La Ermita. Rito hispano-mozárabe

TEXTOS LITÚRGICOS

RITO HISPANO-MOZÁRABE

Textos propios de la Misa del V Domingo de Pascua (Año I)

 

Misa en Rito Hispano-Mozárabe


Prælegendum / Canto de entrada Sal 95,10; Ap 19,6-9
D�cite in natiónebus, Allelúia.
Dóminus regn�vit a ligno, Allelúia, et corr�xit orbem terræ, Allelúia, Allelúia.
Decid por las naciones, aleluya.
El Señor rein� desde la cruz, aleluya, Él afirm� el mundo, aleluya, aleluya.
V/. Quóniam regn�vit Dóminus, Deus noster omnípotens, gaude�mus et exsult�mus et demus glóriam ei, quóniam venírunt n�$1tiæ Agni, et uxor eius præpará.it se.
Beáti, qui ad cenam Agni nupti�rum vocáti sunt.

R/. Et corr�xit orbem terræ, Allelúia, Allelúia.
V/. Glória et honor Patri et Fílio et Spirítui Sancto, in sæcula sæculórum. Amen.
R/. Et corr�xit orbem terræ, Allelúia, Allelúia.
V/. El Señor, nuestro Dios, todopoderoso, ha establecido su reino. Gocémonos y alegrémonos, y d�mosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, su esposa está ya preparada.
Dichosos los invitados al banquete de las bodas del Cordero.
R/.
Él afirm� el mundo, aleluya, aleluya.
V/. Gloria y honor al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
R/. Él afirm� el mundo, aleluya, aleluya.

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Oratio post Gloriam / Oración después del Gloria
Gl�ria nostra, Deus noster, qui exalt�sti caput nostrum super omne nomen quod nomin�tur, postquam resurrex�sti a mórtuis triumph�tor, pro quibus mortem suscep�sti, inde vitam eos resurrectióne última perduc ad præmia perpétua et ad æternitátis tuæ gáudia reprom�ssa.
R/. Amen.
Tú eres nuestra gloria, Dios nuestro. Tú nos has ensalzado por encima de todo lo creado al resucitar como triunfador de entre los muertos. Te pedimos que conduzcas al premio que no conoce fin y a los dones gozosos de la eternidad que has prometido a aquellos por los que aceptaste la muerte y a quienes darás la vida en la última resurrección.
R/. Amén.
Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui es benedíctus et vivis et ómnia regis in sæcula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, que eres bendito y vives y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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LITURGIA VERBI / LITURGIA DE LA PALABRA

Prophetia / Profecía
Annus primus / Año I Ap 19,11-16
Apocal�psis Ioánnis apóstoli.
R/.
Deo grátias.
Apocalipsis del apóstol Juan.
R/. Demos gracias a Dios.
Ego Ioánnes fui in spíritu et vidi cœlum ap�rtum: et ecce equus albus; et qui sedébat super eum, vocab�tur Fidélis et Verax, et in iustítia iúdicat et pugnat.

óculi autem eius sicut flamma ignis, et in cápite eius diad�mata multa, habens nomen scriptum, quod nemo novit nisi ipse, et vestátus veste asp�rsa sánguine, et vocátur nomen eius Verbum Dei. Et exércitus, qui sunt in cœlo, sequebántur eum in equis albis, vestáti b�ssino albo mundo. Et de ore ipsíus proc�dit gládius acátus, ut in ipso perc�tiat gentes, et ipse reget eos in virga f�rrea; et ipse calcat t�rcular vini fur�ris ir� Dei omnipoténtis. Et habet super vestiméntum et super femur suum nomen scriptum: Rex regum et Dóminus dominórum.

R/. Amen.

Yo Juan caí en éxtasis y vi el cielo abierto, y apareció un caballo blanco; el jinete se llama el fiel, el veraz, y juzga y lucha con justicia.

Sus ojos son como una llama de fuego; sobre su cabeza tiene muchas diademas; tiene un nombre escrito, que Él solo conoce; está vestido con un manto teñido de sangre, y su nombre es la palabra de Dios. Y los ejércitos celestes lo acompañan sobre caballos blancos, vestidos de lino fino, blanco y limpio. De su boca sale una espada afilada para herir a las naciones; él las regir� con vara de hierro; Él pisa el lagar del vino de la ardiente ira del Dios todopoderoso. Lleva sobre el manto y sobre su muslo un nombre escrito: Rey de reyes y Señor de señores.

R/. Amén.

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Psallendum / Salmo de meditación
Annus primus / Año I Sal 46,7-8
Ps�llite Deo nostro, psállite regi nostro, psállite. Cantad a Dios, cantad; cantad a nuestro rey, cantad.
V/. Quóniam rex omnis terræ Dóminus, psállite sapión.er.
R/. Psállite regi nostro, psállite.
V/. Porque el rey de toda la tierra es Dios, cantadle un buen cántico.
R/. Cantad a nuestro rey, cantad.

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Apostolus / Apóstol
Annus primus / Año I He 4,23-31
Léctio libri �ctuum Apostolórum.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles.
R/. Demos gracias a Dios.
In diébus illis:

Dim�ssi Apóstoli venírunt ad suos et annuntiav�runt, quanta ad eos príncipes sacerdótum et senióres dixíssent. Qui cum audíssent, unan�miter levav�runt vocem ad Deum et dixérunt:

«Dómine, tu, qui fecísti cœlum et terram et mare et ómnia, quæ in eis sunt, qui Spíritu Sancto per os patris nostri David púeri tui dix�sti:

«Quare fremu�runt gentes, et pópuli meditáti sunt in�nia? Astit�runt reges terræ, et príncipes convenírunt in unum advérsus Dóminum et advérsus christum eius».

Convenírunt enim vere in civitæte ista advérsus sanctum púerum tuum Iesum, quem unx�sti, Heródes et P�ntius Pilátus cum géntibus et pópulis Ísrael f�cere, qu�c�mque manus tua et consílium prædestin�vit fúeri. 

Et nunc, Dómine, réspice in minas e�rum et da servis tuis cum omni fidúcia loqui verbum tuum, in eo quod manum tuam ext�ndas, sanitátem et signa et prod�gia fúeri per nomen sancti Púeri tui Iesu».

Et cum oríssent, motus est locus, in quo erant congregáti, et repléti sunt omnes Sancto Spíritu et loquebántur verbum Dei cum fidúcia.

R/. Amen.

En aquellos días:

Puestos en libertad, fueron a reunirse con los suyos y les contaron lo que les habían dicho los sumos sacerdotes y los ancianos. después de escucharlos, hicieron todos juntos, en voz alta, esta oración a Dios:

«Soberano Señor, tú eres el Dios que has hecho el cielo y la tierra, el mar y cuanto hay en ellos; el que por boca de nuestro padre David, tu siervo, dijiste:

¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos hacen proyectos vanos? Se levantan los reyes de la tierra y los príncipes conspiran a una contra el Señor y su mesías.

Así ha sido. En esta ciudad, Herodes y Poncio Pilato se confabularon con los paganos y gentes de Israel contra tu santo siervo Jesús, tu mesías, para hacer lo que tu poder y tu sabiduría habían determinado que se hiciera.

Ahora, Señor, mira sus amenazas y concede a tus siervos predicar tu palabra, y extiende tu mano para curar y obrar señales y prodigios en el nombre de tu santo siervo Jesús�.

Acabada su oración, tembl� el lugar en que estaban reunidos, y quedaron todos llenos del Espíritu Santo, y anunciaban con absoluta libertad la palabra de Dios.

R/. Amén.

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Evangelium / Evangelio
Annus primus / Año I Lc 8,41-9,2
Léctio sancti Evangúlii secóndum Lucam
R/. Glória tibi, Dómine.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
R/. Gloria a ti, Señor.
In illo témpore:

Cum descendísset Iesus de navi, ecce venit vir, cui nomen Ia�rus, et ipse princeps synagógæ erat, et cœcidit ad pedes Iesu rogans eum, ut intr�ret in domum eius, quia fília única erat illi fere annórum du�decim, et hæc moriebátur. Et dum iret, a turbis comprimebátur.

Et múlier quídam erat in fluxu sánguinis ab annis du�decim, quæ in médicos erog�verat omnem subst�ntiam suam, nec ab ullo p�tuit curíri; acc�ssit retro et t�tigit f�mbriam vestiménti eius, et conf�stim stetit fluxus sánguinis eius.

Et ait Iesus: «Quis est, qui me t�tigit?».

Neg�ntibus autem ómnibus, dixit Petrus: «Præcéptor, turb� te c�mprimunt et affl�gunt�.

At dixit Iesus: «T�tigit me �liquis; nam et ego novi virtútem de me exísse».

Videns autem múlier quia non l�tuit, tremens venit et pr�cidit ante eum et ob quam causam tet�gerit eum indic�vit coram omni pópulo et quemídmodum conf�stim san�ta sit.

At ipse dixit illi: «Fília, fides tua te salvam fecit. Vade in pace».

Adhuc illo loqu�nte, venit quidam e domo príncipis synagógó dicens: «M�rtua est fília tua; noli �mplius vex�re magístrum».

Iesus autem, audíto hoc verbo, respóndit ei: «Noli timóre; crede tantum, et salva erit�.

Et cum venísset domum, non perm�sit intr�re secum quemquam nisi Petrum et Ioánnem et Iacóbum et patrem pu�llæ et matrem. Flebant autem omnes et plangúbant illam. At ille dixit: «Nol�te flere; non est enim mórtua, sed dormit�.

Et derid�bant eum sción.es quia mórtua esset. Ipse autem tenens manum eius clam�vit dicens: «Pu�lla, surge». Et revérsus est spíritus eius, et surréxit conténuo; et iussit illi dari mandícare. Et stupu�runt pará.tes eius, quibus præc�pit, ne al�cui dócerent, quod factum erat.

Convocátis autem Du�decim, dedit illis virtútem et potestátem super ómnia d�m�nia, et ut langu�res curírent, et misit illos prædic�re regnum Dei et san�re infírmos.

R/. Amen.

En aquel tiempo:

Cuando descendió Jesús de la barca, llegó uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, se ech� a sus pies y le rogó que fuera a su casa, porque su hija única, de unos doce años, se estaba muriendo. Mientras Jesús iba, la gente lo apretujaba.

Una mujer que padecía hemorragias desde hacía doce años y que había gastado en médicos toda su fortuna sin que ninguno pudiera curarla, se acercó por detrás, tocó la orla de su manto e inmediatamente cesó la hemorragia.

Jesús dijo: «¿Quén me ha tocado?».

Como todos lo negaban Pedro dijo: «Maestro, es la gente que te rodea y te apretuja».

Jesús le dijo: «Alguien me ha tocado, porque yo he sentido que de mí ha salido una fuerza».

La mujer, al verse descubierta, se acercó toda temblando, se postró a sus pies y cont� ante todo el pueblo por qué lo había tocado y cómo se había curado instantáneamente.

Él le dijo: «Hija, tu fe te ha curado; vete en paz».

Todavía estaba hablando cuando llegó uno de casa del jefe de la sinagoga diciendo: «Tu hija ha muerto; no molestes ya al maestro».

Pero Jesús, al oírlo, le dijo: «No temas; basta que tengas fe, y se curar�. Al llegar a la casa, sólo dej� entrar con Él a Pedro, a Juan, a Santiago y a los padres de la niña. Todos lloraban y se lamentaban por ella; pero Él dijo: «No llor�is, porque no está muerta; está dormida».

Y se reían de Él, porque sabían que estaba muerta. Él la tom� de la mano y dijo: «Niña, despierta». La niña recobr� la vida, y al instante se levant�. Jesús mandí que le dieran de comer. Y los padres se quedaron asombrados, pero Él les ordenó que no dijeran a nadie lo sucedido.

Reunió a los doce, les dio poder y autoridad sobre todos los demonios y de curar enfermedades, y los envió a predicar el reino de Dios y a curar a los enfermos.

R/. Amén.

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Laudes
Annus primus / Año I Sal 105,4
Allelúia. Aleluya.
V/. Mem�nto nostri, Dómine, in beneplácito pópuli tui, v�sita nos, Deus, in salúte tua.
R/. Allelúia.
V/. Cuando seas propicio con tu pueblo, acuérdate de nosotros, Señor; cuando vengas a salvarlo, no te olvides de nosotros.
R/. Aleluya.

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Sacrificium / Canto del Ofertorio
Annus primus / Año I Ap 8,3-4; 5,1-5
Stetit ángelus ante aram Dei, habens thur�bulum �ureum, et datæ sunt ei datæ sunt supplicatiónis multæ ut daret de oratiónebus sanctórum ad altáre Dómini, quod est ante thronum.
Et ascéndit fumus supplicatiónem de manu ángeli, in conspéctu Dei, Allelúia, Allelúia, Allelúia.
Después vino otro ángel, que se pará de pie junto al altar, con un incensario de oro; le dieron muchos perfumes para que los ofreciese juntamente con las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro colocado delante del trono.
Y de la mano del ángel, el humo de los perfumes se elevaba delante de Dios, aleluya, aleluya, aleluya.
V/. Vidi librum in déxtera Dei sedántis supra thronum, scriptum intus et retro, signátum signis septem, et audávi ángelum fortem predicéntem voce magna:
Quis dignus est aperúre librum et vidére signa eius?
Et dixit mihi unus ex senióribus: Ne fl�veris, ecce vicit Leo de tribu Iuda, radix David, aperúre librum et septem signa eius.
R/. In conspéctu Dei, Allelúia, Allelúia, Allelúia.
V/. Vi en la mano derecha del que está sentado en el trono un libro escrito por las dos caras, sellado con siete sellos, y un ángel poderoso que exclamaba con voz potente:
¿Quén es digno de abrir el libro y de romper los sellos?
Y uno de los ancianos me dijo: Deja de llorar, que ha vencido el león de la tribu de Judá, el vástago de David; Él abrir� el libro y sus siete sellos.
R/. Delante de Dios, aleluya, aleluya, aleluya.

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Oratio Admonitionis / Monición sacerdotal
Hic est dies quem fecit Dóminus: exultemus et læt�mur in eo.
Hic est dies quem ténebr� comprehéndere nequiv�runt.
Hic est dies quem �lia non præc�ssit, nec nox ulla concl�dit. Hic est dies in quo qui ámbulat non off�ndit.
Hic est dies quem nulla umquam del�vit obl�vio, nec sæculórum vet�stas obd�cit.
Qui cum máneat semper in Patre, nobis tamen hódie rádiens ab �nferis immort�li ref�lsit ex lúmine.

Ipsum ígitur posside�mus in mente, exalt�mus in voce, adorémus in spíritu, glorificámus et port�mus in córpore; intent�que prece rogámus, ne nos secónd� patiátur mortis int�ritu comprehéndi, quos er�ptos a prim� mortis império, per crucis et carnis suæ passión.m r�ddidit libert�ti.
R/. Amen.

Este es el día que hizo el Señor. «Gocémonos y alegrémonos en él!
Este es el día al que las tinieblas no pudieron apresar.
Este es el día al que no precedió otro alguno y ningún ocaso clausur�.
Este es el día en el que no tropieza quien camina.
Este es el día que ni el olvido pudo eclipsar ni el paso de los siglos arrinconar.
El cual, permaneciendo siempre en el Padre, pero retornando hoy a nosotros desde el abismo, resplandeció con luz inmortal.

Así pues, guard�mosle en el corazón, exalt�mosle con la palabra, ador�mosle en el espíritu y glorifiqu�mosle en el cuerpo. Pidamos también con oración ferviente que no permita nos veamos encadenados en la perdición de la muerte segunda los que, rescatados de la tiranía de la primera muerte, nos devolvió Él a la libertad, en virtud de la pasión de su cruz y su carne.
R/. Amén.

Cum quo ipsi est una et co�qu�lis ess�ntia.
Deus in sæcula sæculórum
.
R/. Amen.
Con el cual vive en una sola e igual esencia.
Dios, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Alia / Oración entre los Dípticos
Res�scita nos, Dómine a concupiscenti�rum nostrærum sepúlcris, qui dev�cto diábolo resurrex�sti triumph�tor a mórtuis.
Non in nobis pati�ris perúre bonárum tuærum not�tiam, quam dedísti qui in salúte p�rditos excit�sti.
Const�tue inter nos et inconvert�bilem diábolum �dium perféctum, non quo nobis noc�re te propitiónee præv�leat, sed quo agnitióne tuæ veritátis illumin�tos supplant�re ult�rius non præv�leat.
E�mque ita malírum eius cresc�nte fast�gio relinqu�mus, ne umquam ad v�mitum nostrærum s�rdium rede�mus.
Ill�que virtátis tuæ vig�re exp�lso, inerradicébilem móntibus nostris dilectiónis tuæ infúnde dulcédinem, donec ad satiet�tem plenitúdinis veni�mus beátæ.

R/.
Amen.
Resuc�tanos, Señor, de los sepulcros de nuestra concupiscencia tú que, vencido el diablo, resucitaste victorioso de entre los muertos.
No permitas se malogre en nosotros la manifestación de tus bondades, la que tú hiciste a los que, estando perdidos, los condujiste a la salvación.
Instaura entre nosotros y el inconvertible demonio un odio perfecto, no tal que, permitiéndolo tú pueda vencer dañándonos, sino tal que en adelante no pueda derrotar a los iluminados con el conocimiento de tu verdad.
Y que le abandonemos a Él, aumentando el cúmulo de sus males, de forma que jamás retornemos al vómito de nuestras inmundicias.
Así, expulsado aquíl por el vigor de tu poder, infunde en nuestras almas la indeleble dulzura de tu amor hasta que vengamos a saciarnos de la plenitud bienaventurada.
R/. Amén.
Per misericórdiam tuam, Deus noster, in cuius conspécti sanctórum Apostolórum et Mártyrum, Confessórum atque Vírginum nómina recitántur.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, en cuya presencia recitamos los nombres de los santos Apóstoles y Mártires, Confesores y Vírgenes.
R/. Amén.

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Post Nomina / Oración después de los Dípticos
F�cito nos, omnípotens Deus, ut carnéli dev�cta concupiscéntia, ver�citer glori�mur in cruce tua.
Per illam et viv�ntium probra et defunctórum abdicántur ex�tia; per eam acceptántur oblatiónis fidélium; per eam conf�sa ad Christum r�deat infidélitas perfid�rum.
Quo nos, qui te resurrexísse fidéliter crédimus, ita ex nostris tibi �ctibus place�mus, ut per hoc sacrifícium, plac�bilem te nobis osténdas, et viv�ntibus pacem et sep�ltis opt�tam c�nferas mansión.m.

R/. Amen.
Haz, Dios todopoderoso, que vencida la concupiscencia de la carne, nos gloriemos de la verdad en tu cruz..
Que por ella se aparten las ignominias de los vivos y las penas de los difuntos.
Por ella te resulten aceptables las ofrendas de tus fieles, por ella vuelvan los confundidos a Cristo, que de Él se apartaron.
Y nosotros, que creemos fielmente en tu resurrección, así te agrademos en nuestras obras, que por este sacrificio te muestres aplacado con nosotros, y des a los vivos paz y a los que ya fueron sepultados la mansión deseada.
R/. Amén.
Quia tu es vita vivórum, sánitas infirmórum ac r�quies ómnium fidélium defunctórum in ætérna sæcula sæculórum.
R/. Amen.
Porque tú eres la vida de los que viven, la salud de los enfermos, y el descanso de todos los fieles difuntos, por todos los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Ad Pacem / Oración de la Paz
Super corpus ben�voli redempt�ris spiritúles áquilæ volit�ntes, et resurg�ntis Dómini claritátem radión.e fídei obt�tu cern�ntes, débitas tibi offérimus, Pater clementíssime, grátias; et ídeo deprec�mur, ut ad huius delect�bilis mensú cæléstes �pulas invitæti, dono pacis ætérnæ in hoc pascháli mere�mur convívio recre�ri.
R/. Amen.
Como águilas espirituales revolando sobre el cuerpo del benigno redentor y contemplando con la mirada de la fe radiante el resplandor del Señor que resucita, te damos, Padre clementísimo, las gracias que te son debidas; y rogamos que, invitados a los manjares celestes de esta deleitosa mesa, podamos ser recreados con el don de la paz eterna en este convite pascual.
R/. Amén.
Quia tu es vera pax nostra et cáritas indisrúpta, vivis tecum et regnas cum Spíritu Sancto, unus Deus, in sæcula sæculórum.
R/. Amen.
Porque tú eres nuestra paz verdadera, caridad indivisible; tú que vives contigo mismo y reinas con tu Hijo y el Espíritu Santo un solo Dios, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Illatio / Acción de gracias

Dignum et iustum est, vere præcl�rum atque sublíme est, nos confessión. péctoris, vocis árgano, oris offício, innumerab�lium tuærum, Deus, múnerum dona præf�rre, et amaritúdinem nostrærum f�ucium beáti el�quii sap�re cond�re.
Sed angústum est ad tam imménsa præc�nia pectus hóminis, et quo te quisque int�rius aspéxerit, maior semper accr�scis, quia semper novus, semper antíquus es.

Mis�sti in hunc mundum Fílium tuum lege nascéndi; qui pri�squam nascer�tur in étero virgináli, tecum ante sæcula cuncta formávit.
Vidérunt eum elemínta nasc�ntem, quæ cum disponeréntur, víderant ordin�ntem.
T�neram eius pópuli miróntur �t�tem, quorum patres antíquam iam tunc intellex�re virtútem.
Quod si grande est pulchr�mque mystérium res illa cum néscitur, quanto magis mir�culi est res illa cum méritur.
Capta enim mors est córporis fraude, et dum carne cont�ctum Deum non agn�vit int�rius latíntem, sub esca hamum fauce susc�pit, et in cruce clavis fixa cong�muit.
O quam præcl�ra, Dómine, aviditátem drac�nis antíqui arte lus�sti, ut dum ei osténder�s córporis pr�dam, ipse configer�tur in ligno.
Et sp�lians carne Verbum liber ad ínferos pergis, confract�sque port�rum claustris, vinctos laxas e vínculis, et inter mórtuos liber ténebras nova luce perf�ndis.

Non subiac�bat maiéstas tua, Dómine, huic necessitáti, ut ista pater�ris, sed nos erámus necéssitas tua.
Peri�rat enim, Dómine, vita nostra, nisi Fílii tui morte fuísset invénta.
Mis�sti super nostrærum críminum cautiónem, sánguinem Unigéniti Fílii tui, et del�sti eam iure victóris.
Vulnéribus eius san�sti vúlnera nostra, ut nos redímeres per Fílium tuum absque divinitátis ini�ria, ips�dque pr�tium hóminis idem Deus factum est.
Quid ergo faci�mus nunc tam magno tal�que redímpti pr�tio?
quæ nostra ópera compens�bit hoc pr�tium?
Quíliter servi�mus tali Dómino, a quo nobis est prom�ssa lib�rtas, et offértur heréditas?
Operúre in nobis, Dómine, quod tibi pl�ceat, ut te possidére poss�mus, ipse nos p�sside.

Non discédemus a te, vivific�bis nos, et nomen tuum invocábimus: nomen illud est super omne nomen, quod coll�udant ángeli et Archángeli ita dicéntes:

Es digno y justo, es realmente glorioso y excelso que nosotros, mediante la confesión del corazón, el instrumento de la voz y el servicio de los labios, hagamos presente el don de tus innumerables beneficios, oh Dios, y con el dulzor de la santa doctrina endulcemos la amargura de nuestras gargantas.
Pero resulta mezquino para tan gran pregón el pecho del hombre; pues tú, a fin de que alguno te contemple interiormente te engrandeces siempre, ya que eres siempre nuevo y siempre antiguo.

Enviaste a este mundo a tu Hijo, según la ley del nacimiento; el cual antes de ser concebido en el seno virginal, había creado contigo todas las cosas previamente al tiempo.
Le vieron naciendo los elementos que le vieran ordenando cuando fueron organizados.
Admiran su tierna edad los pueblos, cuyos antepasados ya entonces habían comprendido su antiguo poder.
Ahora bien, si es grande y hermoso misterio el hecho de nacer, cuanto más maravilloso es el hecho de morir.
Pues fue cazada la muerte con el engaño del cuerpo, y al no reconocer a Dios en la carne escondido dentro, picú el anzuelo por la boca con el cebo y gimi� cosida con clavos la cruz.
«Oh con qué pasmoso artificio burlaste, Señor, la avidez del antiguo dragón, de modo que, mientras le mostrabas la presa corporal, quedará Él mismo clavado en el leño!.
Y, despojado de la carne, como Verbo libre, te diriges a los infiernos y, rotos los cerrojos de las puertas, sueltas de sus cepos a los prisioneros e inundas las tinieblas con la nueva luz, libre ya entre los muertos.

No estaba, Señor, tu majestad sujeta a la necesidad de padecer tales cosas, sino éramos nosotros mismos la necesidad.
Pues se hubiera perdido, Señor, nuestra vida de no haber sido hallada por la muerte de tu Hijo.
Enviaste sobre la hipoteca de nuestros pecados la sangre de tu Hijo unigénito y la cancelaste con autoridad de triunfados.
Con sus llagas sanaste muestras heridas para redimirnos por medio de tu Hijo sin menoscabo de su divinidad. Que �hasta el mismo Dios se hizo precio de hombre!
¿qué haremos, por tanto, ahora rescatados por tal y tan grande precio?
¿qué obra nuestra compensar� ese valor?
�Y cómo serviremos a un tal Señor, por el cual nos ha sido prometida la libertad y ofrecida la herencia?
Obra en nosotros, Señor, lo que a ti te plazca, y para poder poseerte posóenos tú mismo.

No nos apartamos de ti: tú nos vivificar�. e invocaremos tu nombre. Ese nombre que está sobre todo nombre, al que alaban los ángeles y Arcángeles diciendo así:

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Post Sanctus / Oración después del Sanctus
Vere sanctus, vere benedíctus, Dóminus noster Iesus Christus Fílius tuus: qui solus verbo virtátis cuncta m�derans, et ómnia crucis destána portans, vectes férreos comm�nuit, portar�.que �re�rum claustra perfr�git, t�rtari prof�nda descéndit, sedántibus in umbra mortis ignát� lucis claritáte respl�nduit, et sol iustítiæ de túmulo córpore suscitáto proc�dens, rádiis suis ténebras nostras mirabíliter illustr�vit.

Christus Dóminus ac redémptor ætérnus.

Verdaderamente santo, verdaderamente bendito es nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, quien solo Él, ordenando todas las cosas con su palabra poderosa, y aguantóndolo todo en el soporte de la cruz, quebrant� los cerrojos de hierro, hizo saltar las cerraduras de las puertas de bronce, descendió a lo profundo del t�rtaro, ilumin� a los que estaban sentados entre las sombras de las muerte, con la claridad de una luz desconocida, y surgiendo del sepulcro como sol de justicias, con su cuerpo resucitado, ilumin� maravillosamente con sus rayos nuestras tinieblas.

Cristo Señor y redentor eterno.

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Post Pridie / Invocación
Confit�mur, Dómine, confit�mur et crédimus pro nostro sc�lere te corporíliter mortis subísse supplícium, et pro ómnium salúte prostr�to mortis int�ritu triumph�ntibus ángelis cæléstem Patris, ex qua véneras, ad mansión.m revérsum.
Propter quod te, Deus omnípotens, rogámus et p�timus, ut obláta in conspéctu tuo nostræ servitætis lib�mina, ipse tibi acceptab�lia f�cias, et accépta discurr�nte sancto ángelo tuo nobis sanctificáta distr�buas; ut dum corda nostra Córporis et Sánguinis Fílii tui Dómini nostri commixtióne puréficas, petitiónis nostras in odórem suavitætis accípias.

R/.
Amen.
Confesamos, Señor, confesamos y creemos, que por nuestras culpas has sufrido en tu cuerpo, el suplicio de la muerte, y que por la salvación de todos, doblegado el dominio de la muerte, acompañándote los ángeles en tu triunfo, has vuelto a la celeste mansión del Padre, desde la que habías venido.
Por eso te rogamos, Dios todopoderoso, y te pedimos que los homenajes de nuestra servidumbre ofrecidos ante tu presencia, tú mismo los hagas aceptables para ti y una vez aceptados, por ministerio de tu santo ángel, nos los distribuyas, ya santificados, para que, mientras purificas nuestros corazones por la conmixión del cuerpo y la sangre de tu Hijo, nuestro Señor, aceptes nuestras peticiones como perfume agradable.
R/. Amén.
Te præstánte, sancte Dómine, quia tu hæc ómnia nobis indígnis servis tuis valde bona creas, sanctíficas, vivíficas ac præstas nobis, ut sint benedícta a te Deo nostro in sæcula sæculórum.
R/.
Amen.
Concédelo, Señor santo, pues creas todas estas cosas para nosotros, indignos siervos tuyos, y las haces tan buenas, las santificas, las llenas de vida, las bendices y nos las das, así bendecidas por ti, Dios nuestro por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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Ad Orationem Dominicam / Introducción al Padre nuestro
In�stim�bilem tuæ magnificéntiæ bonitátem in huius resurrectiónis Fílii tui sollemnitáte cum veneratióne dep�scimus, Dómine, sancte Pater ætérne omnípotens Deus: cuius bonitatátis im�go est Christus, per quem nobis tale munus condon�re dignátus es,ut nos eius passión. ac resurrectióne ex servis fílios adopt�re.

Per ipsum te, Dómine, súpplices exorémus, ut nos ab omni infestatióne adversárii tutos atque def�nsos custódias ut nunquam tuum contrist�mus Spíritum Sanctum, sed ipsum semper habeámus advoc´tum.
Ut offíciis misericórdiæ et humilitátis insist�ntes, div�tias cæléstes ab eo in futáro perc�pere mere�mur, proclamántes:

Señor Padre santo, eterno y omnipotente Dios, en esta solemnidad de la resurrección de tu Hijo suplicamos con reverencia la inestimable bondad de tu magnificencia: de cuya bondad es imagen Cristo, por quien te dignaste concedernos una gracia tal que, en virtud de su pasión y resurrección, nos hicieras de siervos hijos adoptivos.

Por Él mismo te rogamos suplicantes, oh Señor, que nos guardes seguros y a salvo de toda acometida del enemigo, para que nunca contristemos a tu Espíritu Santo, sino le tengamos siempre como abogado. De modo que perseverando en los deberes de la misericordia y la caridad, merezcamos alcanzar de Él las celestes riquezas en el futuro, proclamando:

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Benedictio / Bendición
Christus Dóminus, qui vos redímit sánguine crucis suæ mort�ficet in vobis concupiscéntias carnis vestr�.
R/. Amen.
Cristo el Señor, que os ha redimido por la sangre de su cruz, mortifique en vosotros las concupiscencias de vuestra carne.
R/. Amén.
Et qui m�riens triumph�vit ex �nferis, victóres vos eff�ciat críminis.
R/. Amen.
El que muriendo triunf� de los infiernos, os haga vencedores del pecado.
R/. Amén.
Quo sicut ille gloriósam resírgens assúmpti hóminis carnem report�vit in cœlo, ita vos in die resurrectiónis assistátis ante óculos eius glorióso absque ullo peccáto.
R/. Amen.
De manera que como Él al resucitar llevó consigo al cielo gloriosamente el cuerpo humano asumido, así vosotros, el día de la resurrección, os present�is gloriosos ante sus ojos, sin pecado alguno.
R/. Amén.
Per Dóminum nostrum Iesum Christum, qui in Trinitáte, unus Deus, vivit et regnat in sæcula sæculórum.
R/. Amen.
Por nuestro Señor Jesucristo, que en la Trinidad, un solo Dios, vive y reina por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Cantus ad Accedentes / Canto de Comunión
(Sicut in Hilaria Paschæ / Como en la Alegría de la Pascua)
Mt 28,2-10
Gaudíte pópuli et læt�mini.
ángelus sedit super lápidem Dómini, ipse vobis evangeliz�vit.
Christus surréxit a mórtuis Salvátor mundi et repl�vit ómnia suavitæte.
Gaudéte pópuli et læt�mini.

V/. Et acc�dens rev�lvit lápidem et sedébat super eum: erat autem aspéctus eius sicut fulgur et vestiménta eius sicut nix.
R/. Christus surréxit a mórtuis et repl�vit ómnia suavitæte.

V/. N�lite timóre vos, scio enim Iesum qui crucif�xus est quæritis non est hic, surréxit enim sicut dixit.
R/. Christus surréxit a mórtuis et repl�vit ómnia suavitæte.

Alegraos, pueblos, saltad de gozo.
Un ángel del Señor se sent� encima de la piedra y trajo la buena nueva.
Ha resucitado de entre los muertos Cristo el Salvador del mundo y su olor ha inundado la tierra.
Alegraos, pueblos, saltad de gozo.

V/. Y acercándose corri� la piedra y se sentó encima: su aspecto era de relámpago y su vestido blanco como la nieve.
R/. Cristo ha resucitado de entre los muertos y su olor ha inundado la tierra.

V/. Vosotros no tem�is, ya sé que buscáis a Jesús el crucificado: No está aquí. Ha resucitado, como había dicho.
R/. Cristo ha resucitado de entre los muertos y su olor ha inundado la tierra.

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Completuria / Oración conclusiva
Expl�tis, Dómine, in hac sancta sollemnitáte nostræ servitætis offíciis, grátias tibi laudásque deférimus dono tuæ miseratiónis adi�ti.
Prec�ntes te, Deus, ut a peccátis nos �bluas et in tuis semper láudibus exsult�re conc�das.

R/. Amen.
Acabados, Señor, en esta sagrada solemnidad, los oficios de nuestra servidumbre, te damos gracias y te alabamos, fortalecidos con los dones de tu misericordia.
Te suplicamos, Dios, que nos purifiques de nuestros pecados y nos concedas alegrarnos siempre en tus alabanzas.
R/. Amén.
Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui es benedíctus et ómnia regis per ómnia semper sæcula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, que eres bendito y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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1. Las partes variables de la misa que aquí se exponen (textos eucológicos, cantos y lecturas) junto al Ordinario (Liber Offerentium u Oferencio) permiten componer la misa completa. Los textos latinos son los oficiales y están tomados del Missale Hispano-Mozarabicum I (pp. 497-504) y del Liber Commicus I (pp. 361-363). Los textos bíblicos en español están tomados de La Santa Biblia, edición San Pablo. Traducción de post Sanctus por Adolfo Ivorra en El lenguaje del Misal Hispano-Mozárabe, Toletana 23 (2010), pp. 311-317; oratio admonitionis, alia, ad pacem, illatio y ad orationem Dominicam por Jaime Colomina Torner en La Fe de nuestros padres. Temas de fe y vida cristiana en la misa hispanomozárabe, Instituto de Estudios Visigótico Mozárabes, Toledo 2000, pp. 149, 140-141, 149-150, 103-104 y 90. Resto de oraciones de Ivorra, Adolfo, Misal Hispano-Mozárabe. Centre de Pastoral Litúrgica, Barcelona 2015, pp. 364-367.
(Se recuerda que hasta la fecha no existe misal oficial en español)
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