La Ermita. Rito hispano-mozárabe

TEXTOS LITÚRGICOS

RITO HISPANO-MOZÁRABE

Textos propios de la Misa de san Jer�nimo, presbítero

 

Misa en Rito Hispano-Mozárabe


 

Prælegendum / Canto de entrada Sal 111,1-2
Beátus vir, Allelúia, qui timet Dóminum, Allelúia, in mandítis eius cupit nimis, Allelúia, Allelúia. Dichoso el hombre, aleluya, que teme al Señor, aleluya, y ama de corazón sus mandatos, aleluya, aleluya.
V/. Potens in terra erit semen eius, generátio rectórum benedic�tur.
R/.
In mandítis eius cupit nimis, Allelúia, Allelúia.

V/. Glória et honor Patri et Fílio et Spirítui Sancto, in sécula sæculórum. Amen.
R/.
In mandítis eius cupit nimis, Allelúia, Allelúia.

V/. Su linaje ser� poderoso en la tierra, la descendencia del justo ser� bendita.
R/.
Y ama de corazón sus mandatos, aleluya, aleluya.

V/. Gloria y honor al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
R/.
Y ama de corazón sus mandatos, aleluya, aleluya.

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Oratio post Gloriam / Oración después del Gloria
Confessóris tui beatíssimi Hier�nymi �nnua recussióne, Dómine, memóriam sollémniter recol�ntes, supérnæ grátiæ aspersióne locupl�ta.

Ut qui nunc festa devóto pros�quimur ann�ssu, eius quoque pérpetum cleménti regántur et proteg�ntur int�itu.
R/. Amen.

Envíanos, Señor, el rocío abundante de tu gracia en la solemne festividad de tu confesor Jer�nimo.

Guía con perpetua protección y ejemplo a cuantos le ofrecemos este devoto homenaje.
R/. Amén.

Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui es benedíctus et vivis et ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, que eres bendito y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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LITURGIA VERBI / LITURGIA DE LA PALABRA

Qu�re in Communi unius Confessoris, p. 234 / Como en el Común de un Confesor, p. 234

Prophetia / Profecía Is 42,1-4
Léctio libri Isaíæ prophétæ.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del profeta Isaías.
R/. Demos gracias a Dios.
Hæc dicit Dóminus:

Ecce servus meus, susc�piam eum; eléctus meus, compl�cet sibi in illo ánima mea; dedi spíritum meum super eum, iudícium géntibus pr�feret.

Non clamábit neque vocifer�bitur, nec audi�tur vox eius foris. C�lamum quass�tum non c�nteret et linum f�migans non exst�nguet; in veritátem pr�feret iudícium. Non langu�bit nec frang�tur, donec ponat in terra iudícium; et legem eius ínsulæ exsp�ctant.

R/. Amen.

Esto dice el Señor:

Mirad a mi siervo, a quien sostengo: mi elegido, a quien prefiero. Sobre Él he puesto mi espíritu, para que traiga el derecho a las naciones.

No gritar�, no clamar�, no vocear� por las calles. La caía cascada no la quebrar�, el pabilo vacilante no lo apagar�. Promover� fielmente el derecho, no vacilar� ni se quebrará, hasta implantar el derecho en la tierra y sus leyes que esperan las islas.

R/. Amén.

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Psallendum / Salmo de meditación Sal 70,22-24a
Confit�bor, tibi Dómine, in vasis psalm�rum veritátem tuam; psallam tibi in cíthara, Deus, sancte Ísrael. Te dar� gracias, Dios mío, con el arpa, por tu lealtad; tocar� para ti la cítara, Santo de Israel.
V/. Sed et lingua mea annunti�bit iustítiam tuam tota die laudem tuam.
R/. Psallam tibi in cíthara, Deus sancte Ísrael.
V/. Y mi lengua todo el día recitar� tu auxilio, todo el día tu alabanza.
R/. Tocar� para ti la cítara, Santo de Israel.

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Apostolus / Apóstol 1 Tim 6,7-14
Epístola Pauli apóstoli ad Timoth�um prima.
R/. Deo grátias.
Lectura de la primera carta del apóstol Pablo a Timoteo.
R/. Demos gracias a Dios.
Caríssime:

Nihil int�limus in mundum, quia nec auf�rre quid p�ssumus; habóntes autem alimónta et quibus teg�mur, his conténti �rimus. Nam qui volunt d�vites fúeri, inc�dunt in tentatiónem et l�queum et desidéria multa stulta et noc�va, quae mergunt hómines in int�ritum et perditiónem; radix enim ómnium malírum est cupéditas, quam quidam appet�ntes errav�runt a fide et inseru�runt se dolóribus multis.

Tu autem, o homo Dei, hæc fuge; sect�re vero iustítiam, pietátem, fidem, caritátem, patiéntiam, mansuetúdinem. Certa bonum certámen fídei, appreh�ende vitam éternam, ad quam vocátus es, et Conféssus es bonam confessiónem coram multis t�stibus.

Pr�c�pio tibi coram Deo, qui vivíficat ómnia, et Christo Iesu, qui testimónium r�ddidit sub Póntio Piláto bonam confessiónem, ut serves mandítum sine mácula irreprehens�bile usque in advéntum Dómini nostri Iesu Christi.

R/. Amen.

Carísimos:

Sin nada vinimos al mundo y sin nada nos iremos de Él. Teniendo qué comer y qué vestir nos basta.
En cambio, los que buscan riquezas, se enredan en mil tentaciones, se crean necesidades absurdas y nocivas, que hunden a los hombres en la perdición y la ruina.
Porque la codicia es la raíz de todos los males, y muchos, arrastrados por ella, se han apartado de la fe y se han acarreado muchos sufrimientos.

Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de todo esto, practica la justicia, la religión la fe, el amor, la paciencia, la delicadeza. Combate el buen combate de la fe. Conquista la vida eterna a la que fuiste llamado, y de la que hiciste noble profesión ante muchos testigos. En presencia de Dios, que da la vida al universo, y de Cristo Jesús que dio testimonio ante Poncio Pilato: te insisto que guardes el Mandamiento sin mancha ni reproche, hasta la venida de Nuestro Señor Jesucristo.

R/. Amén.

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Evangelium / Evangelio Lc 12,35-40
Léctio sancti Evangélii secóndum Lucam.
R/. Glória tibi, Dómine.
Lectura del Santo Evangelio según san Lucas.
R/. Gloria a ti, Señor.
In illo témpore:
Dóminus noster Iesus Christus loquebátur discípulis suis dicens:

«Sint lumbi vestri præc�ncti et lucérnæ ardéntes, et vos símiles homínibus exspectántibus dóminum suum, quando revertátur a n�ptiis, ut, cum vénerit et puls�v�rit, conf�stim ap�riant ei. Beáti, servi illi, quos, cum vénerit dóminus, invénerit vigil�ntes.

Amen dico vobis, quod præc�nget se et f�ciet illos disc�mbere et tránsiens ministr´bit illis. Et si vénerit in secónda vig�lia, et si in tértia vig�lia vénerit, et ita invénerit, beáti sunt illi. Hoc autem scitáte, quia, si sciret pater fam�lias, qua hora fur veníret, non s�neret p�rfodi domum suam. Et vos est�te paráti, quia, qua hora non putátis, Fílius hóminis venit�.

R/. Amen.

En aquel tiempo:
Nuestro Señor Jesucristo habl� a sus discípulos diciendo:

«Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los que aguardan a que su Señor vuelva de la boda para abrirle, apenas venga y llame.

Dichosos los criados a quienes el Señor, al llegar, los encuentre en vela: os aseguro que se ceñir�, los har� sentar a la mesa y los ir� sirviendo.Y si llega entrada la noche o de madrugada, y los encuentra así, dichosos ellos.Comprended que si supiera el dueño de la casa a qué hora viene el ladrón, no le dejar�a abrir un boquete. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos pens�is, viene el Hijo del Hombre».

R/. Amén.

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Laudes Sal 117,28; 110,1
Allelúia. Aleluya.
V/. Deus meus es tu, confit�bor tibi; Deus meus es tu, exalt�bo te.
R/. Allelúia.
V/. Confit�bor tibi, Dómine, in toto corde meo; in consílio iustórum et congregatióne.
R/. Allelúia.
V/. Tú eres mi Dios, te doy gracias, Dios mío, yo te ensalzo.
R/. Aleluya.
V/.Doy gracias al Señor de todo corazón, en compañía de los rectos, en la asamblea.
R/. Aleluya.

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Sacrificium / Canto del Ofertorio Mt 10,32.39 (2)
Omnis qui me Conféssus fúerit coram homínibus, dicit Dóminus, confit�bor eum coram Patre meo, Allelúia. Si uno se pone de mi parte ante los hombres, dice el Señor, yo también me pondr� de su parte ante mi Padre del cielo, aleluya.
V/. Et quic�mque perdéderit ánimam suam propter me, in vitam ætérnam invéniet eam.
R/. Coram Patre meo, Allelúia.
V/. Y el que pierde su vida por mí, la encontrar� para la vida eterna.
R/. Ante mi Padre del cielo, aleluya.

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Oratio Admonitionis / Monici�n sacerdotal
Ad beatíssimi Hier�nymi divíni prœlii bell�toris festum, �lacri voto concurr�ntes, fratres caríssimi, laudatiónis obséquium Christo defer�mus ov�ntes, qui hunc præd�ctum mérito sacerdot´li decorívit honóre, valid�que robor�vit in sui nóminis confessióne. Cui divíno múnere est coll�tum sacræ prédicatiónis offícium, ut d�bios Christi fídei ad credulitátem sacro er�geret el�quio, et fidem rectam serv�ntibus persever�ndi grátia fúeret in exémplo.
Illórum cunctatiónem múnere exhortatiónis abst�rsit; horum credulitátem veritátis verbo firm�vit.

Pro�nde et nos lacrimabíliter ei�sdem Dómini nostri Iesu Christi larg�fluam posc�mus misericórdiam, ut, almi huius Hier�nymi interv�ntum, pro nobis susc�piat máseris, qui illum ducatórem suæ fídei olim const�tuit populórum catérvis.
Sicque illíus suffrágio nunc �lui mere�mur ab omni críminum g�nere, ut paradísi nos post tr�nsitum beatitúdo susc�piat victóros sine fine.

R/. Amen.

Queridos hermanos, cuando venimos con ánimo alegre a la fiesta del bienaventurado Jer�nimo, defensor infatigable de los derechos de Dios, traemos en nuestras aclamaciones un obsequio de alabanza a Cristo. Él distinguió con el honor del sacerdocio a nuestro santo y de dio fortaleza para la confesión de tu nombre. La gracia divina le concedió como don el oficio de la sagrada predicación, para levantar a los que estaban dudosos de la fe de Cristo y llevarlos a la creencia con la sagrada predicación, mostrándose como ejemplo de gracia perseverante para los que conservaban rectamente su fe. La vacilación de aquellos la curí con su don de exhortación, la fe de estos la confirm� con su palabra de verdad.

Que también nosotros acudamos con lágrimas a pedir la abundante misericordia de nuestro Señor Jesucristo, para que por la intercesión de Jer�nimo se cuide de nosotros, los desvalidos, como a Él le instituy� maestro en la fe para muchas naciones. Y así, por su sufragio, podamos ahora quedar libres de toda clase de pecados y después de nuestro tránsito nos acoja la felicidad del paraíso, donde seremos vencedores para siempre.
R/. Amén.

Per misericórdiam ipsíus Christi Dei nostri, qui cum Patre et Spíritu Sancto, unus Deus, vivit et regnat in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por la misericordia del mismo Cristo, Dios nuestro, que con el Padre y el Espíritu Santo, un solo Dios, vive y reina por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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Alia / Oración entre los Dípticos

Unig�nite Genit�ris ingániti, Christe Iesu, Redémptor noster et Dómine, qui Sancto Spíritu conc�ptus et virgináli partu �ditus, mundum illuminat�rus olim apparuísti, ut pot�stas diabólica ad n�hilum redícta perúret, cum lux fídei tuæ ómnibus in te credéntibus ap�rte clar�sceret.

Te enim illustr�nte, tu�rum ref�lsit tunc �nitas discipul�rum, qui sol�minis tui verbo et passiónis atque humilitátis exémplo solid�ti, advers�ntium ini�riis in nullo ext�rriti, fidem tuam ub�que prédicav�runt intr�pidi.

Horum ígitur exémplum secátus est hic alúmnus tuus Hier�nymus,, cuius hódie festum devotíssime excélimus; qui h�retic�rum finctiónes macul�sas f�rtiter p�rculit iículo veritátis, et per evangélicæ frámeam dictiónis fácile trucid�vit dogma falsitátis.

Huius ígitur, Dómine, intercéssio, prec�mur, nobis indígnis apud te obt�neat indulgéntiam ómnium peccatórum, et mansiónem frui conc�d�at in regióne vivórum.
R/. Amen.

Cristo Jesús, Unigénito del Padre ingenito, Redentor y Señor nuestro, que concebido por obra del Espíritu Santo y dado a luz en parto virginal, apareciste en otro tiempo para iluminar al mundo, y para que el poder del diablo se extinguiera reducido a la nada, al brillar abiertamente la luz de la fe para todos los que creen en ti.

Con tu iluminación brill� refulgente la unidad de tus discípulos, que consolidados en tus palabras de consuelo, y por el ejemplo de tu pasión y de tu humildad, sin asustarse para nada por las injurias de sus adversarios, predicaron valerosamente tu fe por todo el mundo.

Seguidor de estos ejemplos fue tu discípulo Jer�nimo, cuya fiesta celebramos hoy con toda devoción; el golpeó fuertemente con el dardo de la verdad, las manchadas ficciones de los herejes, y con la espada de la palabra evangélica descubrió fácilmente las entrañas de la falsedad.

Te rogamos, pues, que su intercesión obtenga de ti, para nosotros los desvalidos, el perdón de todos los pecados, y nos conceda gozar las delicias de aquella mansión, en la región de los que viven para siempre.
R/. Amén.

Per misericórdiam tuam, Deus noster, in cuius conspéctu sanctórum Apostolórum et Mártyrum, Confessórum atque Vírginum nómina recitántur.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, en cuya presencia recitamos los nombres de los santos Apóstoles y Mártires, Confesores y Vírgenes.
R/. Amén.

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Post Nomina / Oración después de los Dípticos

Omnípotens, ætérne Pater et Dómine, qui ru�nti mundo comp�tiens únicum Fílium tuum de s�dibus sup�rnis pro nostra salúte m�ttere dignátus es, qui ultro pro nobis ómnibus p�rtulit crucis ini�riam, ut avérni procul a nobis eff�ceret pœnam.
Descéndit étiam post appensi�nem patíbuli pie violíntus in inférnus, et sanctórum ánimas quæ illic detinebántur clem�nter er�piens, secum report�vit in cœlum.

Ipsíus enim doctrína animátus, hic vir mir�ficus �xstitit olim doctor Hier�nymus, qui fide f�rtiter armátus, h�r�ticis se obi�cit in congressióne certáminis, ut cath�licis dar�tur lib�rtas salútis.

Illo ígitur interveni�nte, offer�ntium nómina apud te, Dómine Deus, annotántur in libro vitæ cæléstis; qu�tenus fidélium ánimas defunctórum ass�cies, et nobis ómnibus delict�rum ómnium véniam præstes.
R/. Amen.

Padre eterno y Señor todopoderoso, que compadeciéndote del mundo que de despeñaba te dignaste enviar desde tus altos palacios a tu único Hijo, para nuestra salvación;
Él, libremente, sufrió por todos nosotros la injusticia de la cruz para alejar de nosotros las penas, y después de estar colgado en la cruz descendió al infierno, piadosamente violento, y arrebatando con clemencia las almas de los santos que allá estaban detenidas, las llev� consigo al cielo.

Animado por esta doctrina del Salvador, nos encontramos a este maravilloso varán, el doctor Jer�nimo, que fuertemente pertrechado con las armas de la fe, se enfrentó a los herejes, iniciando dura batalla, por la libertad y la salvación de los católicos.

Por su intervención queden anotados delante de ti, Señor, en el libro de la vida celestial, los nombres de los oferentes, de manera que agregándonos a las almas de los fieles difuntos, nos concedas a todos el perdón de todos los pecados.
R/. Amén.

Quia tu es vita vivórum, sánitas infirmórum ac r�quies ómnium fidélium defunctórum in ætérna sécula sæculórum.
R/. Amen.
Porque tú eres la vida de los que viven, la salud de los enfermos, y el descanso de todos los fieles difuntos, por todos los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Ad Pacem / Oración de la Paz
Christe Iesu, Fílius Dei Patris, qui nos sánguine tuo redem�sti, fons pacis exs�stis et or�go puré dilectiónis, pr�be nobis indígnis fámulis tuis hanc a te accéptam cum ómnibus homínibus serv�re pacem dum vívimus, ut ad te, qui es auctor perféct� caritátis, quand�que felíciter veni�mus.
R/. Amen.
Cristo Jesús, Hijo de Dios Padre, que nos redimiste con tu sangre y eres la fuente de la paz y el origen del amor puro, concede a tus indignos siervos mantener con todos los hombres, mientras vivamos, esta paz que de ti hemos recibido; para que así podamos llegar felizmente, cuando llegue su momento, a ti que eres el autor de la caridad perfecta.
R/. Amén.
Per te, qui es vera pax et perpétua cáritas, Deus noster, et regnas in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por ti, que eres la paz verdadera y la caridad perpetua, Dios nuestro, que reinas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Illatio / Acción de gracias

Dignum valde et iustum est, nos tibi laudum grates persólvere, Dómine, sancte Pater, ætérne omnípotens Deus, per Iesum Christum Fílium tuum Dóminum nostrum.
Qui nos sui cru�ris effusi�ne lavit ab omni crímine, et pondus iniquitátis nostr� levig�vit suæ crucis appensi�ne.
Qui post celeb�rrimam suam resurrectiónem ac vener�ndam in cœlis ascensiónem, Spíritus sui Par�cliti donum clem�nter ab alto diff�dit in corda discipul�rum.
Tal�que ditáti múnere célico Magístri et Dómini poll�citum accipi�ntes munus sanctíssimum, præséntibus et secut�ris ver� credulitátis reliqu�runt exemplum.

Quorum doctrína imbátus, et instar illórum mérito, inspir�mine divíno afflátus, ad robor�ndam fidem credéntibus beatíssimus succ�ssit Hier�nymus.
Mérito síquidem pari et indiscr�to apóstolis exstat vener�ndus obséquio, qui simíliter ut ab ipsis tráditum accípit divínæ Trinitátis mystérium inseparábili connexi�ne veritátis cred�ndum insinu�vit fidéliter cunctis.
Illi namque superveni�ntem ab excélso in spécie lingu�rum Sanctum susc�pere meru�runt Spíritum, ut Dei magnólia divérsis loquerántur linguis; hic vero assertióne lingu�rum diss�rtus promulg�tor vol�minis �xstitit clarus.
Sancto �tenim patri�rch� Móysi fuit int�rdum consímilis, per quem plebs isr�l�tica dudum c�litus em�ssa, acc�pere m�ruit priscæ legis præcépta.
Quia, sicut ille sermóne hebr�ico legem �ntulit iud�is, ita et hic, Christi fav�nte cleméntia claríssime in latínum tr�nstulit christiónis.
Ille præc�ssit legisl�tor str�nuus; hic succ�ssit vere transl�tor egr�gius.
Ille mansuátus �ffuit leg�li ten�re addíctis; hic doctus pr�fuit suávi evangélico iugo subiéctis.

Inde est ub�que admir�bilis tua p�etas, omnípotens Pater, qui s�riem �mnium témporum ita compet�nter órdinas sed disp�nis ut præstrinis clem�nter largi�ris cóngrua, et �ltimis pius inp�nderes opportúna.
Tuam ob id, humo prostr�ti súpplices postul�mus maiest�tem, ut huius elécti tui Hier�nymi nos intercessióne ub�que ab omni perúculo �ruas, et t�bimet indesin�nter serv�re conc�das.
Ipso ígitur suffrag�nte imbre cælésti terram l�t�fica, frug�mque pr�be opul�ntiam, remov�ndo famis in�diam.
E�que apud te interveni�nte, adsit Eccl�ssiæ tuæ pax i�giter indisrúpta ut schismatic�rum supérbia male pressa int�reat, et plebs tua cath�lica sanctis opéribus decoríta nit�scat.

Ipsíus enim obt�ntu sacris fulta virtútibus pontificœlis fúlgeat d�gnitas, sacerdótum et ómnium clericórum vernans fl�reat s�nctitas, monach�rum pers�verans p�lleat religi�sitas.
R�gibus étiam a te conced�tur clemens iustítia ut pio moder�mine subiect�rum reg�tur f�l�citer turma.
Ipso den�que interced�nte, lapsis detur pœniténtiæ fructum, reis indulgentiæ remédium, �gris præstin� salútis succ�ssum.
Laici obt�neant modum honestíssimæ vitæ, contin�ntes decórem mundátiæ, vírgines nitórem pudic�ti�.
Eius namque précibus evéniat humílitas supérbis, spes véniat desperútis, l�rgitas misericórdiæ av�ris, rigor contin�ntiæ luxuri�sis, fortitúdo patiéntiæ irac�ndis.
Per eum potiántur absolutiónem vincti, libert�tem captívi, erectiónem oppr�si; hospitalitátis grátia vagi fruántur et peregríni.
Def�nsio præstátur víduis, et opportúna prot�ctio �rphanis et pup�llis; navig�ntibus opt�ta abe�ndi tranqu�llitas, discord�ntibus via ade�ndi ad pacem; concórdiam puram serv�ntibus indivísa ac perpétua cáritas.

Ut dum ómnibus ómnia gloriósi alúmni tui Hier�nymi obt�ntu pius præstéteris, a cunctis incessabíliter hic et in ætérnum collaud�ris.
Quia tibi mérito omnes ángeli atque Archángeli non cessant clamóre, ita dicéntes:

Es digno y justo que te demos gracias, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor.
Que nos lav� de todo crimen por la efusión de su sangre y redujo a poco el peso de nuestras iniquidades al colgarlo en la cruz.
Él, después de su gloriosa resurrección y su venerada ascensión a los cielos, envió clemente desde lo alto a los corazones de sus apóstoles, el don de su Espíritu Paráclito.
Enriquecidos con tal don del cielo, recibiendo de su Maestro y Señor el santísimo regalo prometido, dejaron un magnífico ejemplo de verdadera fe a sus contempor�neos y a los que habían de seguirles.

Imbuido en esa doctrina, inspirado como ellos por el soplo divino, para robustecer la fe de los creyentes, les sigue san Jer�nimo, de mérito igual y tan venerable como los apóstoles, cuyas enseñanzas nos trasmite en lo que se refiere al misterio de la Santísima Trinidad que debe ser creído por todos los fieles para no apartarse de la verdad.
Pues los apóstoles merecieron recibir el Espíritu Santo que venía de las alturas bajo el aspecto de lenguas de fuego, para que predicaran las maravillas de Dios en diversas lenguas, y éste, perfecto conocedor de idiomas, se mostró siempre claro interprete de los libros sagrados.
Fue también semejante al santo patriarca Moisés, por el que el pueblo de Israel recibió los preceptos de la antigua Ley, dictados desde el cielo. Porque como Moisés promulgó en hebreo la ley para los judíos, Jer�nimo, movido por la clemencia de Cristo, la traslad� claramente al latín para los cristianos.
Fue delante aquíl como legislador decidido, le sucedió éste coma exacto y egregio traductor. Atendió aquíl en su característica humildad, a los adictos al tenor de la ley, éste, profundo conocedor del evangelio, a los sujetos a su suave yugo.

Por eso es admirable tu piedad, Padre todopoderoso, desde cualquier punto de vista, pues ordenas sabiamente la sucesión de los tiempos, sin olvidarte de dar lo conveniente a los más antiguos y de asignar lo más oportuno a los más recientes.
Postrados en tierra, imploramos de tu majestad, que por la intercesión de Jer�nimo, tu elegido, nos saques de todo peligro en todas partes, y nos concedas servirte sin interrupción.
Por su sufragio, pues, alegra la tierra con la lluvia del cielo, danos la abundancia de los frutos del campo, alejando el hambre.
Y por su intermedio tenga la Iglesia una paz incesante, de forma que se acabe la soberbia de los cismáticos, y tu pueblo católico brille adornado de buenas obras.

Por su logro, resplandezca la dignidad pontifical, flanqueada por las sagradas virtudes, florezca la santidad primaveral de los sacerdotes y de todos los clérigos, cobre fuerza la religiosidad perseverante de los monjes.
Concede también a los reyes una justicia clemente, para que rijan a sus súbditos con piadosa moderación.
Y por fin, que por su intercesión se conceda a los caídos el fruto de la penitencia, a los reos el remedio de la indulgencia, a los enfermos la vuelta de la salud que antes disfrutaron.
Obtengan los laicos medios de subsistencia, los modestos el brillo de la pureza, las vírgenes el resplandor del pudor.
Por sus preces llegue la humildad a los soberbios, la esperanza a los desesperados, la largueza de su misericordia a los avaros, el rigor de la continencia a los lujuriosos, la fortaleza de la paciencia a los iracundos.
Gocen por Él de liberación los encarcelados, de libertad los cautivos, de respiro los oprimidos, gocen los emigrados y los peregrinos la gracia de la hospitalidad. Hallen defensa las viudas, y protección oportuna los huérfanos y los pupilos, encuentren los navegantes la deseada tranquilidad del puerto, los que andan en discordias el camino para llegar a la paz, y los que guardan concordia sincera, amor perpetuo e indiviso.

Para que manifestándote todo para todos, por la intervención de tu glorioso discípulo Jer�nimo, seas por todos alabado incesantemente, aquí y en la eternidad.
Como hacen todos los ángeles y Arcángeles, que no cesan de aclamarte, diciendo así:

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Post Sanctus / Oración después del Sanctus

Vere sanctus et vere benedíctus Dóminus noster Iesus Christus Fílius tuus, cuius protectióne munátus, adversáriis olim fid�nter beatíssimus r�stitit Hier�nymus, repress�tque ferocitátem héréticæ pravitátis infer�ndo sentóntiam veritátis.
Ille �tenim diabólico fur�re succ�nsi, obici�ndo mend�tium veritátem conaban�tur evértere; hic vero lor�ca fídei indátus, gálea ætérn� salútis obt�ctus gladi�que verbi Dei acc�nctus, more belliger�ntis inter �cies inimicórum Christi gradum fixit, et pervers�rum colla terr�tenus valínter prostrávit.

Ipse ergo sit pro nobis, p�timus, Dómine, apud te interv�ntor ass�duus, qui dudum �xstitit veritátis tuæ def�nsor fortíssimus; su�sque précibus nobis acqu�rant felici�ris vitæ commoditátem, qui a te m�ruit coll�ta p�rfrui �th�rea felíciter hereditáte.
Per eum sit fidélibus cunctis méritum iustítiæ sanctitátis, per quem cl�ruit univérso orbi doctrína ver� credulitátis; ipsíque interpell�nte, nobis reser�tur legis tuæ dulcédo, qui honóre sci�ntiæ tuæ pr�ditus, et antíqua declar�vit per ind�striam interpretatiónis et nova intim�vit per sollicitúdinem exhortatiónis.
Propter quod nunc patri�rchis ac prophétis se un�ri lætátur in cœlo, quorum or�cula vivens corporíliter fidéli promulg�vit pópulo christiáno.

Christus Dóminus ac Redémptor ætérnus.

Santo y bendito es en verdad nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que fortaleció con su protección a san Jer�nimo, para resistir confiadamente a los adversarios y reprimir la ferocidad de la perversa herejía, dictaminando dónde estaba la verdad. Ellos, encendidos en furor diabólico, intentaban pervertir la verdad, oponiéndole la mentira, pero este, revestido con la loriga de la fe, cubierto con el yelmo de la eterna salvación, ceñida la espada de la palabra de Dios, como un guerrero, asentó sus pies entre las filas de los ejércitos enemigos, y echo por tierra a los perversos, con toda valentía.

Que Él sea para nosotros, Señor, así te lo pedimos, un interventor asiduo en tu presencia, como fue hace ya mucho tiempo, defensor valiente de tu verdad; y con sus preces nos obtenga el bienestar y la vida dichosa, que mereció lograr de ti con la herencia feliz del cielo. Por Él obtengan los fieles todos el mérito de la justicia y la santidad, como por Él resplandeció el mundo entero; por su intercesión, se nos abra la dulzura de tu ley, el que estaba dotado del honor de tu ciencia declar� lo antiguo mediante su interpretación y anunció lo nuevo mediante una sol�cita exhortación.
Por eso, ahora se alegra de estar unido en el cielo a los patriarcas y profetas, de cuyos oráculos vivía corporalmente el mismo que los promulgó al fiel pueblo cristiano.

Cristo, Señor y Redentor eterno.

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Post Pridie, Ad Orationem Dominicam, Benedictio et Completuria, sumantur e Communi unius Confessoris, p. 709
Post Pridie, Ad Orationem Dominicam, Benedictio y Completuria, se toman del Común de un Confesor, p.
709

Post Pridie / Invocación
Confessóris tui Hier�nymi memóriam facióntes, qui te inter advérsa confit�ri non d�stitit, actu pl�cuit, oratióne qu�s�vit, perfectióne invénit; te quæsumus, te rogámus, ut his víctimis tibi ob honórem eius oblátis, clem�nter ill�bi iubeas, et ex his sum�ntibus peccáta dim�ttas, atque confessiónis grátia glorificándos att�llas.
R/.
Amen.
Celebrando la memoria de tu Confesor Jer�nimo, que no dej� de confesarte en las adversidaddes, te agrad� con sus acciones, te buscó en la oración y te encontr� en la santidad, te rogamos suplicantes que penetres profundamente con tu bendición estas ofrendas que te presentamos en su honor, perdones los pecados de quienes participemos de elas y nos eleves para ser glorificados por la gracia de la confesión.
R/.
Amén.
Te præstánte, sancte Dómine, quia tu hæc ómnia nobis indígnis servis tuis valde bona creas, sanctíficas, vivíficas, benedícis ac præstas nobis, ut sint benedícta a te Deo nostro in sécula sæculórum.
R/.
Amen.
Concédelo, Señor santo, pues creas todas estas cosas para nosotros, indignos siervos tuyos, y las haces tan buenas, las santificas, las llenas de † vida, las bendices y nos las das, así bendecidas por ti, Dios nuestro por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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Ad Orationem Dominicam / Introducción al Padre nuestro
Christe Deus, qui per Apóstolum tuum oris confessiónem ad salútem prodísse dix�sti, Confessóris tui précibus, c�nsule nostr� salúti, ut cum ea quæ corde crédimus, ore prof�ssi fu�rimus, a te exaud�ri mere�mur e terris: Cristo Dios, que dijiste por tu Apóstol que la confesión de boca aprovecha para la salvación, por la intercesión de tu Confesor, atiende a nuestra salvación, para que, al confesar en la boca lo que llevamos en el corazón, merezcamos ser oídos por ti desde la tierra:

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Benedictio / Bendición
D�minus Iesus Christus qui est confessórum remunerátio, confessóris sui Hier�nymi suffrágio, vos sanctæ confessiónis mun�ficet dono.
R/. Amen.
Nuestro Señor Jesucristo que es el premio de los confesores, por la intercesión de su confesor Jer�nimo os dote con el don de la santa confesión.
R/. Amén.
Detque vobis se confit�ndi votum, qui �idem confessiónis c�ntulit præmium.
R/. Amen.
Y os d� el deseo de confesarle, como a Él le dio el premio de la confesión.
R/. Amén.
Ut tanti Confessóris imit�ndo exémplum, ad cæléste mere�mini perveníre prom�ssum.
R/. Amen.
Para que imitando el ejemplo de tan gran confesor, merezcáis llegar al cielo prometido.
R/. Amén.
Per misericórdiam ipsíus Christi Dei nostri, qui cum Patre et Spíritu Sancto, unus Deus, vivit et regnat in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por la misericordia del mismo Cristo, Dios nuestro, que con el Padre y el Espíritu Santo, un solo Dios, vive y todo lo gobierna, por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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Completuria / Oración conclusiva
Tuam, clementíssime Pater, súpplices exorémus cleméntiam, ut hodi�rna sollémnia quæ pro beatíssimi confessóris tui Hier�nymi veneratióne susc�pimus, ipse tibi comm�ndes.

Et sicut illi corínam sanctæ perfectiónis tribuísti, ita nobis, eius intercessióne, ómnium delict�rum véniam et indulgéntiam largi�ris.
R/. Amen.

Invocamos tu clemencia, Padre clementísimo, pidiéndote que recibas con agrado la solemnidad que hoy celebrado en honor de tu santo confesor Jer�nimo.

Y como a Él le concediste la corona de la santa perfección, nos concedas a nosotros, pos su intercesión, el perdón y la indulgencia de todos nuestros delitos.
R/. Amén.

Per misericórdiam tuam, Deus noster qui es benedíctus et vivis et ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, que eres bendito, y vives y todo lo gobiernas, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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1. Las partes variables de la misa que aquí se ofrecen (textos eucológicos, cantos y lecturas) junto al Ordinario (Liber Offerentium u Oferencio) permiten componer la misa completa. Los textos latinos son los oficiales y est�n tomados del Missale Hispano-Mozarabicum II (pp. 578-585) y del Liber Commicus II (pp. 234-236). Los textos en español se toman del Común de un Confesor y de lexorandies.blogspots.com.
(Se recuerda que hasta la fecha no existe misal oficial en español).

2. Mt 10,32.39b. N. de La Ermita.

 

 

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