La Ermita. Rito hispano-mozárabe

TEXTOS LITÚRGICOS

RITO HISPANO-MOZÁRABE

Textos propios de la Misa de la Degollación de san Juan Bautista

 

Misa en Rito Hispano-Mozárabe


 

Prælegendum / Canto de entrada Sal 143,9-10; 118,57
Deus, cánticum novum cantúbo tibi, Allelúia, qui liberásti ánimam meam de gládio malígno, Allelúia, Allelúia. Dios mío, te cantar� un cántico nuevo, aleluya, porque me libraste de la espada tajante, aleluya, aleluya.
V/. P�rtio mea, Dómine, dixi custod�re legem tuam, deprecátus sum f�ciet tuam de toto corde meo.
R/. Qui liberásti ánimam meam de gládio malígno, Allelúia, Allelúia.
V/. Glória et honor Patri et Fílio et Spirítui Sancto in sécula sæculórum. Amen.
R/. Qui liberásti ánimam meam de gládio malígno, Allelúia, Allelúia.
V/. Mi porción es el Señor, he resuelto guardar tu palabra, te invocar� de todo corazón.
R/. Porque me libraste de la espada tajante, aleluya, aleluya.
V/. Gloria y honor al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
R/. Porque me libraste de la espada tajante, aleluya, aleluya.

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Oratio post Gloriam / Oración después del Gloria

Deus Fílius, qui in cruce tua et salútem r�gibus donas, et h�miles tuos ad victóriam semper armas; témpera iam tandem miseri�rum nostrórum �r�mnas.

Ac ne gládio malígno nostr� feriántur cerv�ces, obt�ntu gloriósi præcurs�ris tui Ioánnis Baptíst�, gládio verbi tui nos r�ddito effic�ces.
R/. Amen.

Dios Hijo, que en tu cruz das la salvación a los reyes y preparas siempre a tus humildes siervos para la victoria, templa ya, por fin, las miserias que nos afligen.

Y para que nuestros cuellos no tengan que someterse a la espada amenazante, por la intercesión de tu glorioso precursor san Juan Bautista, haznos eficaces con la espada de la palabra.
R/.
Amén.

Concedénte divinitáte tua, Deus noster, qui es vita vivórum et corína sanctórum in ætérna sécula sæculórum.
R/. Amen.
Que nos lo conceda tu divino poder, Dios nuestro, que eres la vida de los que viven y corona de los santos, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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LITURGIA VERBI / LITURGIA DE LA PALABRA

Prophetia / Profecía Jer 33,1-2.3-4.10-11 (2)
Léctio libri Ieremíæ prophétæ.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del profeta Jeremías.
R/. Demos gracias a Dios.
In diébus illis:

Factum est verbum Dómini ad Ierem�am secóndo, cum adhuc clausus esset in �trio custódiæ, dicens: �Hæc dicit Dóminus, clama ad me, et exáudiam te et annunti�bo tibi gr�ndia et inaccessib�lia, quæ nescis.

Quia hæc dicit Dóminus, Deus Ísrael, adhuc audi�tur in loco isto, quem vos d�citis esse desértum, eo quod non sit homo et ium�ntum in civitátibus Iudé et foris Ier�salem, quæ desol�tæ sunt absque hómine et absque habitat�re et absque p�core, vox gáudii et vox l�t�tæ, vox sponsi et vox sponsæ, vox dic�ntium:

«Confit�mini Dómino exércituum, quóniam bonus Dóminus, quóniam in ætérnum misericórdia eius»; et portóntium vota in domum Dómini: redícam enim sortem terræ sicut a princípio, dicit Dóminus».

R/. Amen.

En aquellos días:

Jeremías volvió a recibir la palabra del Señor mientras seguía detenido en el patio de la guardia. Le dijo: «Esto dice el Señor: ll�mame y te responder�; te revelar� cosas importantes y recónditas que tú desconoces.

Porque esto dice el Señor, Dios de Israel, en este lugar del que dec�s que es una ruina, sin hombres ni ganados, en todos los poblados de Judá y en las calles desoladas de Jerusalén, sin hombres, sin habitantes y sin ganados, todavía volverán a escucharse la voz de la alegría y de la fiesta, la voz del novio y de la novia, la voz de los que entran en el templo trayendo víctimas de acción de gracias y cantando:

«Dad gracias al Señor del universo, porque es bueno, porque es eterna su misericordia». Pues voy a cambiar la suerte del país, dejándolo como era antes, dice el Señor».

R/. Amén.

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Psallendum / Salmo de meditación Sal 141,8; 143,9-10
Educ de cárcere ánimam meam ad confit�ndum nómini tuo. S�came de la prisión y dar� gracias a tu nombre.
V/. Deus, cánticum novum cantúbo tibi, in psaltário decem cord�rum psallam tibi, quia liberásti servum tuum, Deus, de gládio malígni.
R/. Ad confit�ndum nómini tuo.
V/. Dios mío, te cantar� un cántico nuevo, tocar� para ti el arpa de diez cuerdas, porque libraste a tu siervo de la espada del malvado.
R/. Y dar� gracias a tu nombre.

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Apostolus / Apóstol Heb 11,24-28.36-40; 12,1-2 (3)
Epístola ad Hebréos.
R/. Deo grátias.
Epístola a los hebreos.
R/. Demos gracias a Dios.
Fratres:

Fide Móyses grandis factus neg�vit se dici fílium fíli� pharaónis, magis �ligens affl�gi cum pópulo Dei quam tempor�lem peccáti habére iucunditátem, maióres div�tias �stimans thes�uris Ægípti impropérium Christi; aspici�bat enim in remuneratiónem.

Fide reléquit Ægíptum non verátus animositátem regis, invis�bilem enim tamquam videns sust�nuit.

Fide celebrávit Pascha et sánguinis effusi�nem, ne, qui vast�bat primog�nita, t�ngeret ea.

�lii vero lud�bria et vérbera exp�rti sunt, �nsuper et víncula et cárcerem; lapid�ti sunt, secti sunt, in occisióne gládii mórtui sunt, circumi�runt in melétis, in p�llibus capr�nis, eg�ntes, angustiáti, affl�cti, quibus dignus non erat mundus, in solitud�nibus errántes et móntibus et spel�ncis et in cavírnis terræ.

Et hi omnes testimónium per fidem consec�ti non reportav�runt promissiónem, Deo pro nobis m�lius �liquid provid�nte, ut ne sine nobis consummarántur.

Ide�que et nos tantam habóntes circump�sitam nobis nubem t�stium, depon�ntes omne pondus et circ�mstans nos peccátum, per patiéntiam curr�mus propósitum nobis certámen, aspici�ntes in ducem fídei et consummatórem Iesum.

R/. Amen.

Hermanos:

Por fe, Moisés, ya crecido, renunció al título de hijo de una hija del Faraón, y prefirió ser maltratado con el pueblo de Dios al disfrute efémero del pecado, estimando que la afrenta de Cristo valía más que los tesoros de Egipto, y atendiendo a la recompensa.

Por fe abandon� Egipto sin temer la cólera del rey, y se apoy� en el in visible como si le viera.

Por fe celebrá la Pascua, e hizo la aspersión de la sangre para que el exterminador no tocase a sus primogénitos.

Otros pasaron por la prueba de las burlas y los azotes, de las cadenas y la cárcel; los apedrearon, los aserraron, murieron a espada, rodaron por el mundo vestidos con pieles de oveja y de cabra, faltos de todo, oprimidos, maltratados -el mundo no era digno de ellos-, vagabundos por desiertos y montañas, por grutas y cavernas de la tierra.

Y todos estos, aun acreditados por su fe, no consiguieron lo prometido, porque Dios tenía preparado algo mejor a favor nuestro, para que ellos no llegaran sin nosotros a la perfección.

En consecuencia: teniendo una nube tan ingente de testigos, corramos, con constancia, en la carrera que nos toca, renunciando a todo lo que nos estorba y al pecado que nos asedia, 2 fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe, Jesús.

R/. Amén.

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Evangelium / Evangelio Mt 14,1-14
Léctio sancti Evangélii secóndum Matthéeum.
R/. Glória tibi, Dómine.
Lectura del Santo Evangelio según san Mateo.
R/. Gloria a ti, Señor.
In illo témpore:

Audávit Heródes tetr�rcha famam Iesu et ait púeris suis: «Hic est Ioánnes Baptísta; ipse surréxit a mórtuis, et ídeo virtútes óperantur in eo».

Heródes enim t�nuit Ioánnem et allig�vit eum et pósuit in cárcere propter Herod�adem uxórem Phil�ppi fratris sui. Dicébat enim illi Ioánnes: «Non licet tibi habére eam». Et volens illum occ�dere, t�muit pópulum, quia sicut prophétam eum habíbant.

Die autem nat�lis Her�dis salt�vit fília Herod�adis in médio et pl�cuit Her�di, unde cum iuram�nto poll�citus est ei dare, quodc�mque postulísset. At illa, præm�nita a matre sua: «Da mihi, inquit, hic in disco caput Ioánnis Baptíst�. Et contristátus rex propter iuram�ntum et eos, qui p�riter recumb�bant, iussit dari mis�tque et decoll�vit Ioánnem in cárcere; et allátum est caput eius in disco et datum est pu�llæ, et tulit matri su�.

Et accedéntes discípuli eius tulérunt corpus et sepeli�runt illud et veni�ntes nuntiav�runt Iesu.

Quod cum audísset Iesus, secéssit inde in navícula in locum desértum se�rsum; et cum audíssent, turb� sec�tæ sunt eum ped�stres de civitátibus. Et �xiens vidit turbam multam et mis�rtus est e�rum et curívit lánguidos e�rum.

R/. Amen.

En aquel tiempo:

Oy� el tetrarca Herodes lo que se contaba de Jesús y dijo a sus cortesanos: «Ese es Juan el Bautista, que ha resucitado de entre los muertos, y por eso las fuerzas milagrosas actían en él�.

Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel encadenado, por motivo de Herodías, mujer de su hermano Felipe; porque Juan le decía que no le era lícito vivir con ella. Quería mandarlo matar, pero tuvo miedo de la gente, que lo tenía por profeta.

El día del cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó delante de todos y le gust� tanto a Herodes, que jur� darle lo que pidiera. Ella, instigada por su madre, le dijo: «Dame ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan Bautista». El rey lo sintió; pero por el juramento y los invitados, ordenó que se la dieran; y mandí decapitar a Juan en la cárcel. Trajeron la cabeza en una bandeja, se la entregaron a la joven y ella se la llev� a su madre.

Sus discípulos recogieron el cadáver, lo enterraron, y fueron a cont�rselo a Jesús.

Al enterarse Jesús se march� de allá en barca, a solas, a un lugar desierto. Cuando la gente lo supo, lo siguió por tierra desde los poblados. Al desembarcar vio Jesús una multitud, se compadeció de ellos y curí a los enfermos.

R/. Amén.

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Laudes Sal 118,46
Allelúia. Aleluya.
V/. Loqu�bar de testimóniis tuis in conspéctu regnum, et non confund�bar.
R/. Allelúia.
V/. Comentar� tus preceptos ante los reyes y no me avergonzar�.
R/. Aleluya.

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Sacrificium / Canto del Ofertorio Sal 39,11.9-10
Iustítiam tuam, Dómine, non absc�ndi in corde meo; veritátem tuam et salutáre tuum dixi.
Non cel�vi misericórdiam tuam et veritátem tuam a congregatióne multa, Allelúia, Allelúia.
No me he guardado en el pecho tu defensa, he contado tu fidelidad y tu salvación.
No he negado tu misericordia y tu lealtad ante la gran asamblea, aleluya, aleluya.
V/. In cápite libri scriptum est de me ut f�ciam voluntátem tuam.
Deus meus, vólui et legem tuam in médio cordis mei.
Bene nunti�vi iustítiam tuam in ecclésia magna.
R/. Allelúia, Allelúia.
V/. Al principio del libro est� escrito de mí: aquí estoy, para hacer tu voluntad.
Dios mío, lo quise, tu ley es el centro de mi ser.
Proclam� tu fidelidad ante la gran asamblea.
R/. Aleluya, aleluya.

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Oratio Admonitionis / Monici�n sacerdotal

Grandi nobis fide, fratres caríssimi, et tota ad Deum conversi�ne gloriósi Ioánnis orn�nda s�nctitas, celebránda sollémnitas est; qui eo divínæ electiónis initiátur múnere, quo finítur; in hoc recéssit cæléstis glóriæ testimónio, quo præc�ssit.
Cui toto in virtútem Sancti Spíritus amóre transl�to, Christus fuit causa mori�ndi, cui Christus fuit causa nascéndi.
Nullum sibi tempus in eo natúr� infírmitas vindic�vit, cui in conc�ptu vatic�nium, in actu baptísmum, in �bitu datum est impl�re martárium.
Per unam eamd�mque grátiam osténdit generátio quem prom�sit, convers�tio quem d�cuit, pássio quem am�vit.
Prophétat in étero, prédicat in sículo, cons�mmat in gládio.
A iustítia elégitur, de iustítia lóquitur, pro iustítia decoll�tur.

Nec mirum quod virum tot sanctitátis méritis in Dei agnitiónem disp�situm, quem non coh�buit éterus matris, non térruit gládius imperúntis; et cons�quens fuit ut Her�di pro castitáte non c�deret, qui patrem pro incredulitáte non distr�nxit, et percéteret verbo regem, qui sil�ntio percísserat sacerdótem.
Hunc ergo honestátis leg�sque censórem mores �mprobi non t�lerant, proph�nam petul�ntis consci�ntiam abiéctum inc�sti f�cinus exac�rbat, et furor verec�ndia provocátus studet p�rdere quod doc�tur, dum nescit corrágere quod vetátur.

Putat lat�re culpam, si ponet in prohib�nte custódiam.
Tantus prophétæ splendor in cárceris claustra detr�ditur, et pretiósus Deo sanguis meretr�ci� saltatiónis merc´de tax�tur, et inter gentil�ti� voluptátis �pulas fit spect�culum; quo, inter religi�s� confessiónis hóstias, credéntibus gáudium, credit�ris exémplum, terris præsídium, cœlis fúeret ornam�ntum.

R/. Amen.

Queridos hermanos, con fe profunda y devoción generosa debemos celebrar la solemnidad del glorioso Juan, y alabar la santidad con que acaba su vida, con las mismas señales de elección divina con que empez�. Se va con el mismo testimonio de gloria celestial con que había venido. Cristo fue la causa de su muerte, como Cristo había sido la causa de su nacimiento, por obra del Espíritu Santo, que concentró su amor en Él. En ningún momento se nota en Él la debilidad de la naturaleza: en su concepción se cumple un vaticinio, en su acción el bautismo, en su muerte el martirio.
La misma gracia est� presente en el nacimiento del profeta, en el transcurso de la vida del docente, en la pasión del que amaba ardorosamente.
Profetiza desde el seno materno, predica en el mundo, termina su misión bajo la espada.
Lo elige la justicia, habla de justicia, es decapitado por la justicia.

No es extraño que un varán dispuesto para proclamar a Dios con tantos méritos de santidad, al que no pudo acallar el seno materno, que no tuvo miedo a la espada del tirano y fue constante en no dar descanso a Herodes, en su defensa de la castidad, el que había silenciado a su padre por su incredulidad, golpeando así al rey con sus palabras, y al sacerdote con el silencio, no es extraño, digo, que a este censor de la honestidad y de la ley, no le soporten las malas costumbres.
La conciencia obcecada del orgulloso se revuelve contra el crimen de incesto que le imputa, y el furor provocado por la humillación anda queriendo perder al que le enseña, por no acertar a corregir lo que le est� prohibido.

Piensa que podr� ocultar la culpa poniendo en prisión al que se la echa en cara.
El brillo del profeta se apaga en la mazmorra y la sangre que es preciosa para Dios, se valora como precio del baile voluptuoso de una cortesana, haciéndose espectáculo en un banquete pagano, para ser ahora ofrenda en esta religiosa celebración, gozo para los creyentes, ejemplo para los que han de creer, protección para la tierra, ornamento para el cielo.
R/. Amén.

Tua concedénte cleméntia, piíssime et admir�bilis Deus, qui vivis et regnas in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Nos lo conceda tu clemencia, Dios bondadoso y admirable, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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Alia / Oración entre los Dípticos

Te Dómine Iesu Christe, in Pr�curs�ris tui nativitáte laud�mus; te in eius prédicatióne admirabíliter ext�llimus; te in illíus morte, quantum humána valet pus�llitas, voce qua p�ssumus honorific�mus.
Cuius nativitáte �bera reser�sti sen�lia, et patris linguam, quam incred�litas nex�erat, absolv�sti; cuius prédicatióne te adísse terris discípuli credidérunt, et pópuli qui illis præstáret salútem salub�rrimam audi�runt; cuius morte v�ritas p�tuit, et mens bellu�na virus, quod in se lat�bat, occult�re non vóluit.

Huius ergo précibus dign�re inspir�re córdibus, ut cælórum regnum appropinquíre credéntes, te semper p�nit�ndo rogámus, tibi preces lacrim�bili corde fund�mus, tua prom�ssa confid�nter sperúmus; ut mundáta mens nostra a pollutióne delécti, Spíritum Sanctum, quem in colúmbæ advéntu sub illíus manus suscep�sti, veníre in nobis et manáre eum senti�mus nobíscum; ac Fílium Dei te dilectíssimum voce, qua ipse audávit audi�mus, et æquálem Patri cum Spíritu Sancto confite�mur, cred�mus et semper orémus.
R/. Amen.

Te alabamos, Señor Jesucristo, en el nacimiento de tu precursor, te ensalzamos maravillados en sus predicaciones, y en su muerte, en cuanto es dado a la peque�ez humana, te honramos hasta donde podemos llegar.
En su nacimiento abriste los pechos de su anciana madre y dejaste libre la lengua del padre, que había sujetado su incredulidad. Por su predicación los discípulos creyeron que habías llegado a la tierra, y los pueblos pudieron escuchar quien había de salvarles. Por su muerte quedó patente la verdad y la mente de fiera no pudo ocultar más lo que tenía escondido.

Por sus preces inspira nuestros corazones, para que, creyendo que se acerca el reino de los cielos, acudamos siempre a ti con nuestras penitencias, te expongamos nuestras súplicas con lágrimas del corazón, esperemos confiadamente tus promesas, y lavando nuestras almas de la suciedad del delito, sintamos que el Espíritu Santo que recibiste bajo sus manos cuando bajá en forma de paloma, viene a nosotros y permanece en nosotros. Oigamos la misma voz que Él oyó, proclamando que tú eres el Hijo amadísimo de Dios, y te confesemos igual al Padre, con el Espíritu Santo, creyéndolo así y proclamándolo siempre.
R/. Amén.

Per misericórdiam tuam, Deus noster, in cuius conspéctu sanctórum Apostolórum et Mártyrum, Confessórum atque Vírginum nómina recitántur.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, en cuya presencia recitamos los nombres de los santos Apóstoles y Mártires, Confesores y Vírgenes.
R/. Amén.

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Post Nomina / Oración después de los Dípticos

Unig�nite Dei Fili, quem beatíssimus Ioánnes salutávit in étero, demonstr�vit in erámo, præc�ssit nascéndo, præ�it mori�ndo: concéde nobis tanti vatis suffrágio, ut in hoc die quo idem, cápite des�ctus, occ�buit, nos, te miser�nte, cápite nostro, semel pro nobis mórtuo, a v�tiis mere�mur occ�di, et spiritúlis dono grátiæ innov�ri.

Hic tibi sanctus vir obsequ�ntis vota d�ferat plebis, qui pr�co factus est iúdicis.
Prece sua nostris lumen �ngerat ténebris, qui luc�rna �xstitit lúminis; voxque illa pro defunctórum spirítibus se rogat�ra opp�nat, quæ Dómino mórtuis præpar�vit in córdibus viam.

R/. Amen.

Unig�nito Hijo de Dios, a quien san Juan salud� en el seno, señal� en el desierto, precedió en el nacimiento y en la muerte, concédenos, por su ayuda, que en este día de su muerte por decapitación, por tu misericordia, Cabeza nuestra, que también quisiste morir por nosotros, quedemos muertos a los vicios, para ser renovados con el don de la gracia espiritual.

Que este santo varán te presente las ofrendas del pueblo, Él que anunció tu venida como juez.
Con su oración ilumine nuestras tinieblas, Él que fue antorcha de luz; se levante para rogar por las almas de los difuntos aquella voz que prepar� el camino del Señor en los corazones mortecinos.
R/. Amén.

Quia tu es vita vivórum, sánitas infirmórum ac r�quies ómnium fidélium defunctórum in ætérna sécula sæculórum.
R/. Amen.
Porque tú eres la vida de los que viven, la salud de los enfermos, y el descanso de todos los fieles difuntos, por todos los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Ad Pacem / Oración de la Paz

Gloriósum præcurs�ris tui Ioánnis, Christe Deus, passiónis festum hodi�rno die voto concónimus, sacrifíciis dedic�mus, qui iustítiam prédicans legis, sentóntia mulctátur Her�dis.

Ob hoc te deprec�mur et p�timus, ut idem qui t�rminus fuit prophétis, finem ponat sc�ndalis; et qui fuit baptísmatis inítium, pacis nobis pr�roget complem�ntum; reg�tque consérvos prece, qui te Dóminum præc�ssit in morte.
R/. Amen.

Cantamos en este día, Cristo Dios, y pretendemos santificarla con nuestros sacrificios, la fiesta gloriosa de la pasión de tu precursor Juan, que practicando la justicia de la ley fue castigado con la sentencia de Herodes.

Por eso te pedimos encarecidamente que el último de los profetas ponga fin a los escándalos, y Él que fue iniciador del bautismo, nos otorgue el complemento de su paz. Y nos gu�e hacia el cielo con sus amonestaciones a nosotros que somos sus compañeros, el que a ti, Señor, te precedió en la muerte.
R/. Amén.

Præsta per auctórem pacis et caritátis, Dóminum nostrum Iesum Christum, cum quo tibi est una et co�qu�lis ess�ntia in unitáte Spíritus Sancti regn�ntis, Deus, in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Concédelo por el autor de la paz y del amor, nuestro Señor Jesucristo, con el cual vives en una sola e igual esencia y, en la unidad del Espíritu Santo que reina, eres Dios por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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Illatio / Acción de gracias

Dignum et iustum est, nos �quum vere et iustum est, nos tibi semper grátias ágere, Dómine, sancte Pater, ætérne omnípotens Deus, teque mir�bilem in sanctis tuis Dóminum prædic�re, eor�mque memóriam sub tuis láudibus célere, quorum fuit in conspéctu maiestátis tuæ et mors et vita pretiósa.
Unde nos hódie passiónem beatíssimi Ioánnis Baptístæ et mártyris tui �nnua sollemnitáte recol�ntes, altáribus tuæ pietátis ass�stimus, tib�que laudum hóstias immol�mus.

Ioánnes enim tuus, qui Dómino nostro Iesu Christo unigénito tuo, et in nativitáte pr�vius, et in passióne præcúrsor, sacerdot´lis pros�pi� g�nitus, et prophéta ille vocátur Altíssimi.
Cui em�ssum nomen de cœlo est; qui ipsum illum suæ nativitátis ortum prophet�� præc�ssit offício, et ætérni præséntiam Dómini pri�squam ipse vel Christus nascer�tur agn�vit, atque intra víscera mat�rna commátus, in virtútem or�culi mentem parántis agit�vit, ad cuius nomen edéndum muta diu sancti patris ora lax�ta sunt.
Hic �remi dist�ncte habitátor, et primus regn�rum cæléstium pr�co, mundi fallántis ill�cebras abstinéntiæ virtúte calc�vit, et Dóminum maiestátis in córpore constitátum fel�ci atque perfécto vaticini�rum fine monstr�vit.
Talem profécto, talem esse oport�bat, qui Dóminum baptizáret, et cui se sacra illa divínis g�rminis membra subm�tterent; qui conc�ptam Sancto Spíritu carnem, aquas p�tius ablu�ntem fl�vio aud�ret imm�rgere.

Sit ígitur fas hunc talem sub tui nóminis honóre laud�re; cui tant� glóriae præstitísti ag�nem, suffrágia nobis eius tua bonitáte larg�re.
Sonet pro nobis vox illa sublímis, quæ parándas vias Dómini et s�mitas eius rectas esse facióndas inter desérta clam�vit.
Loqu�tur lingua illa pro nobis, quæ nescit tac�re iustítiam.
Talis te pro hac plebe, talis prec�tur, qualem illum Iordánis flu�nta vidérunt, cum a te Spíritum Sanctum in colúmbæ spécie super únicum tuum descend�ntem vidére prom�ruit.
Ille pro pópulo tuo manus orent, quas Christus dignátus est sanctificáre dum t�ngitur.
ísserat tu�rum vota famul�rum sanguis ille benedíctus, qui est fusus in cárcere, qui r�buit in disco; qui ad te cum sanctis ómnibus clamat quos ex Abel nunc usque imp�e c�sos ætérna pietátis tuæ memória consérvat.
Unde mérito tibi omnes ángeli et Archángeli confitántur, glóriam tuam coll�udant sine cessatióne dicéntes:

Es digno y justo, en verdad equitativo y saludable, que te demos siempre gracias, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, y que te proclamemos admirable en tus santos, y celebremos su recuerdo alabándote, porque su muerte y su vida fueron preciosos a tus ojos.
Por eso nos presentamos hoy ante el altar de tu misericordia, celebrando en su conmemoración anual el martirio de san Juan Bautista, y te inmolamos víctimas de alabanza.

Porque Juan fue precursor de nuestro Señor Jesucristo, tu Unigénito, en el nacimiento y en la pasión; nacido de estirpe sacerdotal, es reconocido como profeta del Altísimo.
Su nombre fue enviado desde el cielo; antes de que llegara el momento de su nacimiento, ya ejerció su oficio de profeta detectando la presencia del Dios eterno; antes de nacer Él, antes de que naciera el mismo Cristo, saltando en el vientre de su madre, en virtud del oráculo, excit� la mente de su padre, cuyos labios, mudos durante mucho tiempo, se soltaron para pronunciar su nombre.
Viviendo solitario en el desierto, fue el primer heraldo del reino de los cielos, desde�� con la virtud de la abstinencia las trampas del mundo embaucador, y poniendo felizmente fin a los vaticinios, señal� al Señor de la majestad constituido en un cuerpo humano.
Así debía ser el que bautizara al Señor, al que se sometieran aquellos sagrados miembros bajo los que latía la naturaleza divina; el que se atreviera a sumergir en el río aquella carne concebida por obra del Espíritu Santo, capaz de lavar a las mismas aguas.

Permite que le alabemos por debajo del honor que a tu nombre se debe, ya que le preparaste un combate tan glorioso, deja, por tu bondad, que sus sufragios nos ayuden.
Suene para nosotros aquella voz sublime que gritaba que debían prepararse los caminos del Señor y que había que enderezar los senderos del desierto.
Hable a favor nuestro aquella legua que no sabe callar lo que es justo.
Ruegue por este pueblo aquel que reflejaron las aguas del Jord�n, cuando mereció contemplar al Espíritu Santo, cuando en figura de paloma descendía de ti sobre tu Hijo único, que Él dej� santificadas al dejarse tocar.
Revalorice los votos de tus siervos aquella sangre bendita derramada en la cárcel, que pint� el plato de rubíes, que clama a ti con todos los santos asesinados sin piedad, desde Abel hasta ahora, y conserva eternamente su piadosa memoria.
Con razón te alaban todos los ángeles y Arcángeles que proclaman tu gloria sin cesar, diciendo:

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Post Sanctus / Oración después del Sanctus
Vere sanctus, vere benedíctus, Dóminus noster Iesus Christus Fílius tuus, pro quo Ioánnes Baptísta et martyr, m�stico vatic�nii sui prænunti�vit oráculo, quod illum créscere, se autem m�nui oport�ret.
His �tenim verbis et suam p�riter et Dómini mortem, vivens longe ante præd�xit, cum et idem Fílius tuus elevátus in cruce, et iste comminátus sit cápite.
Nam ille Dóminus creatór� sublimitáte pr�látus est ligni; iste animadversióne dec�sus est gládii.
Illíus caput crux in altum porr�xit; ist�us cerv�cem mucro secus des�cuit.
Ille Spíritum em�sit in cruce; hic ánimam effl�vit in cárcere.
Sed ille in luce, qui vitam reddit�rus esset ómnibus méritur; iste in �bditis, qui nisi Christo mori�nte redempt�rus esset ex �nferis, iugul�tur.
Sic, sic plane d�cuit, ut per has mortes dissimilitúdines sacrament�rum patíscerent qualitátes; quo et in illo divínitas se exalt�ta osténderet, et in isto humílitas se custod�ta monstr�ret.

Per Christum Dóminum ac Redemptórem ætérnum.

Santo y bendito es en verdad nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, del que Juan, bautista y mártir, anuncia en oráculo misterioso que tiene que crecer, mientras Él iba a disminuir.
Con esas palabras predijo su propia muerte y la del Señor, mucho antes de que ocurrieran, cuando tu Hijo fue elevado en la cruz y Él perdió la cabeza.
Pues aquel, el Señor, gan� en altura al subir al leño, éste, el profeta, fue recortado con la espada.
La cruz elev� a lo alto la cabeza de aquel, mientras la espada recortaba el cuello de éste.
Aquel dio su Espíritu en la cruz, éste dio en la cárcel su último suspiro.
Pero aquel muere a la luz, porque había de devolver la vida a todos, éste que no había de salir de los infiernos hasta que Cristo muriera, es degollado ocultamente.
Así fue conveniente que por esta diferencia de muertes quedara clara la interpretación del misterio, porque en uno se muestra la divinidad que sube a los alto, en el otro, la humildad es protegida hasta el final.

Por Cristo, Señor y Redentor eterno.

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Post Pridie / Invocación

Red�mpti, Christe, tui sánguinis pr�tio, Pr�curs�ris tui, ut nobis parcas, exorémus suffrágio.
Tu per eum et nobis et his benedícito hóstiis, per quem te manifest�sti incrédulis; ut qui tuæ fuit pr�vius mortis, nostræ sit prærog�tor salútis.

R/.
Amen.

Cristo, los redimidos al precio de tu sangre suplicamos los sufragios de tu Precursor, para que nos perdones.
Bendícenos por Él y bendice también estas ofrendas, como por Él te manifestaste a los que no creían.
El que se te adelant� en la muerte sea el que nos haga llegar a tu salvación.
R/.
Amén.

Te præstánte, Dómine Iesu Christe, qui cum Patre et Spíritu Sancto, unus per ómnia Deus, hæc ómnia nobis valde bona creas, sanctíficas, vivíficas ac præstas nobis, ut sint benedícta a te Deo nostro in sécula sæculórum.
R/.
Amen.
Concédelo, Señor Jesucristo, que con el Padre y el Espíritu Santo, un solo Dios, creas todas estas cosas para nosotros, y las haces tan buenas, las santificas, las llenas de vida, las bendices y nos las das, así bendecidas por ti, Dios nuestro por los siglos de los siglos.

R/. Amén.

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Ad Orationem Dominicam / Introducción al Padre nuestro
Educ, Dómine, de cárcere ánimas nostras, qui beatíssimum Ioánnem herodi�no gládio consecr�sti.
Detur per eum nobis pœniténtiæ �ptio, qui penitúdinis �xstitit prædic�tor.
Consérvet in fide pópulos, qui �rguit de infidelitáte supérbos.
D�ferat ad te confessiónem hum�lium, qui redarg�tor factus est contemptórum.
Quique n�ntius �xstitit Verbi, grátiam nobis pr�roget nunti�ndi, cum ad te nunc proclamav�rimus e terris:
Saca, Señor, nuestras almas de la cárcel, tú que consagraste a san Juan con la espada de Herodes.
Tengamos ocasión de penitencia, por Él, que fue predicador de penitencia.
Conserve a los pueblos en la fe Él que reprendió la infidelidad de los soberbios.
Te haga llegar la confesión de los humildes el que no vacil� en reprender a los de talante despectivo.
Y el que se mostró heraldo del Verbo, nos otorgue la gracia de proclamar cuanto ahora te decimos en la tierra:

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Benedictio / Bendición

Beatíssimus Ioánnes, cuius caput cru�nto regi hodie des�ctum inter p�cula allátum est disco, sit pro vobis ómnibus apud Deum intercéssor.
R/.
Amen.

San Juan, cuya cabeza cortada en medio de un festín fue llevada en un plato al rey sanguinario, sea intercesor ante el trono de Dios por cada uno de vosotros.
R/. Amén.
Idem quoque qui frat�rnum pr�hibens viol�re conn�bium, hódie in cárcere perúgit martárium, suis vos précibus f�ciat incent�vam superúre lib�dinum.
R/. Amen.
El mismo que por censurar la ofensa inferida al matrimonio del hermano sufrió en este día el martirio en la mazmorra, por sus preces os haga superar los incentivos de la liviandad.
R/. Amén.
Ut sicut idem domínicæ Præcúrsor factus est mortis, ita vestris intercéssor exs�stat pr�vius pro deléctis.
R/. Amen.
Para que como Él se adelant� con su propia muerte a la del Señor, así se constituya intercesor previo por nuestros delitos.
R/. Amén.
Per grátiam pietátis suæ qui es benedíctus in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por obra de tu bondad, Señor, que eres bendito por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Completuria / Oración conclusiva
Educ, Dómine, de cárcere ánimas nostras, qui sputa pro nobis perp�ssus es et flag�lla.
Ut précibus iusti huius Ioánnis Baptíst� mártyris tui, ex hoc mundo ed�cti de cárcere triúmpho crucis tu�, débita post nostrum �bitum tibi præc�nia cum sanctis ómnibus præcin�mus cum laude ass�dua.

R/. Amen.

Saca, Señor, nuestras almas de la cárcel, tú que por nosotros soportaste azotes y salivazos, para que, por las preces de este santo mártir, Juan el Bautista, arrancados de la cárcel de este mundo por el triunfo de tu santa cruz, te cantemos después de nuestra muerte las debidas alabanzas con todos los santos, en perpetua acción de gracias.
R/. Amén.

Concedénte divinitáte tua, Deus noster, qui es vita vivórum et corína sanact�rum in ætérna sécula sæculórum.
R/.
Amen.
Que nos lo conceda tu divino poder, Dios nuestro, que eres la vida de los que viven y corona de los santos, por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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1. Las partes variables de la misa que aquí se ofrecen (textos eucológicos, cantos y lecturas) junto al Ordinario (Liber Offerentium u Oferencio) permiten componer la misa completa. Los textos latinos son los oficiales y est�n tomados del Missale Hispano-Mozarabicum II (pp. 560-568) y del Liber Commicus II (pp. 182-184). Los textos bíblicos en español est�n tomados de la Sagrada Biblia, versión oficial de la Conferencia Episcopal Española. BAC, Madrid 2011. Las oraciones en español se toman de lexorandies.blogspots.com.

(Se recuerda que hasta la fecha no existe misal oficial en español).

2. Jer 33,1-2a.3-4a.10-11. N. de La Ermita.

3. Heb 11,24-28.36-40; 12,1-2a. N. de La Ermita.

 

 

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