La Ermita. Rito hispano-mozárabe

TEXTOS LITÚRGICOS

RITO HISPANO-MOZÁRABE

Textos propios de la Misa de los santos Sixto y Lorenzo, mártires

 

Misa en Rito Hispano-Mozárabe


 

Prælegendum / Canto de entrada Sal 98,8; 108,2
Dómine Deus noster, tu exaud�sti sanctos tuos.
Deus, tu propítius fuísti illis, Allelúia, Allelúia.
Señor Dios nuestro, tu escuchaste a tus santos.
Dios, tú les fuiste propicio, aleluya, aleluya.
V/. Sit nomen Dómini benedíctum, ex hoc nunc et usque in sæculum.
R/.
Deus, tu propítius fuísti illis, Allelúia, Allelúia.

V/. Glória et honor Patri et Fílio et Spirítui Sancto, in sécula sæculórum. Amen.
R/.
Deus, tu propítius fuísti illis, Allelúia, Allelúia.

V/. Sea bendito el nombre del Señor desde ahora y para siempre.
R/.
Dios, tú les fuiste propicio, aleluya, aleluya.

V/. Gloria y honor al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
R/.
Dios, tú les fuiste propicio, aleluya, aleluya.

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Oratio post Gloriam / Oración después del Gloria
Dómine Iesu Christe, qui beatíssimum Laur�ntium mártyrem tuum �mplius refúlgere méritis quam flammis �ffici præstitísti, ut fortíssimus martyr plus amóre quam ardóre fervóret: tr�bue ut scint�lla fídei eius ita flamm�mur, ne ab igne sæculi consumm�mur.
R/. Amen.
Señor Jesucristo, que concediste al glorioso mártir san Lorenzo brillar por sus méritos más que por las propias llamas en que se consumía, de forma que el esforzado mártir hirviera más por el amor que por el calor; concédenos que una chispa de su fe nos encienda de tal modo que no seamos consumidos por el fuego de este mundo.
R/. Amén.
Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui es benedíctus et vivis et émina regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, que eres bendito y vives y todo lo gobiernas, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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LITURGIA VERBI / LITURGIA DE LA PALABRA

Prophetia / Profecía Eclo 31,5-11
Léctio libri Ecclesiástici.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del Eclesiástico.
R/. Demos gracias a Dios.
Fili:

Qui aurum déligit, non iustific�bitur,
et, qui inséquitur lucrum, in eo oberr�bit.
Multi dati sunt in ru�nam auri grátia,
et facta est in f�cie ips�rum perd�tio illórum.
Lignum offensi�nis est aurum sacrific�ntium;
v� illis, qui sectántur illud:
et omnis �mprudens capi�tur in illo.

Beátus dives, qui invéntus est sine mácula
et qui post aurum non �biit
nec sperúvit in pecánia et thes�uris.

Quis est hic, et laud�bimus eum?
Fecit enim mirab�lia in pópulo suo.

Quis probátus est in illo et perféctus est?
Erit illi glória ætérna.

Quis p�tuit tránsgredi et non est transgréssus,
f�cere mala et non fecit?
ídeo stabil�ta sunt bona illíus in Dómino,
et eleem�synas illíus enarrárbit omnis ecclésia sanctórum.

R/. Amen.

Hijo:

Quien ama el oro no quedar� impune,
quien anda tras el lucro en Él se extraviará.
Muchos se arruinaron a causa del oro
y se encontraron cara a cara con la perdición.
Es una trampa para sus entusiastas,
todos los insensatos quedan atrapados en ella.

Dichoso el rico de conducta intachable
que no corre tras el oro.

¿Quén es? Le felicitaremos,
pues ha hecho maravillas en su pueblo.

¿Quén sufrió esta prueba y fue hallado perfecto?
Ser� para Él un título de gloria.

¿Quén pudo transgredir la ley y no la transgredi�,
hacer mal y no lo hizo?
Sus bienes se consolidarán,
y la asamblea proclamar� su bondad.

R/. Amén.

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Psallendum / Salmo de meditación Sal 123,7.1-3
nima nostra sicut passer er�pta est de musc�pula venéntium; l�queus contrátus est, et nos lib�rati sumus. Hemos salvado la vida como un pájaro de la trampa del cazador: la trampa se rompió y escapamos.
V/. Nisi quia Dóminus erat in nobis, dicat nunc Ísrael, nisi quia Dóminus erat in nobis, cum ins�rgerent hómines in nos f�rsitan vivos deglutíssent nos.
R/. L�queus contrátus est, et nos lib�rati sumus.
V/. Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte, -que lo diga Israel-, si el Señor no hubiera estado de nuestra parte, cuando nos asaltaban los hombres, nos habrían tragado vivos.
R/. La trampa se rompió y escapamos.

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Apostolus / Apóstol 2Cor 9,6-13
Epístola Pauli apóstoli ad Coránthios secónda.
R/. Deo grátias.
Segunda carta del apóstol Pablo a los corintios.
R/. Demos gracias a Dios.
Fratres:

Qui parce séminat, parce et metet; et, qui séminat in benedictiónibus, in benedictiónibus et metet. Unusqu�sque prout destin�vit corde suo, non ex trist�tia aut ex necessitáte, h�larem enim datórem déligit Deus.

Potens est autem Deus omnem grátiam abund�re f�cere in vobis, ut, in ómnibus semper omnem suffici�ntiam habóntes, abund�tis in omne opus bonum, sicut scriptum est: «Disp�rsit, dedit paupéribus; iustítia eius manet in ætérnum».

Qui autem adminístrat semen semin�nti, et panem ad manducándum præstábit et multiplicábit semen vestrum et aug�bit increm�nta frugum iustítiæ vestræ.

In ómnibus locuplet�ti in omnem simplicitátem, quæ operútur per nos gratiárum actiónem Deo quóniam ministérium huius offícii non solum supplet ea, quæ desunt sanctis, sed étiam ab�ndat per multas gratiárum actiónes Deo per probatiónem ministérii huius glorificántes Deum in obédiéntia confessiónis vestræ in evangélium Christi.

R/. Amen.

Hermanos:

El que siembra tacañamente, tacañamente cosechará; el que siembra abundantemente, abundantemente cosechará. Cada uno dé como le dicte su corazón: no a disgusto ni a la fuerza, pues Dios ama al que da con alegría.

Y Dios tiene poder para colmaros de toda clase de dones, de modo que, teniendo lo suficiente siempre y en todo, os sobre para toda clase de obras buenas. Como está escrito: «Repartió abundantemente a los pobres, su justicia permanece eternamente».

El que proporciona semilla al que siembra y pan para comer proporcionará y multiplicará vuestra semilla y aumentará los frutos de vuestra justicia.

Siempre seréis ricos para toda largueza, la cual, por medio de nosotros, suscitará acción de gracias a Dios; porque la realización de este servicio no solo remedia las necesidades de los santos, sino que además redunda en abundante acción de gracias a Dios. Al comprobar el valor de esta prestación, glorificarán a Dios por vuestra profesión de fe en el Evangelio de Cristo.

R/. Amén.

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Evangelium / Evangelio Mt 6,19-33
Léctio sancti Evangélii secóndum Matthéum.
R/. Glória tibi Dómine.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo.
R/. Gloria a ti, Señor.

In illo témpore:

Dóminus noster Iesus Christus loquebátur discípulis suis dicens:

Nol�te thesauriz�re vobis thes�uros in terra, ubi �r�go et tínea demol�tur, et ubi fures eff�diunt et furántur; thesauriz�te autem vobis thes�uros in cœlo, ubi neque �r�go neque tínea demol�tur, et ubi fures non eff�diunt nec furántur; ubi enim est thes�urus tuus, ibi erit et cor tuum.

Luc�rna córporis est óculus. Si ergo fúerit óculus tuus simplex, totum corpus tuum lúcidum erit; si autem óculus tuus nequam fúerit, totum corpus tuum tenebrásum erit. Si ergo lumen, quod in te est, ténebræ sunt, ténebræ quantæ erunt.

Nemo potest du�bus dóminis serv�re: aut enim unum �dio habíbit et �lterum déliget aut unum sustin�bit et �lterum cont�mnet; non pot�stis Deo serv�re et mamm�n�.

�deo dico vobis: Ne soll�citi sitis ánimæ vestr� quid manducátis, neque córpori vestro quid indu�mini. Nonne ánima plus est quam esca, et corpus quam vestiméntum?  Resp�cite volat�lia cœli, quóniam non serunt neque metunt neque c�ngregant in h�rrea, et Pater vester cæléstis pascit illa. Nonne vos magis pluris estis illis?

Quis autem vestrum c�gitans potest ad�cere ad �t�tem suam c�bitum unum?

Et de vestiménto quid soll�citi estis? Consideráte l�lia agri quómodo crescunt: non lab�rant neque nent. Dico autem vobis quóniam nec S�lomon in omni glória sua coopórtus est sicut unum ex istis. Si autem fenum agri, quod hódie est et cras in cl�banum m�ttitur, Deus sic vestit, quanto magis vos, médicæ fidei?

Nol�te ergo soll�citi esse dicéntes: «Quid manducébimus?», aut: «Quid bibímus?», aut: «Quo operi�mur?». Hæc enim ómnia gentes inqu�runt; scit enim Pater vester cæléstis quia his ómnibus indig�tis.
Qu�rite autem primum regnum Dei et iustítiam eius, et hæc ómnia adiciántur vobis.

R/. Amen.

En aquel tiempo:

 Nuestro Señor Jesucristo hablaba con sus discípulos y les decía:

No atesor�is para vosotros tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen y donde los ladrones abren boquetes y los roban. Haceos tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni carcoma que los roen, ni ladrones que abren boquetes y roban. Porque donde est� tu tesoro, allá est� tu corazón.

La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo est� sano, tu cuerpo entero tendr� luz; pero si tu ojo est� enfermo, tu cuerpo entero estar� a oscuras. Si, pues, la luz que hay en ti est� oscura, �cu�nta ser� la oscuridad!

Nadie puede servir a dos Señores. Porque despreciar� a uno y amar� al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no har� caso del segundo. No pod�is servir a Dios y al dinero.

Por eso os digo: no est�is agobiados por vuestra vida pensando qué vais a comer, ni por vuestro cuerpo pensando con qué os vais a vestir. «No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad los pájaros del cielo: no siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. «No valíis vosotros más que ellos?

¿Quén de vosotros, a fuerza de agobiarse, podr� añadir una hora al tiempo de su vida?

¿Por qué os agobi�is por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. Pues si a la hierba, que hoy est� en el campo y mañana se arroja al horno, Dios la viste así, �no har� mucho más por vosotros, gente de poca fe?

No and�is agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso.
Buscad sobre todo el reino de Dios y su justicia; y todo esto se os dar� por añadidura.

R/. Amén.

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Laudes Is 51,3.12
Allelúia.

Aleluya.

V/. Gáudium et lætítiam obtin�bunt sancti, et Dóminus consol�bitur eos.
R/.
Allelúia.
V/. Gritos de gozo y júbilo lanzarán los santos, el Señor los consolar�.
R/.
Aleluya.

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Sacrificium / Canto del Ofertorio Is 65,23-24
Sacerd�tes �fferunt mónera Dómino in hymnis et cánticis.
Et cum int�lerint hóstias, sumam sacrifícium ex eis, ut benedícant nomen meum super altáre meum, Allelúia, Allelúia, Allelúia.
Los sacerdotes ofrecen dones al Señor, con himnos y cánticos.
Y cuando le presenten las ofrendas, tomarán de ellas para el sacrificio, para bendecir mi nombre sobre mi altar, aleluya, aleluya, aleluya.
V/. Elícti mei non laborábunt, quia semen benedíctum est a Dómino.
Dabo servi�ntibus mihi nomen novum, quod benedic�tur super terram.
Adhuc loqu�ntibus illis, dicam quid est; et cum clam�verim ad me exáudiam eos.
R/. Ut benedícant nomen meum super altáre meum, Allelúia, Allelúia, Allelúia.
V/. Mis elegidos no pasarán trabajos, porque son estirpe bendecida por el Señor.
Dar� a los que me sirvan un nombre nuevo, que ser� bendito sobre la tierra.
Antes de que me llamen yo les responder�, aún estarán hablando, y ya los habrá escuchado.
R/. Para bendecir mi nombre sobre mi altar, aleluya, aleluya, aleluya.

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Oratio Admonitionis / Monici�n sacerdotal

Ad misericórdiæ ópera exsequ�nda, fratres caríssimi, christiánas mentes hodi�rna sollémnitas excit�bit, quæ beátum Laur�ntium facult�tes sibi ab ant�stite suo Xysto sancto comm�ssas, ecclésiæ sic misericórditer dispensísse narrárvit, ut replens déxteram páuperum, illic p�neret qu� custodi�nda suscóperat, ubi violíntus persecútor intr�re non páterat.
Imit�mur pro�nde mártyris patiéntiam cuius beátam approb�vimus vitam.

Transfer�mus nos �tiam univérsa quóque dil�gimus ad ætérna tabernácula, qui migr�re disp�nimus de hac tempor�li vita.
Ut cum dies tentatiónis advénerit, nihil habeámus quod perd�mus inv�ti, sed spiritúli gáudio sapi�nter acc�ncti, dimic�mus f�rtiter usque ad effusi�nem sánguinis contra perf�diam inimíci, reservóntes constántiam veritátis, per quam poss�mus devíncere adversárium hostem in nómine Trinitátis.
Hæc est enim víctima Deo semper accépta, cuius per hoc sacrifícium recordári comp�llimur, quando eius salutáris h�$1tiæ perceptióne mund�mur.

R/.
Amen.

Queridos hermanos, la festividad que hoy celebramos ha de animar a las almas cristianas en la práctica de las obras de misericordia, según el ejemplo de san Lorenzo, que tan maravillosamente distribuy� a la Iglesia los caudales que le había encomendado el papa Sixto, de forma que llenando las manos de los pobres, puso a buen recaudo los bienes que tenía encomendados, allá donde no podía llegar el violento perseguidor.
Imitemos la paciencia del mártir los que pensamos que su vida fue santa.

Traslademos también nosotros a las eternas moradas todo lo que amamos, pues somos peregrinos en esta vida temporal.
Para que cuando llegue el día de la prueba, no tengamos nada que nos cueste trabajo dejar, sino que, ceñidos por la armadura de la sabiduría y el gozo espiritual, luchemos denodadamente hasta derramar nuestra sangre contra la perfidia del enemigo, manteniendo la constancia en la verdad para vencer con ella al adversario en el nombre de la Trinidad.
Esta es la ofrenda que siempre agrada a Dios, que se nos hace presente en este sacrificio, en el que somos purificados al recibir su víctima salvadora.
R/. Amén.

Per misericórdiam ipsíus Dei nostri, qui vivit et ómnia regit in sécula sæculórum.
R/.
Amen.
Por la misericordia del mismo Dios nuestro, que vive y todo lo gobierna por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Alia / Oración entre los Dípticos

Deus, qui divinitátis tuæ poténtia clarens, divínos ac c�libes Ecclésiæ tuæ Xystum atque Laur�ntium elegísti gubernatóres, cum in uno sacerdótii summam, in �ltero lev�tici órdinis cont�leras grátiam, int�ntis te précibus supplic�mus, ut in tanti di�i sollemnitáte convéntum fam�liæ tuæ ipse resp�cias et postulátus celer occúrras.
Xystus offícii sui non �mmemor sanctificánda tibi nostra �fferat vota; simíliter et Laur�ntius ministérii sui �xsequens curam, supplic�ntibus nobis subminístret remédia postul�ta.

Per illum disc�mus quod ipse egit, pro te, Dómine, cerv�ces p�nere; per istum crem�ntis sæculi non s�brui tempest�te.
Per illum mat�r� discretiónis iudício freti polle�mus seniórum; per istum v�lide iuventátis luct�men arripi�ntes, fide extingu�mus incent�va lib�dinum.
Quo sic per Xystum sanctificándi tuis altáribus offerímur, ut, trad�nte nobis Laur�ntio, c�licem salútis in rem�ssiónem peccatórum s�mere mere�mur.

R/. Amen.

Dios sabio y poderoso, que elegiste para gobernar tu Iglesia a tus santos consagrados Sixto y Lorenzo, dando a uno la suprema dignidad del sacerdocio y al otro el orden levítico. Te suplicamos ardientemente que en la solemnidad de este día tan grande, mires propicio a tu familia aquí congregada y atiendas a nuestras oraciones.
Sixto, ejerciendo su oficio recoja y te ofrezca nuestros dones; Lorenzo, ejerciendo también su ministerio, nos alcance los remedios que pedimos.

Aprendamos de aquíl lo que Él mismo hizo: colocar por ti su cabeza en el tajo; aprendamos de éste a no dejarnos sofocar por las llamas del mundo.
Por aquíl gocemos de la madurez de juicio propia de los ancianos; por éste, ocupando nuestros puestos en la lucha vigorosa de las liviandades.
Así Sixto podr� ofrecernos para ser santificados en tu altar y seremos dignos de recibir de manos de Lorenzo el cáliz de salvación para el perdón de los pecados.
R/. Amén.

Per misericórdiam tuam, Deus noster, in cuius conspéctu sanctórum Apostolórum et Mártyrum, Confessórum atque Vírginum nómina recitántur.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, en cuya presencia recitamos los nombres de los santos Apóstoles y Mártires, Confesores y Vírgenes.
R/. Amén.

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Post Nomina / Oración después de los Dípticos

Clementíssime creatur�rum ómnium Deus, pro cuius nómine beatíssimi Xystus atque Laur�ntius mártyres viríliter certav�runt et divérso mori�ndi génere coron�ti sunt, cum et Xystus tuo d�mitas iugo cerv�ces, carnéficis gládio perempt�rus exh�buit, et Laur�ntius combéstum in cratícula corpus suum versári præc�piens, spíritum vitæ inter flammas effl�vit.

Te quæsumus, te rogámus, ut horum précibus corpus nostrum tentatiónum flammis non �rdeat, cor divínis fl�tibus concal�scat.
Sicque Xystus ex accépto sacerdot´li privil�gio, lig�ta críminum nostrórum víncula res�lvat ac defunctórum nexus oratiónis fav�re disr�mpat, ut ministérii sui curam cunctis Laur�ntio impend�nte, et vivi pi�culis et sep�lti se n�verint evasísse supplícia.

R/. Amen.

Dios clementísimo de todas las criaturas, por cuyo nombre lucharon virilmente los santos mártires Sixto y Lorenzo hasta alcanzar la corona con distinto género de muerte, ya que Sixto inclin� su cerviz bajo tu yugo para ser muerto a espada y Lorenzo exhal� su espíritu entre las llamas, después de advertir que dieran vuelta a su cuerpo asado en la parrilla.

Te pedimos suplicantes que, por sus preces, nuestros cuerpos no se consuman en las llamas de la tentación; pero arda nuestro corazón bajo el soplo divino.
Que Sixto, por el carisma de su sacerdocio, desate las ligaduras de nuestros pecados y rompa con su oración las cadenas de las almas del purgatorio, para que, ejerciendo Lorenzo su cuidado ministerial sobre todos nosotros, los vivos nos veamos libres de nuestros motivos de queja y los difuntos de sus penas.
R/.
Amén.

Quia tu es vita vivórum, sánitas infirmórum ac r�quies ómnium fidélium defunctórum in ætérna sécula sæculórum.
R/. Amen.
Porque tú eres la vida de los que viven, la salud de los enfermos, y el descanso de todos los fieles difuntos, por todos los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Ad Pacem / Oración de la Paz

Deus, qui beatíssimi lev�t� tui Laur�ntii fidem nec igne s�brui neque avar�tia fecísti corr�mpi, cum et inter flammas inv�ctus, et inter nummos exsísteret a cupiditáte int�ctus, persp�cuam tu� maiestátis poténtiam implorémus ut fidem qua tibi crédimus in nobis ad�ugeas, caritátis opes imp�ndas, cupiditátes int�rimas, simultátum faces ext�nguas.

Quo nec avar�tia dev�cti, nec �diis, ad te veni�mus ill�si, illo caritátis tuæ rore novéndi, quo idem martyr tuus dec�ctus igne m�ruit recre�ri.
R/. Amen.

Dios, que no permitiste que la fe del santo levita Lorenzo fuera vencida por el fuego, ni corrompida por la avaricia cuando se mantuvo invicto entre las llamas e inmune a la avaricia entre los dineros, imploramos el manifiesto poder de tu majestad, para que aumentes en nosotros la fe, base de nuestra confianza en ti, acrecientes la riqueza de nuestra caridad, des muerte a nuestras ambiciones y extingas las llamas de nuestras envidias.

Así llegaremos a ti ilesos, sin dejarnos vencer de la avaricia ni de las malquerencias, renovados por el rocío de tu amor, que confort� a tu mártir asado por el fuego.
R/. Amén.

Quia tu es vera pax nostra et cáritas indisrúpta, vivis tecum et regnas cum Spíritu Sancto, unus Deus, in sécula sæculórum.
R/.
Amen.
Porque tú eres nuestra paz verdadera, caridad indivisible; tú, que vives contigo mismo y reinas con el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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Illatio / Acción de gracias

Dignum et iustum est, �quum et salutáre est, sancto nómini tuo, sempitérna Trínitas, fortíssime Deus, pro elect�rum tu�rum certam�nibus gloriósis accept�bilem tibi, si pus�llis possíbile f�cias, laudis hóstiam immol�re.
Quidquid in his magníficum te operúnte perúgitur, mérito totum tuis virtútibus deputátur.
Huius síquidem pugnæ congríssio, nisi te duce et pr�sule fúerit institáta, nec in�ri certámen páterit, nec cum laude fin�ri.

Idc�rco, Dómine, m�litum tu�rum triumphálem victóriam celebrámus quorum te et velle et perfécere fuísse prob�mus.
Adsunt �gitur, Dómine, horum diérum témpore tui nóminis confessióne insuperúbiles facti et coronárum admirab�lium splend�ribus decoríti, Xystus, apostolórum tu�rum c�thedr� dignus asc�nsor, ei�sque archidi�conus Laur�ntius triúmphi cæléstis ardentíssimus assec�tor.
Quibus licet bidu�na vel tridu�na fúerint interv�lla, te ut opórtuit dispens�nte, sube�ndi certáminis, idem tamen in obtin�ndo promissiónum cæléstium bravío fídei v�guit ardor.
Et Xystus quidem, ut bos iugo dóminicæ mansuetúdinis assuátus, submísso occúrrit cápite percuss�ri, potent�sque canétie fulg�nti cerv�ce renovátus, ut �quila ad cœlos iuvent�te vol�vit.

Quique apostolórum choro donátus fílium gener�s� mentis Laur�ntium exspect�bat, quia sine eo próprii sánguinis víctimam off�rre nolíbat, cui cuncta mysteriórum ministéria transig�nda commáserat.
Qui cum de sua remansi�ne patri qu�rulus exstitísset, ab �odem flere prohíbitus, quod post tres dies se sequerátur audávit, nec debóre de sua desertióne caus�ri præm�nuit, quóniam ei gloriósior, diábolo s�vi�nte, irris�que tyr�nno triúmphus manáret.

O mártyrum tu�rum, Christe, infatig�bilis fortitúdo.
Quantum enim duri�ribus fúerint s�vi�nte carnéfice deput�ti, tantum a te nov�rum v�rium augm�nta trip�diant consec�ti; ut et sanctis tuis glóriam, et inimícis c�mules pœnam.
Una dénique ead�mque iustítia, et iúdicem inférna cru�ntum et cœli susc�piunt inn�xium viros.
Qui eo usque dum exurer�tur rob�stior factus em�cuit ut carnéficem tali irrisióne damn�ret, ut si cibus placéret, quia iam assátus erat, manducáret.
Quibus verbis exémplum fidélibus contemn�nd� mortis ins�nuans, victr�cem ánimam Patri et spíritum commend�vit, et post sudórem prœlii, Christi refrigerátus ampl�xu, sub ara cælésti umbráculo requiéscit.

Cui mérito cœli et omnes virtútes débita laude confessiónis occúrrunt, aureor�mque candelabr�rum sept�fera coruscatióne fru�ntes, perpétuis v�cibus cantum suavitátis ext�ndunt.
Archangelórum quoque exércitus in tuo nómine l�t�ntes trip�diant et aug�stius triumph�ntes exsúltant.
Ch�rubin quoque et Séraphim áureo gestióntes vol�tu perstr�punt et suav�sono cármine, sen�rum al�rum rem�giis se pennigerántes ext�llunt.
Bis bina dénique animália cum duoden�rum fel�cium número seniórum et egr�gia cántica medit�ntes, clamóre non cessant, ita dicéntes:

Es digno y justo, equitativo y saludable, que si lo haces posible a nuestra peque�ez, presentemos la víctima de alabanza a tu santo nombre, Trinidad sempiterna, Dios todopoderoso, por los gloriosos triunfos de tus elegidos.
Porque todas las grandezas que en ellos se realizan se deben a tu poderosa intervención, puesto que combates de este género no podrían iniciarse ni acabarse con victoria si tú no fueras al mismo tiempo guía y moderador.

Por eso, Señor, celebramos la victoria triunfal de tus campeones, comprobando cómo llevas a cabo todo lo que quieres.
Tenemos presentes, pues, cuando llegan estos días, a los que vencieron por la confesión de tu nombre, coronados de esplendores maravillosos. Sixto es digno ocupante de la cátedra de tus apóstoles y su archidiácono Lorenzo valentísimo ganador de la gloria celestial.
Pues aunque hubiera intervalos de dos o tres días en sufrir el martirio según tú lo fuiste disponiendo, lució en ellos la misma fe valerosa para alcanzar el trofeo de las promesas celestiales.
Sixto, como buey acostumbrado al yugo de la mansedumbre que recomend� el Señor, inclin� su cabeza al verdugo, y transformadas sus canas en juventud refulgente, vuela al cielo con la potencia del águila.

Agregado al coro de los apóstoles, espera el alma generosa de su hijo Lorenzo, porque no quiere ofrecer la víctima de su propia sangre sin aquíl a quien encomend� la plenitud del ministerio en sus enseñanzas.
A quien, al quedarse aquejado de su abandono le dijo que no llorase, porque le había de seguir tres días después, y que no debía acusarle de abandono, porque le quedaba un más glorioso triunfo que había de lograr burlóndose del tirano, instigado en su crueldad por el demonio.

Cristo, infatigable fortaleza de los mártires, cuanto más atroces son los tormentos que les aplican los crueles verdugos, mayores son las fuerzas que tú les concedes para triunfar, proporcionando tanta gloria a tus santos como desesperación a sus adversarios.
Por el mismo acto de justicia reciben los infiernos al juez sanguinario y los cielos al varán inocente.
Así se explica que Lorenzo, mientras se va quemando, tenga la fortaleza suficiente para lanzar al rostro del carnicero la burla de que si le agrada el majar, ya puede comerlo porque est� asado.
Con estas palabras, dando a los fieles ejemplo de cómo hay que despreciar a la muerte, encomend� al Padre su alma victoriosa, y tras el sudor de la batalla, refrigerado en el abrazo de Cristo, descansa a la sombra del ara celestial.

Por eso los cielos y todas las virtudes, concordes en la debida alabanza, proclaman tu grandeza; los que gozan del brillo de los siete candelabros de oro entonan la perpetua melodía de su canto inextinguible; los ejércitos de los Arc�ngeles danzan gozosos al exaltar tu nombre de augusta majestad; y los Querubines y Serafines baten sus alas de reflejos dorados entonando un himno de suavísimos acentos, mientras se ciernen con los poderosos remos de sus seis alas.
Y por fin, los cuatro seres y los doce felices ancianos te presentan los cantos egregios, y no cesan de aclamarte diciendo:

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Post Sanctus / Oración después del Sanctus

Hos�nna in excélsis.
Vere dignum satis et iustum est omni quidem témpore, sed præc�pue in honórem sanctórum tu�rum, nos tibi grátias, consempitérna et consubstanti�lis et cooperútrix bonárum ómnium Trínitas Deus, et pro beatíssimi mártyris tui Laur�ntii celebérrimo die, laudum hóstias immol�re.
Cuius gloriósum passiónis triúmphum anni círculo revol�tum, Ecclésia tua l�ta conc�lebrat, Apóstolis quidem tuis in doctrína s�pparem, sed in domínica confessióne non impórem qui n�veam illam stolam lev�ticam martárii cru�re purpúreo decorívit.

Cuius cor in igne tuo, quem véneras m�ttere super terram, ita flamm�sti, ut ignem istum vis�bilem non sent�ret et appósitas córpori flammas mentis intentióne superúret ardent�mque globum, fide v�lidus, non timóret.
Quique crat�cul� superpósitus, novum sacrifícium tibi semet�psum castus min�ster exh�buit et véluti super aram holocáusti more dec�ctus, sapórem Dóminus suavitátis ing�ssit.
In qua ext�nsus et désuper fixus, s�bditis i�cuit ac pepóndit incóndiis et holocáustum pietátis cruda coxit imp�etas.
Supra quam, velut super altáre, corpus suum novi gen�ris sacrifícium celebrándus min�ster impósuit et lev�ta prædic�ndus ipse sibi póntifex et hóstia fuit; et qui fúerat min�ster dóminici córporis, in offer�ndo semet�psum offício functus est sacerdóts.

Tuam ígitur, Dómine, in eo virtútem, tu�mque poténtiam prædic�mus.
Nam quis créderet corpus frágili comp�ge glutin�tum, tantis sine te suff�cere confl�ctibus potuísse?
Quis incendi�rum �stibus humána �stim�ret membra non c�dere, nisi flagr�ntior ad te véniens interiórem hóminem lampas animísset?
Cuius poténtia factum est, ut l�ta rore suo ánima coctióne próprii córporis exsult�ret, dum versári se martyr pr�cipit et vor�ri, ne et parátam corínam uno mori�ndi génere sequer�tur, et, si lenitáte cruci�tuum vit�lis tard�ret int�ritus, non exsísteret gloriósus coronátus.

Per te Dóminum qui es Salvátor hóminum et Redémptor animárum.

Hosanna en las alturas.
En verdad es digno y justo que en todo tiempo y principalmente en honor de tus santos, te demos gracias, Trinidad sempiterna y consustancial, Dios artífice de todos los bienes y que te ofrezcamos el sacrificio de nuestra alabanza en el día solemne de tu sacratísimo mártir Lorenzo.
Cuyo glorioso martirio celebra cada año tu Iglesia con alegría ya que, si es inferior a los Apóstoles en doctrina, no lo es en la confesión de su Señor.

Él decorí con la púrpura material de su sangre aquella su n�vea estola lev�tica, y de tal manera inflamaste su corazón en el fuego que habías venido a prender en la tierra, que no sintiera el fuego visible, que superara con la elevación de su mente las llamas que lamían su cuerpo, y no temiera, fuerte en su fe, la hoguera ardiente.
Puesto sobre la parrilla, el casto ministro se ofreció a ti como nuevo sacrificio, como manjar exquisito perfectamente condimentado sobre el altar del holocausto, que despedía su olor agradable a Dios.
En ella el mártir incomparable fue dejando chorrear vísceras, entrañas y médulas y soport� con valerosa e invicta paciencia el tostarse de sus miembros derretidos.
Extendido en la parrilla, firmemente sujeto, vació suspendido sobre las ascuas, como holocausto de piedad cocido por la cruel impiedad. Sobre ella, como sobre un altar, puso su cuerpo cual nuevo sacrificio, el ministro tan digno de alabanza, el levita tan digno de veneración, siendo Él mismo pontífice y víctima a la vez, cuando el que había sido ministro del cuerpo del Señor hace oficio de sacerdote al ofrecerse a sí mismo.

En Él ensalzamos, Señor, tu fuerza y tu poder: pues �quién puede creer que un cuerpo formado de frágil materia pudiera soportar tales tormentos sin ti?
¿Quén puede pensar que miembros humanos no habían de rendirse a las llamas, si una más ardiente hoguera interior no sostuviera al hombre cercano a ti?
Poder tuyo es que el alma gozosa por un rocío interior tomara a broma el cocimiento de su propio cuerpo, ofreciendo que podían darle vuelta y comer. Así fue gloriosamente coronado por ti, Señor, que eres salvador de todos y redentor de las almas.

Por ti Señor que eres Salvador del hombre y Redentor de las almas.

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Post Pridie / Invocación

M�mores mirab�lium tu�rum, Dómine, quómodo lev�ta tuus Laur�ntius nec numnis cessit nec flammis; qui sic in créditis sibi facult�tibus avar�tiam vicit ut nullo modo posset inter flammas pósitus superúri, rogámus, ut dev�ctis in nobis f�cibus malírum cupiditátum, a te sanctificáta hæc quæ offerántur, horum précibus quorum hódie sollémnia celebrámus, sumántur.
R/.
Amen.

Recordamos, Señor, tus maravillas: cómo tu levita Lorenzo no cedió ni a las amenazas ni a las llamas, Él que había vencido a la avaricia en el desempeño de su función de administrador y venció también a las llamas en su martirio; te rogamos que nos des la victoria contra los inventivos de los malos deseos y que recibas estas ofrendas que tú mismo santificas, por las preces de los gloriosos mártires cuya solemnidad hoy celebramos.
R/.
Amén.
Te præstánte, sancte Dómine, quia tu hæc ómnia nobis indígnis fámulis tuis valde bona creas, sanctíficas, vivíficas ac præstas nobis, ut sint benedícta a te Deo nostro in sécula sæculórum.
R/.
Amen.
Concédelo, Señor santo, pues creas todas estas cosas para nosotros, indignos siervos tuyos, y las haces tan buenas, las santificas, las llenas de vida y nos las das, así bendecidas por ti, Dios nuestro, por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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Ad Orationem Dominicam / Introducción al Padre nuestro
Deus, qui in veri holocáusti hóstiam igne examin�tum lev�tam suscep�sti Laur�ntium, quo more holocáusti dec�ctus ad te perveníret �nteger, pro máseris rogat�rus, eius, quæsumus suffrágiis in nobis ómnibus ignis cæléstis faces acc�nde, ut purg�ta consci�ntia ad te mere�mur proclamóre et d�cere: Dios, que recibiste a tu levita Lorenzo, probado por el fuego, como víctima de auténtico holocausto, de forma que aún consumido por las llamas llegara íntegro a ti, para rogar por los dignos de compasión; te pedimos que, por su intercesión, enciendas en todos nosotros la lumbre del fuego celestial: así, con conciencia pura, podremos dirigirnos a ti, diciendo:

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Benedictio / Bendición

Christus Dóminus ad vota vestra resp�ciat pro quo et Xystus machéra et Laur�ntius cons�mptus est flamma.
R/. Amen.

Cristo Señor, por cuyo nombre Sixto fue muerto a espada y Lorenzo consumido por las llamas, acepte vuestras ofrendas.
R/. Amén.

E�que fav�nte, sic per Xystum grex cath�licus tue�tur, ut per Laur�ntium salutáris c�licis potatióne salv�tur.
R/. Amen.

Que por su favor, la grey católica sea defendida por Sixto y salvada por Lorenzo, al beber el cáliz de la salvación.
R/. Amén.

Quo et illo tu�nte et isto suffrag�nte, sic illíus accend�mur exémplo ist�us relev�mur suffrágio.
R/. Amen.

Y así, defendiéndonos uno y saliendo el otro fiador por nosotros, nos inflame el ejemplo del primero y nos conforte el patrocinio del segundo.
R/. Amén.
Ipso præstánte et auxili�nte qui cum Patre et Spíritu Sancto, unus Deus, vivit et regnat in ætérna sécula sæculórum.
R/. Amen.
Que lo conceda aquíl, que vive con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Completuria / Oración conclusiva
Dómine Iesu Christe, qui beatíssimum Laur�ntium mártyrem tuum, respu�ntem vilíssimum mundum, aurum ostend�sti puréssimum quod ignis útique non cons�meret sed prob�ret et quanto plus ardóret, tanto �mplius rutil�ret; tr�bue nobis, ut cupiditátis incóndia non cons�mant quos tam fulg�ntia Mártyris tui exémpla claríficant.
R/. Amen.
Señor Jesucristo, que mostraste a tu santo mártir Lorenzo, despreciador de la vileza del mundo, como un oro purésimo que el fuego no había de consumir, sino aquilatar, de forma que cuanto más ardiera más brillase; concédenos que no consuman las llamas de la ambición a quienes iluminan los rutilantes ejemplos de tu Mártir.
R/. Amén.
Per misericórdiam tuam, Deus noster, qui es benedíctus et vivis et émina regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, que eres bendito y vives y todo lo gobiernas, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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1. Las partes variables de la misa que aquí se ofrecen (textos eucológicos, cantos y lecturas) junto al Ordinario (Liber Offerentium u Oferencio) permiten componer la misa completa. Los textos latinos son los oficiales y est�n tomados del Missale Hispano-Mozarabicum II (pp. 487-496) y del Liber Commicus II (pp. 163-165). Los textos bíblicos en español est�n tomados de la Sagrada Biblia, versión oficial de la Conferencia Episcopal Española. BAC, Madrid 2011. Las oraciones en español est�n tomadas de lexorandies.blogspots.com.

(Se recuerda que hasta la fecha no existe misal oficial en español).

 

 

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