Misa en
Rito Hispano-Mozárabe
DE COTIDIANO
In I Dominico /
Domingo I (1) |
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Prælegendum
/ Canto de entrada |
Sal 28,11; 105,4 |
Da,
Dómine, virtútem pópulo tuo, Allelúia, et b�nedic plebi tuæ in
pace, Allelúia, Allelúia, Allelúia. |
Da,
Señor, fortaleza a tu pueblo, aleluya, y bendícelo con la paz, aleluya,
aleluya, aleluya. |
V/. Mem�nto nostri, Dómine, in
beneplácito pópuli tui; v�sita nos in salutári tuo.
R/. Et b�nedic plebi tuæ in
pace, Allelúia, Allelúia, Allelúia.
V/. Glória et
honor Patri et Fílio et Spirítui Sancto in
sæcula sæculórum. Amen
R/. Et b�nedic plebi tuæ in
pace, Allelúia, Allelúia, Allelúia. |
V/.
Cuando seas propicio con tu pueblo, acuérdate de nosotros, Señor,
cuando vengas a salvarlo no te olvides de nosotros.
R/. Y bendice a tu pueblo con la
paz, aleluya, aleluya, aleluya.
V/. Gloria y honor
al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, por los
siglos de los siglos. Amén.
R/. Y bendice a tu pueblo con la
paz, aleluya, aleluya, aleluya. |
Oratio post Gloriam
/ Oración después del
Gloria |
Gl�ria
nostra, Deus noster, qui in cœlis ab ángelis demostr�ris et in
perpétuum decantáris, dum hic sollémniter ac fidéliter
prædic�ris: præsta nobis amplíssima pietáte tua a malis própriis
liberári, et semper in tuis láudibus glori�ri.
R/. Amen. |
Tú eres
nuestra gloria, Dios nuestro, aclamado y cantado sin
interrupción por los ángeles en el cielo, mientras aquí eres
celebrado solemne y sinceramente: concédenos, por tu inmensa
bondad, vernos libres de todo mal y poder proclamar siempre tus
alabanzas.
R/. Amén. |
Per misericórdiam tuam, Deus
noster, qui es benedíctus et vivis et ómnia regis in sæcula
sæculórum.
R/. Amen. |
Por tu misericordia. Dios nuestro, que
eres bendito y vives y todo lo gobiernas por los siglos de los
siglos.
R/. Amén. |
LITURGIA VERBI / LITURGIA DE LA PALABRA
Prophetia
/ Profecía |
Is
6,1-13 |
Léctio
libri Isaíæ prophétæ.
R/. Deo
grátias. |
Lectura del
libro del profeta Isaías.
R/. Demos
gracias a Dios. |
In
diébus illis: In anno, quo mórtuus
est rex Oz�as, vidi Dóminum sedántem super s�lium excélsum
et elev�tum; et f�mbrió eius repl�bant templum. Séraphim
stabant iuxta eum; sex alæ uni et sex alæ Él.eri: du�bus
vel�bat f�ciem suam et du�bus vel�bat pedes suos et du�bus
vol�bat. Et clamábat alter ad Él.erum et dicébat:
«Sanctus, Sanctus,
Sanctus Dóminus exercituum; plena est omnis terra glória
eius�.
Et comm�ta sunt superlimin�ria cárdinum
a voce clamántis, et domus repléta est fumo.
Et dixi: «Væ
mihi, quia p�rii. Quia vir pollátus l�biis ego sum et in
médio pópuli poll�ta l�bia habóntis ego hábito et regem,
Dóminum exercítuum, vidi óculis meis».
Et vol�vit ad me unus de s�raphim, et
in manu eius c�lculus, quem f�rcipe t�lerat de altári, et
t�tigit os meum et dixit: «Ecce
t�tigit hoc l�bia tua, et aufer�tur in�quitas tua, et
peccátum tuum mundábitur�.
Et audávi vocem Dómini dic�ntis:
�Quem mittam? Et quis
ibit nobis?». Et dixi:
«Ecce ego, mitte me».
Et dixit: «Vade, et
dices pópulo huic: «Audión.es
audíte et nolíte intell�gere, et vidóntes vidéte et nolíte
cognosc�re. Pingue redde cor pópuli huius et aures eius
�ggrava et óculos eius exc�ca, ne forte videat óculis suis
et �uribus suis áudiat et corde suo intéllegat et
convertátur et san�tur�.
Et dixi: «�squequo,
Dómine?».
Et dixit:
�Donec desolántur civitætes absque habitat�re, et
domus sine hómine, et terra relinqu�tur desérta».
Et longe add�cet Dóminus hómines, et
magna erit desol�tio in médio terræ; et adhuc in ea
decim�tio, et rursus excisión. trad�tur sicut tereb�nthus et
sicut quercus, in quibus dei�ctis manábit Él.quid st�bile.
Semen sanctum erit id, quod státerit in ea. R/. Amen. |
En aquellos días: El año de la muerte del rey
Oz�as vi al Señor sentado en su trono elevado y excelso: la
orla de su vestido llenaba el templo. Estaban de pie
serafines por encima de Él. cada uno con seis alas: con dos
cubrían el rostro; con dos, los pies, y con las otras dos
volaban. Y se gritaban el uno al otro:
«Santo, santo, santo,
Señor todopoderoso; la tierra toda está llena de su gloria».
Las jambas del dintel retemblaban por la voz de los que
gritaban, y el templo se llen� de humo.
Yo exclamó: «Ay de
mí, estoy perdido, pues soy hombre de labios impuros; vivo
entre un pueblo de labios impuros, y mis ojos han visto al
rey, al Señor todopoderoso».
Entonces vol� hacia mí uno de los serafines llevando un
carbón encendido que había tomado del altar con unas
tenazas. Tocó con Él mi boca y dijo:
«Mira, esto ha tocado
tus labios: tu maldad queda borrada, tu pecado está
perdonado».
Y oí la voz del Señor, que decía:
«¿A quién enviar�.
¿Quén ir� por nosotros?»
Y respondó: «Aquí estoy
yo, m�ndame a mí». Él me
dijo: «Vete y dile a
este pueblo: «Escuchad
bien, pero sin comprender; mirad, pero sin ver. Embota el
corazón de este pueblo, endurece su oído, ciega sus ojos, de
suerte que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni
entienda con su corazón, ni se convierta, ni se cure».
Yo dije: «�Hasta
cuándo, Señor?».
Y me respondió: «Hasta
que las ciudades están devastadas y desiertas, las casas
vacías y la tierra abandonada; hasta que el Señor haya
alejado a los hombres y sea grande la soledad en el país�.
Si aún quedara una décima parte, será también exterminada
igual que el terebinto o la encina, que, al ser talados,
conservan un tronco; ese tronco será semilla santa. R/.
Amén. |
Psallendum
/ Salmo de meditación |
Sal 7,12.18 |
Deus
iudex iustus, fortis et p�tiens, non iram �nferens per síngulos
dies. |
Dios
es un juez justo, un Dios que castiga el delito en todo tiempo. |
- V/. Confit�bor Dómino
secundum iustítiam eius, psallam nómini Dómini altíssimi.
R/. Per síngulos dies.
|
- V/. Alabar� al Señor por su
justicia, ensalzar� el nombre del altísimo.
R/. En todo tiempo.
|
Apostolus
/ Apóstol |
Rom 2,11-29 |
Epístola Pauli apóstoli ad
Romános.
R/. Deo
grátias. |
Carta del apóstol
Pablo a los romanos.
R/. Demos gracias a
Dios. |
Fratres:
Non est enim person�rum accéptio apud Deum.
Quic�mque enim sine lege peccav�runt, sine
lege et perúbunt; et, quic�mque in lege peccav�runt, per legem
iudicabántur. Non enim auditóres legis iusti sunt apud Deum, sed
factóres legis iustificabántur. Cum enim gentes, quæ legem non
habent, naturíliter, quæ legis sunt, f�ciunt, ei�smodi legem non
habóntes ipsi sibi sunt lex; qui osténdunt opus legis scriptum
in córdibus suis, testimónium simul redd�nte illis consción.ia
ips�rum, et inter se ínvicem cogitatiónebus accus�ntibus aut
étiam defend�ntibus, in die, cum iudicébit Deus occ�lta hóminum
secóndum evangélium meum per Christum Iesum.
Si autem tu Iudéus cognomin�ris et
requiéscis in lege et glori�ris in Deo, et nosti Voluntátem et
disc�rnis poti�ra instr�ctus per legem, et conf�dis te�psum
ducem esse cœcórum, lumen e�rum, qui in ténebris sunt,
eruditórem insipión.ium, magístrum inf�ntium, habóntem formam
sciéntiæ et veritátis in lege. Qui ergo Él.um doces, te�psum non
doces? Qui prédicas non fur�ndum, fur�ris? Qui dicis non m�ch�ndum,
m�ch�ris? Qui abomin�ris
id�la, templa sp�lias?
Qui in lege glori�ris, per pr�varicatiónem legis Deum inhonóras?
«Nomen enim Dei propter vos
blasphem�tur inter gentes»,
sicut scriptum est.
Circumc�sio quidem prodest, si legem
obs�rves; si autem prævaric�tor legis sis, circumc�sio tua
præp�tium facta est. Si ígitur præp�tium iustítias legis
custódiat, nonne præp�tium illíus in circumcisión.m reputábitur?
Et iudicébit, quod ex natúra est præp�tium legem cons�mmans, te,
qui per l�tteram et circumcisión.m prævaric�tor legis es. Non
enim qui manif�sto Iudéus est, neque quæ manif�sto in carne
circumc�sio, sed qui in abscóndito Iudéus est, et circumc�sio
cordis in spíritu non l�ttera, cuius laus non ex homínibus sed
ex Deo est. R/. Amen. |
Hermanos:
Ante Dios todos son iguales.
Todos los que pecaron sin estar bajo la ley, sin la ley
también perecerén; y cuantos pecaron bajo la ley, según la ley
serán juzgados. Porque para ser justos ante Dios no basta con
escuchar la ley: hay que cumplirla. Pues cuando los paganos, que
no tienen ley, practican de una manera natural lo que manda la
ley, aunque no tengan ley, ellos mismos son su propia ley. Ellos
muestran que llevan la ley escrita en sus corazones, según lo
atestiguan su conciencia y sus pensamientos, que unas veces los
acusan y otras los defienden, como se verá el día en que juzgue
Dios los secretos del hombre, por medio de Jesucristo y según el
evangelio que yo predico.
Los judíos que violan la ley tienen mayor culpa. Si tú te
llamas judío, conf�as en la ley, estás orgulloso de tu Dios,
conoces su voluntad, sabes discernir lo mejor instruido por la
ley, presumes de ser tú mismo guía de ciegos, luz de los que
están en tinieblas, educador de ignorantes, maestro de niños por
tener en la ley la norma de la ciencia y de la verdad; tú,
que enseñas a otro, ¿por qué no te enseñas a ti mismo? Tú, que
predicas que no hay que robar, ¿por qué robas? Tú, que dices que
no hay que cometer adulterio, ¿por qué lo
cometes? Tú, que aborreces a los ídolos, ¿por qué saqueas los
templos? Tú, que presumes de la ley, ¿por qué ofendes a Dios
violando la ley? Pues por vuestra culpa los paganos blasfeman
contra el nombre de Dios, como dice la Escritura.
La circuncisión ciertamente es útil, si cumples la ley; pero
si no la cumples, da igual que estás circuncidado o no lo estás.
Si los que no están circuncidados cumplen los preceptos de la
ley, �no serán considerados como si lo estuvieran? Aunque no
está fúsicamente circuncidado, si cumple la ley, te juzgar� a ti
que estás circuncidado y tienes la ley, pero que no la cumples. Porque no es judío el que lo es exteriormente, ni es
circuncisión lo que aparece exteriormente en la carne; sino que
es judío el que lo es en el interior, y la verdadera
circuncisión es la del corazón, según el espíritu, no según la
letra; cuya alabanza no viene de los hombres, sino de Dios. R/.
Amén. |
Evangelium
/ Evangelio |
Mt 5,17-26 |
Léctio sancti Evangélii
secóndum Math�um.
R/. Glória tibi,
Dómine. |
Lectura del santo
Evangelio según san Mateo.
R/. Gloria a ti,
Señor. |
In illo
témpore:
Dóminus noster Ihesus Christus loquebátur discípulis suis
dicens:
�Nol�te
put�re quóniam veni s�lvere Legem aut Prophétas; non veni
s�lvere, sed adimpl�re. Amen quippe dico vobis: Donec tr�nseat
cœlum et terra, iota unum aut unus apex non præter�bit a Lege,
donec ómnia fiant.
Qui ergo s�lverit unum de mandítis istis
mínimis et doc�erit sic hómines, mínimus vocábitur in regno
cœlorum; qui autem f�cerit et doc�erit, hic magnus vocábitur in
regno cœlorum.
Dico enim vobis: Nisi abund�verit iustítia
vestra plus quam scrib�rum et phariseórum, non intr�bitis in
regnum cælórum.
Aud�stis quia dictum est antíquis: "Non
occ�des"; qui autem occ�derit, reus erit iudício. Ego autem dico
vobis: Omnis, qui ir�.citur fratri suo, reus erit iudício; qui
autem dúxerit fratri suo: "Racha", reus erit conc�lio; qui autem
dúxerit: "Fatue", reus erit gehénn� ignis.
Si ergo �fferes munus tuum ad altáre, et
ibi recordátus fúeris quia frater tuus habet Él.quid advérsum
te, relénque ibi munus tuum ante altáre et vade, prius,
reconcili�re fratri tuo et tunc véniens offer munus tuum.
Esto cons�ntiens adversário tuo cito, dum
es in via cum eo, ne forte tradat te adversárius iúdici, et
iudex tradat te minístro, et in cárcerem mitt�ris. Amen dico
tibi: Non �xies inde, donec reddas novíssimum quadr�ntem. Qui
habet aures audión.i áudiat». R/. Amen. |
En aquel tiempo:
Nuestro Señor Jesucristo habl� a sus discípulos diciendo:
«No
pens�is que he venido a derogar la ley y los profetas; no he
venido a derogarla, sino a perfeccionarla. Porque os
aseguro que, mientras no pasen el cielo y la tierra, ni un punto
ni una coma desaparecerán de la ley hasta que todo se cumpla.
Por lo tanto, el que quebrante uno solo de estos preceptos
mínimos y lo enseñe así a los hombres será tenido por el menor
en el reino de Dios. Pero el que los cumpla y enseñe será tenido
por grande en el reino de Dios.
Porque yo os digo que si vuestra justicia no supera la de los
maestros de la ley y la de los fariseos, no entraréis en el
reino de Dios».
«Sabéis que se dijo a los antiguos: No matar�., y el que mate
será llevado a juicio. Pero yo os digo que el que se irrite con
su hermano será llevado a juicio; el que insulte a su hermano
será llevado ante el tribunal supremo, y el que lo injurie
gravemente será llevado al fuego.
Por tanto, si al llevar tu ofrenda al altar te recuerdas allí
que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda delante del
altar y vete antes a reconciliarte con tu hermano; después
vuelve y presenta tu ofrenda».
«Ponte a buenas con tu adversario pronto, mientras vas con Él
por el camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al
alguacil, y te metan en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de
allí hasta que pagues el último céntimo. El que tenga oídos para
oír que oiga». R/.
Amén. |
Laudes |
Sal 7,3 |
Allelúia. |
Aleluya. |
V/. Nequando r�piat ut leo ánimam
meam, dum non est qui rádimat, neque qui salvum f�ciat.
R/. Allelúia. |
V/.
Sálvame, no sea que como leones me desgarren, me despedacen sin
que haya quien me libre.
R/. Aleluya. |
Sacrificium
/ Canto del Ofertorio |
Gén 2,7-8 |
V/. Formávit Dóminus Deus hóminem de
limo terræ, et inspir�.it in f�ciem eius spir�.ulum vitæ; et
factus est homo in ánimam viv�ntem, Allelúia, Allelúia,
Allelúia.
R/.
Et factus est homo in ánimam viv�ntem, Allelúia, Allelúia,
Allelúia.V/. Plant�verat Dóminus Deus paradísum
voluptátis a princípio, in Eden, ab Orión.e in quo pósuit
hóminem quem formáverat.
R/.
Et factus est homo in ánimam viv�ntem, Allelúia, Allelúia,
Allelúia. |
V/.
El Señor Dios form� al hombre del polvo de la tierra, le insufl�
en sus narices un hálito de vida y así el hombre llegó a ser un
ser viviente,
aleluya, aleluya, aleluya.
R/.
Y así el hombre llegó a ser un ser viviente,
aleluya, aleluya, aleluya.V/.
El Señor Dios plant� un jardín en Ed�n, al oriente, y en Él puso
al hombre que había formado.
R/.
Y así el hombre llegó a ser un ser viviente,
aleluya, aleluya, aleluya. |
Oratio Admonitionis
/ Monición
sacerdotal |
Dománicos
dies, dilectíssimi fratres, sanctæ religiónis égibus
consecr�tos, grandi dilig�ntia mens ad sollémne offícium
pará.a concélebret; non sint hinc st�dio despic�biles, quod
in número sint frequ�ntes; nec eo ex�guus e�rum cultus, quod
ass�duus sit rec�rsus.
Desider´bile enim debet esse ómnibus tempus, quod
humána frag�litas tant� maiestátis mystério iub�tur
ass�stere; quo in offeréndis sacrifíciis Deus hóminem
dignátur ass�mere.
Cum mort�libus immort�litas per fidem qu�s�ta
partícipat, quæ panis hac vicæ oblatióne susc�pta, grátiæ
sanctificántis aspéctum córporis Christi ac sánguinis múnere
fidélibus r�pres�ntat; et dum cælésti benedictióne creatóra
vis�bilis anim�tur, credéntium víscera invis�bilis Cre�tor
ingr�ditur, qui ad hoc off�rri sibi �mperat, quæ dic�vit,
aut acta restátuat quæ don�vit, ut ad salútem nostram et
ista r�deant, quæ requírit, et ad beatitúdinem illa
proféciant quæ prom�sit.
R/. Amen.
|
Car�.imos
hermanos:
Con el espíritu bien dispuesto para
la solemne liturgia, celebremos los días del Señor,
establecidos según las leyes de nuestra santa fe; no les
dediquemos una menguada atención por el hecho de ser
bastante frecuentes; que no nos interese menos su
celebración porque retornan repetidamente.
Todos deberíamos desear estos
momentos en los que se invita a la debilidad humana a
participar en tan grande y venerable misterio, por el cual
Dios se digna aceptar el sacrificio que le ofrece el
hombre.
El Dios inmortal, a quien
alcanzamos, por la fe, entra en comunión con nosotros,
pobres mortales, y, aceptando la oblación del pan y del
vino, nos los devuelve de nuevo a los fieles, como cuerpo y
sangre de Cristo, mediante la acción de gracias
santificadora; y mientras la bendición celeste vivifica a la
criatura visible, el Creador invisible penetra en el
interior de los creyentes, y, de esta manera, quiere que se
le ofrezca lo que consagr� o que se le devuelva lo que
generosamente entregó, a fin de que le sea dado lo que exige
para nuestra salvación y esto mismo nos ayude a alcanzar la
felicidad prometida.
R/. Amén.
|
Per misericórdiam ipsíus
Dei nostri, qui es benedíctus et vivit et ómnia regit in sæcula sæculórum.
R/. Amen.
|
Por la misericordia del mismo Dios nuestro, que es bendito y
vive y todo lo gobierna, por los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Alia / Oración entre los
Dípticos |
Deus,
quem omni témpore célere et laud�re sine intermissión.
debómus, dona: ut qu�tenus pérpetim servión.i curam per
neglig�ntiam non impl�mus, saltem dominic�rum diérum
festivitætem dilig�ntius excol�mus; cedat cura sæculi,
p�reat causa peccáti, conval�scat poténtia fídei, v�geat
grátia sacramént, sibi homo præstet quod tibi debet; ut dum
dominic�rum diérum iucunditáte perfr�itur, intolerañilium
occupatiónem �nere non prem�tur. ánima dominóntibus
sibi v�tiis voluptátis suæ lassa serv�tio in trist�tia
refectiónem invéniat, et quæ libertátis suæ arb�trio
p�titur, quod lab�rat, neg�tium bonis, �tium malis ponat;
sint excúbiæ precum, féri� peccatórum; salubri�ri se �nimus
commutatióne dist�ndat, ut in eo se reféciat, si ad meli�ra
conv�rtat, et bonárum �ctuum saltim hábeat vicem, si non
hábeat iugitátem.
R/. Amen.
|
Oh
Dios, a quien hemos de adorar y alabar en todo momento y sin
interrupción. aunque por negligencia no hayamos sido fieles
a nuestro deber de darte culto continuamente, concédenos
que, al menos en los días del Señor te celebremos con
diligencia; que disminuya la preocupación por lo mundano,
desaparezca la causa del pecado, se refuerce el vigor de la
fe, e impere la gracia del sacramento; que el hombre asuma
la responsabilidad de ofrecerte lo que sólo a ti es debido;
de modo que mientras se complace en la alegría del día del
Señor, no se vea oprimido por tareas onerosas.
El que se halla dominado por sus
vicios y fatigado por la servidumbre de sus placeres,
encuentre alivio para su tristeza, y el que soporta las
consecuencias de su libre albedrío se ejercite en todo lo
bueno y abandone todo lo malo; que vele asiduo en la
plegaria y huya lejos del pecado; que su espíritu se serene
gracias a este cambio saludable, de manera que recobre
fuerzas, si aspira a lo mejor, y que, al menos deje algún
lugar a las buenas obras, aunque no sepa perseverar siempre
en ellas.
R/. Amén. |
Per
misericórdiam tuam, Deus noster, in cuius
conspéctu sanctórum apostolórum et
mártyrum, confessórum atque vírginum
nómina recitántur.
R/. Amen.
|
Por tu misericordia, Dios
nuestro, en cuya presencia recitamos los
nombres de los santos Apóstoles y Mártires,
Confesores y Vírgenes.
R/. Amén. |
Post Nomina
/ Oración
después de los Dípticos |
Dic�to
sollémniter famul�tu, ómnipoténtiam tuam, Dómine, súpplices
implorémus: ut concísso nobis sanctórum ómnium patroc�nio,
oblatiónis pópuli tui clemens accípias et propítius
benedícas; præstes étiam prosperitátem vivis, refrig�rium et
quiétem defúnctis, et qui ad testimónium devotiónis d�ferunt
consecránda, ad remédium salútis mereántur rec�pere
consecr�ta.
R/. Amen.
|
En este
solemne servicio que te ofrecemos, Señor, suplicamos
humildemente de tu omnipotencia, que habiéndonos concedido
la protección de todos tus santos aceptes con clemencia las
oblaciones de tu pueblo y las bendigas generosamente;
concede la prosperidad a los vivientes, el refrigerio y el
descanso a los difuntos; y que cuanto ha sido presentado
como muestra de devoción, podamos recibirlo santificado como
remedio de salvación.
R/. Amén. |
Quia tu es
vita vivórum, sánitas infirmórum ac
r�quies ómnium fidélium defunctórum in
ætérna sæcula sæculórum.
R/. Amen.
|
Porque tú eres la vida de
los que viven, la salud de los enfermos, y el
descanso de todos los fieles difuntos por
todos los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Ad Pacem
/ Oración
de la Paz |
Deus
omnípotens, qui docuísti ómnia humilitátis bono et caritátis
st�dio posse serv�ri, réspice ad membra Ecclésiæ tuæ atque
ea quæ �mulatióne discr�ta aut indignatióne vitiáta sunt in
pacem r�voca atque compóne.
R/. Amen.
|
Dios
todopoderoso, tú nos enseñaste que todo puede ser mantenido
con el bien de la humildad y la práctica de la caridad,
vuelve tus ojos hacia los miembros de tu Iglesia, y cuanto
puede haber sido dañado por la rivalidad o por la
indignación renu�valo y disponlo en tu paz.
R/. Amén. |
Quia tu es
vera pax nostra et cáritas indisrúpta,
vivis tecum et regnas cum Spíritu Sancto,
unus Deus, in sæcula sæculórum.
R/. Amen.
|
Porque tú eres nuestra paz
verdadera, caridad indivisible; tú, que vives contigo mismo
y reinas con tu Hijo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por
los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Illatio / Acción de
gracias |
Dignum
et iustum est, omnípotens Deus, nos tibi credulitátem
cordis, confessión.m oris, devotiónem laudis, obédión.iam
voluntátis, quam in potestáte nostra p�nere dignátus es,
exhib�re; atque �tinam tam conténue, quam débite, tanto
st�dio acti, quanto benefício sublim�ti, quam abundánti
grátia vívimus, tam cura pérpetim servirátus, ut qui totum
accípimus, Él.quid redder�mus. Per te hóminem
facis, quamvis in �pere non lab�ras, inclínat p�etas, quam
necéssitas non fat�gat; tuis illis gloriósis latum tractas,
limo im�ginem divinitátis imp�nis, vultus fingis, membra
discríminas; flatum tui oris insp�ras, atque ánimam ratióne
secum exst�nte vivíficas.
Totam tamen ante mundi m�chinam parans, cunctas futári
orbis del�cias coac�rvas, ad quas eum quem tibi am�bilem non
solum factum sed fación.um f�ceras, introd�cas; ut bonárum
ómnium c�pia serv�ret oti�so et dóminum se iudício nosset
esse, non t�dio, auct�ri debit�rus beatitúdinem, non lab�ri;
p�nitur lex præcépti, ne mens fúeret ignóra consílii;
d�citur quod præc�perit, quid vitæret, ne nescáret quid
esset, si non met�eret quid didicísset.
Sed quamvis iub�ntis impérium tem�ritas plect�nda
trans�ret, et concupiscéntis culpam sec�ta sit mortis pœna,
rádiit tamen in damn�tum pietátis afféctus; maior fuit
misericórdia liberáre eum voluísse quam fúeri et plus
indulgéntiæ præstitísti rem�ttere ini�riam, quam contract�re
re�tum; quia non tantum debóerat ut exsísteret qui non erat,
quantum d�buit ut ev�deret qui nolíbat; non parcis Fílio,
parcis reo, tráditur morti volens, crucif�gitur qui�scens,
sec�ra divinitáte, vel c�nscia quod sic p�etas redim�ndo
er�peret, ut non cons�meret imp�etas Redemptórem
Cui mérito omnes ángeli et archángeli non cessant
clamóre cotídie ita dicentes: |
Es
justo y necesario, Dios todopoderoso, manifestarte la fe de
nuestro corazón, la confesión de nuestros labios, la
devoción de nuestra alabanza, la obediencia de nuestra
voluntad, bienes que tú mismo te has dignado dejar a nuestro
albedrío. Ojalá te sirvamos tan asiduamente
como es debido, con tanto empeño cuanto mayor es el
beneficio recibido, y siempre con tanta diligencia cuanto es
abundante la gracia en que vivimos, de modo que podamos
devolverte algo quienes todo lo hemos recibido.
Haces al hombre para ti, aunque no
te cansas al llevar a cabo la obra; te mueve la piedad, pero
la necesidad no te fatiga; con tus manos gloriosas formas el
cuerpo humano, impones al barro la imagen de la divinidad,
modelas el rostro, diferencias los miembros; le inspiras el
aliento de tu boca y lo vivificas con el alma racional.
Antes, sin embargo, preparaste la
estructura del mundo, juntando todos los encantos del
universo, en los que introduces a aquíl a quien no sólo
hiciste, sino que quisiste hacerlo amable para ti; para que
te sirviera tranquilamente en medio de la abundancia de todo
género de bienes para que se conociese a sí mismo como Señor
por la razón, no por la ociosidad, y como deudor de la
felicidad a Dios, no a su esfuerzo; pues al hombre se le
impuso la ley del precepto para que la mente no desconociera
el buen sentido; se le dijo lo que estaba mandado, lo que
debía evitar, para que no ignorase lo que ocurrirán si no
respetaba lo que había aprendido.
Pero, aunque la autoridad del que
manda pasó a castigar la temeridad y la pena de muerte
siguió a la falta de la concupiscencia, el afecto del amor
se volvió en favor del condenado; mejor que el hecho de
haberlo creado fue que la misericordia quisiese salvarlo. Asimismo demostraste más indulgencia
al perdonar la injuria que al recriminar el pecado; pues no
se había necesitado tanta bondad para hacer existir a lo que
no era, como se necesit� para liberar al que no lo deseaba. No perdonas al Hijo, sino que
perdonas al culpable, cuando Aquél se entrega a la muerte
libremente y consiente en dejarse crucificar, seguro en su
divinidad y consciente de que el amor libera redimiendo, sin
que la impiedad destruya al Redentor.
Por esto, todos los ángeles y
arcángeles no cesan de alabarlo cada día, diciendo: |
Post Sanctus
/ Oración
después del Sanctus |
Hos�nna
in excélsis. Quanta nobis, omnípotens Pater, hoc
sacrifícium reveréntia metuændum, quo ade�ndum tremóre, quo
honóre sit celebrándum.
Ist� domínicis láudibus perénniter servión.es cæléstium
voces �dmonent potestátum, quibus nos ágere offícii sui
similitúdinem contestántur; ut ad fación.am Dei voluntátem eos
pro nostris v�ribus imit�mur, quos ad predic�ndam Dei maiestátem
nostris v�cibus imit�mur.
Ad instar sup�rni altáris, hoc nobis ad quod acc�dimus
constitátum, panem nos angelórum acc�pere manducándum, cum
illórum statum méritis gloriósum nostrum peccátis �bsitum
nov�rimus; illi numquam peccant et semper laudant, nos et crebro
peccámus: et raro laud�mus, rei per frequ�ntiam críminum,: rei
per neglig�ntiam gratiárum; sed ab his nos consciéntiæ
peccatr�cis débitis.
ónici tui hóstia in sánguine suo tibi obláta mund�vit;
illa nobis étiam post redemptiónem delinqu�ntibus; hac spe et
confessión. subvéniat, quæ étiam usque ad últimum iudícii diem
solum in Spíritu non peccántibus reverténdi �ditum reser�vit; ut
qui ad redim�ndos nos se dedir pr�tium, ad excus�ndos nos se
f�ciat advoc´tum.
Christus
Dóminus ac Redémptor ætérnus.
|
�Hosanna en
el cielo!
«Con cuanta reverencia, Padre
todopoderoso, hemos de venerar este sacrificio, con qué temor
hemos de acercarnos a Él. con qué honor ha de ser celebrado!
Las voces de las potestades celestes,
que perennemente cantan las alabanzas al Señor, interpelan a
cuantos pretendemos imitar su función. para que, según la medida
de nuestras posibilidades, imitemos en el cumplimiento de la
voluntad de Dios a aquellos a quienes emulamos con nuestras
voces, al proclamar la majestad de Dios.
Nos acercamos a este altar, construido
según el altar del cielo, para recibir como alimento el pan de
los ángeles; la gloria que, por sus méritos, les corresponde a
ellos sabemos que nos está cerrada por nuestros pecados; ellos
nunca pecan y siempre alaban, nosotros pecamos muy a menudo y
raramente alabamos; somos reos por la frecuencia de nuestras
faltas, somos reos por la negligencia en dar gracias, por esto
nuestra conciencia nos remuerde.
Nos purifica la oblación de tu Unigénito
que se ofreció a ti derramando su sangre; que la esperanza en
ella y su confesión nos ayuden a cuantos hemos obrado mal
después de haber sido redimidos; hasta el día del juicio final
ella ha abierto el camino de retorno a Dios a los que no hayan
pecado gracias al Espíritu; que se convierta en nuestro abogado
y nos libre de culpa el mismo que se entregó como precio de
nuestra redención.
Cristo Señor y Redentor eterno. |
Post
Pridie / Invocación |
Præcept�rum
tuærum m�mores, Dómine, oblatiónem tibi sacrifícia
depend�ntes, súpplices flagit�mus, ut infúndas in his
hóstiis sancti tui Spíritus largitátem; ut cum a te
benedictióne sum�mus, omn�no nos benedictióne reféctos, et a
críminum vínculis liberátos, ómnibus modis gaude�mus.
R/. Amen. |
Al
hacer memoria de tus preceptos, Señor, y ofrecerte la
oblación de nuestro sacrificio, te suplicamos con humildad e
insistencia que descienda sobre estos dones la abundancia de
tu Espíritu; para que, cuando los recibamos de tu altar
santificados, nos alegremos de todo corazón con la fuerza de
tu bendición, y libres de nuestros pecados.
R/. Amén. |
Te
præstánte, sancte Dómine, quia tu hæc
ómnia nobis indígnis servis tuis valde bona
creas, sanctíficas, vivíficas, benedícis
ac præstas nobis, ut sint benedícta a te
Deo nostro in sæcula sæculórum.
R/. Amen. |
Concédelo, Señor santo,
pues creas todas estas cosas para nosotros,
indignos siervos tuyos, y las haces tan
buenas, las santificas, las llenas de vida,
las bendices y nos las das, así bendecidas
por ti, Dios nuestro, por los siglos de los
siglos.
R/. Amén. |
Ad
Orationem Dominicam / Introducción al Padre
nuestro |
Dilig�ntes
Deum, fratres caríssimi, pietátis eius in nos pet�mus
operúri dilectiónem; ut divínæ virtátis dono repléti,
oratiónem Domúnicam, in qua spes est nostræ salútis, sic
dócere mere�mur e terris: |
Hermanos
carísimos:
Quienes amamos a Dios pidamos de su
bondad que lleve a cabo en nosotros la obra de su amor, para
que, llenos de la divina gracia, podamos repetir desde la
tierra la oración del Señor, que expresa la esperanza de
nuestra salvación: |
Benedictio /
Bendición |
Mult�plicet
vos Dóminus c�pia benedictiónis et conf�rmet propítius in spe
regni cæléstis.
R/. Amen. |
El Señor os
bendiga copiosa y generosamente os confirme en la esperanza del
reino de los cielos.
R/. Amén. |
Id vos in præsénti sæculo dil�gere non l�beat, quod a cæléstis
paradísi hereditáte d�vidat.
R/. Amen. |
Que cuanto am�is
durante esta vida no sea
obstáculo para obtener la herencia del cielo.
R/. Amén. |
Atque his reple�mini benefíciis, quibus omnipoténti Deo in
perpétuum place�tis.
R/. Amen.
|
Que pod�is recibir los bienes necesarios
para agradar siempre a Dios omnipotente.
R/. Amén. |
Per
misericórdiam ipsíus Dei nostri, qui est
benedíctus et vivit et ómnia regit in sæcula
sæculórum.
R/. Amen.
|
Por la misericordia de Dios, nuestro
Dios, que es bendito y vive y todo lo gobierna por los siglos de
los siglos.
R/. Amén. |
Completuria
/ Oración
conclusiva |
Ref�cti
Christi córpore, sanguiníque p�riter sanctificáti, Deo Patri
omnipoténti grátias refer�mus; ut in e�dem refectióne
sanctificatiónem habóntes hic, in futáro sæculo glóriam
percipi�mus.
R/. Amen.
|
Nutridos
con el Cuerpo de Cristo y santificados con su Sangre demos
gracias a Dios, Padre todopoderoso, para que en virtud de
tal alimento perseveremos aquí en una vida santa y
consigamos la gloria en el reino venidero.
R/. Amén. |
Per grátiam pietátis eius
qui est benedíctus in sæcula sæculórum.
R/. Amen. |
Por la gracia y la misericordia de
Aquél que es bendito por los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
1. Las
partes variables de la misa que aquí se ofrecen (textos
eucológicos, cantos y lecturas) junto al Ordinario (Liber Offerentium
u Oferencio)
permiten componer la misa completa. Los textos latinos
son los oficiales y están tomados del Missale
Hispano-Mozarabicum I (pp. 559-566) y del Liber Commicus I
(pp. 401-404).
Los textos en español (no oficiales) están tomados de
Gibert, Jordi y Torn�, Josep, Los domingos de
Cotidiano. Cuadernos Phase nº 78, Barcelona 1997,
pp. 5-10 y los bíblicos de La Santa Biblia, Ed.
Paulinas.
(Se recuerda que hasta la fecha no existe
misal oficial en español).
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