Misa en
Rito Hispano-Mozárabe
10 Augusti / 10 de agosto
In diem sanctorum Xysti et Laurentii, martyrum
En el día de los
santos Sixto y Lorenzo, mártires
Memoria (1) |
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Prælegendum
/ Canto de entrada |
Sal 98,8; 108,2 |
Dómine
Deus noster, tu exaud�sti sanctos tuos.
Deus, tu propítius fuísti illis, Allelúia, Allelúia. |
Señor Dios
nuestro, tu escuchaste a tus santos.
Dios, tú les fuiste propicio, aleluya, aleluya. |
V/.
Sit nomen Dómini benedíctum, ex hoc nunc et usque in sæculum.
R/. Deus, tu propítius fuísti illis, Allelúia,
Allelúia.V/. Glória et honor Patri et
Fílio et Spirítui Sancto, in sécula sæculórum. Amen.
R/. Deus, tu propítius fuísti illis, Allelúia,
Allelúia.
|
V/. Sea bendito el
nombre del Señor desde ahora y para siempre.
R/. Dios, tú les fuiste propicio, aleluya, aleluya.V/. Gloria y honor al Padre y al
Hijo y al Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
R/. Dios, tú les fuiste propicio, aleluya, aleluya.
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Oratio post Gloriam
/ Oración después del
Gloria |
Dómine Iesu Christe, qui beatíssimum Laur�ntium mártyrem
tuum �mplius refúlgere méritis quam flammis �ffici præstitísti, ut fortíssimus
martyr plus amóre quam ardóre fervóret: tr�bue ut scint�lla fídei eius ita
flamm�mur, ne ab igne sæculi consumm�mur.
R/. Amen.
|
Señor
Jesucristo, que concediste al glorioso mártir san Lorenzo
brillar por sus méritos más que por las propias llamas en que se
consumía, de forma que el esforzado mártir hirviera más por el
amor que por el calor; concédenos que una chispa de su fe nos
encienda de tal modo que no seamos consumidos por el fuego de
este mundo.
R/. Amén. |
Per misericórdiam tuam, Deus
noster, qui es benedíctus et vivis et émina regis in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Por tu misericordia,
Dios nuestro, que eres bendito y vives y todo lo gobiernas, por
los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
LITURGIA VERBI / LITURGIA DE LA PALABRA
Prophetia
/ Profecía |
Eclo 31,5-11 |
Léctio libri Ecclesiástici.
R/.
Deo grátias. |
Lectura del libro del Eclesiástico.
R/. Demos gracias a
Dios. |
Fili:
Qui aurum déligit, non iustific�bitur,
et, qui inséquitur lucrum, in eo oberr�bit.
Multi dati sunt in ru�nam auri grátia,
et facta est in f�cie ips�rum perd�tio illórum.
Lignum offensi�nis est aurum sacrific�ntium;
v� illis, qui sectántur illud:
et omnis �mprudens capi�tur in illo.
Beátus dives, qui invéntus est sine mácula
et qui post aurum non �biit
nec sperúvit in pecánia et thes�uris.
Quis est hic, et laud�bimus eum?
Fecit enim mirab�lia in pópulo suo.
Quis probátus est in illo et perféctus est?
Erit illi glória ætérna.
Quis p�tuit tránsgredi et non est transgréssus,
f�cere mala et non fecit?
ídeo stabil�ta sunt bona illíus in Dómino,
et eleem�synas illíus enarrárbit omnis ecclésia sanctórum. R/. Amen. |
Hijo:
Quien ama el oro no quedar� impune,
quien anda tras el lucro en Él se extraviará.
Muchos se arruinaron a causa del oro
y se encontraron cara a cara con la perdición.
Es una trampa para sus entusiastas,
todos los insensatos quedan atrapados en ella.
Dichoso el rico de conducta intachable
que no corre tras el oro.
¿Quén es? Le felicitaremos,
pues ha hecho maravillas en su pueblo.
¿Quén sufrió esta prueba y fue hallado perfecto?
Ser� para Él un título de gloria.
¿Quén pudo transgredir la ley y no la transgredi�,
hacer mal y no lo hizo?
Sus bienes se consolidarán,
y la asamblea proclamar� su bondad.
R/.
Amén. |
Psallendum
/ Salmo de meditación |
Sal 123,7.1-3 |
�nima
nostra sicut passer er�pta est de musc�pula venéntium; l�queus
contrátus est, et nos lib�rati sumus. |
Hemos
salvado la vida como un pájaro de la trampa del cazador: la
trampa se rompió y escapamos. |
- V/. Nisi quia Dóminus
erat in nobis, dicat nunc Ísrael, nisi quia Dóminus erat in
nobis, cum ins�rgerent hómines in nos f�rsitan vivos
deglutíssent nos.
R/. L�queus contrátus
est, et nos lib�rati sumus.
|
- V/. Si el Señor no hubiera
estado de nuestra parte, -que lo diga Israel-, si el Señor
no hubiera estado de nuestra parte, cuando nos asaltaban los
hombres, nos habrían tragado vivos.
R/. La trampa se rompió y
escapamos.
|
Apostolus
/ Apóstol |
2Cor 9,6-13 |
Epístola Pauli apóstoli ad
Coránthios secónda.
R/. Deo
grátias. |
Segunda carta del apóstol
Pablo a los corintios.
R/. Demos gracias a
Dios. |
Fratres:
Qui parce séminat, parce et metet; et, qui
séminat in benedictiónibus, in benedictiónibus et metet.
Unusqu�sque prout destin�vit corde suo, non ex trist�tia aut ex
necessitáte, h�larem enim datórem déligit Deus.
Potens est autem Deus omnem grátiam abund�re
f�cere in vobis, ut, in ómnibus semper omnem suffici�ntiam
habóntes, abund�tis in omne opus bonum, sicut scriptum est:
«Disp�rsit, dedit paupéribus; iustítia eius manet in ætérnum».
Qui autem adminístrat semen semin�nti, et
panem ad manducándum præstábit et multiplicábit semen vestrum et
aug�bit increm�nta frugum iustítiæ vestræ.
In ómnibus locuplet�ti in omnem simplicitátem,
quæ operútur per nos gratiárum actiónem Deo quóniam ministérium
huius offícii non solum supplet ea, quæ desunt sanctis, sed
étiam ab�ndat per multas gratiárum actiónes Deo per probatiónem
ministérii huius glorificántes Deum in obédiéntia confessiónis
vestræ in evangélium Christi.
R/. Amen. |
Hermanos:
El que siembra tacañamente, tacañamente cosechará; el que
siembra abundantemente, abundantemente cosechará. Cada uno dé
como le dicte su corazón: no a disgusto ni a la fuerza, pues
Dios ama al que da con alegría.
Y Dios tiene poder para colmaros de toda clase de dones, de
modo que, teniendo lo suficiente siempre y en todo, os sobre
para toda clase de obras buenas. Como está escrito: «Repartió
abundantemente a los pobres, su justicia permanece eternamente».
El que proporciona semilla al que siembra y pan para comer
proporcionará y multiplicará vuestra semilla y aumentará los
frutos de vuestra justicia.
Siempre seréis ricos para toda largueza, la cual, por medio
de nosotros, suscitará acción de gracias a Dios; porque la
realización de este servicio no solo remedia las necesidades de
los santos, sino que además redunda en abundante acción de
gracias a Dios. Al comprobar el valor de esta prestación,
glorificarán a Dios por vuestra profesión de fe en el Evangelio
de Cristo.
R/.
Amén. |
Evangelium
/ Evangelio |
Mt 6,19-33 |
Léctio sancti Evangélii
secóndum Matthéum.
R/. Glória tibi
Dómine. |
Lectura del santo Evangelio según
san Mateo.
R/. Gloria a ti,
Señor. |
In illo témpore:
Dóminus noster Iesus Christus loquebátur
discípulis suis dicens: Nol�te
thesauriz�re vobis thes�uros in terra, ubi �r�go et tínea
demol�tur, et ubi fures eff�diunt et furántur; thesauriz�te
autem vobis thes�uros in cœlo, ubi neque �r�go neque tínea
demol�tur, et ubi fures non eff�diunt nec furántur; ubi enim est
thes�urus tuus, ibi erit et cor tuum.
Luc�rna córporis est óculus. Si ergo fúerit
óculus tuus simplex, totum corpus tuum lúcidum erit; si autem
óculus tuus nequam fúerit, totum corpus tuum tenebrásum erit. Si
ergo lumen, quod in te est, ténebræ sunt, ténebræ quantæ erunt.
Nemo potest du�bus dóminis serv�re: aut enim
unum �dio habíbit et �lterum déliget aut unum sustin�bit et
�lterum cont�mnet; non pot�stis Deo serv�re et mamm�n�.
�deo dico vobis: Ne soll�citi sitis ánimæ
vestr� quid manducátis, neque córpori vestro quid indu�mini.
Nonne ánima plus est quam esca, et corpus quam vestiméntum?
Resp�cite volat�lia cœli, quóniam non serunt neque metunt neque
c�ngregant in h�rrea, et Pater vester cæléstis pascit illa.
Nonne vos magis pluris estis illis?
Quis autem vestrum c�gitans potest ad�cere ad
�t�tem suam c�bitum unum? Et de
vestiménto quid soll�citi estis? Consideráte l�lia agri quómodo
crescunt: non lab�rant neque nent. Dico autem vobis quóniam nec
S�lomon in omni glória sua coopórtus est sicut unum ex istis. Si
autem fenum agri, quod hódie est et cras in cl�banum m�ttitur,
Deus sic vestit, quanto magis vos, médicæ fidei?
Nol�te ergo soll�citi esse dicéntes: «Quid
manducébimus?», aut: «Quid bibímus?», aut: «Quo operi�mur?». Hæc
enim ómnia gentes inqu�runt; scit enim Pater vester cæléstis
quia his ómnibus indig�tis.
Qu�rite autem primum regnum Dei et iustítiam eius, et hæc ómnia
adiciántur vobis. R/. Amen. |
En
aquel tiempo: Nuestro Señor Jesucristo hablaba con sus
discípulos y les decía:
No atesor�is para vosotros tesoros en la tierra, donde la
polilla y la carcoma los roen y donde los ladrones abren
boquetes y los roban. Haceos tesoros en el cielo, donde no hay
polilla ni carcoma que los roen, ni ladrones que abren boquetes
y roban. Porque donde est� tu tesoro, allá est� tu corazón.
La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo est� sano, tu
cuerpo entero tendr� luz; pero si tu ojo est� enfermo, tu cuerpo
entero estar� a oscuras. Si, pues, la luz que hay en ti est�
oscura, �cu�nta ser� la oscuridad!
Nadie puede servir a dos Señores. Porque despreciar� a uno y
amar� al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no har�
caso del segundo. No pod�is servir a Dios y al dinero.
Por eso os digo: no est�is agobiados por vuestra vida
pensando qué vais a comer, ni por vuestro cuerpo pensando con
qué os vais a vestir. «No vale más la vida que el alimento, y el
cuerpo que el vestido? Mirad los pájaros del cielo: no siembran,
ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial
los alimenta. «No valíis vosotros más que ellos?
¿Quén de vosotros, a fuerza de agobiarse, podr� añadir una
hora al tiempo de su vida?
¿Por qué os agobi�is por el vestido? Fijaos cómo crecen los
lirios del campo: ni trabajan ni hilan. Y os digo que ni
Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos.
Pues si a la hierba, que hoy est� en el campo y mañana se arroja
al horno, Dios la viste así, �no har� mucho más por vosotros,
gente de poca fe?
No and�is agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a
beber, o con qué os vais a vestir. Los paganos se afanan por
esas cosas. Ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad
de todo eso.
Buscad sobre todo el reino de Dios y su justicia; y todo esto se
os dar� por añadidura.
R/.
Amén. |
Laudes |
Is 51,3.12 |
Allelúia. |
Aleluya. |
V/. Gáudium et
lætítiam obtin�bunt sancti, et Dóminus consol�bitur eos.
R/.
Allelúia. |
V/.
Gritos de gozo y júbilo lanzarán los santos, el Señor los
consolar�.
R/. Aleluya. |
Sacrificium
/ Canto del Ofertorio |
Is 65,23-24 |
Sacerd�tes
�fferunt mónera Dómino in hymnis et cánticis.
Et cum int�lerint hóstias, sumam sacrifícium ex eis, ut
benedícant nomen meum super altáre meum, Allelúia, Allelúia,
Allelúia. |
Los
sacerdotes ofrecen dones al Señor, con himnos y cánticos.
Y cuando le presenten las ofrendas, tomarán de ellas para el
sacrificio, para bendecir mi nombre sobre mi altar, aleluya,
aleluya, aleluya. |
V/. Elícti mei non laborábunt,
quia semen benedíctum est a Dómino.
Dabo servi�ntibus mihi nomen novum, quod benedic�tur super
terram.
Adhuc loqu�ntibus illis, dicam quid est; et cum clam�verim ad me
exáudiam eos.
R/.
Ut benedícant nomen meum super altáre meum, Allelúia,
Allelúia, Allelúia. |
V/. Mis elegidos no pasarán trabajos,
porque son estirpe bendecida por el Señor.
Dar� a los que me sirvan un nombre nuevo, que ser� bendito sobre
la tierra.
Antes de que me llamen yo les responder�, aún estarán hablando,
y ya los habrá escuchado.
R/. Para bendecir mi nombre sobre mi
altar, aleluya, aleluya, aleluya. |
Oratio Admonitionis
/ Monici�n
sacerdotal |
Ad misericórdiæ ópera exsequ�nda, fratres caríssimi,
christiánas mentes hodi�rna sollémnitas excit�bit, quæ beátum Laur�ntium
facult�tes sibi ab ant�stite suo Xysto sancto comm�ssas, ecclésiæ sic misericórditer dispensísse narrárvit, ut replens déxteram
páuperum, illic p�neret
qu� custodi�nda suscóperat, ubi violíntus persecútor intr�re non páterat.
Imit�mur pro�nde mártyris patiéntiam cuius beátam approb�vimus vitam.
Transfer�mus nos �tiam univérsa quóque dil�gimus ad ætérna
tabernácula, qui migr�re disp�nimus de hac tempor�li vita.
Ut cum dies
tentatiónis advénerit, nihil habeámus quod perd�mus inv�ti, sed spiritúli
gáudio sapi�nter acc�ncti, dimic�mus f�rtiter usque ad effusi�nem sánguinis contra
perf�diam inimíci, reservóntes constántiam veritátis, per quam poss�mus devíncere
adversárium hostem in nómine Trinitátis.
Hæc est enim víctima Deo semper
accépta, cuius per hoc sacrifícium recordári comp�llimur, quando eius salutáris
h�$1tiæ perceptióne mund�mur.
R/. Amen.
|
Queridos hermanos, la
festividad que hoy celebramos ha de animar a las almas
cristianas en la práctica de las obras de misericordia,
según el ejemplo de san Lorenzo, que tan maravillosamente
distribuy� a la Iglesia los caudales que le había
encomendado el papa Sixto, de forma que llenando las manos
de los pobres, puso a buen recaudo los bienes que tenía
encomendados, allá donde no podía llegar el violento
perseguidor.
Imitemos la paciencia del mártir los que pensamos que su
vida fue santa.
Traslademos también nosotros a las eternas moradas todo
lo que amamos, pues somos peregrinos en esta vida temporal.
Para que cuando llegue el día de la prueba, no tengamos nada
que nos cueste trabajo dejar, sino que, ceñidos por la
armadura de la sabiduría y el gozo espiritual, luchemos
denodadamente hasta derramar nuestra sangre contra la
perfidia del enemigo, manteniendo la constancia en la verdad
para vencer con ella al adversario en el nombre de la
Trinidad.
Esta es la ofrenda que siempre agrada a Dios, que se nos
hace presente en este sacrificio, en el que somos
purificados al recibir su víctima salvadora.
R/.
Amén. |
Per misericórdiam ipsíus Dei nostri, qui
vivit et ómnia regit in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Por la misericordia del mismo
Dios nuestro, que vive y todo lo gobierna
por los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Alia / Oración entre los
Dípticos |
Deus, qui divinitátis tuæ poténtia clarens, divínos ac
c�libes Ecclésiæ tuæ Xystum atque Laur�ntium elegísti gubernatóres, cum in uno
sacerdótii summam, in �ltero lev�tici órdinis cont�leras
grátiam, int�ntis te précibus supplic�mus, ut in tanti di�i sollemnitáte
convéntum fam�liæ tuæ ipse resp�cias et postulátus celer occúrras.
Xystus offícii sui non �mmemor sanctificánda tibi nostra �fferat vota; simíliter et
Laur�ntius ministérii sui �xsequens curam, supplic�ntibus nobis subminístret
remédia postul�ta.
Per illum disc�mus quod ipse egit, pro te, Dómine, cerv�ces
p�nere; per istum crem�ntis sæculi non s�brui tempest�te.
Per illum mat�r� discretiónis iudício freti polle�mus seniórum; per istum v�lide
iuventátis luct�men arripi�ntes, fide extingu�mus incent�va lib�dinum.
Quo sic
per Xystum sanctificándi tuis altáribus offerímur, ut, trad�nte nobis Laur�ntio,
c�licem salútis in rem�ssiónem peccatórum s�mere mere�mur.
R/. Amen.
|
Dios sabio y poderoso, que
elegiste para gobernar tu Iglesia a tus santos consagrados
Sixto y Lorenzo, dando a uno la suprema dignidad del
sacerdocio y al otro el orden levítico. Te suplicamos
ardientemente que en la solemnidad de este día tan grande,
mires propicio a tu familia aquí congregada y atiendas a
nuestras oraciones.
Sixto, ejerciendo su oficio recoja y te ofrezca nuestros
dones; Lorenzo, ejerciendo también su ministerio, nos
alcance los remedios que pedimos.
Aprendamos de aquíl lo que Él mismo hizo: colocar por ti
su cabeza en el tajo; aprendamos de éste a no dejarnos
sofocar por las llamas del mundo.
Por aquíl gocemos de la madurez de juicio propia de los
ancianos; por éste, ocupando nuestros puestos en la lucha
vigorosa de las liviandades.
Así Sixto podr� ofrecernos para ser santificados en tu altar
y seremos dignos de recibir de manos de Lorenzo el cáliz de
salvación para el perdón de los pecados.
R/.
Amén. |
Per misericórdiam tuam,
Deus noster, in cuius conspéctu sanctórum
Apostolórum et Mártyrum, Confessórum atque
Vírginum nómina recitántur.
R/. Amen.
|
Por tu
misericordia, Dios nuestro, en cuya presencia
recitamos los nombres de los santos
Apóstoles y Mártires, Confesores y
Vírgenes.
R/. Amén. |
Post Nomina
/ Oración
después de los Dípticos |
Clementíssime creatur�rum ómnium Deus, pro
cuius nómine beatíssimi Xystus atque Laur�ntius mártyres viríliter certav�runt
et divérso mori�ndi génere coron�ti sunt, cum et Xystus tuo d�mitas iugo
cerv�ces, carnéficis gládio perempt�rus exh�buit, et Laur�ntius combéstum in cratícula
corpus suum versári præc�piens, spíritum vitæ inter flammas effl�vit.
Te quæsumus, te rogámus, ut horum
précibus corpus nostrum tentatiónum flammis non
�rdeat, cor divínis fl�tibus concal�scat.
Sicque Xystus ex accépto
sacerdot´li privil�gio, lig�ta críminum nostrórum víncula res�lvat ac defunctórum
nexus oratiónis fav�re disr�mpat, ut ministérii sui curam cunctis Laur�ntio
impend�nte, et vivi pi�culis et sep�lti se n�verint evasísse supplícia.
R/. Amen.
|
Dios clementísimo de todas
las criaturas, por cuyo nombre lucharon virilmente los
santos mártires Sixto y Lorenzo hasta alcanzar la corona con
distinto género de muerte, ya que Sixto inclin� su cerviz
bajo tu yugo para ser muerto a espada y Lorenzo exhal� su
espíritu entre las llamas, después de advertir que dieran
vuelta a su cuerpo asado en la parrilla.
Te pedimos suplicantes que, por sus preces, nuestros
cuerpos no se consuman en las llamas de la tentación; pero
arda nuestro corazón bajo el soplo divino.
Que Sixto, por el carisma de su sacerdocio, desate las
ligaduras de nuestros pecados y rompa con su oración las
cadenas de las almas del purgatorio, para que, ejerciendo
Lorenzo su cuidado ministerial sobre todos nosotros, los
vivos nos veamos libres de nuestros motivos de queja y los
difuntos de sus penas.
R/. Amén. |
Quia tu es vita
vivórum, sánitas infirmórum ac r�quies
ómnium fidélium defunctórum in ætérna
sécula sæculórum.
R/. Amen.
|
Porque tú eres
la vida de los que viven, la salud de los
enfermos, y el descanso de todos los fieles
difuntos, por todos los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
Ad Pacem
/ Oración
de la Paz |
Deus, qui beatíssimi lev�t�
tui Laur�ntii fidem nec igne s�brui neque avar�tia fecísti corr�mpi, cum et inter
flammas inv�ctus, et inter nummos exsísteret a cupiditáte int�ctus, persp�cuam
tu� maiestátis poténtiam implorémus ut fidem qua tibi crédimus in nobis
ad�ugeas, caritátis opes imp�ndas, cupiditátes int�rimas, simultátum faces
ext�nguas.
Quo nec avar�tia dev�cti, nec �diis, ad te veni�mus
ill�si, illo caritátis tuæ rore novéndi, quo idem martyr tuus dec�ctus igne
m�ruit recre�ri.
R/. Amen.
|
Dios, que no permitiste que
la fe del santo levita Lorenzo fuera vencida por el fuego,
ni corrompida por la avaricia cuando se mantuvo invicto
entre las llamas e inmune a la avaricia entre los dineros,
imploramos el manifiesto poder de tu majestad, para que
aumentes en nosotros la fe, base de nuestra confianza en ti,
acrecientes la riqueza de nuestra caridad, des muerte a
nuestras ambiciones y extingas las llamas de nuestras
envidias.
Así llegaremos a ti ilesos, sin dejarnos vencer de la
avaricia ni de las malquerencias, renovados por el rocío de
tu amor, que confort� a tu mártir asado por el fuego.
R/. Amén. |
Quia tu es vera pax nostra et cáritas
indisrúpta, vivis tecum et regnas cum Spíritu Sancto, unus
Deus, in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Porque tú eres nuestra paz
verdadera, caridad indivisible; tú, que vives contigo mismo
y reinas con el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos
de los siglos.
R/. Amén. |
Illatio / Acción de
gracias |
Dignum et iustum est, �quum et salutáre est, sancto nómini
tuo, sempitérna Trínitas, fortíssime Deus, pro elect�rum tu�rum certam�nibus
gloriósis accept�bilem tibi, si pus�llis possíbile f�cias, laudis hóstiam
immol�re.
Quidquid in his magníficum te operúnte perúgitur, mérito totum tuis
virtútibus deputátur.
Huius síquidem pugnæ congríssio, nisi te duce et pr�sule
fúerit institáta, nec in�ri certámen páterit, nec cum laude fin�ri.
Idc�rco,
Dómine, m�litum tu�rum triumphálem victóriam celebrámus quorum te et velle et
perfécere fuísse prob�mus.
Adsunt �gitur, Dómine, horum diérum
témpore tui nóminis confessióne insuperúbiles facti et coronárum admirab�lium
splend�ribus decoríti, Xystus, apostolórum tu�rum c�thedr� dignus asc�nsor,
ei�sque archidi�conus Laur�ntius triúmphi cæléstis
ardentíssimus assec�tor.
Quibus licet bidu�na vel tridu�na
fúerint interv�lla, te ut opórtuit dispens�nte, sube�ndi certáminis, idem tamen
in obtin�ndo promissiónum cæléstium bravío fídei v�guit ardor.
Et Xystus quidem, ut
bos iugo dóminicæ mansuetúdinis assuátus, submísso occúrrit cápite percuss�ri,
potent�sque canétie fulg�nti cerv�ce renovátus, ut �quila ad cœlos iuvent�te
vol�vit.
Quique apostolórum choro donátus fílium gener�s� mentis Laur�ntium
exspect�bat, quia sine eo próprii sánguinis víctimam off�rre nolíbat, cui cuncta
mysteriórum ministéria transig�nda commáserat.
Qui cum de sua remansi�ne patri
qu�rulus exstitísset, ab �odem flere prohíbitus, quod post tres
dies se sequerátur audávit, nec debóre de sua desertióne caus�ri præm�nuit,
quóniam ei gloriósior, diábolo s�vi�nte, irris�que tyr�nno triúmphus manáret.
O
mártyrum tu�rum, Christe, infatig�bilis fortitúdo.
Quantum enim duri�ribus fúerint
s�vi�nte carnéfice deput�ti, tantum a te nov�rum v�rium augm�nta
trip�diant consec�ti; ut et sanctis tuis glóriam, et inimícis c�mules pœnam.
Una
dénique ead�mque iustítia, et iúdicem inférna cru�ntum et cœli susc�piunt
inn�xium viros.
Qui eo usque dum exurer�tur rob�stior factus em�cuit ut
carnéficem tali irrisióne damn�ret, ut si cibus placéret, quia iam assátus erat, manducáret.
Quibus verbis
exémplum
fidélibus contemn�nd� mortis
ins�nuans, victr�cem ánimam Patri et spíritum commend�vit, et
post sudórem prœlii, Christi refrigerátus ampl�xu, sub ara cælésti umbráculo
requiéscit.
Cui mérito cœli et omnes
virtútes débita laude confessiónis occúrrunt, aureor�mque candelabr�rum
sept�fera coruscatióne fru�ntes, perpétuis v�cibus cantum
suavitátis ext�ndunt.
Archangelórum quoque exércitus in tuo
nómine l�t�ntes trip�diant et aug�stius triumph�ntes exsúltant.
Ch�rubin quoque
et Séraphim áureo gestióntes vol�tu perstr�punt et suav�sono cármine, sen�rum
al�rum rem�giis se pennigerántes ext�llunt.
Bis bina dénique animália cum
duoden�rum fel�cium número seniórum
et egr�gia cántica medit�ntes, clamóre non cessant, ita dicéntes:
|
Es digno y justo, equitativo y saludable, que si
lo haces posible a nuestra peque�ez, presentemos la víctima
de alabanza a tu santo nombre, Trinidad sempiterna, Dios
todopoderoso, por los gloriosos triunfos de tus elegidos.
Porque todas las grandezas que en ellos se realizan se deben
a tu poderosa intervención, puesto que combates de este
género no podrían iniciarse ni acabarse con victoria si tú
no fueras al mismo tiempo guía y moderador.
Por eso, Señor, celebramos la victoria triunfal de tus
campeones, comprobando cómo llevas a cabo todo lo que
quieres.
Tenemos presentes, pues, cuando llegan estos días, a los que
vencieron por la confesión de tu nombre, coronados de
esplendores maravillosos. Sixto es digno ocupante de la
cátedra de tus apóstoles y su archidiácono Lorenzo
valentísimo ganador de la gloria celestial.
Pues aunque hubiera intervalos de dos o tres días en sufrir
el martirio según tú lo fuiste disponiendo, lució en ellos
la misma fe valerosa para alcanzar el trofeo de las promesas
celestiales.
Sixto, como buey acostumbrado al yugo de la mansedumbre que
recomend� el Señor, inclin� su cabeza al verdugo, y
transformadas sus canas en juventud refulgente, vuela al
cielo con la potencia del águila.
Agregado al coro de los apóstoles, espera el alma
generosa de su hijo Lorenzo, porque no quiere ofrecer la
víctima de su propia sangre sin aquíl a quien encomend� la
plenitud del ministerio en sus enseñanzas.
A quien, al quedarse aquejado de su abandono le dijo que no
llorase, porque le había de seguir tres días después, y que
no debía acusarle de abandono, porque le quedaba un más
glorioso triunfo que había de lograr burlóndose del tirano,
instigado en su crueldad por el demonio.
Cristo, infatigable fortaleza de los mártires, cuanto más
atroces son los tormentos que les aplican los crueles
verdugos, mayores son las fuerzas que tú les concedes para
triunfar, proporcionando tanta gloria a tus santos como
desesperación a sus adversarios.
Por el mismo acto de justicia reciben los infiernos al juez
sanguinario y los cielos al varán inocente.
Así se explica que Lorenzo, mientras se va quemando, tenga
la fortaleza suficiente para lanzar al rostro del carnicero
la burla de que si le agrada el majar, ya puede comerlo
porque est� asado.
Con estas palabras, dando a los fieles ejemplo de cómo hay
que despreciar a la muerte, encomend� al Padre su alma
victoriosa, y tras el sudor de la batalla, refrigerado en el
abrazo de Cristo, descansa a la sombra del ara celestial.
Por eso los cielos y todas las virtudes, concordes en la
debida alabanza, proclaman tu grandeza; los que gozan del
brillo de los siete candelabros de oro entonan la perpetua
melodía de su canto inextinguible; los ejércitos de los
Arc�ngeles danzan gozosos al exaltar tu nombre de augusta
majestad; y los Querubines y Serafines baten sus alas de
reflejos dorados entonando un himno de suavísimos acentos,
mientras se ciernen con los poderosos remos de sus seis
alas.
Y por fin, los cuatro seres y los doce felices ancianos te
presentan los cantos egregios, y no cesan de aclamarte
diciendo: |
Post Sanctus
/ Oración
después del Sanctus |
Hos�nna in excélsis.
Vere dignum satis et iustum est omni
quidem témpore, sed præc�pue in honórem sanctórum tu�rum, nos tibi grátias,
consempitérna et consubstanti�lis et cooperútrix
bonárum ómnium Trínitas Deus, et pro beatíssimi mártyris tui Laur�ntii celebérrimo die,
laudum hóstias immol�re.
Cuius gloriósum passiónis triúmphum anni círculo
revol�tum, Ecclésia tua l�ta conc�lebrat, Apóstolis quidem tuis in doctrína
s�pparem, sed in domínica confessióne non impórem qui n�veam illam stolam
lev�ticam martárii cru�re purpúreo decorívit.
Cuius cor in igne tuo, quem
véneras m�ttere super terram, ita flamm�sti, ut ignem istum vis�bilem non
sent�ret et appósitas córpori flammas mentis intentióne superúret ardent�mque
globum, fide v�lidus, non timóret.
Quique crat�cul� superpósitus, novum
sacrifícium tibi semet�psum castus min�ster exh�buit et véluti super aram
holocáusti more dec�ctus, sapórem Dóminus suavitátis ing�ssit.
In qua ext�nsus et désuper fixus, s�bditis i�cuit ac pepóndit
incóndiis et holocáustum pietátis cruda coxit imp�etas.
Supra quam, velut super altáre, corpus suum novi
gen�ris
sacrifícium celebrándus min�ster impósuit et lev�ta
prædic�ndus ipse sibi póntifex et hóstia fuit; et qui fúerat min�ster dóminici
córporis, in offer�ndo semet�psum offício functus est sacerdóts.
Tuam ígitur,
Dómine, in eo virtútem, tu�mque poténtiam prædic�mus.
Nam quis créderet corpus
frágili comp�ge glutin�tum, tantis sine te suff�cere
confl�ctibus potuísse?
Quis incendi�rum �stibus humána �stim�ret membra non
c�dere, nisi flagr�ntior ad te véniens interiórem hóminem lampas animísset?
Cuius poténtia factum est, ut l�ta rore suo ánima coctióne próprii córporis
exsult�ret, dum versári se martyr pr�cipit et vor�ri, ne et parátam corínam uno
mori�ndi génere sequer�tur, et, si lenitáte cruci�tuum vit�lis tard�ret
int�ritus, non exsísteret gloriósus coronátus.
Per te Dóminum
qui es Salvátor hóminum et Redémptor animárum.
|
Hosanna en las alturas.
En verdad es digno y justo que en todo tiempo y principalmente
en honor de tus santos, te demos gracias, Trinidad sempiterna y
consustancial, Dios artífice de todos los bienes y que te
ofrezcamos el sacrificio de nuestra alabanza en el día solemne
de tu sacratísimo mártir Lorenzo.
Cuyo glorioso martirio celebra cada año tu Iglesia con alegría
ya que, si es inferior a los Apóstoles en doctrina, no lo es en
la confesión de su Señor.
Él decorí con la púrpura material de su sangre aquella su
n�vea estola lev�tica, y de tal manera inflamaste su corazón en
el fuego que habías venido a prender en la tierra, que no
sintiera el fuego visible, que superara con la elevación de su
mente las llamas que lamían su cuerpo, y no temiera, fuerte en
su fe, la hoguera ardiente.
Puesto sobre la parrilla, el casto ministro se ofreció a ti como
nuevo sacrificio, como manjar exquisito perfectamente
condimentado sobre el altar del holocausto, que despedía su olor
agradable a Dios.
En ella el mártir incomparable fue dejando chorrear vísceras,
entrañas y médulas y soport� con valerosa e invicta paciencia el
tostarse de sus miembros derretidos.
Extendido en la parrilla, firmemente sujeto, vació suspendido
sobre las ascuas, como holocausto de piedad cocido por la cruel
impiedad. Sobre ella, como sobre un altar, puso su cuerpo cual
nuevo sacrificio, el ministro tan digno de alabanza, el levita
tan digno de veneración, siendo Él mismo pontífice y víctima a
la vez, cuando el que había sido ministro del cuerpo del Señor
hace oficio de sacerdote al ofrecerse a sí mismo.
En Él ensalzamos, Señor, tu fuerza y tu poder: pues �quién
puede creer que un cuerpo formado de frágil materia pudiera
soportar tales tormentos sin ti?
¿Quén puede pensar que miembros humanos no habían de rendirse a
las llamas, si una más ardiente hoguera interior no sostuviera
al hombre cercano a ti?
Poder tuyo es que el alma gozosa por un rocío interior tomara a
broma el cocimiento de su propio cuerpo, ofreciendo que podían
darle vuelta y comer. Así fue gloriosamente coronado por ti,
Señor, que eres salvador de todos y redentor de las almas.
Por ti Señor que eres Salvador del hombre y Redentor de las
almas. |
Post Pridie
/ Invocación |
M�mores mirab�lium tu�rum, Dómine, quómodo
lev�ta tuus Laur�ntius nec numnis cessit nec flammis; qui sic in créditis sibi
facult�tibus avar�tiam vicit ut nullo modo posset inter flammas pósitus
superúri, rogámus, ut dev�ctis in nobis f�cibus malírum cupiditátum, a te
sanctificáta hæc quæ offerántur, horum précibus quorum hódie sollémnia
celebrámus, sumántur.
R/. Amen.
|
Recordamos, Señor, tus maravillas: cómo tu levita
Lorenzo no cedió ni a las amenazas ni a las llamas, Él que
había vencido a la avaricia en el desempeño de su función de
administrador y venció también a las llamas en su martirio;
te rogamos que nos des la victoria contra los inventivos de
los malos deseos y que recibas estas ofrendas que tú mismo
santificas, por las preces de los gloriosos mártires cuya
solemnidad hoy celebramos.
R/. Amén.
|
Te præstánte, sancte
Dómine, quia tu hæc ómnia nobis indígnis fámulis tuis valde
bona creas, sanctíficas, vivíficas ac præstas nobis, ut sint
benedícta a te Deo nostro in sécula sæculórum.
R/. Amen. |
Concédelo, Señor santo, pues creas todas estas cosas para
nosotros, indignos siervos tuyos, y las haces tan buenas,
las santificas, las llenas de vida y nos las das, así
bendecidas por ti, Dios nuestro, por los siglos de los
siglos.
R/. Amén. |
Ad Orationem
Dominicam / Introducción al Padre
nuestro |
Deus, qui in veri holocáusti hóstiam igne examin�tum
lev�tam suscep�sti
Laur�ntium, quo more holocáusti dec�ctus ad te perveníret �nteger, pro máseris
rogat�rus, eius, quæsumus suffrágiis in nobis ómnibus ignis
cæléstis faces acc�nde, ut purg�ta consci�ntia ad te mere�mur proclamóre et
d�cere: |
Dios, que recibiste a tu levita Lorenzo, probado
por el fuego, como víctima de auténtico holocausto, de forma
que aún consumido por las llamas llegara íntegro a ti, para
rogar por los dignos de compasión; te pedimos que, por su
intercesión, enciendas en todos nosotros la lumbre del fuego
celestial: así, con conciencia pura, podremos dirigirnos a
ti, diciendo: |
Benedictio /
Bendición |
Christus Dóminus ad vota vestra resp�ciat pro quo et
Xystus machéra et Laur�ntius cons�mptus est flamma.
R/. Amen.
|
Cristo
Señor, por cuyo nombre Sixto fue muerto a espada y Lorenzo
consumido por las llamas, acepte vuestras ofrendas.
R/. Amén. |
E�que fav�nte, sic per Xystum grex cath�licus tue�tur, ut per Laur�ntium
salutáris c�licis potatióne salv�tur.
R/. Amen.
|
Que por su favor, la
grey católica sea defendida por Sixto y salvada por Lorenzo, al
beber el cáliz de la salvación.
R/. Amén. |
Quo
et illo tu�nte et isto suffrag�nte, sic illíus accend�mur exémplo ist�us
relev�mur suffrágio.
R/. Amen.
|
Y así, defendiéndonos
uno y saliendo el otro fiador por nosotros, nos inflame el
ejemplo del primero y nos conforte el patrocinio del segundo.
R/. Amén. |
Ipso præstánte et
auxili�nte qui cum Patre et Spíritu Sancto, unus Deus, vivit et regnat in ætérna
sécula sæculórum.
R/. Amen.
|
Que lo conceda aquíl,
que vive con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los
siglos.
R/. Amén. |
Completuria
/ Oración
conclusiva |
Dómine Iesu Christe, qui beatíssimum Laur�ntium mártyrem
tuum, respu�ntem vilíssimum mundum, aurum ostend�sti puréssimum quod ignis
útique non cons�meret sed prob�ret et quanto plus ardóret, tanto �mplius
rutil�ret; tr�bue nobis, ut cupiditátis incóndia non cons�mant quos tam
fulg�ntia Mártyris tui exémpla claríficant.
R/. Amen.
|
Señor Jesucristo, que mostraste a tu santo mártir
Lorenzo, despreciador de la vileza del mundo, como un oro
purésimo que el fuego no había de consumir, sino aquilatar,
de forma que cuanto más ardiera más brillase; concédenos que
no consuman las llamas de la ambición a quienes iluminan los
rutilantes ejemplos de tu Mártir.
R/. Amén.
|
Per misericórdiam tuam, Deus
noster, qui es benedíctus et vivis et émina regis in sécula sæculórum.
R/. Amen.
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Por tu misericordia,
Dios nuestro, que eres bendito y vives y todo lo gobiernas, por
los siglos de los siglos.
R/. Amén. |
1. Las
partes variables de la misa que aquí se ofrecen (textos
eucológicos, cantos y lecturas) junto al Ordinario (Liber Offerentium
u Oferencio)
permiten componer la misa completa. Los textos latinos
son los oficiales y est�n tomados del Missale
Hispano-Mozarabicum II (pp. 487-496) y del Liber Commicus II
(pp. 163-165). Los textos bíblicos en español est�n tomados de la
Sagrada Biblia, versión oficial de la Conferencia Episcopal
Española. BAC, Madrid 2011. Las oraciones en español est�n tomadas de lexorandies.blogspots.com.
(Se recuerda que hasta la fecha no existe
misal oficial en español).
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