La Ermita. Rito hispano-mozárabe

TEXTOS LITÚRGICOS

RITO HISPANO-MOZÁRABE

Textos propios de la Misa de san Rom�n, mártir

 

Misa en Rito Hispano-Mozárabe


 

Prælegendum / Canto de entrada Sal 20,6.5
Gl�riam et magnum decórem imp�nes super eum, Allelúia; et dabis eum in benedictiónem, in sæculum sæculi, Allelúia, Allelúia. Lo has vestido de honor y majestad, aleluya, le concedes bendiciones incesantes, aleluya, aleluya.
V/. Vitam p�tiit a te, tribuísti ei longitúdinem diérum in ætérnum.
R/. In sæculum sæculi, Allelúia.
V/. Glória et honor Patri et Fílio et Spirítui Sancto in sécula sæculórum. Amen.
R/. In sæculum sæculi, Allelúia.
V/. Te pidió vida y se la has concedido, años que se prolongan sin término.
R/. Le concedes bendiciones incesantes, aleluya.
V/. Gloria y honor al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
R/. Le concedes bendiciones incesantes, aleluya.

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Oratio post Gloriam / Oración después del Gloria
Laus tua, Dómine in ecclésiis sanctórum p�rsonet, et fidélium péctora in te semper exsúltent.
Ut dum pro débito exsúltant, mérito sancti, l�tántur in gáudio fidéles pópuli.
Quique vero laudem in tuo honóre depr�mimus, cum sanctis tuis prom�ssa gáudia impetr�mus.

R/. Amen.

Que tu alabanza, Señor, resuene en la asamblea de los santos, y los corazones de los fieles exulten siempre en ti, de forma que, mientras los santos se regocijan por sus propios méritos, el pueblo fiel participe de su gozo, y los que cantamos alabanzas en tu honor, podamos alcanzar con tus santos los gozos que nos tienes prometidos.
R/. Amén.

Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui es benedíctus et vivis et ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.

Por tu misericordia, Dios nuestro, que eres bendito y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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LITURGIA VERBI / LITURGIA DE LA PALABRA

Prophetia / Profecía Is 61,6-9
Léctio libri Isaíæ prophétæ.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del profeta Isaías.
R/. Demos gracias a Dios.

Hæc dicit Dóminus:

Vos autem Sacerdótes Dómini vocab�mini,
Minístri Dei nostri dic�tur vobis;
fortitúdinem géntium comed�tis
et in glória e�rum superbi�tis.
Pro confusióne e�rum d�plici
et ignom�nia laud�bunt partem suam;
propt�rea in terra sua dupl�cia possidébunt,
lætítia sempitérna erit eis.

Quia ego Dóminus déligens iudícium,
�dio habens rapénam et iniquitátem;
et dabo opus e�rum in veritáte
et f�dus perpétuum fériam eis.

Et sci�tur in géntibus semen e�rum,
et germen e�rum in médio populórum;
omnes, qui víderint eos, cogn�scent illos,
quia isti sunt semen, cui benedíxit Dóminus.

R/. Amen.

Esto dice el Señor:

Vosotros os llamar�is «Sacerdotes del Señor»,
dirán de vosotros: «Ministros de nuestro Dios».
Comer�is la opulencia de los pueblos,
y tomar�is posesión de sus riquezas.
A cambio de vuestra vergéenza y sonrojo,
obtendr�n una porción doble;
poseerán el doble en su país,
y gozarán de alegría perpetua.

Porque yo, el Señor, amo la justicia,
detesto la rapiía y el crimen;
les dar� su salario fielmente
y har� con ellos un pacto perpetuo.

Su estirpe ser� célebre entre las naciones,
y sus vástagos entre los pueblos.
Los que los vean reconocerán
que son la estirpe que bendijo el Señor.

R/. Amén.

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Psallendum / Salmo de meditación Sal 65,12.10-11
Trans�vimus per ignem et aquam, et indux�sti nos in refrig�rium. Pasamos por fuego y por agua, pero nos has dado respiro.
V/. Prob�sti nos Deus sicut probátur arg�ntum, posuísti tribulatiónes in dorso nostro.
R/. Et indux�sti nos in refrig�rium.
V/. Oh Dios, nos pusiste a prueba como se refina la plata; nos echaste a cuestas un buen fardo.
R/. Pero nos has dado respiro.

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Apostolus / Apóstol 2Cor 1,2-7
Epístol� Pauli apóstoli ad Coránthios secónda.
R/.
Deo grátias.
De la segunda carta del apóstol Pablo a los corintios.
R/.
Demos gracias a Dios.
Fratres:

Gr�tia vobis et pax a Deo Patre nostro et Dómino Iesu Christo.

Benedíctus Deus et Pater Dómini nostri Iesu Christi, Pater misericordiárum et Deus totíus consolatiónis, qui consol�tur nos in omni tribulatióne nostra, ut poss�mus et ipsi consol�ri eos, qui in omni press�ra sunt, per exhortatiónem, qua exhort�mur et ipsi a Deo.

Quóniam, sicut ab�ndant passiónes Christi in nobis, ita per Christum ab�ndat et consol�tio nostra. Sive autem tribul�mur, pro vestra exhortatióne et salúte; sive exhort�mur, pro vestra exhortatióne, quæ oper�tur in toler�ntia earándem passiónum, quas et nos p�timur. Et spes nostra firma pro vobis, sci�ntes quóniam, sicut s�cii passiónum estis, sic �ritis et consolatiónis.

R/. Amen.

Hermanos:

Gracia a vosotros y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

«Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de las misericordias y Dios de todo consuelo, que nos consuela en cualquier tribulación nuestra hasta el punto de poder consolar nosotros a los demás en cualquier lucha, mediante el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios!

Porque lo mismo que abundan en nosotros los sufrimientos de Cristo, abunda también nuestro consuelo gracias a Cristo. De hecho, si pasamos tribulaciones, es para vuestro consuelo y salvación; si somos consolados, es para vuestro consuelo, que os da la capacidad de aguantar los mismos sufrimientos que padecemos nosotros. Nuestra esperanza respecto de vosotros es firme, pues sabemos que si compart�s los sufrimientos, también compartir�is el consuelo.

R/. Amén.

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Evangelium / Evangelio Lc 6,20-23; 22,28-30
Léctio sancti Evangélii secóndum Lucam.
R/. Glória tibi, Dómine.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas.
R/. Gloria a ti, Señor.
In illo témpore:

Iesus, elev�tis óculis suis in discípulos suos, dicébat:
«Beáti páuperes, quia vestrum est regnum Dei.
Beáti, qui nunc es�ritis, quia saturab�mini.
Beáti, qui nunc fletis, quia rid�bitis.
Beáti �ritis, cum vos �derint hómines et cum separáverint vos et exprobr�verint et ei�cerint nomen vestrum tamquam malum propter Fílium hóminis. Gaudéte in illa die et exsult�te, ecce enim merces vestra multa in cœlo; secóndum hæc enim faci�bant prophétis patres e�rum.

Vos autem estis, qui permans�stis mecum in tentatiónibus meis; et ego disp�no vobis, sicut dispósuit mihi Pater meus regnum, ut ed�tis et bibítis super mensam meam in regno meo et sede�tis super thronos iudicéntes du�decim tribus Ísrael�.

R/. Amen.

En aquel tiempo:

Jesús, levantando los ojos hacia sus discípulos, les decía: «Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.
Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque quedar�is saciados.
Bienaventurados los que ahora llor�is, porque reir�is.
Bienaventurados vosotros cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa ser� grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas.

Vosotros sois los que habéis perseverado conmigo en mis pruebas, y yo preparo para vosotros el reino como me lo prepará mi Padre a mí, de forma que com�is y bebéis a mi mesa en mi reino, y os sent�is en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel».

R/. Amén.

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Laudes Sal 115,15
Allelúia. Aleluya.
V/. Pretiósa in conspéctu Dómini mors sanctórum eius
R/. Allelúia.
V/. Mucho le cuesta al Señor la muerte de sus fieles.
R/. Aleluya.

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Sacrificium / Canto del Ofertorio Dan 7,27; 12,1.3-4 (2)
Regnum et pot�stas et magnitúdo regni débitur pópulo sanctórum, Allelúia. El reino y el poder y la grandeza del reino, para el pueblo de los santos, aleluya.
V/. Cons�rget M�chael, princeps magnus, et salv�bitur omnis qui invéntus fúerit in libro scriptus. Et qui ad iustítiam er�diunt multos, fulg�bunt in perpétua éternitáte. Pertrans�bunt plúrimi, et múltiplex erit sci�ntia.
R/.
D�bitur pópulo sanctórum, Allelúia.
V/. Se levantar� Miguel, el gran príncipe, y se salvará todo el que est� inscrito en el libro. Los que enseñaron a muchos la justicia, brillarán por toda la eternidad. Muchos lo repasarán y aumentarán su saber.
R/. Para el pueblo de los santos, aleluya.

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Oratio Admonitionis / Monici�n sacerdotal

nnua celebritátis rec�rsio hunc diem nobis, fratres caríssimi, repræséntat, et l�crimis sacr�ndum et hóstiis libándum.
In quo olim beatíssimus martyr Rom�nus, et mir�culis cl�ruit et supplíciis triumph�vit.

Ipse quippe fores domus Dei f�rtiter �bserans, ad victr�cia martárii bella incit�vit fidélium populórum catérvas.
Quo, et fide Dómini viríliter perman�rent et inimícum fídei limen domus Dei �ngredi non s�nerent.
Unde in honórem tanti mártyris summi redempt�ris cleméntiam flagit�mus, et pia ei vota reddámus.

Nam idem qui dedit in mártyre Rom�no repugn�ndi fidúciam, quo non perm�tteret hostem Dómini intr�re in aulam, dabit in nobis Spíritus Sancti virtútem inv�ctam, quo, et adversárium nostræ ánimæ super�mus, et eum in nostri cordis hosp�tio intro�re mínime permitt�mus.
R/. Amen.

El retorno anual de los días, nos trae, hermanos queridos, esta festividad para que la veneremos con lágrimas y la celebremos con ofrendas.
Pues en ese día, aunque en otro tiempo, el santo mártir Rom�n brill� por sus milagros y triunf� por su martirio.

Él, cerrando con fortaleza las puertas del templo, movió a los grupos del pueblo de Dios, a la lucha vencedora del martirio.
De forma que ellos permanecieran virilmente en la fe del Señor y no dejaran que el enemigo de la fe penetrara los umbrales de la casa de Dios.
Por lo que en honor de tan gran mártir, debemos solicitar la clemencia del sumo Redentor, ofrecióndole nuestros piadosos deseos.

Y así, el que otorgó a san Rom�n la confianza para oponerse a que el enemigo de Dios penetrara en el templo, nos dar� a nosotros la fuerza invicta del Espíritu Santo, para que superemos al adversario de nuestra alma, y de ninguna manera le admitamos en nuestro corazón.
R/. Amén.

Per grátiam pietátis tu�, Deus noster, qui vivis et regnas in sécula sæculórum.
R/.
Amen.
Por la gracia de tu amor, Dios nuestro, que vives y reinas, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Alia / Oración entre los Dípticos

Deus, qui beatíssimi mártyris tui Rom�ni précibus ita affuísti, ut parátum ad supplícium suum ignem sic cæléstium ext�ngueres pluviærum ex g�rgite, ne locus flamm� ullo modo vider�tur accéns�; tu in nos, eo apud te suffrag�nte, petul�ntiæ divínis fl�tibus incent�va ext�ngue, ut semper nos ita stillent guttæ tui amóris, quo mere�mur fructum capáre ætérn� felicitátis.
R/. Amen.

Dios, que respondiste a las súplicas de tu santo mártir Rom�n, que apagando el fuego preparado para el suplicio con un fuerte aguacero, que no dej� rastro de la hoguera, apaga en nosotros, por su intercesión, con tu soplo divino, los contactos del fuego de la petulancia, para que estemos siempre regados por el goteo de tu amor, y merezcamos cosechar los frutos de la felicidad eterna.
R/. Amén.
Per misericórdiam tuam, Deus noster, in cuius conspéctu sanctórum Apostolórum et Mártyrum, Confessórum atque Vírginum nómina recitántur.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, en cuya presencia recitamos los nombres de los santos Apóstoles y Mártires, Confesores y Vírgenes.
R/. Amén.

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Post Nomina / Oración después de los Dípticos
Rex noster et Dómine, qui ex ore Theod�li inf�ntuli mártyris tui fecísti in laudem, dum linguam eius concess�sti dis�rtam per donum gr�tiæ, qui adhuc plene fari non péterat per �t�tem; da in ore nostro et sapiéntiæ cánticum, et petitiónis efféctum.
Ut qui in hoc die mártyris tui Rom�ni has tibi hóstias immol�mus, tam viv�ntibus quam defúnctis indulgéntiam críminum impetr�mus.

R/. Amen.
Señor y Rey nuestro, que quisiste sacar las alabanzas de tu mártir de la boca del niño Te�dulo, poniendo en su lengua, por el don de tu gracia, la facultad de hablar, que todavía no le correspondía por su edad, pon en nuestra boca el cántico de la sabiduría y la posibilidad de la plegaria; para que quienes en este día de tu mártir Rom�n te ofrecemos estas hostias, obtengamos el perdón de nuestros pecados, para vivos y difuntos.
R/. Amén.
Quia tu es vita vivórum, sánitas infirmórum ac r�quies ómnium fidélium defunctórum in ætérna sécula sæculórum.
R/. Amen.
Porque tú eres la vida de los que viven, la salud de los enfermos, y el descanso de todos los fieles difuntos, por todos los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Ad Pacem / Oración de la Paz

Fac nos, ætérn� Deus, ea pace tibi coni�ngi, qua sanctus Rom�nus martyr tuus accénsus, hostem fores ecclésiæ tuæ mínime intr�re perm�ssit.
Ut sicut ille per eam ev�cit tempor�le supplícium, ita quoque nos, ea in nobis permanánte, et mundi ill�cebras respu�mus et dev�cto hoste ætérna gáudia præstol�mur.

R/. Amen.

Haz, Dios eterno, que estemos unidos a ti por aquella paz, que animaba a Rom�n tu mártir, para impedir la entrada el enemigo en la iglesia.
De forma que, como Él, por esa paz, super� el suplicio temporal, también nosotros, permaneciendo en ella, despreciemos los atractivos del mundo, y después de vencer al enemigo, lleguemos a los gozos eternos.
R/. Amén.
Quia tu es vera pax nostra et cáritas indisrúpta, vivis tecum et regnas cum Spíritu Sancto, unus Deus, in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Porque tú eres nuestra paz verdadera y caridad indivisible; tú que vives contigo mismo y reinas con tu Hijo y el Espíritu Santo un solo Dios, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Illatio / Acción de gracias

Dignum et iustum est nos tibi grátias ágere, Dómine, sancte Pater ætérnæ omnípotens Deus, per Iesum Christum Fílium tuum Dóminum nostrum.
Qui est admir�bilis in sanctis suis, et gloriósus, fidélis in verbis suis.
Pr�d�xit quippe ille hos posse linguis �loqui novis, qui signáti in eum credidíssent stígmate crucis.

Quo cæléstium dono verbárum claruísse vidémus étiam mártyrem hunc Rom�num, qui recéssis me�tibus linguæ novis adírsibus Dóminum m�ruit collaud�re.
Furor namque sacr�legi persecut�ris horr�ndus, volens in mártyrem Christi ext�nguere fidem, radícibus desec�vit loqu�cis eius �rganum l�nguæ, putans quod illíus non posset reman�re fides in corde, cuius Conféssio prol�ta non fuísset ex voce.
Sed non ab�git ab ore mártyris ad�rsum, qui a corde eius non p�tuit dir�mere ex parte pr�ditum verbum.
Ipse quippe verbárum dator loquebátur in mártyre, in quo vivunt ómnia per ratiónis conditiónem.

Namque el�ngui ori nunquam deest �rganum vocis, si tamen hábitet in eo cogn�tio veritátis.
Ille �tenim si pr�cipit, mut�ta natúr� lege, tota membra omn�sque humáni artus possunt reperc�ssos sonos form�re verbárum, qui fecit, ut sola in hómine lingua loqu�tur.

Unde Rom�nus hic martyr de amissióne linguæ non d�luit, cum in se Dóminum loqu�ntem audávit, sed pr�tinus médico desecónte linguam ab intus pr�tulit, et in sacrifício eam Dómino lit�ndam, off�rre curívit; ut hæc, quæ erat præn�ntia s�nsuum, exp�rtrix secretórum, et totíus córporis benefícium, prima Deo in laudis hóstia offerr�tur, et sic r�liqua subiécta membra córporis sequerántur.

Pro�nde te, sancte Pater, exp�scimus, ut ipse per os nostrum semper loquéris, et corda nostra r�pleas spiritúlibus documéntis; ut quidquid nunc coram te in confessióne peccatórum nostrórum dep�scimus, tu accípias, et dona futár� gr�tiæ, quæ sper�mus imp�rtias.
Crea quoque in nobis cor rectum, spíritum novum nov�que laudatiónis præc�nium; ut tam corde quam voce te cum ómnibus sanctis collaud�mus, atque ita dic�mus:

Es digno y justo que te demos gracias, Señor, Padre santo, Dios omnipotente y eterno, por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor, que es admirable y glorioso en sus santos y fiel en sus palabras.
Él había dicho que podrían hablar en lenguas nuevas los que creyeran en Él, señalados con el sello de la cruz.

Y vemos cómo este mártir Rom�n, quedó glorificado por ese don de palabras celestiales, cuando, habiéndole cortado la lengua, pudo alabar al Señor por nuevos conductos de voz.
Pues el furor horrendo del sacrílego perseguidor, queriendo extinguir la fe en el mártir de Cristo, arrancó de raíz el árgano de su lengua, estimando que no podría mantener la fe en el corazón, si no podía manifestarla confesándola con la boca; pero no arrancó de la boca del mártir el canal que desde su corazón le permitía articular las palabras que en Él se formaban.
Pues hablaba en el mártir el mismo donador de las palabras, que de Él proceden formuladas por la razón, ya que nunca puede faltarle árgano de la voz a la boca sin lengua, mientras haya en el sujeto conocimiento de la verdad.

Porque lo mismo puede hacer, cambiando las leyes de la naturaleza, que todos los miembros y todas las articulaciones del cuerpo, puedan formar, por cierta repercusión, sonidos de palabras, el que hizo que de ordinario solo la lengua hable en su nombre.

Por eso Rom�n no se dolió de la pérdida de su lengua, sabiendo que Dios hablaba en Él, sino que enseguida sacó la lengua todo lo que pudo para que el médico la cortara, ofrecióndole en sacrificio al Señor, de forma que la que era manifestación de los sentimientos, cuidara de los secretos y beneficio de todo el cuerpo, fuera lo primero que se ofreciera a Dios en hostia de alabanza, y luego la siguieran los demás miembros del cuerpo.

Así pues, te rogamos, Padre santo, que tú mismo hables siempre por nosotros, y llenes nuestro corazón de documentos espirituales, para que lo que ahora pedimos ante ti, confesando nuestras debilidades, tú lo recibas y nos concedas los dones de la futura gloria que esperamos.
Crea en nosotros un corazón nuevo, un espíritu nuevo, proclamador de una nueva alabanza, para que lo mismo con el corazón que con la boca, te alabemos con todos los santos, y digamos así:

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Post Sanctus / Oración después del Sanctus

Vere sanctus, vere in�stim�biliter gloriósus Dóminus noster Iesus Christus Fílius tuus.
Ob cuius fidem fortíssimam athl�ta tuus Rom�nus ánimam pósuit, et pu�rulus Theod�lus fur�nti gládio lact�ntis inf�ntiæ collum subi�cit.
Pro quo, Deus Pater, soli tibi debótur honor virtátis, et ætérn� glória potestátis, quem, et el�nguis Rom�nus voce conc�lebrat, et inf�ntulus Theod�lus ador�ndum piis documentis ins�nuat.

Per Christum Dóminum ac Redemptórem nostrum.

Verdaderamente es santo, verdadera e inestimablemente glorioso, nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Por cuya fe dio la vida Rom�n, tu fuerte luchador, y el pequeño Te�dulo, en periodo de lactancia, sometió su cuello a la espada furiosa.
Por lo cual, Dios Padre, sólo a ti se te debe el honor de la virtud y la gloria del poder eterno, a quien Rom�n, sin lengua, aclama con su voz, y el ni�ito Te�dulo declara adorable con piadosos argumentos.

Por Cristo, Señor y Redentor eterno

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Post Pridie / Invocación
Christe, redémptor nostr� mortalitátis, qui, cæléstibus aquis em�ssis Rom�num tuum olim liberásti a flammis: imm�tte nunc super hoc sacrifícium imbres tuæ benedictiónis, ut qui ex eo lib�verint, et peccátis c�reant et virtútum spiritu�lium c�piam adip�scant.
R/.
Amen.
Cristo, redentor de nuestra mortalidad, que, enviando tus aguas desde el cielo, libraste de las llamas a San Rom�n, manda ahora sobre este sacrificio la lluvia de tu bendición, para que los que participen en Él est�n limpios de pecado y alcancen abundantes bienes espirituales.
R/. Amén.
Te præstánte, sancte Dómine, quia tu hæc ómnia nobis indígnis servis tuis valde bona creas, sanctíficas, vivíficas, benedícis ac præstas nobis, ut sint benedícta a te Deo nostro in sécula sæculórum.
R/.
Amen.
Concédelo, Señor santo, pues creas todas estas cosas para nosotros, indignos siervos tuyos, y las haces tan buenas, las santificas, las llenas de vida, las bendices y nos las das, así bendecidas por ti, Dios nuestro por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Ad Orationem Dominicam / Introducción al Padre nuestro

M�mores, dilectíssimi fratres, Rom�ni beatíssimi intérritam fidem et inconcíss� spei soliditátem, qua se præd�xit parátum sibi incóndium nullis modis esse vis�rum, cor nostrum armis spiritúlibus perarm�mus, et ea quæ a Deo postulav�rimus, posse nos promer�ri cred�mus.

Nam idem qui tunc próprius �ffuit sui mártyris voto, et erit procul d�bio nostr� confessiónis accéptor, ut qui illi tr�buit martárii palmam, non re�ciat nostram in honóre tanti mártyris obsequ�lam.
Extend�mus ergo cum palmis ad �thera vocem, et ea quæ nos ipse inst�tuit oráre proclam�mus e terris cum summa mentis intentióne:

Recordando, hermanos queridos, la intr�pida fe de San Rom�n y la firmeza de su irrebatible esperanza, por la cual afirm� que no había de sufrir en modo alguno la hoguera que le habían preparado; abroquelemos nuestro corazón con corazas espirituales, creyendo que podemos prometer aquellas cosas que hemos pedido a Dios.

Pues el mismo que entonces estuvo tan cercano al querer de su mártir, aceptar� nuestra confesión en honor de tan gran mártir.
Levantemos pues, nuestras palmas y nuestra voz al cielo, y proclamemos desde la tierra con verdadera y suma atención, las palabras que Él mismo prescribió para nuestra oración:

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Benedictio / Bendición

Redémptor noster ac Dóminus, qui el�nguem Rom�num fecit insígniter �loqui, ipse ora vestra f�ciat dignis virtútum prédicam�ntis att�lli.
R/.
Amen.

Nuestro redentor y Señor, que hizo hablar milagrosamente a Rom�n, sin lengua, haga que vuestras bocas pronuncien los más altos elogios de las virtudes.
R/. Amén.
Quique imbre cælésti ext�nxit incóndium amóris, ipse ardéntes in vos ext�nguat omnis appetátus carnis titillatiónes.
R/. Amen.
Y el que con la lluvia celestial de su amor apagó la hoguera, extinga en vosotros las ardientes llamas del apetito carnal.
R/. Amén.
Ut eo duce ill�si mere�mini ex�re de mundo, quo beatíssimus Rom�nus prom�ruit de consumm�to triumph�re martário.
R/. Amen.
Para que con su guía pod�is salir ilesos del mundo en el que San Rom�n mereció el triunfo por su martirio.
R/. Amén.
Qui ipsi est glória in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Porque Él es la gloria, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Completuria / Oración conclusiva
Dómine, Deus omnípotens, qui es vita et salus fidélium, quem ventúrum iúdicem crédimus verum, esto nobis propítius.
Et qui hanc oblatiónem pro nostra nostror�mque salúte, vel pro expiatióne nostrórum peccatórum, in honórem sancti mártyris tui Rom�ni tibi obt�limus, misericórdiæ tuæ opem in nos diff�ndi senti�mus.
Ut qui iam refécti sumus ad mensú tuæ convívium, dono tuo múneris, cónsequi mere�mur præmium sempitérnum.

R/. Amen.

Señor, Dios omnipotente, que eres vida y salvación de tus fieles, muéstrate propicio cuando vengas como juez, según esperamos.
Y al ofrecerte esta oblación por nuestra salvación y la de los nuestros, y en expiación de nuestros pecados, en honor de tu santo mártir Rom�n, sintamos cómo se derrama sobre nosotros la ayuda de tu misericordia.
De forma que los que hemos sido alimentados a la mesa de tu banquete, por el don de tu gracia merezcamos conseguir el premio sempiterno.
R/. Amén.

Per misericórdian tuam, Deus noster, qui es benedíctus et vivis et ómnia regis in sécula sæculórum.
R/.
Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, que eres bendito y todo lo gobiernas por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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1. Las partes variables de la misa que aquí se ofrecen (textos eucológicos, cantos y lecturas) junto al Ordinario (Liber Offerentium u Oferencio) permiten componer la misa completa. Los textos latinos son los oficiales y est�n tomados del Missale Hispano-Mozarabicum II (pp. 73-80) y del Liber Commicus II. (pp. 34-36). Los textos bíblicos en español est�n tomados de la Sagrada Biblia, versión oficial de la Conferencia Episcopal Española. BAC, Madrid 2011 y el resto de oraciones de la traducción inédita del Tomo II del Misal Hispano-Mozárabe realizada por el Rvdo. P. Balbino Gómez-Chacón y Díaz Alejo (✝2006) y facilitada por uno de sus colaboradores para su difusión en La Ermita en octubre de 2015.

(Se recuerda que hasta la fecha no existe misal oficial en español).

2. Dan 7,27; 12,1.3.4b. N. de La Ermita.

 

 

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