Rito Hispano-Mozárabe La Ermita. Logo y dibujo

TEXTOS LITÚRGICOS

RITO HISPANO-MOZÁRABE

Textos propios de la liturgia de la Vigilia Pascual. Año I

 

Rito Hispano-Mozárabe

In Nocte Sancta. Vigilia Paschalis / En la Noche Santa. Vigilia Pascual

Annus primus / Año I  (1)

Vigilia Pascual. ("La Resurrección de Cristo", 1597-1604, El Greco. Museo del Prado, Madrid)
 
�NDICE
Primera parte. Solemne inicio de la Vigilia o Lucernario
Benedictio lucernæ in sacrario / Bendición de la lámpara en la sacristía.
Benedictio cerei in sacrario / Bendición del cirio en la sacristía.
Sollemnis ingressus / Entrada solemne.
Cantus ad ingressum / Canto a la entrada.
Oratio super diaconos / Oración sobre los diáconos.
Benedictio lucern� ante altare / Bendición de la lámpara ante el altar.
Oratio post benedictionem lucernæ ante altare / Oración después de la bendición de la lámpara ante el altar.
Benedictio cerei ante altare / Bendición del cirio ante el altar.
Segunda parte. Liturgia de la Palabra
Admonitio ad populum / Admonición al pueblo.
Lectio prima / Lectura primera.
Lectio secunda / Lectura segunda.
Lectio tertia / Lectura tercera.
Lectio quarta / Lectura cuarta.
Lectio quinta / Lectura quinta.
Canticum / Cántico.
Lectio sexta / Lectura sexta.
Canticum / Cántico.
Lectio septima / Lectura s�ptima.
Lectio octava / Lectura octava.
Canticum / Cántico.
Lectio nona / Lectura novena.
Lectio decima / Lectura décima.
Benedictiones / Bendiciones.
Lectio undecima / Lectura undécima.
Psallendum / Salmo de meditación.
Tercera parte. Liturgia bautismal
Oratio / Oración.
Admonitio / Admonición.
Exorcismus fontis / Exorcismo de la fuente.
Benedictio fontis / Bendición de la fuente.
Benedictio / Bendición.
Abrenuntiatio / Renuncia.
Professio fidei et immersio / Profesión de fe e inmersión.
Chrismatio / Crismación.
Manuum impositio / Imposición de manos.
Impositio vestis candid� / Imposición de las vestiduras blancas.
Antiphona / Antífona.
Continuación de la Liturgia de la palabra
Apostolus / Apóstol.
Psallendum / Salmo de meditación.
Evangelium / Evangelio.
Laudes.
Cuarta parte. Liturgia eucarística
Sacrificium / Canto del Ofertorio.
Oratio Admonitionis / Monición sacerdotal.
Alia / Oración entre los Dípticos.
Post Nomina / Oración después de los Dípticos.
Ad Pacem / Oración de la Paz.
Illatio / Acci�n de gracias.
Post Sanctus / Oración después del Sanctus.
Post Pridie / Invocación.
Cantus ad Confractionem / Canto de la Fracción.
Ad Orationem Dominicam / Introducción al Padre nuestro.
Benedictio / Bendición.
Cantus ad Accedentes / Canto de Comunión.
Completuria / Oración conclusiva.

Pars prima
Sollemne initium Vigili� seu Lucernarium

Primera parte
Solemne inicio de la Vigilia o Lucernario

Sabbato sancto, post initium noctis, congregato tempestive populo in ecclesia maiore, accedunt vestibus sacris induti episcopus (vel principalis sacerdos) simulque cum eo presbyter, diacones et ministri; acceptisque cereis seu candelis, ingrediuntur omnes sub silentio in sacrarium, dum populus, habens secum unusquisque cereos seu candelas exstintas, in aula ecclesiæ exspectans manet.

Clausis vero omnino ostiis sacrarii, excudit primum episcopus ignem novum, ex quo accedintur lucerna, deque lucerna cereus paschalis; quibus luminariis unice accensis benedicit lucernam episcopus, dum tenet eam diaconus, qui postea in choro laudes eius proclamaturus est, hac benedictione:

El Sábado Santo, al caer la noche, después de haber reunido en el momento adecuado al pueblo en la iglesia principal, vienen vestidos con las vestiduras sagradas, el obispo (o el sacerdote principal) y junto con Él, un sacerdote, diáconos y ministros, y entran todos en silencio en la sacristía y toman cirios o velas, mientras el pueblo, llevando consigo velas o cirios apagados, permanece a la espera en la nave de la iglesia.

Con las puertas de la sacristía completamente cerradas, el obispo prende el fuego nuevo, enciende la lámpara y de la lámpara el cirio pascual. Luego, el diácono que vaya a proclamar en el coro la alabanza de la lámpara, la sostiene mientras el obispo dice la siguiente bendición:

Benedictio lucernæ in sacrario / Bendición de la lámpara en la sacristía
Exáudi nos, lumen indeféciens, Dómine Deus noster, únici lúminis lumen, fons lúminis, lumen auctor lúminum, quæ cre�sti et illumin�sti; lumen angelórum tu�rum, s�dium, dominatiónum,  princip�tuum, potestátum et ómnium intellig�bilium quæ cre�sti; lumen sanctórum tu�rum.

Sint luc�rnæ tuæ ánimæ nostr�, accend�nt ad te, et illuminántur abs te, lúceant veritáte, árdeant caritáte, lúceant et non tenebráscant, árdeant, et non ciner�scant.

B�nedic hoc lumen, o lumen, quia et hoc quod port�mus in mánibus tu cre�sti, tu don�sti. Et sicut per hæc lámina quæ acc�ndimus de hoc loco exp�llimus noctem, sic et tu exp�lle ténebras de córdibus nostris.

Simus domus tua lucens de te, lucens in te. Sine deféctu luce�mus, et te semper col�mus. In te accend�mur, et non exstingu�mur.
R/. Amen.

Escúchanos, Señor Dios nuestro, luz inextinguible, luz de la única luz, luz que iluminas todo cuanto creaste, luz de los ángeles, de las dominaciones, principados y potestades y de todos los seres espirituales; luz de todos los santos.

Sean nuestras almas como antorchas en tu presencia, cercanas a ti, e iluminadas por ti, brillen por la verdad y ardan por la caridad, brillen y no se oscurezcan, ardan y no se consuman.

Oh luz, bendice esta luz que portamos en nuestras manos y que tú has creado y nos has dado. Y así como con esta esta luz encendida disipamos las tinieblas de la noche, disipa tú las tinieblas de nuestros corazones.

Que seamos morada tuya, iluminada por ti, iluminada en ti. Que brillemos sin sombra alguna y siempre te veneremos. Que de ti nos encendamos y nunca nos apaguemos.
R/. Amén.

Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui vivis et ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, que vives y todo lo gobiernas, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
Lucern� benedictione peracta, accedit alter diaconus portans cereum paschalem, ille qui postea in choro laudes cerei proclamaturus est et, postquam expresserit episcopus super cereum signum crucis, dicit episcopus benedictionem istam: Después de la bendición de la lámpara, el otro diácono, que porta el cirio pascual y posteriormente ha de proclamar en el coro la alabanza del cirio, presenta el cirio al obispo que hace sobre Él la señal de la cruz y dice esta bendición:

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Benedictio cerei in sacrario / Bendición del cirio en la sacristía
Offérimus tibi, Dómine, c�rei huius rutil�ntis speciem, divíno igne succ�nsam, quem multímodam matériam nutu tuo prod�ci iuss�sti �pibus.

Eum indígnis mánibus nostris oblátum acc�ndimus, prec�ntes bonitátem tuam, ut emissióne Spíritus Sancti tui, qui quondam in similitúdinem ignis, division�mque lingu�rum in apostolórum tu�rum corda persp�cuus fulg�nsque appáruit, eum benedícere et sanctificáre dign�ris.

Et, sicut hic c�reus, ex�berans larga visióne, noctis huius i�gulat cecitátem, et devotíssim� plebis tuæ respl�ndet obt�tibus, ita et nos, Dómini nostri Iesu Christi Fílii tui splend�re repléti, intérnis móntibus fulge�mus; et peccatórum cecitáte det�rsa, lux in nobis sempitérn� fídei persev�ret.
R/. Amen.

Te ofrecemos, Señor, la figura de este brillante cirio, encendido con el fuego divino, por el cual tú mandaste, según tu voluntad, que fuese creada toda la materia.

Y al ofrec�rtelo, lo encendemos con nuestras indignas manos, rogando a tu bondad que, con el soplo de tu Espíritu Santo, que en otro tiempo apareció en figura de fuego brillante y ardiente dando a los corazones de tus Apóstoles el don de lenguas, te dignes bendecirlo y santificarlo.

Y, así como este potente cirio mata con su penetrante luz las tinieblas de la noche, y resplandece ante los ojos de tu devotísimo pueblo, así también nosotros, llenos de la luz de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, brillemos interiormente y borrada la oscuridad de nuestros pecados, persevere en nosotros la luz de la fe sobrenatural.
R/. Amén.

In nómine Dómini nostri Iesu Christi sanctificátum permáneat cum pace.
R/. Amen.
En nombre de nuestro Señor Jesucristo, permanezca santificado con paz.
R/. Amén.

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Sollemnis ingressus / Entrada solemne

Finita cerei paschalis benedictione, accendit episcopus ex ipso cereo cereum suum, similiterque omnes in sacrario faciunt.

Cumque habuerint omnes accensum lumen in manibus, stante vero episcopo iuxta ostium et pr�cedente eum diacono cum cereo paschali, aperiuntur subito fores sacrarii, clamatque episcopus alta voce:

Después de la bendición del cirio pascual, el obispo enciende su vela del cirio, y lo mismo hacen todos los que est�n en la sacristía.

Y cuando todos tienen las luces en sus manos, el obispo se sitía en la puerta y delante de Él el diácono con el cirio pascual, entonces, en ese instante, se abren con rapidez las puertas de la sacristía y el obispo exclama en voz alta:

Deo grátias. Demos gracias a Dios.
Omnes autem, tam clerus cum luminibus accensis qui sequitur episcopum, quam universus populus in aula ecclesiæ stans, tribus vicibus l�tanter conclamant: Y todos, tanto el clero que porta las luces tras el obispo, como todo el pueblo que permanece de pie en el interior de la iglesia, unánimemente gritan con alegría tres veces:
Deo grátias. Deo grátias. Deo grátias. Demos gracias a Dios. Demos gracias a Dios. Demos gracias a Dios.

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Incipitque sollemnis ingressus usque as chorum. Y da comienzo la solemne entrada hacia el coro.
Cantus ad ingressum / Canto a la entrada Jn 1,9; Sal 35,10
Lumen verum illáminans omnem hóminem in hunc mundum veni�ntem.

V/. Quóniam apud te est, Dómine, fons vitæ, et in lúmine tuo vidébimus lumen.
R/. In hunc mundum veni�ntem.

V/. Glória et honor Patri et Fílio et Spirítui Sancto in sécula sóculorum. Amen.
R/. In hunc mundum veni�ntem.

l es la luz verdadera que ilumina a todo hombre que viene a este mundo.

V/. Porque en ti, Señor, est� la fuente de la vida, y en tu luz veremos nuestra luz.
R/. Que viene a este mundo.

V/. Gloria y honor al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
R/. Que viene a este mundo.

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Dumque fit processio ad chorum accedunt seniores populi ad ministros cereos accensos portantes, accenduntque sibi et populo cereos seu candelas, sicque ex uno in alium propagatur lux usque dum omnes in ecclesia accensa habeant luminaria.

Cum autem perventum fuerit ad altare, dicit diaconus qui lucernæ laudem proclamaturus est:

Y mientras la procesión se dirige al coro, los laicos más ancianos de la comunidad encienden sus velas de los ministros, y de ellas el pueblo enciende sus velas o candelas, de modo que la luz se transmita de una persona a otra hasta que todos en la iglesia hayan encendido sus luces.

Al llegar al altar, el diácono que ha de proclamar la alabanza de la lámpara, dice:

Er�gite vos.
In nómine Dómini nostri Iesu Christi, lumen cum pace.
Levantaos.
En nombre de nuestro Señor Jesucristo, luz con paz.
Hæc autem dicens, elevat ipse lucernam, diaconus vero alter elevat cereum paschalem. Universus autem populus respondet: Tras lo cual, eleva la lámpara, mientras que el otro diácono eleva el cirio pascual. Entonces todo el pueblo responde:
Deo grátias. Demos gracias a Dios.

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Et collocant lucernam et cereum in facie populi super candelabra ad hunc finem disposita iuxta ambonem. Et accenduntur luminaria ecclesiæ.

Quo facto, accedunt simul ad episcopum, diaconus nempe qui laudes lucern� enarraturus est, et qui laudes cerei paschalis post eum, benedictionem petentes. Episcopus vero orat super eos orationem hanc:

Y colocan la lámpara y el cirio en el candelabro dispuesto para este fin, frente al pueblo, junto al ambón. Y se encienden las luces de la iglesia.

Hecho esto, se acercan al mismo tiempo al obispo para pedirle su bendición, el diácono que ha de proclamar la alabanza de la lámpara y el que después de Él ha de proclamar la alabanza del cirio pascual. El obispo, entonces reza por ellos esta oración:

Oratio super diaconos / Oración sobre los diáconos
Prima tibi et princip�lia, Deus Pater omnípotens, hæc lúminum mónera in ex�rdio vener�ndæ huius noctis obt�limus, et ob honórem domínicæ resurrectiónis luc�rnam et c�reum claritátis aptívimus quæ unig�nitus Fílius tuus, Dóminus noster, advéntus sui f�ciat mystériis lumin�ta.

Per quem te, Deus, súpplices exorémus, ut hoc sanctum munus libens accípiens, his fámulis tuis, quos ad enarrárndam laudem destin�vimus lúminis, propítius ac benígnus asp�res, effici�sque tibi plácita quæ in honóre tuo e�rum fúerint sermóne prol�ta; in nobis quoque perv�gilem devotiónem flagr�ntia spiritu�li succ�ndens, omnes tetr� noctis ins�dias lucis tuæ cand�re disc�tias.
R/. Amen.

Te ofrecemos, Señor, al empezar esta noche sagrada, el don primario y excelente de la luz, para lo que hemos preparado esta lucerna y este cirio, en razón de la resurrección del Señor, tu Hijo Unigénito: Él los haga luminosos con los misterior de su venida.

Por Él mismo te rogamos, Dios, que, aceptando con agrado este obsequio santo, mires complacido a estos siervos tuyos que hemos designado para entonar las alabanzas de la luz.. Que te agrade lo que ellos van a decir cantando en tu honor; y enciende también en nosotros una devoción vigilante de fragancia espiritual, que aparte con tu resplandor todas las asechanzas de la negra noche.
R/. Amén.

Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui vivis et ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, que vives y todo los gobiernas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

Post hanc duplicem benedictionem diaconorum ab episcopo peractam, sedet ipse episcopus in sella sua. Presbyteri autem et ministri stant iuxta eum, immo et universus populus cereos seu candelas ardentes in manibus portantes.

Accedit autem ad ambonem primus diaconus, ille qui lucernæ laudem proclamaturus est, præparatque populum ad sollemnem benedictionem lucernæ dicens:

Después de completada esta bendición sobre los dos diáconos, el obispo, permanece sentado en su silla. Los sacerdotes y ministros, continían de pie junto a Él, e igualmente todo el pueblo, con los cirios o velas encendidas en las manos.

El primer diácono, que ha de proclamar la alabanza de la lámpara, se acerca al ambón, y prepara al pueblo para la bendición solemne de la lámpara, diciendo:

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Aures ad Dóminum.
R/.
Hab�mus ad Dóminum nostrum.

Deo ac Dómino nostro Iesu Christo, Fílio Dei, qui es in cœlis, dignas laudes et grátias refer�mus.
R/.
�quum et iustum est, dignum et iustum est.

O�dos atentos al Señor.
R/.
Toda nuestra atención hacia el Señor.

A Dios y a nuestro Señor Jesucristo, Hijo de Dios, que est� en el cielo, demos debidas gracias y alabanzas.
R/. Es equitativo y justo, es digno y justo.

 

Benedictio lucern� ante altare / Bendición de la lámpara ante el altar

Dignum et iustum est, vere dignum et sanctum est nos tibi semper grátias ágere laudásque ref�rre, Dómine, sancte Pater omnípotens, et Christe, Deus, qui mihi tr�buas ut in tuis láudibus semper r�sonent fauces meæ, qui �rigis a terra �nopem et ab st�rcore ex�ltas páuperem. Da dir�ctum et bene sonántem in ore meo ministr´ri sermónem. Omnipoténtem Deum, subst�ntiæ vit�lis ex�rdium, creatór� univers�lis auctórem Dóminum, salutárem op�ficem, vocœlis Ecclésiæ p�rsonet canéra laudátio, ut ipsi rep�ndat lingua ministérium, de cuius império sumpsit offícium.

Dignum est ut sponsi corusc�ntis advéntum accénsis præstol�tur fidélis turba lum�nibus, ne nupti�lis habitáculi r�spuat habére consórtes, quos sub véterum umbróculo peccatórum prævénerit dormi�ntes. Quid d�gnius quidve sublímius quam ut tibi vígilet in spe éternitátis resuscitáta mort�litas cui totum ex orígine, totum debet ex múnere, vel quod formátur ex n�hilo, vel quod reparátur ex p�rdito?.

Tu vas quod pronum culpa déderat in ru�nam, f�guli miseróntis afféctu, de fav�llis cinerib�sque coll�ctum, spíritu vivific�ntem salvásti, ut fac�res ex adoptióne líberos quos retin�re víderas ex pr�varicatióne captívos. Tu nov�ll� vitis g�rmina fec�nda plant�sti, ut antiqu�rum tabísceret suávitas amóra pom�rum. Nunc de cibo s�mitur, vita non l�bitur. Solvit grátia quos vinxit ill�cebra. De árbore cre�ta nox críminis, sed de ligno g�nita lux salútis. Vetuísti ópera m�nuum tu�rum clemens operútor, intérfici perpétu� mortis exc�dio. Paradísi i�nuam, quam pi�culum let�le damn�verat, dextra mystérii cæléstis apéruit; id perféct� iúdicans esse pietátis ut quibus ad vitam fúeras largátus intr�itum, trib�eres et regréssum. Mortificántur ex lapsu, qui vivificántur ex pr�tio. Red�mpti cleméntius quam cre�ti. Namque ibi Deus operútus ut f�ceret, hic passus est ut prodísset.

�nduit carnem, sed non �xuit maiest�tem, nostram subst�ntiam �xpetens, sed própriam non relénquens. Cum córpore �ditus, sed intemer�to pudúre conc�ptus. Tempor�lis ex Vírgine, sed coætérnus ex Patre. Hum�lians divína, ut possit elev�re terr�stria. Cui tanti fuit salv�tio ut, ne nos perder�mus cœlum, ille pater�tur inférnum. Susc�pit mors quem ten�re non p�tuit; amplific�ta succ�ssu, sed evacu�ta sp�lio. Exsult�vit in raptu, sed occ�dit in troph�o. In se ref�sa defécit extrémitas postquam vitæ appétere tent�vit auctórem et dum ambit ill�cita, pérdidit acquis�ta.

Adest nox lúmine don�ta, perpétuo domónicis sanctificáta victóriis, quæ recid�vum mundi sort�ta nat�lem, debell�ta fúneris regióne, triumphos Christi resurg�ntis excépit; quæ transgressiónis máculas flu�ntis lav�cri salutáris abst�rsit; quæ vetern�sa críminis indum�nta tactu l�quidi res�lvit elemínti; in qua mercem sánguinis repræséntat unda baptísmatis, et dum vetus culpa d�cidit, novus homo cons�rgit.
R/. Amen.

Es digno y justo, realmente digno y santo que te demos siempre gracias y dediquemos alabanzas a ti, Señor Padre santo todopoderoso, y a ti, Cristo Dios; y hagas que mi garganta resuene siempre en tu alabanza tu, que levantas del polvo al desvalido y alzas de la basura al pobre. Concede a mis labios pronunciar un recto y armonioso pregón. Que la melodiosa alabanza de la Iglesia elocuente celebre a Dios todopoderoso, principio de la vida, autor de todo lo que existe, Señor, creador de salvación, para que el ministerio satisfaga con la lengua al mismo por cuyo mandato asumió el oficio.

Est� bien que la muchedumbre fiel aguarde con cirios encendidos la llegada del Esposo rutilante para que Él no rehúse tener como partícipes de la morada nupcial a algunos sorprendidos durmiendo en la oscuridad de los viejos pecados. ¿Qué puede haber más apropiado y noble que estar vigilando ante ti la naturaleza mortal y resucitada en la esperanza de la eternidad, debiéndose todo por su origen y todo por la gracia, ya por haber sido formada de la nada, ya por haber sido rescatada desde su ruina?

Tú con afecto de alfarero misericordioso, al vaso caído, al que la culpa llev� a su quiebra, lo salvaste con el Espíritu vivificante, recompuesto nuevamente del polvo y de la ceniza, para hacer libres por la adopción a quienes viste cautivos por la prevaricación. Tú plantaste los plantones fecundos de la nueva vid para que se esfumara el gusto amargo de los frutos antiguos. Ahora se come el fruto y la vida no muere. Libera la gracia a los que la seducción encadenara. De un árbol se origin� la noche del pecado, pero de un madero irradió la luz de la salvación. Impediste, hacedor bondadoso, que la obra de tus manos pereciera con la calamidad de la muerte eterna. La diestra del celeste misterio abrió la puerta del Paraíso, la que había cerrado un mortal sacrilegio; juzgando ser propio de una piedad perfecta conceder también el regreso a los que habías dado entrada en la vida. Destinados estaban a la muerte por su caída los vivificados por el rescate. Con mayor clemencia redimidos que creados. Pues entonces Dios se limit� a actuar simplemente para crear, mas ahora ha tenido que padecer para actuar con eficacia.

Revistió la carne, aun no despojándose de la divinidad, buscando nuestra naturaleza, aun no dejando la suya. Parido con un verdadero cuerpo, pero concebido quedando intacta la virginidad. Sometido al tiempo a partir de la Virgen, mas coeterno al Padre. Abajando lo divino para poder elevar lo terreno. Para quien nuestra salvación fue de tal valor que padeció el infierno a fin de que nosotros no perdi�ramos el cielo.

Arrebat� la muerte a quien no podía retener, ensoberbecida por su éxito pero despose�da inmediatamente de su victoria. Se regocij� con el botón, mas pereció a causa de su propio triunfo; contradicha en sí misma, se desvaneció la postrimería después de intentar adueñarse del autor de la vida; ambicionando lo que le era vedado perdió lo que tenía adquirido.

He aquí la noche regalada con la luz perpetua, santificada con la victoria del Señor, que habiendo recibido en suerte un nuevo nacimiento del mundo, derrotado el país de la muerte acogió el triunfo de Cristo resucitado; que lav� las suciedades del pecado en las aguas de un baño de salvación, y que deshizo los viejos harapos de los delitos al contacto del líquido elemento; con lo que el agua del bautismo hace presente la merced de la sangre, y mientras la antigua culpa se arruina, resucita un hombre nuevo.
R/. Amén.

Post responsionem populi, priusquam accedat alter diaconus ad ambonem cerei laudem enarraturus, surgit episcopus, oratque sequentem orationem; quæ tamen, ad unitatem utriusque laudis clarius exprimendam, omitti licebit. Después de la respuesta del pueblo y antes de que se acerque el otro diácono al ambón para pronunciar la alabanza del cirio, se levanta el obispo y dice la siguiente oración, que, sin embargo, con el fin de expresar más claramente la unión de las dos alabanzas, se puede omitir.

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Oratio post benedictionem lucernæ ante altare / Oración después de la bendición de la lámpara ante el altar
Deus, qui fílios Ísrael ed�cis ex Ægípto, palp�biles Ægípti ténebras relinqu�ndo; Deus, qui duce lúminis grátia, pondus horr�nd� noctis ext�rminas; Deus qui præced�nte ángelo tuo in colémna nubis in diem eod�mque in colémna ignis in noctem posterióra serv�nte, curam nostræ salútis exs�queris; teque nobis in eo præstas, in quo luc�re nos lúmine sci�ntiæ tuæ iubes.

Fac nos divinitátis tuæ fúeri consórtes, et larga tua pietáte ex invisib�libus bonis visib�lia dona concéde, quæ nos et off�rri dóceant, et tuam in ómnibus compl�ri f�ciant voluntátem.
R/. Amen.

Oh Dios, que sacas de Egipto a los hijos de Israel abandonando las densas tinieblas de Egipto; oh Dios, que con la guía iluminadora de tu gracia disipas el peso de una horrible noche; oh Dios, que con la guía de tu ángel nos preparas una nube por el día y una columna de fuego por la noche, buscando nuestra salvación, y nos das aquella luz por la que nos mandas brillar con la luz de tu conocimiento.

Haznos partícipes de tu divinidad, y con tu inagotable piedad concédenos de tus riquezas invisibles los dones invisibles que nos enseñan a ofrecernos a tu y a cumplir en todo tu voluntad.
R/.
Amén.

Christe, Dómine, Deus noster, qui cum Deo Patre et Spíritu Sancto gloriósa divinitáte vivis et dominóris per infiníta semper sécula sæculórum.
R/. Amen.
Cristo Señor, Dios nuestro, que con Dios Padre y Espíritu Santo vives y gobiernas en tu gloriosa divinidad, por infinitos siglos de los siglos.
R/. Amén.
Recitata, vel omissa, oratione pr�cedenti, accedit alter diaconus, qui prosequitur: Tanto si se ha dicho como si se ha omitido la oración precedente, se acerca el otro diácono y prosigue:

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Benedictio cerei ante altare / Bendición del cirio ante el altar
quum et iustum est, vere, Dómine, satis dignum et pulchrum est, in quantum nos múnere tuo illústras, tibi semper grátias ágere, apud quem est fons vitæ, in cuius lúmine vidébimus lumen. Pr�via tot tant�sque virtútibus circa tuæ maiestátis respl�ndens altária serónat lux c�rei. Pr�m�ttunt indícia ígnium mir�cula secut�ra lymph�rum. Nunci�tur ex lúmine quid nasc�tur ex fonte. Pat�scunt actu quæ fúerant figur�ta mystério. Instar colémn� véteris fomes iste pr�fúlget; aquis pópulum docet esse salv�ndum, per quas et liberátio trib�itur ad salútem et regenerátio don�tur ad r�quiem.

Ascéndat, Dómine, in conspéctu glóriæ tuæ obsecr�tio devóta famulárum. Visitántur benedictiónis dono quæ sacro dedicántur obséquio. Non hic th�reis adol�tur flamma virgúltis, nec in sab�icis proscindántur ligna, nem�ribus, quæ suavitátem c�nnami ror�ntes exh�lant. Sed cera famulátur ex lúmine, quæ non poll�itur ex paránte. Cuius natúra de flore, cuius ortus ex vírgine. Cui illa dat g�netrix nativitátis oríginem, quæ corruptiónis nescit errárem. Pap�rus, quin étiam, niveo adopórta sub t�gmine, flamm�rum exséquitur increm�nta. Neque hoc sine cæléstis ígitur operatióne virtátis, quod favet ígnibus res nutr�ta gurg�tibus.

Agn�scunt cuncta te Dóminum, tib�que se sciunt debóri quod nata sunt. Ded�sti, pie �pifex, creatóræ sensum quo suum possit intell�gere et honoráre factórem

Int�nde, propítius, Dómine, ad huius c�rei devotíssimam servitátem; ut qui flammam g�gnere c�rnitur, usu�le tuæ benedictiónis serenítus ex lúmine, cunctis sit expedíbilis ad salútem. Res�lvat gr�vium fom�nta langu�rum. Asperitátes c�suum remédii tranquillitáte confr�ngat. ómnia votis largi�tur humánis, qui de tuis benedictiónem sumpsit offíciis.

Tr�bue étiam, Dómine, sancte Pater, omnípotens Deus, ut di�i huius sollémnia sacr� paschális, in quo Redempt�ris nostri glória prædic�tur et grátia, cum ant�stite nostro N. epíscopo, cum glorióso príncipe N., cum presbéteris, diacónibus, clero atque omni pópulo, sub mult�rum currículo celebráre mere�mur annórum.
R/. Amen.

Præsta per Dóminum nostrum Iesum Christum Fílium tuum, cum quo tibi est una et co�qu�lis ess�ntia in unitáte Spíritus Sancti in sécula sæculórum.
R/. Amen. Amen. Amen. Amen.

Ad te ascéndat.
R/. Amen.

Pax in cœlo.
R/. Amen.

Pax in terra.
R/. Amen.

Pax et plenitúdo tua, Dómine, super nos descéndat.
R/. Amen.

Pax r�gibus et potestátibus sæculi huius.
R/. Amen.

Pax Ecclésiæ tuæ cathólicæ, quæ est in hunc locum constitáta, et per universum orbem terrárum in pace diff�sa.
R/. Amen.

Es justo y necesario, en verdad, Señor, es digno y hermoso que, puesto que tú nos enriqueces con tus dones, te demos gracias siempre, porque en ti est� la fuente de la vida, y en tu luz veremos nuestra luz. La luz del cirio resplandeciente serena los altares de tu majestad, anunciando muchos y muy grandes prodigios. Comienzan los símbolos del fuego, al que seguirán los milagros del agua. Por la luz se anuncia lo que ha de nacer de esta fuente. Se hacen ahora realidad los misterios simbolizados en figuras. Como la columna antigua de fuego, brilla este fuego, anunciando que el pueblo se ha salvar por el agua, por la que se nos libera y salva, y se nos da un nacimiento nuevo, en orden a la bienaventuranza.

Suba, pues, Señor, ante la presencia de tu gloria, la devota oración de tus siervos. Que el don de tu bendición nos visite a cuantos te rendimos adoración. No se enciende aquí la llama con ramas de incienso, ni se cortan maderas de los bosques de Sab�, que exhalan la suavidad del cinamomo derramado. Se te ofrece, para la luz, la cera, que no ha sido manchada por quienes la crean; su naturaleza brota de las flores; su origen es virginal; ella, al mismo tiempo, recibe tal nacimiento, que desconocer� el fracaso de la corrupción. Aún el papiro que la protege con blanco velo consigue aumento de la llama. Y esto sucede no sin poder y virtud celestial, ya que al fuego alimenta lo que se ha desarrollado en las aguas.

Todas las cosas te reconocen como Señor y saben que a ti deben lo que son. Tú diste, piadoso creador, un sentido a la criatura por el que pueda conocer y honrar a su creador.

Mira, pues, propicio, Señor, el devotísimo obsequio de este cirio; y así como se ve brotar de Él la llama en la tranquilidad serena de tu constante bendición, nos sirva a todos de ayuda para la salvación. Que cure la raíz de nuestros graves males. Que sirva de sosiego y de tranquilidad en nuestras desgracias, y por Él recibamos remedio en nuestras peticiones, ya que Él ha recibido la bendición cuando te lo ofrecíamos.

Concede también, Señor, Padre santo, Dios omnipotente, que podamos celebrar muchos años esta solemnidad pascual en la que proclamamos la gracia y la gloria de nuestro Redentor, juntamente con nuestro Obispo, N., con nuestro soberano, N., con los presbíteros, diáconos, clero y el pueblo todo.
R/. Amén.

Concédenoslo por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que es una sola e igual naturaleza contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
R/. Amén. Amén. Amén. Amén.

Que suba hasta ti.
R/. Amén.

Paz en el cielo.
R/. Amén.

Paz en la tierra.
R/. Amén.

Que tu paz y toda tu gracia, Señor, descienda sobre nosotros.
R/. Amén.

Paz a los que gobiernan las naciones.
R/. Amén.

Paz a tu Iglesia Católica, que est� aquí establecida y extendida en paz por todo el orbe de la tierra.
R/. Amén.

Quibus populi acclamationibus perficitur Lucernarium, incipitque Liturgia verbi seu magna synaxis biblica paschalis. Con estas aclamaciones del pueblo termina el Lucernario y da comienzo la Liturgia de la Palabra o gran sinaxis b�blica pascual.

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Pars secunda
Liturgia verbi

Annus primus

Segunda parte
Liturgia
de la palabra

Año I

Omnibus stantibus, celebrans admonet populum. Estando todos de pie, el celebrante dirige al pueblo la siguiente admonición.
Admonitio ad populum / Admonición al pueblo
Exspect�ti témporis, dilectíssimi fratres, festa sollémnitas et �nnuum per sécula sacr� resurrectiónis arcénum vot�v� noctis advénit. Hoc illud est, quod in perúnnem memóriam consecr�tum credéntibus pópulis altíssima de cœlis grátia spiritu�lis attr�buit.

H�lares vig�lias gloriósis láudibus perfer�mus, diem vincóntes, qua fun�libus crebris Ecclésia sancta respl�ndens coríscat in lúmine, præc�nia domínicæ passiónis indef�ssis précibus celebrámus, intend�ntes audítu lectiónibus sanctis ac s�dulis obsecratiónibus patiéntiam non negántes; ut ille reg�lis s�lii habitátor altíssimus a sede arcis �th�re� pópulo suo, qui sollémnia reddit�rus ad hæc festa convénit, per Spíritum suum Sanctum clem�nter ill�psum plac�bilis ac propitiátus asp�ret.
R/. Amen.

Por fin, hermanos amadísimos, ha llegado esta, por largo tiempo deseada, fiesta solemnísima, y el misterio durante siglos escondido de la resurrección en esta anhelada noche. Este es aquel misterio, que, consagrado ya para perpetua memoria, trae la gracia espiritual a los pueblos que creen en Él.

Celebremos con gloriosas alabanzas, la jubilosa vigilia, y al alcanzar el día en que la Santa Iglesia con multitud de antorchas brillar� resplandeciente, celebremos el pregón de la Pasión del Señor, rodeados de luz, y con incesantes plegarias. Estemos atentos para escuchar las lecturas santas, y no nos cansemos de rezar con insistencia. Para que aquíl que habita en las alturas sentado en su trono real, mire propicio y clemente, por el Espíritu Santo que bondadosamente se nos derrama, desde el trono de su eterno alcázar, a su pueblo que se re�ne aquí para celebrar esta solemne festividad.
R/. Amén.

Per misericórdiam ipsíus Dei nostri, qui est benedíctus et vivit et ómnia regit in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por la misericordia del mismo Dios nuestro, que es bendito y vive y todo lo gobierna, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
Admonitione finita sedent omnes et lectiones auscultant. Terminada la admonición todos se sientan y escuchan las lecturas.

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LECTIO PRIMA / Lectura primera
Annus primus / Año I Gén 1,1-2,3
Léctio libri G�nesis.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del G�nesis.
R/. Demos gracias a Dios.

In princípio creávit Deus cœlum et terram. Terra autem erat in�nis et vácua, et teníbr� super f�ciem ab�ssi, et sp�ritus Dei ferebátur super aquas.

Dixítque Deus: «Fiat lux». Et facta est lux. Et vidit Deus lucem quod esset bona et div�sit Deus lucem ac ténebras. Appellav�tque Deus lucem Diem et ténebras Noctem. Fact�mque est véspere et mane, dies unus.

Dixit quoque Deus: «Fiat firmam�ntum in médio aquírum et div�dat aquas ab aquis». Et fecit Deus firmam�ntum divis�tque aquas, quæ erant sub firmam�nto, ab his, quæ erant super firmam�ntum. Et factum est ita. Vocavítque Deus firmam�ntum C�lum. Et factum est véspere et mane, dies secóndus.

Dixit vero Deus: «Congregántur aquí, quæ sub cœlo sunt, in locum unum, et app�reat árida». Fact�mque est ita. Et vocávit Deus áridam Terram congregation�sque aquírum appell�vit Mar�a. Et vidit Deus quod esset bonum.

Et ait Deus: �G�rminet terra herbam viróntem et herbam faci�ntem semen et lignum pom�ferum f�ciens fructum iuxta genus suum, cuius semen in semet�pso sit super terram». Et factum est ita. Et pr�tulit terra herbam viróntem et herbam affer�ntem semen iuxta genus suum lign�mque f�ciens fructum, qui habet in semet�pso sem�ntem secóndum spéciem suam. Et vidit Deus quod esset bonum. Et factum est véspere et mane, dies tértius.

Dixit autem Deus: «Fiant lumin�ria in firmam�nto cœli, ut d�vidant diem ac noctem et sint in signa et témpora et dies et annos, ut lúceant in firmam�nto cœli et illúminent terram». Et factum est ita. Fec�tque Deus duo magna lumin�ria: lumin�re maius, ut pr�ísset di�i, et lumin�re minus, ut pr�ísset nocti, et stellas. Et pósuit eas Deus in firmam�nto cœli, ut luc�rent super terram et pr�íssent di�i ac nocti et div�derent lucem ac ténebras. Et vidit Deus quod esset bonum. Et factum est véspere et mane, dies quartus.

Dixit étiam Deus: �P�llulent aquí r�ptile ánimæ viv�ntis, et volátile volet super terram sub firmam�nto c�li�. Creav�tque Deus cete gr�ndia et omnem ánimam viv�ntem atque mot�bilem, quam p�llulant aquí secóndum spécies suas, et omne volátile secóndum genus suum. Et vidit Deus quod esset bonum; benedixítque eis Deus dicens: «Créscite et multiplic�mini et repléte aquas maris, av�sque multiplicántur super terram». Et factum est véspere et mane, dies quintus.

Dixit quoque Deus: «Prod�cat terra ánimam viv�ntem in génere suo, ium�nta et rept�lia et b�stias terræ secóndum spécies suas». Fact�mque est ita. Et fecit Deus b�stias terræ iuxta spécies suas et iumenta secóndum species suas et omne r�ptile terræ in génere suo. Et vidit Deus quod esset bonum.

Et ait Deus: «Faci�mus hóminem ad im�ginem et similitúdinem nostram; et pr�sint p�scibus maris et volat�libus cœli et b�stiis univers�que terræ omn�que r�ptili, quod mov�tur in terra». Et creávit Deus hóminem ad im�ginem suam; ad im�ginem Dei creávit illum; m�sculum et féminam creávit eos.

Benedixítque illis Deus et ait illis Deus: «Créscite et multiplic�mini et repléte terram et sub�cite eam et dominómini p�scibus maris et volat�libus cœli et univérsis anim�ntibus, quæ movántur super terram». Dixítque Deus: �Ecce dedi vobis omnem herbam affer�ntem semen super terram et univérsa ligna, quæ habent in semet�psis fructum ligni portóntem sem�ntem, ut sint vobis in escam et cunctis anim�ntibus terræ omn�que v�lucri cœli et univérsis, quæ movántur in terra et in quibus est ánima vivens, omnem herbam viróntem ad vesc�ndum». Et factum est ita. Vidétque Deus cuncta, quæ fecit, et ecce erant valde bona. Et factum est véspere et mane, dies sextus.

�gitur perfécti sunt cœli et terra et omnis exércitus e�rum. Complev�tque Deus die séptimo opus suum, quod f�cerat, et requi�vit die séptimo ab univérso �pere, quod patr�rat. Et benedíxit Deus di�i séptimo et sanctificávit illum, quia in ipso requi�verat ab omni �pere suo, quod creávit Deus, ut f�ceret.

In fine uniuscuiusque lectionis populus respondet, de more:

R/. Amen.

Al principio Dios creó el cielo y la tierra. La tierra era soledad y caos, y las tinieblas cubrían el abismo; y el espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas.

Dios dijo: «Haya luz�, y hubo luz. Vio Dios que la luz era buena, y la separá de las tinieblas; y llam� a la luz día, y a las tinieblas noche. Hubo así tarde y mañana: día primero.

Y Dios dijo: «Haya un firmamento entre las aguas, que separe las unas de las otras»; y así fue: Dios hizo el firmamento, separando por medio de Él las aguas que hay debajo de las que hay sobre Él. 8 Dios llam� al firmamento cielo. Hubo tarde y mañana: día segundo.

Dios dijo: «Re�nanse en un solo lugar las aguas inferiores y aparezca lo seco»; y así fue. Dios llam� a lo seco tierra, y a la masa de las aguas llam� mares. Vio Dios que esto estaba bien.

Dios dijo: «Produzca la tierra vegetación: plantas con semilla de su especie y árboles frutales que den sobre la tierra frutos que contengan la semilla de su especie�; y así fue. La tierra produjo vegetación: plantas con semilla de su especie y árboles frutales que contienen la semilla propia de su especie. Vio Dios que esto estaba bien. Hubo tarde y mañana: día tercero.

Dios dijo: «Haya lumbreras en el firmamento que separen el día de la noche, sirvan de signos para distinguir las estaciones, los días y los años, y luzcan en el firmamento del cielo para iluminar la tierra». Y así fue: Dios hizo dos lumbreras grandes, la mayor para gobierno del día, y la menor para gobierno de la noche, y las estrellas. Dios las puso en el firmamento del cielo para iluminar la tierra, regular el día y la noche y separar la luz de las tinieblas. Vio Dios que esto estaba bien. Hubo tarde y mañana: día cuarto.

Dios dijo: «Pulule en las aguas un hormigueo de seres vivientes y revoloteen las aves por encima de la tierra y cara al firmamento del cielo». Dios creó los grandes monstruos marinos, todos los seres vivientes que se mueven y pululan en las aguas según su especie, y el mundo volátil según su especie. Vio Dios que esto estaba bien. Dios los bendijo diciendo: «Sed fecundos, multiplicaos y llenad las aguas del mar, y multipl�quense las aves sobre la tierra». Hubo tarde y mañana: día quinto.

Dios dijo: «Produzca la tierra animales vivientes según su especie: ganados, reptiles y bestias salvajes según su especie». Y así fue. Dios hizo las bestias de la tierra, los ganados y los reptiles campestres, cada uno según su especie. Vio Dios que esto estaba bien.

Dios dijo: «Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza. Domine sobre los peces del mar, las aves del cielo, los ganados, las fieras campestres y los reptiles de la tierra».Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios los creó, macho y hembra los creó.

Dios los bendijo y les dijo: «Sed fecundos y multiplicaos, poblad la tierra y sometedla; dominad sobre los peces del mar, las aves del cielo y cuantos animales se mueven sobre la tierra». Y añadió: «Yo os doy toda planta sement�fera que hay sobre la superficie de la tierra y todo árbol que da fruto conteniendo simiente en sí. Ello ser� vuestra comida. A todos los animales del campo, a las aves del cielo y a todos los reptiles de la tierra, a todo ser viviente, yo doy para comida todo herbaje verde». Y así fue. Vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que todo estaba muy bien. Hubo tarde y mañana: día sexto.

Así fueron acabados el cielo y la tierra y todos sus elementos. Dios dio por terminada su obra el séptimo día, y en este día descans� de toda su obra. Dios bendijo el día séptimo y lo santificó, porque en Él había descansado de toda la obra de su actividad creadora.

Al final de cada lectura el pueblo responde de la forma habitual:

R/. Amén.

 

Lectione prima finita, dicit diaconus: Finalizada la lectura primera, el diácono dice:
Pro sollemnitáte pascháli flect�mus g�nua. Por esta solemnidad pascual, arrodillémonos.
Et omnes genua flectunt. Post paululum vero dicit: Y todos se arrodillan. Después de unos instantes dice:
Lev�te. Levantaos.
Et surgunt.
Celebrans dicit:
Y se levantan.
El celebrante dice:

 

Oratio / Oración
Pro sollemnitáte pascháli flexis g�nibus, te, Pater omnípotens, obsecr�mus, ut mors Unigéniti tui, Dómini nostri, qui vitam omni c�ntulit mundo, toti grátiam c�nferat pópulo christiáno.

Resurréctio quoque eius nos ad cæléstia s�blevet, et a corruptióne vitæ huius er�ptos immortalitáti ætérne cons�ciet.
R/. Amen.

Tras doblar nuestras rodillas en la solemnidad de la pascua, te rogamos, Padre todopoderoso, que la muerte de tu Unigénito, nuestro Señor, que dio la vida a todo el mundo, conceda la gracia a todo el pueblo cristiano.

Que su resurrección nos eleve hacia lo celestial, y arrancándonos de la corrupción de esta vida, nos asocie a la eterna inmortalidad.
R/. Amén.

Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui es benedíctus et vivis et ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, que eres bendito y vives y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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LECTIO SECUNDA / Lectura segunda
Annus primus / Año I

Gén 5,32-6,3.5-6.13-14; 7,1-5.17.23; 8,1.4.6-8.9-11.13.15-18.20-21 (2)

Léctio libri G�nesis.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del G�nesis.
R/. Demos gracias a Dios.

In diébus illis:

Noe cum quingent�rum esset annórum, g�nuit Sem, Cham et Iapheth.Cumque c�píssent hómines multiplic�ri super terram et fílias procreíssent, vidóntes fílii Dei fílias hóminum quod essent pulchræ, accep�runt sibi ux�res ex ómnibus, quas elégerant.Dixítque Deus: «Non perman�bit spíritus meus in hómine in ætérnum, quia caro est; er�ntque dies illíus centum vig�nti annórum».

Videns autem Dóminus quod multa malítia hóminum esset in terra, p�n�tuit eum quod hóminem fecísset in terra. Dixítque Deus ad Noe: «Finis univérsæ carnis venit coram me.Fac tibi arcam de lignis cupr�ssinis et ingr�dere in eam tu et fílii tui, uxor tua et �xores fili�rum tu�rum tecum, et ex cunctis anim�ntibus univérs� carnis, te enim vidi iustum coram me in generatióne hac, ut salv�tur semen super f�ciem univérs� terr�. Adhuc enim et post dies septem ego pluam super terram quadragínta diébus et quadragínta nóctibus et del�bo omnem subst�ntiam, quam feci, de superfécie terræ.

Fecit ergo Noe ómnia, quæ mandíverat ei Dóminus. Fact�mque est dil�vium, et del�vit omnem subst�ntiam quæ erat super terram.

Add�xit vero Deus spíritum super terram, et prohíbitæ sunt plúviæ de cœlo, requiev�tque arca die séptimo.

Ap�riens Noe fen�stram arcæ, quam f�cerat, dim�sit corvum; qui egrediebátur �xiens et rádiens, donec siccarántur aquí super terram. Em�sit quoque colúmbam a se, ut vidéret si iam cessíssent aquí super f�ciem terræ. Quæ, cum non invenísset, ubi requiésceret pes eius, revérsa est ad eum in arcam. Extend�tque manum et appreh�nsam �ntulit in arcam. Exspectátis autem ultra septem diébus áliis, rursum dim�sit colúmbam ex arca. At illa venit ad eum ad vísperam portans ramum ol�v� viróntibus fíliis in ore suo. Intell�xit ergo Noe quod cessíssent aquí super terram.

Et ap�riens tectum arcæ, et ecce aspéxit vidétque quod exsicc�ta erat superfécies terræ.

Locátus est autem Deus ad Noe dicens: «Egr�dere de arca tu et uxor tua, fílii tui et ux�res fili�rum tu�rum tecum. cunctaque anim�ntia, quæ sunt apud te ex omni carne».

Egressus ergo Noe fecit ut dúxerat ei Deus. ædificavítque altáre Dómino; et tollens de cunctis pec�oribus mundis et vol�cribus mundis ábtulit holocáusta super altáre. Odorat�sque est Dóminus odórem suavitátis.

R/. Amen.

En aquellos días:

No», a la edad de quinientos años, engendr� a Sem, Cam y Jafet. Cuando los hombres comenzaron a multiplicarse sobre la tierra y les nacieron hijas, los hijos de Dios vieron que las hijas de los hombres eran hermosas, y tomaron por esposas las que más les gustaron. El Señor dijo: «Mi espíritu no permanecer� por siempre en el hombre, porque es de carne. Sus días serán ciento veinte años».

Al ver el Señor que la maldad de los hombres sobre la tierra era muy grande se arrepintió de haber creado al hombre sobre la tierra, y Dios dijo a Noé: «He decidido acabar con todo ser viviente, Hazte un arca de maderas resinosas, y entra en ella tú y tu mujer, tus hijos y sus mujeres porque tú eres el único hombre justo que he encontrado en esta generación. Y mete a contigo a todos los seres vivientes con el fin de conservar la especie sobre la tierra. Porque dentro de siete días har� llover sobre la tierra por espacio de cuarenta días y cuarenta noches y exterminar� sobre ella todos los seres que he hecho».

Noé hizo todo cuanto Dios le había mandado. El diluvio dur� cuarenta días y todos los seres vivientes sobre la superficie de la tierra fueron exterminados.

Dios hizo pasar un viento sobre la tierra, y cesó de caer lluvia y el día séptimo el arca quedó anclada.

Noé abrió la ventana que había hecho en el arca y solt� un cuervo, el cual estuvo volando, yendo y viniendo, hasta que se secaron las aguas sobre la tierra. Después solt� una paloma, para ver si se habían secado las aguas sobre la superficie de la tierra. La paloma, no encontrando dónde posarse, volvió de nuevo al arca. Noé sacó la mano, la agarr� y la metió en el arca. Esperú siete días más, y de nuevo solt� la paloma fuera del arca. Y por la tarde volvi�, trayendo en su pico una rama de olivo. Así conoció Noé que las aguas no cubrían ya la superficie de la tierra.

Y levant� la cubierta del arca, mir� y vio que la superficie de la tierra estaba seca.

Dios habl� a Noé y le dijo: «Sal del arca tú, tu mujer, tus hijos y tus nueras. Saca también todos los animales que est�n contigo».

Salió, pues, Noé e hizo lo que le dijo Dios. Y levant� un altar al Señor y, tomando de todos los animales puros y de todas las aves puras, ofreció holocaustos sobre Él. Y el Señor aspir� el perfume agradable.

R/. Amén.

 

Explicita lectione secunda, dicit diaconus: Terminada la lectura segunda, el diácono dice:
Pro his qui, v�riis necessitátibus det�nti, Pasch� interésse non possunt, flect�mus g�nua. Por aquellos que por diversas circunstancias no pueden participar en la celebración de la Pascua, arrodillémonos.
Et omnes genua flectunt. Post paululum vero dicit: Y todos se arrodillan. Después de unos instantes dice:
Lev�te. Levantaos.
Et surgunt.
Celebrans dicit:
Y se levantan.
El celebrante dice:

 

Oratio / Oración
Deprec�mur te, Pater ætérne, omnípotens Deus, pro his qui, divérsis necessitátibus det�nti, sollemnitáte pascháli interésse non meru�runt; ut quia gáudio pres�ntium sunt exs�rtes, mereántur sanctórum méritis adísse partícipes.

Ut, sicut pássio unig�niti Fílii tui, Dómini nostri, pro mult�rum salúte occúrrit, ita et hæc cel�britas ánnuæ festivitátis et præséntibus tr�buat glóriam, et abs�ntibus c�nferat véniam.
R/. Amen.

Te rogamos, Padre eterno, Dios todopoderoso, por los que, estando impedidos por diversas causas, no han podido estar presentes en esta celebración de la pascua; que si ahora no participan del gozo de los presentes, merezcan luego ser partícipes de los méritos de los santos.

Y pues la pasión de tu Unigénito Hijo, nuestro Señor, tuvo lugar por la salvación de todos, esta festiva celebración de cada año, conceda la gloria a los presentes y el perdón a los ausentes.
R/. Amén.

Per misericórdiam tuam, Deus, qui vivis et ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu misericordia, oh Dios, que vives y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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LECTIO TERTIA / Lectura tercera
Annus primus / Año I Gén 22,1-19
Léctio libri G�nesis.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del G�nesis.
R/. Demos gracias a Dios.

In diébus illis:

Tent�vit Deus Ábraham et dixit ad eum: �Ábraham». Ille respóndit: «Adsum». Ait: «Tolle fílium tuum unig�nitum, quem déligis, &Iaacute;saac et vade in terram M�ria; atque offer eum ibi in holocáustum super unum móntium, quem monstr�vero tibi�.

�gitur Ábraham de nocte consírgens stravit ásinum suum ducens secum duos i�venes suos et &Iaacute;saac fílium suum. Cumque concidísset ligna in holocáustum, surréxit et �biit ad locum, quem pr�cóperat ei Deus. Die autem tértio, elev�tis óculis, vidit locum procul dixítque ad púeros suos: «Exspect�te hic cum ásino. Ego et puer illuc usque properúntes, postquam adoravérimus, revert�mur ad vos».

Tulit quoque ligna holocáusti et impósuit super &Iaacute;saac fílium suum; ipse vero port�bat in mánibus ignem et cultrum. Cumque duo p�rgerent simul, dixit &Iaacute;saac Ábrahæ patri suo: «Pater mi�. Ille respóndit: «Quid vis, fili�. «Ecce, inquit, ignis et ligna; ubi est víctima holocáusti?». Dixit Ábraham: «Deus provid�bit sibi víctimam holocáusti, fili mi�.

Perg�bant ambo p�riter; et venírunt ad locum, quem osténderat ei Deus, in quo ædificávit Ábraham altáre et désuper ligna compásuit. Cumque colligísset &Iaacute;saac fílium suum, pósuit eum in altári super struem lignórum extend�tque Ábraham manum et arr�puit cultrum, ut immol�ret fílium suum.

Et ecce ángelus Dómini de cœlo clam�vit: �Ábraham, Ábraham». Qui respóndit: «Adsum». Dixítque: «Non ext�ndas manum tuam super púerum neque f�cias illi quidquam. Nunc cogn�vi quod times Deum et non peperc�sti fílio tuo unigénito propter me». Lev�vit Ábraham óculos suos vidétque ariétem unum inter vepres h�r�ntem c�rnibus; quem ass�mens ábtulit holocáustum pro fílio. Appellav�tque nomen loci illíus: �Dóminus videt�. Unde usque hódie d�citur: «In monte Dóminus vidétur�.

Voc�vit autem ángelus Dómini Ábraham secóndo de cœlo et dixit: �Per memet�psum iurávi -verbum Dómini- quia fecísti hanc rem et non peperc�sti fílio tuo unigénito, benedícam tibi et multiplicábo semen tuum sicut stellas cœli et velut aránam, quæ est in l�tore maris. Possid�bit semen tuum portas inimicórum suórum, et benedicántur in sémine tuo omnes gentes terræ, quia ob�d�sti voci me».

Revérsus est Ábraham ad púeros suos abier�ntque Bersab�e simul, et habitávit ibi.

R/. Amen.

En aquellos días:

Dios quiso probar a Abrahán, y le llamó: «¿Abrahán! «Abrahán!». éste respondió: «Aquí estoy�. Y Dios le dijo: «Toma ahora a tu hijo, al que tanto amas, Isaac, vete al país de Moria, y ofr�cemelo allá en holocausto en un monte que yo te indicar�.

Abrahán se levant� de madrugada, aparej� su asno, tom� consigo dos criados y a su hijo Isaac, partió la leía para el holocausto y se encamin� hacia el lugar que Dios le había dicho. Al tercer día, Abrahán alzó los ojos y alcanzó a ver de lejos el lugar; y dijo a sus criados: «Quedaos aquí con el asno mientras el muchacho y yo subimos arriba; adoraremos a Dios, y después volveremos con vosotros».

Abrahán tom� la leía del holocausto y la puso sobre el hombro de su hijo Isaac. Después tom� en su mano el fuego y el cuchillo, y se fueron los dos juntos. Isaac dijo a su padre: «¿Padre!». Él respondió: «¿Qué quieres, hijo mío?». Isaac dijo: «Llevamos el fuego y la leña; pero �dónde est� el cordero para el holocausto?». Abrahán respondió: «Dios se proveerá del cordero para el holocausto, hijo mío».

Y continuaron juntos el camino. Cuando llegaron al lugar que Dios le había indicado, Abrahán levant� un altar; prepará la leña, at� a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar encima de la leña. Luego tom� el cuchillo para sacrificar a su hijo.

Entonces el ángel del Señor le llam� desde el cielo y le dijo: ��Abrahán! «Abrahán!». éste respondió: «Aquí estoy�. Y el ángel le dijo: «No lleves tu mano sobre el muchacho, ni le hagas mal alguno. Ya veo que temes a Dios, porque no me has negado a tu hijo, tu hijo único». Abrahán alzó los ojos y vio a sus espaldas un carnero enredado por los cuernos en un matorral. Tom� el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. Abrahán puso a aquel lugar el nombre de «El Señor provee», y por eso todavía hoy se dice «El monte del Señor provee».

El ángel del Señor llam� por segunda vez a Abrahán, y le dijo: «Juro por mí mismo, palabra del Señor, que, por haber hecho esto y no haberme negado tu hijo único, te colmar� de bendiciones y multiplicar� tanto tu descendencia, que ser� como las estrellas del cielo y como la arena que hay a la otra orilla del mar, y tu descendencia ocupará la puerta de sus enemigos. Por tu descendencia serán benditas todas las naciones de la tierra, porque obedeciste mi voz�.

Abrahán volvió donde sus criados y partieron juntos hacia Berseba, donde Abrahán se quedó a vivir.

R/. Amén.

 

Explicita lectione tertia, dicit diaconus: Terminada la lectura tercera, el diácono dice:
Pro sacerdótibus ac minístris flect�mus g�nua. Por los sacerdotes y ministros, arrodillémonos.
Et omnes genua flectunt. Post paululum vero dicit: Y todos se arrodillan. Después de unos instantes dice:
Lev�te. Levantaos.
Et surgunt.
Celebrans dicit:
Y se levantan.
El celebrante dice:

 

Oratio / Oración
Sacerd�tes tuos, Dómine, �ndue iustítiam et minístri tui l�tántur. Illos doctrínis et vitæ exémplis mun�fica, hos sanctitátis cultu offici�que locupl�ta. Ut dum utr�que a te augm�nta virtútum percep�runt, sine offensi�ne tuis altáribus famulántur.
R/. Amen.
Reviste de santidad, Señor, a tus sacerdotes, que se alegren tus ministros. Enriquece a los primeros de doctrina y ejemplos de vida, llena a los segundos con el cultivo de la santidad y del oficio ministerial. Para que mientras unos y otros reciban de ti el desarrollo de sus virtudes, sirvan sin tacha a tus altares.
R/. Amén.
Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui vivis et ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, que vives y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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LECTIO QUARTA / Lectura cuarta
Annus primus / Año I Éx 12,1-11
Léctio libri �xodi.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del éxodo.
R/. Demos gracias a Dios.

In diébus illis:

Dixit Dóminus ad Móysen et �aron in terra Ægípti: «Mensis iste vobis princípium m�nsium, primus erit in m�nsibus anni. Loqu�mini ad univérsum c�tum fili�rum Ísrael et dícite eis: D�cima die mensis huius tollat unusqu�sque agnum per fam�lias et domos suas. Sin autem minor est númerus, ut suff�cere possit ad vesc�ndum agnum, ass�met vic�num suum, qui iunctus est dómui suæ iuxta númerum animárum, quæ suff�cere possunt ad esum agni. Erit autem vobis agnus absque mácula, m�sculus, ann�culus; quem de agnis vel hædis toll�tis et serv�bitis eum usque ad quartam décimam diem mensis huius; immolab�tque eum univérsa congregátio fili�rum Ísrael ad vísperam. Et sument de sánguine eius ac ponent super utr�mque postem et in superlimin�ribus dom�rum, in quibus c�medent illum; et edent carnes nocte illa assas igni et ázymos panes cum lact�cis am�ris. Non comed�tis ex eo crudum quid nec coctum aqua, sed tantum assum igni; caput cum pédibus eius et intestónis vor�bitis. Nec reman�bit quidquam ex eo usque mane; si quid res�duum fúerit, igne combur�tis. Sic autem comed�tis illum: renes vestros accingátis, calceam�nta habíbitis in pédibus, ten�ntes báculos in m�nibus, et comed�tis festin�nter; est enim Pascha (id est tr�nsitus) Dómini�.

R/. Amen.

En aquellos días:

El Señor dijo a Moisés y a Aarón en Egipto: «Este mes ser� para vosotros el principal, el primero de los meses del año.Decid a toda la comunidad de Israel: El día diez de este mes cada uno se procure un cordero por familia, un cordero por casa. Si la familia es demasiado pequeía para consumir el cordero entero, se pondr� de acuerdo con su vecino, el más próximo a su casa, según el número de personas y en razón de la porción de cordero que cada cual puede comer. El cordero ha de ser sin defecto, macho, de un año; podr� ser cordero o cabrito. Lo guardar�is hasta el día catorce de este mes; entonces todo Israel lo inmolar� entre dos luces. Con un poco de la sangre se untarán las jambas y el dintel de las casas en que se ha de comer. Esa misma noche comer�is la carne asada al fuego, con panes sin levadura y hierbas amargas. No comer�is nada crudo ni cocido en agua; todo ha de ser asado al fuego: cabeza, patas y entrañas. No dejar�is nada de Él para la mañana siguiente; si queda algo, lo quemíis. Lo comer�is así: ceñidos los lomos, calzados los pies, báculo en mano. Lo comer�is de prisa, porque es la pascua del Señor.

R/. Amén.

 

Dicit diaconus post quartam lectionem: Tras finalizar la lectura cuarta, el diácono dice:
Pro unitáte fídei cathólicæ flect�mus g�nua. Por la unidad de la fe católica, arrodillémonos.
Et omnes genua flectunt. Post paululum vero dicit: Y todos se arrodillan. Después de unos instantes dice:
Lev�te. Levantaos.
Et surgunt.
Celebrans dicit:
Y se levantan.
El celebrante dice:

 

Oratio / Oración
Ecclésia tua, Christe, quæ dilat�ta per univérsam terram diff�sa est, omnes per tuam grátiam in unitátis gr�mio cólligat; et quamvis semet�psam in géntium variet�te diff�ndat, fídei tamen divisiónem non s�ntiat.

Diss�lve héreses et sch�smata, quæ subv�rtere c�piunt fidem, quæ nitántur corr�mpere veritátem. Ut sicut tu in cœlis atque in terra unus atque idem dign�sceris Dóminus, ita tibi in unitáte fídei s�rviat cunctórum géntium pópulus.
R/. Amen.

Tu Iglesia, Cristo, que se ha extendido ampliamente por todo el orbe, congregue a todos, por tu gracia, en el regazo de la unidad; y al ir creciendo ella misma entre la diversidad de las naciones, no experimente división en la fe. Disuelve las herejías y los cismas que tratan de subvertir la fe y corromper la verdad.

Para que como tú en los cielos y en la tierra eres reconocido como un solo y único Señor, así el pueblo de todas las naciones te sirva en la unidad de la fe.
R/. Amén.

Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui vivis et ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, que vives y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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LECTIO QUINTA / Lectura quinta
Annus primus / Año I Éx 14,15-15,1 (3)
Léctio libri �xodi.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del éxodo.
R/. Demos gracias a Dios.

Quinta prog�nie ascend�runt fílii Ísrael de terra Ægípti. Dixítque Dóminus ad Móysen: «Quid clamas ad me? L�quere fíliis Ísrael, ut proficiscántur. Tu autem �leva virgam tuam et ext�nde manum tuam super mare et d�vide illud, ut gradiántur fílii Ísrael in médio mari per siccum. Ego autem indur�bo cor Ægypti�rum, ut persequántur eos; et glorificábor in pharaóne et in omni exércitu eius, in c�rribus et in equ�tibus illíus. Et scient Ægíptii quia ego sum Dóminus, cum glorificátus fúero in pharaóne, in c�rribus atque in equ�tibus eius».

Toll�nsque se ángelus Dei, qui præcedébat castra Ísrael, �biit post eos; et cum eo p�riter colémna nubis, pri�ra dim�ttens, post tergum. Stetit inter castra Ægypti�rum et castra Ísrael; et erat nubes tenebrása et illáminans noctem, ita ut ad se ínvicem toto noctis témpore acc�dere non valírent.

Cumque extendísset Móyses manum super mare, r�ppulit illud Dóminus, flante vento veheménti et ur�nte tota nocte, et vertit in siccum; divis�que est aqua. Et ingréssi sunt fílii Ísrael per médium maris sicci; erat enim aqua quasi murus a dextra e�rum et l�va. Persequent�sque Ægíptii ingréssi sunt post eos, omnis equitátus pharaónis, currus eius et équites per médium maris.

Iamque advénerat vig�lia matut�na, et ecce resp�ciens Dóminus super castra Ægypti�rum per colémnam ignis et nubis perturb�vit exércitum e�rum; et imped�vit rotas c�rruum, ita ut diff�cile moverántur. Dixérunt ergo Ægíptii: «Fugi�mus Isra�lem. Dóminus enim pugnat pro eis contra nos».

Et ait Dóminus ad Móysen: «Ext�nde manum tuam super mare, ut revertántur aquí ad Ægíptios super currus et équites e�rum». Cumque extendísset Móyses manum contra mare, revérsum est primo dilúculo ad priórem locum; fugientib�sque Ægíptiis occurr�runt aquí, et inv�lvit eos Dóminus in médiis fl�ctibus. Revers�que sunt aquí et operu�runt currus et équites cuncti exércitus pharaónis, qui sequ�ntes ingréssi fúerant mare; ne unus quidem sup�rfuit ex eis. Fílii autem Ísrael perrexérunt per médium sicci maris, et aquí eis erant quasi pro muro a dextris et a s�nistris.

Liberav�tque Dóminus in die illo Ísrael de manu Ægypti�rum. Et vidérunt Ægíptios mórtuos super litus maris et manum magnam, quam exerc�erat Dóminus contra eos; timu�tque pópulus Dóminum et credidérunt Dómino et Móysi servo eius.

Tunc cœcinit Móyses et fílii Ísrael carmen hoc Dómino, et dixérunt:

Quando lectioni subsequitur canticum non dicitur in fine Amen.

La quinta generación de los hijos de Israel subió de la tierra de Egipto Y el Señor dijo a Moisés: «¿Por qué clamas a mí? Di a los israelitas que sigan adelante. Tú alza tu bastón, extiende la mano sobre el mar y div�delo para que los israelitas pasen por medio del mar en seco. Yo endurecer� el corazón de los egipcios y seguirán tras ellos por el mar; así ser� glorificado a costa del Faraón y de todo su ejército, de sus carros y de sus caballeros. Los egipcios conocerán que yo soy el Señor cuando yo sea glorificado a costa del Faraón, de sus carros y de sus caballeros».

Entonces el ángel de Dios, que iba delante de las huestes de Israel, se puso en marcha y se colocó detrás de ellos. Se puso igualmente en marcha la columna de nube, que también fue a situarse detrás de ellos, interponiéndose entre el campo de los egipcios y el campo de Israel. Para unos la nube era oscura, mientras que para otros alumbraba la noche, de suerte que no pudieron acercarse unos a otros durante toda la noche.

Moisés extendió después su mano sobre el mar, y el Señor, por medio de un recio viento del este, empuj� el mar, dejándolo seco y dividiendo las aguas. Los israelitas entraron en medio del mar sin mojarse, mientras las aguas formaban como una muralla a ambos lados. Los egipcios se lanzaron tras ellos; toda la caballería del Faraón, sus carros y caballeros entraron tras ellos en medio del mar.

Antes de la madrugada, el Señor mir� desde la columna de fuego y de nube a las huestes egipcias y las desbarat�. Fren� las ruedas de los carros, haciéndolos avanzar pesadamente. Los egipcios se dijeron: «Huyamos de los israelitas, porque el Señor combate por ellos contra los egipcios».

Y el Señor dijo a Moisés: «Extiende tu mano sobre el mar para que las aguas se vuelquen sobre los egipcios, sobre sus carros y caballeros». Moisés extendió su mano sobre el mar, y al amanecer volvió el mar a su estado normal, mientras los egipcios en
su huida topaban con Él. Así precipit� el Señor a los egipcios en medio del mar. Las aguas, al juntarse, cubrieron carros y caballeros y a todo el ejército del Faraón, que había entrado en persecución de los israelitas. No escapá ni uno solo. Pero los israelitas pasaron sin mojarse por medio del mar, formando para ellos las aguas como una muralla a ambos lados.

Así salv� el Señor aquel día a Israel de mano de los egipcios, e Israel vio a los egipcios muertos en la orilla del mar. Israel vio el prodigio que el Señor había obrado contra los egipcios, temi� al Señor y crey� en Él y en Moisés, su siervo.

Entonces Moisés y los israelitas cantaron al Señor este cántico:

Cuando tras la lectura siga un cántico al finalizar aquella no se dirá Amén.

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CANTICUM / Cántico
Annus primus / Año I

Éx 15,1-2.20-21 (4)

Cant�mus Dómino: glorióse enim honorificátus est:

Cantemos al Señor, que se cubrió de gloria.
V/. Equum et ascensórem proi�cit in mare.
R/. Glorióse enim honorificátus est.
V/. Caballo y caballero precipit� en el mar.
R/.
Que se cubrió de gloria.
V/. Adi�tor et prot�ctor mihi fuit Dóminus in salútem.
R/. Glorióse enim honorificátus est.
V/. Mi fortaleza y mi cántico es el Señor, Él fue mi salvación.
R/. Que se cubrió de gloria.
V/. Hic Deus meus, et honorific�bo eum; Deus patris mei et exalt�bo eum.
R/. Glorióse enim honorificátus est.
V/. Él es mi Dios, yo le alabaré; el Dios de mi padre, lo ensalzar�.
R/. Que se cubrió de gloria.

Sumpsit ergo María prophet�ssa soror �aron tímpanum in manu sua; egress�que sunt omnes muláeres post eam cum tímpanis et choris, quibus præcin�bat dicens:

Cant�mus Dómino, glorióse enim honorificátus est.

Mar�a, la profetisa, hermana de Aarón, tom� en sus manos un tamboril, y las mujeres salieron tras ella con tamboriles y bailando. Y María les decía:

Cantemos al Señor, que se cubrió de gloria.

 

Expleto cantico quod quint� lectioni subsequitur, omnes surgunt et dicit diaconus: Terminado el cántico que sigue a la lectura quinta, todos se levantan y el diácono dice:
Pro virg�nibus flect�mus g�nua. Por las vírgenes, arrodillémonos.
Et omnes genua flectunt. Post paululum vero dicit: Y todos se arrodillan. Después de unos instantes dice:
Lev�te. Levantaos.
Et surgunt.
Celebrans dicit:
Y se levantan.
El celebrante dice:

 

Oratio / Oración
Pro virg�nibus flect�ntes g�nua te, Pater omnípotens,  postul�mus, ut hanc illústrem portiónem Christi tui, in qua máxime gaudet cath�lica Ecclésia, ampli�ri fecunditáte en�trias; ut quanto plus numer�sior et incorrupt�rum númerus exstat, tanto gáudium matris Ecclésiæ aug�scat.
R/. Amen.
En favor de las vírgenes, arrodillados te pedimos, Padre todopoderoso, que a esta ilustre porción del rebaño de tu Hijo, en la que tiene sus complacencias la Iglesia católica, la conserves con mayor fecundidad; para que cuanto más numeroso sea el grupo de los que no conocen la corrupción, tanto más se aumente el gozo de la madre Iglesia.
R/. Amén.
Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui vivis et ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, que vives y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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LECTIO SEXTA / Lectura sexta
Annus primus / Año I Is 2,1-4.10-11.20; 3,14a; 4,2-6
Léctio libri Isaíæ prophétæ.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del profeta Isaías.
R/. Demos gracias a Dios.

Verbum, quod vidit Isaías fílius Amos super Iudam et Ier�salem.
Et erit in novíssimis di�bus
préparátus mons domus Dómini in vértice móntium,
et elev�bitur super colles;
et fluent ad eum omnes gentes.

Et ibunt pópuli multi et dicent:
�Veníte, et ascend�mus ad montem Dómini,
ad domum Dei Iacob,
ut dóceat nos vias suas,
et ambul�mus in s�mitis eius»;
quia de Sion ex�bit lex,
et verbum Dómini de Ier�salem.

Et iudicébit gentes
et arguet pópulos multos;
et confl�bunt gládios suos in vómeres
et l�nceas suas in falces;
non lev�bit gens contra gentem gládium,
nec exercebántur ultra ad prœlium

Ingr�dere in petram, absc�ndere in p�ulvere
a f�cie timóris Dómini et a glória maiestátis eius.
�culi sublímes hóminis humiliabúntur,
et incurv�bitur altitúdo vir�rum;
exalt�bitur autem Dóminus solus in die illa.

In die illa pro�ciet homo �dola sua argántea
et simulácra sua �urea, quæ f�cerat sibi, ut adoráret,
ad talpas et vespertili�nes.
Dóminus ad iudícium véniet
cum s�nibus pópuli sui et princípibus eius:

In die illa erit germen Dómini in splendórem et glóriam,
et fructus terræ sublímis
et exsult�tio his, qui salv�ti fúerint de Ísrael.
Et erit: omnis, qui reléctus fúerit in Sion,
et res�duus in Ier�salem, sanctus vocábitur,
omnis, qui scriptus est ad vitam in Ier�salem.
Cum abl�erit Dóminus sordem fili�rum Sion
et sánguinem Ier�salem l�verit de mídio eius
sp�ritu iudícii et spíritu ardóris,
et cre�bit Dóminus super omnem locum montis Sion
et super c�tum eius
nubem per diem
et fumum et splendórem ignis flamm�ntis in nocte:
super omnem enim glóriam prot�ctio,
et tabernáculum erit in umbr�culum di�i ab �stu
et in securitátem et absconsi�nem a t�rbine et a pl�via.

Tunc cantúvit Isaías prophéta cánticum hoc Deo, et dixit:

Visión de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y Jerusalén.
Suceder� en los días venideros
que el monte de la casa del Señor
ser� afincado en la cima de los montes
y se alzará por encima de los collados.
Afluirán a Él todas las gentes.

Vendr�n muchos pueblos y dir�n:
«Venid, subamos al monte del Señor,
a la casa del Dios de Jacob,
para que nos enseñe sus caminos
y caminemos por sus sendas.
Pues de Sión saldr� la ley
y de Jerusalén la palabra del Señor.

Él gobernar� las naciones
y dictar� sus leyes a pueblos numerosos,
que trocarán sus espadas en arados
y sus lanzas en hoces.
No alzar� ya la espada
pueblo contra pueblo
ni se entrenarán ya para la guerra.

M�tete entre las rocas, esc�ndete en el polvo
ante el terror del Señor, de su imponente majestad,
cuando venga a hacer temblar la tierra.
Los ojos soberbios del hombre serán abatidos,
y la arrogancia de los mortales se doblegará;
sólo el Señor ser� exaltado el día aquel.

Aquel día todos arrojarán a los topos y a los murciélagos
sus ídolos de plata y sus ídolos de oro,
que se hicieron para adorarlos.
Entra en juicio el Señor con los ancianos
y los jefes de su pueblo.

Aquel día el brote del Señor ser� ornamento y gloria,
y el fruto de la tierra ser� orgullo y esplendor
de los librados de Israel.
El que quede en Sión y sobreviva en la ciudad
ser� llamado santo, ser� inscrito
para sobrevivir en Jerusalén.
Cuando el Señor haya lavado la mancha de las hijas de Sión
y haya limpiado a Jerusalén de la sangre en ella derramada,
cuando dicte la sentencia y ejecute la pena,
entonces el Señor formar�, sobre toda la extensión
del monte de Sión y sobre sus asambleas,
una nube de humo durante el día
y un resplandor de fuego llameante por la noche.
Pues encima de todo la gloria del Señor ser� tienda
y cabaña, para dar sombra de día contra el calor,
y refugio y amparo contra la tempestad y la lluvia.

Entonces el profeta Isaías cantú a Dios este cántico y dijo:

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CANTICUM / Cántico
Annus primus / Año I Is 5,1-3.7
Cant�bo dilécto meo cánticum diléct� de v�neæ meæ:
V�nea facta est dilécto in cornu et in loco �beri.
Quiero cantar para mi amigo una canción de amor hacia su viña.
Mi amigo tenía una viía en una loma feraz.
V/. Et macária circumd�di et circumf�di et plant�vit v�neam Soreth, et ædificávi turrim in médio eius.
R/. Et t�rcular fodi in ea, et sust�nui, ut f�ceret uvas; fecit autem spinas.
V/. La caví, quit� las piedras, plant� cepas selectas; en medio de ella construy� una torre.
R/. Y excaví también un lagar; esperaba que produjera uvas, pero sólo produjo agrazones.
V/. Et nunc, homo Iuda, et habitátis Ier�salem, iudic�te inter me et v�neam meam.
R/. Et t�rcular fodi in ea, et sust�nui, ut f�ceret uvas; fecit autem spinas.
V/. Ahora, habitantes de Jerusalén, hombres de Judá, juzgad entre mí y mi viña.
R/. Y excaví también un lagar; esperaba que produjera uvas, pero sólo produjo agrazones.
V/. V�nea enim Dómini S�baoth domus est Ísrael; et domus Iuda nov�llum diléctum.
R/. Et t�rcular fodi in ea, et sust�nui, ut f�ceret uvas; fecit autem spinas.
V/. S�, la viía del Señor omnipotente es el pueblo de Israel; y los hombres de Judá, su plantel escogido.
R/. Y excaví también un lagar; esperaba que produjera uvas, pero sólo produjo agrazones.
V/. Sust�nui ut f�ceret iudícium, fecit autem iniquitátem, et non iustítiam, sed clamórem .
R/. Et t�rcular fodi in ea, et sust�nui, ut f�ceret uvas; fecit autem spinas.
V/. El Señor esperaba de ellos respeto a la ley, y hay sangre derramada; esperaba justicia, y sólo hay gritos de dolor.
R/. Y excaví también un lagar; esperaba que produjera uvas, pero sólo produjo agrazones.

 

Expleto cantico sext� lectioni subsequente, dicit diaconus: Terminado el cántico que sigue a la lectura sexta, el diácono dice:
Pro his qui eleem�synas f�ciunt flect�mus g�nua. Por los que ofrecen limosnas, arrodillémonos.
Et omnes genua flectunt. Post paululum vero dicit: Y todos se arrodillan. Después de unos instantes dice:
Lev�te. Levantaos.
Et surgunt.
Celebrans dicit:
Y se levantan.
El celebrante dice:

 

Oratio / Oración
Deprec�mur te, Dómine, pro his qui misericórdiæ fráctibus eg�ntium subs�dia c�nferunt, ut mereántur ex hac terróna dispensatióne cæléstem perc�pere remuneratiónem; ut quidquid in �sibus indig�ntium c�nferunt, proféciat illis ad fructum cæléstium præmi�rum.
R/. Amen.
Te rogamos, Señor, por todos aquellos que prestan ayuda a los indigentes con obras de misericordia; para que merezcan, por lo que dan en la tierra, recibir el premio celestial: que todo lo que entregan para bien de los pobres les aproveche para obtener el premio de los bienes eternos.
R/. Amén.
Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui vivis et ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, que vives y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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LECTIO SEPTIMA / Lectura s�ptima
Annus primus / Año I Ez 37,1-14 (5)
Léctio libri Ezechi�lis prophétæ.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del profeta Ezequiel.
R/. Demos gracias a Dios.

In diébus illis:

Facta est super me manus Dómini et ed�xit me in spíritu Dómini et pósuit me in médio campi, qui erat plenus �ssibus, et circumd�xit me per ea in gyro: erant autem multa valde super f�ciem campi s�ccaque vehem�nter.

Et dixit ad me: «Fili hóminis, put�sne vivent ossa ista?».

Et dixit ad me: «Vaticin�re super ossa ista et dices eis: Ossa �rida, audíte verbum Dómini. Hæc dicit Dóminus Deus �ssibus his: Ecce ego intromíttam in vos spíritum, et viv�tis, et dabo super vos nervos et succr�scere f�ciam super vos carnes et superext�ndam in vobis cutem et dabo vobis spíritum, et viv�tis et sci�tis quia ego Dóminus».

Et prophet�vi, sicut pr�cóperat mihi. Factus est autem s�nitus, prophet�nte me, et ecce comm�tio; et access�runt ossa ad ossa, unumqu�dque ad iunct�ram suam. Et vidi, et ecce super ea nervi et carnes ascend�runt, et ext�nta est in eis cutis désuper, sed spíritum non habíbant.

Et dixit ad me: «Vaticin�re ad spíritum; vaticin�re, fili hóminis, et dices ad spíritum: Hæc dicit Dóminus Deus: A quáttuor ventis veni, spíritus, et ins�ffla super interféctos istos, ut reviv�scantú.

Et prophet�vi, sicut pr�cóperat mihi, et ingréssus est in ea spíritus; et vixérunt steter�ntque super pedes suos, exércitus grandis nimis valde.

Et dixit ad me: «Fili hóminis, ossa hæc univérsa domus Ísrael est. Ipsi dicunt: «Aru�runt ossa nostra, et p�riit spes nostra, et abscíssi sumus». Propt�rea vaticin�re et dices ad eos: Hæc dicit Dóminus Deus: Ecce ego ap�riam túmulos vestros et ed�cam vos de sepúlcris vestris, pópulus meus, et indúcam vos in terram Ísrael; et sci�tis quia ego Dóminus, cum aperúero sepúlcra vestra et edúxero vos de t�mulis vestris, pópulus meus. Et dabo spíritum meum in vobis, et viv�tis, et colloc�bo vos super humum vestram, et sci�tis quia ego Dóminus. Locátus sum et f�cio». Ait Dóminus Deus.

R/. Amen.

En aquellos días:

El Señor puso su mano sobre mí, me traslad� por medio de su espíritu y me dej� en medio de la vega, que estaba llena de huesos. Me hizo pasar por ellos en todas las direcciones. Era una cantidad inmensa a lo largo de la vega y estaban completamente secos.

Y me dijo: «Hijo de hombre, �podr�n revivir estos huesos?».

Y me dijo: «Profetiza sobre estos huesos y diles: «Huesos resecos, escuchad la palabra del Señor! Esto dice el Señor Dios a estos huesos: Yo har� que entre de nuevo el espíritu en vosotros y revivir�is. Os cubrir� de nervios, har� crecer sobre vosotros la carne, os echar� encima la piel y os infundir� el espíritu y vivir�is, y sabr�is que yo soy el Señor».

Yo profeticó como me había ordenado, y mientras profetizaba se sintió un ruido; hubo un estremecimiento y los huesos se juntaron unos a otros. Miré y vi aparecer sobre ellos los nervios, crecer la carne y recubrirse todo de piel. Pero no tenían el espíritu de vida.

Entonces Él me dijo: «Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Esto dice el Señor Dios: «Ven, espíritu, de los cuatro vientos y sopla sobre estos muertos para que revivan!».

Profeticó como el Señor me había ordenado, y el espíritu entró en aquellos huesos, que se reanimaron y se pusieron en pie. Era una cantidad inmensa.

Y me dijo: «Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. Ellos andan diciendo: «Se han secado nuestros huesos, se ha desvanecido nuestra esperanza, estamos perdidos para siempre! Por eso profetiza y diles: Esto dice el Señor Dios: Mirad, yo abriré vuestras tumbas, os har� salir de vuestros sepulcros, pueblo mío, y os llevar� a la tierra de Israel. Y sabr�is que yo soy el Señor, cuando abra vuestras tumbas y os haga salir de vuestros sepulcros, pueblo mío. Infundiré en vosotros mi espíritu y revivir�is; os establecer� en vuestro suelo y sabr�is que yo, el Señor, lo digo y lo hago», dice el Señor.

R/. Amén.

 

Septima lectione perfecta, dicit diaconus: Concluida  la lectura s�ptima, el diácono dice:
Pro peregrin�ntibus et navig�ntibus flect�mus g�nua. Por los peregrinos y navegantes, arrodillémonos.
Et omnes genua flectunt. Post paululum vero dicit: Y todos se arrodillan. Después de unos instantes dice:
Lev�te. Levantaos.
Et surgunt.
Celebrans dicit:
Y se levantan.
El celebrante dice:

 

Oratio / Oración
Concéde, Pater omnípotens, cunctos peregrin�ntes pátri� fúeri r�duces, et quosc�mque turbul�nti maris pr�vehit fluctus ad tranquillitátis r�voca portum.

Mereántur in hac sollemnitáte utr�que, et terræ ex�lium et maris ev�dere ex�tium; ut comm�ne huius lætítiæ votum cunctis gener�le sit gáudium.
R/. Amen.

Concédenos, Padre omnipotente, que todos los peregrinos vuelvan a su patria, y a todos los que surcan el mar turbulento tr�elos al puerto de la tranquilidad.

Merezcan unos y otros en esta solemnidad quedar libres del exilio en la tierra y del naufragio en el mar, para que el común deseo de esta alegría se convierta en gozo general.
R/. Amén.

Per misericórdiam tuam, Deus, qui vivis et ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu misericordia, oh Dios, que vives y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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LECTIO OCTAVA / Lectura octava
Annus primus / Año I Ha 1,1-6; 2,11-14.18-20
Léctio libri H�bacuc prophétæ.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del profeta Habacuc.
R/. Demos gracias a Dios.

V�sio quam vidit H�bacuc prophéta.

�squequo, Dómine, clamábo,
et non exáudis?
Vocifer�bor ad te: «Viol�ntia»,
et non salvas?
Quare ostend�sti mihi iniquitátem
et malítiam vides?
Et v�stitas et violíntia est coram me,
et facta est conténtio, et i�rgium ex�ritur.

Propter hoc languet lex,
et non pervénit usque ad finem iudícium.
Quia ímpius pr�valet advérsus iustum,
propt�rea egr�ditur iudícium pervérsum.

«Asp�cite in géntibus et vidéte,
admir�mini et obstup�scite,
quia opus f�cio in diébus vestris,
quod nemo credet, cum narrárbitur.
Quia ecce ego suscit�bo Chald�os,
gentem amóram et vel�cem,
ambul�ntem super latitúdinem terræ,
ut poss�deat tabernácula non sua».

Quia lapis de paráete clamábit,
et trabes de contignatióne respondébit ei.
Væ, qui ædéficat civitátem in sangu�nibus
et condit urbem in iniquitáte.
Numquid non hæc a Dómino sunt exércituum,
ut lab�rent pópuli pro igne,
et gentes in vácuum fatig�ntur?
Quia repl�bitur terra cognitióne glóriæ Dómini,
sicut aquí opériunt mare.

Quid prodest sc�lptile,
quia sculpsit illud fictor suus,
conflátile et or�culum mendax?
Quia sperúvit in figm�nto fictor eius,
ut f�ceret simulácra muta.
Væ, qui dicit ligno: «Experg�scere»,
«Surge» lápidi tacónti.
Numquid ipse doc�re péterit?
Ecce iste coopórtus est auro et argánto,
et omnis spíritus non est in visc�ribus eius.
Dóminus autem in templo sancto suo;
s�leat a f�cie eius omnis terra.

Tunc cantúvit H�bacuc prophéta cánticum hoc Deo, et dixit:

Oróculo que tuvo en visión el profeta Habacuc.

«Hasta cuándo, Señor, pedir� auxilio sin que tú escuches?
Yo te grito: «¿Violencia!», y tú no salvas.
¿Por qué me haces ver tantas injusticias
y tú aceptas el espectáculo de la opresión?
Ante mí no hay más que robos y violencia,
por todas partes hay querellas y discordias.

La ley no se aplica, no triunfa la justicia.
El malvado cerca al justo, y el derecho es conculcado.

Mirad a las gentes y observad;
quedar�is maravillados y asombrados,
pues va a realizarse en vuestros días
una obra que no creeríais si alguno os la contara.
Voy a poner en pie de guerra a los caldeos,
ese pueblo cruel e impetuoso,
que recorre la anchura de la tierra
para apoderarse de moradas ajenas.

S�, las piedras de los muros gritarán
y las vigas del maderamen responder�n.
«Ay de quien edifica una ciudad sobre la sangre
y funda una ciudad sobre el crimen!
«Es que no depende del Señor omnipotente
que los pueblos trabajen para el fuego
y las naciones se afanen para nada?
Pues la tierra se llenará del conocimiento
de la gloria del Señor como las aguas llenan el mar.

«De qué sirve una escultura esculpida por el artista,
una imagen fundida, oráculo engañoso,
para que el que lo ha hecho
ponga en ellos su confianza, fabricando ídolos mudos?
«Ay de quien dice al leño: «Despierta�!;
a la piedra muda: «¿Levántate!».
��ste es el oráculo!
S�, cubierta est� de oro y plata,
pero no tiene soplo alguno de vida.
El Señor, en cambio, est� en su santo templo;
silencio ante la tierra entera.

Entonces cantú el profeta Habacuc este cántico a Dios, y dijo:

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CANTICUM / Cántico
Annus primus / Año I Hab 3,2-3
Dómine, audávi audítum tuum, et t�mui; considerávi ópera tua, et exp�vi.

V/. In médio du�rum animálium cognosc�ris; dum appropinqu�verint anni innotesc�ris.
R/. considerávi ópera tua, et exp�vi.

V/. Deus a Líbano véniet, et Sanctus a monte op�co et condónso.
R/. considerávi ópera tua, et exp�vi.

V/. Op�ruit cœlos virtus eius, et láudis eius plena est terra.
R/. considerávi ópera tua, et exp�vi.

Señor, oí tu voz y temí, considerá vuestra obras y quedó espantado.

V/. Os dar�is a conocer en medio de dos animales; cuando se hayan cumplido los años prescritos.
R/.
considerá vuestra obras y quedó espantado.

V/. Vendr� Dios del Líbano y el Santo de un monte sombrío y espeso.
R/. considerá vuestra obras y quedó espantado.

Su majestad cubrir� los cielos, y la tierra se llenar� de sus alabanzas.
R/. considerá vuestra obras y quedó espantado.

 

Expleto cantico lectioni octav� pertinente, dicit diaconus: Terminado el cántico que sigue a  la lectura octava, el diácono dice:
Pro �gr�tis flect�mus g�nua. Por los enfermos, arrodillémonos.
Et omnes genua flectunt. Post paululum vero dicit: Y todos se arrodillan. Después de unos instantes dice:
Lev�te. Levantaos.
Et surgunt.
Celebrans dicit:
Y se levantan.
El celebrante dice:

 

Oratio / Oración
Miser�re, Dómine, his quos corpor�lis �gritúdinis valitúdo inv�lvit. Sana cunctos in nobis mentis corpor�sque langu�res, atque ómnibus s�litam impert�re med�lam; ut tibi cuncti in salúte ministérium �xpleant fídei, tib�que r�ferant laudes, qui solus et peccáta cordis em�ndas et languórem córporum sanas.
R/. Amen.
Compad�cete, Señor, de aquellos que sufren enfermedades. Sana en nosotros todos los males de alma y cuerpo y danos a todos tu acostumbrada medicación, para que todos en buena salud, cumplan las obligaciones de la fe y te den gracias, pues sólo tú limpias los pecados del corazón y sanas las enfermedades del cuerpo.
R/. Amén.
Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui vivis et ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, que vives y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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LECTIO NONA / Lectura novena
Annus primus / Año I Jon 1,1-2,2.11; 3,1-4,11 (6)
Léctio libri Ion� prophétæ.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del profeta Jonás.
R/. Demos gracias a Dios.
Factum est verbum Dómini ad Ionam fílium Am�thi dicens: «Surge et vade in N�neven civitátem grandem et prédica in ea, quia ascéndit malítia eius coram me». Et surréxit Ionas, ut f�geret in Tharsis a f�cie Dómini; et descéndit Ioppen et invénit navem e�ntem in Tharsis et dedit naulum eius et descéndit in eam, ut iret cum eis in Tharsis a f�cie Dómini.

Dóminus autem misit ventum magnum in mare, et facta est temp�stas magna in mari, et navis periclitabítur c�nteri. Et timu�runt nautæ et clamav�runt unusqu�sque ad deum suum et mis�runt vasa, quæ erant in navi, in mare, ut alleviar�tur ab eis. Ionas autem descénderat ad interióra navis et, cum recubuísset, dormi�bat sop�re gravi. Et acc�ssit ad eum gubern�tor et dixit ei: «Quid? Tu sop�re depr�meris? Surge, �nvoca Deum tuum, si forte rec�gitet Deus de nobis, et non pere�mus».

Et dixit unusqu�sque ad collégam suum: «Veníte, et mitt�mus sortes, ut sci�mus quare hoc malum sit nobis». Et mis�runt sortes, et cœcidit sors super Ionam. Et dixérunt ad eum: ��ndica nobis cuius causa malum istud sit nobis. Quod est opus tuum, et unde venis? Qu� terra tua, et ex quo pópulo es tu?». Et dixit ad eos: «Hebréus ego sum et Dóminum, Deum cœli, ego t�meo, qui fecit mare et áridam». Et timu�runt viri timóre magno et dixérunt ad eum: «Quid hoc fecísti?». Cogn�verant enim viri quod a f�cie Dómini f�geret, quia indic�verat eis.

Et dixérunt ad eum: «Quid faci�mus tibi, ut contic�scat mare a nobis?». Mare enim magis ac magis intumesc�bat. Et dixit ad eos: �T�llite me et m�ttite in mare, et cess�bit mare a vobis; scio enim ego quóniam propter me temp�stas hæc grandis super vos».

Et remig�bant viri, ut reverterántur ad áridam; et non valíbant, quia mare magis intumesc�bat super eos. Et clamav�runt ad Dóminum et dixérunt: ¿Qués�mus, Dómine, ne pere�mus in ánima viri ist�us, et ne des super nos sánguinem innocéntem; quia tu, Dómine, sicut voluísti, fecísti�. Et tulérunt Ionam et mis�runt in mare; et stetit mare a fervóre suo. Et timu�runt viri timóre magno Dóminum et immolav�runt hóstias Dómino et vov�runt vota.

Et præparávit Dóminus piscem grandem, ut deglut�ret Ionam; et erat Ionas in ventre piscis tribus diébus et tribus nóctibus. Et or�vit Ionas ad Dóminum Deum suum de ventre piscis, et ev�muit Ionam in áridam.

Et factum est verbum Dómini ad I�nam secóndo dicens:

«Surge, vade in N�neven civitátem magnam et prédica in ea prédicatiónem, quam ego loquor ad te». Et surréxit Ionas et �biit in N�neven iuxta verbum Dómini.

Et N�neve erat c�vitas magna coram Deo, itínere trium diérum. Et cápit Ionas intro�re in civitátem itínere diei uníus; et clam�vit et dixit: «Adhuc quadragínta dies, et N�neve subvertátur�.

Et credidérunt viri Ninev�tæ in Deo; et prédicavírunt iei�nium et vest�ti sunt saccis a maióre usque ad minórem Et pervénit verbum ad regem N�neve; et surréxit de s�lio suo et abi�cit p�llium suum a se et indátus est sacco et sedit in c�nere. Et clam�vit et dixit in N�neve decr�to regis et príncipum eius dicens: �Hómines et ium�nta et boves et pécora non gustent quidquam nec pascóntur et aquam non bibant; et operiántur saccis hómines et ium�nta et clament ad Deum in fortitúdine, et convertátur vir a via sua mala et a violíntia, quæ est in mánibus e�rum. Quis scit si convertátur et ign�scat Deus et revertátur a fur�re iræ suæ et non perúbimus?».

Et vidit Deus ópera e�rum, quia convérsi sunt de via sua mala; et mis�rtus est Deus super malum, quod locútus fúerat ut f�ceret eis, et non fecit.

Et affl�ctus est Ionas afflictióne magna et irátus est; et or�vit ad Dóminum et dixit: �óbsecro, Dómine, numquid non hoc est verbum meum, cum adhuc essem in terra mea? Propter hoc præoccup�vi ut f�gerem in Tharsis. Sci�bam enim quia tu Deus clemens et miséricors es, long�nimis et multæ miseratiónis et ign�scens super malítia. Et nunc, Dómine , tolle, qu�so, ánimam meam a me, quia mélior est mihi mors quam vita». Et dixit Dóminus: «Put�sne bene ir�sceris tu?».

Et egréssus est Ionas de civitáte et sedit contra ori�ntem civitátis et fecit sibi umbr�culum ibi et sedébat subter illud in umbra, donec vidéret quid acc�deret in civitáte. Et præparávit Dóminus Deus hæderam, et ascéndit super Ionam, ut esset umbra super caput eius et prot�geret eum ab afflictióne sua. Et lætátus est Ionas super hædera lætítia magna.

Et parávit Deus vermem, cum s�rgeret auróra in cr�stinum, et perc�ssit hæderam, quæ ex�ruit. Et, cum ortus fuísset sol, præc�pit Deus vento orient�li c�lido; et perc�ssit sol super caput Ionæ, et el�nguit; et pet�vit ánimæ suæ ut morer�tur, et dixit: �M�lius est mihi mori quam vívere».

Et dixit Deus ad Ionam: «Put�sne bene irasc�ris tu super hædera?». Et dixit: «Bene ir�scor ego usque ad mortem». Et dixit Dóminus: «Tu doles super hæderam, in qua non laborásti neque fecísti, ut crésceret, quæ sub una nocte nata est et sub una nocte p�riit. Et ego non parcam N�neve civitáti magnæ, in qua sunt plus quam centum vig�nti m�lia hóminum, qui nésciunt quid sit inter déxteram et sinístram suam, et ium�nta multa?. Sed parcam et miser�bor eis, quia magnum est nomen meum».

R/. Amen.

El Señor dijo a Jonás, hijo de Amitay: «Levántate, vete a N�nive, la gran ciudad, y anónciales que su maldad ha llegado hasta mí». Jonás parti�, pero para huir a Tarsis, lejos del Señor. Llegó a Jafa, donde encontr� una nave que se dirigía a Tarsis; pagó su pasaje y se embarcó para ir con ellos a Tarsis, huyendo de la presencia del Señor.

Pero el Señor desencaden� un fuerte viento sobre el mar, y hubo una borrasca tan violenta que parecía que la nave iba a hacerse pedazos. Los marineros, aterrados, comenzaron a invocar cada uno a su dios; luego echaron al mar la carga para aligerar el peso. Jonás, mientras tanto, que había bajado al fondo de la nave, se había acostado y dormía profundamente. El capitán se acercó a Él y le dijo: «¿Qué haces aquí durmiendo? Levántate e invoca a tu Dios; a lo mejor ese Dios se preocupa de nosotros y no pereceremos».

Luego los marineros se dijeron unos a otros: «Echemos suertes para saber quién es la causa de esta desgracia». Echaron suertes, y la suerte cayá en Jonás.Entonces le dijeron: «Dinos el motivo de esta desventura. ¿Cuál es tu profesión? «De dónde vienes? ¿Cuál es tu país? «De qué pueblo eres?». Él respondió: «Soy hebreo y adoro al Señor, Dios del cielo, que hizo el mar y la tierra». Aquellos hombres, llenos de miedo, le dijeron: «¿Por qué has hecho esto?». (Por lo que había dicho sabían que huía de la presencia del Señor).

Luego le dijeron: «¿Qué tenemos que hacer contigo para que el mar se calme?», pues el mar se embravecía cada vez más. Respondió: «Agarradme y tiradme al mar, y éste se calmará, porque s� bien que por culpa mía os ha sobrevenido esta borrasca».

Los hombres trataron de alcanzar la costa a remo, pero en vano, porque el mar seguía encrespándose contra ellos. Entonces clamaron al Señor y dijeron: «Señor, no nos hagas perecer por la vida de este hombre ni nos hagas responsables de sangre inocente, ya que tú, Señor, puedes hacer lo que quieras». Luego agarraron a Jonás y lo tiraron al mar, y el mar se calmó. Entonces aquellos hombres cobraron un gran respeto al Señor, le ofrecieron un sacrificio y le hicieron promesas.

El Señor hizo que un gran pez tragase a Jonás, y Jonás estuvo en el vientre del pez tres días y tres noches. Desde el vientre del pez Jonás or� al Señor y el pez vomit� a Jonás en la playa.

De nuevo el Señor dijo a Jonás:

«Levántate, vete a N�nive, la gran ciudad, a predicar lo que yo te diga». Jonás se puso en marcha y se dirigió a N�nive, conforme a la orden del Señor.

N�nive era una ciudad extraordinariamente grande; para recorrerla hacían falta tres días. Jonás entró en la ciudad, caminando durante una jornada y predicando así: «Dentro de cuarenta días N�nive ser� destruida».

Los ninivitas creyeron a Dios y ordenaron un ayuno; se vistieron de saco chicos y grandes. El rey de N�nive, al enterarse, se levant� de su trono, se quit� el manto, se vistió de saco y se sentó en el suelo.Y por orden del rey y de sus magnates se publicó en N�nive este bando: «Hombres y bestias, ganado mayor y menor no probarán bocado, no pastarán, ni beberán agua. Que se cubran de saco los hombres y los animales, y que invoquen a Dios con fuerza; que cada uno se convierta de su mala conducta y de la violencia de sus manos. A lo mejor Dios cambia de parecer, se aplaca el ardor de su ira y no perecemos».

Al ver Dios lo que hacían y cómo se habían convertido de su mala conducta, tuvo compasión de ellos y no llev� a cabo el mal con el que los había amenazado.

Esto le sentó mal a Jonás; se enfad� mucho y se encará así con el Señor: «Ah, Señor, �no lo decía yo ya cuando estaba todavía en mi tierra? �Y no fue por esto por lo que me apresur� a ir a Tarsis? Yo sabía que tú eres un Dios clemente, misericordioso y paciente, lleno de compasión y pronto a arrepentirte de las amenazas. Ahora, Señor, te suplico que me quites la vida, porque mejor es para mí morir que vivir�. El Señor le dijo: «¿Piensas que tienes razón al enfadarte?».

Jonás salió de la ciudad y se estableció al oriente de la misma, donde se hizo una cabaía y se sentó a su sombra hasta ver qué sucedía a la ciudad.El Señor hizo brotar una planta de ricino, que creció sobre Jonás para dar sombra a su cabeza y librarle así de una insolación. Jonás experimentó gran alegría por aquel ricino.

Pero al día siguiente, al rayar el alba, el Señor mandí un gusano que picú el ricino, el cual se sec�. Al salir el sol, Dios mandí un viento sofocante del este, y el sol abrasador caía sobre la cabeza de Jonás, el cual, a punto de desvanecerse, se deseaba la muerte y decía: �Más vale morir que vivir�.

Pero Dios dijo a Jonás: «¿Piensas que tienes razón al enfadarte por este ricino?». Él respondió: «S�, tengo razón de enfadarme hasta la muerte». El Señor le dijo: �Tú te enfadas por un ricino que no te ha costado fatiga alguna, que no has hecho tú crecer, que en una noche ha nacido y en una noche ha muerto, �y no voy a tener yo compasión de N�nive, en la que hay más de ciento veinte mil personas que no saben distinguir su derecha de su izquierda, y una gran cantidad de animales?. Mas voy a tener compasión y misericordia de ellos, porque grande es mi nombre».

R/. Amén.

 

Expleta lectione nona, diaconus dicit: Terminada la lectura novena, el diácono dice:
Pro pœniténtibus flect�mus g�nua. Por los penitentes, arrodillémonos.
Et omnes genua flectunt. Post paululum vero dicit: Y todos se arrodillan. Después de unos instantes dice:
Lev�te. Levantaos.
Et surgunt.
Celebrans dicit:
Y se levantan.
El celebrante dice:

 

Oratio / Oración
Cunctórum pœniténtium, Pater, súscipe fletus et quos h�ctenus diábolus v�riis viti�rum s�rdibus inquin�vit, resp�ctu pietátis tuæ puréfica.

Tribue cunctis prætérita peccáta defl�re, et futára non admíttere: ab illis misericórdia tua præveni�nte, mundántur; ab istis, tua custodi�nte grátia, liberántur.
R/. Amen.

Recibe, Padre, el llanto de todos los penitentes, y a los que hasta ahora ensució el diablo con las manchas de los diversos vicios, purif�calos en atención a tu piedad.

Concede a todos llorar los pecados anteriores y no admitir los futuros: queden limpios de los primeros por tu misericordia preventiva y libres de los segundos por tu gracia vigilante.
R/. Amén.

Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui vivis et ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, que vives y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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LECTIO DECIMA / Lectura décima
Annus primus / Año I Dan 3,1-24.46-51
Léctio libri Dani�lis prophétæ.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del profeta Daniel.
R/. Demos gracias a Dios.
In diébus illis:

Nabuchod�nosor rex fecit státuam �uream altitúdine cubit�rum sexag�nta, latitúdine cubit�rum sex; et státuit eam in campo Dura in província Babyl�nis. ítaque Nabuchod�nosor rex misit ad congreg�ndos sátrapas, magistrátus et iúdices, duces et tyr�nnos et præf�ctos omn�sque príncipes provinci�rum, ut convenírent ad dedicatiónem státuæ, quam erúxerat Nabuchod�nosor rex. Tunc congregáti sunt s�trapæ, magistrátus et iúdices, duces et tyr�nni et optim�tes, qui erant in potestátibus constitáti, et univérsi príncipes provinci�rum ad dedicatiónem státuæ, quam erúxerat Nabuchod�nosor rex. Stabant autem in conspéctu státuæ, quam posóerat Nabuchod�nosor, et pr�co clamábat valínter: «Vobis d�citur, pópuli, tribus et linguæ: in hora, qua audi�ritis s�nitum tubæ et f�stulæ et c�tharæ, samb�cæ et psaltárii et symphoníæ et univérsi géneris music�rum, cadíntes ador�te státuam �uream, quam const�tuit Nabuchod�nosor rex. Si quis autem non prostrátus ador�verit, �adem hora mittátur in forn�cem ignis ardéntis». Post hæc ígitur, statim ut audi�runt omnes pópuli s�nitum tubæ, f�stulæ et c�tharæ, samb�cæ et psaltárii et symphoníæ et omnis géneris music�rum, cadíntes omnes pópuli tribus et linguæ adoravérunt státuam �uream, quam constit�erat Nabuchod�nosor rex.

Stat�mque et in ipso témpore acced�ntes viri Chald�i accusav�runt Iudéos dixer�ntque Nabuchod�nosor regi: «Rex, in ætérnum vive; tu, rex, posuísti decr�tum, ut omnis homo, qui aud�erit s�nitum tubæ, f�stulæ et c�tharæ, samb�cæ et psaltárii et symphoníæ et univérsi géneris music�rum, prost�rnat se et adíret státuam �uream; si quis autem non pr�cidens ador�verit, mittátur in forn�cem ignis ardéntis. Sunt ergo viri Iudéi, quos constituísti super ópera provínci� Babyl�nis, Sedrac, Misac et Abd�nago; viri isti te, rex, non honórant: deos tuos non colunt et státuam �uream, quam erex�sti, non adórant�.

Tunc Nabuchod�nosor in fur�re et in ira præc�pit, ut adducerántur Sedrac, Misac et Abd�nago; tunc viri illi addícti sunt in conspéctu regis. Pronunti�nsque Nabuchod�nosor rex ait eis: «Ver�ne, Sedrac, Misac et Abd�nago, deos meos non c�litis et státuam �uream, quam const�tui, non ador�tis? Numquid estis nunc paráti, quac�mque hora audi�ritis s�nitum tubæ, f�stulæ, c�tharæ, samb�cæ, psaltárii et symphon�� omn�sque géneris music�rum, prost�rnere vos et adoráre státuam, quam feci? Quod si non adoravéritis, e�dem hora mitt�mini in forn�cem ignis ardéntis; et quis est deus, qui er�piat vos de manu mea?».

Respond�ntes Sedrac, Misac et Abd�nago dixérunt regi Nabuchod�nosor: «Non opórtet nos de hac re respóndere tibi: Si enim Deus noster, quem c�limus, potest er�pere nos de cam�no ignis ardéntis, et de manu tua, rex, liberábit. Quod si nolíerit, notum sit tibi, rex, quia deos tuos non c�limus et státuam �uream, quam erex�sti, non adorémus».

Tunc Nabuchod�nosor replétus est fur�re, et aspéctus faci�i illíus immutátus est super Sedrac, Misac et Abd�nago; et respóndens præc�pit, ut succender�tur fornax s�ptuplum quam succ�ndi consuáverat; et viris fortíssimis de exércitu suo iussit, ut lig�rent Sedrac, Misac et Abd�nago et m�tterent eos in forn�cem ignis ardéntis. Et conf�stim viri illi vincti, cum bracis suis et ti�ris et calceam�ntis et v�stibus missi sunt in médium forn�cis ignis ardéntis; ítaque, quia i�ssio regis urg�bat, et fornax succ�nsa erat nimis, viros illos, qui máserant Sedrac, Misac et Abd�nago, interfécit flamma ignis. Viri autem tres, Sedrac, Misac et Abd�nago, cecid�runt in médio cam�no ignis ardéntis collig�ti. Et ambul�bant in médio flamm� laud�ntes Deum et benedicéntes Dómino.

Et non cess�bant, qui immáserant eos, minístri regis succ�ndere forn�cem naphta et stuppa et pice et malláolis, et effundebótur flamma super forn�cem c�bitis quadragínta novem et er�pit et incóndit, quos r�pperit iuxta forn�cem de Chald�is. ángelus autem Dómini descéndit cum Azaría et s�ciis eius in forn�cem et exc�ssit flammam ignis de forn�ce et fecit médium forn�cis quasi ventum roris flantem; et non t�tigit eos omn�no ignis neque contrist�vit nec quidquam mol�$1tiæ �ntulit.

Tunc hi tres, quasi ex uno ore, laud�bant et glorificábant et benedicébant Deo in forn�ce dicéntes:

En aquellos días:

El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro, de treinta metros de alta por tres de ancha; la levant� en la llanura de Dura, en la provincia de Babilonia. Luego el rey Nabucodonosor dio orden de que se reuniesen los sátrapas, prefectos, gobernadores generales, tesoreros, jueces, magistrados y todas las autoridades provinciales, y asistiesen a la inauguración de la estatua que Él había levantado. Los sátrapas, prefectos, gobernadores generales, jueces, magistrados y todas las autoridades provinciales se reunieron para la inauguración de la estatua levantada por el rey Nabucodonosor. Todos estaban en pie ante la estatua. Y el pregonero grit� con fuerza: �A vosotros, pueblos, naciones y lenguas, se os hace saber: En el momento en que oigáis sonar el cuerno, el pífano, la cítara, la sambuca, el salterio, la zampoía y toda clase de instrumentos musicales, os prosternar�is y adorar�is la estatua que ha levantado el rey Nabucodonosor. Aquellos que no se prosternen y la adoren serán al punto arrojados en un ardiente horno de fuego». Con tal motivo, en cuanto se oyó sonar el cuerno, el pífano, la cítara, la sambuca, el salterio, la zampoía y toda clase de instrumentos de música, todos los pueblos, naciones y gentes de todas las lenguas se prosternaron y adoraron la estatua de oro levantada por el rey Nabucodonosor.

Sin embargo, algunos caldeos se presentaron a acusar a los judíos. Y dijeron al rey Nabucodonosor: «Oh rey, vive eternamente. Tú, oh rey, has decretado que todo hombre, apenas oiga sonar el cuerno, el pífano, la cítara, la sambuca, el salterio, la zampoía y toda clase de instrumentos de música, se postre y adore la estatua de oro, y que aquellos que no se postren para adorarla sean arrojados en un ardiente horno de fuego. Pues hay algunos judíos, aquellos a quienes pusiste al frente de la administración de la provincia de Babilonia, esto es, Sidrac, Misac y Abd�nago, que no te hacen caso, oh rey; no veneran a tu dios ni adoran la estatua de oro que has levantado».

Entonces Nabucodonosor mont� en cólera y mandí traer a Sidrac, Misac y Abd�nago, los cuales fueron llevados a la presencia del rey. Nabucodonosor les preguntó: «¿Es cierto, Sidrac, Misac y Abd�nago, que no vener�is a mis dioses ni ador�is la estatua de oro que yo he levantado? «Est�is dispuestos cuando oigáis sonar el cuerno, el pífano, la cítara, la sambuca, el salterio, la zampoía y toda clase de instrumentos musicales a postraros y adorar la estatua que he hecho? Si no la ador�is, ser�is inmediatamente arrojados en un ardiente horno de fuego; y ¿qué Dios os podr� librar de mis manos?».

Sidrac, Misac y Abd�nago respondieron al rey Nabucodonosor: «No necesitamos darte una respuesta sobre este particular. Si nuestro Dios, a quien nosotros veneramos, quiere librarnos del ardiente horno de fuego y de tus manos, oh rey, nos librar�. Pero si no nos librase, has de saber, oh rey, que no serviremos a tu dios ni adoraremos la estatua de oro que has levantado».

Entonces Nabucodonosor, lleno de furor y con el rostro desencajado de ira contra Sidrac, Misac y Abd�nago, dio orden de que se encendiese el horno siete veces más de lo corriente y mandí a los hombres más fuertes de su ejército que ataran a Sidrac, Misac y Abd�nago y los arrojaran al ardiente horno de fuego.

�stos, vestidos con sus tónicas, ropas y gorros, fueron atados y arrojados en el ardiente horno de fuego. Como la orden del rey era apremiante y el horno estaba muy encendido, las llamas alcanzaron y mataron a los hombres que llevaban a Sidrac, Misac y Abd�nao, mientras que Sidrac, Misac y Abd�nago cayeron atados dentro del horno de fuego. Pero andaban por entre las llamas alabando a Dios y bendiciendo al Señor. Y Azarías, en pie en medio del fuego, oraba así:

Los siervos del rey que los habían echado en el horno no cesaban de atizar el fuego con nafta, pez, estopa y sarmientos. La llama se levantaba por encima del horno unos veinticinco metros, y expandiéndose fuera abrasó a los caldeos que encontró cerca del horno. Pero un ángel del Señor bajá al horno junto a Ananías y sus compañeros, empujó fuera la llama e hizo soplar en medio del horno como un viento fresco de rocío, y no los tocó en absoluto el fuego, ni les causó daño ni molestia alguna.

Entonces los tres, a coro, se pusieron a cantar, glorificando y bendiciendo a Dios dentro del horno diciendo:

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BENEDICTIONES / Bendiciones
Annus primus / Año I Dan 3,52.57.84.87.88 (7)
Benedíctus es, Dómine Deus patrum nostrórum, et laud�bilis et superexaltátus un sécula.
R/. Amén.

Benedícite, ómnia ópera Dómini, Dómino; hymnum dícite et superexalt�te eum in sécula.
R/. Amén.

Benedícite, sacerdótes Dómini, Dómino.
R/. Hymnum dícite et superexalt�te eum in sécula.

Benedícite, sancti et h�miles corde, Dómino.
R/. Hymnum dícite et superexalt�te eum in sécula.

Benedícite, Anan�a, Azaría et M�sael, Dómino.
R/. Hymnum dícite et superexalt�te eum in sécula.

Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres, alabado y ensalzado eternamente.
R/. Amén.

Obras todas del Señor, bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente.
R/.
Amén.

Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor.
R/. Alabadlo y ensalzadlo eternamente.

Santos y humildes de corazón, bendecid al Señor.
R/. Alabadlo y ensalzadlo eternamente.

Ananías, Azarías, Misael, bendecid al Señor.
R/. Alabadlo y ensalzadlo eternamente.

 

Expleto cantu Benedictionum, lectioni decimæ subsequentium, dicit diaconus: Terminado el canto de las Bendiciones que sigue a la lectura décima, el diácono dice:
Pro pace pópuli et regum flect�mus g�nua. Por la paz del pueblo y sus dirigentes, arrodillémonos.
Et omnes genua flectunt. Post paululum vero dicit: Y todos se arrodillan. Después de unos instantes dice:
Lev�te. Levantaos.
Et surgunt.
Celebrans dicit:
Y se levantan.
El celebrante dice:

 

Oratio / Oración
Pro r�gibus sæculi huius atque princípibus tibi, Pater, flect�ntes g�nua, obsecr�mus ut tr�buas illis moder�men iustítiæ, amórem pacis, virtútem pietátis, st�dium bene reg�nd� plebis; ut in correctióne et rectitúdine e�rum pax simul et r�quies fidélium provéniat populórum.
R/. Amen.
Te pedimos, Padre, por los reyes y gobernantes de este mundo, para que les concedas la justa moderación, el amor de la paz, la virtud de la piedad, el deseo cuidadoso de gobernar bien al pueblo; para que en su corrección y rectitud pueda asentarse la paz y la tranquilidad de los pueblos fieles.
R/. Amén.
Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui vivis et ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, que vives y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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LECTIO UNDECIMA / Lectura undécima
Annus primus / Año I Dan 3,91(24)-100(33)
Proséquitur léctio libri Dani�lis prophétæ.
R/. Deo grátias.
Continuación de la lectura del libro del profeta Daniel.
R/. Demos gracias a Dios.
Tunc Nabuchod�nosor rex obstupuit et surréxit pr�pere; respóndens ait optim�tibus suis: «Nonne tres viros mísimus in médium ignis comped�tos?». Qui respondóntes dixérunt regi: «Vere, rex�. Respóndit et ait: «Ecce ego vídeo viros quáttuor sol�tos et ambul�ntes in médio ignis, et nihil corruptiónis in eis est, et spécies quarti símilis fílio de�rum». Tunc acc�ssit Nabuchod�nosor ad �stium forn�cis ignis ardéntis et ait: «Sedrac, Misac et Abd�nago, servi Dei excélsi, egredímini et veníte». Stat�mque egréssi sunt Sedrac, Misac et Abd�nago de mídio ignis. Et congregáti s�trapæ, magistrátus et iúdices et poténtes regis contemplabántur viros illos, quóniam nihil potestátis habuísset ignis in corpóribus e�rum, et capállus cápitis e�rum non esset ad�stus, et sarab�ra e�rum non fuíssent immut�ta, et odor ignis non transísset per eos. Et erámpens Nabuchod�nosor ait: «Benedíctus Deus e�rum, Sedrac, Misac et Abd�nago, qui misit ángelum suum et �ruit servos suos, qui credidérunt in eo, et verbum regis immutav�runt et tradid�runt córpora sua, ne serv�rent et ne adorárent omnem deum, excépto Deo suo. A me ergo pósitum est decr�tum, ut omnis pópulus, tribus et lingua qu�c�mque locúta fúerit blasph�miam contra Deum Sedrac, Misac et Abd�nago, in frusta concid�tur, et domus eius in sterquil�nium fiat, eo quod non est Deus �lius, qui possit ita salváre». Tunc rex prom�vit Sedrac, Misac et Abd�nago in província Babyl�nis.

Nabuchod�nosor rex ómnibus pópulis, géntibus et linguis, quæ hábitant in univérsa terra: «Pax vobis multiplicátur. Signa et mirab�lia, quæ fecit apud me Deus excélsus, pl�cuit mihi prædic�re:

Signa eius quam magna sunt,
et mirab�lia eius quam f�rtia.
Et regnum eius regnum sempitérnum,
et pot�stas eius in generatiónem et generatiónem».

R/. Amen.

Entonces el rey Nabucodonosor se acercó y se quedó estupefacto; se levant� rápidamente y dijo a sus ministros: «¿No hemos echado nosotros al fuego a estos tres hombres atados?». Respondieron al rey: «Ciertamente, oh rey�. El rey añadió: «Pues yo veo a cuatro hombres desatados que andan por medio del fuego, sin sufrir daño alguno; más aún, el aspecto del cuarto se parece a un hijo de los dioses». Después Nabucodonosor se acercó a la boca del horno de fuego ardiente y dijo: «¿Sidrac, Misac y Abd�nago, siervos del Dios altísimo, salid fuera y venid aquí!». Sidrac, Misac y Abd�nago salieron del fuego. Los sátrapas, prefectos, gobernadores y ministros se acercaron y comprobaron que el fuego no había hecho ningún mal a la persona de aquellos jóvenes y que ni siquiera un pelo de su cabeza se había quemado, ni sus vestidos se habían alterado; más aún, ni el olor del fuego había quedado en ellos. Nabucodonosor entonces exclamó: «¿Bendito sea el Dios de Sidrac, Misac y Abd�nago, el cual ha mandado a su ángel a librar a sus siervos, que confiaron en Él y desobedecieron la orden del rey, exponiendo su vida, por no postrarse a adorar a ningún otro fuera de su Dios! Por tanto, yo ordeno que todo el que blasfeme contra el Dios de Sidrac, Misac y Abd�nago, de cualquier pueblo, nación o lengua, que sea cortado en pedazos y su casa hecha un montón de escombros, porque no hay ningún dios que pueda salvar como éste». En consecuencia, el rey exalt� aún más la condición de Sidrac, Misac y Abd�nago en la provincia de Babilonia.

El rey Nabucodonosor a todos los pueblos, naciones y gentes de todas las lenguas que habitan en la tierra: «¿Que vuestra paz sea grande! Me ha parecido bien daros a conocer los prodigios y maravillas que ha hecho conmigo el Dios altísimo.

«Grandes son sus prodigios,
poderosas sus maravillas;
su reino es un reino eterno,
su imperio dura por todas las edades!

R/. Amén.

 

Explicita lectione undecima, diaconus dicit: Terminada la lectura undécima, el diácono dice:
Pro compet�ntibus flect�mus g�nua. Por los catecúmenos, arrodillémonos.
Et omnes genua flectunt. Post paululum vero dicit: Y todos se arrodillan. Después de unos instantes dice:
Lev�te. Levantaos.
Et surgunt.
Celebrans dicit:
Y se levantan.
El celebrante dice:

 

Oratio / Oración
Concéde, Dómine, omnes qui nunc fídei meru�runt cognosc�re veritátem, salutáris lav�cri perc�pere innovatiónem. Sicque eos a cunctis peccatórum s�rdibus baptísmi unda puréficet, ut ultra eos pravi �peris iniquinam�nta non m�culent.
R/. Amen.
Concede, Señor, a todos los que ahora han conocido la verdad de la fe, recibir la innovación por el bautismo saludable. Y que de tal manera queden purificados por el agua del bautismo de todas las manchas de los pecados, que no los vuelvan a manchar las malas obras.
R/. Amén.
Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui vivis et ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, que vives y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
Et dum canitur Psallendum, ordinatur processio ad baptisterium ad Liturgiam baptismalem celebrandam. Y mientras se canta el Psallendum, se organiza la procesión al bautisterio para la celebración de la Liturgia bautismal.

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PSALLENDUM / Salmo de meditación
Annus primus / Año I Sal 41,1-3
Sicut cervus s�tiens des�derat ad fontes aquírum, ita des�derat ánima mea ad te, Deus. Como la cierva busca corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío.
V/. Sit�vit ánima mea ad Deum vivum quando véniam et apparábo ante f�ciem Dei?.
R/. Ita des�derat ánima mea ad te, Deus.
V/. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente: �cuándo podr� ir a ver el rostro del Señor?
R/. Así mi alma te busca a ti, Dios mío.
Et dum canitur hoc Psallendum, ordinatur processio ad baptisterium ad Liturgiam baptismalem celebrandam. Y una vez cantado este Salmo de meditación, se organiza la procesión al bautisterio para celebrar la Liturgia bautismal.

Pars tertia
Liturgia baptismalis

Annus primus et secundus

Tercera parte
Liturgia
bautismal

Años I y II

Post lectionem ultimam Veteris Testamenti cum sua oratione, ordinatur processio episcopi, ministrorum et baptizandorum, comitantibus parentibus et patrinis, ad baptisterium sive fontem, ibique incipit pars tertia, seu Liturgia baptismalis.

Hæc autem non habet per se locum in conspectu totius populi; potest tamen uno vel alio modo ita ordinari, ut populus eam participare possit.

Si vero initio Quadragesimæ, secundum antiquam traditionem, signatus est fons, dicit episcopus hanc orationem ad reserandum illum:

Finalizada la última lectura del Antiguo Testamento y su oración, el obispo, los ministros y los bautizandos, acompañados por sus padres y padrinos, se dirigen en procesión al bautisterio o fuente y allá da comienzo la parte tercera, o Liturgia bautismal.

Las cosas que siguen no tienen que desarrollarse a la vista de todo el pueblo, si bien de una forma u otra, el pueblo puede participar en ellas.

Si al comienzo de la Cuaresma, según la antigua tradición, se ha sellado la fuente, el obispo dice esta oración para abrirla:

Oratio / Oración
Ad venerábilem salutis ætérnæ fontem gréssibus c�ncitis properúntes, obsecr�mus magnificéntiam tuam, dominótor omnípotens Deus, ut fontem signátum cl�vibus indulgéntiæ tuæ nobis reser�ri præc�pias et dulcíssimum aquí p�culum siti�ntibus imp�rtias.

�ntonet super aquas has vox tuæ divinitátis, et Spíritus tuæ sanctificatiónis inh�bitans in eis med�lam valetúdinibus c�nferat univérsis.

Emissiónes quoque paradísi nunc ex eo largi�nter pr�fluant; ut cæléstium gratiárum mónera novi inf�ntes, te propiti�nte, perc�piant.
R/. Amen.

Acercándonos a la venerable fuente de la salud eterna, con animados pasos, suplicamos tu magnificencia, omnipotente Dios dominador, para que mandes que la fuente sellada sea abierta para nosotros con las llaves de tu indulgencia y hagas partícipes a los sedientos del vaso dulcísimo de agua.

Suene sobre estas aguas la voz de tu divinidad, y el Espíritu de tu santificación que habita en ellas confiera a todos los enfermos el remedio.

Lo que mana ciertamente del paraíso fluya ahora largamente de Él para que los nuevos niños, propiciándolo tú, perciban los dones de las gracias celestes.
R/. Amén.

Per ineff�bilem bonitátem tuam, Deus noster, qui vivis et cuncta dominóris in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu inefable bondad, Dios nuestro, que vives, y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
Et reseratur fons. Y se abre la fuente.

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Postea vero facit episcopus exorcismum et benedictionem fontis, pr�cedente vero hac admonitione: Después el obispo realiza el exorcismo y la bendición de la fuente, precedidas de la siguiente admonición:
Admonitio / Admonición
Deum immort�lium múnerum et salutárium gratiárum, fratres dilectíssimi, concórdi mente et h�mili oratióne posc�mus, ut per Verbum et Sapi�ntiam et Virtútem suam, Dóminum nostrum Iesum Christum, Fílium suum, concurr�nti ad salutáre baptísmum plebi suæ grátiam novæ creatiónis ind�lgeat: atque acc�sum hinc p�nitus malígn� cogitatiónis avértens, infúndat vit�li lav�cro Spíritum Sanctum suum; ut dum s�tiens fidem pópulus aquas salutáris ingr�ditur, vere, ut scriptum est, per aquam et Spíritum Sanctum renascántur; et consep�lti in lav�cro Redempt�ri suo, in similitúdinem sacri digni mystérii, cui commoriántur in baptísmo, ei res�rgant in regnum.
R/.
Amen.

Præstet ipse Dóminus qui vivit et ómnia regit in sécula sæculórum.
R/. Amen.

Hermanos queridos, pidamos con espíritu concorde y oración humilde al Dios de los dones inmortales y las gracias saludables que por medio de su palabra, sabiduría y fuerza, nuestro Señor Jesucristo su Hijo conceda la gracia de la nueva creación a su pueblo, que afluye al bautismo de salvación; y, alejando totalmente de aquí todo acecho de maquinaciones perversas, derrame su Espíritu Santo en el baño vivificante; para que, al entrar el pueblo sediento de fe en las aguas de la salvación, renazca en verdad por el agua y el Espíritu Santo, tal como fue escrito; y, consepultados por el baño con su Redentor, hechos dignos de ser imagen del sagrado misterio, resuciten en orden al reino para aquíl por quien mueren en el bautismo.
R/. Amén.

Que lo otorgue el mismo Señor, que vive y todo lo gobierna por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Hic peractis, veniens sacerdos ad fontem, exsufflat fontem tribus vicibus, recitans hunc exorcismus, faciem ad occidentem tenens: Hecho esto, se acerca un sacerdote a la fuente, sopla tres veces sobre la fuente y, vuelto hacia el occidente, recita este exorcismo:
Exorcismus fontis / Exorcismo de la fuente
Discéde, imm�nde spíritus, ab ómnibus quibus fides nostra us�ra est religiónis offício sacram�nti.
Nec præt�ndas culpam críminis, qui agn�scis poténtiam Salvatóris. Non est mériti confid�ntia, sed præcépti; licet ipsa pot�stas ministérii d�gnitas sit minístri.

Te, ígitur, per comm�nem Deum, aquí creatóra, convénio, ut, conserv�nte motu sensibilitátis, int�lligens sub�ci serv�tio, quo placére Deo n�timur, non rec�ses. Omnem a te communi�nem d�monum, omne collégium iniquitátis exp�rges, totam phant�smatis labem capax domínicæ præceptiónis ext�rmines; ut grátiam sanctificatiónis ind�pta, tuo nostr�que p�riter Creatóri, quos acc�peris culp�biles rest�tuas innocéntes.
R/. Amen.

Per Dóminum nostrum Iesum Christum, qui vivit et ómnia regit in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Ap�rtate, espíritu inmundo, de todos los que practicamos nuestra fe, viviendo en religión por la virtualidad del sacramento.
No pretendas atraer el pecado cuando tienes que reconocer el poder del Salvador. No te lo mando porque conf�e en mis méritos, confío en el mandato que se me ha dado, aunque por lo demás, el mismo poder del ministerio constituye al ministro en dignidad.

A ti, pues, criatura agua, por Dios, nuestro común creador, vengo a decirte que, como un ser sensible e inteligente, no rehuses someterte al servicio con el que intentamos servir a Dios. Queda limpia detoda convivencia con el demonio, de todo comercio con la iniquidad; aparta de ti todo contagio fantasmal, para hacerte digna de recibir los mandatos del Señor; para que alcances la gracia de la salvación, y a los que recibas culpables, los devuelvas inocentes al creador tuyo y nuestro.
R/. Amén.

Por nuestro Señor Jesucristo, que vive y todo lo gobierna por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Post hæc dicit hanc benedictionem: Tras esto, dice esta bendición:
Benedictio fontis / Bendición de la fuente
Sanctificáre per Verbum Dei, unda cæléstis; sanctificáre, aqua, Christi calc�ta vest�giis, quæ móntibus pressa non claud�ris, quæ sc�pulis ill�sa non fr�ngeris, quæ terris diff�sa non d�ficis.
Tu s�stines áridam, portas móntium p�ndera, nec dem�rgis.
Tu cælórum vértice contin�ris; circumf�sa per totum, lavas ómnia, nec lav�ris.
Tu, fugi�ntibus pópulis Hebreórum, in gl�ciem dur�ta constr�ngeris.
Tu rursus, salis resol�ta vert�cibus, Nili �ccolas perdis, et hóstilem globum freto sæviénte pers�queris.
Una ead�mque es: salus fidélium et �ltio crimin�sis.
Te per Móysen perc�ssa rupes ev�muit; nec �bdita c�utibus lat�re potuísti, cum Maiestátis império iussa prod�res.
Tu, gest�ta n�bibus, imbre iuc�ndo arva fec�ndas.
Per te �ridis �stu corpóribus ducis ad grátiam salutáris, ad vitam potus infúnditur.
Tu, �ntimis scat�riens venis, aut spíritu inclúsa, vit�lem aut sucum fértilem præstas, ne sicc�ta, exanim�ta visc�ribus, sollémnes neget terra prov�ntus.
Per te �nitium, per te finis exsúltat, vel p�tius ex Deo tuum est ut t�rminum nesci�mus.

At tu, Dómine, omnípotens Deus, cuius virtútem non néscii, dum aquírum mérita præmimus, �peris insígnia prædic�mus, súscipe propítius n�xios et pietáte s�lita solve captívos. Redde quod in paradíso Adam pérdidit, quod uxor adm�sit, quod intemperúntia gul� vor�cis abs�rtuit. Da salutárem potum, male satur�tis acerbitáte pom�rum; ut indig�sta mort�lium lues, et ann�sa pern�cies divíno solvántur antídoto. �blue terræ squal�ntis ingl�viem, disc�te paradísi macáriam fl�mmeis ob�cibus fluctu�ntem. P�teat rede�ntibus fl�rei ruris ingréssus. Rec�piant im�ginem deitátis olim p�rditam liv�re serpéntis, ut quidquid críminum de pr�varicatióne contr�ctum est, huius g�rgitis puritáte dep�nant. Surgant ad r�quiem, producántur ad véniam; ut másticis innov�ti liqu�ribus, et redímptos se n�vierint, et ren�tos.
R/.
Amen.

S� santa por la palabra de Dios, corriente celestial; s� santa, agua transitada por las pisadas de Cristo; que, aprisionada por los montes no quedas encerrada, que, chocando con las rocas no quedas rota, que, derramada en la tierra no te disipas.
Tú sostienes la Tierra, soportas el peso de las montañas y no te hundes.
Tú eres contenida en la b�veda del cielo; derramándote por todas partes, todo lo lavas, sin ser t� lavada por nada.
Tú para el pueblo hebreo que huía te condensas endurecida en forma de hielo.
Y tú, nuevamente fluida, aniquilas con los torbellinos del oc�ano a los habitantes del Nilo, y persigues al ejército enemigo con el mar embravecido.
Tú eres una misma; pero, a la vez, salvación de los fieles y castigo de los malvados.
A ti te alumbr� la peía golpeada por Moisés, y no pudiste esconderte oculta en las rocas, cuando brotaste obligada por orden de la Majestad.
Tú, llevada por las nubes, fecundas con la alegre lluvia las labranzas.
Por ti conduces a la gracia de la salud a los cuerpos agostados por el calor; se da la bebida para la vida.
Tú, manando de rec�nditos veneros o, embalsada en el viento, brindas el jugo vital y fecundo, no sea que, resecada la tierra y con las entrañas est�riles, niegue los frutos habituales.
Por ti hay contento en el comienzo y en el final, o mejor, lo tuyo viene de Dios para que no conozcamos el t�rmino.

Pero tú, Señor Dios omnipotente, de quien predicamos -no desconociendo el poder- lo más significativo de la creación, cuando pregonamos la excelencia de las aguas, acoge propicio a los pecadores y libra a los cautivos con tu piedad acostumbrada. Restit�yenos lo que perdió Adán en el paraíso, lo que la mujer extravi�, lo que engull� la desenfrenada voracidad de la gula. Danos una bebida saludable a los malamente saciados con la amargura de esos frutos, para que la intolerable desventura de los mortales y su secular desgracia se solucionen con un divino remedio. Apaga la sed de la tierra �rida, abate la cerca del paraíso, apenas asegurada por los llameantes obstóculos. Sea abierta a los que vuelven la entrada de la florida campiña. Recupera la imagen de la deidad, perdida entonces a causa de la envidia de la serpiente, a fin de que cuanto fuera contraido pecaminoso por prevaricación sea lavado en la pureza de este lago. Que de aquí emerjan hacia la paz, que sean llevados al perdón, para que, renovados en la m�stica corriente, se sientan redimidos y reconocidos.
R/. Amén.

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Post hoc facit sacerdos de oleo benedicto crucem in fontem, dicens: Tras ello el sacerdote con el santo íleo hace una cruz en la fuente diciendo:
In nómine Patris et Fílii et Spíritus Sancti regn�ntis, Deus, in sécula sæculórum.
R/. Amen.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo que reina, oh Dios, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
Post commixtionem aquí et olei, dicit hanc benedictionem: Una vez realizada la conmixtión del agua y el íleo, dice la siguiente bendición:

 

Benedictio / Bendición
Quamvis flagiti�rum squal�re sordóntes et consci�ntia mord�nte facónorum, abiécti et h�miles te, Deus omnípotens, deprec�mur et quæsumus, ut pro tua miseratióne adsis benígnus, et libens asp�res, atque propítius has aquas íleo sanctificatiónis adm�xtas virtátis tuæ múnere benedícas, atque eis ex tuis s�dibus grátiam sanctitátis infúndas. Ut quic�mque, summo invocáto nómine Trinitátis, in hæc flu�nta descénderint, origin�li noxa solvántur et benedictióne perpétua condonántur, cunt�sque emundáti a v�tiis et confirm�ti spiritu�libus donis, cæléstibus annotántur in p�ginis; qu�tenus ex hoc lav�cro nov� vitæ sum�ntes ex�rdium, et véteris depon�ntes elégium, ac per impositiónem m�nuum promer�ntes Spíritum Sanctum, et præséntibus c�reant culpis et munéribus potiántur ætérnis, te iugi ac perpétuo adiut�re fel�ces.
R/. Amen.

Qui in Trinitáte unus Deus vivis et cuncta dominóris per infiníta semper sécula sæculórum.
R/. Amen.

Aunque sucios con la roía de los vicios y remordiéndonos la conciencia de culpa, postrados y humillados, te suplicamos y pedimos a ti, Dios omnipotente, que por tu bondad nos asistas benigno y nos favorezcas gustoso, bendiciendo propicio con el don de tu Espíritu estas aguas mezcladas con el íleo santo, y que desde tu trono viertas sobre ellas tu gracia santa. Para que quienes descienden a esta corriente, invocado el nombre altísimo de la Trinidad, se vean libres de la culpa original y, regalados con una bendición perpetua, limpios de todos los vicios y confirmados con dones espirituales, sean inscritos en el libro del cielo; de modo que, comenzando a partir de este baño de vida nueva y dejando de estimar la antigua, recibiendo el Espíritu Santo por la imposición de manos, se vean libres de las culpas actuales y enriquecidos con dones eternos, siendo bienaventurados contigo, permanente y eterno auxiliador.
R/. Amén.

Tú que en la Trinidad vives como un solo Dios y todo lo gobiernas para siempre por infinitos siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Ista peracta, deferuntur episcopo, seu sacerdoti, baptizandi, qui, si loquei possunt, respondent ipsi; secus respondent ministri.

Episcopus, seu sacerdos, interrogat eum, vel eos, dicens:

Llegado este momento, los bautizandos son presentados al obispo o sacerdote, a quien responderán por sí mismos si lo pudieren hacer o en su defecto lo harán los padrinos.

El obispo o sacedote le o les interroga diciendo:

Abrenuntiatio / Renuncia
Abren�ntias tu, fámule Dei N., diábolo et ángelis eius?
Respondetur a ministris: Abren�ntio.
Interrogat: Op�ribus eius? - Respondetur: Abren�ntio.
Interrogat: Impériis eius? - Respondetur: Abren�ntio.
Renuncias tú, N., siervo de Dios, al diablo y a sus ángeles?
Responde al ministro: Renuncio.
Pregunta: ¿A sus obras? - Responde: Reuncio.
Pregunta: ¿A sus dominios?
- Responde: Reuncio.

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Professio fidei et immersio / Profesión de fe e inmersión
Interrogat: Quis vocáris? - Respondetur: N.
Interrogat: Credis,
N., in Dóminum Patrem omnipoténtem? - Respondetur: Credo.
Interrogat: Et in Iesum Christum, Fílium eius únicum, Deum et Dóminum nostrum? - Respondetur: Credo.
Interrogat: Et in Spíritum Sanctum? - Respondetur: Credo.
Dicis episcopus, seu sacerdos: Et ego te baptízo in nómine Patris et Fílii et Spíritus Sancti, ut hábeas vitam ætérnam.
R/. Amen.
Pregunta: ¿Cómo quieres ser llamado? - Responde: N.
Pregunta: «Crees, N., en Dios Padre omnipotente?
Responde: Creo.
Pregunta: �Y en Jesucristo, su único Hijo, Dios y Señor nuestro? - Responde: Creo.
Pregunta: �Y en el Espíritu Santo? - Responde: Creo.
El obispo o el sacerdote dice:
Y yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, para que tengas vida eterna.
R/. Amén.

 

Et dum hæc verba pronuntiar, baptizat eum simplici immersione vel, si casus fit, unica super caput aquí infusione. Y mientras pronuncia estas palabras, lo bautiza con inmersión simple o, según el caso, con una única infusión sobre la cabeza.
Chrismatio / Crismación
Signum vitæ ætérnæ, quod dedit Deus Pater omnípotens per iesum Christum, Fílium suum, credéntibus in salútem.
R/. Amen.
Este es el signo de la vida eterna, que Dios Padre todopoderoso dio por Jesucristo, su Hijo, para sus fieles en testimonio de salvación.
R/. Amén.

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Hoc peracto, item imponit manus super singulos baptizatos, et dicit: Tras lo cual impone las manos sobre cada uno de los bautizados y dice:
Manuum impositio / Imposición de manos
Sancte Spíritus, omnípotens Deus, qui es Patri et Fílio coætérnus, et indissec�bilis subst�ntiæ maiest�te unátus, qui post resurrectiónem nostri Redempt�ris et Dómini, per pacis eius in�stim�bilem sanctitátem apostolórum fúeras pect�ribus iam locútus; et ut per te ipsum quoque patírn� fídera promissiónis compl�res, e�rum post eius ascensiónem clarum illustr�sti ceonvéntum flagr�ntium virtúte flamm�rum, et vert�cibus ins�dens iam dic�tos per ígnitas linguas v�riis loqu�lis ornátas, mundum d�nuo form�sti nasc�ntem; qu�rum in precatióne descéndens, vel m�nuum impositióne te tr�buens, post lav�cri festa cándida, salutáris plena tui char�smatis effusi�ne fuls�sti.

A te fides ex�ritur, in te fides ext�nditur, et ex te fides arm�tur. In te novæ vitæ cogn�tio, per te véteris vitæ purg�tio, et veræ vitæ, per vitam te doc�nte, vit�lis infúnditur sci�ntiæ plenitúdo.
Tu pastus animárum, tu dulcédo credéntium, tu es invis�bilis pingu�do iustórum; qu�rum intercessióne tuam cleméntiam deprec�mur, ut hos fámulos famulásque tuas illa tu�rum visitatiónum speciáli benedictióne sanctífices, quia tuis insígnibus terribíliter in apóstolis micuísti.

Da eis, Dómine, sapi�ntiam, qua conc�lcent stult�tiam sordid�ntem et ast�tiam mundi ref�giant puni�ntem.
Da intelléctum, quo servent cæléstium medic�mina præcept�rum et spiritu�lium ext�nguant venéna serpéntium.
Da consílium, ut n�verint te esse quod es, n�verint se esse quod sunt, et in semet�psis fúeri concupíscant unde tibi ex toto compl�ceant.
Da fortitúdinem, ut malígni i�cula c�nterant et rep�llant, arm�que victr�cia advérsus hostem �mprobum appreh�ndant et dimic�re non désinant.
Da sci�ntiam, ut scire te �mbiant et se nescáre non égeant.
Da pietátem, quæ ad ómnia salutáfera conquir�nda útilis esse cogn�scitur.
Da eis timórem tuum, quo dum te tim�erint, ubi timor non est timóre nihil possint.

Concéde in eis perpetuíliter tuæ grátiæ medic�nam, ut qui iam caru�runt vúlnere genu�no, non proc�mbant éterum repet�to.
Quique ren�ti sunt sacri baptísmatis fonte, sch�smatum non p�reant pravitáte; et qui chr�smate delib�ti sunt divínæ unctiónis, non tosp�scant íleo peccatóris; ut ignis tuus, qui est vit�lis et zelans, torpórem carnélis hebetúdinis in eis excl�dat, et vigórem vigil�ntiæ spiritu�lis ascéndat.
Tela urat host�lia, arma p�rrigat gloriósa, regenerat�rum corda succ�ndat, malírum concupiscenti�rum flammas ext�nguat; ut in eis ignis tuus suæ fortitúdinis vigórem pers�stens amóris tui flamma præv�leat.
Per quem te verum Deum trinum, non tríplicem, sed unum, non solit�rium confiteántur et credant, ut in ætérna tecum regnat�ri sécula vivant.
R/. Amen.

Oh santo Espíritu, Dios todopoderoso, tú eres coetemo con el Padre y el Hijo y a ellos unido en la majestad de una indivisible naturaleza; tú, después de la resurrección de nuestro Redentor y Señor te habías ya asentado en el corazón de los apóstoles por la imponderable santidad de su paz, y tú, para completar también por ti mismo la alianza de la promesa paterna, iluminaste después de la ascensión su esclarecido cenóculo con la luz de ardientes llamas y, posóndote en las cabezas de los ya consagrados, diste ser, finalmente, a un mundo nuevo, mediante lenguas de fuego ennoblecidas con variados idiomas. O descendiendo por la s�plica de aquíllos, o comunicándote ellos por la imposición de manos, después de la cándida ceremonia del bautismo brillaste por la plena efusión de tu saludable crisma.

De ti procede la fe, en ti se dilata la fe y por ti es fortalecida la fe. En ti est� el conocimiento de la nueva vida, por ti la purgación de la vida vieja, y, bajo tu magisterio, se infunde la plenitud de la ciencia vital de la vida verdadera, a través de la vida.
Tú, pasto de las almas, tú, dulzura de los creyentes, tú eres el invisible tesoro de los justos; por cuya intercesión suplicamos tu clemencia para que santifiques a estos siervos y siervas tuyos con aquella bendición propia de tus visitas, con la que, mediante tus signos, brillaste en los apóstoles de forma impresionante.

Dales, Señor, sabiduría, por la que pisoteen la necedad embrutecedora y se aparten de la odiosa astucia del mundo; dales entendimiento, por el que se guarden la medicina de los celestes mandamientos y neutralicen el veneno de las espirituales v�boras; dales consejo, para que reconozcan que tú eres lo que eres y ellos son lo que son, y quieran que sea realidad en ellos el poder complacerte en todo; dales fortaleza para que rechacen y destruyan las flechas del maligno, sepan blandir armas victoriosas contra el perverso enemigo y no cesen de luchar; dales ciencia, para que tengan hambre de conocerte y no tengan que lamentar el desconocerse; dales piedad que es proclamada útil para alcanzar todo lo saludable; dales temor para que, al temerte a ti donde no hay motivo de temor, nada más tengan que temer.

Concédeles a perpetuidad el remedio de tu gracia, para que quienes se vieron ya libres de la verdadera llaga no recaigan en la misma repetida; y los que renacieron en la fuente del santo bautismo no perezcan por el mal de las discordias; y quienes fueron ungidos con el crisma de la divina unción no se empuerquen con el excremento del pecado: a fin de que tu fuego, que es vivificante y celoso, aleje de ellos la torpeza del embotamiento carnal y despierte la fuerza de la alerta espiritual.
Que abrase los dardos hostiles, proporcione armas gloriosas, haga arder el corazón de los renacidos y apague los incendios de las malas pasiones; para que manteniendo tu fuego en ellos la intensidad de su fuerza, prevalezca la llama de tu amor.
Por el cual te confiesen y crean un verdadero Dios trino, no triple, único, no solitario, y vivan para reinar contigo por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

Per tuam magnam misericórdiam, Deus noster, qui es benedíctus, et vivis et ómnia dominóris per infiníta semper sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu gran misericordia, Dios nuestro, que eres bendito y vives y todo lo gobiernas siempre por todos los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Post hæc imponit episcopus seu sacerdos super baptizatos vestem candidam, dum dicit hanc orationem: Después el obispo o el sacerdote impone sobre los bautizados las vestiduras blancas, mientras dice esta oración:
Impositio vestis candid� / Imposición de las vestiduras blancas
ccipe tibi vestem cándidam, vestem nupti�lem, quam immaculáto corde feras ante trb�nal Dómini nostri Iesu Christi in vitam ætérnam.
R/. Amen.

Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui vivis et ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.

Recibe la tónica blanca, la tónica nupcial, que has de presentar con pureza de corazón ante el tribunal de nuestro Señor Jesucristo para la vida eterna.
R/. Amén.

Por tu misericordia, Dios nuestro, que vives y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Quibus omnibus rite peractis, ordinatur denuo processio ad chorum, dum canitur, inchoante episcopo seu sacerdote, hæc antiphona: Debidamente completado este rito, la procesión se dirige de nuevo al coro, mientras se canta, iniciada por el obispo o el sacerdote, esta antífona:
Antiphona / Antífona Cant 4,2; Sal 23,6; 106,2-3
Ecce grex quæ ascéndit de lav�cro, omnes gem�llis f�tibus, et st�rilis non est in eis.

V/. Hæc est generátio qu�r�ntium eum, qu�r�ntium f�ciem Dei Iacob.
R/. Et st�rilis non est in eis.

V/. Dicant nunc omnes, qui redímpti sunt a Dómino quos redímit de manu inimíci.
R/. Et st�rilis non est in eis.

V/. De regiónibus congreg�vit eos, a solis ortu, et occásu; ab aquilóne et mari.
R/. Et st�rilis non est in eis.

He aquí el rebaño de ovejas que regresa del baño, cada una con crías mellizas, y ninguna privada de ellas.

V/. Tal es la raza de los que lo buscan, los que buscan el rostro del Dios de Jacob.
R/. Y ninguna privada de ellas.

V/. Que lo digan los que el Señor ha liberado, los que Él ha rescatado de la mano de los opresores.
R/. Y ninguna privada de ellas.

V/. Los que ha reunido de todos los países del norte y del sur, del este y del oeste.
R/. Y ninguna privada de ellas.

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Prosequitur Liturgia verbi anni primi

Continía la Liturgia de la palabra del año primero

Cumque perverunt fuerit ad chorum, prosequitur Liturgia verbi hoc modo: legitur in primis Apostolus, post cuius lectionem canuntur versus:

Dicant qui redempti sunt a Domino...

Una vez en el coro, continía la Liturgia de la palabra del siguiente modo: en primer lugar se lee el Apóstol, y después de terminada la lectura se canta el versículo:

Que lo digan los que el Señor ha liberado...

 

APOSTOLUS / Apóstol
Annus primus / Año I Rom 6,1-11
Epístola Pauli apóstoli ad Rom�nos.
R/. Deo grátias.
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los romanos.
R/. Demos gracias a Dios.
Fratres:

Quid ergo dic�mus? Perman�bimus in peccáto, ut grátia ab�ndet? Absit. Qui enim mórtui sumus peccáto, quómodo adhuc vivámus in illo? An ignor�tis quia, quic�mque baptizáti sumus in Christo Iesu, in mortem ipsíus baptizáti sumus? Consep�lti ergo sumus cum illo per baptísmum in mortem, ut quemídmodum suscitátus est Christus a mórtuis per glóriam Patris, ita et nos in novitáte vitæ ambul�mus. Si enim complant�ti facti sumus similitúdini mortis eius, sed et resurrectiónis �rimus; hoc sci�ntes quia vetus homo noster simul crucif�xus est, ut destru�tur corpus peccáti, ut ultra non servi�mus peccáto. Qui enim mórtuus est, iustificátus est a peccáto.

Si autem mórtui sumus cum Christo, crédimus quia simul étiam vivámus cum eo; sci�ntes quod Christus suscitátus ex mórtuis iam non méritur, mors illi ultra non dominótur. Quod enim mórtuus est, peccáto mórtuus est semel; quod autem vivit, vivit Deo. Ita et vos existim�te vos mórtuos quidem esse peccáto, viv�ntes autem Deo in Christo Iesu, Dómino nostro.

R/. Amen.

Hermanos:

¿Qué diremos? «Permaneceremos en el pecado para que abunde la gracia? «Nunca jamás! Los que hemos muerto al pecado, �cómo vamos a seguir viviendo en él? «No sabéis que, al quedar unidos a Cristo mediante el bautismo, hemos quedado unidos a su muerte? Por el bautismo fuimos sepultados con Cristo y morimos, para que así como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros caminemos en nueva vida. Pues si hemos llegado a ser una misma cosa con Él por una muerte semejante a la suya, también lo seremos por una resurrección parecida. Sabemos que nuestro hombre viejo ha sido crucificado con Él para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado; pues el que muere queda libre del pecado.

Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él; sabemos que Cristo, resucitado de entre los muertos, ya no vuelve a morir, la muerte ya no tiene dominio sobre Él. Al morir, murió al pecado una vez para siempre; pero al vivir, vive para Dios. Así, también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en unión con Cristo Jesús, nuestro Señor.

R/. Amén.

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PSALLENDUM / Salmo de meditación
Annus primus / Año I Sal 106,2; Is 9,2
Dicant qui redímpti sunt a Dómino, in ætérnum et in sæculum sæculi. Que lo digan los que el Señor ha liberado, para siempre, por eternidad de eternidades.
V/. P�pulus qui sedébat in ténebris vidit lucem magnam.
R/. In ætérnum et in sæculum sæculi.
V/. El pueblo que andaba en tinieblas vio una gran luz.
R/. Para siempre, por eternidad de eternidades.

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Statim autem accedit episcopus, seu sacerdos, cum diaconibus in pulpitum, et salutat populum, et legit ipse Evangelium.

Inmediatamente, accede al ambón el obispo o el sacerdote con los diáconos y saluda al pueblo y Él mismo lee el Evangelio.

 

EVANGELIUM / Evangelio
Annus primus / Año I Mt 28,1-20
Léctio sancti Evangélii secóndum Matthéum.
R/. Glória tibi, Dómine.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
R/. Gloria a ti, Señor.

In illo témpore:

Sero post sábbatum, cum illuc�sceret in primam sábbati, venit María Magdal�ne et �ltera María vidére sepúlcrum. Et ecce terræ motus factus est magnus: ángelus enim Dómini descéndit de cœlo et acc�dens rev�lvit lápidem et sedébat super eum. Erat autem aspéctus eius sicut fulgur, et vestiméntum eius cándidum sicut nix. Pr� timóre autem eius ext�rriti sunt custódes et facti sunt velut mórtui.

Respóndens autem ángelus dixit muli�ribus: «Nol�te timóre vos; scio enim quod Iesum, qui crucif�xus est, quæritis. Non est hic: surréxit enim, sicut dixit. Veníte, vidéte locum, ubi pósitus erat. Et cito e�ntes dícite discípulis eius: «Surréxit a mórtuis et ecce præc�dit vos in Galiléam; ibi eum vidébitis». Ecce dixi vobis».

Et exe�ntes cito de monum�nto cum timóre et magno gáudio cucurr�runt nunti�re discípulis eius.

Et ecce Iesus occúrrit illis dicens: «Av�te». Ill� autem access�runt et tenu�runt pedes eius et adoravérunt eum. Tunc ait illis Iesus: «Nol�te timóre; ite, nuntiáte frátribus meis, ut eant in Galiléam et ibi me vidébunt�.

Quæ cum abiíssent, ecce quidam de custódia venírunt in civitátem et nuntiav�runt princípibus sacerdótum ómnia, quæ facta fúerant. Et congregáti cum senióribus, consílio accépto, pecániam copi�sam ded�runt milit�bus dicéntes: «Dícite: «Discípuli eius nocte venírunt et fur�ti sunt eum, nobis dormi�ntibus». Et si hoc audítum fúerit a pr�side, nos suad�bimus ei et sec�ros vos faci�mus».

At illi, accépta pecánia, fec�runt, sicut erant docti. Et divulg�tum est verbum istud apud Iudéos usque in hodi�rnum diem.

ndecim autem discípuli abi�runt in Galiléam, in montem ubi constit�erat illis Iesus, et vidóntes eum adoravérunt; quidam autem dubitav�runt. Et acc�dens Iesus locútus est eis dicens: «Data est mihi omnis pot�stas in cœlo et in terra. E�ntes ergo doc�te omnes gentes, baptizántes eos in nómine Patris et Fílii et Spíritus Sancti, doc�ntes eos serv�re ómnia, qu�c�mque mandívi vobis. Et ecce ego vobíscum sum ómnibus diébus usque ad consummatiónem sæculi�.

 R/. Amen.

En aquel tiempo:

Pasado el sábado, al rayar el alba, el primer día de la semana, fueron María Magdalena y la otra María a ver el sepulcro. De pronto hubo un gran terremoto, pues un ángel del Señor bajá del cielo, se acercó, hizo rodar la losa del sepulcro y se sentó en ella. Su aspecto era como un rayo, y su vestido blanco como la nieve. Los guardias temblaron de miedo y se quedaron como muertos.

Pero el ángel, dirigiéndose a las mujeres, les dijo: «No tem�is; s� que buscáis a Jesús, el crucificado. No est� aquí. Ha resucitado, como dijo. Venid, ved el sitio donde estaba. Id en seguida a decir a sus discípulos: «Ha resucitado de entre los muertos y va delante de vosotros a Galilea. Allí le ver�is». Ya os lo he dicho».

Ellas se alejaron a toda prisa del sepulcro, y con miedo y gran
alegría corrieron a llevar la noticia a los discípulos.

De pronto Jesús salió a su encuentro y les dijo: «Dios os guarde». Ellas se acercaron, se agarraron a sus pies y lo adoraron. Jesús les dijo: «No tengáis miedo; id y decid a mis hermanos que vayan a Galilea, que allá me ver�n�.

Mientras ellas se iban, algunos de los guardias fueron a la ciudad y contaron a los sumos sacerdotes todo lo que había ocurrido. éos se reunieron con los ancianos y acordaron en consejo dar bastante dinero a los soldados, advirtiéndoles: «Decid que sus discípulos fueron de noche y lo robaron mientras dormíais. Y si eso llega por casualidad a oídos del gobernador, nosotros le convenceremos y conseguiremos que no os castigue».

Ellos tomaron el dinero e hicieron como les habían dicho. Y este rumor se divulgó entre los judíos hasta el día de hoy.

Los once discípulos fueron a Galilea, al monte que Jesús había señalado, y, al verlo, lo adoraron. Algunos habían dudado hasta entonces. Jesús se acercó y les dijo: «Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos míos en todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñóndoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo».

R/. Amén.

 

Lecto vero Evangelio, baptizati cum suis parentibus et patrinis relinquunt chorum et occupant suos locos inter populum.

Terminado el Evangelio, los bautizados con sus padres y padrinos abandonan el coro y ocupan sus puestos entre el pueblo.

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Episcopus vel presbyter principalis homiliam pronuntiat, qua finita canuntur Laudes, omnibus stantibus. El obispo o el presbítero principal pronuncia la homilia, y al finalizar se cantan los Laudes, estando todos de pie.
LAUDES
Annus primus / Año I Ap 1,17-18 (8)
Allelúia. Aleluya.
V/. Ego sum primus et ego novíssimus; et fui mórtuus, et ecce sum vivens in sécula sæculórum.
R/. Allelúia.
V/. Yo soy el primero y el último, el viviente; estuve muerto, pero ya estoy vivo por los siglos de los siglos.
R/. Aleluya.

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Dum fideles afferunt ad celebrantem dona, chorus incipit canere Sacrificium. Mientras los fieles presentan los dones al celebrante, el coro comienza a cantar el Canto del Ofertorio.
Sacrificium / Canto de las Ofertorio Mt 28,2-5 (9)
Allelúia. ángelus Dómini descéndit de cœlo, et acc�dens rev�lvit lápidem ab �stio monum�nti, Allelúia, Allelúia.

V/. Allelúia. Erat aspéctus eius sicut fulgur, et vestiménta eius cándida quasi nix; et dixit muli�ribus: Nolite timóre.
R/. Et acc�dens rev�lvit lápidem ab �stio monum�nti, Allelúia, Allelúia.

Aleluya. Un ángel del Señor bajá del cielo, se acercó e hizo rodar la losa del sepulcro, aleluya, aleluya.

V/ Aleluya. Su aspecto era como un rayo, y su vestido blanco como la nieve y dirigiéndose a las mujeres, les dijo: No tem�is.
R/. Se acercó e hizo rodar la losa del sepulcro, aleluya, aleluya.

Et sequitur quarta pars seu Liturgia eucharistica, anno primo et secundo. Y se continía con la parte cuarta o Liturgia eucarística, años primero y segundo.

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Pars quarta
Liturgia
eucharistica

Cuarta parte
Liturgia eucarística

Oratio Admonitionis / Monici�n sacerdotal
Istam, istam noctem, qui teníbris fid�bat aspíciat; ist�us cernat splend�ris decórem qui cárceris minab�tur horrórem Mundum illáminat lux ista, non diábolum.
Libet, Christe, erg�stulis tua virtúte confráctis, spoli�tis insult�re custódibus, et s�vi�ntis tyr�nni cont�mptam irrid�re iact�ntiam.
D�lcior semper captívis est restitúta lib�rtas.

Quis tuam exh�usit, iud�e vígilans, sepulturam?
Sopórem passus es, an timórem ?
Fraude dec�ptus es, an virtúte?
Non tuam in�rtiam miser acc�ses; non fuísti n�gligens, sed crud�lis.
Adhuc certe cœcitátem tuam p�rtinax excus�res, si depósitum tuum vel inférna servíssent.
Agn�sce, infílix, agn�sce quid f�ceris.
Corpus illud mori�ntis afféctum hábuit, non deféctum. Visc�ribus illis non infírmitas fuit clausa, sed p�etas.
Quod pepóndit, ex hómine est; quod resurréxit, ex nómine. Nihil débites, nihil mir�ris; hosp�tium Dómino suo terra esse p�tuit, non sepúlcrum.

Mea tunc cum illis mánibus delécta fig�bas; tuam necem me�mque salútem, cum oscul�ndis si lic�ret corporíliter plantis, clavis transverber�ntibus consu�bas.
Tuum f�cinus cœlum tr�muit, sol exp�vit, tellus ingámuit; et testóntia fact�ris sui poténtiam terr�bile quoddam móntium prær�pta sonu�runt.
�nferi vim pleni Deo córporis non tulérunt.
Clamábant elemínta de vivo, t�rtara de defúncto.
Op�rtuit t�lia fúeri mir�cula credit�ris, t�lia dari signa salv�ndis, ut ópera suum corrúpta nossent artíficem, in qua se homo p�rditum, nisi fuísset invéntus, nescáret.

R/.
Amen.

El que confiaba en las tinieblas que contemple esta, esta noche, que vea la hermosura de esta luz, que amenaza al horror de la mazmorra. Esta luz ilumina al mundo, no al diablo. Oh Cristo, ya es posible, derruidos por tu vigor los calabozos, burlar a los guardianes despojados y escarnecer la humillada jactancia del cruel tirano. Que la libertad recuperada resulte siempre más dulce a los cautivos.

Centinela judío �quién vació ese sepulcro que crees tuyo? «Tuviste en realidad sueño o más bien temor? «Fuiste sorprendido por un fraude o por un poder? No acuses, másero, tu pasividad: no es que fueras negligente sino cruel. Hasta hoy ciertamente habrías excusado, pertinaz, tu ceguera, si el abismo hubiera retenido tu presa. Reconoce, infeliz, reconoce lo que hiciste. Aquel cuerpo agonizante tuvo amor, no deficiencias. En aquel corazón no habitá la debilidad sino la piedad. Que colgó crucificado se debe a ser hombre, que resucitó a su divinidad. No dudes, no te asombres: que la tierra pudo ser morada para su Señor, mas no sepultura.

Entonces, junto con aquellas manos, clavabas también mis pecados. Cosías con clavos perforantes, a la vez, tu iniquidad y mi salvación junto con aquellos pies, que deberían, si fuera posible, ser físicamente besados. El cielo se estremeció ante tu crimen, el sol se aterr�, la tierra gimi�, y testificando el poder de su hacedor las quebradas de los montes resonaron algo terrible. Los abismos no soportaron el poder de un cuerpo lleno de divinidad. Clamaban los elementos por el viviente, los abismos por el difunto. Y fue necesario realizar tales prodigios para los que habrían de creer y que se dieran tales signos a los que tenían que salvarse, de modo que la criatura secuestrada reconociese a su hacedor, en que el hombre no se sabría perdido de no haber sido antes hallado.
R/. Amén.

Regn�nte Dómino Iesu Christo et Redempt�re nostro in sécula sæculórum.
R/.
Amen.
Reinando Jesucristo Señor y Redentor nuestro por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Alia / Oración entre los Dípticos
Esuri�ntes Corpus tuum, Dómine, ac Sánguinem siti�ntes, ut hoc nobis in remissiónem peccatórum sum�ndum tr�buas deprec�mur: quia nostra virtus et salus sit, si tamen non quod indígni sumus, irasc�ris.
Sed facis vinci gáudio metum, et c�dere exsultatióni terrárem.
Nemo enim est in hoc número concili�que fidélium, qui non acc�dere ad mensam tuam in hac gloriósa per totum mundum nocte des�deret.
Ut si firmus est, hábeat custódiam; si infírmus est, medic�nam.

Sic ígitur quæsumus apud te, Dómine, plácitum sit cunctis don�re quod c�piunt, ut dign�ris p�rcere quod præs�munt.
Quis non optet illa carne ánimam suam t�ngere, p�scere, confort�re, in quam se per grátiam credat esse transf�sum? quæ corruptiónem non vidit, et vim mortis passióne mortis abs�rbuit.
Quis non �mbiat propter te s�mere de tuo, quod te vídeat propter nos assumpsísse de nostro?
�ndita hac ex pietáte fidúcia, ut quod in defúnctis dignátus est vivific�re mórtuum, in reis dignátur purific�re corrúptum.

R/.
Amen.

Con hambre de tu Cuerpo, Señor, y con sed de tu Sangre, para que nos las des a tomar en remisión de nuestros pecados, te pedimos, que nos sirvan de fuerza y salvación, y aunque somos indignos, no te irrites con nosotros.
Concédenos vencer el temor con el gozo, y que el terror d� lugar al júbilo.
Nadie hay en esta asamblea de tus fieles que no desee llegar a tu casa en esta noche, santa para todo el mundo; para que si se encuentra seguro, tenga protección, y si enfermo, medicina.

Así pues, te pedimos, Señor, que te dignes dar a cada uno, según sus deseos, y te dignes perdonar cuanto piden.
¿Quén no querr� que aquella carne toque, alimente y conforte su alma, con la que por la gracia se ha compenetrado, ya que no conoció la corrupción y arrebat� su poder a la muerte?
¿Quén no apetecer� por ti, recibir de lo tuyo, cuando te ha visto por nosotros revestirte de lo nuestro? Por esta piedad tuya tenemos la confianza de que, así como devolverás la vida a los difuntos, te dignarás purificar las manchas de los pecadores.
R/. Amén.

Te præstánte, Deus noster, qui regis ómnia, in cuius conspéctu sanctórum Apostolórum et Mártyrum, Confessórum atque Vírginum nómina recitántur.
R/. Amen.
Concédelo, oh Dios nuestro, que todo lo gobiernas, en cuya presencia recitamos los nombres de los santos Apóstoles y Mártires, Confesores y Vírgenes.
R/.
Amén.

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Post Nomina / Oración después de los Dípticos

Christe, redímptio nostra, qui olim noctem istam tuæ resurrectiónis illumin�sti poténtia: prec�mur, ut in hac qua ipse vivus surrex�sti a mórtuis, et expiatiónem críminum vivis, et r�quiem i�beas præstáre defúnctis.
R/.
Amen.

Cristo, que eres nuestra redención, y que en aquel tiempo iluminaste con tu poder esta noche de tu resurrección; te rogamos, que hoy, al resucitar vivo entre los muertos, concedas la expiación de los pecados a los que vivimos y el descanso a los difuntos.
R/. Amén.
Quia tu es vita vivórum, sánitas infirmórum ac r�quies ómnium fidélium defunctórum in ætérna sécula sæculórum.
R/.
Amen.
Porque tú eres la vida de los que viven, la salud de los enfermos, y el descanso de todos los fieles difuntos por todos los siglos de los siglos.
R/.
Amén

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Ad Pacem / Oración de la Paz

Deus, qui ne�phitos tuos maióri animárum quam v�stium nit�re vest�sti, ut plus acc�perent quam habére se n�verint; præsta, ut sicut donum tuum e�rum intelléctum exsóperat, ita in eis ultra �t�tem fides cum intellig�ntia plácitis tibi opéribus coal�scat.
Nobis quoque per mortem Iesu Christi Fílii tui pacis dona larg�re, et véniam culp�rum attr�bue.

R/.
Amen.

Oh, Dios que a tus neófitos has revestido con una blancura del alma superior a la del vestido, para que recibieran más de lo que pensaban tener: concede que, igual que tu don desborda su inteligencia, así la fe con la inteligencia en ellos, desbordando la edad, pueda unirse a ti con obras que sean de tu beneplácito. Danos también a nosotros, el don de tu paz por la muerte de Jesucristo tu Hijo, y concede el perdón de los pecados.
R/. Amén.
Per auctórem pacis et caritátis Dóminum nostrum Iesum Christum, cum quo tibi est una et co�qu�lis ess�ntia in unitáte Spíritus Sancti regn�ntis, Deus, in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por el autor de la paz y del amor, nuestro Señor Jesucristo, con el cual vives en una sola e igual esencia en la unidad del Espíritu Santo que reina, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Illatio / Acción de gracias
Dignum et iustum est, sancte Pater, omnípotens ætérne Deus, pietátem tuam omni quidem témpore, sed in hac nocte, vel die, prof�sius exsult�ntibus �nimis collaud�re.
Nox enim ista non tenebrárum, sed lúminis mater est, in qua ex�rtus est in ætérnum dies resurrectiónis nostr�, Dóminus Iesus Christus.

Ille verus Agnus qui óbstulit peccátum mundi.
Qui non in fig�ra ventúri, �lio offer�nte mactátus est, sed in córpore veritátis advéniens, adimpl�vit fig�ras carnélium sacrifici�rum, approb�vit et prophetías miracul�rum cæléstium, seque vivam et veram hóstiam novíssimis sæculórum temp�ribus, idem Sacérdos et sacer Agnus exh�buit; elevat�sque in cruce mánibus, sacrifícium vespert�num pepóndit in ligno, et benefícium matut�num surgens pr�buit e sepúlcro.

Unde vener�ndi sacra �mulatióne mystérii in ætérnam modo vitam fílii lucis oriántur, quos matut�no partu per grátiam spiritu�lem hac nocte prog�nerat mater Ecclésia, sine corruptióne conc�piens et cum gáudio p�riens, �xprimens in se útique formam vírginis genetr�cis, absque ullo humánæ contagiónis fec�nda conc�ptu.
In cuius matut�nis, resurg�nte Christo, mors occ�dit delict�rum et ex�rta est vita credéntium.

Propter quod ei cæléstia atque terr�stria cantant cánticum novum cum omni exércitu Angelórum, et cum Chérubim ac Séraphim sine cessatióne sic dicunt:

Es digno y justo, Padre santo, Dios omnipotente y eterno, ensalzar de veras en todo tiempo tu piedad, pero en esta noche y día con el espíritu sobremanera exultante. Porque no es noche de tinieblas sino madre de luz, en la que amaneció para siempre el día de nuestra resurrección, el Señor Jesucristo.

Aquel verdadero Cordero que quit� el pecado del mundo. Que no fue sacrificado, ofrecióndole otro en figura del que había de venir, sino viniendo Él mismo con un cuerpo verdadero, dio cumplimiento a las figuras de los sacrificios carnales, hizo verdaderas también las profecías de los celestes oróculos y, últimamente, se ofreció a sí mismo, sacerdote y sagrado Cordero, como hostia viva y verdadera. Alzadas las manos en la cruz, pendió del madero, como sacrificio de la tarde, y se manifest� resucitando del sepulcro, como don de la mañana.

Por lo cual, con la sacramental imitación del adorable misterio, nacen ya para la vida eterna los hijos de la luz, a los que la madre Iglesia alumbr� esta noche en matinal parto, por la gracia espiritual, habiéndolos concebido sin corrupción y pariándolos con gozo; reproduciendo en sí misma de verdad la imagen de la Virgen Mar�a, fecunda, pero no con fruto de contacto humano. En cuya alborada, al resucitar Cristo, muere la muerte del pecado y amanece la vida de los creyentes.

Por lo que le canta a Él un cántico nuevo los seres terrestres y celestes, en unión con toda la milicia de los ángeles y de los Querubines y Serafines, diciendo así:

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Post Sanctus / Oración después del Sanctus

Vere sanctus et verus Iesus Fílius Dei, qui ascéndit patíbulum crucis, ut omnes vires suas mors in sua p�rderet morte.
Descéndit ad ínferos, ut hóminem véteri erráre dec�ptum, et regno peccáti servi�ntem, victor abstr�heret; ser�sque port�rum poténti manu confr�ngeret, et secut�ris suæ resurrectiónis aperúret.

Christus Dóminus ac Redémptor ætérnus.

Verdaderamente es santo y verdadero Jesús, Hijo de Dios, que subió al patíbulo de la cruz, para que la muerte, muriendo Él, perdiese toda su fuerza.
Descendió al infierno, para librar, con su victoria, al hombre engañado por los antiguos errores y sometido al reino del pecado y romper con su fuerte brazo los cerrojos de sus puertas y así mostrar a cuantos le habían de seguir, la gloria de su resurrección.

Cristo, Señor y Redentor eterno.

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Post Pridie / Invocación
Hab�ntes ante óculos, omnípotens Pater, tant� passiónis triúmphos, súpplices exorémus ut Pascha hoc, quod nobis Dóminus noster Iesus Christus Fílius tuus hóstiam vivam const�tuit, atque compl�vit, fiat nobis in protectiónem salútis et vitæ.
Ut sanctificátus his sollemnitátibus pópulus, altáribus tuis oblatiónis suæ mónera placit�ra cons�gnet.
Fiat nobis Eucharistía pura atque leg�tima in nómine Unigéniti tui; ut cum nostris fúerit rec�pta pect�ribus, fidem n�triat, mentem sanctíficet atque conf�rmet.

R/.
Amen.
Oh Padre todopoderoso, teniendo ante los ojos la victoria de tan excelsa pasión, rogamos suplicantes que la Pascua que nuestro Señor Jesucristo consagr� y consum» como hostia viviente para nosotros, sea en nosotros salvaguarda de la salud y de la vida.

De modo que el pueblo, santificado por esta solemnidad, ponga la grata ofrenda de su oblación en tu altar. Sea celebrada por nosotros una eucaristía pura y verdadera en el nombre de tu Unigénito, a fin de que, cuando sea recibida en nuestro pecho, nutra la fe y santifique y conforme el espíritu.
R/. Amén.

Te præstánte, sancte Dómine, quia tu hæc ómnia nobis indígnis servis tuis valde bona creas, sanctíficas, vivíficas ac præstas nobis, ut sint benedícta a te Deo nostro in sécula sæculórum.
R/.
Amen.
Concédelo, Señor santo, pues creas todas estas cosas para nosotros, indignos siervos tuyos, y las haces tan buenas, las santificas, las llenas de vida, las bendices y nos las das, así bendecidas por ti, Dios nuestro por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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Cantus ad Confractionem / Canto de la Fracción Ap 5,5
Vicit leo de tribu Iuda, radix David, Allelúia.
Vicit leo de tribu Iuda, radix David, Allelúia.
Vicit leo de tribu Iuda, radix David, Allelúia.
Venció el león de la tribu de Judá, la raíz de David, aleluya.
Venció el león de la tribu de Judá, la raíz de David, aleluya.
Venció el león de la tribu de Judá, la raíz de David, aleluya.

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Ad Orationem Dominicam / Introducción al Padre nuestro
Excellentíssimam in hac nocte tu�, Christe, resurrectiónis celebrántes sollemnitátem, in qua  ipse novus dies, novo de túmulo surgens, vetern�sam antíqu� noctis caléginem cæléstem convert�sti in claritátem: te quibus p�ssumus lacrim�sis rug�tibus implorémus, ut qui nos redem�sti pr�tio tui sánguinis, institáta a te præcépta accéptes nostr� oratiónis, cum ea quæ nos docuísti proclamav�rimus e terris: Al celebrar esta tu noche, oh Cristo, la solemnidad extraordinaria de la resurrección, con que tú mismo, como nuevo día, saliendo del sepulcro, convertiste en celestial claridad las antiguas tinieblas de la vieja noche; te pedimos, con cuantos gemidos y lágrimas podemos, que ya que nos has redimido con el precio de tu sangre, aceptes la oración que tú mismo nos mandaste y enseñaste, para que la rez�ramos desde aquí:

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Benedictio / Bendición
Christus Dóminus, qui ascéndit patíbulum crucis, sua vos redemptióne consérvet.
R/.
Amen.
Cristo, el Señor, que subió al patíbulo de la cruz os conserve por su redención.
R/. Amén.
Detque vobis suæ dulcédinis sapi�ntia renov�ri, qui se amóro perm�sit fellis póculo propin�ri.
R/.
Amen.
Y os conceda que os renov�is por la sabiduría de su dulzura, Él que hubo de saborear la amarga bebida de la miel.
R/. Amén.
Ut cuius laudes Ecclésia cuncta celebrávit ov�ndo, eius conserv�ri mere�tur magno crucis vexíllo.
R/.
Amen.
Y la Iglesia entera que celebra con aplauso sus alabanzas, merezca conservarse bajo la bandera de su cruz.
R/. Amén.
Præstánte sua misericórdia, qui in Trinitáte unus Deus vivit et regnat in sécula sæculórum.
R/.
Amen.
Nos lo conceda su misericordia, que en la Trinidad divina, vive y reina Dios por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
Per misericórdiam ipsíus Dei nostri, qui est benedíctus et vivit et ómnia regit in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por la misericordia del mismo Dios nuestro, que es bendito y vive y todo lo gobierna, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
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Cantus ad Accedentes / Canto de Comunión Mt 28,2-10.19-20 (10)
Gaudíte, pópuli, et læt�mini:
ángelus sedit super lápidem Dómini; ipse vobis evangeliz�bit:
Christus surréxit a mórtuis, Salvátor mundi, et repl�vit ómnia suavitáte.

R/.
Gaudéte, pópuli, et læt�mini.
ángelus sedit super lápidem Dómini.

V/. Et acc�dens rev�lvit lápidem, et sedébat super eum.
Erat autem aspéctus eius sicut fulgur, et vestiménta eius cándida sicut nix.

R/.
Ipse vobis evangeliz�bit.

V/. N�lite timóre vos; scio enim quod Iesum, qui crucif�xus est, quæritis; non est hic, surréxit enim, sicut dixit.
R/.
Et repl�vit ómnia suavitáte.

V/. Veníte et vidéte locum ubi pósitus erat Dóminus; quia surréxit et ecce præc�det vos in Galiléam; ibi eum vidébitis, sicut dixit vobis.
R/.
Gaudéte, pópuli, et læt�mini.

V/. Et exi�runt muláeres cito de monum�nto cum amóre et gáudio magno, curr�ntes nunti�re discípulis eius:
R/.
Christus surréxit a mórtuis, Salvátor mundi, et repl�vit ómnia suavitáte.

V/. Ecce Iesus occúrrit illis dicens: av�te.
Illæ autem access�runt et tenu�runt pedes eius, et adoravérunt eum.

R/.
Salvátor mundi, et repl�vit ómnia suavitáte.

V/. Tunc ait illis Iesus: nolíte timóre; ite, nuntiáte frátribus meis ut eant in Galiléam, ibi me vidébunt.
R/.
Salvátor mundi, et repl�vit ómnia suavitáte.

V/. Et ecc�dens rev�lvit lápidem dicens: data est mihi omnis pot�stas in cœlo et in terra.
R/.
Salvátor mundi, et repl�vit ómnia suavitáte.

V/. E�ntes in mundum, prædic�te evangélium univérs� creatór�; qui credéderit et baptizátus fúerit, salvus erit.
R/.
Gaudéte, pópuli, et læt�mini.

V/. E�ntes vero, doc�te omnes gentes baptizántes eos in nómine Patris et Fílii et Spíritus Sancti, doc�ntes eos serv�re ómnia qu�c�mque mandívi vobis.
R/.
Gaudéte, pópuli, et læt�mini.

V/. Et ecce ego vobíscum sum ómnibus diébus usque ad consummatiónem sæculi.
R/.
Gaudéte, pópuli, et læt�mini.

V/. Glória et honor Patri et Fílio et Spirítui Sancto in sécula sæculórum. Amen.
R/.
Gaudéte, pópuli, et læt�mini.

Alegraos, pueblos, saltad de gozo:
Un ángel del Señor se sentó encima de la piedra y trajo la buena nueva. Ha resucitado de entre los muertos Cristo el Salvador del mundo y su olor ha inundado la tierra.
R/.
Alegraos, pueblos, saltad de gozo.
Un ángel del Señor se sentó encima de la piedra

V/. Y acercándose corri� la piedra y se sentó encima: su aspecto era de relámpago y su vestido blanco como la nieve.
R/.
Y trajo la buena nueva.

V/. Vosotros no tem�is, ya sé que buscáis a Jesús el crucificado: No est� aquí. Ha resucitado, como había dicho.
R/.
Y su olor ha inundado la tierra.

V/. Venid, ved el sitio donde estaba el Señor; porque ha resucitado de entre los muertos y va delante de vosotros a Galilea. Allí le ver�is. Ya os lo he dicho.
R/.
Alegraos, pueblos, saltad de gozo.

V/. Ellas se alejaron a toda prisa del sepulcro, y con miedo y gran alegría corrieron a llevar la noticia a los discípulos.
R/.
Ha resucitado de entre los muertos Cristo el Salvador del mundo y su olor ha inundado la tierra.

V/. De pronto Jesús salió a su encuentro y les dijo: «Dios os guarde». Ellas se acercaron, se agarraron a sus pies y lo adoraron.
R/.
El Salvador del mundo y su olor ha inundado la tierra.

V/. Jesús les dijo: «No tengáis miedo; id y decid a mis hermanos que vayan a Galilea, que allá me ver�n�.
R/.
El Salvador del mundo y su olor ha inundado la tierra.

V/. Y se acercó y les dijo: Se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra.
R/.
El Salvador del mundo y su olor ha inundado la tierra.

V/. Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que crea y sea bautizado se salvar�.
R/.
Alegraos, pueblos, saltad de gozo.

V/. Id, pues, y haced discípulos míos en todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñóndoles a guardar todo lo que yo os he mandado.
R/.
Alegraos, pueblos, saltad de gozo.

V/. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo.
R/.
Alegraos, pueblos, saltad de gozo.

V/. Gloria y honor al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
R/.
Alegraos, pueblos, saltad de gozo.

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Completuria / Oración conclusiva
Expl�tis, Dómine, in hac sancta sollemnitáte nostr� servitátis offíciis, grátias tibi laudásque deférimus dono tuæ miseratiónis adi�ti. Prec�ntes te, Deus, ut a peccátis nos �bluas et in tuis semper láudibus exsult�re conc�das.
R/.
Amen.

Per ineff�bilem bonitátem tuam, Deus noster, qui vivis et cuncta dominóris in sécula sæculórum.
R/.
Amen.

Acabados, Señor, en esta sagrada solemnidad, los oficios de nuestra servidumbre, te damos gracias y te alabamos, fortalecidos con los dones de tu misericordia. Te suplicamos, Dios, que nos purifiques de nuestros pecados y nos concedas alegrarnos siempre en tus alabanzas.
R/.
Amén.

Por tu inefable bondad, Dios nuestro, que vives, y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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1. Los textos latinos son los oficiales y est�n tomados del Missale Hispano-Mozarabicum I (pp. 369-378; 385-411) y del Liber Commicus I (pp. 296-320). Los textos bíblicos en español est�n tomados de La Santa Biblia, edición San Pablo.
Traducción de admonitio, benedictio fontis, benedictio, manuum impositio: Colomina Torner, Jaime Los textos litúrgicos trinitarios y la identidad del pueblo mozárabe en la historia, en Anales Toledanos, número 37. Diputación de Toledo. Toledo 1999, pp. 49; 49-50; 50 y 51-52 respectivamente.
Traducción de oratio admonitionis, ad pacem, illatio y post pridie por Jaime Colomina Torner en La Fe de nuestros padres. Temas de fe y vida cristiana en la misa hispanomozárabe, Instituto de Estudios Visigótico Mozárabes, Toledo 2000, pp. 61, 134, 109, 127-129 respectivamente. Cantus ad confractionem y completuria del Oferencio. Oratio super diaconos, exorcismus fontis y eucología de la liturgia de la Palabra: Ivorra, Adolfo (ed.), Misal Hispano-Mozárabe. Centre de Pastoral Litúrgica, Barcelona 2015, p. 255; pp. 261-267; 279. Para el resto seguimos el folleto Sagrados oficios de Semana Santa según el antiguo Rito Hispano o Mozárabe. Parroquia de Santa Eulalia y San Marcos. Toledo s/d.

(Se recuerda que hasta la fecha no existe misal oficial en español).

2. Gén 5,32-6,3.5a.6a.13a.14a.18b.19a; 7,1b.3b-5.17a.23a; 8,1b.2b.Cf.4a.6b-9a.9c-11.13b.15-17a.Cf.18a.20-21a. (N. de La Ermita).
3. Éx 14,15-15,1a. (N. de La Ermita).
4. Éx 15,1b-2.20-21a. (N. de La Ermita).
5. Ez 37,1-3a.4-14. (N. de La Ermita).
6. Jon 1,1-2,2.11b; 3,1-4,11. (N. de La Ermita).
7. Dan 3,52a.57.84.87.88a. (N. de La Ermita).
8. Ap 1,17b-18a. (N. de La Ermita).
9. Mt 28,2b-3.5-6. N. de La Ermita.
10. Mt 28,2-10; Mc 16,15-16; Mt 18-20. N. de la Ermita.

 

 

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