Misa en
Rito Hispano-Mozárabe
In
Ascensione Domini
(Annus primus)
La Ascensión del Señor
(Año I)
(1) |
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Prælegendum
/ Canto de entrada |
He 1,3; Sal 112,2-8 (2) |
Visus
est Dóminus discípulis suis per dies quadraginta, docens de
regno Dei, Allelúia. |
Se
apareció el Señor a sus discípulos durante cuarenta días y les
habl� de las cosas del reino de Dios, aleluya. |
V/. Excélsus super omnes gentes
Dóminus super cœlos glória eius.
Quis sicut Dóminus Deus noster, qui in altis hábitat et se
inclínat, ut resp�ciat in cœlum et in terram?
R/. Docens de regno Dei,
Allelúia.
V/. Glória et
honor Patri et Fílio et Spirítui Sancto in
sæcula sæculórum. Amen
R/. Docens de regno Dei,
Allelúia. |
V/.
El Señor domina sobre las naciones, su gloria por encima de los
cielos.
¿Quén es como el Señor, nuestro Dios, que se sienta en lo alto,
y se rebaja para ver los cielos y la tierra?.
R/. Les habl� de las cosas del
reino de Dios, aleluya.
V/. Gloria y honor
al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, por los
siglos de los siglos. Amén.
R/. Les habl� de las cosas del
reino de Dios, aleluya. |
Oratio post Gloriam
/ Oración después del
Gloria |
Salv�tor noster et
Dómine, qui ascéndens in cœlos intuæntium clarificátus appar�.e
dignátus es óculis: dum ita de quo ascénderas te ventúrum ad
iudícium pollic�ris.
Fac nos hodi�rn� Ascensiónis tuæ festum
pura córdium devotióne susc�pere, ut ita in te semper ad m�lius
vita nostra ascend�ndo proféciat, quíliter te ad iudícium
venión.e inconfus�bili cont�itu te semper visiónis aspíciat.
R/. Amen. |
Señor
y salvador nuestro, subiendo a los cielos te mostraste
glorificado a los ojos de quienes te miraban indicando así que
del mismo lugar al que sub�as habías de volver para el juicio.
Haz que celebremos con sincera y cordial devoción esta
solemnidad de tu Ascensión, de manera que, ascendiendo contigo,
nuestra vida progrese cada vez más, y cuando regreses para el
juicio, podamos contemplarte con mirada serena.
R/. Amén. |
Per
misericórdiam tuam, Deus noster, qui es
benedíctus et vivis et ómnia regis in sæcula
sæculórum.
R/. Amen. |
Por tu misericordia, Dios
nuestro, que eres bendito y vives y todo lo gobiernas por
los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
LITURGIA VERBI / LITURGIA DE LA PALABRA
Prophetia
/ Profecía |
Annus primus / Año I |
Ap 4,1-11 |
Apocal�psis Ioánnis apóstoli.
R/. Deo grátias. |
Apocalipsis del apostol Juan.
R/. Demos gracias a
Dios. |
Ego Ioánnes fui
in spíritu et vidi: et ecce �stium ap�rtum in cœlo, et vox
prima, quam audávi, tamquam tubæ loqu�ntis mecum dicens: «Ascénde huc, et osténdam tibi, quæ opórtet fúeri post h�c�. Statim fui in spíritu: et ecce thronus pósitus erat in cœlo,
et supra thronum sedens, et qui sedébat, símilis erat aspéctu lápidi i�spidi et
s�rdino, et iris erat in circúitu throni, aspéctu símilis
smar�.do. Et in circúitu throni, vig�nti quáttuor thronos et super
thronos vig�nti quáttuor senióres sedántes circumamíctos
vestiméntis albis, et super cápita e�rum corínas �ureas. Et de throno proc�dunt f�lgura et voces et tonátrua; et septem
l�mpades ignis ardéntes ante thronum, quæ sunt septem spíritus
Dei, et in conspéctu throni tamquam mare v�treum símile cryst�llo.
Et in médio throni et in circúitu throni quáttuor animália,
plena óculis ante et retro: et ánimal primum símile leóni et secóndum
ánimal símile
vítulo et tértium ánimal habens f�ciem quasi hóminis et
quartum ánimal símile áquilæ volónti. Et quáttuor animália síngula e�rum habíbant alas senas, in
circúitu et intus plenæ sunt óculis; et r�quiem non habent die
et nocte dic�ntia: «Sanctus, sanctus, sanctus Dóminus, Deus
omnípotens, qui erat et qui est et qui ventúrus está.
Et cum darent illa animália glóriam et honórem et gratiárum
actiónem sedánti super thronum, viv�nti in sæcula sæculórum, procid�bant vig�nti quáttuor senióres ante sedántem in throno
et ador�bant viv�ntem in sæcula sæculórum et mitt�bant corínas
suas ante thronum dicéntes: «Dignus es, Dómine et Deus noster,
acc�pere glóriam et honórem et virtútem,
quia tu cre�sti ómnia,
et propter voluntátem tuam erant et cre�ta sunt�. R/. Amen. |
Yo Juan caí en éxtasis y vi una puerta abierta en el
cielo; y la voz del principio, la que oí hablarme como con
sonido de trompeta, me dijo: «Sube aquí y te mostrar� lo que va
a suceder en seguida».Al instante caí en éxtasis, y vi un trono
en el cielo y uno sentado en el trono. El que estaba sentado
tenía el aspecto de una piedra de jaspe y de sardúnica. El trono
estaba rodeado de un arco iris, parecido a la esmeralda.
Alrededor del trono había veinticuatro tronos, sobre los que
estaban sentados veinticuatro ancianos, vestidos de blanco y con
coronas de oro en la cabeza. Del trono salían rayos, voces y
truenos. Siete lámparas de fuego ardían delante del trono (que
son los siete espíritus de Dios). Delante del trono había como
un mar transparente, como de cristal.
En medio del trono y alrededor, cuatro seres vivientes llenos de
ojos por delante y por detrás. El primero era parecido a un
león, el segundo, a un toro; el tercero tenía la cara parecida a
la de un hombre; y el cuarto, parecido a un águila que vuela.
Los cuatro animales tenían cada
uno seis alas, y alrededor y en el interior estaban llenos de
ojos. Y repetían sin cesar día y noche: «Santo, santo, santo es
el Señor, el todopoderoso, el que era, el que es, el que viene».
Cada vez que los cuatro seres
vivientes dan gloria, honor y acción de gracias al que se sienta
en el trono y que vive por los siglos de los siglos, los
veinticuatro ancianos se arrodillan delante del que está sentado
en el trono, adoran al que vive por los siglos de los siglos y
arrojan sus coronas delante del trono, diciendo: «Señor, Dios
nuestro, tú eres digno de recibir la gloria, el honor y el
poder, porque tú has creado todas las cosas, por tu voluntad
existen y han sido creadas».
R/.
Amén. |
Psallendum
/ Salmo de meditación |
Annus primus / Año I |
Ef 4,8; Sal 67,19.25 (3) |
Asc�ndens
in altum c�pit captivitætem,
dona dedit homínibus. |
Tú
subiste a la altura llevando prisioneros, recibiste tributo de
hombres. |
V/. Visi sunt ingréssus tui,
Deus, ingréssus Dei mei Regis, qui est in sancto ipsíus.
R/. Dona dedit homínibus. |
V/. Oh Dios, se ven tus
procesiones, las procesiones de mi Dios, mi rey, al santuario.
R/. Recibiste tributo de
hombres. |
Apostolus
/ Apóstol |
Annus primus / Año I |
He 1,1-11 |
Princípium libri �ctuum
Apostolórum.
R/. Deo grátias. |
Inicio del libro de los Hechos de los
Apóstoles.
R/. Demos gracias a
Dios. |
Primum quidem
sermónem feci de ómnibus, o The�phile, quæ c�pit Iesus f�cere
et doc�re, usque in diem, qua, cum pr�cepísset apóstolis per Spíritum
Sanctum, quos elégit, assúmptus est; quibus et pr�buit se�psum vivum post passión.m suam in multis
argum�ntis, per dies quadragínta app�rens eis et loquens ea, quæ
sunt de regno Dei. Et conv�scens præc�pit eis ab Hieros�lymis ne discéderent, sed
exspect�rent promissión.m Patris: «Quam aud�stis a me, quia Ioánnes quidem baptizávit aqua, vos autem baptizab�mini
in Spíritu Sancto non post multos hos dies».
ígitur qui convénerant, interrogábant eum dicéntes: «Dómine,
si in témpore hoc restátues regnum Isra�li?». Dixit autem eis: «Non est vestrum nosse témpora vel mom�nta,
quæ Pater pósuit in sua potestáte, sed accipi�tis virtútem, supervenión.e Sancto Spíritu in vos
et �ritis mihi testes et in Ierúsalem et in omni Iudía et
Samaría et usque ad últimum terræ. Et cum hæc dixísset, vidóntibus illis, elevátus est, et nubes
susc�pit eum ab óculis e�rum. Cumque intueréntur in cœlum, e�nte illo, ecce duo viri
astit�runt iuxta illos in v�stibus albis, qui et dixérunt: «Viri Galiléi, quid statis aspición.es in
cœlum? Hic Iesus, qui assúmptus est a vobis in cœlum, sic veniet
quemídmodum vidéstis eum euntem in cœlum». R/. Amen. |
Querido Te�filo:
En mi primer libro trat� de todo lo que Jesús hizo y enseñó
desde el principio hasta el día en que subió al cielo después de
haber dado instrucciones a los apóstoles que había elegido bajo
la acción del Espíritu Santo. después de su pasión se presentó a
ellos, dándoles muchas pruebas evidentes de que estaba vivo: se
apareció durante cuarenta días y les habl� de las cosas del
reino de Dios. Una vez que estaba comiendo con ellos les mandí
que no saliesen de Jerusalén, sino que aguardasen la promesa del
Padre, de la que os habl�; �porque Juan bautizó con agua, pero
vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo dentro de pocos
díasí.
Los que estaban con Él le preguntaron: «Señor, �vas a
restablecer ya el reino de Israel?». Les respondió: «No os toca
a vosotros saber los tiempos y las circunstancias que el Padre
ha fijado con su autoridad; pero recibiréis la fuerza del
Espíritu Santo, que vendr� sobre vosotros para que seáis mis
testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y hasta los
confines de la tierra».
Dicho esto, lo vieron subir, hasta que una nube lo ocult� a
su vista. Ellos se quedaron mirando fijamente al cielo mientras
Él se iba, cuando se les aparecieron dos hombres vestidos de
blanco, que les dijeron: «Galileos, ¿qué hacéis ahí mirando al
cielo? Este Jesús que acaba de subir al cielo volverá tal como
lo habéis visto irse al cielo».
R/.
Amén. |
Evangelium
/ Evangelio |
Annus primus / Año I |
Jn 16,5-22 |
Léctio Sancti
Evangélii secóndum Ioánnem.
R/. Glória tibi,
Dómine. |
Lectura del Santo
Evangelio según san Juan.
R/. Gloria a ti,
Señor. |
In illo
témpore:
Dóminus Iesus stetit in médio discipul�rum et
dixit eis:
�Nunc vado ad eum, qui me misit, et nemo ex
vobis interrogat me: "Quo vadis?". Sed quia hæc locútus sum vobis, trist�tia impl�vit cor
vestrum. Sed ego veritátem dico vobis: «xpedit vobis, ut ego vadam. Si
enim non ab�ero, Parálitus non véniet ad vos; si autem ab�ero,
mittam eum ad vos.
Et cum vénerit ille, �rguet mundum de peccáto et de iustítia
et de iudício: de peccáto quidem, quia non credunt in me; de iustítia vero, quia ad Patrem vado, et iam non vidétis me; de iudício autem, quia princeps mundi huius iudicátus est.
Adhuc multa hábeo vobis dócere, sed non pot�stis port�re
modo. Cum autem vénerit ille, Spíritus veritátis, ded�cet vos in
omnem veritátem; non enim loqu�tur a semet�pso, sed qu�c�mque
áudiet, loqu�tur et, quæ ventúra sunt, annunti�bit vobis. Ille me clarific�bit, quia de meo accípiet et annunti�bit
vobis.
Ómnia, qu�c�mque habet Pater, mea sunt; proptárea dixi quia
de meo áccipit et annunti�bit vobis. M�dicum, et iam non vidétis me; et
éterum médicum, et
vidébitis me».
Dixérunt ergo ex discípulis eius ad ínvicem: «Quid est hoc,
quod dicit nobis: "M�dicum, et non vidétis me; et éterum
médicum, et vidébitis me" et: "Vado ad Patrem"?». Dicébant ergo: «Quid est hoc, quod dicit:
"Modicum"?
Nesc�mus quid lóquitur�.
Cogn�vit Iesus quia vol�bant eum interrog�re et dixit eis: «De hoc quæritis inter vos, quia dixi:
"M�dicum, et non vidétis
me; et éterum médicum, et vidébitis me"? Amen, amen dico vobis quia plor�bitis et fl�bitis vos, mundus
autem gaud�bit; vos contristab�mini, sed trist�tia vestra
vertátur in gáudium.
M�lier, cum parit, trist�tiam habet, quia venit hora eius;
cum autem pepúrerit púerum, iam non m�minit press�r� propter
gáudium, quia natus est homo in mundum. Et vos ígitur nunc quidem trist�tiam habétis;
éterum autem
vidébo vos, et gaud�bit cor vestrum, et gáudium vestrum nemo
tollit a vobis».
R/. Amen. |
En aquel tiempo:
El Señor Jesús estando con sus discípulos les dijo: «Ahora
vuelvo al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: «A
dónde vas?, sino que, porque os he dicho estas cosas, la
tristeza ha llenado vuestro corazón. Pero os digo la verdad: os
conviene que yo me vaya; porque si no me voy, el defensor no
vendr� a vosotros; y si me voy, os lo enviar�.
Cuando Él venga demostrar� al mundo en qué está el pecado, la
justicia y la condena. El pecado consiste en que no creen en m�;
la justicia, en que me voy al Padre y no me veréis más, y la
condena, en que el príncipe de este mundo está ya condenado.
Muchas cosas tengo que deciros todavía, pero ahora no estáis
capacitados para entenderlas. Cuando venga Él. el Espíritu de la
verdad, os guiar� a la verdad completa. Pues no os hablar� por
su cuenta, sino que os dir� lo que ha oído y os anunciar� las
cosas venideras. Él me honrar� a mí, porque recibir� de lo mío y
os lo anunciar�.
Todo lo que el Padre tiene es mío; por eso os he dicho que
recibe de lo mío y os lo anunciar�. Un poco, y ya no me veréis;
y otro poco, y me veréis».
Entonces algunos discípulos se preguntaban: «¿qué es lo que
dice: "Un poco, y no me veréis; y otro poco, y me veréis", y:
"Me voy al Padre"?». Decían: «¿qué quiere decir ese "poco" No lo
entendemos».
Jesús se dio cuenta de que le querían preguntar algo, y les
dijo: «And�is discutiendo sobre lo que acabo de decir: "Un poco,
y no me veréis; y otro poco, y me veréis". Os aseguro que
vosotros lloraréis y gemiréis, pero el mundo gozará vosotros os
entristecer�is, pero vuestra tristeza se cambiará en alegría.
La mujer cuando está de parto se siente angustiada, porque ha
llegado su hora; pero cuando ya ha dado a luz al niño, no se
acuerda más de la angustia por la alegría de que ha nacido un
hombre en el mundo. Así también vosotros estáis ahora tristes;
pero yo os verá otra vez, y vuestro corazón se alegrará y nadie
os quitar� ya vuestra alegría�.
R/.
Amén. |
Laudes |
Annus primus / Año I |
Sal 46,6 |
Allelúia. |
Aleluya. |
V/.
Ascéndit Deus in iubilatióne, Dóminus in voce tub�.
R/. Allelúia. |
V/. Dios sube entre aclamaciones, el
Señor, al son de trompetas.
R/. Aleluya. |
Sacrificium
/ Canto del Ofertorio |
Annus primus / Año I |
Ap 7,9-12; 4,1-4 (4) |
Vidi
in cœlo turbam quam dinumeráre nemo péterat, et clamábant voce
magna:
Salus Deo nostro, sedánti in throno.
Et ador�bant Deum dicéntes:
Honor, glória et sapión.ia, virtus et pot�stas data est Deo
nostro in ætérnum, Allelúia.
V/.
Audávi tanquam tubam loqu�ntem mecum et dicéntem: ascénde huc et
osténdam tibi quæ opórtet fúeri post hæc: et ecce sedes pósita
erat in cœlo et supra sedem sedens símilis
aspéctu lápidi, et supra sedem sedántes senióres amícti veste
alba. |
Vi aparecer una
gran muchedumbre, que nadie podía contar, y gritaban con voz
potente:
La victoria es de nuestro Dios, que está sentado en el trono.
Y adoraron a Dios, diciendo:
El honor, la gloria y la sabiduría, el poder y la fuerza a
nuestro Dios por los siglos de los siglos, aleluya.V/.
Oí hablarme la voz como con sonido de trompeta y me dijo: «Sube
aquí y te mostrar� lo que va a suceder en seguida». Y vi un
trono en el cielo y uno sentado en el trono. El que estaba
sentado tenía el aspecto de una piedra de jaspe y de sardúnica.
Alrededor del trono estaban sentados ancianos, vestidos de
blanco. |
R/. Et
ador�bant Deum dicéntes:
Honor, glória et sapión.ia, virtus et pot�stas data est Deo
nostro in ætérnum, Allelúia. |
R/. Y
adoraron a Dios, diciendo:
El honor, la gloria y la sabiduría, el poder y la fuerza a
nuestro Dios por los siglos de los siglos, aleluya. |
Oratio Admonitionis / Monición
sacerdotal |
Pl�ceat, dilectíssimi fratres,
sæculórium cogitatiónem fasce depósito, er�ctis in sublíme
móntibus subvol�re, et impósitam �theris fast�gio assúmpti
hóminis communión.m sequ�cibus cordis óculis contuæri.
Ad incompar�.ilem nobis claritátem att�nitis vocándus
aspéctus est.
Iesus noster humilitátem nobis terrárum cælórum dignitáte
comm�tat; acátus necísse est visus esse resp�cere quo
sequ�mur.
Hódie Salvátor noster post adoptiónem carnis, sedem
rep�tit deitátis.
Hódie hóminem suum �ntulit Patri, quem ábtulit passión..
Hunc ex�ltans in cœlis, quem humili�verat in inférnis.
Hic vis�rus glóriam, qui víderat sepultóram; et qui advérsus
mortem mortis suæ dedit benefícium, ad spem vitæ don�vit
resurrectiónis exémplum.
Hódie redit ad Patrem, cum tamen sine Patris, quæ sibi
æquális est, potestáte non vénerit.
Hódie ascéndit in cœlum, qui obséquia cæléstium cum
descénderet, non am�sit, ita in paternitátis natúr� unitáte
cons�stens, ut cum homo cœlum novus intr�ret, novum tamen
Deus hóminem non habéret.
Pet�mus ígitur ab
omnipoténtia Patris, per nomen Fílii Salvatóris, grátiæ
spiritúlis ingréssum, ætérne beatitúdinis donum, beátæ
mansiónis asc�nsum, cathólicæ credulitátis augm�ntum,
héréticæ infidelitátis exc�dium.
áudiet profécto in
confessión., quos in perditióne qu�s�vit.
Ast�bit suis, qui
non d�stitit aliónis.
�derit ígnitus, qui
non d�fluit agnosc�ndus.
Non patiátur �rphanos esse devótos
qui fílios f�cere dignátus est inimícos.
Dabit efféctum
supplicatiónis, qui prom�sit Spíritum sanctitátis.
R/. Amen. |
Procurad,
oh hermanos muy queridos, abandonar la carga de los
pensamientos profanos, levantad vuestro espíritu y tomad
vuestro vuelo hacia las regiones superiores. Seguid con los
ojos del corazón a la humanidad que Cristo asumi�, escoltada
a lo más alto del cielo: el objeto asombroso que se propone
a nuestra contemplación, es Jesús, nuestro Señor.
Asocia la bajeza de la tierra a la nobleza del cielo. Hace
falta una vista penetrante para considerar el lugar a donde
debemos seguirle.En este día nuestro Salvador, después de
haber tomado nuestra carne, recupera el trono de su
divinidad.
En este día presentó a su Padre su humanidad que ha sometido
al sufrimiento.
Exalta en los cielos a la que ha humillado en la tierra. Va
a ver la gloria el que ya ha visto el sepulcro. Y aquel que
por vencer a la muerte nos ha otorgado el beneficio de su
muerte, nos gratificó con la esperanza de la vida por el
ejemplo de su resurrección.
En este día ha vuelto al Padre, el que no ha aparecido nunca
sin el poder del Padre, el que es su igual.
Así, no siendo por su naturaleza más que uno con el Padre,
al entrar en el cielo como hombre nuevo, no tom� una nueva
humanidad.
Imploremos, pues, del poder del Padre, en nombre de su
Hijo nuestro Salvador, el envío de la gracia espiritual, el
don de la eterna beatitud, la ascensión hacia la mansión
feliz, el progreso de la verdadera fe y la ruina de la
infidelidad herética.
Ciertamente oir� en su gloria a los que buscó cuando estaban
perdidos.
El que no rechazó a los extraños será cort�s con los suyos.
Nos ayudar� a nosotros que creemos en Él puesto que no nos
abandon� cuando estábamos por conocerle.
El que hizo de sus enemigos hijos obedientes no nos
dejar� huérfanos.
Y, en fin, el que prometió el espíritu de la santidad, nos
conceder� el objeto de nuestras súplicas.
R/. Amén. |
Ipse qui in
Trinitáte unus Deus vivit et regnat in sæcula sæculórum.
R/. Amen.
|
Tú mismo, que en la Trinidad
eres un solo Dios que vives y reinas por los siglos de los
siglos.
R/. Amén. |
Alia / Oración entre los
Dípticos |
Dómine Deus
virtútum, qui transgréssus occásum transcend�sti super cœlos
cælórum ad orión.em, captiva sp�lia de captivitæte dux�sti,
ut genus humánum quod tua morte redímeras, tuæque
resurrectióne vivific�veras, tua ascensión. glorificáres et
promissión. ditáres: dona Ecclésiæ tuæ et ad te pervenión.i
iter pr�sperum, et cotidión.m de die in diem proféctum, ut
magnificéntiæ tuæ reddat, quod tantam virtútem concísseris;
ut obt�neat, dev�cto hoste, et libert�tem de tuo aux�lio, et
glóriam de triúmpho.
R/. Amen.
|
Señor,
Dios de las virtudes, que fuiste más allí del ocaso
caminando hacia el oriente sobre los más altos cielos,
guiando un cortejo de antiguos cautivos para glorificar así
en tu Ascensión y dotar con tus promesas al género humano,
que habías redimido con tu muerte y vivificado con tu
resurrección; concede a tu Iglesia un camino favorable para
llegar a ti, por el constante progreso de cada día, para que
devuelva a tu magnificencia, ya que le diste tal capacidad,
obtener, vencido el enemigo, la libertad que le depara tu
ayuda y la gloria que proviene de tu victoria.
R/. Amén. |
Per
misericórdiam tuam, Deus noster, in cuius
conspéctu sanctórum Apostolórum et
Mártyrum, Confessórum atque Vírginum
nómina recitántur.
R/. Amen.
|
Por tu misericordia, Dios nuestro, en cuya
presencia recitamos los nombres de los santos Apóstoles y
Mártires, Confesores y Vírgenes.
R/. Amén. |
Post Nomina
/ Oración
después de los Dípticos |
Dómine Rex glóriæ,
qui patef�ctis prophet�rum or�culis, tanquam
elev�tis étern�libus portis patírnam r�petis sedem, quia dum
tua d�itas eo quo nunquam discíssit regr�ditur, humáno
géneri cælórum �ditus aperútur; dona ut illic extend�tur
nostra int�ntio, quo præc�ssit nostra redímptio; nec
inh�re�mus captíva delectatióne terrónis, qui te regn�ntem
confit�mur in cœlis. Quo prece humilitátis nostræ placítus,
ex illa maiestátis qua r�sides sede,
et viv�ntes r�pleas donis et paus�ntium spíritus
consol�ris.
R/. Amen.
|
Señor,
rey de la gloria, que, dando cumplimiento a los oráculos
proféticos vuelves al trono paterno, alzando los dinteles de
las puertas eternales, de forma que, mientras tu divinidad
vuelve al lugar de donde nunca se apart�, se abra al género
humano la entrada de los cielos; concede que pongamos
nuestros anhelos en donde nos ha precedido nuestra
redención, que no nos apeguemos como cautivos a lo terreno,
mientras confesamos que tú reinas en el cielo. Así, vuelto
propicio por nuestras humildes oraciones, desde aquella sede
de majestad en que resides, colmes de dones a los vivos y
consueles a las almas de los difuntos.
R/. Amén. |
Quia tu es
vita vivórum, sánitas infirmórum ac
r�quies ómnium fidélium defunctórum in
ætérna sæcula sæculórum.
R/. Amen.
|
Porque tú eres la vida de los que viven, la
salud de los enfermos, y el descanso de todos los fieles
difuntos por todos los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Ad Pacem / Oración
de la Paz |
Deus, qui assúmptum
hóminem evect�rus ad cœlos, inter præc�pua mandatórum tuærum
mystéria concordíssimam pacem tuis sanctis reliquísti
Apóstolis: súscipe ill�ta sacro altário mónera in hóstiam
pacíficam, largión.e tua grátia reput�nda; nob�sque tuis
fámulis tr�bue sect�ri per exterióris hóminis �sculum,
interióris hóminis indisrúptum pacis et grátiæ sacraméntum.
R/. Amen.
|
Dios,
que para elevar a los cielos a la naturaleza humana que
asumiste, entre los principales misterios de tus mandatos,
otorgaste la paz y la concordia a tus santos apóstoles,
recibe como ofrenda de paz estos dones que presentamos ante
tu altar, acogiéndolos con tu gracia; y concédenos a tus
siervos que, por este beso exterior, mantengamos sin
fractura el sacramento interior de la paz y de la gracia.
R/. Amén. |
Quia tu es
vera pax nostra et cáritas indisrúpta,
vivis tecum et regnas cum Spíritu Sancto,
unus Deus, in sæcula sæculórum.
R/. Amen.
|
Porque tú eres nuestra paz verdadera,
caridad indivisible; tú, que vives contigo mismo y reinas
con el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los
siglos.
R/. Amén. |
Cantus ad pacem
/ Canto para la Paz |
Jn 13,34; 14,18.27; 15,7.16 (5) |
V�niam
ad vos, dicit Dóminus, non vos relénquam �rphanos, pacem
meam do vobis, pacem meam comm�ndo vobis.
Allelúia, Allelúia.
V/. Novum mandítum do vobis, ut dilig�tis ínvicem.
R/.
Pacem meam do vobis, pacem meam comm�ndo vobis.
Allelúia, Allelúia.
V/. Si mans�ritis in me et verba mea in vobis
m�nserint, quodc�mque peti�ritis Patrem in nómine meo,
pet�te et fiet vobis.
R/.
Pacem meam do vobis, pacem meam comm�ndo vobis.
Allelúia, Allelúia. |
No os
dejar� abandonados; volverá a estar con vosotros. Mi paz os
dejo, mi paz os doy.
Aleluya, aleluya.
V/. Os doy un mandamiento
nuevo: que os am�is unos a otros.
R/. Mi paz os dejo, mi paz os
doy.
Aleluya, aleluya.
V/. Si estáis unidos a mí y mis enseñanzas permanecen
en vosotros, todo lo que pid�is al Padre en mi nombre se os
conceder�.
R/. Mi paz os dejo, mi paz os
doy.
Aleluya, aleluya.
|
Illatio / Acción de
gracias |
Dignum et iustum
est, omnípotens Pater, nos tibi ágere grátias per Iesum
Christum Fílium tuum Dóminum nostrum.
Qui post secóndæ nativitætis
veríssimum sacraméntum, post humánæ
passiónis gloriósum triúmphum, post dign�bilem susc�pt�
mortis ad inférna desc�nsum, post vivific�ntem res�mpt� resurrectiónis ad sup�rna regréssum, post manifestátam
mirab�lium virtúte poténtiam, post imménsam infirm�ntium
medic�nam, post celebrátam in Apostolórum communión.
doctrínam, ad illam æquálem sibi maiestátis tuæ sedem
er�ptam de inimíci f�ucibus pr�dam rep�rtans, captívum
diáboli, suum s�cium tuum hóspitem fecit, dignum cœli
habitatióne const�uit, qui p�rfrui paradísi iocunditáte non
m�ruit.
Opus tuum onus suum est, cum nec illa lab�ri, nec
ista sint p�nderi.
Qui inter prof�nda tenebrárum débitum
alión» corruptiónis exs�lvit, inter excélsa n�bium præmium
serv�nd� incorruptiónis ind�lsit.
Tantis
ergo nos benefíciis sua pietáte cresc�ntibus, ut parum
put�ret hóminem terram recepísse quam pérdidit, nisi et
cœlum quod non habéerat accepísset, multiplicat�que f�nore
interc�ptum usum beátius compens�ret augm�ntum.
Non
s�fficit abundantíssim� bonitáti, quod ad crución.am
spoli�ti hostis inv�diam, fación.is virtútibus potestáte
perm�ssa, veníre ad te super aquas discípulo cupión.i
famul�ntia contra natúram elemínta subi�cit; dum gravem
gradión.is corpórei p�nderis molem nequ�quam ced�ntium
und�rum dorsa port�rent, cum ad imperéntis obséquium fúeret
it�neris sol�ditas, non liqu�ris; et �quor iussión. libr�tum
non mut�ret cursum, sed mut�ret offícium; atque ad vocántis
ed�ctum e�ntes viæ c�rrerent, et
progredión.is vestágia freta insignáta sorb�rent, immens�mque
p�lagus acced�ntis límitem inviol�ta �qualitáte nescáret,
et figóntis pedem plenitúdine in se manánte non m�rgeret.
Non in Él.quam cratem matéria gelu stricta concr�verat, nec
flúminum more superi�cta flu�ntis frig�re tegum�nta
pend�bant, cum nat�lis illa mobílitas p�rvia, et velis
patíret, et plantis; in�stimat�que prof�nditas simul et
viatórem ferret et rémigem; maióri mir�.ulo hóminem pati
iussa, quam navem uberi�ri Dei laude gréssibus �dita quam
r�tibus.
Ac nisi fides p�ululum pavef�cta nutísset, revérsa
in ipsum ad legem suam natúra �qu�ris non fuísset, qua
credulitátis constántia reced�nte, diffid�ntiam dubit�ntis
minis appropinqu�ntis perúculi castig�ret, et circa
præs�mpt� spei deféctum verberéntium pédag�go fl�ctuum quasi
mers�ra distr�ngeret; Dómini tamen aux�lium metu discríminis
invocántem t�ngeret temp�stas magístra, non t�geret. F�erint licet magna ista vel gr�ndia, cedant tamen
his benefíciis illa mir�.ula, quod invis�bili Deo, homo
vis�bilis corporátus a�rium iter non gradu s�perat, sed
vol�tu, et Deus in carne manens per creatóram suam ventúrum
pinnis ev�hitur, non membr�rum.
Nullus eundem conátus
fat�gat, cui aura pro via est; quem tamen non fert l�vitas,
sed pot�stas.
D�ficit nisus, et currit
asc�nsus.
Ille cepit huius altitúdinis glóriam, qui crucis
port�vit ini�riam.
Ille intr�vit in regno, qui pepóndit in
ligno.
Ille cons�dit ad déxteram Patris, qui causa nobis
factus est pacis.
Ipse illos ascend�nti secum hómini cœlos
apéruit, quos ut propter hóminem descénderet inclinávit.
Cui mérito omnes ángeli et
Archángeli, Throni, Dominatiónis, non cessant clamóre, ita dicéntes: |
Es
digno y justo que te demos gracias, Padre todopoderoso, por
Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor.
Él. después del
realísimo misterio de su segundo nacimiento, después del
glorioso triunfo de su pasión en cuanto hombre, después de
haber querido descender a los infiernos tras haber aceptado
su muerte, después de su poder manifestado en milagros,
después de mostrarse como medicina universal para los
enfermos, después de impartir su doctrina al colegio de los
apóstoles, vuelve a aquel trono de majestad que le
corresponde, llevando la presa arrancada de las fauces del
diablo; al hombre asociado a Él. que había sido cautivo del
demonio, lo hace huésped suyo, declara digno de morar en los
cielos al que no había sido digno de gozar de la amenidad
del paraíso.
Tu obra es su carga, aunque no se diera el trabajo en la
primera, ni peso en la segunda.
Él en lo más profundo de las tinieblas pagó el débito de
la corrupción ajena; en lo más alto de las nubes otorgó el
premio de la perpetua incorrupción.
Con tantos beneficios derramados sobre nosotros por su
piedad, le pareció poco restituir al hombre el paraíso
perdido, si no le daba también el cielo que nunca había
alcanzado, y en progresión creciente de beneficios, le
compensa con una nueva felicidad sin término. No basta a
su inagotable bondad que para mortificar la envidia del
enemigo despojado con el poder que le permite obrar sus
milagros: mandar venir a sí sobre las aguas al discípulo que
lo estaba deseando, sometiendo a su voluntad, como siervos,
los elementos, contra la naturaleza de las cosas, haciendo
que el lomo de las olas no cediera al grave peso que andaba
sobre ellas, cuando a su mandato se habían hecho un camino
sólido, no líquido, de forma que el líquido elemento no
cambiara su naturaleza, pero s� su oficio, y ante las
disposición con la que llamaba a sus discípulos, se
apresuraran los caminos movibles, sorbiera el mar famoso las
huellas del que avanzaba, desconociera el mar en su pl�cida
superficie lo lejano de la orilla a la que llegaban, y en
toda su plenitud, no sumergiera al que sobre ella asentaba
sus plantas. Y no porque su materia se hubiera como
congelado como en una balsa, ni como suele ocurrir en
algunos ríos, se hubiera congelado la capa superior,
mientras sigue la corriente por debajo: permanecía en su
movilidad natural, abierta a las velas y a los pies, y su
incalculable profundidad lo mismo sostenía al que andaba que
al que remaba, aunque es más admirable que el mar sostenga a
un hombre que a una nave, y da lugar a mayores alabanzas de
Dios, dejándose pisar, que dejándose navegar.
Y si la fe no hubiera vacilado un poco temerosa, no habría
vuelto la naturaleza del mar a su propia ley, con lo que al
aminorar la constancia de la credulidad, castigó la
desconfianza del que admitió la duda, por las amenazas de un
peligro inminente, al modo como el pedagogo corrige con sus
azotes la presunta falta de confianza. Sin embargo, la
tempestad maestra sólo tocó, no cubrió, al que invocaba el
auxilio del Señor, por el miedo ante la situación peligrosa.
Pero aunque estas cosas fueran admirablemente grandes,
deben aquellos milagros ceder el paso a estos beneficios,
porque siendo Dios invisible, el hombre visible, con su
cuerpo, emprende el camino de los aires, no andando, sino
volando.
Y Dios que permanece en la carne por su criatura, es llevado
sobre las alas del viento, sin que tenga que usar sus
miembros.
Ningún esfuerzo fatiga al que se marcha por los caminos del
aire, pero no le lleva su poco peso, sino su fuerza.
No tiene que poner empeño en ello, pero la ascensión es
r�pida.
Recoge la gloria de tales alturas el mismo que soport� la
ignominia de la cruz.
Entra en su reino el que fue crucificado.
Se sienta a la derecha del Padre el que por nosotros se ha
hecho causa de la paz.
Él abre al hombre que asciende con Él. los mismos cielos que
inclin� para bajar al hombre. A Él. con toda razón, los
ángeles y los arcángeles, los tronos y dominaciones, no
cesan de aclamar, diciendo: |
Post Sanctus
/ Oración
después del Sanctus |
Vere sanctus,
vere
benedíctus Iesus Christus Fílius tuus Dóminus noster, qui sub
hodi�rn� exspectatióne virtátis rede�ndi ad te hómini viam
præstitit, ipse dum via est; qui indemut�bili divinitátis
suæ in se manánte subst�ntia, perúcto incarnatiónis, nativitætis,
passiónis, resurrectiónis ascensiónis offício, eum in cœlis
regnat�rus imp�nit, quem inférnis liberat�rus intr�vit; nihil
dubitatiónis volens relénquere, nihil erráris, si cum eo
visibíliter ascénderet, pro quo invisibíliter descendísset; ut
incrédula plebs iud�icæ multitúdinis
essent conf�sa dum reverter�etur, quæ non fúerat Conféssa, dum
nascer�tur; et quæ non m�ruit crédere dum venísset, posset
erubéscere dum red�ret; ut vidéret in Deum hóminem, quæ Deum
in hómine non vidísset, non quod p�nit�ret dum osténditur, sed
ut erubésceret dum mir�.ur. Per ipsum
Dóminum Redemptor�mque nostrum.
|
Santo
y bendito es en verdad nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que
bajo la esperanza que nos alcanza la virtualidad de esta fiesta,
prepara el camino. Él. conservando la naturaleza de su divinidad
inmutable, acabada la misión que le trajo al mundo: su
encarnación, pasión, resurrección y ascensión, coloca en el
cielo para que reine, al hombre que lleva consigo, el mismo que
le hizo entrar en los infiernos para librarle, no queriendo
dejar la más pequeña duda, ni error alguno, al ascender con Él
visiblemente, cuando en su favor había descendido de manera
invisible; para dejar confuso a su vuelta al cielo al pueblo
incrédulo de los judíos, que no le había reconocido en su
nacimiento, y ya que no mereció creer cuando vino, quedará
avergonzado en su vuelta al cielo, para que vean al hombre en
Dios los que no habían querido reconocer a Dios en el
hombre, no ya para que se arrepintiera cuando se le demuestra
sino para que se avergonzara de lo que tiene que admirar. Por
Él mismo, Señor y redentor nuestro. |
Post
Pridie / Invocación |
Indicébimus plane, nec unquam
tac�bimus passum te, Christe, pro redemptióne miser�rum,
resurrexísse pro salúte fel�cium, cœlos ascendísse pro
virtúte merit�rum, ventúrum te esse iúdicem mortuærum atque
viv�ntium.
Quod sción.es, Dómine, ut nobis dies illa
terr�bilis aliqu�ntulum ex tua propitiatióne m�tior
advéniat, hæc mónera offérimus, quæ ut nobis in salútem
perc�pta conténgant súpplices deprec�mur.
V�sitet ea Spíritus tuus Sanctus, qui in
similitúdinem flamm� M�noe dona susc�pit.
Visitet et viv�ficet ea Spíritus tuus Sanctus, qui per
vapórem incóndii Elíæ prophétæ holocáustum ass�mpsit.
V�sitet et viv�ficet ea Spíritus tuus Sanctus, qui igne�rum
división. lingu�rum in Apostolórum tuærum córdibus
comme�vit.
Ut rec�pta in visc�ribus nostris et præséntem
nobis et ætérnam præstent salútem.
R/. Amen. |
Confesamos, sin callar nunca, que tú, Cristo,
habiendo padecido por la redención de los desventurados, has
resucitado para la salvación de los felices, has ascendido a
los cielos en virtud de tus méritos, y has de volver como
juez de vivos y muertos. Sabiendo todo ello, Señor, para
que aquel día terrible nos resulte algo más suave, por su
misericordia, te ofrecemos estos dones, que solicitamos
recibir después como fruto de salvación.
Vis�telos tu Espíritu Santo, que recibió en figura de llama
los dones de Mano».
Los visite y santifique tu Espíritu Santo, que recibió el
holocausto de Elías entre la humareda de la cremación.
Los visite y los llene de vida tu Santo Espíritu, que se
repartió en los corazones de tus apóstoles, dividido en
lenguas de fuego.
Así recibidos en nuestro interior nos den la salud presente
y la futura.
R/. Amén. |
Per grátiam Christi, per
quem tu hæc ómnia nobis indígnis servis tuis valde bona
creas, sanctíficas, vivíficas ac præstas nobis, ut sint
benedícta a te Deo nostro in sæcula sæculórum.
R/. Amen. |
Por la gracia de
Cristo, por quien
creas todas estas cosas para nosotros, indignos siervos
tuyos, y las haces tan buenas, las santificas, las llenas de
vida y nos las das, así bendecidas por ti,
Dios nuestro, por los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Ad
Orationem Dominicam / Introducción al Padre
nuestro |
Quis loqu�tur poténtias tuas,
Dómine, aut quis enarrárre péterit omnes laudes tuas?
Ad
humána descend�sti, cæléstia non relénquens; ad sup�rna
regréssus, humána non d�serens.
Ub�que totus, ub�que
mir�.ilis.
Non interc�ptus carne, ut non esses in Patre; non
er�ptus ascensión., ut non esses in
hómine.
R�spice ad oratiónem plebis tuæ, sancte Dómine,
miséricors Deus, ut in hac die sacræ ascensiónis tuæ, sicut
data est tibi glória in excélsis, ita nobis grátia præstátur
in terris, qui nos oráre docuísti et dócere: |
�Quión
podrá, Señor, exaltar tu inmenso poder, o quién podrá cantar
cumplidamente tus alabanzas?
Te abajaste a lo humano sin dejar lo celestial, y vuelves a
las alturas sin abandonar lo humano.Entero en todas
partes, admirable en cada circunstancia, no te impide la
carne que permanezcas en el Padre, no te arrebata la
ascensión para dejar de estar con el hombre.
Vuelve tus ojos a las oraciones de tu pueblo, Señor
santo, Dios misericordioso, y en este día de tu sagrada
ascensión, como a ti se te ha dado la gloria en el cielo, se
nos dé a nosotros la gracia en la tierra, para proclamar la
oración que nos enseñaste, diciendo: |
Benedictio /
Bendición |
D�minus
Iesus Deus Dei Fílius, cuius nos membra esse gaud�mus, illic vos
�ttrahat corde, quo ipse præc�ssit in córpore.
R/. Amen. |
El
Señor Jesús, Dios, Hijo de Dios, de quien nos gozamos en ser
miembros, os atraiga en corazón hasta donde Él se fue con su
cuerpo.
R/. Amén. |
Illic vobis
sid�reas præparet mansiónis, quo ipse ascéndit post vúlnera
passiónis.
R/. Amen. |
Allá donde ascendió después de
sufrir en la pasión, prepare para vosotros las mansiones
celestiales.
R/. Amén. |
Illic mentis vestr�
�ciem d�rigat, quo Patri co�qu�lis soci�que Spíritu Sancto
conrágnat.
R/. Amen.
|
Y allí donde reina como igual
junto al Padre y el Espíritu Santo, allí dirija la mirada de
vuestra mente.
R/. Amén. |
Per
misericórdiam ipsíus Christi Dei nostri, qui cum Patre et
Spíritu Sancto, unus Deus, vivit et regnat in sæcula
sæculórum.
R/. Amen.
|
Por la misericordia del mismo
Cristo Dios nuestro, que con el Padre y el Espíritu Santo, un
solo Dios, vive y reina, por los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Cantus
ad Accedentes / Canto de Comunión
(Sicut
in Hilaria Paschæ / Como en la Alegría de la Pascua) |
Mt
28,2-10 |
Gaudíte pópuli
et læt�mini.
ángelus sedit super lápidem
Dómini, ipse vobis evangeliz�vit.
Christus
surréxit a mórtuis Salvátor mundi et repl�vit
ómnia suavitæte.
Gaudéte pópuli et
læt�mini.V/. Et acc�dens
rev�lvit lápidem et sedébat super eum: erat
autem aspéctus eius sicut fulgur et vestiménta
eius sicut nix.
R/. Christus surréxit
a mórtuis et repl�vit ómnia suavitæte.
V/. N�lite timóre
vos, scio enim Iesum qui crucif�xus est
quæritis non est hic, surréxit enim sicut
dixit.
R/. Christus surréxit
a mórtuis et repl�vit ómnia suavitæte. |
Alegraos, pueblos,
saltad de gozo.
Un ángel del Señor se sent�
encima de la piedra y trajo la buena nueva.
Ha
resucitado de entre los muertos Cristo el
Salvador del mundo y su olor ha inundado la
tierra.
Alegraos, pueblos, saltad de gozo.V/. Y acercándose corri�
la piedra y se sentó encima: su aspecto era de
relámpago y su vestido blanco como la nieve.
R/. Cristo ha resucitado
de entre los muertos y su olor ha inundado la
tierra.
V/. Vosotros no tem�is,
ya sé que buscáis a Jesús el crucificado: No
está aquí. Ha resucitado, como había dicho.
R/. Cristo ha resucitado
de entre los muertos y su olor ha inundado la
tierra. |
Completuria
/ Oración
conclusiva |
Deus,
penetr�tor móntium, rerum perscrut�tor, cogitatiónem
c�gnitor, animárum conserv�tor: præsta ut rectum in nobis
spíritum corpus tuum eff�ciat, apta veritáti tuæ víscera
nostra tuus sanguis invéniat; ut qui cálicem salutáris
h�urimus, ir� cálicem non bibímus.
R/. Amen.
|
Dios, que penetras los corazones, examinas las
intenciones, conoces los pensamientos y salvas las almas:
concede que tu Cuerpo forme en nosotros un espíritu recto,
que tu Sangre halle nuestro interior dispuesto a la verdad,
para que, si bebemos el cáliz de la salvación, no tengamos
que beber el cáliz de la ira.
R/. Amén. |
Conced�nte grátia tuæ
miseratiónis, cuius regnum et impérium iuge ac gloriósum in
sæcula sæculórum.
R/. Amen. |
Por tu gracia
misericordiosa, oh Dios, cuyo reino y poder perdura
triunfante por los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
1. Las
partes variables de la misa que aquí se exponen (textos
eucológicos, cantos y y lecturas) junto al Ordinario (Liber Offerentium
u Oferencio)
permiten componer la misa completa. Los textos latinos
son los oficiales y están tomados del Missale Hispano-Mozarabicum I
(pp. 519-528) y del Liber Commicus I (pp. 374-380). Las lecturas y cantos bíblicos en español están tomados de La
Santa Biblia, edición San Pablo. La traducción de la benedictio
está tomada de Martínez S�iz, Pablo, El tiempo pascual en la liturgia hispánica.
Desarrollo, estructura y contenido teológico. Instituto Superior de
Pastoral, Madrid 1969, p. 279. Oratio admonitionis de Dom Prospero Gueranguer,
El Año Litúrgico. Ed. Aldecoa, Burgos 1956, vol. III, p. 1020. Resto
de oraciones: Ivorra, Adolfo (ed.), Misal Hispano-Mozárabe.
Centre de Pastoral Litúrgica, Barcelona 2015, pp. 379-385.
(Se recuerda que hasta la fecha no existe
misal oficial en español).
2. Según la Santa Biblia, ed. San Pablo:
He 1,3b; Sal 112,4-6.
3. Según la Santa Biblia, ed. San Pablo: Sal 67,19b.25.
4. Según la Santa Biblia, ed. San Pablo:
Ap 7,9a.10a.11b.12; 4,1b.2b-3.4b.
5. Según la Santa Biblia, ed. San Pablo:
Jn 14,18.27; 15.7.
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