: «Ven, espíritu,
de los cuatro vientos y sopla sobre estos muertos para que
revivan!». Profeticó como el Señor me había ordenado, y el
espíritu entró en aquellos huesos, que se reanimaron y se pusieron
en pie. Era una cantidad inmensa. Y me dijo: «Hijo de hombre,
estos huesos son toda la casa de Israel. Ellos andan diciendo: «Se
han secado nuestros huesos, se ha desvanecido nuestra esperanza,
estamos perdidos para siempre! Por eso profetiza y diles: Esto dice
el Señor Dios: Mirad, yo abriré vuestras tumbas, os har� salir de
vuestros sepulcros, pueblo mío, y os llevar� a la tierra de Israel.
Y sabr�is que yo soy el Señor, cuando abra vuestras tumbas y os haga
salir de vuestros sepulcros, pueblo mío. Infundiré en vosotros mi
espíritu y revivir�is; os establecer� en vuestro suelo y sabr�is que
yo, el Señor, lo digo y lo hago», dice el Señor. R/. Amén. |
Septima
lectione perfecta, dicit diaconus: |
Concluida la lectura
s�ptima, el
diácono dice: |
Pro
peregrin�ntibus et navig�ntibus flect�mus g�nua. |
Por
los peregrinos y navegantes, arrodillémonos. |
Et omnes genua flectunt. Post paululum
vero dicit: |
Y todos se arrodillan. Después de
unos instantes dice: |
Lev�te. |
Levantaos. |
Et surgunt.
Celebrans dicit: |
Y se levantan.
El celebrante dice: |
Oratio / Oración |
Concéde, Pater omnípotens, cunctos peregrin�ntes
pátri� fúeri r�duces, et quosc�mque turbul�nti maris
pr�vehit fluctus ad tranquillitátis r�voca portum.
Mereántur in hac sollemnitáte utr�que, et terræ ex�lium et
maris ev�dere ex�tium; ut comm�ne huius lætítiæ votum cunctis
gener�le sit gáudium.
R/. Amen.
|
Concédenos,
Padre omnipotente, que todos los peregrinos vuelvan a su patria,
y a todos los que surcan el mar turbulento tr�elos al puerto de
la tranquilidad.
Merezcan unos y otros en esta solemnidad quedar libres del
exilio en la tierra y del naufragio en el mar, para que el común
deseo de esta alegría se convierta en gozo general.
R/.
Amén. |
Per misericórdiam tuam, Deus, qui vivis et ómnia regis
in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Por tu misericordia,
oh Dios, que vives y todo lo gobiernas por los siglos de los
siglos.
R/.
Amén. |
LECTIO
OCTAVA
/ Lectura octava |
Annus primus /
Año I |
Ha 1,1-6; 2,11-14.18-20 |
Léctio libri H�bacuc prophétæ.
R/. Deo grátias. |
Lectura del libro del profeta Habacuc.
R/. Demos gracias a Dios. |
V�sio quam vidit
H�bacuc prophéta. �squequo, Dómine,
clamábo,
et non exáudis?
Vocifer�bor ad te: «Viol�ntia»,
et non salvas?
Quare ostend�sti mihi iniquitátem
et malítiam vides?
Et v�stitas et violíntia est coram me,
et facta est conténtio, et i�rgium ex�ritur.
Propter hoc languet lex,
et non pervénit usque ad finem iudícium.
Quia ímpius pr�valet advérsus iustum,
propt�rea egr�ditur iudícium pervérsum.
«Asp�cite in géntibus et vidéte,
admir�mini et obstup�scite,
quia opus f�cio in diébus vestris,
quod nemo credet, cum narrárbitur.
Quia ecce ego suscit�bo Chald�os,
gentem amóram et vel�cem,
ambul�ntem super latitúdinem terræ,
ut poss�deat tabernácula non sua». Quia lapis
de paráete clamábit,
et trabes de contignatióne respondébit ei.
Væ, qui ædéficat civitátem in sangu�nibus
et condit urbem in iniquitáte.
Numquid non hæc a Dómino sunt exércituum,
ut lab�rent pópuli pro igne,
et gentes in vácuum fatig�ntur?
Quia repl�bitur terra cognitióne glóriæ Dómini,
sicut aquí opériunt mare. Quid prodest
sc�lptile,
quia sculpsit illud fictor suus,
conflátile et or�culum mendax?
Quia sperúvit in figm�nto fictor eius,
ut f�ceret simulácra muta.
Væ, qui dicit ligno: «Experg�scere»,
«Surge» lápidi tacónti.
Numquid ipse doc�re péterit?
Ecce iste coopórtus est auro et argánto,
et omnis spíritus non est in visc�ribus eius.
Dóminus autem in templo sancto suo;
s�leat a f�cie eius omnis terra. Tunc cantúvit H�bacuc prophéta cánticum hoc Deo, et dixit: |
Oróculo que tuvo en visión el profeta Habacuc.
«Hasta cuándo, Señor, pedir� auxilio sin que tú escuches?
Yo te grito: «¿Violencia!», y tú no salvas.
¿Por qué me haces ver tantas injusticias
y tú aceptas el espectáculo de la opresión?
Ante mí no hay más que robos y violencia,
por todas partes hay querellas y discordias.
La ley no se aplica, no triunfa la justicia.
El malvado cerca al justo, y el derecho es conculcado.
Mirad a las gentes y observad;
quedar�is maravillados y asombrados,
pues va a realizarse en vuestros días
una obra que no creeríais si alguno os la contara.
Voy a poner en pie de guerra a los caldeos,
ese pueblo cruel e impetuoso,
que recorre la anchura de la tierra
para apoderarse de moradas ajenas.
S�, las piedras de los muros gritarán
y las vigas del maderamen responder�n.
«Ay de quien edifica una ciudad sobre la sangre
y funda una ciudad sobre el crimen!
«Es que no depende del Señor omnipotente
que los pueblos trabajen para el fuego
y las naciones se afanen para nada?
Pues la tierra se llenará del conocimiento
de la gloria del Señor como las aguas llenan el mar. «De qué sirve
una escultura esculpida por el artista,
una imagen fundida, oráculo engañoso,
para que el que lo ha hecho
ponga en ellos su confianza, fabricando ídolos mudos?
«Ay de quien dice al leño: «Despierta�!;
a la piedra muda: «¿Levántate!».
��ste es el oráculo!
S�, cubierta est� de oro y plata,
pero no tiene soplo alguno de vida.
El Señor, en cambio, est� en su santo templo;
silencio ante la tierra entera. Entonces
cantú el profeta Habacuc este cántico a Dios, y dijo: |
CANTICUM
/ Cántico |
Annus primus /
Año I |
Hab 3,2-3 |
Dómine,
audávi audítum tuum, et t�mui; considerávi ópera tua, et exp�vi.
V/. In
médio du�rum animálium cognosc�ris; dum appropinqu�verint anni
innotesc�ris.
R/. considerávi ópera tua, et
exp�vi.
V/.
Deus a Líbano véniet, et Sanctus a monte op�co et condónso.
R/. considerávi ópera tua, et
exp�vi.
V/. Op�ruit cœlos virtus eius, et láudis
eius plena est terra.
R/. considerávi ópera tua, et
exp�vi. |
Señor, oí tu voz y
temí, considerá vuestra obras y quedó espantado. V/. Os dar�is a conocer en medio de dos animales;
cuando se hayan cumplido los años prescritos.
R/. considerá vuestra obras y quedó espantado.
V/. Vendr� Dios del Líbano y el Santo de un monte
sombrío y espeso.
R/. considerá vuestra obras y quedó
espantado.
Su majestad cubrir� los cielos, y la tierra se
llenar� de sus alabanzas.
R/. considerá vuestra obras y quedó
espantado. |
Expleto
cantico lectioni octav� pertinente, dicit diaconus: |
Terminado el cántico que sigue a
la lectura octava, el
diácono dice: |
Pro
�gr�tis flect�mus g�nua. |
Por
los enfermos, arrodillémonos. |
Et omnes genua flectunt. Post paululum
vero dicit: |
Y todos se arrodillan. Después de
unos instantes dice: |
Lev�te. |
Levantaos. |
Et surgunt.
Celebrans dicit: |
Y se levantan.
El celebrante dice: |
Oratio / Oración |
Miser�re, Dómine, his quos corpor�lis
�gritúdinis valitúdo inv�lvit. Sana cunctos in nobis mentis
corpor�sque langu�res, atque ómnibus s�litam impert�re med�lam;
ut tibi cuncti in salúte ministérium �xpleant fídei, tib�que
r�ferant laudes, qui solus et peccáta cordis em�ndas et
languórem córporum sanas.
R/. Amen. |
Compad�cete,
Señor, de aquellos que sufren enfermedades. Sana en nosotros
todos los males de alma y cuerpo y danos a todos tu acostumbrada
medicación, para que todos en buena salud, cumplan las
obligaciones de la fe y te den gracias, pues sólo tú limpias los
pecados del corazón y sanas las enfermedades del cuerpo.
R/.
Amén. |
Per misericórdiam tuam, Deus
noster, qui vivis et ómnia regis
in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Por tu misericordia,
Dios nuestro, que vives y todo lo gobiernas por los siglos de
los siglos.
R/.
Amén. |
LECTIO
NONA
/ Lectura novena |
Annus primus /
Año I |
Jon 1,1-2,2.11; 3,1-4,11 (6) |
Léctio libri Ion� prophétæ.
R/. Deo grátias. |
Lectura del libro del profeta Jonás.
R/. Demos gracias a Dios. |
Factum
est verbum Dómini ad Ionam fílium Am�thi dicens: «Surge et vade in
N�neven civitátem grandem et prédica in ea, quia ascéndit malítia
eius coram me». Et surréxit Ionas, ut f�geret in Tharsis a f�cie
Dómini; et descéndit Ioppen et invénit navem e�ntem in Tharsis et
dedit naulum eius et descéndit in eam, ut iret cum eis in Tharsis a
f�cie Dómini. Dóminus autem misit ventum
magnum in mare, et facta est temp�stas magna in mari, et navis
periclitabítur c�nteri. Et timu�runt nautæ et clamav�runt unusqu�sque ad deum suum et mis�runt vasa, quæ erant in navi, in
mare, ut alleviar�tur ab eis. Ionas autem descénderat ad interióra
navis et, cum recubuísset, dormi�bat sop�re gravi. Et acc�ssit ad
eum gubern�tor et dixit ei: «Quid? Tu sop�re depr�meris? Surge,
�nvoca Deum tuum, si forte rec�gitet Deus de nobis, et non
pere�mus».
Et dixit unusqu�sque ad collégam suum: «Veníte, et
mitt�mus sortes, ut sci�mus quare hoc malum sit nobis». Et mis�runt sortes, et cœcidit sors super Ionam. Et dixérunt ad eum: ��ndica
nobis cuius causa malum istud sit nobis. Quod est opus tuum, et unde
venis? Qu� terra tua, et ex quo pópulo es tu?». Et dixit ad eos:
«Hebréus ego sum et Dóminum, Deum cœli, ego t�meo, qui fecit mare et
áridam». Et timu�runt viri timóre magno et dixérunt ad eum: «Quid
hoc fecísti?». Cogn�verant enim viri quod a f�cie Dómini f�geret,
quia indic�verat eis.
Et dixérunt ad eum: «Quid faci�mus tibi, ut
contic�scat mare a nobis?». Mare enim magis ac magis intumesc�bat.
Et dixit ad eos: �T�llite me et m�ttite in mare, et cess�bit mare a
vobis; scio enim ego quóniam propter me temp�stas hæc grandis super
vos».
Et remig�bant viri, ut reverterántur ad áridam; et
non valíbant, quia mare magis intumesc�bat super eos. Et clamav�runt ad Dóminum et dixérunt:
¿Qués�mus, Dómine, ne pere�mus in ánima
viri ist�us, et ne des super nos sánguinem innocéntem; quia tu,
Dómine, sicut voluísti, fecísti�. Et tulérunt Ionam et mis�runt in
mare; et stetit mare a fervóre suo. Et timu�runt viri timóre magno
Dóminum et immolav�runt hóstias Dómino et vov�runt vota.
Et præparávit Dóminus piscem grandem, ut
deglut�ret Ionam; et erat Ionas in ventre piscis tribus diébus et
tribus nóctibus. Et or�vit Ionas ad Dóminum Deum suum de ventre
piscis, et ev�muit Ionam in áridam.
Et factum est verbum Dómini ad I�nam secóndo
dicens:
«Surge, vade in N�neven civitátem magnam et
prédica in ea prédicatiónem, quam ego loquor ad te». Et surréxit
Ionas et �biit in N�neven iuxta verbum Dómini.
Et N�neve erat c�vitas magna coram Deo, itínere
trium diérum. Et cápit Ionas intro�re in civitátem itínere diei
uníus; et clam�vit et dixit: «Adhuc quadragínta dies, et N�neve
subvertátur�.
Et credidérunt viri Ninev�tæ in Deo; et
prédicavírunt iei�nium et vest�ti sunt saccis a maióre usque ad
minórem Et pervénit verbum ad regem N�neve; et surréxit de s�lio
suo et abi�cit p�llium suum a se et indátus est sacco et sedit in
c�nere. Et clam�vit et dixit in N�neve decr�to regis et príncipum
eius dicens: �Hómines et ium�nta et boves et pécora non gustent
quidquam nec pascóntur et aquam non bibant; et operiántur saccis
hómines et ium�nta et clament ad Deum in fortitúdine, et convertátur
vir a via sua mala et a violíntia, quæ est in mánibus e�rum. Quis
scit si convertátur et ign�scat Deus et revertátur a fur�re iræ suæ
et non perúbimus?».
Et vidit Deus ópera e�rum, quia convérsi sunt de
via sua mala; et mis�rtus est Deus super malum, quod locútus fúerat
ut f�ceret eis, et non fecit.
Et affl�ctus est Ionas afflictióne magna et irátus
est; et or�vit ad Dóminum et dixit: �óbsecro, Dómine, numquid non
hoc est verbum meum, cum adhuc essem in terra mea? Propter hoc
præoccup�vi ut f�gerem in Tharsis. Sci�bam enim quia tu Deus clemens
et miséricors es, long�nimis et multæ miseratiónis et ign�scens
super malítia. Et nunc, Dómine , tolle, qu�so, ánimam meam a me,
quia mélior est mihi mors quam vita». Et dixit Dóminus: «Put�sne
bene ir�sceris tu?».
Et egréssus est Ionas de civitáte et sedit contra
ori�ntem civitátis et fecit sibi umbr�culum ibi et sedébat subter
illud in umbra, donec vidéret quid acc�deret in civitáte. Et
præparávit Dóminus Deus hæderam, et ascéndit super Ionam, ut esset
umbra super caput eius et prot�geret eum ab afflictióne sua. Et
lætátus est Ionas super hædera lætítia magna.
Et parávit Deus vermem, cum s�rgeret auróra in
cr�stinum, et perc�ssit hæderam, quæ ex�ruit. Et, cum ortus fuísset
sol, præc�pit Deus vento orient�li c�lido; et perc�ssit sol super
caput Ionæ, et el�nguit; et pet�vit ánimæ suæ ut morer�tur, et
dixit: �M�lius est mihi mori quam vívere».
Et dixit Deus ad Ionam: «Put�sne bene irasc�ris tu
super hædera?». Et dixit: «Bene ir�scor ego usque ad mortem». Et
dixit Dóminus: «Tu doles super hæderam, in qua non laborásti neque
fecísti, ut crésceret, quæ sub una nocte nata est et sub una nocte
p�riit. Et ego non parcam N�neve civitáti magnæ, in qua sunt plus
quam centum vig�nti m�lia hóminum, qui nésciunt quid sit inter
déxteram et sinístram suam, et ium�nta multa?. Sed parcam et
miser�bor eis, quia magnum est nomen meum».
R/. Amen. |
El Señor dijo a Jonás,
hijo de Amitay: «Levántate, vete a N�nive, la gran ciudad, y
anónciales que su maldad ha llegado hasta mí». Jonás parti�, pero
para huir a Tarsis, lejos del Señor. Llegó a Jafa, donde encontr�
una nave que se dirigía a Tarsis; pagó su pasaje y se embarcó para
ir con ellos a Tarsis, huyendo de la presencia del Señor.
Pero el Señor desencaden� un fuerte viento sobre el mar, y hubo
una borrasca tan violenta que parecía que la nave iba a hacerse
pedazos. Los marineros, aterrados, comenzaron a invocar cada uno a
su dios; luego echaron al mar la carga para aligerar el peso. Jonás,
mientras tanto, que había bajado al fondo de la nave, se había
acostado y dormía profundamente. El capitán se acercó a Él y le
dijo: «¿Qué haces aquí durmiendo? Levántate e invoca a tu Dios; a lo
mejor ese Dios se preocupa de nosotros y no pereceremos».
Luego los marineros se dijeron unos a otros: «Echemos suertes
para saber quién es la causa de esta desgracia». Echaron suertes, y
la suerte cayá en Jonás.Entonces le dijeron: «Dinos el motivo de
esta desventura. ¿Cuál es tu profesión? «De dónde vienes? ¿Cuál es
tu país? «De qué pueblo eres?». Él respondió: «Soy hebreo y adoro al
Señor, Dios del cielo, que hizo el mar y la tierra». Aquellos
hombres, llenos de miedo, le dijeron: «¿Por qué has hecho esto?».
(Por lo que había dicho sabían que huía de la presencia del Señor).
Luego le dijeron: «¿Qué tenemos que hacer contigo para que el mar
se calme?», pues el mar se embravecía cada vez más. Respondió:
«Agarradme y tiradme al mar, y éste se calmará, porque s� bien que
por culpa mía os ha sobrevenido esta borrasca».
Los hombres trataron de alcanzar la costa a remo, pero en vano,
porque el mar seguía encrespándose contra ellos. Entonces clamaron
al Señor y dijeron: «Señor, no nos hagas perecer por la vida de este
hombre ni nos hagas responsables de sangre inocente, ya que tú,
Señor, puedes hacer lo que quieras». Luego agarraron a Jonás y lo
tiraron al mar, y el mar se calmó. Entonces aquellos hombres
cobraron un gran respeto al Señor, le ofrecieron un sacrificio y le
hicieron promesas.
El Señor hizo que un gran pez tragase a Jonás, y Jonás estuvo en
el vientre del pez tres días y tres noches. Desde el vientre del pez
Jonás or� al Señor y el pez vomit� a Jonás en la playa.
De nuevo el Señor dijo a Jonás:
«Levántate, vete a N�nive, la gran ciudad, a predicar lo que yo
te diga». Jonás se puso en marcha y se dirigió a N�nive, conforme a
la orden del Señor.
N�nive era una ciudad extraordinariamente grande; para recorrerla
hacían falta tres días. Jonás entró en la ciudad, caminando durante
una jornada y predicando así: «Dentro de cuarenta días N�nive ser�
destruida».
Los ninivitas creyeron a Dios y ordenaron un ayuno; se vistieron
de saco chicos y grandes. El rey de N�nive, al enterarse, se levant�
de su trono, se quit� el manto, se vistió de saco y se sentó en el
suelo.Y por orden del rey y de sus magnates se publicó en N�nive
este bando: «Hombres y bestias, ganado mayor y menor no probarán
bocado, no pastarán, ni beberán agua. Que se cubran de saco los
hombres y los animales, y que invoquen a Dios con fuerza; que cada
uno se convierta de su mala conducta y de la violencia de sus manos.
A lo mejor Dios cambia de parecer, se aplaca el ardor de su ira y no
perecemos».
Al ver Dios lo que hacían y cómo se habían convertido de su mala
conducta, tuvo compasión de ellos y no llev� a cabo el mal con el
que los había amenazado.
Esto le sentó mal a Jonás; se enfad� mucho y se encará así con el
Señor: «Ah, Señor, �no lo decía yo ya cuando estaba todavía en mi
tierra? �Y no fue por esto por lo que me apresur� a ir a Tarsis? Yo
sabía que tú eres un Dios clemente, misericordioso y paciente, lleno
de compasión y pronto a arrepentirte de las amenazas. Ahora, Señor,
te suplico que me quites la vida, porque mejor es para mí morir que
vivir�. El Señor le dijo: «¿Piensas que tienes razón al enfadarte?».
Jonás salió de la ciudad y se estableció al oriente de la misma,
donde se hizo una cabaía y se sentó a su sombra hasta ver qué
sucedía a la ciudad.El Señor hizo brotar una planta de ricino, que
creció sobre Jonás para dar sombra a su cabeza y librarle así de una
insolación. Jonás experimentó gran alegría por aquel ricino.
Pero al día siguiente, al rayar el alba, el Señor mandí un gusano
que picú el ricino, el cual se sec�. Al salir el sol, Dios mandí un
viento sofocante del este, y el sol abrasador caía sobre la cabeza
de Jonás, el cual, a punto de desvanecerse, se deseaba la muerte y
decía: �Más vale morir que vivir�.
Pero Dios dijo a Jonás: «¿Piensas que tienes razón al enfadarte
por este ricino?». Él respondió: «S�, tengo razón de enfadarme hasta
la muerte». El Señor le dijo: �Tú te enfadas por un ricino que no te
ha costado fatiga alguna, que no has hecho tú crecer, que en una
noche ha nacido y en una noche ha muerto, �y no voy a tener yo
compasión de N�nive, en la que hay más de ciento veinte mil personas
que no saben distinguir su derecha de su izquierda, y una gran
cantidad de animales?. Mas voy a tener
compasión y misericordia de ellos, porque grande es mi nombre».
R/. Amén. |
Expleta
lectione nona, diaconus dicit: |
Terminada la lectura novena, el
diácono dice: |
Pro
pœniténtibus flect�mus g�nua. |
Por
los penitentes, arrodillémonos. |
Et omnes genua flectunt. Post paululum
vero dicit: |
Y todos se arrodillan. Después de
unos instantes dice: |
Lev�te. |
Levantaos. |
Et surgunt.
Celebrans dicit: |
Y se levantan.
El celebrante dice: |
Oratio / Oración |
Cunctórum
pœniténtium, Pater, súscipe fletus et quos h�ctenus diábolus
v�riis viti�rum s�rdibus inquin�vit, resp�ctu pietátis tuæ
puréfica. Tribue cunctis prætérita peccáta defl�re, et
futára non admíttere: ab illis misericórdia tua præveni�nte,
mundántur; ab istis, tua custodi�nte grátia, liberántur.
R/. Amen.
|
Recibe,
Padre, el llanto de todos los penitentes, y a los que hasta
ahora ensució el diablo con las manchas de los diversos vicios,
purif�calos en atención a tu piedad.
Concede a todos llorar los pecados anteriores y no admitir
los futuros: queden limpios de los primeros por tu misericordia
preventiva y libres de los segundos por tu gracia vigilante.
R/.
Amén. |
Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui vivis et ómnia regis
in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Por tu misericordia,
Dios nuestro, que vives y todo lo gobiernas por los siglos de
los siglos.
R/.
Amén. |
LECTIO
DECIMA
/ Lectura décima |
Annus primus /
Año I |
Dan 3,1-24.46-51 |
Léctio libri Dani�lis prophétæ.
R/. Deo grátias. |
Lectura del libro del profeta Daniel.
R/. Demos gracias a Dios. |
In diébus
illis: Nabuchod�nosor rex fecit státuam �uream altitúdine cubit�rum sexag�nta, latitúdine cubit�rum sex; et státuit eam in campo
Dura in província Babyl�nis. ítaque Nabuchod�nosor rex misit ad
congreg�ndos sátrapas, magistrátus et iúdices, duces et tyr�nnos et
præf�ctos omn�sque príncipes provinci�rum, ut convenírent ad
dedicatiónem státuæ, quam erúxerat Nabuchod�nosor rex. Tunc
congregáti sunt s�trapæ, magistrátus et iúdices, duces et tyr�nni et
optim�tes, qui erant in potestátibus constitáti, et univérsi
príncipes provinci�rum ad dedicatiónem státuæ, quam erúxerat
Nabuchod�nosor rex. Stabant autem in conspéctu státuæ, quam posóerat
Nabuchod�nosor, et pr�co clamábat valínter: «Vobis d�citur, pópuli,
tribus et linguæ: in hora, qua audi�ritis s�nitum tubæ et
f�stulæ et c�tharæ, samb�cæ et psaltárii et symphoníæ et univérsi
géneris music�rum, cadíntes ador�te státuam �uream, quam const�tuit
Nabuchod�nosor rex. Si quis autem non prostrátus ador�verit, �adem
hora mittátur in forn�cem ignis ardéntis». Post hæc ígitur, statim
ut audi�runt omnes pópuli s�nitum tubæ, f�stulæ et c�tharæ, samb�cæ
et psaltárii et symphoníæ et omnis géneris music�rum, cadíntes omnes
pópuli tribus et linguæ adoravérunt státuam �uream, quam
constit�erat Nabuchod�nosor rex.
Stat�mque et in ipso témpore acced�ntes viri Chald�i accusav�runt Iudéos dixer�ntque
Nabuchod�nosor regi: «Rex, in ætérnum vive; tu,
rex, posuísti decr�tum, ut omnis homo, qui aud�erit s�nitum tubæ,
f�stulæ et c�tharæ, samb�cæ et psaltárii et symphoníæ et univérsi
géneris music�rum, prost�rnat se et adíret státuam �uream; si quis
autem non pr�cidens ador�verit, mittátur in forn�cem ignis ardéntis.
Sunt ergo viri Iudéi, quos constituísti super ópera provínci�
Babyl�nis, Sedrac, Misac et Abd�nago; viri isti te, rex, non
honórant: deos tuos non colunt et státuam �uream, quam erex�sti, non
adórant�.
Tunc Nabuchod�nosor in fur�re et in ira præc�pit, ut adducerántur
Sedrac, Misac et Abd�nago; tunc viri illi addícti sunt in conspéctu
regis. Pronunti�nsque Nabuchod�nosor rex ait eis: «Ver�ne, Sedrac,
Misac et Abd�nago, deos meos non c�litis et státuam �uream, quam
const�tui, non ador�tis? Numquid estis nunc paráti, quac�mque hora
audi�ritis s�nitum tubæ, f�stulæ, c�tharæ, samb�cæ, psaltárii et
symphon�� omn�sque géneris music�rum, prost�rnere vos et adoráre
státuam, quam feci? Quod si non adoravéritis, e�dem hora mitt�mini
in forn�cem ignis ardéntis; et quis est deus, qui er�piat vos de
manu mea?».
Respond�ntes Sedrac, Misac et Abd�nago dixérunt regi
Nabuchod�nosor: «Non opórtet nos de hac re respóndere tibi: Si enim
Deus noster, quem c�limus, potest er�pere nos de cam�no ignis
ardéntis, et de manu tua, rex, liberábit. Quod si nolíerit, notum
sit tibi, rex, quia deos tuos non c�limus et státuam �uream, quam
erex�sti, non adorémus».
Tunc Nabuchod�nosor replétus est fur�re, et aspéctus faci�i
illíus immutátus est super Sedrac, Misac et Abd�nago; et respóndens
præc�pit, ut succender�tur fornax s�ptuplum quam succ�ndi
consuáverat; et viris fortíssimis de exércitu suo iussit, ut
lig�rent Sedrac, Misac et Abd�nago et m�tterent eos in forn�cem
ignis ardéntis. Et conf�stim viri illi vincti, cum bracis suis et
ti�ris et calceam�ntis et v�stibus missi sunt in médium forn�cis
ignis ardéntis; ítaque, quia i�ssio regis urg�bat, et fornax
succ�nsa erat nimis, viros illos, qui máserant Sedrac, Misac et
Abd�nago, interfécit flamma ignis. Viri autem tres, Sedrac, Misac et
Abd�nago, cecid�runt in médio cam�no ignis ardéntis collig�ti. Et ambul�bant in
médio flamm� laud�ntes Deum et benedicéntes Dómino.
Et non cess�bant, qui immáserant eos, minístri
regis succ�ndere forn�cem naphta et stuppa et pice et malláolis, et
effundebótur flamma super forn�cem c�bitis quadragínta novem et
er�pit et incóndit, quos r�pperit iuxta forn�cem de Chald�is.
ángelus autem Dómini descéndit cum Azaría et s�ciis eius in forn�cem
et exc�ssit flammam ignis de forn�ce et fecit médium forn�cis quasi
ventum roris flantem; et non t�tigit eos omn�no ignis neque
contrist�vit nec quidquam mol�$1tiæ �ntulit.
Tunc hi tres, quasi ex uno ore, laud�bant et
glorificábant et benedicébant Deo in forn�ce dicéntes:
|
En aquellos días: El
rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro, de treinta metros de alta
por tres de ancha; la levant� en la llanura de Dura, en la provincia
de Babilonia. Luego el rey Nabucodonosor dio orden de que se
reuniesen los sátrapas, prefectos, gobernadores generales,
tesoreros, jueces, magistrados y todas las autoridades provinciales,
y asistiesen a la inauguración de la estatua que Él había levantado.
Los sátrapas, prefectos, gobernadores generales, jueces, magistrados
y todas las autoridades provinciales se reunieron para la
inauguración de la estatua levantada por el rey Nabucodonosor. Todos
estaban en pie ante la estatua. Y el pregonero grit� con fuerza: �A
vosotros, pueblos, naciones y lenguas, se os hace saber: En el
momento en que oigáis sonar el cuerno, el pífano, la cítara, la
sambuca, el salterio, la zampoía y toda clase de instrumentos
musicales, os prosternar�is y adorar�is la estatua que ha levantado
el rey Nabucodonosor. Aquellos que no se prosternen y la adoren
serán al punto arrojados en un ardiente horno de fuego». Con tal
motivo, en cuanto se oyó sonar el cuerno, el pífano, la cítara, la
sambuca, el salterio, la zampoía y toda clase de instrumentos de
música, todos los pueblos, naciones y gentes de todas las lenguas se
prosternaron y adoraron la estatua de oro levantada por el rey
Nabucodonosor.
Sin embargo, algunos caldeos se presentaron a acusar a los
judíos. Y dijeron al rey Nabucodonosor: «Oh rey, vive eternamente.
Tú, oh rey, has decretado que todo hombre, apenas oiga sonar el
cuerno, el pífano, la cítara, la sambuca, el salterio, la zampoía y
toda clase de instrumentos de música, se postre y adore la estatua
de oro, y que aquellos que no se postren para adorarla sean
arrojados en un ardiente horno de
fuego. Pues hay algunos judíos, aquellos a quienes pusiste al frente
de la administración de la provincia de Babilonia, esto es, Sidrac,
Misac y Abd�nago, que no te hacen caso, oh rey; no veneran a tu dios
ni adoran la estatua de oro que has levantado».
Entonces Nabucodonosor mont� en cólera y mandí traer a Sidrac,
Misac y Abd�nago, los cuales fueron llevados a la presencia del rey.
Nabucodonosor les preguntó: «¿Es cierto, Sidrac, Misac y Abd�nago,
que no vener�is a mis dioses ni ador�is la estatua de oro que yo he
levantado? «Est�is dispuestos cuando oigáis sonar el cuerno, el
pífano, la cítara, la sambuca, el salterio, la zampoía y toda clase
de instrumentos musicales a postraros y adorar la estatua que he
hecho? Si no la ador�is, ser�is inmediatamente arrojados en un
ardiente horno de fuego; y ¿qué Dios os podr� librar de mis manos?».
Sidrac, Misac y Abd�nago respondieron al rey Nabucodonosor: «No
necesitamos darte una respuesta sobre este particular. Si nuestro
Dios, a quien nosotros veneramos, quiere librarnos del ardiente
horno de fuego y de tus manos, oh rey, nos librar�. Pero si no nos
librase, has de saber, oh rey, que no serviremos a tu dios ni
adoraremos la estatua de oro que has levantado».
Entonces Nabucodonosor, lleno de furor y con el rostro
desencajado de ira contra Sidrac, Misac y Abd�nago, dio orden de que
se encendiese el horno siete veces más de lo corriente y mandí a los
hombres más fuertes de su ejército que ataran a Sidrac, Misac y
Abd�nago y los arrojaran al ardiente horno de fuego.
�stos, vestidos con sus tónicas, ropas y gorros, fueron atados y
arrojados en el ardiente horno de fuego. Como la orden del rey era
apremiante y el horno estaba muy encendido, las llamas alcanzaron y
mataron a los hombres que llevaban a Sidrac, Misac y Abd�nao,
mientras que Sidrac, Misac y Abd�nago cayeron atados dentro del
horno de fuego. Pero andaban por entre las llamas alabando a Dios y
bendiciendo al Señor. Y Azarías, en pie en medio del fuego, oraba
así:
Los siervos del rey que los habían echado en el horno no cesaban
de atizar el fuego con nafta, pez, estopa y sarmientos. La llama se
levantaba por encima del horno unos veinticinco metros, y
expandiéndose fuera abrasó a los caldeos que encontró cerca del
horno. Pero un ángel del Señor bajá al horno junto a Ananías y sus
compañeros, empujó fuera la llama e hizo soplar en medio del horno
como un viento fresco de rocío, y no los tocó en absoluto el fuego,
ni les causó daño ni molestia alguna.
Entonces los tres, a coro, se pusieron a cantar, glorificando y
bendiciendo a Dios dentro del horno diciendo:
|
BENEDICTIONES
/ Bendiciones |
Annus primus /
Año I |
Dan 3,52.57.84.87.88 (7) |
Benedíctus
es, Dómine Deus patrum nostrórum, et laud�bilis et superexaltátus un
sécula.
R/. Amén.
Benedícite, ómnia ópera Dómini, Dómino; hymnum dícite et
superexalt�te eum in sécula.
R/. Amén.
Benedícite, sacerdótes Dómini, Dómino.
R/.
Hymnum dícite et superexalt�te eum in sécula.
Benedícite, sancti et h�miles corde, Dómino.
R/.
Hymnum dícite et superexalt�te eum in sécula.
Benedícite, Anan�a, Azaría et M�sael, Dómino.
R/.
Hymnum dícite et superexalt�te eum in sécula. |
Bendito seas, Señor,
Dios de nuestros padres, alabado y ensalzado eternamente.
R/. Amén.Obras todas del Señor, bendecid al Señor, alabadlo
y ensalzadlo eternamente.
R/. Amén.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor.
R/. Alabadlo y ensalzadlo eternamente.
Santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
R/. Alabadlo y ensalzadlo eternamente.
Ananías, Azarías, Misael, bendecid al Señor.
R/. Alabadlo y ensalzadlo eternamente. |
Expleto
cantu Benedictionum,
lectioni decimæ subsequentium, dicit diaconus: |
Terminado el canto de las
Bendiciones
que sigue a la lectura décima, el
diácono dice: |
Pro
pace pópuli et regum flect�mus g�nua. |
Por
la paz del pueblo y sus dirigentes, arrodillémonos. |
Et omnes genua flectunt. Post paululum
vero dicit: |
Y todos se arrodillan. Después de
unos instantes dice: |
Lev�te. |
Levantaos. |
Et surgunt.
Celebrans dicit: |
Y se levantan.
El celebrante dice: |
Oratio / Oración |
Pro r�gibus
sæculi huius atque princípibus tibi, Pater, flect�ntes g�nua,
obsecr�mus ut tr�buas illis moder�men iustítiæ, amórem pacis,
virtútem pietátis, st�dium bene reg�nd� plebis; ut in
correctióne et rectitúdine e�rum pax simul et r�quies fidélium
provéniat populórum.
R/. Amen. |
Te pedimos, Padre, por
los reyes y gobernantes de este mundo, para que les concedas la
justa moderación, el amor de la paz, la virtud de la piedad, el
deseo cuidadoso de gobernar bien al pueblo; para que en su
corrección y rectitud pueda asentarse la paz y la tranquilidad
de los pueblos fieles.
R/.
Amén. |
Per misericórdiam tuam, Deus
noster, qui vivis et ómnia regis
in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Por tu misericordia,
Dios nuestro, que vives y todo lo gobiernas por los siglos de
los siglos.
R/.
Amén. |
LECTIO
UNDECIMA
/ Lectura undécima |
Annus primus /
Año I |
Dan 3,91(24)-100(33) |
Proséquitur léctio libri Dani�lis
prophétæ.
R/. Deo grátias. |
Continuación de la lectura del libro del profeta
Daniel.
R/. Demos gracias a Dios. |
Tunc
Nabuchod�nosor rex obstupuit et surréxit pr�pere; respóndens ait
optim�tibus suis: «Nonne tres viros mísimus in médium ignis
comped�tos?». Qui respondóntes dixérunt regi: «Vere, rex�. Respóndit
et ait: «Ecce ego vídeo viros quáttuor sol�tos et ambul�ntes in
médio ignis, et nihil corruptiónis in eis est, et spécies quarti
símilis fílio de�rum». Tunc acc�ssit Nabuchod�nosor ad �stium
forn�cis ignis ardéntis et ait: «Sedrac, Misac et Abd�nago, servi
Dei excélsi, egredímini et veníte». Stat�mque egréssi sunt Sedrac,
Misac et Abd�nago de mídio ignis. Et congregáti s�trapæ, magistrátus
et iúdices et poténtes regis contemplabántur viros illos, quóniam
nihil potestátis habuísset ignis in corpóribus e�rum, et capállus
cápitis e�rum non esset ad�stus, et sarab�ra e�rum non fuíssent
immut�ta, et odor ignis non transísset per eos. Et erámpens
Nabuchod�nosor ait: «Benedíctus Deus e�rum, Sedrac, Misac et
Abd�nago, qui misit ángelum suum et �ruit servos suos, qui
credidérunt in eo, et verbum regis immutav�runt et tradid�runt córpora sua, ne serv�rent et ne adorárent omnem deum, excépto Deo
suo. A me ergo pósitum est decr�tum, ut omnis pópulus, tribus et
lingua qu�c�mque locúta fúerit blasph�miam contra Deum Sedrac, Misac
et Abd�nago, in frusta concid�tur, et domus eius in sterquil�nium
fiat, eo quod non est Deus �lius, qui possit ita salváre». Tunc rex
prom�vit Sedrac, Misac et Abd�nago in província Babyl�nis.
Nabuchod�nosor rex ómnibus pópulis, géntibus et linguis, quæ
hábitant in univérsa terra: «Pax vobis multiplicátur. Signa et
mirab�lia, quæ fecit apud me Deus excélsus, pl�cuit mihi prædic�re:
Signa eius quam magna sunt,
et mirab�lia eius quam f�rtia.
Et regnum eius regnum sempitérnum,
et pot�stas eius in generatiónem et generatiónem».
R/. Amen. |
Entonces el rey
Nabucodonosor se acercó y se quedó estupefacto; se levant�
rápidamente y dijo a sus ministros: «¿No hemos echado nosotros al
fuego a estos tres hombres atados?». Respondieron al rey:
«Ciertamente, oh rey�. El rey añadió: «Pues yo veo a cuatro hombres
desatados que andan por medio del fuego, sin sufrir daño alguno; más
aún, el aspecto del cuarto se parece a un hijo de los dioses».
Después Nabucodonosor se acercó a la boca del horno de fuego
ardiente y dijo: «¿Sidrac, Misac y Abd�nago, siervos del Dios
altísimo, salid fuera y venid aquí!». Sidrac, Misac y Abd�nago
salieron del fuego. Los sátrapas, prefectos, gobernadores y
ministros se acercaron y comprobaron que el fuego no había hecho
ningún mal a la persona de aquellos jóvenes y que ni siquiera un
pelo de su cabeza se había quemado, ni sus vestidos se habían
alterado; más aún, ni el olor del fuego había quedado en ellos. Nabucodonosor entonces exclamó: «¿Bendito sea el Dios de Sidrac,
Misac y Abd�nago, el cual ha mandado a su ángel a librar a sus
siervos, que confiaron en Él y desobedecieron la orden del rey,
exponiendo su vida, por no postrarse a adorar a ningún otro fuera de
su Dios! Por tanto, yo ordeno que todo el que blasfeme contra el
Dios de Sidrac, Misac y Abd�nago, de cualquier pueblo, nación o
lengua, que sea cortado en pedazos y su casa hecha un montón de
escombros, porque no hay ningún dios que pueda salvar como éste». En
consecuencia, el rey exalt� aún más la condición de Sidrac, Misac y
Abd�nago en la provincia de Babilonia.
El rey Nabucodonosor a todos los pueblos, naciones y gentes de
todas las lenguas que habitan en la tierra: «¿Que vuestra paz
sea grande! Me ha parecido bien daros a conocer los prodigios y
maravillas que ha hecho conmigo el Dios altísimo.
«Grandes son sus prodigios,
poderosas sus maravillas;
su reino es un reino eterno,
su imperio dura por todas las edades!
R/. Amén. |
Explicita
lectione undecima, diaconus dicit: |
Terminada la lectura undécima, el
diácono dice: |
Pro
compet�ntibus flect�mus g�nua. |
Por
los catecúmenos, arrodillémonos. |
Et omnes genua flectunt. Post paululum
vero dicit: |
Y todos se arrodillan. Después de
unos instantes dice: |
Lev�te. |
Levantaos. |
Et surgunt.
Celebrans dicit: |
Y se levantan.
El celebrante dice: |
Oratio / Oración |
Concéde,
Dómine, omnes qui nunc fídei meru�runt cognosc�re veritátem,
salutáris lav�cri perc�pere innovatiónem. Sicque eos a cunctis
peccatórum s�rdibus baptísmi unda puréficet, ut ultra eos pravi
�peris iniquinam�nta non m�culent.
R/. Amen. |
Concede, Señor, a todos los que ahora
han conocido la verdad de la fe, recibir la innovación por el
bautismo saludable. Y que de tal manera queden purificados por
el agua del bautismo de todas las manchas de los pecados, que no
los vuelvan a manchar las malas obras.
R/.
Amén. |
Per misericórdiam tuam, Deus
noster, qui vivis et ómnia regis
in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Por
tu misericordia, Dios nuestro, que vives y todo lo gobiernas por
los siglos de los siglos.
R/.
Amén. |
Et
dum canitur Psallendum,
ordinatur processio ad baptisterium ad Liturgiam baptismalem
celebrandam. |
Y mientras se canta el
Psallendum,
se organiza la procesión al bautisterio para la celebración de
la Liturgia bautismal. |
PSALLENDUM
/ Salmo de meditación |
Annus primus /
Año I |
Sal 41,1-3 |
Sicut
cervus s�tiens des�derat ad fontes aquírum, ita des�derat ánima mea
ad te, Deus. |
Como la cierva busca
corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío. |
V/.
Sit�vit ánima mea ad Deum vivum quando véniam et apparábo ante
f�ciem Dei?.
R/. Ita des�derat ánima mea ad te,
Deus. |
V/. Mi alma tiene sed
de Dios, del Dios viviente: �cuándo podr� ir a ver el rostro del
Señor?
R/. Así mi alma te busca a ti, Dios
mío. |
Et dum canitur hoc
Psallendum, ordinatur processio ad
baptisterium ad Liturgiam baptismalem celebrandam. |
Y una
vez cantado este Salmo de meditación,
se organiza la procesión al bautisterio para celebrar la Liturgia
bautismal. |
Pars tertia
Liturgia baptismalis
Annus primus
et secundus
Tercera parte
Liturgia bautismal
Años I y II
Post lectionem
ultimam Veteris Testamenti cum sua oratione, ordinatur processio
episcopi, ministrorum et baptizandorum, comitantibus parentibus
et patrinis, ad baptisterium sive fontem, ibique incipit pars
tertia, seu Liturgia baptismalis.
Hæc autem non
habet per se locum in conspectu totius populi; potest tamen uno
vel alio modo ita ordinari, ut populus eam participare possit.
Si vero initio
Quadragesimæ, secundum antiquam traditionem, signatus est fons,
dicit episcopus hanc orationem ad reserandum illum:
|
Finalizada la última lectura del Antiguo Testamento y su
oración, el obispo, los ministros y los bautizandos, acompañados
por sus padres y padrinos, se dirigen en procesión al
bautisterio o fuente y allá da comienzo la parte tercera, o
Liturgia bautismal. Las
cosas que siguen no tienen que desarrollarse a la vista de todo
el pueblo, si bien de una forma u otra, el pueblo puede
participar en ellas.
Si al comienzo de la Cuaresma,
según la antigua tradición, se ha sellado la fuente, el obispo
dice esta oración para abrirla: |
Oratio /
Oración |
Ad venerábilem salutis ætérnæ fontem
gréssibus c�ncitis properúntes, obsecr�mus magnificéntiam tuam,
dominótor omnípotens Deus, ut fontem signátum cl�vibus
indulgéntiæ tuæ nobis reser�ri præc�pias et dulcíssimum aquí
p�culum siti�ntibus imp�rtias. �ntonet super aquas has
vox tuæ divinitátis, et Spíritus tuæ sanctificatiónis inh�bitans
in eis med�lam valetúdinibus c�nferat univérsis.
Emissiónes quoque paradísi nunc ex eo largi�nter
pr�fluant; ut cæléstium gratiárum mónera novi inf�ntes, te
propiti�nte, perc�piant.
R/. Amen.
|
Acercándonos a la venerable fuente de
la salud eterna, con animados pasos, suplicamos tu
magnificencia, omnipotente Dios dominador, para que mandes que
la fuente sellada sea abierta para nosotros con las llaves de tu
indulgencia y hagas partícipes a los sedientos del vaso
dulcísimo de agua. Suene sobre estas aguas la voz de tu
divinidad, y el Espíritu de tu santificación que habita en ellas
confiera a todos los enfermos el remedio.
Lo que mana ciertamente del paraíso fluya ahora largamente de
Él para que los nuevos niños, propiciándolo tú, perciban los
dones de las gracias celestes.
R/. Amén. |
Per ineff�bilem bonitátem tuam, Deus noster, qui vivis et
cuncta dominóris
in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Por tu inefable bondad, Dios
nuestro, que vives, y todo lo gobiernas por los siglos de los
siglos.
R/. Amén. |
Et reseratur fons. |
Y se
abre la fuente. |
Postea vero facit episcopus exorcismum
et benedictionem fontis, pr�cedente vero hac admonitione: |
Después el obispo realiza el
exorcismo y la bendición de la fuente, precedidas de la
siguiente admonición: |
Admonitio /
Admonición |
Deum immort�lium múnerum et salutárium
gratiárum, fratres dilectíssimi, concórdi mente et h�mili
oratióne posc�mus, ut per Verbum et Sapi�ntiam et Virtútem suam,
Dóminum nostrum Iesum Christum, Fílium suum, concurr�nti ad
salutáre baptísmum plebi suæ grátiam novæ creatiónis ind�lgeat:
atque acc�sum hinc p�nitus malígn� cogitatiónis avértens,
infúndat vit�li lav�cro Spíritum Sanctum suum; ut dum s�tiens
fidem pópulus aquas salutáris ingr�ditur, vere, ut scriptum est,
per aquam et Spíritum Sanctum renascántur; et consep�lti in
lav�cro Redempt�ri suo, in similitúdinem sacri digni mystérii,
cui commoriántur in baptísmo, ei res�rgant in regnum.
R/. Amen.Præstet ipse Dóminus qui vivit et
ómnia regit in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Hermanos queridos, pidamos con
espíritu concorde y oración humilde al Dios de los dones
inmortales y las gracias saludables que por medio de su palabra,
sabiduría y fuerza, nuestro Señor Jesucristo su Hijo conceda la
gracia de la nueva creación a su pueblo, que afluye al bautismo
de salvación; y, alejando totalmente de aquí todo acecho de
maquinaciones perversas, derrame su Espíritu Santo en el baño
vivificante; para que, al entrar el pueblo sediento de fe en las
aguas de la salvación, renazca en verdad por el agua y el
Espíritu Santo, tal como fue escrito; y, consepultados por el
baño con su Redentor, hechos dignos de ser imagen del sagrado
misterio, resuciten en orden al reino para aquíl por quien
mueren en el bautismo.
R/. Amén.Que lo otorgue el mismo
Señor, que vive y todo lo gobierna por los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Hic peractis, veniens sacerdos
ad fontem, exsufflat fontem tribus vicibus, recitans hunc
exorcismus, faciem ad occidentem tenens: |
Hecho esto, se acerca un sacerdote a la fuente, sopla tres veces sobre la fuente y, vuelto hacia el occidente, recita este exorcismo: |
Exorcismus fontis /
Exorcismo de la fuente |
Discéde,
imm�nde spíritus, ab ómnibus quibus fides nostra us�ra est
religiónis offício sacram�nti.
Nec præt�ndas culpam
críminis, qui agn�scis poténtiam Salvatóris. Non est mériti
confid�ntia, sed præcépti; licet ipsa pot�stas ministérii
d�gnitas sit minístri.Te, ígitur, per comm�nem Deum, aquí creatóra, convénio,
ut, conserv�nte motu sensibilitátis, int�lligens sub�ci
serv�tio, quo placére Deo n�timur, non rec�ses. Omnem a te
communi�nem d�monum, omne collégium iniquitátis exp�rges, totam
phant�smatis labem capax domínicæ præceptiónis ext�rmines; ut
grátiam sanctificatiónis ind�pta, tuo nostr�que p�riter
Creatóri, quos acc�peris culp�biles rest�tuas innocéntes.
R/. Amen.
Per Dóminum nostrum Iesum Christum, qui vivit et ómnia regit
in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Ap�rtate, espíritu inmundo, de todos los que practicamos nuestra fe, viviendo en religión por la virtualidad del sacramento.
No pretendas atraer el pecado cuando tienes que reconocer el poder del Salvador. No te lo mando porque conf�e en mis méritos, confío en el mandato que se me ha dado, aunque por lo demás, el mismo poder del ministerio constituye al ministro en dignidad.A ti, pues, criatura agua, por Dios, nuestro común creador, vengo a decirte que, como un ser sensible e inteligente, no
rehuses someterte al servicio con el que intentamos servir a Dios. Queda limpia detoda convivencia con el demonio, de todo comercio con la iniquidad; aparta de ti todo contagio fantasmal, para hacerte digna de recibir los mandatos del Señor; para que alcances la gracia de la salvación, y a los que recibas culpables, los devuelvas inocentes al creador tuyo y nuestro.
R/. Amén.
Por nuestro Señor Jesucristo, que
vive y todo lo gobierna por los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Post hæc dicit hanc
benedictionem: |
Tras esto, dice esta
bendición: |
Benedictio fontis /
Bendición de la fuente |
Sanctificáre
per Verbum Dei, unda cæléstis; sanctificáre, aqua, Christi
calc�ta vest�giis, quæ móntibus pressa non claud�ris, quæ
sc�pulis ill�sa non fr�ngeris, quæ terris diff�sa non d�ficis.
Tu s�stines áridam, portas móntium p�ndera, nec dem�rgis.
Tu cælórum vértice contin�ris; circumf�sa per totum, lavas
ómnia, nec lav�ris.
Tu, fugi�ntibus pópulis Hebreórum, in gl�ciem dur�ta
constr�ngeris.
Tu rursus, salis resol�ta vert�cibus, Nili �ccolas perdis, et
hóstilem globum freto sæviénte pers�queris.
Una ead�mque es: salus fidélium et �ltio crimin�sis.
Te per Móysen perc�ssa rupes ev�muit; nec �bdita c�utibus lat�re
potuísti, cum Maiestátis império iussa prod�res.
Tu, gest�ta n�bibus, imbre iuc�ndo arva fec�ndas.
Per te �ridis �stu corpóribus ducis ad grátiam salutáris, ad
vitam potus infúnditur.
Tu, �ntimis scat�riens venis, aut spíritu inclúsa, vit�lem aut
sucum fértilem præstas, ne sicc�ta, exanim�ta visc�ribus,
sollémnes neget terra prov�ntus.
Per te �nitium, per te finis exsúltat, vel p�tius ex Deo tuum
est ut t�rminum nesci�mus.At tu, Dómine, omnípotens Deus,
cuius virtútem non néscii, dum aquírum mérita præmimus, �peris
insígnia prædic�mus, súscipe propítius n�xios et pietáte s�lita
solve captívos. Redde quod in paradíso Adam pérdidit, quod uxor
adm�sit, quod intemperúntia gul� vor�cis abs�rtuit. Da salutárem
potum, male satur�tis acerbitáte pom�rum; ut indig�sta mort�lium
lues, et ann�sa pern�cies divíno solvántur antídoto. �blue terræ
squal�ntis ingl�viem, disc�te paradísi macáriam fl�mmeis
ob�cibus fluctu�ntem. P�teat rede�ntibus fl�rei ruris ingréssus.
Rec�piant im�ginem deitátis olim p�rditam liv�re serpéntis, ut
quidquid críminum de pr�varicatióne contr�ctum est, huius
g�rgitis puritáte dep�nant. Surgant ad r�quiem, producántur ad
véniam; ut másticis innov�ti liqu�ribus, et redímptos se
n�vierint, et ren�tos.
R/. Amen.
|
S�
santa
por
la
palabra
de
Dios,
corriente
celestial;
s�
santa,
agua
transitada
por
las
pisadas
de
Cristo;
que,
aprisionada
por
los
montes
no
quedas
encerrada,
que,
chocando
con
las
rocas
no
quedas
rota,
que,
derramada
en
la
tierra
no
te
disipas.
Tú
sostienes
la
Tierra,
soportas
el
peso
de
las
montañas
y
no
te
hundes.
Tú
eres
contenida
en
la
b�veda
del
cielo;
derramándote
por
todas
partes,
todo
lo
lavas,
sin
ser
t�
lavada
por
nada.
Tú
para
el
pueblo
hebreo
que
huía
te
condensas
endurecida
en
forma
de
hielo.
Y
tú,
nuevamente
fluida,
aniquilas
con
los
torbellinos
del
oc�ano
a
los
habitantes
del
Nilo,
y
persigues
al
ejército
enemigo
con
el
mar
embravecido.
Tú
eres
una
misma;
pero,
a
la
vez,
salvación
de
los
fieles
y
castigo
de
los
malvados.
A
ti
te
alumbr�
la
peía
golpeada
por
Moisés,
y
no
pudiste
esconderte
oculta
en
las
rocas,
cuando
brotaste
obligada
por
orden
de
la
Majestad.
Tú,
llevada
por
las
nubes,
fecundas
con
la
alegre
lluvia
las
labranzas.
Por
ti
conduces
a
la
gracia
de
la
salud
a
los
cuerpos
agostados
por
el
calor;
se
da
la
bebida
para
la
vida.
Tú,
manando
de
rec�nditos
veneros
o,
embalsada
en
el
viento,
brindas
el
jugo
vital
y
fecundo,
no
sea
que,
resecada
la
tierra
y
con
las
entrañas
est�riles,
niegue
los
frutos
habituales.
Por
ti
hay
contento
en
el
comienzo
y
en
el
final,
o
mejor,
lo
tuyo
viene
de
Dios
para
que
no
conozcamos
el
t�rmino.
Pero
tú,
Señor
Dios
omnipotente,
de
quien
predicamos
-no
desconociendo
el
poder- lo
más
significativo
de
la
creación,
cuando
pregonamos
la
excelencia
de
las
aguas,
acoge
propicio
a
los
pecadores
y
libra
a
los
cautivos
con
tu
piedad
acostumbrada.
Restit�yenos
lo
que
perdió
Adán
en
el
paraíso,
lo
que
la
mujer
extravi�,
lo
que
engull�
la
desenfrenada
voracidad
de
la
gula.
Danos
una
bebida
saludable
a
los
malamente
saciados
con
la
amargura
de
esos
frutos,
para
que
la
intolerable
desventura
de
los
mortales
y
su
secular
desgracia
se
solucionen
con
un
divino
remedio.
Apaga
la
sed
de
la
tierra
�rida,
abate
la
cerca
del
paraíso,
apenas
asegurada
por
los
llameantes
obstóculos.
Sea
abierta
a
los
que
vuelven
la
entrada
de
la
florida
campiña.
Recupera
la
imagen
de
la
deidad,
perdida
entonces
a
causa
de
la
envidia
de
la
serpiente,
a
fin
de
que
cuanto
fuera
contraido
pecaminoso
por
prevaricación
sea
lavado
en
la
pureza
de
este
lago.
Que
de
aquí
emerjan
hacia
la
paz,
que
sean
llevados
al
perdón,
para
que,
renovados
en
la
m�stica
corriente,
se
sientan
redimidos y reconocidos.
R/. Amén. |
Post hoc
facit sacerdos de oleo benedicto crucem in fontem, dicens: |
Tras ello el sacerdote con el santo íleo hace una cruz en la
fuente diciendo: |
In
nómine Patris et Fílii et Spíritus Sancti regn�ntis, Deus, in
sécula sæculórum.
R/. Amen. |
En el nombre del Padre y del Hijo y
del Espíritu Santo que reina, oh Dios, por los siglos de los
siglos.
R/. Amén. |
Post commixtionem aquí et olei, dicit
hanc benedictionem: |
Una vez realizada la conmixtión del agua y el íleo, dice la
siguiente bendición: |
Benedictio / Bendición |
Quamvis
flagiti�rum squal�re sordóntes et consci�ntia mord�nte
facónorum, abiécti et h�miles te, Deus omnípotens, deprec�mur et
quæsumus, ut pro tua miseratióne adsis benígnus, et libens
asp�res, atque propítius has aquas íleo sanctificatiónis
adm�xtas virtátis tuæ múnere benedícas, atque eis ex tuis
s�dibus grátiam sanctitátis infúndas. Ut quic�mque, summo
invocáto nómine Trinitátis, in hæc flu�nta descénderint,
origin�li noxa solvántur et benedictióne perpétua condonántur,
cunt�sque emundáti a v�tiis et confirm�ti spiritu�libus donis,
cæléstibus annotántur in p�ginis; qu�tenus ex hoc lav�cro nov�
vitæ sum�ntes ex�rdium, et véteris depon�ntes elégium, ac per
impositiónem m�nuum promer�ntes Spíritum Sanctum, et præséntibus
c�reant culpis et munéribus potiántur ætérnis, te iugi ac
perpétuo adiut�re fel�ces.
R/. Amen.Qui in
Trinitáte unus Deus vivis et cuncta dominóris per infiníta
semper sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Aunque
sucios
con
la
roía
de
los
vicios
y
remordiéndonos
la
conciencia
de
culpa,
postrados
y
humillados,
te
suplicamos
y
pedimos
a ti,
Dios
omnipotente,
que
por
tu
bondad
nos
asistas
benigno
y
nos
favorezcas
gustoso,
bendiciendo
propicio
con
el
don
de
tu
Espíritu
estas
aguas
mezcladas
con
el
íleo
santo,
y
que
desde
tu
trono
viertas
sobre
ellas
tu
gracia
santa.
Para
que
quienes
descienden
a
esta
corriente,
invocado
el
nombre
altísimo
de
la
Trinidad,
se
vean
libres
de
la
culpa
original
y,
regalados
con
una
bendición
perpetua,
limpios
de
todos
los
vicios
y
confirmados
con
dones
espirituales,
sean
inscritos
en
el libro
del
cielo; de modo que, comenzando a partir de este baño de vida
nueva y dejando de estimar la antigua, recibiendo el Espíritu
Santo por la imposición de manos, se vean libres de las culpas
actuales y enriquecidos con dones eternos, siendo
bienaventurados contigo, permanente y eterno auxiliador.
R/. Amén.
Tú que en la Trinidad vives como un solo Dios y todo lo
gobiernas para siempre por infinitos siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Ista
peracta, deferuntur episcopo, seu sacerdoti, baptizandi, qui, si
loquei possunt, respondent ipsi; secus respondent ministri.
Episcopus, seu sacerdos,
interrogat eum, vel eos, dicens:
|
Llegado este momento, los bautizandos son
presentados al obispo o sacerdote, a quien responderán por sí
mismos si lo pudieren hacer o en su defecto lo harán los padrinos.
El obispo o sacedote le o les interroga diciendo:
|
Abrenuntiatio / Renuncia |
Abren�ntias tu,
fámule Dei N., diábolo et
ángelis eius?
Respondetur a ministris:
Abren�ntio.
Interrogat: Op�ribus eius? -
Respondetur: Abren�ntio.
Interrogat: Impériis eius? -
Respondetur: Abren�ntio. |
�Renuncias
tú, N.,
siervo de Dios, al diablo y a sus ángeles?
Responde al ministro: Renuncio.
Pregunta: ¿A sus obras? -
Responde: Reuncio.
Pregunta: ¿A sus dominios?
- Responde: Reuncio. |
Professio fidei et immersio /
Profesión de fe e inmersión |
Interrogat:
Quis vocáris? - Respondetur:
N.
Interrogat: Credis,
N., in Dóminum Patrem
omnipoténtem? - Respondetur:
Credo.
Interrogat: Et in Iesum Christum,
Fílium eius únicum, Deum et Dóminum nostrum? -
Respondetur: Credo.
Interrogat: Et in Spíritum Sanctum?
- Respondetur: Credo.
Dicis episcopus, seu sacerdos: Et
ego te baptízo in nómine Patris et Fílii et Spíritus Sancti, ut
hábeas vitam ætérnam.
R/. Amen. |
Pregunta: ¿Cómo quieres ser llamado? -
Responde:
N.
Pregunta:
«Crees, N.,
en Dios Padre omnipotente?
Responde:
Creo.
Pregunta:
�Y en Jesucristo, su único Hijo, Dios y Señor nuestro? -
Responde: Creo.
Pregunta:
�Y en el Espíritu Santo? - Responde:
Creo.
El obispo o el sacerdote dice: Y yo te bautizo en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, para que tengas
vida eterna.
R/. Amén. |
Et dum
hæc verba pronuntiar, baptizat eum simplici immersione vel, si
casus fit, unica super caput aquí infusione. |
Y mientras pronuncia estas
palabras, lo bautiza con inmersión simple o, según el caso, con
una única infusión sobre la cabeza. |
Chrismatio /
Crismación |
Signum vitæ
ætérnæ, quod dedit Deus Pater omnípotens per iesum Christum,
Fílium suum, credéntibus in salútem.
R/. Amen. |
Este
es el
signo de la vida eterna, que Dios Padre todopoderoso dio por
Jesucristo, su Hijo, para sus fieles en testimonio de salvación.
R/. Amén. |
Hoc peracto, item imponit manus super singulos
baptizatos, et dicit: |
Tras lo cual impone las manos sobre cada uno de los bautizados y
dice: |
Manuum impositio /
Imposición de manos |
Sancte
Spíritus, omnípotens Deus, qui es Patri et Fílio coætérnus, et
indissec�bilis subst�ntiæ maiest�te unátus, qui post
resurrectiónem nostri Redempt�ris et Dómini, per pacis eius
in�stim�bilem sanctitátem apostolórum fúeras pect�ribus iam
locútus; et ut per te ipsum quoque patírn� fídera promissiónis
compl�res, e�rum post eius ascensiónem clarum illustr�sti
ceonvéntum flagr�ntium virtúte flamm�rum, et vert�cibus ins�dens
iam dic�tos per ígnitas linguas v�riis loqu�lis ornátas, mundum
d�nuo form�sti nasc�ntem; qu�rum in precatióne descéndens, vel
m�nuum impositióne te tr�buens, post lav�cri festa cándida,
salutáris plena tui char�smatis effusi�ne fuls�sti. A
te fides ex�ritur, in te fides ext�nditur, et ex te fides
arm�tur. In te novæ vitæ cogn�tio, per te véteris vitæ purg�tio,
et veræ vitæ, per vitam te doc�nte, vit�lis infúnditur sci�ntiæ
plenitúdo.
Tu pastus animárum, tu dulcédo credéntium, tu es invis�bilis
pingu�do iustórum; qu�rum intercessióne tuam cleméntiam
deprec�mur, ut hos fámulos famulásque tuas illa tu�rum
visitatiónum speciáli benedictióne sanctífices, quia tuis
insígnibus terribíliter in apóstolis micuísti. Da eis,
Dómine, sapi�ntiam, qua conc�lcent stult�tiam sordid�ntem et
ast�tiam mundi ref�giant puni�ntem.
Da intelléctum, quo servent cæléstium medic�mina præcept�rum et
spiritu�lium ext�nguant venéna serpéntium.
Da consílium, ut n�verint te esse quod es, n�verint se esse quod
sunt, et in semet�psis fúeri concupíscant unde tibi ex toto
compl�ceant.
Da fortitúdinem, ut malígni i�cula c�nterant et rep�llant,
arm�que victr�cia advérsus hostem �mprobum appreh�ndant et
dimic�re non désinant.
Da sci�ntiam, ut scire te �mbiant et se nescáre non égeant.
Da pietátem, quæ ad ómnia salutáfera conquir�nda útilis esse
cogn�scitur.
Da eis timórem tuum, quo dum te tim�erint, ubi timor non est
timóre nihil possint. Concéde in eis perpetuíliter tuæ
grátiæ medic�nam, ut qui iam caru�runt vúlnere genu�no, non
proc�mbant éterum repet�to.
Quique ren�ti sunt sacri baptísmatis fonte, sch�smatum non
p�reant pravitáte; et qui chr�smate delib�ti sunt divínæ
unctiónis, non tosp�scant íleo peccatóris; ut ignis tuus, qui
est vit�lis et zelans, torpórem carnélis hebetúdinis in eis
excl�dat, et vigórem vigil�ntiæ spiritu�lis ascéndat.
Tela urat host�lia, arma p�rrigat gloriósa, regenerat�rum corda
succ�ndat, malírum concupiscenti�rum flammas ext�nguat; ut in
eis ignis tuus suæ fortitúdinis vigórem pers�stens amóris tui
flamma præv�leat.
Per quem te verum Deum trinum, non tríplicem, sed unum, non
solit�rium confiteántur et credant, ut in ætérna tecum regnat�ri
sécula vivant.
R/. Amen. |
Oh
santo
Espíritu,
Dios
todopoderoso, tú
eres
coetemo
con
el
Padre
y
el
Hijo
y a
ellos
unido
en
la
majestad
de
una
indivisible
naturaleza;
tú,
después
de
la
resurrección
de
nuestro
Redentor
y
Señor
te
habías
ya
asentado
en
el
corazón
de
los
apóstoles
por
la
imponderable
santidad
de
su
paz,
y tú,
para
completar
también
por
ti
mismo
la
alianza
de
la
promesa
paterna,
iluminaste
después
de
la
ascensión
su
esclarecido
cenóculo
con
la
luz
de
ardientes
llamas
y,
posóndote
en
las
cabezas
de
los
ya
consagrados,
diste
ser,
finalmente,
a
un
mundo
nuevo,
mediante
lenguas
de
fuego
ennoblecidas
con
variados
idiomas.
O
descendiendo
por
la
s�plica
de
aquíllos,
o
comunicándote
ellos
por
la
imposición
de
manos,
después
de
la
cándida
ceremonia
del
bautismo
brillaste
por
la
plena
efusión
de
tu
saludable
crisma.
De ti
procede
la
fe,
en ti
se
dilata
la
fe
y
por ti
es
fortalecida
la
fe.
En ti
est�
el
conocimiento
de
la
nueva
vida,
por ti
la
purgación
de
la
vida
vieja,
y,
bajo
tu
magisterio,
se
infunde
la
plenitud
de
la
ciencia
vital
de
la
vida
verdadera,
a
través
de
la
vida.
Tú,
pasto
de
las
almas,
tú,
dulzura
de
los
creyentes,
tú
eres
el
invisible
tesoro
de
los
justos;
por
cuya
intercesión
suplicamos
tu
clemencia
para
que
santifiques
a
estos
siervos
y
siervas
tuyos
con
aquella
bendición
propia
de
tus
visitas,
con
la
que,
mediante
tus
signos,
brillaste
en
los
apóstoles
de
forma
impresionante.
Dales,
Señor, sabiduría,
por
la
que
pisoteen
la
necedad
embrutecedora
y
se
aparten
de
la
odiosa
astucia
del
mundo;
dales
entendimiento,
por
el
que
se
guarden
la
medicina
de
los
celestes mandamientos
y
neutralicen
el
veneno
de
las
espirituales
v�boras;
dales consejo,
para
que
reconozcan
que tú
eres
lo
que
eres
y
ellos
son
lo
que
son,
y
quieran
que
sea
realidad
en
ellos
el
poder
complacerte
en
todo;
dales fortaleza
para
que
rechacen
y
destruyan
las
flechas
del
maligno,
sepan
blandir
armas
victoriosas
contra
el
perverso
enemigo
y
no
cesen
de
luchar;
dales ciencia,
para
que
tengan
hambre
de
conocerte
y
no
tengan
que
lamentar
el
desconocerse;
dales
piedad
que
es
proclamada
útil
para
alcanzar
todo
lo
saludable;
dales temor
para
que,
al
temerte
a
ti
donde
no
hay
motivo
de
temor,
nada
más
tengan
que
temer.
Concédeles
a
perpetuidad
el
remedio
de
tu
gracia,
para
que
quienes
se
vieron
ya
libres
de
la
verdadera
llaga
no
recaigan
en
la
misma
repetida;
y
los
que
renacieron
en
la fuente
del
santo
bautismo
no
perezcan
por
el
mal
de
las
discordias;
y
quienes
fueron
ungidos
con
el
crisma
de
la
divina
unción
no
se
empuerquen
con
el
excremento
del
pecado:
a
fin
de
que
tu fuego,
que
es
vivificante
y
celoso,
aleje
de
ellos
la
torpeza
del
embotamiento
carnal
y
despierte
la
fuerza
de
la
alerta
espiritual.
Que
abrase
los
dardos
hostiles,
proporcione
armas
gloriosas,
haga
arder
el
corazón
de
los
renacidos
y
apague
los
incendios
de
las
malas
pasiones;
para
que
manteniendo
tu fuego
en
ellos
la
intensidad
de
su
fuerza,
prevalezca
la
llama
de
tu
amor.
Por
el
cual
te
confiesen
y
crean
un
verdadero
Dios
trino,
no
triple,
único,
no
solitario,
y
vivan
para
reinar contigo por los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Per
tuam magnam misericórdiam, Deus noster, qui es benedíctus, et
vivis et ómnia dominóris per infiníta semper sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Por tu gran misericordia, Dios
nuestro, que eres bendito y vives y todo lo gobiernas siempre
por todos los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Post hæc imponit episcopus seu sacerdos super baptizatos vestem
candidam, dum dicit hanc orationem: |
Después el obispo o el sacerdote
impone sobre los bautizados las vestiduras blancas, mientras
dice esta oración: |
Impositio vestis candid� /
Imposición de las vestiduras blancas |
�ccipe tibi
vestem cándidam, vestem nupti�lem, quam immaculáto corde feras
ante trb�nal Dómini nostri Iesu Christi in vitam ætérnam.
R/. Amen.Per misericórdiam tuam, Deus
noster, qui vivis et ómnia regis
in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Recibe
la tónica blanca, la tónica nupcial, que has de presentar con
pureza de corazón ante el tribunal de nuestro Señor Jesucristo
para la vida eterna.
R/. Amén.
Por tu misericordia, Dios
nuestro, que vives y todo lo gobiernas por los siglos de los
siglos.
R/. Amén. |
Quibus
omnibus rite peractis, ordinatur denuo processio ad chorum, dum
canitur, inchoante episcopo seu sacerdote, hæc antiphona: |
Debidamente completado este rito,
la procesión se dirige de nuevo al coro, mientras se canta,
iniciada por el obispo o el sacerdote, esta antífona: |
Antiphona /
Antífona |
Cant 4,2; Sal
23,6; 106,2-3 |
Ecce grex quæ
ascéndit de lav�cro, omnes gem�llis f�tibus, et st�rilis non est
in eis. V/. Hæc est
generátio qu�r�ntium eum, qu�r�ntium f�ciem Dei Iacob.
R/. Et st�rilis non est
in eis.
V/. Dicant nunc omnes, qui
redímpti sunt a Dómino quos redímit de manu inimíci.
R/. Et st�rilis non est
in eis.
V/. De regiónibus
congreg�vit eos, a solis ortu, et occásu; ab aquilóne et mari.
R/. Et st�rilis non est
in eis.
|
He
aquí el rebaño de ovejas que regresa del baño,
cada una con crías mellizas, y ninguna privada de ellas. V/.
Tal es la raza de los que lo buscan, los que buscan el rostro
del Dios de Jacob.
R/. Y ninguna
privada de ellas.
V/. Que lo digan los que el
Señor ha liberado, los que Él ha rescatado de la mano de los
opresores.
R/. Y ninguna
privada de ellas.
V/. Los que ha reunido de todos
los países del norte y del sur, del este y del oeste.
R/. Y ninguna
privada de ellas. |
Prosequitur Liturgia verbi anni primi
Continía la Liturgia de la
palabra del año primero
Cumque perverunt
fuerit ad chorum, prosequitur Liturgia verbi hoc modo: legitur in
primis Apostolus,
post cuius lectionem canuntur versus:
Dicant qui redempti sunt a
Domino...
|
Una vez en el
coro, continía la Liturgia de la palabra del siguiente modo: en
primer lugar se lee el Apóstol,
y después de terminada la lectura se canta el versículo:
Que lo digan los que el Señor ha liberado...
|
APOSTOLUS
/ Apóstol |
Annus primus /
Año I |
Rom 6,1-11 |
Epístola Pauli apóstoli ad Rom�nos.
R/. Deo grátias. |
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los
romanos.
R/. Demos gracias a Dios. |
Fratres:
Quid ergo dic�mus? Perman�bimus in peccáto, ut
grátia ab�ndet? Absit. Qui enim mórtui sumus peccáto, quómodo adhuc
vivámus in illo? An ignor�tis quia, quic�mque baptizáti sumus in
Christo Iesu, in mortem ipsíus baptizáti sumus? Consep�lti ergo
sumus cum illo per baptísmum in mortem, ut quemídmodum suscitátus
est Christus a mórtuis per glóriam Patris, ita et nos in novitáte
vitæ ambul�mus. Si enim complant�ti facti sumus similitúdini mortis
eius, sed et resurrectiónis �rimus; hoc sci�ntes quia vetus homo
noster simul crucif�xus est, ut destru�tur corpus peccáti, ut ultra
non servi�mus peccáto. Qui enim mórtuus est, iustificátus est a
peccáto.
Si autem mórtui sumus cum Christo, crédimus quia
simul étiam vivámus cum eo; sci�ntes quod Christus suscitátus ex
mórtuis iam non méritur, mors illi ultra non dominótur. Quod enim
mórtuus est, peccáto mórtuus est semel; quod autem vivit, vivit Deo.
Ita et vos existim�te vos mórtuos quidem esse peccáto, viv�ntes
autem Deo in Christo Iesu, Dómino nostro.
R/. Amen. |
Hermanos: ¿Qué
diremos? «Permaneceremos en el pecado para que abunde la gracia?
«Nunca jamás! Los que hemos muerto al pecado, �cómo vamos a seguir
viviendo en él? «No sabéis que, al quedar unidos a Cristo mediante
el bautismo, hemos quedado unidos a su muerte? Por el bautismo
fuimos sepultados con Cristo y morimos, para que así como Cristo fue
resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también
nosotros caminemos en nueva vida. Pues si hemos llegado a ser una
misma cosa con Él por una muerte semejante a la suya, también lo
seremos por una resurrección parecida. Sabemos que nuestro hombre
viejo ha sido crucificado con Él para que el cuerpo del pecado sea
destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado; pues el
que muere queda libre del pecado.
Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él; sabemos que Cristo, resucitado de entre los muertos, ya no vuelve a
morir, la muerte ya no tiene dominio sobre Él. Al morir, murió al
pecado una vez para siempre; pero al vivir, vive para Dios. Así,
también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios
en unión con Cristo Jesús, nuestro Señor.
R/. Amén. |
PSALLENDUM
/ Salmo de meditación |
Annus primus /
Año I |
Sal 106,2; Is 9,2 |
Dicant
qui redímpti sunt a Dómino, in ætérnum et in sæculum sæculi. |
Que lo digan los que
el Señor ha liberado, para siempre,
por eternidad de eternidades. |
V/.
P�pulus qui sedébat in ténebris vidit lucem magnam.
R/. In ætérnum et in sæculum sæculi. |
V/. El pueblo que
andaba en tinieblas vio una gran luz.
R/.
Para siempre, por eternidad de eternidades. |
Statim autem
accedit episcopus, seu sacerdos, cum diaconibus in pulpitum, et
salutat populum, et legit ipse Evangelium.
|
Inmediatamente, accede al
ambón el obispo o el sacerdote con los diáconos y saluda al
pueblo y Él mismo lee el Evangelio.
|
EVANGELIUM
/ Evangelio |
Annus primus /
Año I |
Mt 28,1-20 |
Léctio sancti Evangélii secóndum
Matthéum.
R/. Glória tibi, Dómine. |
Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
R/. Gloria a ti, Señor. |
In illo témpore:
Sero post sábbatum, cum illuc�sceret in primam sábbati, venit María
Magdal�ne et �ltera María vidére sepúlcrum. Et ecce terræ motus
factus est magnus: ángelus enim Dómini descéndit de cœlo et acc�dens
rev�lvit lápidem et sedébat super eum. Erat autem aspéctus eius
sicut fulgur, et vestiméntum eius cándidum sicut nix. Pr� timóre
autem eius ext�rriti sunt custódes et facti sunt velut mórtui.
Respóndens autem ángelus dixit muli�ribus: «Nol�te
timóre vos; scio enim quod Iesum, qui crucif�xus est, quæritis. Non
est hic: surréxit enim, sicut dixit. Veníte, vidéte locum, ubi
pósitus erat. Et cito e�ntes dícite discípulis eius: «Surréxit a
mórtuis et ecce præc�dit vos in Galiléam; ibi eum vidébitis». Ecce
dixi vobis». Et exe�ntes cito de monum�nto
cum timóre et magno gáudio cucurr�runt nunti�re discípulis eius.
Et ecce Iesus occúrrit illis dicens: «Av�te». Ill�
autem access�runt et tenu�runt pedes eius et adoravérunt eum. Tunc
ait illis Iesus: «Nol�te timóre; ite, nuntiáte frátribus meis, ut
eant in Galiléam et ibi me vidébunt�.
Quæ cum abiíssent, ecce quidam de custódia venírunt
in civitátem et nuntiav�runt princípibus sacerdótum ómnia, quæ facta
fúerant. Et congregáti cum senióribus, consílio accépto, pecániam
copi�sam ded�runt milit�bus dicéntes: «Dícite: «Discípuli eius nocte
venírunt et fur�ti sunt eum, nobis dormi�ntibus». Et si hoc audítum
fúerit a pr�side, nos suad�bimus ei et sec�ros vos faci�mus».
At illi, accépta pecánia, fec�runt, sicut erant
docti. Et divulg�tum est verbum istud apud Iudéos usque in hodi�rnum
diem. �ndecim autem discípuli
abi�runt in Galiléam, in montem ubi constit�erat illis Iesus, et
vidóntes eum adoravérunt; quidam autem dubitav�runt. Et acc�dens
Iesus locútus est eis dicens: «Data est mihi omnis pot�stas in cœlo
et in terra. E�ntes ergo doc�te omnes gentes, baptizántes eos in
nómine Patris et Fílii et Spíritus Sancti, doc�ntes eos serv�re
ómnia, qu�c�mque mandívi vobis. Et ecce ego vobíscum sum ómnibus
diébus usque ad consummatiónem sæculi�. R/. Amen. |
En aquel tiempo:
Pasado el sábado, al rayar el alba, el primer día de la semana,
fueron María Magdalena y la otra María a ver el sepulcro. De pronto
hubo un gran terremoto, pues un ángel del Señor bajá del cielo, se
acercó, hizo rodar la losa del sepulcro y se sentó en ella. Su
aspecto era como un rayo, y su vestido blanco como la nieve. Los
guardias temblaron de miedo y se quedaron como muertos.
Pero el ángel, dirigiéndose a las mujeres, les dijo: «No tem�is;
s� que buscáis a Jesús, el crucificado. No est� aquí. Ha resucitado,
como dijo. Venid, ved el sitio donde estaba. Id en seguida a decir a
sus discípulos: «Ha resucitado de entre los
muertos y va delante de vosotros a Galilea. Allí le ver�is».
Ya os lo he dicho».
Ellas se alejaron a toda prisa del sepulcro, y con miedo y gran
alegría corrieron a llevar la noticia a los discípulos.
De pronto Jesús salió a su encuentro y les dijo: «Dios os
guarde». Ellas se acercaron, se agarraron a sus pies y lo adoraron.
Jesús les dijo: «No tengáis miedo; id y decid a mis hermanos que
vayan a Galilea, que allá me ver�n�.
Mientras ellas se iban, algunos de los guardias fueron a la
ciudad y contaron a los sumos sacerdotes todo lo que había ocurrido.
éos se reunieron con los ancianos y acordaron en consejo dar
bastante dinero a los soldados, advirtiéndoles: «Decid que sus
discípulos fueron de noche y lo robaron mientras dormíais. Y si eso
llega por casualidad a oídos del gobernador, nosotros le
convenceremos y conseguiremos que no os castigue».
Ellos tomaron el dinero e hicieron como les habían dicho. Y este
rumor se divulgó entre los judíos hasta el día de hoy.
Los once discípulos fueron a Galilea, al monte que Jesús había
señalado, y, al verlo, lo adoraron. Algunos habían dudado hasta
entonces. Jesús se acercó y les dijo: «Se me ha dado todo poder en
el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos míos en todos
los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo, y enseñóndoles a guardar todo lo que yo os he
mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el
fin del mundo».
R/. Amén. |
Lecto vero
Evangelio, baptizati cum suis parentibus et patrinis relinquunt
chorum et occupant suos locos inter populum.
|
Terminado el Evangelio, los
bautizados con sus padres y padrinos abandonan el coro y ocupan
sus puestos entre el pueblo.
|
Episcopus vel presbyter principalis
homiliam pronuntiat, qua finita canuntur Laudes,
omnibus stantibus. |
El obispo o el presbítero
principal pronuncia la homilia,
y al finalizar se cantan los Laudes,
estando todos de pie. |
LAUDES |
Annus
primus / Año I |
Ap 1,17-18 (8) |
Allelúia. |
Aleluya. |
V/. Ego sum primus et ego novíssimus;
et fui mórtuus, et ecce sum vivens in sécula sæculórum.
R/. Allelúia. |
V/. Yo soy
el primero y el último, el viviente; estuve muerto, pero ya estoy
vivo por los siglos de los siglos.
R/. Aleluya. |
Dum fideles
afferunt ad celebrantem dona, chorus incipit canere
Sacrificium. |
Mientras los fieles presentan
los dones al celebrante, el coro comienza a cantar el
Canto del Ofertorio. |
Sacrificium /
Canto de las
Ofertorio |
Mt 28,2-5 (9) |
Allelúia.
ángelus Dómini descéndit de cœlo, et acc�dens rev�lvit lápidem
ab �stio monum�nti, Allelúia, Allelúia.
V/. Allelúia. Erat aspéctus eius sicut fulgur, et
vestiménta eius cándida quasi nix; et dixit muli�ribus: Nolite
timóre.
R/. Et acc�dens rev�lvit
lápidem ab �stio monum�nti, Allelúia, Allelúia.
|
Aleluya.
Un ángel del Señor bajá del cielo, se acercó e hizo rodar la
losa del sepulcro, aleluya, aleluya. V/ Aleluya. Su aspecto era como un rayo,
y su vestido blanco como la nieve y dirigiéndose a las mujeres,
les dijo: No tem�is.
R/. Se acercó e hizo rodar la losa del
sepulcro, aleluya, aleluya. |
Et sequitur quarta pars seu
Liturgia eucharistica,
anno primo et secundo. |
Y se
continía con la parte cuarta o Liturgia
eucarística, años primero
y segundo. |
Pars quarta
Liturgia
eucharistica
Cuarta parte
Liturgia eucarística
Oratio Admonitionis
/ Monici�n
sacerdotal |
Istam,
istam noctem, qui teníbris fid�bat aspíciat; ist�us cernat
splend�ris decórem qui cárceris minab�tur horrórem Mundum
illáminat lux ista, non diábolum.
Libet, Christe, erg�stulis tua virtúte confráctis, spoli�tis
insult�re custódibus, et s�vi�ntis tyr�nni cont�mptam irrid�re
iact�ntiam.
D�lcior semper captívis est restitúta lib�rtas.
Quis tuam exh�usit, iud�e vígilans, sepulturam?
Sopórem passus es, an timórem ?
Fraude dec�ptus es, an virtúte?
Non tuam in�rtiam miser acc�ses; non fuísti n�gligens, sed
crud�lis.
Adhuc certe cœcitátem tuam p�rtinax excus�res, si depósitum tuum
vel inférna servíssent.
Agn�sce, infílix, agn�sce quid f�ceris.
Corpus illud mori�ntis afféctum hábuit, non deféctum. Visc�ribus
illis non infírmitas fuit clausa, sed p�etas.
Quod pepóndit, ex hómine est; quod resurréxit, ex nómine. Nihil
débites, nihil mir�ris; hosp�tium Dómino suo terra esse p�tuit,
non sepúlcrum.
Mea tunc cum illis mánibus delécta fig�bas; tuam necem
me�mque salútem, cum oscul�ndis si lic�ret corporíliter plantis,
clavis transverber�ntibus consu�bas.
Tuum f�cinus cœlum tr�muit, sol exp�vit, tellus ingámuit; et
testóntia fact�ris sui poténtiam terr�bile quoddam móntium
prær�pta sonu�runt.
�nferi vim pleni Deo córporis non tulérunt.
Clamábant elemínta de vivo, t�rtara de defúncto.
Op�rtuit t�lia fúeri mir�cula credit�ris, t�lia dari signa
salv�ndis, ut ópera suum corrúpta nossent artíficem, in qua se
homo p�rditum, nisi fuísset invéntus, nescáret.
R/. Amen. |
El que confiaba en
las tinieblas que contemple esta, esta noche, que vea la
hermosura de esta luz, que amenaza al horror de la mazmorra.
Esta luz ilumina al mundo, no al diablo. Oh Cristo, ya es
posible, derruidos por tu vigor los calabozos, burlar a los
guardianes despojados y escarnecer la humillada jactancia del
cruel tirano. Que la libertad recuperada resulte siempre más
dulce a los cautivos. Centinela judío �quién vació ese
sepulcro que crees tuyo? «Tuviste en realidad sueño o más bien
temor? «Fuiste sorprendido por un fraude o por un poder? No
acuses, másero, tu pasividad: no es que fueras negligente sino
cruel. Hasta hoy ciertamente habrías excusado, pertinaz, tu
ceguera, si el abismo hubiera retenido tu presa. Reconoce,
infeliz, reconoce lo que hiciste. Aquel cuerpo agonizante tuvo
amor, no deficiencias. En aquel corazón no habitá la debilidad
sino la piedad. Que colgó crucificado se debe a ser hombre, que
resucitó a su divinidad. No dudes, no te asombres: que la tierra
pudo ser morada para su Señor, mas no sepultura.
Entonces, junto con aquellas manos, clavabas también mis
pecados. Cosías con clavos perforantes, a la vez, tu iniquidad y
mi salvación junto con aquellos pies, que deberían, si fuera
posible, ser físicamente besados. El cielo se estremeció ante tu
crimen, el sol se aterr�, la tierra gimi�, y testificando el
poder de su hacedor las quebradas de los montes resonaron algo
terrible. Los abismos no soportaron el poder de un cuerpo lleno
de divinidad. Clamaban los elementos por el viviente, los
abismos por el difunto. Y fue necesario realizar tales prodigios
para los que habrían de creer y que se dieran tales signos a los
que tenían que salvarse, de modo que la criatura secuestrada
reconociese a su hacedor, en que el hombre no se sabría perdido
de no haber sido antes hallado.
R/. Amén. |
Regn�nte Dómino Iesu Christo et
Redempt�re nostro in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Reinando Jesucristo Señor y Redentor nuestro
por los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Alia / Oración entre los Dípticos |
Esuri�ntes
Corpus tuum, Dómine, ac Sánguinem siti�ntes, ut hoc nobis in
remissiónem peccatórum sum�ndum tr�buas deprec�mur: quia nostra
virtus et salus sit, si tamen non quod indígni sumus, irasc�ris.
Sed facis vinci gáudio metum, et c�dere exsultatióni terrárem.
Nemo enim est in hoc número concili�que fidélium, qui non
acc�dere ad mensam tuam in hac gloriósa per totum mundum nocte
des�deret.
Ut si firmus est, hábeat custódiam; si infírmus est, medic�nam.
Sic ígitur quæsumus apud te, Dómine, plácitum sit cunctis
don�re quod c�piunt, ut dign�ris p�rcere quod præs�munt.
Quis non optet illa carne ánimam suam t�ngere, p�scere,
confort�re, in quam se per grátiam credat esse transf�sum? quæ
corruptiónem non vidit, et vim mortis passióne mortis abs�rbuit.
Quis non �mbiat propter te s�mere de tuo, quod te vídeat propter
nos assumpsísse de nostro?
�ndita hac ex pietáte fidúcia, ut quod in defúnctis dignátus est
vivific�re mórtuum, in reis dignátur purific�re corrúptum.
R/. Amen. |
Con hambre de tu
Cuerpo, Señor, y con sed de tu Sangre, para que nos las des a
tomar en remisión de nuestros pecados, te pedimos, que nos
sirvan de fuerza y salvación, y aunque somos indignos, no te
irrites con nosotros.
Concédenos vencer el temor con el gozo, y que el terror d� lugar
al júbilo.
Nadie hay en esta asamblea de tus fieles que no desee llegar a
tu casa en esta noche, santa para todo el mundo; para que si se
encuentra seguro, tenga protección, y si enfermo, medicina.
Así pues, te pedimos, Señor, que te dignes dar a cada uno,
según sus deseos, y te dignes perdonar cuanto piden.
¿Quén no querr� que aquella carne toque, alimente y conforte su
alma, con la que por la gracia se ha compenetrado, ya que no
conoció la corrupción y arrebat� su poder a la muerte?
¿Quén no apetecer� por ti, recibir de lo tuyo, cuando te ha
visto por nosotros revestirte de lo nuestro? Por esta piedad
tuya tenemos la confianza de que, así como devolverás la vida a
los difuntos, te dignarás purificar las manchas de los
pecadores.
R/. Amén. |
Te præstánte, Deus noster, qui
regis ómnia, in cuius conspéctu sanctórum
Apostolórum et Mártyrum, Confessórum atque Vírginum nómina
recitántur.
R/.
Amen. |
Concédelo, oh Dios nuestro, que todo lo
gobiernas, en cuya
presencia recitamos los nombres de los santos Apóstoles y
Mártires, Confesores y Vírgenes.
R/. Amén. |
Post Nomina / Oración
después de los Dípticos |
Christe, redímptio nostra,
qui olim noctem istam tuæ resurrectiónis illumin�sti poténtia:
prec�mur, ut in hac qua ipse vivus surrex�sti a
mórtuis, et expiatiónem críminum vivis, et r�quiem i�beas
præstáre defúnctis.
R/. Amen. |
Cristo, que eres
nuestra redención, y que en aquel tiempo iluminaste con tu poder
esta noche de tu resurrección; te rogamos, que hoy, al resucitar
vivo entre los muertos, concedas la expiación de los pecados a
los que vivimos y el descanso a los difuntos.
R/. Amén. |
Quia
tu es vita vivórum,
sánitas infirmórum ac r�quies ómnium fidélium defunctórum in
ætérna sécula sæculórum.
R/.
Amen. |
Porque tú eres la vida de los que viven, la
salud de los enfermos, y el descanso de todos los fieles
difuntos por todos los siglos de los siglos.
R/. Amén |
Ad Pacem
/ Oración
de la Paz |
Deus, qui ne�phitos tuos
maióri animárum quam v�stium nit�re vest�sti, ut plus
acc�perent quam habére se n�verint; præsta, ut sicut donum
tuum e�rum intelléctum exsóperat, ita in eis ultra �t�tem
fides cum intellig�ntia plácitis tibi opéribus coal�scat.
Nobis quoque per mortem Iesu Christi Fílii tui pacis dona
larg�re, et véniam culp�rum attr�bue.
R/. Amen. |
Oh, Dios que
a tus neófitos has revestido con una blancura del alma
superior a la del vestido, para que recibieran más de lo que
pensaban tener: concede que, igual que tu don desborda su
inteligencia, así la fe con la inteligencia en ellos,
desbordando la edad, pueda unirse a ti con obras que sean de
tu beneplácito. Danos también a nosotros, el don de tu paz
por la muerte de Jesucristo tu Hijo, y concede el perdón de
los pecados.
R/. Amén. |
Per auctórem
pacis et caritátis Dóminum
nostrum Iesum Christum, cum quo tibi est una et co�qu�lis
ess�ntia in unitáte Spíritus Sancti regn�ntis, Deus, in
sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Por el autor de la paz y del amor, nuestro
Señor Jesucristo, con el cual vives en una sola e igual
esencia en la unidad del Espíritu Santo que reina, por los
siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Illatio / Acción de
gracias |
Dignum
et iustum est, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus,
pietátem tuam omni quidem témpore, sed in hac nocte, vel
die, prof�sius exsult�ntibus �nimis collaud�re.
Nox enim ista non tenebrárum, sed lúminis mater est, in qua
ex�rtus est in ætérnum dies resurrectiónis nostr�, Dóminus
Iesus Christus.
Ille verus Agnus qui óbstulit peccátum mundi.
Qui non in fig�ra ventúri, �lio offer�nte mactátus est, sed
in córpore veritátis advéniens, adimpl�vit fig�ras carnélium
sacrifici�rum, approb�vit et prophetías miracul�rum
cæléstium, seque vivam et veram hóstiam novíssimis sæculórum
temp�ribus, idem Sacérdos et sacer Agnus exh�buit;
elevat�sque in cruce mánibus, sacrifícium vespert�num
pepóndit in ligno, et benefícium matut�num surgens pr�buit e
sepúlcro.
Unde vener�ndi sacra �mulatióne mystérii in ætérnam
modo vitam fílii lucis oriántur, quos matut�no
partu per grátiam spiritu�lem hac nocte prog�nerat mater
Ecclésia, sine corruptióne conc�piens et cum gáudio p�riens,
�xprimens in se útique formam vírginis genetr�cis, absque
ullo humánæ contagiónis fec�nda conc�ptu.
In cuius matut�nis, resurg�nte Christo, mors occ�dit
delict�rum et ex�rta est vita credéntium.
Propter quod ei cæléstia atque terr�stria cantant
cánticum novum cum omni exércitu Angelórum, et cum Chérubim
ac Séraphim sine cessatióne sic dicunt: |
Es digno y
justo, Padre santo, Dios omnipotente y eterno, ensalzar de
veras en todo tiempo tu piedad, pero en esta noche y día con
el espíritu sobremanera exultante. Porque no es noche de
tinieblas sino madre de luz, en la que amaneció para siempre
el día de nuestra resurrección, el Señor Jesucristo.
Aquel verdadero Cordero que quit� el pecado del mundo.
Que no fue sacrificado, ofrecióndole otro en figura del que
había de venir, sino viniendo Él mismo con un cuerpo
verdadero, dio cumplimiento a las figuras de los sacrificios
carnales, hizo verdaderas también las profecías de los
celestes oróculos y, últimamente, se ofreció a sí mismo,
sacerdote y sagrado Cordero, como hostia viva y verdadera.
Alzadas las manos en la cruz, pendió del madero, como
sacrificio de la tarde, y se manifest� resucitando del
sepulcro, como don de la mañana.
Por lo cual, con la sacramental imitación del adorable
misterio, nacen ya para la vida eterna los hijos de la luz,
a los que la madre Iglesia alumbr� esta noche en matinal
parto, por la gracia espiritual, habiéndolos concebido sin
corrupción y pariándolos con gozo; reproduciendo en sí misma
de verdad la imagen de la Virgen Mar�a, fecunda, pero no con
fruto de contacto humano. En cuya alborada, al resucitar
Cristo, muere la muerte del pecado y amanece la vida de los
creyentes.
Por lo que le canta a Él un cántico nuevo los seres
terrestres y celestes, en unión con toda la milicia de los
ángeles y de los Querubines y Serafines, diciendo así: |
Post Sanctus
/ Oración
después del Sanctus |
Vere
sanctus et verus Iesus Fílius Dei, qui ascéndit patíbulum
crucis, ut omnes vires suas mors in sua p�rderet morte.
Descéndit ad ínferos, ut hóminem véteri erráre dec�ptum, et
regno peccáti servi�ntem, victor abstr�heret; ser�sque port�rum
poténti manu confr�ngeret, et secut�ris suæ resurrectiónis
aperúret.
Christus Dóminus ac Redémptor ætérnus. |
Verdaderamente es santo y verdadero
Jesús, Hijo de Dios, que subió al patíbulo de la cruz, para que
la muerte, muriendo Él, perdiese toda su fuerza.
Descendió al infierno, para librar, con su victoria, al hombre
engañado por los antiguos errores y sometido al reino del pecado
y romper con su fuerte brazo los cerrojos de sus puertas y así
mostrar a cuantos le habían de seguir, la gloria de su
resurrección.Cristo, Señor y Redentor eterno. |
Post Pridie
/ Invocación |
Hab�ntes
ante óculos, omnípotens Pater, tant� passiónis triúmphos,
súpplices exorémus ut Pascha hoc, quod nobis Dóminus noster
Iesus Christus Fílius tuus hóstiam vivam const�tuit, atque
compl�vit, fiat nobis in protectiónem salútis et vitæ.
Ut sanctificátus his sollemnitátibus pópulus, altáribus tuis
oblatiónis suæ mónera placit�ra cons�gnet.
Fiat nobis Eucharistía pura atque leg�tima in
nómine Unigéniti tui; ut cum nostris fúerit rec�pta pect�ribus,
fidem n�triat, mentem sanctíficet atque conf�rmet.
R/. Amen. |
Oh Padre todopoderoso, teniendo
ante los ojos la victoria de tan excelsa pasión, rogamos
suplicantes que la Pascua que nuestro Señor Jesucristo consagr�
y consum» como hostia viviente para nosotros, sea en nosotros
salvaguarda de la salud y de la vida.
De modo que el pueblo, santificado por esta solemnidad, ponga
la grata ofrenda de su oblación en tu altar. Sea celebrada por
nosotros una eucaristía pura y verdadera en el nombre de tu
Unigénito, a fin de que, cuando sea recibida en nuestro pecho,
nutra la fe y santifique y conforme el espíritu.
R/. Amén. |
Te præstánte, sancte Dómine,
quia tu hæc ómnia nobis indígnis servis tuis valde bona creas,
sanctíficas, vivíficas ac præstas nobis, ut sint benedícta a te Deo nostro
in sécula sæculórum.
R/.
Amen. |
Concédelo, Señor santo, pues creas todas estas
cosas para nosotros, indignos siervos tuyos, y las haces tan
buenas, las santificas, las llenas de vida, las bendices y nos
las das, así bendecidas por ti, Dios nuestro por los siglos de
los siglos.
R/. Amén. |
Cantus
ad Confractionem / Canto de la Fracción |
Ap 5,5 |
Vicit
leo de tribu Iuda, radix David, Allelúia.
Vicit leo de tribu Iuda, radix David, Allelúia.
Vicit leo de tribu Iuda, radix David, Allelúia. |
Venció el león de
la tribu de Judá, la raíz de David, aleluya.
Venció el león de la tribu de Judá, la raíz de David, aleluya.
Venció el león de la tribu de Judá, la raíz de David, aleluya. |
Ad Orationem
Dominicam / Introducción al Padre
nuestro |
Excellentíssimam
in hac nocte tu�, Christe, resurrectiónis celebrántes
sollemnitátem, in qua ipse novus
dies, novo de túmulo surgens, vetern�sam antíqu� noctis
caléginem cæléstem convert�sti in claritátem: te quibus
p�ssumus lacrim�sis rug�tibus implorémus, ut qui nos
redem�sti pr�tio tui sánguinis, institáta a te præcépta
accéptes nostr� oratiónis, cum ea quæ nos docuísti
proclamav�rimus e terris: |
Al celebrar
esta tu noche, oh Cristo, la solemnidad extraordinaria de la
resurrección, con que tú mismo, como nuevo día, saliendo del
sepulcro, convertiste en celestial claridad las antiguas
tinieblas de la vieja noche; te pedimos, con cuantos gemidos
y lágrimas podemos, que ya que nos has redimido con el
precio de tu sangre, aceptes la oración que tú mismo nos
mandaste y enseñaste, para que la rez�ramos desde aquí: |
Benedictio /
Bendición |
Christus
Dóminus, qui ascéndit patíbulum crucis, sua vos redemptióne
consérvet.
R/. Amen. |
Cristo, el Señor,
que subió al patíbulo de la cruz os conserve por su redención.
R/. Amén. |
Detque vobis suæ dulcédinis
sapi�ntia renov�ri, qui se amóro perm�sit fellis póculo
propin�ri.
R/.
Amen. |
Y os conceda que os renov�is por la sabiduría
de su dulzura, Él que hubo de saborear la amarga bebida de la
miel.
R/. Amén. |
Ut cuius laudes Ecclésia cuncta
celebrávit ov�ndo, eius conserv�ri mere�tur magno crucis
vexíllo.
R/. Amen. |
Y la Iglesia entera que celebra con aplauso sus
alabanzas, merezca conservarse bajo la bandera de su cruz.
R/. Amén. |
Præstánte sua misericórdia, qui
in Trinitáte unus Deus vivit et regnat in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Nos lo conceda su misericordia, que en la
Trinidad divina, vive y reina Dios por los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Per misericórdiam ipsíus Dei
nostri, qui est benedíctus et vivit et ómnia regit in sécula
sæculórum.
R/. Amen. |
Por la misericordia del mismo Dios nuestro, que
es bendito y vive y todo lo gobierna, por los siglos de los
siglos.
R/. Amén. |
Cantus
ad Accedentes / Canto de Comunión |
Mt
28,2-10.19-20 (10) |
Gaudíte, pópuli,
et læt�mini:
ángelus sedit super lápidem
Dómini; ipse vobis evangeliz�bit:
Christus
surréxit a mórtuis, Salvátor mundi, et repl�vit ómnia suavitáte.
R/. Gaudéte, pópuli, et læt�mini.
ángelus sedit super lápidem
Dómini.V/. Et acc�dens
rev�lvit lápidem, et sedébat super eum.
Erat
autem aspéctus eius sicut fulgur, et vestiménta
eius cándida sicut nix.
R/. Ipse vobis evangeliz�bit.
V/. N�lite timóre
vos; scio enim quod Iesum, qui crucif�xus est,
quæritis; non est hic, surréxit enim, sicut
dixit.
R/. Et repl�vit ómnia suavitáte.
V/. Veníte et vidéte locum ubi
pósitus erat Dóminus; quia surréxit et ecce præc�det vos in
Galiléam; ibi eum vidébitis, sicut dixit vobis.
R/. Gaudéte, pópuli, et læt�mini.
V/.
Et exi�runt muláeres cito de monum�nto cum amóre et gáudio
magno, curr�ntes nunti�re discípulis eius:
R/. Christus
surréxit a mórtuis, Salvátor mundi, et repl�vit ómnia suavitáte.
V/.
Ecce Iesus occúrrit illis dicens: av�te.
Illæ autem access�runt et tenu�runt pedes eius, et adoravérunt
eum.
R/. Salvátor mundi, et repl�vit ómnia
suavitáte.
V/.
Tunc ait illis Iesus: nolíte timóre; ite, nuntiáte frátribus
meis ut eant in Galiléam, ibi me vidébunt.
R/. Salvátor mundi, et repl�vit ómnia
suavitáte.
V/.
Et ecc�dens rev�lvit lápidem dicens: data est mihi omnis
pot�stas in cœlo et in terra.
R/. Salvátor mundi, et repl�vit ómnia
suavitáte.
V/.
E�ntes in mundum, prædic�te evangélium univérs� creatór�;
qui credéderit et baptizátus fúerit, salvus erit.
R/. Gaudéte, pópuli, et læt�mini.
V/.
E�ntes vero, doc�te omnes gentes baptizántes eos in nómine
Patris et Fílii et Spíritus Sancti, doc�ntes eos serv�re ómnia
qu�c�mque mandívi vobis.
R/. Gaudéte, pópuli, et læt�mini.
V/.
Et ecce ego vobíscum sum ómnibus diébus usque ad
consummatiónem sæculi.
R/. Gaudéte, pópuli, et læt�mini.
V/. Glória et
honor Patri et Fílio et Spirítui Sancto in sécula sæculórum. Amen.
R/. Gaudéte, pópuli, et læt�mini. |
Alegraos,
pueblos, saltad de gozo:
Un ángel del Señor se sentó encima de
la piedra y trajo la buena nueva. Ha resucitado de entre los
muertos Cristo el Salvador del mundo y su olor ha inundado la
tierra.
R/. Alegraos, pueblos, saltad de gozo.
Un ángel del Señor se sentó encima de la piedraV/. Y acercándose corri�
la piedra y se sentó encima: su aspecto era de
relámpago y su vestido blanco como la nieve.
R/. Y trajo la buena nueva.
V/. Vosotros no tem�is, ya sé que buscáis a Jesús el crucificado: No
est� aquí. Ha resucitado, como había dicho.
R/. Y su olor ha inundado la
tierra.
V/. Venid, ved el sitio donde estaba el
Señor; porque ha resucitado de entre los muertos y va delante de
vosotros a Galilea. Allí le ver�is. Ya os lo he dicho.
R/. Alegraos, pueblos, saltad de gozo.
V/. Ellas se alejaron a toda prisa del
sepulcro, y con miedo y gran alegría corrieron a llevar la
noticia a los discípulos.
R/. Ha resucitado de entre los muertos
Cristo el Salvador del mundo y su olor ha inundado la tierra.
V/. De pronto Jesús salió a su encuentro
y les dijo: «Dios os guarde». Ellas se acercaron, se agarraron a
sus pies y lo adoraron.
R/. El Salvador del mundo y su olor ha
inundado la tierra.
V/. Jesús les dijo: «No tengáis miedo; id
y decid a mis hermanos que vayan a Galilea, que allá me ver�n�.
R/. El Salvador del mundo y su olor ha
inundado la tierra.
V/. Y se acercó y les dijo: Se me ha dado
todo poder en el cielo y en la tierra.
R/. El Salvador del mundo y su olor ha
inundado la tierra.
V/. Id por todo el mundo y predicad el
evangelio a toda criatura. El que crea y sea bautizado se
salvar�.
R/. Alegraos, pueblos, saltad de gozo.
V/. Id, pues, y haced discípulos míos en
todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo, y enseñóndoles a guardar todo lo que
yo os he mandado.
R/. Alegraos, pueblos, saltad de gozo.
V/. Y sabed que yo estoy con vosotros
todos los días hasta el fin del mundo.
R/. Alegraos, pueblos, saltad de gozo.
V/. Gloria y honor al Padre y al
Hijo y al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
R/. Alegraos, pueblos, saltad de gozo. |
Completuria
/ Oración
conclusiva |
Expl�tis,
Dómine, in hac sancta sollemnitáte nostr� servitátis
offíciis, grátias tibi laudásque deférimus dono tuæ
miseratiónis adi�ti. Prec�ntes te, Deus, ut a peccátis nos
�bluas et in tuis semper láudibus exsult�re conc�das.
R/. Amen.
Per ineff�bilem bonitátem tuam, Deus noster,
qui vivis et cuncta dominóris in sécula
sæculórum.
R/. Amen.
|
Acabados,
Señor, en esta sagrada solemnidad, los oficios de nuestra
servidumbre, te damos gracias y te alabamos, fortalecidos
con los dones de tu misericordia. Te suplicamos, Dios, que
nos purifiques de nuestros pecados y nos concedas alegrarnos
siempre en tus alabanzas.
R/. Amén. Por tu inefable bondad, Dios
nuestro, que vives, y todo lo gobiernas por los siglos de
los siglos.
R/. Amén.
|
1. Los
textos latinos son los oficiales y est�n tomados del Missale
Hispano-Mozarabicum I (pp. 369-378; 385-411) y del Liber Commicus
I (pp. 296-320). Los textos bíblicos en español
est�n tomados de La Santa Biblia, edición San Pablo.
Traducción
de
admonitio, benedictio fontis,
benedictio, manuum impositio: Colomina Torner, Jaime Los
textos litúrgicos trinitarios y la identidad del pueblo mozárabe en la
historia, en Anales Toledanos, número 37. Diputación de Toledo.
Toledo 1999, pp. 49; 49-50; 50 y 51-52 respectivamente.
Traducción de oratio admonitionis, ad pacem,
illatio y post pridie por Jaime Colomina Torner en La
Fe de nuestros padres. Temas de fe y vida cristiana en la misa
hispanomozárabe, Instituto de Estudios Visigótico Mozárabes, Toledo
2000, pp. 61, 134, 109, 127-129 respectivamente. Cantus ad
confractionem y completuria del Oferencio. Oratio super
diaconos, exorcismus fontis y eucología de la liturgia de la Palabra: Ivorra, Adolfo
(ed.), Misal Hispano-Mozárabe. Centre de Pastoral Litúrgica,
Barcelona 2015, p. 255; pp. 261-267; 279. Para el
resto seguimos el folleto Sagrados oficios de Semana Santa según el
antiguo Rito Hispano o Mozárabe. Parroquia de Santa Eulalia y San
Marcos. Toledo s/d.
(Se recuerda que hasta la fecha no existe misal oficial en
español).
2. Gén
5,32-6,3.5a.6a.13a.14a.18b.19a; 7,1b.3b-5.17a.23a;
8,1b.2b.Cf.4a.6b-9a.9c-11.13b.15-17a.Cf.18a.20-21a. (N. de La
Ermita).
3. Éx 14,15-15,1a.
(N. de La Ermita).
4. Éx
15,1b-2.20-21a. (N. de La Ermita).
5. Ez 37,1-3a.4-14.
(N. de La Ermita).
6. Jon 1,1-2,2.11b;
3,1-4,11. (N. de La Ermita).
7. Dan
3,52a.57.84.87.88a. (N. de La Ermita).
8. Ap 1,17b-18a.
(N. de La Ermita).
9.
Mt 28,2b-3.5-6. N. de La Ermita.
10.
Mt 28,2-10; Mc 16,15-16; Mt 18-20. N. de la
Ermita.
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