Rito Hispano-Mozárabe La Ermita. Logo y dibujo

TEXTOS LITÚRGICOS

RITO HISPANO-MOZ´RABE

Textos propios de la Misa del Martes de la Semana Mayor

 

Misa en Rito Hispano-Mozárabe


En las misas feriales de todo el año y tambión en los domingos de Cuaresma (excepto en el primero), se omiten el «Prælegendum� y el «Gloria a Dios en el cielo� y su oración. después de besar el altar, y llegado a la sede, el sacerdote saluda al pueblo, y a continuación se lee la primera lectura. (Ver Oferencio, Ritos Iniciales).


LITURGIA VERBI / LITURGIA DE LA PALABRA

Lectio sapientialis / Lectura sapiencial Eclo 18,1-12
Léctio libri Ecclesiástici.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del Eclesiástico.
R/. Demos gracias a Dios.
Fili: Qui vivit in ætérnum, creávit ómnia simul.
Deus solus iustific�bitur et manet inv�ctus rex in ætérnum.
Quis s�fficit enarrárre ópera illíus?
Et quis investig�bit magnólia eius?
Virtútem autem magnitúdinis eius quis enunti�bit?
Aut quis adiciet enarrare misericordiam eius?
Non est min�ere neque ad�cere,
nec est inveníre magnólia Dei;
cum consumm�verit homo, tunc inc�piet
et, cum qui�verit, apori�bitur.

Quid est homo, quis deféctus, et quæ est ut�litas illíus?
Et quid est bonum, aut quid nequam illíus?
Númerus diérum hóminum ut multum centum anni,
quasi gutta aquæ maris deput�ti sunt,
et sicut c�lculus ar�.�, sic ex�gui anni in die �vi.
Propter hoc p�tiens est Deus in illis
et eff�ndit super eos misericórdiam suam.
Vidit pr�sumptiónem cordis e�rum, quóniam mala est;
et cogn�vit subversión.m illórum, quóniam nequam est.
ídeo adimpl�vit propitiatiónem suam in illis
et osténdit eis viam �quitátis.

Miserátio hóminis circa próximum suum,
misericórdia autem Dei super omnem carnem.

R/. Amen.

Hijo: El que vive eternamente creó todas las cosas a un tiempo.
Sólo el Señor puede proclamarse justo.
Dirige el universo con la palma de la mano, y todos cumplen su voluntad; es rey universal y poderoso
que separa lo santo de lo profano.
A nadie concedió pregonar sus obras;
�quión descubrir� sus grandezas?
¿Quén podrá medir la fuerza de su majestad
y contar sus misericordias?
No se puede quitar ni añadir nada,
ni es posible descubrir las maravillosas obras de Dios.
Cuando el hombre termina, entonces está comenzando;
cuando se detiene, queda desconcertado.

¿qué es el hombre y para qué sirve?
¿Cuál es su bien y cuál su mal?
La duración de la vida del hombre,
como mucho es de cien años;
cual gota de agua del mar y grano de arena,
así son sus pocos años en comparación de la eternidad.
Por eso es tan paciente el Señor con ellos
y derrama sobre ellos su misericordia.

Él ve y sabe que su fin es desdichado;
por eso multiplica sus perdones.

R/. Amén.

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Lectio historica / Lectura histórica 2Re 4,8-37
Léctio libri secóndi Regem.
R/. Deo grátias.
Lectura del segundo libro de los Reyes.
R/. Demos gracias a Dios.
In diébus illis:

Facta est autem quídam dies, et trans�bat Elis�us per Sunam. Erat autem ibi múlier magna, quæ t�nuit eum, ut com�deret panem. Quotiesc�mque inde trans�bat, divert�bat ad eam, ut com�deret panem. quæ dixit ad virum suum: «Animadv�rto quod vir Dei sanctus est iste, qui transit per nos frequ�nter. Faci�mus ergo cenículum mur�tum parvum et pon�mus in eo l�ctulum et mensam et sellam et candel�brum, ut, cum vénerit ad nos, máneat ibi�.

Facta est ergo dies quídam, et véniens div�rtit in cenículum et requi�vit ibi. Dixítque ad Gi�zi púerum suum: «Voca Sunam�tin istam».

Qui cum vocísset eam, et illa stetísset coram eo, dixit ad púerum: «L�quere ad eam: Ecce s�dule in ómnibus ministr´sti nobis; quid vis, ut f�ciam tibi? Numquid habes neg�tium et vis, ut loquar regi sive príncipi mil�ti�?». quæ respóndit: «In médio pópuli mei hábito».

Et ait: «Quid ergo vult, ut f�ciam ei?». Dixítque Gi�zi: Ne qu�ras, fílium enim non habet, et vir eius senex está.

Pr�c�pit ítaque, ut vocáret eam; quæ cum vocáta fuísset et stetísset ad �stium, dixit ad eam: «In témpore isto, in anno �ltero, amplex�beris fílium». At illa respóndit: «Noli, qu�so, dómine mi, vir Dei, noli mentóri anc�llæ tuæ. Et conc�pit múlier et p�perit fílium in témpore isto anni altárius, quo dúxerat Elis�us.

Crevit autem puer et, cum esset quídam dies, et egréssus isset ad patrem suum, ad mess�res, ait patri suo: «Caput meum, caput meum». At ille dixit servo: «Tolle et duc eum ad matrem suam».

Qui cum tulísset et adduxísset eum ad matrem suam, pósuit eum illa super g�nua sua usque ad m�ridiem, et mórtuus est. Ascéndit autem et colloc�vit eum super l�ctulum hóminis Dei et clausit �stium; et egréssa vocávit virum suum et ait: Mitte mecum, óbsecro, unum de púeris et ásinam, ut exc�rram usque ad hóminem Dei et rev�rtar�. Qui ait illi: «Quam ob causam vadis ad eum hódie? Non sunt calánd� neque sábbatum». quæ respóndit: «Vale». Strav�tque ásinam et præc�pit púero: «Mina et própera, ne mihi moram f�cias in e�ndo, nisi præc�pero tibi�.

Prof�cta est ígitur et venit ad virum Dei in montem Carm�li. Cumque vidísset eam vir Dei de contra, ait ad Gi�zi púerum suum: «Ecce Sunam�tis illa. Vade cito in occ�rsum eius et dic ei: Rect�ne ígitur circa te et circa virum tuum et circa fílium tuum?». quæ respóndit: «Recte».

Cumque venísset ad virum Dei in monte, appreh�ndit pedes eius; et acc�ssit Gi�zi, ut am�veret eam, et ait homo Dei: «Dim�tte illam, ánima enim eius in amaritúdine est, et Dóminus cel�vit me et non indic�vit mihi�. quæ dixit illi: «Numquid pet�vi fílium a dómino meo? Numquid non dixi tibi: Ne ill�das me?».

Et ille ait ad Gi�zi: «Acc�nge lumbos tuos et tolle b�culum meum in manu tua et vade. Si occúrrerit tibi homo, non salútes eum; et, si salutáverit te qu�spiam, non respóndeas illi. Et pones b�culum meum super f�ciem púeri�. Porro mater púeri ait: «Vivit Dóminus, et vivit ánima tua, non dim�ttam te».

Surréxit ergo et secátus est eam. Gi�zi autem pr�císserat eos et posóerat b�culum super f�ciem púeri, et non erat vox neque sensus; revers�sque est in occ�rsum eius et nunti�vit dicens: «Non evigil�vit puer�.

Ingréssus est ergo Elis�us domum, et ecce puer mórtuus iac�bat in l�ctulo eius; ingress�sque clausit �stium super se et púerum et or�vit ad Dóminum. Et ascéndit et inc�buit super púerum posu�tque os suum super os eius et óculos suos super óculos eius et manus suas super manus eius et incurv�vit se super eum, et calef�cta est caro púeri. At ille revérsus deambulávit in domo semel huc et illuc et áscendit et inc�buit super eum, et sternut�vit puer s�pties aperu�tque óculos.

Et ille vocávit Gi�zi et dixit ei: «Voca Sunam�tin hanc�. quæ vocáta ingréssa est ad eum. Qui ait: «Tolle fílium tuum».

Venit illa et c�rruit ad pedes eius et ador�vit super terram; tul�tque fílium suum et egréssa est.

R/. Amen.

En aquellos días:

Eliseo pasaba por Sun�n. Vivía allí una mujer distinguida, que le invitæ con insistencia a comer. Y en adelante, siempre que pasaba, se paraba allí a comer. Aquella mujer dijo a su marido: «Mira, me he dado cuenta de que es un hombre de Dios, un santo, ese que pasa siempre por nuestra casa. Vamos a hacerle una habitación arriba, y pongamos allí una cama, una mesa, una silla y un candelabro, para que, cuando venga a nuestra casa, se recoja en ella».

Un día llegó Eliseo, se retiró al aposento y se acost�. Luego dijo a Guejazí, su criado: «Llama a la sunamita».

La llam� y, cuando se presentó ante Él, Eliseo ordenó a su criado: «Dile: Nos estás prodigando toda clase de cuidados; ¿qué podría hacer por ti? «Tienes alguna solicitud que elevar al rey o al jefe del ejército?». Ella respondió: «En medio de mi pueblo vivo».

Eliseo dijo: «¿qué podríamos hacer por ella?». Guejazí respondió: «No tiene hijos y su marido es ya viejo».

Eliseo le dijo: «Ll�mala». La llam�, y ella se presentó a la puerta. Eliseo le dijo: «El año próximo, por estas fechas, tendrás en brazos un hijo». Ella respondió: «No, señor mío, hombre de Dios, no engeñes a tu sierva». Y aquella mujer concibi�, y al año siguiente, por aquellas fechas, dio a luz un hijo, tal como Eliseo le había anunciado.

El niño creci�, y un día, que fue adonde estaba su padre con los segadores, dijo a su padre: «¡Ay mi cabeza! «Ay mi cabeza!». Entonces el padre mandí a un criado: «Ll�vaselo a su madre».

Él lo llevó a su madre, y estuvo recostado sobre sus rodillas hasta el mediodía, en que muri�. Ella entonces lo subió y lo puso en el lecho del hombre de Dios; luego cerr� la puerta y salió. Llamó a su marido y le dijo: «M�ndame uno de los criados y un asna; voy corriendo adonde está el hombre de Dios y vuelvo». Él replicó: «¿Por qué vas hoy adonde Él está, si no es novilunio ni sábado?». Pero ella dijo: «?Queda con Dios!». Mandó aparejar el asna, y dijo al criado: «Ve guiando, y no me detengas hasta que yo no te lo indique».

Parti�, y llegó adonde estaba el hombre de Dios en el monte Carmelo. Cuando el hombre de Dios la divisó desde lejos, dijo a Guejazí, su criado: «Aquálla es la sunamita. Sal a su encuentro y pregóntale: «Est�s bien? «Está bien tu marido? «Está bien tu hijo?». Ella respondió: «S�, bien�.

Llegó adonde estaba el hombre de Dios en el monte, y se abrazó a sus pies. Guejazí fue a separarla, pero el hombre de Dios dijo: «D�jala, porque está muy apenada; pero el Señor me lo ha tenido oculto y nada me ha manifestado». Ella dijo: «¿Por ventura había pedido yo un hijo a mi señor? «No le dije que no me engañase?».

Entonces Eliseo dijo a Guejazó: «C��ete los lomos, toma en la mano mi bastón y vete. Si encuentras a alguien, no le saludes; si alguien te saluda, no le respondas. Pon mi bastón sobre el rostro del niño». Pero la madre del niño replicó: «¿Por el Señor y por tu vida que no te dejar�.�.

Eliseo se levant� y la siguió. Guejazí se les adelant� y puso el bastón sobre el rostro del niño, pero no resoll� ni dio señal de vida. Entonces fue al encuentro de Eliseo, y le dijo: «El niño no se ha despertado».

Cuando Eliseo llegó a la casa, el niño estaba muerto, echado en su cama. Entró, se cerr� en el aposento con el niño y or� al Señor. Luego se subió a la cama y se ech� sobre el niño; puso la boca sobre su boca, los ojos sobre sus ojos, las palmas sobre sus palmas, y estando así inclinado sobre Él, el cuerpo del niño entró en calor. Eliseo se apart� y se puso a pasear por la casa de acá para allí. Luego subió y se tendió sobre Él. Entonces el niño estornud� hasta siete veces y abrió los ojos.

El profeta llam� a Guejazí, y le dijo: «Llama a la sunamita». La llam� y, cuando entró, Eliseo dijo: «Toma a tu hijo».

Ella cayá a sus pies, y se postró en tierra. Tom� a su hijo y salió.

R/. Amén.

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Psallendum / Salmo de meditación Sal 108,24-26.22.31
G�nua me infirm�ta sunt a ieiónto, et caro mea immut�ta est propter misericórdiam. De tanto ayunar se me doblan las rodillas; falto de alimento, mi cuerpo ha enflaquecido, por tu misericordia.
V/. Et ego factus sum oppr�brium illis; vidérunt me et mov�runt cápita sua.
R/. Et caro mea immut�ta est propter misericórdiam.

V/. �diuva me, Dómine Deus meus, salvum me fac propter misericórdiam.
R/. Et caro mea immut�ta est propter misericórdiam.

V/. Líbera me, quia eg�nus et pauper sum ego, et cor meum conturb�tum est in me.
R/. Et caro mea immut�ta est propter misericórdiam.

V/. Quóniam �stitit a dextris páuperum, ut salvam f�ceret a persequ�ntibus ánimam meam.
R/. Et caro mea immut�ta est propter misericórdiam.

V/. Soy el hazmerreír de todos ellos; al verme, menean la cabeza.
R/. Y mi cuerpo ha enflaquecido, por tu misericordia.

V/. Ay�dame, Señor, Dios mío, líbrame, por tu misericordia.
R/. Y mi cuerpo ha enflaquecido, por tu misericordia.

V/. Líbrame, porque yo soy un pobre desgraciado y tengo dentro de mí el corazón deshecho.
R/. Y mi cuerpo ha enflaquecido, por tu misericordia.

V/. Porque Él se pone a la derecha del pobre para salvarlo de los jueces.
R/. Y mi cuerpo ha enflaquecido, por tu misericordia.

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Apostolus / Apóstol 1Jn 4,16-5,4
Epístola Ioánnis apóstoli prima.
R/. Deo grátias.
Primera carta del apóstol Juan.
R/. Demos gracias a Dios.
Caríssimi:

Nos, qui cred�dimus, cogn�vimus caritátem, quam habet Deus in nobis. Deus cáritas est, et qui manet in caritáte, in Deo manet, et Deus in eo manet.

In hoc consumm�ta est cáritas nobíscum, ut fidúciam habeámus in die iudícii, quia sicut ille est, et nos sumus in hoc mundo. Timor non est in caritáte, sed perfécta cáritas foras mittit timórem , quóniam timor pnam habet, qui autem timet, non est consummátus in caritáte.

Nos dil�gimus, quóniam ipse prior dilexit nos. Si quis dúxerit: D�ligo Deum, et fratrem suum �derit, mendax est; qui enim non déligit fratrem suum, quem videt, Deum, quem non videt, non potest dil�gere. Et hoc mandítum habémus ab eo, ut, qui déligit Deum, déligat et fratrem suum.

Omnis, qui credit quóniam Iesus est Christus, ex Deo natus est, et omnis, qui déligit Deum, qui g�nuit, déligit et eum, qui natus est ex eo. In hoc cogn�scimus quóniam dil�gimus natos Dei, cum Deum dilig�mus et mandíta eius faci�mus.

Hæc est enim cáritas Dei, ut mandíta eius serv�mus; et mandíta eius gr�via non sunt, quóniam omne, quod natum est ex Deo, vincit mundum; et hæc est victória, quæ vicit mundum: fides nostra.

R/. Amen.

Queridísimos:

Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene, y hemos creído. Dios es amor; y el que está en el amor está en Dios, y Dios en Él.

En esto consiste la perfección del amor en nosotros: en que tenemos confianza absoluta en el día del juicio; porque como es Él, así somos nosotros en este mundo. En el amor no hay temor; por el contrario, el amor perfecto desecha el temor, pues el temor supone castigo, y el que teme no es perfecto en el amor.

Nosotros amamos porque Él nos am� primero. Si alguno dice que ama a Dios y odia a su hermano, es un mentiroso. El que no ama a su hermano, al que ve, no puede amar a Dios, al que no ve. éste es el mandamiento que hemos recibido de él: que el que ame a Dios, ame tambión a su hermano.

El que cree que Jesús es el mesías, ha nacido de Dios; el que ama al que da el ser, ama tambión al que ha nacido de Dios. En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: en que amamos a Dios y guardamos sus mandamientos.

Porque el amor de Dios consiste en guardar sus mandamientos, y sus mandamientos no son pecados. Porque todo lo que ha nacido de Dios vence al mundo. Y ésta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe.

R/. Amén.

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Evangelium / Evangelio Jn 8,12-20
Léctio Sancti Evangélii secóndum Ioánnem.
R/. Glória tibi Dómine.
Lectura del Santo Evangelio según san Juan.
R/. Gloria a ti, Señor.
In illo témpore:

terum ergo locútus est eis Dóminus noster Iesus Christus dicens: Ego sum lux mundi; qui séquitur me, non ambul�bit in ténebris, sed habíbit lucem vitæ.

Dixérunt ergo ei pharis�i: Tu de te�pso testimónium p�rhibes; testimónium tuum non est verum.

Respóndit Iesus et dixit eis: Et si ego testimónium perh�beo de me�pso, verum est testimónium meum, quia scio unde veni et quo vado; vos autem nescátis unde vénio aut quo vado. Vos secóndum carnem iudic�tis, ego non iúdico quemquam. Et si iúdico ego, iudícium meum verum est, quia solus non sum, sed ego et, qui me misit, Pater. Sed et in lege vestra scriptum est, quia du�rum hóminum testimónium verum est. Ego sum, qui testimónium perh�beo de me�pso, et testimónium p�rhibet de me, qui misit me, Pater.

Dicébant ergo ei: Ubi est Pater tuus?.

Respóndit Iesus: Neque me scitis neque Patrem meum; si me scir�tis, f�rsitan et Patrem meum scir�tis.

Hæc verba locútus est in gazophyl�cio docens in templo; et nemo appreh�ndit eum, quia necdum vénerat hora eius.

R/. Amen.

En aquel tiempo:

Nuestro Señor Jesucristo les habl� de nuevo diciendo: «Yo soy la luz del mundo. El que me siga no andar� en tinieblas, sino que tendr� la luz de la vida».

Los fariseos le dijeron: «Tú das testimonio de ti mismo; tu testimonio no es válido».

Jesús les respondió: «Aunque yo dé testimonio de mí mismo, mi testimonio es válido, porque s� de dónde vengo y adánde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo y adánde voy. Vosotros juzgáis con criterios mundanos; yo no juzgo a nadie. Y si juzgo, mi juicio es válido, porque no estoy solo, pues el Padre que me envió está conmigo. En vuestra ley está escrito que el testimonio coincidente de dos hombres es válido. Yo doy testimonio de mí mismo, y lo da tambión el Padre que me ha enviado».

Entonces le dijeron: «¿Dónde está tu Padre?».

Jesús respondió: «Ni a mí ni a mi Padre conocéis. Si me conocierais a mí, conoceríais tambión a mi Padre».

Así habl� junto al tesoro enseñando en el templo, y ninguno lo prendió porque su hora no había llegado todavía.

R/. Amén.

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Laudes Sal 118,121.122
Feci iudícium et iustítiam, Dómine, ne tradas me persequ�ntibus me. He practicado el derecho y la justicia, Señor, no me dejes en manos de mis opresores.
V/. �xcipe servum tuum in bono, ut non calumnión.ur mihi supérbi.
R/. Dómine, ne tradas me persequ�ntibus me.
V/. Sal tú garante de mi bienestar, que los orgullosos no me opriman.
R/. Señor, no me dejes en manos de mis opresores.

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Sacrificium / Canto del Ofertorio Lc 7,36b.37b-39.47
Ingréssus Dóminus Iesus in domum, disc�bit. Et ecce múlier habens alab�strum ungu�nti pretiósi, stans retro secus pedes eius et osculab�tur eos, et l�crimis suis rigans, et c�pillis suis exterg�bat eos, et ung�bat ungu�nto. Entr� Jesús y se puso a la mesa. Había una mujer con un vaso de alabastro lleno de perfume, se puso detrás de Él a sus pies, y, llorando, comenzó a regarlos con sus lágrimas y a enjugarlos con los cabellos de su cabeza, los besaba y ungía con el perfume.
V/. Quod cum vidíssent qui cum eo erant, dicébant intra se: Hic si prophéta esset sciret muláerem quæ tangit eum, quia peccátrix est. Sciens Dóminus cogitatiónis e�rum, dixit ad eos: Quid mol�sti estis muláeri? quia bonum opus oper�ta est in me. Propter quod dico vobis: rem�ssa sunt ei peccáta multa, quia dil�xit multum.
R/. Et ung�bat ungu�nto.
V/. Al verlo, se decían: Si éste fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que lo toca: «una pecadora!. Conociendo el Señor estos pensamientos les dijo: ¿qué os ha hecho esta mujer? pues ella ha obrado bien conmigo. Por eso os digo que quien ama mucho es porque se le han perdonado sus muchos pecados.
R/. Y ungía con el perfume.

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Oratio Admonitionis / Monición sacerdotal
Piísimo Deo ac Redempt�ri nostro offeréntes hóstiam vivam, debómus, dilectíssimi fratres, et votis ext�ndere et l�crimis expi�re.
Cuius sanctum Pascha appróximat, cuiúsque passiónis cel�britas approp�nquat, cum per p�nam ill�ti supplícii, confr�git inférni.

Ipsi enim et per ieión.um famulámur, et per contritiónem spíritus obsequ�mur, pet�ntes ab illo, ut on�stam carnem v�tiis abstinéntia �xpiet, et torp�ntem spíritum, propinqu�nte mortis suæ celebritáte, ad se dilig�ndum exs�scitet.
R/.
Amen.

Hermanos queridos, debemos crecer en buenos deseos y expiar con lágrimas al ofrecer la Hostia viva a nuestro piadosísimo Dios y redentor; cuya Pascua santa se aproxima y de cuya pasión la conmemoración está cerca, cuando Él, por medio del doloroso suplicio soportado, tritur� las puertas del infierno.

Así pues, sirv�mosle con el ayuno y sig�mosle por la contrición del espíritu, pidióndole que por la abstinencia purifique una carne repleta de vicios y despabile, para amarle, a un espíritu abotargado, cuando se acerca ya el recuerdo de su muerte.
R/. Amén.

Ipso præstánte, qui cum Deo Patre vivit et regnat in unitáte Spíritus Sancti in sæcula sæculórum.
R/. Amen.
Que nos los otorgue Cristo, que vive y reina con Dios Padre en la unidad del Espíritu Santo por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Alia / Oración entre los Dípticos
Salv�tor noster, Christe Deus, cuius ex proximitáte passiónis gaud�mus, cuiúsque rede�nte �nnua resurrectiónis celebráte er�gimur.

Tu, carnem nostram, ieiónto attr�tam, mole culp�rum em�cula.
Tu, spíritum qui te ardénter concup�vit, sanctífica: lucem óculis præsta; mundátiam córpori anim�que acc�moda.

Quo ómnium virtútum dignitátem vestáti, ad vidóndum tuæ passiónis glóriam habeámur idónei.
R/.
Amen.

Salvador nuestro, Cristo Dios, la proximidad de tu Pasión nos alegra, y nos hace cobrar ánimos la vuelta anual de tu resurrección.

Limpia nuestra carne, macerada por el ayuno, del peso de nuestros pecados.
Santifica nuestro espíritu, que te desea con ardor, presta luz a nuestros ojos, establece la limpieza del cuerpo y del alma.

Así, vestidos con la dignidad de todas las virtudes, nos hallemos dispuestos para ver la gloria de tu Pasión.
R/. Amén.

Per misericórdiam tuam, Deus noster, in cuius conspéctu sanctórum apostolórum et mártyrum, confessórum atque vírginum nómina recitántur.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, en cuya presencia recitamos los nombres de los santos Apóstoles y Mártires, Confesores y Vírgenes.
R/. Amén.

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Post Nomina / Oración después de los Dípticos
Deus summe, cuius sacrum Pascha post b�duum expect�mus, tu offeréntibus et defúnctis véniam larg�re propítius.
Sicque in�diam abstinéntium dulcédine crucis tuæ sust�nta, quo humilitátis nostræ ieión.a statum semper hábeant, non ru�nam.

R/.
Amen.

Dios excelso cuya sagrada Pascua esperamos dentro de dos días, concede propicio el perdón a los oferentes y a los difuntos.
Sustenta así, con la dulzura de tu cruz, la debilidad corporal de los que ayunaron, para que estos ayunos de nuestra humildad sean siempre constructivos y nunca inoperantes.
R/. Amén.

Quia tu es vita vivórum, sánitas infirmórum ac r�quies ómnium fidélium defunctórum in ætérna sæcula sæculórum.
R/. Amen.
Porque tú eres la vida de los que viven, la salud de los enfermos, y el descanso de todos los fieles difuntos por todos los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Ad Pacem / Oración de la Paz
Christe, Dei Fílius, qui per sánguinem crucis tuæ ómnia quæ sunt in cœlis sive in terra pacific�sti: tu nobis, expectántibus prop�nquam Paschæ tuæ sollemnitátem, donum pacis et caritátis attr�bue, ut vestiménto indúti altárn� dulcédinis pr�tium sum�mus nostræ redemptiónis.
R/.
Amen.
Cristo, Hijo de Dios, que por la sangre de tu cruz, pacificaste todo lo que hay en el cielo y en la tierra danos, a los que esperamos la cercana solemnidad de tu Pascua, el don de la paz y la caridad, para que, vestidos con la túnica del amor fraterno, alcancemos el precio de nuestra redención.
R/. Amén.
Quia tu es vera pax nostra et cáritas indisrúpta, vivis tecum et regnas cum Spíritu Sancto, unus Deus, in sæcula sæculórum.
R/. Amen.
Porque tú eres nuestra paz verdadera, caridad indivisible; tú, que vives contigo mismo y reinas con el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Illatio / Acción de gracias
Dignum et iustum est nos tibi semper grátias ágere, Dómine, sancte Pater, ætérne omnípotens Deus, per Iesum Christum Fílium tuum Dóminum nostrum.

Cui nos in contritióne ieión.i ob sui mortis tr�nsitum præparátus, cui lacrim�ntes prost�rnimur.

Dies quippe illi redemptiónis nostræ et passiónis suæ appróximant, in quibus idem Salvátor noster et Dóminus, pro nobis tráditus iud�is, supplícium excépiens crucis, coronátus spinis, cessus �lapis, ac multa s�stinens vúlnera passiónis, mórtuus est carne, resírgens própria ex virtúte.

Ad quos venerábiles dies, mundátis pect�ribus cupión.es acc�dere, te, Deus Pater, cum intérno r�gito flébiles supplic�mus, ut mundes nos ab omni crímine, �nnoves suæ passiónis amóre, vestióneque nos inconsútili túnica illa qua signific�tur ill�psa in nobis cáritas tua.

Ut per dilectiónem nos præpares tibi in hóstiam, et per abstinéntiam, er�sis v�tiis, sec�ros f�cias perveníre ad cenam tuam.

Eo pro nobis intervnión.e, cui mérito omnes ángeli et Archángeli non cessant clamóre cotídie ita dicéntes:

Es digno y justo que siempre te demos gracias, Señor, santo Padre, eterno Dios omnipotente, por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, en cuyo honor nos preparamos con la penitencia del ayuno, por la conmemoración de su muerte, acudiendo a ti con nuestras lágrimas.

Pues se aproximan aquellos días de nuestra redención y su pasión, en los que el mismo Salvador y Señor nuestro, entregado por nosotros a los judíos, acept� el suplicio de la cruz, y coronado de espinas, abofeteado, y sufriendo todos los demás tormentos de su pasión, murió en la carne y resucitó por su propia virtud.

Deseando acercarnos a esos días venerables con alma limpia, te suplicamos a ti, Dios Padre, llorando con gemidos profundos, que nos limpies de todo crimen, y nos renueves por el amor de tu pasión, vistiéndonos con aquella túnica sin costura que significa que ha penetrado en nosotros profundamente tu caridad.

Para que por el amor nos dispongas como hostia pura para ti, y por la abstinencia, raspados los vicios, nos hagas llegar con seguridad a tu mesa.

Siendo nuestro intercesor aquel a quien los ángeles y los Arcángeles no cesan de aclamar cada día, diciendo:

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Post Sanctus / Oración después del Sanctus
Vere sanctus et vere benedíctus, Dóminus noster Iesus Christus Fílius tuus.

Cuius nos prox�mitas Pasch� l�t�ficat, pássio salvat, resurréctio c�nsecrat.

Cui ante sanctum Pascha mund�ri cupión.es a crímine, ieión.i offérimus hóstiam, et nostræ humilitátis imp�ndimus obsequ�lam.

Ille est enim qui et tunc m�riens redímit p�rditos, et nunc dulc�scere facit sua passión. redímptos.

Christus Dóminus ac Redémptor ætérnus.

Verdaderamente es santo y bendito nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

La proximidad de su Pascua nos alegra, su pasión nos salva, su resurrección nos consagra.

Deseando quedar libres de maldades antes de su Pascua, ofrecemos la hostia del ayuno, y manifestamos el pequeño obsequio de nuestra humildad.

Pues Él es el que entonces, muriendo, redimió a los perdidos, y ahora hace que sus redimidos vivan la dulzura de su pasión.

Cristo, el Señor, el Redentor eterno.

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Post Pridie / Invocación
Lætátur, Dómine, omnis convéntus ecclésiæ tuæ in proximitáte paschális lætítiæ.
Ob hoc prece h�mili supplic�mus, ut ieiuni�rum nostrærum vota susc�piens, has tibi app�sitas hóstias benedícas; nosque harum perceptióne sanctíficans, ad tuæ passiónis gáudia purific�tos perveníre conc�das.

R/.
Amen.
Se alegra, Señor, toda la asamblea celestial, en la proximidad de la alegría pascual.
Por eso te suplicamos humildemente que, aceptando el obsequio de nuestros ayunos, bendigas estas hostias puestas sobre tu altar, nos santifiques a nosotros cuando las recibamos, y nos hagas llegar purificados a los gozos de tu pasión.
R/. Amén.
Te præstánte, sancte Dómine, quia tu hæc ómnia nobis indígnis servis tuis valde bona creas, sanctíficas, vivíficas ac præstas nobis, ut sint benedícta a te Deo nostro in sæcula sæculórum.
R/.
Amen.
Concédelo, Señor santo, pues creas todas estas cosas para nosotros, indignos siervos tuyos, y las haces tan buenas, las santificas, las llenas de vida y nos las das, así bendecidas por ti, Dios nuestro, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Cantus ad Confractionem / Canto de la Fracción Sal 32,22; 33,16
Fiat misericórdia tua, Dómine, super nos, sicut sper�vimus in te. Que tu amor, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
V/. �culi tui, Dómine, super nos et aures tuæ in précibus nostris.
R/. Sicut sper�vimus in te.
V/. El Señor mira por los que practican la justicia, sus oídos atienden a sus gritos.
R/. Como lo esperamos de ti.
Hic cantus dicitur cotidie usque ad finem Quadragesimam, id est, usque ad quartam feriam in hebdomada maior. Este canto se dice diariamente hasta el fin de la Cuaresma, esto es, hasta el miércoles de la semana mayor.

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Ad Orationem Dominicam / Introducción al Padre nuestro
Desideréntes, Christe Deus, mundo perveníre ad cenam tuam, postul�mus ut nostra i�beas abol�re peccáta, tribu�sque nobis mundátiam carnis atque spíritus, pellens a corde dolum, a carne l�bitum, a lingua mend�cium, ab actu sc�ndalum; renov�ndo nos glória passiónis, vúlnere crucis atque glória resurrectiónis.

Quo largam imp�dens misericórdiam máseris, ieiuni�mque accéptans nostræ humilitátis, exáudies vocem nostri clamóris:

Deseando, Cristo Dios, llegar limpios a tu cena, pedimos que ordenes borrar nuestros pecados, y nos concedas la limpieza de cuerpo y alma, echando del corazón, el engaño, la liviandad de la carne, la mentira de la lengua, el escándalo de nuestras acciones, renovándonos en la gloria de la pasión, con las heridas de la cruz y la gloria de la resurrección.

Así, impartiendo con largueza tu misericordia sobre los desvalidos, y aceptando el ayuno de nuestra humildad, escuchar�. la voz de nuestro clamor.

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Benedictio / Bendición
Unigénitus Fílius Dei, cuius próximum spectátis Pascha, suæ mortis dulcédine in�diam vestram reféciat.
R/. Amen.
El Unigénito, Hijo de Dios, cuya pascua esperáis ya próxima, con la dulzura de su muerte, restaure vuestro decaimiento.
R/. Amén.
Quique diem passiónis suæ amabíliter post b�duum susc�pere concupíscitis, donis ab eo ditámini sanctæ compunctiónis.
R/. Amen.
Y los que estáis deseando amorosamente llegar dentro de dos días a su pasión, recibíis de Él la gracia de la compunción.
R/. Amén.
Ut fructu bonárum �perum afflu�ntes, gáudiis cení suæ mere�mini esse partícipes.
R/. Amen.
Para que abund�is en frutos de buenas obras y lleguéis a ser partícipes de los gozos de su cena.
R/. Amén.
Quod ipse præstáre dignátur, cuius regnum et impérium sine p�rmanet in sæcula sæculórum.
R/. Amen.
Que Él mismo se digne concederlo, cuyo reino y gobierno permanecen sin fin por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Completuria / Oración conclusiva
Reple, Dómine, cor nostrum lætítia, qui nobis dare dignátus es sacri córporis tui Eucharistíam; ut qui esc�rum perceptióne refécimur, spirituælibus benefíciis adimpl�ri felíciter mere�mur.
R/.
Amen.
Colma, Señor, de alegría nuestros corazones, ya que te has dignado darnos la Eucaristía de tu sagrado Cuerpo; de forma que así como somos reconfortados por la recepción de los alimentos, merezcamos tambión saciarnos de felicidad con tus dones espirituales.
R/.
Amén.
Per grátiam pietátis tuæ, Deus noster, qui vivis et cuncta dominóris in sæcula sæculórum.
R/.
Amen.
Por la dignación de tu misericordia, Dios nuestro, que vives y lo señoreas todo por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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1. Las partes variables de la misa que aquí se exponen (textos eucológicos, cantos y lecturas) junto al Ordinario (Liber Offerentium u Oferencio) permiten componer la misa completa. Los textos latinos son los oficiales y están tomados del Missale Hispano-Mozarabicum I (pp. 320-325) y del Liber Commicus I (pp. 227-232). Los textos bíblicos en español están tomados de La Santa Biblia, edición San Pablo.

Traducción: Completuria del Oferencio, oratio admonitionis de Jaime Colomina Torner en La Fe de nuestros padres. Temas de fe y vida cristiana en la misa hispanomozárabe, Instituto de Estudios Visigótico Mozárabes, Toledo 2000, p. 108. Post pridie de Dom Prospero Gueranguer, El Año Litúrgico. Ed. Aldecoa, Burgos 1956, vol. II, p. 1007. Resto de oraciones de Gómez-Chacón y Díaz Alejo, Balbino, Misal Hispano-Mozárabe (obra inédita facilitada a La Ermita en febrero de 2016).

(Se recuerda que hasta la fecha no existe misal oficial en español).

 

 

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