La Ermita. Rito hispano-mozárabe

TEXTOS LITÚRGICOS

RITO HISPANO-MOZÁRABE

Textos propios de la Misa de san Emiliano, abad

 

Misa en Rito Hispano-Mozárabe


 

Prælegendum / Canto de entrada Sal 74,10; 114,7
Ego in sécula gaud�bo, Allelúia, confit�bor, Allelúia, et psallam Deo, Allelúia, Allelúia. Yo siempre proclamar�, aleluya, su grandeza, aleluya, y tañer� para Dios, aleluya, aleluya.
V/. Conv�rtere, ánima mea, in r�quiem tuam, quia Dóminus benefícit mihi.
R/. Confit�bor, Allelúia, et psallam Deo, Allelúia, Allelúia.
V/. Glória et honor Patri et Fílio et Spirítui Sancto, in sécula sæculórum. Amen.
R/. Confit�bor, Allelúia, et psallam Deo, Allelúia, Allelúia.
V/. Alma mía, recobra tu calma, que el Señor fue bueno contigo.
R/. Su grandeza, aleluya, y tañer� para Dios, aleluya, aleluya.
V/. Gloria y honor al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
R/. Su grandeza, aleluya, y tañer� para Dios, aleluya, aleluya.

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Oratio post Gloriam / Oración después del Gloria
Confessóris tui beatíssimi �mili�ni �nnua recussióne, Dómine, memóriam sollémniter recol�ntes, supern� grátiæ aspersióne locupl�ta.
Ut qui nunc festa devóto pros�quimur ann�ssu, eius quoque pérpetim cleménti regántur et protegántur int�itu.

R/. Amen.
Colma, Señor, de tu gracia celestial a los que celebramos solemnemente la memoria anual de tu confesor san Millán de la Cogolla (2), de forma que los que ahora seguimos esta fiesta con ilusión devota seamos perpetuamente dirigidos y protegidos por su amorosa mirada de clemencia.
R/. Amén.
Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui es benedíctus et vivis et ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, que eres bendito y vives y todo lo gobiernas, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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LITURGIA VERBI / LITURGIA DE LA PALABRA

Prophetia / Profecía Eclo 51,1-4
Léctio libri Ecclesiástici.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del Eclesiástico.
R/. Demos gracias a Dios.

Oratio Iesu fílii Sirach.
«Confit�bor tibi, Dómine rex;
et collaud�bo te Deum salvatórem meum.
Confit�bor nómini tuo,
quóniam adi�tor et prot�ctor factus es mihi
et liberásti corpus meum a perditióne,
a l�queo linguæ in�qu�
et a l�biis oper�ntium mend�cium,
et in conspéctu insurg�ntium factus es mihi adi�tor.
Et liberásti me,
secóndum magnitúdinem misericórdiæ et nóminis tui�.

R/. Amen.

Oración de Jesús, hijo de Sira.
Te doy gracias, Señor y Rey,
te alabo, oh Dios mi salvador,
a tu nombre doy gracias.
Porque fuiste mi protector y mi auxilio,
y libraste mi cuerpo de la perdición,
del lazo de una lengua traicionera,
de los labios que urden mentiras;
frente a mis adversarios
fuiste mi auxilio y me liberaste,
por tu inmensa misericordia y por tu nombre».

R/. Amén.

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Psallendum / Salmo de meditación Sal 70,22.24
Confit�bor tibi, Dómine, in vasis psalm�rum veritátem tuam; psallam tibi in cíthara, Deus sancte Ísrael. Te alabaré, Señor, con el salterio, ponderando tu fidelidad, te cantaré con la cítara, Dios santo de Israel.
V/. Sed et lingua mea annunti�bit iustítiam tuam, tota die laudem tuam.
R/. Psallam tibi in cíthara, Deus sancte Ísrael.
V/. Mi lengua publicaré tu justicia, te alabaré durante todo el día.
R/.
Te cantaré con la cítara, Dios santo de Israel.

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Apostolus / Apóstol Rom 10,8-13 (3)
Epístol� Pauli apóstoli ad Rom�nos.
R/.
Deo grátias.
Epístola del apóstol san Pablo a los romanos.
R/.
Demos gracias a Dios.
Fratres:

Hoc est verbum fídei, quod prædic�mus. Quia si confite�ris in ore tuo: �Dóminum Iesum», et in corde tuo credéderis quod Deus illum excit�vit ex mórtuis, salvus eris. Corde enim créditur ad iustítiam, ore autem Conféssio fit in salútem. Dicit enim Script�ra: «Omnis, qui credit in illo, non confundétur�.

Non enim est dist�nctio Iudéi et Gr�ci, nam idem Dóminus ómnium, dives in omnes, qui �nvocant illum: Omnis enim, quic�mque invocáverit nomen Dómini, salvus erit.

R/. Amen.

Hermanos:

Esta es la palabra de la fe que anunciamos. Porque, si profesas con tus labios que Jesús es Señor, y crees con tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo. Pues con el corazón se cree para alcanzar la justicia, y con los labios se profesa para alcanzar la salvación. Pues dice la Escritura: Nadie que crea en Él quedar� confundido.

En efecto, no hay distinción entre judío y griego, porque uno mismo es el Señor de todos, generoso con todos los que lo invocan, pues todo el que invoque el nombre del Señor ser� salvo.

R/. Amén.

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Evangelium / Evangelio Mt 11,25-30
Léctio sancti Evangélii secóndum Matthéeum.
R/. Glória tibi, Dómine.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
R/. Gloria a ti, Señor.
In illo témpore:

Iesus dixit: «Conf�teor tibi, Pater, Dómine cœli et terræ, quia abscond�sti hæc a sapi�ntibus et prud�ntibus et revel�sti ea párvulis. Ita, Pater, quóniam sic fuit plácitum ante te.

Ómnia mihi trádita sunt a Patre meo; et nemo novit Fílium nisi Pater, neque Patrem quis novit nisi Fílius et cui vol�erit Fílius revel�re.

Veníte ad me, omnes, qui laborátis et oner�ti estis, et ego reféciam vos. T�llite iugum meum super vos et d�scite a me, quia mitis sum et h�milis corde, et inveni�tis r�quiem anim�bus vestris. Iugum enim meum suave, et onus meum leve est�.

R/. Amen.

En aquel tiempo:

Tom� la palabra Jesús y dijo: «Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a los pequeños. S�, Padre, así te ha parecido bien.

Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.

Venid a mí todos los que est�is cansados y agobiados, y yo os aliviar�. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrar�is descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».

R/. Amén.

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Laudes Sal 74,10
Allelúia. Aleluya.
V/. Ego in sécula gaud�bo, confit�bor Dómino et psallam Deo Iacob.
R/. Allelúia.
V/. Yo siempre proclamar� su grandeza, y tañer� para el Dios de Jacob.
R/. Aleluya.

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Sacrificium / Canto del Ofertorio Is 56,7
M�nera accépta erunt super altáre meum, et domus oratiónis meæ honor�bitur, Allelúia. Aceptar� sobre mi altar tus holocaustos y sacrificios, porque mi casa es casa de oración, aleluya.

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Oratio Admonitionis / Monici�n sacerdotal

Inter conspécua vir�rum f�rtium gesta, quos ob amórem Christi triumphális victóriæ pugna prov�xit ad palmam, non mánimam, caríssimi fratres, �mili�nus hic noster rec�nti témpore sortátus est glóriam.
Quem Deus nobis omnípotens, speciále pr�videns ad exémplum, senesc�nte iam sículo et rerum lab�ntium ruin�sis c�sibus nutab�ndo, et patrónum serv�vit et médicum.
Est �tenim patrónus ver�citer pr�valens, quo defend�mur oppr�si, et necess�rius m�dicus, quo, fav�nte Dómino san�mur �gr�ti.

Adhuc ergo, fidélium plebs, devóta mente conc�rrite, huic dol�ntis ánimæ lacrim�sa suspíria p�ndite; ob memóriam eius vota Deo débita r�ddite, ob méritum festa celebritátis excélite.
Obtin�bitis sine dubitatióne quod p�scitis, tantum promer�ndi f�d�ciam habeátis.
Valet enim apud Deum impetr�re quod p�titur, qui e�dem gubern�nte, calc�re p�tuit quod tim�tur.

Ille, inquam, ille hic noster �mili�nus est, qui in hac nostrórum témporum virtútum indígna paupert�te, ad instar apostólicæ potestátis car�smatum div�tiis abund�vit, martyri�mque quod tranquillitáte fídei d�fuit, carnis contritióne compl�vit.
Ita enimsui córporis cratem abstinéntiæ rig�re subi�git, excúbiis macer�vit, nuditáte dest�tuit, solitúdine trivit, calére térruit, alg�re restr�nxit, p�nar�mque divers�rum cruci�tibus tortor ultr�neus lacer�vit, ut quamvis persecútor atrocíssimus inmin�ret, pœnam inveníre vix posset, quam non in se prius spont�ne� pro Dómino iam subísset, anim�mque p�nere, si ita res ex�geret, preopt�ret; qui tot amóra pérpetim tormentórum inc�mmoda non timóret.
Ide�que apóstolis ac martáribus æquális rite dign�scitur, quia i�sdem toler�ndis supplíciis patrand�sque mir�culis non impar habétur.

Ob hoc ergo Trinitáti Dómino supplic�mus, ut sicut illi tant�rum bonárum largátus est grátiam, ita ei�sdem patroc�nio, nostris facin�ribus attr�buat véniam.
R/. Amen.

Entre los hechos destacados de los varones decididos, que por el amor de Cristo alcanzaron la palma de la victoria, por su lucha triunfal, este Emiliano nuestro, queridos hermanos, ha alcanzado en tiempos más cercanos una gloria no menor.
Dios omnipotente, preparando para nosotros un ejemplo especial, en los últimos años del siglo, entre las ruinas que amenazaban con sepultarnos, nos lo ha puesto como patrono y médico.
Es ciertamente un patrono que prevalece en la verdad, que nos defiende a los oprimidos, y médico necesario, que con el favor de Dios sana a los enfermos.

Así pues, pueblo fiel, acudid devotamente, manifestadle entre lágrimas los suspiros del alma doliente, cumplid vuestro votos ofrecidos a Dios en su memoria, celebrad para mérito vuestro la fiesta de su conmemoración.
Obtendr�is así, sin duda alguna, lo que pid�is, con tal de que tengáis esperanza de conseguirlo.
Porque puede impetrar ante Dios lo que se pide, el que, dejándose llevar por Él, pudo antes superar aquello que temía.

Este, dir�, es nuestro Millán, que en esta indigna pobreza de virtudes de nuestro tiempo, rebasó con la riqueza de los carismas, a la manera de los apóstoles, y consum» con la mortificación de la carne, el martirio que le falt� por falta de persecuciones a la fe.
Pues de tal manera sometió su cuerpo por el rigor de la abstinencia, lo macer� con las vigilias, lo despoj� con la desnudez, lo tritur� con su abandono, lo castigó con el calor, lo redujo por el frío, y lo llagó como el torturador a ultranza, con los tormentos de las más diversas penas, que aunque no hubieran sobrevenido otros perseguidores, apenas hubieran podido encontrar pena que Él no se hubiera aplicado espontáneamente por el Señor.
Y hubiera dado su vida, si las circunstancias lo hubieran exigido, el que no temi� sufrir constantemente los más duros tormentos.
Y por eso le reconocemos igual a los apóstoles y a los mártires, porque le reconocemos igual capacidad para tolerar los suplicios y obrar milagros.

Roguemos por ello al Señor, en la Trinidad, que como a Él le dio la gracia de tantos bienes, así por su patrocinio, conceda el perdón a nuestras malas obras.
R/. Amén.

Adiuv�nte misericórdia divinitátis suæ qui in Trinitáte, unus Deus, vivit et regnat in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por la misericordia de la divinidad del que es un sólo Dios en la Trinidad y vive y reina por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Alia / Oración entre los Dípticos

Deus, qui humáni géneris miserátus mis�riam, in consolatiónem nostri �perum tu�rum magnólia, extrémis étiam temp�ribus, innotesc�ndo mir�ficas, quo vitæ nostr� dure frag�litas, qu� suórum merit�rum non corr�gitur plagis, virtútum saltim provocátur exémplis, réspice tu�rum súpplicum vota, quæ tibi ob rever�ntiam cult�ris tui, nostri sine dubitatióne patróni �mili�ni sanctíssimi, cordis persólvimus obsequ�la devóti.
Da nobis, Dómine, e�dem patrocin�nte præsídium, quo ille, fultus, et diábolum vicit et sæculum.
Sit nobis apud te fidelíssimus intercéssor, qui viti�rum ómnium �xstitit debell�tor.
Interpéllet pro máseris, qui nunc sanctis lætátur cum ángelis.
Solvat víncula peccáminum, qui iam tuæ pi� claritátis contempl�tur aspéctum.

Concéde, quæsumus, hoc rog�nte, miséricors Deus, puritátem móntibus et sanitátem corpóribus; fidélibus custódiam et cred�ndi non credéntibus viam; sacerdótibus concórdiam, et cl�ricis disciplínam; m�nachis perseverántiam, et sacris virg�nibus sanctim�niam; v�duis contin�ntiam, et cunctis comm�niter viv�ntibus in religi�ne caut�lam.
Sit vita princípibus moder�ta, et pax géntibus indisrúpta; frugum ómnium opul�ntia, rer�mque necessari�rum largitáte c�pia.
Et, quia quantum nostra necéssitas �xpetit, tantum lingua prorog�re non s�fficit, tu, nostrórum córdium scrut�tor, omnípotens Deus et conscienti�rum iudex, omni conditi�ni, s�xui vel �t�ti, ita c�mmoda concéde præséntia, ut b�atæ vitæ gáudia non d�neges infiníta.

R/. Amen.

Dios, que compadeciéndote de la másera condición del género humano, para consuelo nuestro das a conocer tus grandezas, incluso en los últimos tiempos, para que la dureza de nuestra vida, que no se libra de sus penalidades por los méritos, al menos se anime con los ejemplos de las virtudes, mira propicio los votos de los que te suplican, que te dedicamos con toda devoción, en reverencia del cuidador de tu culto, el santísimo Millán, nuestro patrono.
Concédenos, Señor, por su patrocinio, la ayuda en que Él se apoy� para vencer al diablo en este mundo.
Sea delante de ti fidelísimo intercesor en favor nuestro, quien combatió contra todos los vicios.
Interpele por los desvalidos, el que ahora goza de la compañía de los ángeles.
Desate las ataduras de nuestros pecados, el que ya contempla la belleza de tu resplandor.

Otárganos por sus peticiones, Dios misericordioso, la pureza del alma y la salud del cuerpo, la custodia de los fieles, la posibilidad de creer a los que no creen, concordia a los sacerdotes, disciplina a los clérigos, perseverancia a los monjes, y santidad a las sagradas vírgenes, continencia a las viudas, y cautela a todos los que viven en religión.
Sea moderada la vida de los príncipes y continua la paz entre las naciones, tengamos sobreabundancia de todos los productos de la tierra, y abundancia de todo lo necesario.
Y como no podemos extender nuestros ruegos a todo lo que en verdad necesitamos, tú, que conoces perfectamente nuestros corazones, Dios omnipotente y juez de las conciencias, concede para esta vida todo lo conveniente a toda condición, sexo y edad, y no nos niegues los gozos infinitos de la vida dichosa.
R/. Amén.

Per misericórdiam tuam, Deus noster, in cuius conspéctu sanctórum Apostolórum et Mártyrum, Confessórum atque Vírginum nómina recitántur.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, en cuya presencia recitamos los nombres de los santos Apóstoles y Mártires, Confesores y Vírgenes.
R/. Amén.

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Post Nomina / Oración después de los Dípticos
Sanct�rum tu�rum, Dómine, vocábulis recens�tis, offer�ntium quoque votis ac dormi�ntium spirítibus memor�tis, abundantíssimam tu� pietátis cleméntiam postul�mus, ut sanctis præmia prom�ssa rest�tuens, offer�ntibus fructum bonæ voluntátis acc�mules, et defunctórum spirítibus ætérni refrig�rii quiéte l�t�fices.
R/. Amen.
Recitados los nombres de tus santos, Señor, recordados también los deseos de los oferentes, y las almas de los que ya duermen en ti, imploramos la abundantísima clemencia de tu piedad, para que cumpliendo las promesas hechas a los santos, colmes a los oferentes con el fruto de tu benevolencia, y alegres con el descanso del eterno refrigerio las almas de los difuntos.
R/. Amén.
Quia tu es vita vivórum, sánitas infirmórum ac r�quies ómnium fidélium defunctórum in ætérna sécula sæculórum.
R/. Amen.
Porque tú eres la vida de los que viven, la salud de los enfermos, y el descanso de todos los fieles difuntos, por todos los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Ad Pacem / Oración de la Paz

Fons pacis, or�go dilectiónis, perféctio caritátis, Dómine Iesu Christe, sinc�r� pacis ósculo cultóres tuos cons�cia, et puré caritátis afféctu cunctos tibi servi�ntes aggl�mera, ut in hac elécti tui festivitáte præc�lebri, ita cunctos vera pax pacútos eff�ciat, ne qu�mpiam amaritúdo fellis ad discórdiam p�rtrahat.
R/. Amen.

F uente de la paz, origen del amor, perfección de la caridad, Señor Jesucristo, asocia en el ósculo de la paz sincera a todos los que te rinden culto, y re�ne a todos los que te sirven en el afecto de la más pura caridad; para que en esta festividad celeb�rrima de tu elegido, la verdadera paz nos haga a todos tan pacíficos, que ninguno se sienta llevado a la discordia por la amargura de la hiel.
R/. Amén.
Quia tu es pax vera nostra et cáritas indisrúpta, vivis tecum et regnas cum Spíritu Sancto, unus Deus, in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Porque tú eres nuestra paz verdadera caridad indivisible; tú que vives contigo mismo y reinas con tu Hijo y el Espíritu Santo un solo Dios, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Illatio / Acción de gracias

Dignum et iustum est, vere dignum satis et pulchrum est, nobis quoque convéniens ac probátum, omnipoténtiæ tuæ grates summas persólvere, laudes m�ximas c�nere, hóstias præc�puas immol�re, indivísa Trínitas, Deus noster.
Cuius grátia hic venerab�lis atlh�ta tuus �mili�nus, in conversióne mir�ficus, in vita clarus, post tr�nsitum �xstitit gloriósus.
Cuius convérsio admir�bilis cápit, cuius vita virtútibus abund�vit, post cuius �xitum crebr�scunt signa per virtútum méritum.
Hic ille tuus est agon�sta fortíssimus, qui S�tane duríssimos in congressióne confl�ctus, et invisibíliter ed�muit et visibíliter effugávit; quique in carne p�situs, ita carnis reténdit acúleos, ut et in sexus disp�ris contub�rnio d�geret et male sua damna córporis incitam�nta nescáret.

Hic ígitur coll�ta sibi a te largit�re Dómino, virtúte subn�xus, cœcis lumen reparávit ext�nctum, paral�ticis membr�rum r�ddidit usum, clodis gressum redintegr�vit am�ssum, energ�minis purg�ti péctoris rest�tuit intelléctum, et cunctis generíliter diversitáte langu�ntium �gretúdinum qu�s�te pr�buit sanitátis effectum.
Nec tant�mmodo mira hæc corporíliter vivus ex�rcuit, verum �tiam maióra mórtuus, et præstat et præstitit.
O inef�bilem magnificéntiæ tuæ poténtiam.
O virtútum immensur�bilem summam.
O sanctu�rum tu�rum admir�bilem vitam.
Tu es enim, Dómine Deus noster, magnif�cus in sanctitáte, terr�bilis in virtúte, laud�bilis in mirab�lium potestáte.

Libet ergo inter hæc, Dómine, in laudis tu� præc�nia paul�sper ora res�lvere, et nova cum illis vet�ribus comparáre, ut per hæc prob�mus te unum Deum esse legis et gr�tiæ, cum te solum ostend�rimus nunc ins�gna oper�ri per christ�colas sanctos, qui olim sub lege sim�lia operátus es per eléctos.
Tu dudum, per virgam Móysi rubri �qu�ris prof�nda des�ccans, ut viam inter fluctus aper�res pópulo gradi�nti, spum�sos sali g�rgites et crebra fluctuatióne vag�biles in c�mulum relig�sti; tu nunc, per �mili�ni tui b�culum gressum quem orbi valitúdo lig�verat, ut viam exped�te c�rperet resoluísti.
Tu dudum, per Elíam, tant�llo panis et �lei domum v�du� multo témpore sustent�sti; tu nunc, per �mili�ni liqu�re vini paucíssimo vir�rum multitúdinem refecísti.
Tu dudum per Elíseum, contra vim natúræ ferrum l�vigans nat�re iuss�sti; tu nunc, per �mili�num, succ�sum lignum præterans excr�scere voluísti.
Atque, ut ex eius, ita et ex ist�us �ssibus gloriósis, mortis umbra iam di�tina cons�piti, ex�ngues artus auris vit�libus reddid�sti.
Tu dudum Dani�li cibos ad lacum; tu nunc �mili�no sumptus mittis ad pr�ndium.

Unde non immérito t�lia p�tuit, qui mérito t�libus indiss�milis �xtitit.
In caritáte primus, in patiéntia s�lidus, in humilitáte fundátus; ad pietátem parátus, in largitióne promptíssimus; in oratióne ass�duus, in vig�liis str�uus, in iei�niis �rduus; in morum probitáte compásitus in ómnibus omn�no virtútibus clarus, in discretiónis grátia subtilíssimus.

Pro his inenarrab�libus virtútibus tuis et donis, atque incomparab�libus eius bonis, hanc libi hóstiam offérimus iubilatiónis, quam seróno tuæ pietátis int�itus sanctificáre dign�ris.
Prostrat�sque cum tu�rum angelórum innumerab�libus choris, cum ter oct�nis seniórum claríficis togis, cum bis binis animálibus honóris evangélici diad�mate laure�tis, cum sanctórum ómnium inexpleb�libus votis, hymnum tibi débitum concónnimus laudis, oris atque cordis árgano, conclam�ntes atque ita dicéntes:

Es digno y justo, verdaderamente digno y hermoso, conveniente para nosotros y saludable, que rindamos gracias a tu omnipotencia, cantemos las mayores alabanzas y te inmolemos las mejores hostias, Trinidad indivisa, Dios nuestro.
Por tu gracia este venerable atleta Emiliano, después de una conversión maravillosa, de una vida luminosa, result� glorioso después de su muerte.
Su conversión empezó admirable desde el principio, su vida abund� en virtudes, y después de su muerte se van repitiendo los prodigios por el mérito de sus virtudes.
Este es aquel luchador valentísimo, que doblegó de manera invisible a Sat�n, tras duras luchas, y lo ahuyentó visiblemente.
Y si se trata de la carne, así embot� sus aguijones, que pudo convivir en comunidad con personas de otro sexto, sin sentir los incitamentos del cuerpo.

Este, pues, basado en la virtud que alcanzó por ti, Señor, devolvió la vista perdida a los ciegos, devolvió el uso de sus miembros a los paralíticos, devolvió la andadura a los cojos, restituy� la inteligencia a los energúmenos, una vez purificado su interior, y en general, a todos los afectados por varias dolencias, les reintegr� la salud perdida.
Y no sólo ejecut� estas maravillas en su vida mortal, sino que una vez muerto, las sigue realizando todavía mayores.
«Oh inefable poder de tu majestad!
«Oh suma sin medida de virtudes!
«Oh vida admirable de tus santos!
Tú eres ciertamente, Señor Dios nuestro, magnífico en tu santidad, terrible por tu poder, laudable en el poder taumatúrgico.

Nos agrada, pues, Señor, en todo esto, ejercitar un poco nuestras bocas en proclamar tus alabanzas, y comparar lo nuevo con lo antiguo, para que así comprobemos que tú eres el único Dios de la ley y de la gracia, al mostrar que eres tú solo, el mismo que ahora operas por los cristianos santos, como en otro tiempo bajo la ley, obrabas cosas semejantes a través de tus elegidos.
Tú, en otro tiempo, por el báculo de Moisés, secando las profundidades del Mar Rojo, para abrir un camino entre las olas al pueblo que caminaba, consolidaste en una masa a los espumantes remolinos de sal constantemente fluctuantes; tú, ahora, por el báculo de Millán, resolviste la invalidez que privaba de andar a un abandonado, para que pudiera continuar su camino sin dificultades.
Tú, en otro tiempo, por Elías, con un poquito de pan y aceite, sustentaste por muchos días la casa de una viuda, y ahora, por Millán, con una pequeñísima cantidad de vino, diste fuerza a una multitud de hombres.
En otro tiempo, por Eliseo, hiciste que el hierro flotara, contra las leyes de la naturaleza, y ahora, por Millán, quisiste que un leño seco se convirtiera en árbol frondoso.
Y en uno y otro hiciste también que de sus gloriosos huesos saliera un aura vital que volviera a la vida los miembros exang¨es, adormecidos largo tiempo por la sombra de la muerte.
Hace mucho tiempo enviaste alimentos a Daniel, encerrado en la caverna, y ahora envías a Millán dinero para comprar comida.

De donde se colige que con razón pudo obrar tales maravillas el que aparece semejante a los citados.
Primero en la caridad, asentado en la paciencia, fundado en la humildad, dispuesto a la piedad, prontísimo para repartir de lo suyo, asiduo en la oración, decidido para las vigilias y para el ayuno; bien compuesto en la honestidad de costumbres, claro en todas las virtudes sin excepción, utilísimo en la gracia de la discreción.

Por estas inenarrables virtudes y dones tuyos y los incomparables bienes de Él, te ofrecemos esta hostia de alegría: santif�cala, miróndola con el sereno rostro de tu piedad.
Postrados con los innumerables coros de tus ángeles, con las brillantes togas de los veinticuatro ancianos, con los seis seres vivos coronados, con las diademas de la gloria evangélica, con los votos inacabables de todos los santos, te cantamos el himno de alabanza que te corresponde, aclamando con nuestras bocas y con el árgano del corazón, diciendo:

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Post Sanctus / Oración después del Sanctus

Vere sanctus, vere benedíctus Dóminus noster Iesus Christus Fílius tuus.
Qui, ut mort�lium sordes el�eret, oppr�brium mortalitátis accípit, ut nos a pœnis perpétuis liberáret; p�n�rum cruciam�nta sust�nuit, ut mortem in nobis vita per�meret.
Ad mortem usque cunctórum vita pervénit, ut viam nobis cæléstis pátri� reser�ret; íeris l�quidi viam ipse dev�cta morte transc�rrens, supra cœlos in tua parte déxtera regnat�rus ascéndit.

Per quem te súpplices exorémus, ut hæc típica sacram�nta respici�ndo sanctífices, et sanctificándo resp�cias; ut, córporis ac sánguinis sui mystéria percept�ris, ipse fautor exs�stat ad véniam, qui liberális �xstitit redémptor ad vitam.

Ipse Dóminus ac Redémptor ætérnus.

Verdaderamente es santo, verdaderamente bendito, nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Él, para lavar las manchas de los mortales, acept� el oprobio de la mortalidad; para librarnos de las penas perpetuas, soport� los tormentos, para dar muerte en nosotros a la misma muerte, con la vida, viene la vida hasta la muerte de todos; para abrirnos el camino hacia la patria celestial, atravesando Él, después de vencer a la muerte, el camino del aire líquido, llega a los cielos para reinar a tu derecha.

Por Él te suplicamos que santifiques estos sacramentos representativos, miróndolos con agrado.
Para que a los que van a recibir los misterios de tu cuerpo y de tu sangre, les asista como operador del perdón, el que libremente estuvo a su lado como redentor, para darles la vida.

El mismo Señor y Redentor eterno.

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Post Pridie / Invocación

Hæc sunt, Christe Dómine, sacros�ncta Novi lib�mina Testam�nti, quæ tibi in commemoratiónem tuæ passiónis off�rre iuss�sti.
Hoc vere sacrifícium salutáre, per quod dum tibi humánum genus reconc�lias, regno tuæ maiestátis ass�cias.
Prec�mur ígitur, omnípotens Deus noster, ut supplicatiónibus nostris plac�bilis adsis, et sanctificatiónem tuæ benedictiónis huic hó$1tiæ propitiátus asp�res.
Descéndat de reg�li tu� s�lio potestátis ángelus pacis et gr�tiæ, qui et obláta sanctíficet et vota pópuli serenitátis tu� n�tibus repræséntet.

Qu�sumus, ineff�bilis Trínitas Deus, ut hoc tibi holocáustum ob honorific�ntiam tui sacerdótis s oblátum, leg�timum eff�cias et accéptum.
Prof�ciat ad fortitúdinem sanis, ad med�lam �gr�tis, ad castitátem lasc�vis, ad obédiéntiam t�midis, ad concórdiam odi�sis, ad perseverántiam iam pacútis, ad sublev�men oppr�ssis, ad consolatiónem affl�cti, ad receptiónem pátri� peregrínis, ad gubernatiónem eg�nis, ad indulgéntiam reis, ad emendatiónem omn�modam deprav�tis.
Ut quic�mque ex hac víctima spiritúli libav�rint, et cunctis bonis ex�berent et malis ómnibus caruísse trip�dient.

R/.
Amen.

Estos son, Señor, los sacrificios sacrosantos del Nuevo Testamento, que ordenaste se te ofrecieran en conmemoración de tu pasión.
éste es el verdadero sacrificio saludable, por el cual, mientras reconcilias contigo al género humano, lo asocias al reino de tu majestad.
Te rogamos por eso, omnipotente Dios nuestro, que te muestres propicio a nuestra súplica y comuniques a esta hostia la santificación de tus bendiciones.
Descienda del trono real de tu Majestad el ángel de la paz y de la gracia, que santifique lo ofrecido y lleve los votos del pueblo a tu divina presencia.

Te rogamos, Dios, inefable Trinidad, que este sacrificio que te ofrecemos para gloria de tu sacerdote, lo hagas legítimo y aceptable.
Aproveche a los sanos para su fortaleza, para mejoría de los enfermos, para castidad a los lascivos, para obediencia a los infatuados, para concordia a los sembradores de odio, para perseverancia a los que ya est�n pacificados, para alivio a los oprimidos, para consuelo a los afligidos, para que los peregrinos vuelvan a la patria, para sustento a los necesitados, para perdón de los condenados por la justicia, para total enmienda a los depravados.
De forma que quienes liben de esta víctima espiritual, sean colmados de todos los bienes y salten de alegría al sentirse libres de todo mal.
R/. Amén.

Te præstánte, summe Deus, qui in Trinitáte, unus Deus, glori�ris in sécula sæculórum.
R/.
Amen.
Concédenoslo, Dios altísimo, glorioso en la Trinidad, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Ad Orationem Dominicam / Introducción al Padre nuestro

Nate Patris ingániti, Christe, qui ab arce sedis �th�ri� t�lluris �nfima petens, inter alima sacr� mónita iussiónis, quibus nostri sensus obtusi�nem ex�cuis, precem étiam qua delict�rum véniam impetr�mus osténdis, réspice placítus or�ta quæ docuísti, vota súscipe quæ mandísti, corda sanctífica quæ cre�sti.

Et, quia nemo mort�lium in hac flébili peregrinatióne sic durat, ut cot�die non del�nquat, ita máseris nobis, per suffrágia patróni præséntis et pietátis tuæ præsta grátiam fav�ris, ut ad te semper exaudi�mur e cœlis, quo præcipi�nte i�giter proclam�mus e terris:

Cristo, Hijo del Padre Ing�nito, que desde tu palacio etéreo bajas a lo más hondo de la tierra, y entre los puros avisos de los santos mandatos, con los que afilas el embotamiento de nuestros sentidos, nos enseñas también la oración para pedir el perdón de nuestros delitos, mira propicio a esta oración que nos enseñaste, acoge los deseos que nos sugeriste, santifica los corazones que creaste.
Y como no hay mortal que mientras dure esta llorosa peregrinación, no caiga cada día en el pecado, concédenos, por la intervención de nuestro presente patrono, la gracia de tu piedad y tu favor, y escucha desde el cielo lo que, según tu mandato, te pedimos desde la tierra:

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Benedictio / Bendición

M�ritis elécti sui �mili�ni sanctíssimi, Christus Dóminus clamórem vestræ pr�cis exáudiat, et sancta desideri�rum vota perféciat.
R/.
Amen.

Por los méritos de su elegido san Millán, Cristo el Señor, escuche el clamor de vuestra súplica, haciendo que se cumplan las santas aspiraciones de vuestros deseos.
R/. Amén.
Tr�buat vobis Dóminus, e�dem flagit�nte, quæ p�scitis, et propítius rem�veat quod tim�tis.
R/. Amen.
Os conceda el Señor, por sus instancias, todo lo que pedís, y aparte de vosotros todo lo que tem�is.
R/. Amén.
Ut qui in hac die fídei devotióne deprecat�ri Deum convenístis, culp�rum n�xibus resol�tis, societátis eius præmio flore�tis.
R/. Amen.
Para que los reunidos en este día para orar con la devoción de vuestra fe, sueltos los lazos del pecado, florezcáis con el premio de su compañía.
R/. Amén.
Quod ipse præstáre dignátur, cuius regnum et impérium sine fine p�rmanet in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Que se digne concederlo aquíl cuyo reino e imperio permanecen sin fin por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Completuria / Oración conclusiva
Tuam, clementíssime Pater, súpplices exorémus cleméntiam, ut hodi�rna sollémnia quæ pro beatíssimi confessóris tui Hier�nymi veneratióne susc�pimus, ipse tibi comm�ndes.

Et sicut illi corínam sanctæ perfectiónis tribuísti, ita nobis, eius intercessióne, ómnium delict�rum véniam et indulgéntiam largi�ris.
R/. Amen.

Invocamos tu clemencia, Padre clementísimo, pidiéndote que recibas con agrado la solemnidad que hoy hemos seguido en honor de tu santo confesor Millán.

Y como a Él le concediste la corona de la santa perfección, nos concedas a nosotros, por su intercesión, el perdón y la indulgencia de todos nuestros delitos.
R/. Amén

Per misericórdiam tuam, Deus noster qui es benedíctus et vivis et ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, que eres bendito, y vives y todo lo gobiernas, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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1. Las partes variables de la misa que aquí se ofrecen (textos eucológicos, cantos y lecturas) junto al Ordinario (Liber Offerentium u Oferencio) permiten componer la misa completa. Los textos latinos son los oficiales y est�n tomados del Missale Hispano-Mozarabicum II (pp. 633-642) y del Liber Commicus II. (pp. 204-206). Los textos bíblicos en español est�n tomados de la Sagrada Biblia, versión oficial de la Conferencia Episcopal Española. BAC, Madrid 2011 y el resto de oraciones de la traducción inédita del Tomo II del Misal Hispano-Mozárabe realizada por el Rvdo. P. Balbino Gómez-Chacón y Díaz Alejo (✝2006) y facilitada por uno de sus colaboradores para su difusión en La Ermita en octubre de 2015.

(Se recuerda que hasta la fecha no existe misal oficial en español).

2. A san Emiliano se le conoce comúnmente en España como san Millán (de la Cogolla) por lo que en la traducción española se utilizan ambas denominaciones.

3. Rom 10,8b-13. N. de La Ermita.

 

 

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