Misa en
Rito Hispano-Mozárabe
28 Augusti / 28 de agosto
In diem sancti Augustini, episcopi
En el día de san
Agustín , obispo
Memoria (1) |
|
Prælegendum
/ Canto de entrada |
Cant 4,11; Sal 111,2 |
De
ore iusti proc�dunt mella, Allelúia, dulcédo mellis est lingua
eius, Allelúia, favum dist�llant l�bia eius, Allelúia, Allelúia. |
De
la boca del justo mana la miel, aleluya, la dulzura del panal
est� en su lengua, aleluya, un panal que destila son sus labios,
aleluya, aleluya. |
V/.
Potens in terra erit semen eius, generátio rectórum
benedic�tur.
R/. Favum dist�llant l�bia eius,
Allelúia, Allelúia.
V/. Glória et honor Patri et
Fílio et Spirítui Sancto in sécula sæculórum. Amen.
R/. Favum dist�llant l�bia eius,
Allelúia, Allelúia. |
V/. Su linaje ser� poderoso en la tierra, la descendencia
del justo ser� bendita.
R/. Un panal que destila son sus
labios, aleluya, aleluya.
V/. Gloria y honor al Padre y al
Hijo y al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
R/. Un panal que destila son sus
labios, aleluya, aleluya. |
Oratio post Gloriam
/ Oración después del
Gloria |
Confessóris
tui beatíssimi August�ni �nnua recursióne, Dómine, memóriam
sollémniter recol�ntes, supérnæ grátiæ aspersióne loc�pleta.
Ut qui nunc festa devóto pros�quimur adn�su, eius quoque
pérpetim cleménti regántur et protegántur int�itu.
R/. Amen.
|
Al
glorificarte, Señor, evocando la memoria de san Agustín ,
enriquece nuestras almas con los dones de tu gracia, y haz que
el santo, cuya fiesta hoy devotamente celebramos, fije
solícitamente en nosotros su mirada y nos admita para siempre
bajo su protección.
R/. Amén. |
Per misericórdiam tuam,
Deus noster, qui es benedíctus et vivis et
ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Por tu misericordia,
Dios nuestro, que eres bendito y vives y todo lo
gobiernas por los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
LITURGIA VERBI
/ LITURGIA DE LA PALABRA
Prophetia
/ Profecía |
Eclo 31,8-11 |
Léctio libri Ecclesiástici.
R/.
Deo grátias. |
Lectura del libro del Eclesiástico.
R/. Demos gracias a
Dios. |
Hæc dicit
Dóminus:
Beátus dives, qui invéntus est sine mácula
et qui post aurum non �biit
nec sperúvit in pecánia et thes�uris.
Quis est hic, et laud�bimus eum?
Fecit enim mirab�lia in pópulo suo.
Quis probátus est in illo et perféctus est?
Erit illi glória ætérna.
Quis p�tuit tránsgredi et non est transgréssus,
f�cere mala et non fecit?
ídeo stabil�ta sunt bona illíus in Dómino,
et eleem�synas illíus enarrárbit omnis ecclésia sanctórum. R/. Amen. |
Esto dice el Señor:
Dichoso el rico de conducta intachable
que no corre tras el oro.
¿Quén es? Le felicitaremos,
pues ha hecho maravillas en su pueblo.
¿Quén sufrió esta prueba y fue hallado perfecto?
Ser� para Él un título de gloria.
¿Quén pudo transgredir la ley y no la transgredi�,
hacer mal y no lo hizo?
Sus bienes se consolidarán,
y la asamblea proclamar� su bondad.
R/.
Amén. |
Psallendum
/ Salmo de meditación |
Sal 118,97-98.101.51 |
Dil�xi
legem tuam, Dómine; tota die meditátio mea est.
Super inimícos meos prud�ntem me fecísti. |
Cu�nto
amo tu voluntad, todo el día la estoy meditando.
Me haces más sabio que mis enemigos. |
- V/. Ab omni via mala
pr�hibui pedes meos, ut custódiam verbum tuum; a lege autem
tua non declinávi.
R/. Tota die meditátio
mea est.
Super inimícos meos prud�ntem me fecísti.
|
- V/. Aparta mi pie de toda
senda mala, para que guarde tu palabra. No me apartes de tu
ley.
R/. Todo el día la estoy
meditando.
Me haces más sabio que mis enemigos.
|
Apostolus
/ Apóstol |
Rom 10,8-13 (2) |
Epístola Pauli apóstoli ad Rom�nos.
R/.
Deo grátias. |
Epístola del
apóstol san Pablo a los romanos.
R/. Demos gracias a
Dios. |
Fratres:
Hoc est verbum fídei, quod prædic�mus. Quia si confite�ris in ore tuo: �Dóminum Iesum», et in corde
tuo credéderis quod Deus illum excit�vit ex mórtuis, salvus
eris. Corde enim créditur ad iustítiam, ore autem Conféssio fit in
salútem. Dicit enim Script�ra:
«Omnis, qui credit in illo, non confundétur�.
Non enim est dist�nctio Iudéi et Gr�ci, nam idem Dóminus
ómnium, dives in omnes, qui �nvocant illum: Omnis enim, quic�mque invocáverit nomen Dómini, salvus erit. R/. Amen. |
Hermanos: Esta es la palabra
de la fe que anunciamos. Porque, si profesas con tus labios que
Jesús es Señor, y crees con tu corazón que Dios lo resucitó de
entre los muertos, serás salvo. Pues con el corazón se cree para
alcanzar la justicia, y con los labios se profesa para alcanzar
la salvación. Pues dice la Escritura: Nadie que crea en Él
quedar� confundido.
En efecto, no hay distinción entre judío y griego, porque uno
mismo es el Señor de todos, generoso con todos los que lo
invocan, pues todo el que invoque el nombre del Señor ser�
salvo.
R/.
Amén. |
Evangelium
/ Evangelio |
Mt 11,25-30 |
Léctio sancti Evangélii
secóndum Matthéeum.
R/. Glória tibi,
Dómine. |
Lectura del santo
Evangelio según san Mateo.
R/. Gloria a ti,
Señor. |
In illo témpore:
Iesus dixit: «Conf�teor tibi, Pater, Dómine
cœli et terræ, quia abscond�sti hæc a sapi�ntibus et prud�ntibus
et revel�sti ea párvulis. Ita, Pater, quóniam sic fuit plácitum
ante te.
Ómnia mihi trádita sunt a Patre meo; et
nemo novit Fílium nisi Pater, neque Patrem quis novit nisi
Fílius et cui vol�erit Fílius revel�re.
Veníte ad me, omnes, qui laborátis et
oner�ti estis, et ego reféciam vos. T�llite iugum meum super vos
et d�scite a me, quia mitis sum et h�milis corde, et inveni�tis
r�quiem anim�bus vestris. Iugum enim meum suave, et onus meum
leve est�.
R/.
Amen.
|
En aquel tiempo:
Tom� la palabra Jesús y dijo: «Te doy gracias, Padre, Señor del
cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los
sabios y entendidos, y se las has revelado a los pequeños. S�,
Padre, así te ha parecido bien.
Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo
más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a
quien el Hijo se lo quiera revelar.
Venid a mí todos los que est�is cansados y agobiados, y yo os
aliviar�. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy
manso y humilde de corazón, y encontrar�is descanso para
vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera».
R/. Amén.
|
Laudes |
Sal 93,12 |
Allelúia. |
Aleluya. |
V/.
Beátus homo quem tu erud�eris, Dómine, et de lege tua
doc�eris eum.
R/. Allelúia. |
V/. Dichoso el hombre a quien tú corriges,
Señor, al que instruyes en tu ley.
R/. Aleluya. |
Sacrificium
/ Canto del
Ofertorio |
Prov 2,3-6.10-12 |
Si enim
sapi�ntiam invocáveris et inclináveris cor tuum prud�ntiæ,
si qu�s�eris eam quasi pecániam et quasi thes�uros effíderis
eam, tunc intélleges timórem Dómini et sci�ntiam Dei
invénies; quia Dóminus dat sapi�ntiam, et ex ore eius
sci�ntia et prud�ntia proc�dunt, Allelúia, Allelúia. |
Si
invocas a la inteligencia y llamas a la prudencia, si la
procuras como el dinero y la buscas como un tesoro, entonces
comprenderás el temor del Señor, y alcanzarás el
conocimiento de Dios. Porque es el Señor quien da sensatez,
de su boca proceden saber e inteligencia, aleluya, aleluya. |
V/. Si
intr�verit sapi�ntiæ in cor tuum et sci�ntia ánimæ tuæ
plac�erit, consílium custódiet te et prud�ntia serv�bit te,
ut eru�ris a via mala et ab hómine qui pervérsa lóquitur.
R/. Quia Dóminus dat sapi�ntiam, et ex ore eius
sci�ntia et prud�ntia proc�dunt, Allelúia, Allelúia. |
V/. Así
entrar� en tu mente la sensatez, y sentirás gusto en el
saber, la sagacidad te guardar�, la prudencia te proteger�,
para librarte del mal camino, del hombre que habla
perversamente.
R/. Porque es el Señor quien da
sensatez, de su boca proceden saber e inteligencia, aleluya,
aleluya. |
Oratio Admonitionis
/ Monici�n
sacerdotal |
Cunctórum síquidem, fratres caríssimi, mártyrum
et confessórum excol�nda, licet sint devotióne glisc�nte sollémnia, huius tamen
Christi alúmni August�ni epíscopi, etsi non illis emin�ntior, in nullo quoque
�qualitáte p�rili minor�nda est cel�britas; quæ etsi róseo non venustátur
cru�re, c�lsius tamen coríscat ex voce. Non mirum pro�nde, si ei nostra
submittátur, tota serv�re comp�go, cuius vox toto pert�nuit mundo.
Nec mirum si ea �fficit quæ præc�nio non defúerat apostólico, cum et Paulua
apóstolus plus cúteris lab�rans, compl�re inquit ea se in passiónibus quæ
defúerant Christo.
Unde quia tam aug�sta nobis �nnua rec�rrit functiónis paus�tio, med�llitus
tanti doct�ris gem�ntes implorémus suffrágio, ut totus se pro nobis máseris
Trinitáti s�mplici summo Deo opp�nat suggess�rum, cuius lingua inconf�se, ut
saltem in �n�gmate ei�sdem Trinitátis cognitiónem haber�mus, nobis dilig�nter
�ndidit cálamo.
Et cuius mell�tum el�quium non solum firmos radic�vit r�bore aucto, sed étiam
lapsos ad spem rev�xit et p�rditos.
R/. Amen.
|
Queridos hermanos, hemos de
celebrar siempre con gran devoción las solemnidades de todos
los mártires y confesores, y ésta del discípulo de Cristo,
el obispo Agustín , no vamos a decir que sobresalga de las
demás, pero tampoco podemos considerarla menos importante,
pues aunque no est� señalada con el rojo de la sangre, tiene
un más alto brillo por su predicación.
No es de extrañar que todo nuestro ser reciba con respeto
la voz que reson� en el mundo entero.
Tampoco hay que admirarse porque aborde cuestiones que ya se
contienen en la predicación de los apóstoles, pues el
apóstol Pablo, que se destaca en su trabajo, dice que
completa en su ser lo que falta a la pasión de Cristo.
De modo que, vuelve a nosotros como cada año este
agosteño descanso en nuestras labores, imploremos con
gemidos del alma la ayuda de tan gran doctor, para que se
haga presente en favor nuestro ante la suma Trinidad y único
Dios, el que con su lengua, claramente, o al menos con
enigma, y también con sus escritos, nos adoctrinaba en el
conocimiento de la misma Trinidad.
Su palabra de miel no sólo afianzó a los que estaban firmes,
aumentando su vigor, sino que también trajo a la fe a los
caídos y perdidos.
R/.
Amén. |
Per misericórdiam ipsíus
Dei nostri, qui est benedíctus et vivit et ómnia regit in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Por la misericordia
del mismo Dios nuestro, que es bendito y vive y todo lo
gobierna, por los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Alia / Oración entre los
Dípticos |
O bone Iesu, Dómine et Redémptor noster, qui
temet�psum caput cathólicæ formans Ecclésiæ, áliis don�sti pro te ánimas
perdóndo, suo se perúngi cru�re, áliis prédicatiónis el�quio luc�ntes clar�re;
ut et in illis f�rtium foret in carne concert�tio victrix, et in istis lapsi in
m�lius reform�ri contra lud�ficum �nguem.
Sublímius enim est in statum lapsos redícere, quam iustos statu suo robor�re,
quia illo hoc habent quod non amis�runt, hi vero hoc rec�piunt quod mérito
perdid�runt.
Da Ecclésiæ tuæ hoc promíttere in voto, quod egr�gii doct�ris exstans fulta
el�quio, bono n�queat a suo defl�cti prom�sso; da ei hoc ten�re semper ag�ndo,
quo n�queat culpa subm�tti quand�que in facto.At nunc, alme tu
August�ne et póntifex magne, recordáre ómnium nostrórum ru�nas, quas ipse
evas�sti Dómini præv�ntus misericórdia; memor esto ómnium pontíficum et
sacerdótum, quibus ipse sacerdótii exstitísti societ�te perf�nctus.
Memor�re pl�bium, et singul�rum ómnium defer Deo tandem iam necess�rium votum.
Sic tuo interv�ntu tíneant pontífices tui sublim�tam �picis in pópulis arcem, ut
neque �peris exémplo, neque prédicatiónis oráculo, a recto rec�dant calle.
Sit eis quib�sque sublímibus loqui pro veritáte aucta fidúcia, quæ prosit
utr�sque in sup�rnam exped�te pr�vehi pátriam.
Sit presbéteris gr�vida honestitátis proc�ssio, ac sacrific�ndi prompta devótio,
ut multi, e�rum renov�ti exémplo, ipsi v�leant remunerári præmio post futáro.
Sit lev�tis porrig�ndi cálicem cum córporis nit�re conténtio crebra, ut mérito
áppetant �th�rea regna.
Sit cúteris ministr´ntibus in ecclesiásticis disciplínis advérsa toler�ndi
oblátio, quo possint munerári rite post tr�nsitum.
Sit cl�ricis ad Deum s�dula cum castitáte sinc�ra servitátis cult�ra, ne
adstr�cti re�tu �ltimi mulctántur iudícii pœna.
Sit m�nachis em�rtua sæculóris vol�ptas, ut post eis frustr�ta non sit
lab�ris fac�ltas.
Sit r�gibus et cunctis dominóntibus moder�ta pot�stas, ut die horrífico e�rum
coron�tur de sublími fast�gio p�etas.
Sit lasc�vis petulantib�sque mundátia carnis, ne pro s�rdibus excludántur
præséntia veritátis.
Sic vírgines reténtent incorrúptum pudúris vigórem ut mérito sequ�ntes ub�que
agnum, novi r�vocent cántici laudem.
Sit contin�ntibus c�stitas persev�rans; sit étiam coniug�tis ad procre�ndas
proles comm�xtio pura.
Sit supérbis hum�libus supp�nere colla; sit étiam el�tis mentem repr�mere
t�midam.
Sit irac�ndis intemperúntiæ repr�ssa fer�citas; sit étiam �mulis �nsita
usquequóque benígnitas.
Sit sapi�ntibus per te apte s�pere; sit étiam nésciis a ténebris ignor�ntiæ
resip�scere.
Sit purg�ndis am�tum unda sacros�nti baptísmatis ren�sci; sit étiam iud�is
incarnatiónis Christi mystérium cogn�scere.
Sit h�r�ticis plena veritátis cogn�tio; sit étiam schismáticis cathólicæ
Ecclésiæ un�ta compl�xio.
Et quia omnes ex tr�duce protopl�sti parántis g�niti, in hanc sumus ru�nam
pr�niter defl�xi et nemo própriis v�ribus qui�verit �rigi, nisi quem grátia
subv�xerit divíni adiut�rii; ita sit per te cunctis, moll�ta dur�tia, post
lapsum iam emendatiórem ad pœniténtiam præb�re votum, ut et in nullo rep�ndant
f�cinus deplor�tum, et de adm�ssis culpis tua se gáudeant indulgéntia obtinuísse
prec�tum.
R/. Amen.
|
Buen Jesús, Señor y redentor
nuestro, que siendo cabeza de la Iglesia católica otorgaste
a unos quedar ungidos en su propia sangre al dar su vida por
ti, y a otros brillar con nítida claridad en el ministerio
de la predicación, de forma que en aquellos quedara patente
la lucha de los valientes vencedores, y en estos el apoyo
para sostener a los vacilantes, cuando en el primer caso los
valientes aprenden a no dar la espalda, y en el segundo los
caídos pueden levantarse en la lucha contra la serpiente
engañadora.
Pues es más sublime volver a los caídos a su anterior estado
que fortalecer a los justos en su perseverancia, porque
estos conservan lo que no perdieron, pero aquellos vuelven a
recibir lo que ya por su culpa tenían perdido.
Concede a tu Iglesia que cumpla sus promesas y votos
permaneciendo asentada en la predicación del egregio doctor,
que no se aparte nunca de sus buenos propósitos, purificando
siempre sus obras, para que no quede sometida a la culpa.
Y tú, padre Agustín , buen pontífice, ev�tanos las caídas
de las que tú te libraste prevenido por la misericordia de
Dios.
Acuérdate del pueblo y hazte portador ante Dios de los
anhelos de cada uno.
Así, por tu intercesión, tengan los pontífices entre los
pueblos el altísimo prestigio de un castillo enriscado, y no
se aparten del camino recto ni en su conducta ni en su
predicación.
Puedan ellos hablar a los más altos dignatarios con una
confianza basada en la verdad, que aproveche a unos y a
otros para hallar expedito el camino a la patria del cielo.
Procedan los presbíteros grave y honestamente, manifestando
diligente disposición para ofrecer el sacrificio; y muchos
animados con su ejemplo, puedan alcanzar en el futuro el
premio de la gloria.
Acostumbren los levitas a servir el cáliz prestamente, con
extremada limpieza, para que puedan desear meritoriamente el
reino celestial.
Est�n prontos los demás ministros de los órdenes
eclesiásticos a ofrecer como un sacrificio el sufrimiento de
las adversidades, para que así, después de su muerte, puedan
quedar comprendidos en las listas de la salvación.
Tengan todos los clérigos un exquisito cuidado en su
servicio y una sincera castidad, para que no queden sujetos
a culpa alguna que los condene en el último juicio.
Tengan los monjes amortecido el deseo del placer mundano,
para que no resulten frustrados en sus trabajos.
Ejerzan los reyes y todos los que gobiernan un poder
moderado, para que en el día terrible por su piedad sean
coronados.
Guarden los lascivos y los impúdicos la pureza de su carne,
no vayan a quedar excluidos, por sus manchas, de estar
presentes ante la verdad.
Mantengan las vírgenes la fuerza incorruptible de su pudor,
para que, siguiendo a todas partes al Cordero, puedan
entonar el magnífico canto que las distingue.
Perseveren los cálibes en su castidad y los casados tengan
en pureza sus relaciones para procrear los hijos.
Que los soberbios inclinen su cabeza a la humildad y los
presuntuosos moderen la hinchazón de sus pensamientos.
Sepan los iracundos reprimir la violencia de su ira y los
envidiosos se dejen dominar por la benignidad.
Que los sabios basen su ciencia en ti y los necios salgan de
las tinieblas de la ignorancia.
Amen los neófitos el renacer que da el agua del bautismo, y
los judíos, deponiendo su obstinación, reconozcan el
misterio de la encarnación de Cristo.
Que los herejes conozcan plenamente la verdad y los
cismáticos queden unidos a la fe católica.
Y porque todos los que procedemos del primer padre y
estamos hundidos hasta el cuello en esta catástrofe, y nadie
puede salvarse por sí mismo sino sólo quien recibe la gracia
y la ayuda divina, suaviza nuestra dura condición: que
manifestemos después de nuestras caídas una mayor
inclinación a la penitencia, para que no volvamos a incurrir
en las mismas faltas que deploramos, sino que sintamos el
gozo de haber obtenido el perdón de las faltas que
confesamos.
R/.
Amén. |
Per misericórdiam tuam,
Deus noster, in cuius conspéctu sanctórum
Apostolórum et Mártyrum, Confessórum atque
Vírginum nómina recitántur.
R/. Amen.
|
Por tu
misericordia, Dios nuestro, en cuya presencia
recitamos los nombres de los santos
Apóstoles y Mártires, Confesores y
Vírgenes.
R/. Amén. |
Post Nomina
/ Oración
después de los Dípticos |
Ecclésia ecce tua, Deus omnípotens, quæ te,
asp�rsa in toto mundi álveo, uno tamen agglomer�ta complexiónis globo, pro
ómnibus, tam qui adsunt, quam étiam qui córporis præséntia desunt, voce
imprec�tur única, et sacrifici�rum obláta offert devotióne c�rnua ut et pro his
qui in hanc cas�ram degunt vitam, interced�nte tanti ant�stitis prece, ne
ull�tenus dilabántur, impetr�tur aux�lia, et pro anim�bus paus�ntium, ut
tart�reo exuántur ab igne, gratul�tur se ætérna obtinuísse sol�tia.
R/. Amen.
|
Esta es tu Iglesia, Dios
todopoderoso, que esparcida por toda la besana del mundo,
pero unida en un solo cuerpo, te implora con una sola voz
por todos, lo mismo los presentes que los ausentes, y ofrece
sus sacrificios con devoción genuina, lo mismo para impetrar
tu ayuda por intercesión de tan alto pontífice, por aquellos
que permanecen en esta vida perecedera, para que no se
dispersen más, que por las almas que no duermen, para que
queden libres del t�rtaro y se gocen de haber obtenido el
consuelo eterno.
R/. Amén. |
Quia tu es vita
vivórum, sánitas infirmórum, ac r�quies
ómnium fidélium defunctórum in ætérna
sécula sæculórum.
R/. Amen.
|
Porque tú eres
la vida de los que viven, la salud de los
enfermos, y el descanso de todos los fieles
difuntos, por todos los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Ad Pacem
/ Oración
de la Paz |
Memínimus, Dómine, memínimus, nec imm�mores
sumus quod hic August�nus tuus, tui arcéni dulcédine haustus, inter tot
rutil�ntia præcépta mandatórum tu�rum nectáreo odére fragr�ntia quæ toto p�ne
mundi c�spite ab ipso vibrant fl�ride recitáta pr�mere tuæ pacis commend�verit
insígnia.
Ob hoc te, fons et cáritas ingánita, quæ caritátem ex tua gignens
ess�ntia, dedísti ei gign�ndo et ab eo proc�dere caritátem, quæ est conn�xio
utriúsque, ut non div�sa summam númeris s�ppleat, sed un�ta complexióne fidem ad
unam essentiíliter caritátem redícat; prostr�ti tell�re gemeb�nda inqu�rimus
voce, ut huius sanctæ caritátis mystério nos r�pleas afflu�nter, qu�tenus gémina
dulcédine fulti, Dei vidélicet ac próximi, mere�mur a pœnis débitis �ximi, et
societ�ti elect�rum perúnniter �niri.
R/. Amen.
|
Nos acordamos, Señor, nos
acordamos: no nos olvidamos lo mismo que Agustín , saciado de
la dulzura de tus secretos entre todos los rutilantes
preceptos que exhalan el perfume de néctar de tus mandatos,
que renuevan en casi toda la extensión del mundo, y tal como
fueron derramados de su boca como flores, recomend� que nos
acogi�ramos a las banderas de tu paz.
Por eso, fuente y causa sin origen, que engendrando el
amor de tu misma esencia le diste al engendrarle que también
de Él procediera el amor, que es la unión entre dos, y así
con Él, se complete la Trinidad en una misma substancia, y
se centre la fe en una sola caridad esencial, nosotros,
postrados en tierra con gemidos del alma, te pedimos que con
el misterio de esta santa caridad nos llenes
torrencialmente, para que, apoyados en esta doble dulzura
del amor de Dios y del prójimo, podamos vernos libres de los
castigos merecidos y unirnos perpetuamente al grupo de los
elegidos.
R/. Amén. |
Quia tu es vera pax nostra et cáritas
indisrúpta, vivis tecum et regnas cum Spíritu Sancto, unus
Deus, in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Porque tú eres nuestra paz
verdadera, caridad indivisible; tú, que vives contigo mismo
y reinas con el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos
de los siglos.
R/. Amén. |
Illatio / Acción de
gracias |
Dignum et iustum est, sat�sque dignum et
pulchrum est, tibi, ingánite Pater, or�go et fons lúminis, per lumen Verum
dulcíssimam prolem tuam, Dóminum nostrum Iesum Christum, ante quem non exstas,
post quem nec es, sed illo ineff�bili dic�ndi modo semper es g�nitor, cui semper
est g�nitus; ex amb�bus tértia pers�na proc�dens Sanctus Spíritus, qui non
tértius in subst�ntia subsat Spíritus; nos toto cordis afféctu totiúsque
compagin�ti córporis nervo, carmínibus multis decúbile perstr�pere melos, et
péctoris arcéno desidérii affectit�ri anh�lo, ut in eo initiar�mur ov�ndo, a quo
consumm�bimur post be�ndo, qui huius pontíficis ánimam, dudum manich�� héresis
sectatr�cem, fídei tuæ effecísti cultr�cem.
Qui flatu divíno ut Paulus, �ntime tactus mox fídei incitam�nto conv�llit,
quod pervérse di�tine t�nuit; mox exp�gnat, quod dudum t�rvide impugn�bat; mox
e�dem fídei f�rvide �nhiat, quam prisca orbitáte odi�bat.
Nam quis suff�ciat eius relégere libros quibus velut amnis tuæ ecclésiæ sinus
oppl�vit defl�xos?
Quæ fuit héresis, quam non suæ crib�vit scrut�nio lingu�?
Qu�ve �xstitit schisma, quam non textrónica trama uno c�nsuit globo?
Dicat hoc �frica, quæ Don�ti fúerat virus inf�cta.
Hoc inquam, omnis �ntimet orbis, qui conventícula sparsim bulli�bat porr�gine
l�t�li.
Postr�mo laudet una Ecclésia, quæ in m�rmure fell�fuga eius dogm�tibus r�fugos
�luit cum pietáte mat�rna.
In his ex�mium �micet, et ultra humánam natúram nit�re balsámico resp�ret.
Quibus dein de ineff�bili un�ta Trinitáte libris a iuvent�te c�ptis in senect�te
fin�vit, ut recte c�neret:
�A iuvent�te mea qu�s�vi sapi�ntiam palam in oratióne mea; ante tempus
postul�bam pro illa et usque in novíssimis inqu�ram eam».
O alt�tonans Deus, quis off�cere qu�verit tuos trutin�re modos, quibus
tuis per orbem don�sti comptit�re, sci�ntiæ compos?
Quis, ut dignum est, plene possit laud�re quantum larg�tor exstes in síngulis,
cum n�uter fallat in dictis intérnis, et tamen n�uter un�mode ructet for�nsecus
in verbis; n�uter d�screpat a vero, sed n�uter superféciem reténtat in verbo?
Pro�nde, quia in tuis tot donis nec præc�lsi spíritus, qui infatig�bili
voce e pátrio tonant, laudem, ut dignum est, cántici r�boant, nos máseros post
tr�nsitum misericórditer s�btrahe a re�tu, ur mérito tui ant�stitis ad sup�rna
prov�cti et catálogo iustórum sociéti, hymnum infiníte s�cia cum Chérubim canéra
iubil�mus, ita dicéntes:
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Es justo y necesario, es en verdad digno y
hermoso que, con todo el afecto del corazón, con todas las
fuerzas de nuestro cuerpo, con palabras convenientes y
muchos cantos te aclamemos, oh Padre sin principio, origen y
fuente de la luz por medio de la luz verdadera, tu dulcísimo
Hijo, nuestro Señor Jesucristo, antes del cual no existes ni
eres después del mismo, sino que, según aquel inefable modo
de decir, siempre eres engendrador de aquel que es siempre
engendrado y que de ambos procede la tercera persona, el
Espíritu Santo, el Espíritu que no es una naturaleza
distinta. Y así expresemos la secreta ansia del deseo del
corazón, e iniciemos a honrarte, a ti, que nos harás
bienaventurados: tú que convertiste a este pontífice de
seguidor de la herejía maniquea a en cumplidor de tu fe.
Como Pablo, tocado interiormente por el soplo divino, al
instante por la fuerza de la fe destruye lo que por largo
tiempo había mantenido equivocadamente; defiende ahora lo
que antes amenazador atacaba; ahora ansía fervorosamente por
la fe lo que, cegado, antes odiaba.
�A quién no bastar� releer sus libros que ha llenado con las
corrientes que manan del seno de tu Iglesia?
¿Qué herejía existe que no haya puesto a prueba con su
lengua?
¿Qué cisma ha existido que no haya reducido de nuevo a la
trama original?
Lo diga �frica, que fue infectada con el veneno de
Donato.
Quiero decir que dio a conocer a todo el mundo a aquel que
movía acá y allá grupos que rezumaban tiía mortal.
Finalmente, la Iglesia única alabe que, con materna piedad
haya alimentado a cuantos huían de sus enseñanzas que
rezumaban hiel.
En esto muestra toda su grandeza y por encima de la
naturaleza humana exhala fragrante lustre.
Luego los libros que comenzó a escribir en su juventud
acerca de la inefable y única Trinidad, los termin� en su
ancianidad, de modo que pudo cantar:
«Desde mi juventud en mi oración busqu� abiertamente la
sabiduría; desde muy pronto pedía por ella y hasta el final
estar� buscóndola».
Dios, que retumbas en los cielos, �quién puede impedir
examinar tus decisiones con las que has dado la posibilidad
de enriquecer el mundo, lleno de sabiduría?
¿Quén puede alabar cumplidamente, como es justo, cuanto
eres dador en cada uno, cuando ninguno se engaña en su
interior y sin embargo ninguno se expresa exteriormente en
palabras del mismo modo; ninguno se separa de lo verdadero
pero ninguno recupera su realidad con la palabra?
Por esta razón, porque entre todos tus inmensos dones no
existe un espíritu tan excelso que con voz infatigable
exprese desde la tierra, como es digno, con cantos la justa
alabanza, a nosotros pobres siervos tuyos, cuando termine
nuestra vida, líbranos de toda culpa, y por los méritos de
tu obispo ll�vanos al cielo, de modo que unidos al coro de
los justos, cantemos himnos junto con los querubines y
digamos: |
Post Sanctus
/ Oración
después del Sanctus |
Vere sanctus, vere in�stim�bilis Dóminus Deus
noster et imménse gloriósus, qui sci�ntiæ lumen totis, sic in singul�rum corda
ill�bitur totus, ut �nteger exstans totus, portioníliter scindi non patiátur.
Christus Dóminus ac Redémptor ætérnus.
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Santo, inabarcable, inmenso y
glorioso es en verdad nuestro Señor Dios, que siendo para todos
la luz de la ciencia te entregas totalmente a los corazones de
cada uno, quedando tú entero y sin poder dividirte en partes.
Cristo, Señor y Redentor eterno. |
Post Pridie
/ Invocación |
�tique pontíficum póntifex, et sacerdótum
sacérdos, Christe Iesu, procul d�bio tenémus quod ob totíus mundi salútem paulo
minorátus ab ángelis ac medi�tor Dei factus es hóminis, Patri in terris hóstiam
mundam te obstulísses pro nobis, et post resírgens a mórtuis sedem reped�beris
Patris, ex qua te horr�ficum veníre met�imus iúdicem pro méritis.
Unde, quia non frustra te fat�mur nobis commendísse tui córporis memóriam et
sánguinis ídeo freti tant� pietátis prom�sso, quod qui ex eo gust�verit mortem
non vídeat in ætérnum, ut cult�ris ob méritum obtántur hoc sacrifícium, quod pro
recuperatióne hóminum lab�ntium, et ecclésiæ cathólicæ offértur statu, tibi
omn�mode f�cias accéptum.Descéndat ígitur, Dómine, super hoc altáre
compar tuus natúra ille consol�tor Spíritus, qui et oblátum in eo sanctíficet,
et degust�ntium corda expi�ndo inh�bitet, atque omnes pro quibus offértur
perúnniter in sinu matris Ecclésiæ adun�tos res�rvet.
R/. Amen. |
Cristo Jesús, tú eres el pontífice de los
pontífices y el sacerdote de los sacerdotes, y sabemos sin
género de dudas que, por la salvación de todo el mundo, te
has hecho un poco inferior a los ángeles y mediador entre
Dios y los hombres, y te ofreciste al Padre por nosotros en
la tierra como víctima sin mácula, y después de resucitar de
entre los muertos regresaste junto a la sede del Padre,
desde donde esperamos que vuelvas como juez terrible para
examinar las acciones de cada uno.
Por esto, dado que no confesamos en vano que nos
encomendaste hacer memoria de tu cuerpo y de tu sangre,
confiados por tan gran promesa de amor, de que quien
participe de este banquete no conocer� la muerte para
siempre, ofrezcamos este sacrificio en favor de la salvación
de los hombres que han pecado y por el bien de la iglesia
católica, de modo que te sea aceptable.
Que descienda, Señor, sobre este altar el Espíritu
Consolador que comparte contigo tu misma naturaleza y que
santifique lo que se ha ofrecido. Que habite en el corazón
de los que tomarán parte en el mismo, de modo que los
purifique y los conserve siempre en la unidad del seno de la
Iglesia madre a quienes por los que se ofrece.
R/. Amén.
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Te præstánte, sancte
Dómine, quia tu hæc ómnia nobis indígnis
servis tuis valde bona creas, sanctíficas,
vivíficas ac præstas nobis, ut
sint benedícta a te Deo nostro in sécula
sæculórum.
R/. Amen. |
Concédelo,
Señor santo, pues creas todas estas cosas
para nosotros, indignos siervos tuyos, y las
haces tan buenas, las santificas, las llenas
de vida y nos las das,
así bendecidas por ti, Dios nuestro por los
siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Ad Orationem
Dominicam / Introducción al Padre
nuestro |
Os intermin�bile Patris et lingua dulcíssimi
Genit�ris, suávitas éternitátis; in hoc depósito tui vatis l�crimas ac nostra
suspíria int�nde iam mitis.
Et quia mérito sup�rnam amíssimus pátriam, quim immo per conditiónem fílii
diceb�mur, proni appet�vimus �nfima; nec est qui clam�ndi ad te vocem possit
habére líberam.
Tu huc ad nos audítum tuæ cleméntiæ flecte, qui dudum pro máseris es infl�xus ad
mortem.
Nam quantum præstábis redímptis, qui olim te exhibuísti perúmptis?Ob
inde, quia ab �vo desperatiónis frustr�to tuo sumus ad spem redícti oráculo, te
habeámus apud Patrem advoc´tum, in quo aud�ri mere�mur quam docuísti
clamav�rimus ex humo: |
Palabra eterna del Padre y lengua del dulce
Engendrador, suavidad de la eternidad; en la memoria de tu
obispo compadecido presta atención a nuestras lágrimas y
suspiros.
Y dado que hemos dejado escapar la patria celestial, que
esperúbamos por razón de nuestra condición de hijos,
humillados hemos deseado lo más bajo; y no existe quien
pueda invocarte sin temor.
Sin embargo, inclina piadoso tu oído hacia nosotros, tú que
te has entregado a la muerte por los miserables.
¿Cuánto est�s dispuesto a conceder a los redimidos, tú que te
mostraste una vez en favor de los que habían perecido?
Por eso, hemos sido llevados desde la triste realidad de
la
desesperación al anuncio de la esperanza de que te tenemos
como abogado ante el Padre, y que por ti seremos escuchados
en el cielo, cuando desde la tierra elevemos la oración que
tú mismo nos has enseñado: |
Benedictio /
Bendición |
Sapi�ntia Dei Patris, quæ pro nobis
invisibíliter facta est vis�bilis, prece almi August�ni ómnium vestrórum arcéna
irr�diet péctoris.
R/. Amen.
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Que
la Sabiduría de Dios Padre que aun siendo invisible, por
nosotros se hizo visible, ilumine los secretos de vuestros
corazones por intercesión de san Agustín .
R/. Amén. |
Virtus ei�sdem gign�ntis, fidem vestram in nullis patiátur capi dec�pulis.
R/. Amen.
|
Que, imitando sus
virtudes, vuestra fe sea capaz de superar toda clase de engaño.
R/. Amén. |
Ut tanti vatis fulti præsídio, et incent�v� carnis evinc�tis hostem et
sid�ream post mortem retentátis hereditátem.
R/. Amen.
|
Que confortados por la
protección de tan gran Padre, pod�is vencer al enemigo que
incita las pasiones y recibíis después de la muerte la herencia
celestial.
R/. Amén. |
Ipso præstánte, qui in
Trinitáte, unus Deus, vivit et regnat in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Que lo conceda aquíl,
que, un solo Dios en la Trinidad, vive y reina por los siglos de
los siglos.
R/. Amén. |
Completuria
/ Oración
conclusiva |
Tuam, clementíssime
Pater, súpplices exorémus cleméntiam, ut
hodi�rna sollémnia quæ pro beatíssimi
confessóris tui August�ni veneratióne
susc�pimus, ipse tibi comm�ndes. Et
sicut illi corínam sanctæ perfectiónis
tribuísti, ita nobis, eius intercessióne,
ómnium delict�rum véniam et indulgéntiam
largi�ris.
R/. Amen.
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Invocamos tu
clemencia, Padre clementísimo, pidiéndote
que recibas con agrado la solemnidad que hoy
hemos celebrado en honor de tu santo confesor
Agustín . Y como a Él le concediste la corona de la santa
perfección, nos concedas a nosotros, pos su intercesión, el
perdón y la indulgencia de todos nuestros delitos.
R/. Amén.
|
Per misericórdiam tuam,
Deus noster qui es benedíctus et vivis et
ómnia regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.
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Por tu
misericordia, Dios nuestro, que eres bendito,
y vives y todo lo gobiernas, por los siglos
de los siglos.
R/. Amén. |
1. Las
partes variables de la misa que aquí se ofrecen (textos
eucológicos, cantos y lecturas) junto al Ordinario (Liber Offerentium
u Oferencio)
permiten componer la misa completa. Los textos latinos
son los oficiales y est�n tomados del Missale
Hispano-Mozarabicum II (pp. 515-524) y del Liber Commicus II
(pp. 172-173). Los textos bíblicos en español est�n tomados de la
Sagrada Biblia, versión oficial de la Conferencia Episcopal
Española. BAC, Madrid 2011. Las oraciones en español est�n tomadas de lexorandies.blogspots.com.
(Se recuerda que hasta la fecha no existe
misal oficial en español).
2.
Rom 10,8b-13.
N. de La Ermita.
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