Rito Hispano-Mozárabe La Ermita. Logo y dibujo

TEXTOS LITÚRGICOS

RITO HISPANO-MOZÁRABE

Textos propios de la Misa del II Domingo de Cuaresma

 

Misa en Rito Hispano-Mozárabe

TEMPUS QUADRAGESIMæ
In secundo Dominico Quadragesimæ, missa de muliere samaritana

Segundo Domingo de Cuaresma. Misa de la mujer samaritana (1)

Domingo II  de Cuaresma. ("Jesús y la samaritana". Alonso Cano, c. 1652. Museo de la Real Academia de BB.AA. de San Fernando, Madrid)
 

En las misas feriales de todo el año y también en los domingos de Cuaresma (excepto en el primero), se omiten el «Prælegendum� y el «Gloria a Dios en el cielo� y su oración. después de besar el altar, y llegado a la sede, el sacerdote saluda al pueblo, y a continuación se lee la primera lectura. (Ver Oferencio, Ritos Iniciales).


LITURGIA VERBI / LITURGIA DE LA PALABRA

Lectio sapientialis / Lectura sapiencial Prov 14,33-15,8
Léctio libri Proverbiórum.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro de los Proverbios.
R/. Demos gracias a Dios.
Filii: In corde prud�ntis requiéscit sapión.ia, at in médio stult�rum agnosc�tur?

Iustítia Él.vat gentem, vitup�rium autem populórum est peccátum.

Acc�ptus est regi min�ster intéllegens, et irac�ndia ei, qui t�rpiter agit.

Resp�nsio mollis frangit iram, sermo durus s�scitat furórem

Lingua sapión.ium stillat sción.iam, os fatuærum eb�llit stult�tiam.

In omni loco óculi Dómini contemplántur malos et bonos.

Lingua plac�bilis lignum vitæ, sed oblóquitas in ea c�nteret spíritum.

Stultus irr�det disciplínam patris sui; qui autem custódit increpatiónis, ast�tior fiet.

In domo iusti div�ti� plúrimæ, et in fráctibus ímpii conturb�tio.

L�bia sapión.ium dissemin�bunt scie�tiam; cor stult�rum non rectum erit.

Víctim� impiórum abomin�biles Dómino; vota iustórum grata sunt ei.

R/. Amen.

Hijos: En el corazón del inteligente mora la sabiduría, pero entre los necios no se deja ver.

La justicia eleva a una nación, mas la injusticia hunde los pueblos.

El rey concede su favor al servidor inteligente, pero su ira pierde al inepto.

Una respuesta amable calma la ira, pero una palabra áspera excita el furor.

La lengua de los sabios derrama la ciencia, la boca de los necios profiere desatinos.

En todo lugar están los ojos del Señor, Él observa a los malos y a los buenos.

La lengua apacible es un árbol de vida, pero su aspereza hiere el corazón.

El insensato desprecia la instrucción paterna, pero el que escucha la corrección es prudente.

En la casa del justo hay gran abundancia, pero las ganancias del injusto causan turbación.

Los labios del sabio derraman ciencia, pero no así el corazón del necio.

Dios rechaza el sacrificio de los que practican la injusticia y se complace en la oración de los justos.

R/. Amén.

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Lectio historica / Lectura histórica Gén 41,1-45a
Léctio libri Génesis.
R/. Deo grátias.
Lectura del libro del Génesis.
R/. Demos gracias a Dios.
In diébus illis:

Post duos annos vidit ph�rao somnium. Put�bat se stare super fl�vium, de quo ascend�bant septem boves pulchræ et crassæ et pascebántur in locis paléstribus. Él.� quoque septem emerg�bant post illas de flúmine f�d� confect�que m�cie et stabant in ipsa amnis ripa; devoraveréntque septem boves pulchras et crassas. Expergef�ctus ph�rao rursum dormávit et vidit Él.erum sómnium. Septem spicæ pullul�bant in culmo uno plenæ atque form�s�. Él.� quoque t�tidem spicæ t�nues et perc�ss� vento ur�nte oriebántur devoróntes omnem pri�rum pulchritúdinem. Evigil�vit ph�rao, et ecce erat sómnium.

Et, facto mane, pavóre pert�rritus misit ad omnes coni�ctores Ægípti cunct�sque sapión.es suos; et accers�tis narrárvit sómnium, nec erat qui interpretar�.ur.

Tunc demum remin�scens pincern�rum magíster ait: «Conf�teor peccátum meum. Irátus rex servis suis me et magístrum pist�rum retr�di iussit in cárcerem príncipis sat�llitum, ubi una nocte ut�rque vídimus sómnium præs�gum futur�rum. Erat ibi puer Hebréus ei�sdem ducis sat�llitum fámulus, cui narrárntes sómnia audávimus quidquid p�stea rei prob�vit ev�ntus. Ego enim r�dditus sum offício meo, et ille suspénsus est in patíbulo».

Pr�tinus ad regis impérium ed�ctum de cárcere Ioseph totond�runt ac, veste mut�ta, obtulérunt ei. Cui ille ait: «Vidi sómnia, nec est qui edísserat; quæ audávi te sapientíssime con�cere».

Respóndit Ioseph: «Absque me Deus respondébit pr�spera pharaóni�.

Narr�vit ergo ph�rao, quod víderat: «Put�bam me stare super ripam flúminis et septem boves de amne conscéndere pulchras nimis et obúsis c�rnibus, quæ in pastu palédis vir�.ta carp�bant. Et ecce has sequebántur Él.æ septem boves in tantum def�rmes et macil�ntæ, ut numquam tales in terra Ægípti víderim; qu�, devor�tis et cons�mptis pri�ribus, nullum saturitátis ded�re vestágium; sed símili m�cie et squal�re torp�bant.

Ev�gilans, rursus sop�re depr�ssus, vidi sómnium: Septem spicæ pullul�bant in culmo uno plenæ atque pulchérrim». Él.� quoque septem t�nues et perc�ss� vento ur�nte oriebántur e st�pula; quæ pri�rum pulchritúdinem devorav�runt. Narr�vi coniect�ribus sómnium, et nemo est qui edísserat�.

Respóndit Ioseph: «Sómnium regis unum est: quæ fact�rus est, Deus osténdit pharaóni. Septem boves pulchræ et septem spicæ plenæ septem ubertátis anni sunt; eand�mque vim sómnii comprehéndunt. Septem quoque boves t�nues atque macil�ntæ, quæ ascend�runt post eas, et septem spicæ t�nues et vento ur�nte perc�ssæ septem anni sunt ventúr� famis, qui hoc órdine complebántur: ecce septem anni vénient fertilitátis magnæ in univérsa terra Ægípti; quos sequántur septem anni álli tant� sterilitátis, ut oblivión. trad�tur cuncta retro abundántia.

Consumpt�ra est enim fames omnem terram, et ubertátis magnitúdinem perdit�ra est inópi� magnitúdo. Quod autem vidésti secóndo ad e�ndem rem p�rtinens sómnium, firmitátis indícium est, eo quod fiat sermo Dei et vel�cius a Deo imple�tur.

Nunc ergo prov�deat rex virum intelleg�ntem et sapión.em et præf�ciat eum terræ Ægípti constit�atque præp�sitos per cunctas regiónis et quintam partem fráctuum per septem annos fertilitátis, qui iam nunc futári sunt, c�ngreget in h�rrea; et omne frum�ntum sub pharaónis potestáte cond�tur servet�rque in �rbibus; et pará.ur futár� septem annórum fami, quæ press�ra est Ægíptum, et non consum�tur terra inópia».

Pl�cuit pharaóni consílium et cunctis minístris eius. Locutúsque est ad eos: «Num inveníre pot�rimus talem virum, qui spíritu Dei plenus sit?».

Dixit ergo ad Ioseph: «Quia osténdit tibi Deus ómnia, quæ locútus es, numquid sapientiórem et consímilem tui inveníre pétero? Tu eris super domum meam, et ad tui oris impérium cunctus pópulus meus obédiet; uno tantum regni s�lio te præc�dam».

Dixítque rursus ph�rao ad Ioseph: «Ecce, const�tui te super univérsam terram Ægípti�.

Tul�tque �nulum de manu sua et dedit eum in manu eius; vestiv�tque eum stola b�ssina et collo torquem �uream circumpósuit. Fec�tque eum ascéndere super currum suum secóndum, clamánte præc�ne: «Abrechæ, ut omnes coram eo genufl�cterent et præp�situm esse scirent univérsæ terræ Ægípti.

Dixit quoque rex ad Ioseph: «Ego sum ph�rao; absque tuo império non mov�bit quisquam manum aut pedem in omni terra Ægípti�.

Vert�tque nomen eius et vocávit eum lingua Ægypti�ca Saphan�th Ph�nec (quod interpretátur Salvátor mundi).

R/. Amen.

En aquellos días:

Dos años después, el Faraón tuvo este sueño: Estaba junto al Nilo, y del Nilo subían siete hermosas y gordas vacas, que se pusieron a pastar entre los juncos de la orilla. Detr�s de ellas subieron del Nilo otras siete vacas escuálidas y flacas, que se pusieron junto a las primeras en la ribera del Nilo. Las siete vacas escuálidas y flacas devoraron a las siete hermosas y gordas. Entonces el Faraón se despert�. Volvió a quedarse dormido y tuvo otro sueño: siete espigas granadas y lozanas salían de una sola caña; y otras siete, raqu�ticas y quemadas por el viento del este, brotaban después de ellas. Y las siete espigas raqu�ticas devoraron a las siete espigas granadas y lozanas. El Faraón despert� y se dio cuenta de que era un sueño.

A la mañana siguiente el Faraón, muy turbado, mandí llamar a todos los adivinos y a todos los sabios de Egipto y les cont� su sueño, pero nadie pudo explic�rselo.

Entonces el primer copero se dirigió al Faraón y le dijo: «Ahora me acuerdo de mi falta. Irritado el Faraón contra sus servidores, nos había metido en la cárcel, en casa del capitán de la guardia, a mí y al primer panadero. La misma noche tuvimos los dos un sueño cada uno con su propio significado. Había allí, con nosotros, un joven hebreo, esclavo del capitán de la guardia. Nosotros le contamos nuestros sueños, y Él nos dio a cada uno la interpretación de su sueño. Y todo sucedió como Él lo había interpretado: yo fui repuesto en mi cargo y el otro fue ahorcado».

El Faraón mandí llamar a José. Lo sacaron a toda prisa de la cárcel, lo afeitaron, le cambiaron de vestidos y lo presentaron al Faraón. El Faraón dijo a José: «He tenido un sueño y nadie ha podido interpretarlo. Pero he oído decir de ti que te basta oír un sueño para interpretarlo».

José respondió: «Yo no soy nada; es Dios quien dará al Faraón respuesta favorable».

El Faraón le dijo: «En mi sueño me parecía estar junto al río, y he aquí que del Nilo subían siete hermosas y gordas vacas que se pusieron a pastar entre los juncos. Detr�s de ellas subieron otras siete vacas escuálidas y flacas, tan raqu�ticas que no he visto otras semejantes en todo Egipto. Y las siete vacas escuálidas y flacas devoraron a las siete vacas gordas. después de habérselas tragado no se conocía que se las hubieran tragado, porque su aspecto era tan raquítico como antes.

Entonces me despert�. después tuve otro sueño: de una misma caña salían siete espigas granadas y lozanas. después de ellas brotaron otras siete espigas marchitas, raqu�ticas y quemadas por el viento del este. Las siete espigas raqu�ticas devoraron a las siete lozanas. He contado todo esto a los adivinos y nadie me lo ha podido interpretar�.

José dijo al Faraón: «El sueño del Faraón es uno solo: Dios ha mostrado al Faraón lo que Él va a hacer. Las siete vacas hermosas y las siete espigas lozanas significan siete años. El sueño es uno mismo. Las siete vacas escuálidas y flacas, que salieron tras las otras, y las siete espigas raqu�ticas y quemadas por el viento del este, quieren decir que habrá siete años de hambre. Esto es lo que yo digo al Faraón: Dios ha mostrado al Faraón lo que Él va a hacer. Van a venir siete años en que habrá abundancia en todo Egipto.

Luego vendrán siete años de hambre que har�. olvidar toda la abundancia de Egipto; el hambre consumir� el país. La abundancia anterior se olvidará a causa del hambre que sobrevendr�, que será muy dura. Y el repetirse dos veces el sueño del Faraón significa que la cosa está firmemente decidida por Dios y que está a punto de realizarla.

Proc�rese el Faraón un hombre inteligente y sabio y p�ngalo al frente de Egipto. Nombre también el Faraón intendentes para todo el país, que recauden la quinta parte de la cosecha de Egipto durante los siete años de abundancia, recojan todos los víveres de estos años buenos que vienen, almacenen el trigo bajo la autoridad del Faraón, depositen los víveres en las ciudades y los guarden en ellas. Estos víveres servir�. al país de reserva para los siete años de hambre que vendrán en Egipto, y así el país no morirá de hambre».

Esta propuesta pareció bien al Faraón y a todos sus servidores. Y el Faraón les dijo: «�Encontraremos un hombre en quien está el espíritu de Dios como en éste?».

El Faraón dijo a José: «Puesto que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay hombre tan inteligente y sabio como t�; tú serás quien gobierne mi casa, y todo mi pueblo te obedecer�. Sólo en el trono será mayor que t��.

Y añadió: «Yo te constituyo sobre todo Egipto».

El Faraón se quit� el anillo de su mano y lo puso en la de José; hizo que le vistieran ropas de lino finésimo y puso en su cuello el collar de oro. Le hizo montar sobre el segundo de sus carros y ordenó que se gritara ante Él. ��Atención.�. Así fue constituido sobre todo Egipto.

Dijo el Faraón a José: «Yo soy el Faraón, pero sin tu permiso nadie levantar� la mano ni el dedo meñique en todo Egipto».

El Faraón impuso a José el nombre de Zafnat Pan�aj (que significa Salvador del mundo).

R/. Amén.

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Psallendum / Salmo de meditación Sal 26,9b-10.7
Adi�tor meus es tu, Dómine ne derelénquas me et ne despécias me, Deus salutáris meus. Tú eres mi auxilio, no me abandones, no me dejes, oh Dios, salvador mío.
V/. Quóniam pater meus et mater mea dereliqu�runt me, Dóminus autem ass�mpsit me.
R/. Deus salutáris meus.

V/. Exáudi, Dómine, vocem meam qua clam�vi ad te; miserére mei et exáudi me.
R/. Deus salutáris meus.

V/. Mi padre y mi madre me han abandonado, y el Señor me ha recogido.
R/. Oh Dios, salvador mío.

V/. Escucha, Señor mi grito suplicante, ten compasión de mí, respóndeme.
R/. Oh Dios, salvador mío.

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Apostolus / Apóstol Sant 2,14-23
Epístola Iacóbi apóstoli ad du�decim tribus.
R/. Deo grátias.
Epístola del Apóstol Santiago.
R/. Demos gracias a Dios.
Quid pr�derit, fratres mei, si fidem quis dicat se habére, ópera autem non hábeat? Numquid péterit fides salváre eum? Si frater aut soror nudi sunt et �ndigent victu cotidión., dicat autem Él.quis de vobis illis: «Ite in pace, calefac�mini et satur�miniæ, non deder�tis autem eis, quæ necess�ria sunt córporis, quid pr�derit? Sic et fides, si non hábeat ópera, mórtua est in semet�psa.

Sed dicet quis: «Tu fidem habes, et ego ópera hábeo». Ost�nde mihi fidem tuam sine opéribus, et ego tibi osténdam ex opéribus meis fidem. Tu credis quóniam unus est Deus? Bene facis; et d�mones credunt et contrem�scunt. Vis autem scire, o homo in�nis, quóniam fides sine opéribus oti�sa est? Ábraham, pater noster, nonne ex opéribus iustificátus est áfferens &Iaacute;saac fílium suum super altáre? Vides quóniam fides cooperab�tur opéribus illius, et ex opéribus fides consumm�ta est; et suppl�ta est Script�ra dicens: «Crédidit Ábraham Deo, et reput�tum est illi ad iustítiam, et amícus Dei appellátus est.

R/. Amen.

De quæ le sirve a uno decir que tiene fe si no tiene obras? Si un hermano o una hermana están desnudos y les falta el alimento cotidiano, y uno de vosotros les dice: «Id en paz, calentaos y alimentaos», sin darles lo necesario para el cuerpo, �de qué sirve esto? Lo mismo es la fe: si no tiene obras, está muerta en sí misma. Por el contrario, alguien dir�.

�T� tienes la fe, y yo las obras. Muéstrame, si puedes, tu fe sin obras, y yo con mis obras te mostrar� la fe». ¿Tú crees que hay un solo Dios? Muy bien. Los demonios lo creen también, y tiemblan. «Quieres saber, oh insensato, que la fe sin obras es estéril? Abrahán, nuestro Padre, �no fue justificado por las obras cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? Tú ves que la fe cooperaba con las obras y que la fe se hizo perfecta con las obras. Se cumplió la Escritura, que decía: Abrahán crey� en Dios y le fue tenido como justicia y fue llamado amigo de Dios.

R/. Amén.

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Evangelium / Evangelio Jn 4,3-42
Léctio Sancti Evangélii secóndum Ioánnem.
R/. Glória tibi Dómine.
Lectura del Santo Evangelio según san Juan.
R/. Gloria a ti, Señor.
In illo témpore,

Dóminus noster Iesus Christus reléquit Iudéam et �biit éterum in Galiléam. Oport�bat autem eum trans�re per Samaríam. Venit ergo in civitætem Samaría, quæ d�citur Sichar, iuxta pr�dium, quod dedit Iacob Ioseph fílio suo; erat autem ibi fons Iacob. Iesus ergo fatigátus ex itínere sedébat sic super fontem; hora erat quasi sexta.

Venit múlier de Samaría haur�re aquam. Dicit ei Iesus: «Da mihi bíbere�; discípuli enim eius ab�erant in civitætem, ut cibos �merent.

Dicit ergo ei múlier illa Samarit�na: «Quomodo tu, Iudéus cum sis, bíbere a me poscis, quæ sum múlier Samarit�na?». Non enim coutántur Iudéi Samarit�nis.

Respóndit Iesus et dixit ei: «Si scires donum Dei, et quis est, qui dicit tibi: «Da mihi bíbere», tu f�rsitan petisses ab eo, et dedísset tibi aquam vivam».

Dicit ei múlier: «Dómine, neque in quo h�urias habes, et p�teus altus est; unde ergo habes aquam vivam? Numquid tu maior es patre nostro Iacob, qui dedit nobis p�teum, et ipse ex eo bibit et fílii eius et pécora eius?».

Respóndit Iesus et dixit ei: «Omnis, qui bibit ex aqua hac, s�tiet éterum; qui autem bíberit ex aqua, quam ego dabo ei, non s�tiet in ætérnum; sed aqua, quam dabo ei, fiet in eo fons aquæ salión.is in vitam ætérnam».

Dicit ad eum múlier: «Dómine, da mihi hanc aquam, ut non s�tiam neque véniam huc hauriñe».

Dicit ei: «Vade, voca virum tuum et veni huc�.

Respóndit múlier et dixit ei: «Non hábeo virum».

Dicit ei Iesus: «Bene dix�sti: «Non hábeo virum»; quinque enim viros habuísti, et nunc, quem habes, non est tuus vir. Hoc vere dixisti�.

Dicit ei múlier: «Dómine, vídeo quia prophéta es tu. Patres nostri in monte hoc adoravérunt, et vos d�citis quia in Hieros�lymis est locus, ubi adoráre opórtet�.

Dicit ei Iesus: «Crede mihi, múlier, quia venit hora, quando neque in monte hoc neque in Hieros�lymis ador�bitis Patrem. Vos ador�tis, quod nescátis; nos adorémus, quod scimus, quia salus ex Iudéis est. Sed venit hora, et nunc est, quando veri adoratóres ador�bunt Patrem in Spíritu et veritáte; nam et Pater tales qu�rit, qui adírent eum. Spíritus est Deus, et eos, qui adórant eum, in Spíritu et veritáte opórtet adoráre».

Dicit ei múlier: «Scio quia Messías venit -qui d�citur Christus-; cum venírit ille, nobis annunti�bit ómnia».

Dicit ei Iesus: «Ego sum, qui loquor tecum».

Et conténuo venírunt discípuli eius et mirabántur quia cum muláere loquebátur; nemo tamen dixit: «Quid qu�ris aut quid lóqueris cum ea?». Relóquit ergo hædriam suam múlier et �biit in civitætem et dicit illis homínibus: «Veníte, vidéte hóminem, qui dixit mihi ómnia, qu�c�mque feci; numquid ipse est Christus?». Exi�runt de civitæte et veni�bant ad eum.

Intárea rogábant eum discípuli dicéntes: «Rabbi, mandíca».

Ille autem dixit eis: «Ego cibum hábeo manducáre, quem vos nescátis».

Dicébant ergo discípuli ad ínvicem: «Numquid Él.quis �ttulit ei manducáre?».

Dicit eis Iesus: «Meus cibus est, ut f�ciam voluntátem eius, qui misit me, et ut perféciam opus eius. Nonne vos d�citis: «Adhuc qu�tuor menses sunt, et messis venit�? Ecce dico vobis: Lev�te óculos vestros et vidéte regiónis, quia albæ sunt ad messem. Iam qui metit, merc´dem áccipit et congrígat fructum in vitam ætérnam, ut et qui séminat, simul gáudeat et qui metit. Ego misi vos métere, quod vos non laborástis; álli laborav�runt, et vos in labórem e�rum intro�stis».

Ex civitæte autem illa multi credidérunt in eum Samaritan�rum propter verbum muláeris testimónium perhib�ntis: «Dixit mihi ómnia, qu�c�mque feci�. Dum veníssent ergo ad illum Samarit�ni, rogav�runt eum, ut apud ipsos manáret; et mansit ibi duos dies. Et multo plures credidérunt propter sermónem eius; et muláeri dicébant: «Iam non propter tuam loqu�lam crédimus; ipsi enim audávimus et scimus quia hic est vere Salvátor mundi�.

R/. Amen.

En aquel tiempo,

Nuestro Señor Jesucristo dej� Judea y salió otra vez para Galilea. Tenía que pasar por Samaría. Llegó a un pueblo llamado Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José. Allá estaba el pozo de Jacob. Jesús, cansado del camino, se sentó junto al pozo. Era cerca del mediodía.

Llegó una mujer de Samaría a sacar agua, y Jesús le dijo: «Dame de beber�. (Sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer).

La samaritana le dijo: «¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?». (Es que los judíos no se tratan con los samaritanos).

Jesús contestó: «Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: Dame de beber, tú le habráas pedido a Él. y Él te habráa dado agua viva».

La mujer le dijo: «Señor, no tienes con qué sacarla y el pozo es profundo; �de dónde sacas esa agua viva? «Eres acaso tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebió Él. sus hijos y sus ganados?».

Jesús le respondió: «El que bebe esta agua tendr� otra vez sed, pero el que beba del agua que yo le dé no tendr� sed jamás; más aún, el agua que yo le daré será en Él manantial que salta hasta la vida eterna».

La mujer le dijo: «Señor, dame esa agua, para no tener sed ni venir aquí a sacarla».

Jesús contestó: «Anda, llama a tu marido y vuelve aquí».

La mujer contestó: «No tengo marido».

Jesús le dijo: «Muy bien has dicho que no tienes marido. Porque has tenido cinco maridos, y el que ahora tienes no es marido tuyo. En esto has dicho la verdad�.

La mujer le dijo: «Señor, veo que tú eres profeta. Nuestros padres adoraron a Dios en este monte, y vosotros dec�s que el sitio donde se ha de adorar es Jerusalén».

Jesús le dijo: «Cr�eme, mujer: se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros ador�is lo que no conocéis; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero llega la hora, y en ella estamos, en que los verdaderos adoradores adorar�. al Padre en espíritu y en verdad. Porque así son los adoradores que el Padre quiere. Dios es espíritu, y sus adoradores han de adorarlo en espíritu y en verdad�.

La mujer le dijo: «Sé que vendr� el mesías (es decir, el Cristo). Cuando Él venga, nos lo aclarar� todo».

Jesús le dijo: «Soy yo, el que habla contigo».

En esto llegaron sus discípulos y se admiraron de que estuviera hablando con una mujer. Pero ninguno se atrevió a decirle qué le estaba preguntando o por qué estaba hablando con ella. La mujer dej� su cántaro y fue a la ciudad a decir a la gente: «Venid a ver un hombre que me ha adivinado todo lo que he hecho. ¿Seræ acaso éste el mesías?». Salieron de la ciudad y fueron adonde estaba Jesús.

Entretanto, sus discípulos le insistían: «Maestro, come».

Pero Él les dijo: «Yo tengo una comida que vosotros no conocéis».

Los discípulos se decían unos a otros: «�Le habrá traído alguien de comer?».

Jesús les dijo: «Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y completar su obra. «No dec�s vosotros que faltan todavía cuatro meses para la siega? Pues yo os digo: Alzad los ojos y ved los campos ya dorados para la siega. El segador cobra el salario y recoge el fruto para la vida eterna. Así se alegra tanto el que siega como el que siembra. Yo os he enviado a segar lo que no habéis trabajado. Otros han trabajado, y vosotros os habéis beneficiado de su trabajo».

Muchos samaritanos de aquella ciudad creyeron en Él por el testimonio de la mujer, que decía: «Me ha adivinado todo lo que he hecho». Cuando llegaron los samaritanos, le rogaron que se quedara con ellos. Él se quedó allí dos días, y creyeron muchos más al oírlo. Y decían a la mujer: «No creemos ya por lo que tú nos has dicho; nosotros mismos lo hemos oído y estamos convencidos de que éste es de verdad el Salvador del mundo».

R/. Amén.

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Laudes Sal 68,31.35
Laud�bo nomem Dei cum cántico, et magnific�bo eum in laude. Alabar� el nombre de Dios con cánticos, lo ensalzar� con acciones de gracias.
V/. Laudent illum cœli et terra, et mare, et ómnia quæ in eis sunt.
R/. Et magnific�bo eum in laude.
V/. Que lo alaben los cielos y la tierra, el mar y cuanto en Él se mueve.
R/. Lo ensalzar� con acciones de gracias.

 


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Sacrificium / Canto del Ofertorio Lev 23,37; 4,1b; Jl 2,26
Hi dies exoratiónis sancti erunt vobis, et humili�bitis ánimas vestras offeréntes holocáusta Dómino Deo vestro. Estos días serán para vosotros de súplica y os humillaréis presentando ofrendas al Señor vuestro Dios.
V/. Omnis ánima qu�c�mque non se observ�verit, extermin�bitur de pópulo suo. Isti enim vobis sunt dies.
R/. Exoratiónis sancti erunt vobis, et humili�bitis ánimas vestras offeréntes holocáusta Dómino Deo vestro.

V/. Si fecúritis omnes iustificatiónis Dómini et ómnia iudícia eius et observav�ritis et fecúritis ea, habitábitis in terra confid�nter; et iam non erunt qui n�ceant vos, et terra dabit fructum suum et ed�tis et saturab�mini.
R/. Offeréntes holocáusta Dómino Deo vestro.

V/. Todos los que no observen los preceptos serán desterrados de su pueblo. Así serán estos días para vosotros.
R/. Serán para vosotros de súplica y os humillaréis presentando ofrendas al Señor vuestro Dios.

V/. Si cumpl�s con todos los preceptos del Señor y todos sus mandamientos y los guard�is, viviréis con tranquilidad; y no habrá quien os deñe, y la tierra os dará sus frutos y comer�is hasta saciaros.
R/.
Presentando ofrendas al Señor vuestro Dios.

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Oratio Admonitionis / Monición sacerdotal
Soll�cite, qu�so, dilectíssimi fratres, redemptiónis nostræ perped�ntes mystérium, reddámus, ut p�ssumus, Salvatóri nostro glóriam, offeréntes ei hóstiam vivam, qui ex géntibus unam in se vóluit congreg�ri Ecclésiam.

In muláere �tenim illa Samarit�na, in qua dudum est gentílititas figur�ta, nos ipsos advoc´tos ex géntibus agnosc�mus, et, per illam, Deo pro nobis contr�ti cordis hóstiam immol�mus.

Novit ille suffrag�ntibus ass�stere, qui senesc�nte iam sæculo, dignátus est subveníre. Dabit prec�ntibus eff�c�ciam, qui in se susc�pit infirmitátem nostram.
Attr�buet postulatióne efféctum, qui lassus sedit ad p�teum. Comp�net nobis in oratióne precem qui Samaritánæ muláeri inspir�.it ut créderet. Dabit in ætérna beatitúdine præmium acquis�tis, qui mis�rtus est, cum vóluit, perúturis.

R/.
Amen.

Os ruego encarecidamente, hermanos queridos, que, ponderando el misterio de nuestra redención, glorifiquemos cuanto nos sea posible a nuestro Salvador, ofreciendo la víctima viva a aquÉl que quiso reunir en sí mismo una sola Iglesia desde la gentilidad.

Pues en aquella mujer samaritana en la que estuvo figurada la gentilidad, debemos vernos a nosotros mismos llamados de entre las gentes, y por medio de ella inmolar a Dios a favor nuestro el sacrificio de un corazón contrito.

Sabe atender a los que presentan sus votos el que en la plenitud de los tiempos se dign� socorrerlos. Daré éxito a quienes oran el que asumió en sí nuestra debilidad.
Otorgar� su eficacia a la petición quien se sentó cansado junto al pozo. Orientar� nuestra plegaria en la oración el que inspir�. para que creyese, a la mujer samaritana. Dará en la bienaventuranza eterna su galardón a los redimidos quien se compadeció cuando le plugo de los que iban a perderse.
R/.
Amén.

Per misericórdiam ipsíus Dei nostri, qui est benedíctus et vivit et ómnia regit in sæcula sæculórum.
R/. Amen.
Por la misericordia del mismo Dios nuestro, que es bendito y vive y todo lo gobierna por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Alia / Oración entre los Dípticos
Iesu, Redémptor noster et Dómine, qui ad salv�ndum genus humánum, sexta �t�te sæculi, venísti, ad huius extremitátis nostræ prof�ndum, consérva atque sanctífica Ecclésiam tuam in unitáte sanctæ fídei, quam olim a tenebrása profunditáte �ruens p�tei, tibi illam copul�re voluísti per grátiam .

Da cunctis in ea manántibus, ut sicut ad te fide venírunt, ita ætérno sol�tio potióneur, ut per te introduc�mur ad regnum ætérne vitæ, per quem accípimus fídei illuminatiónem.

Tr�bue nobis sitióneibus æterni fontis ita bíbere potum, ut nunquam siti�mus in ætérnum. Exp�lle a córdibus nostris omnem profunditátem tenebrásam errárum, nequ�ndo opériat super nos p�teus os suum.

Te, te Christe, inveni�mus ad p�teum relev�ntem qui nostro ex v�tio quoc�mque  lapsi fu�rimus in crímine, ut t�ties relev�mur tuæ pietátis dono, qu�ties cœcáti l�bimur in delécto. �move a córdibus nostris inveter�tam vet�stæ vitæ malítiam, qui novitæte Spíritus in Samarit�nam illam fídei operútus es increm�nta.

Da quæsumus ómnibus in comm�ne Iesu bone, ita dies istos sancti desidérii plenitúdine grati�sos habére, sicut illa prom�ruit, dono sanctæ fídei, te in veritáte cogn�scere, ut in horum celebritáte diérum, te custodión.e, non libídine pollu�mur, non malítia soci�mur, non sc�ndalis scind�mur. Sed in sanctæ fídei omnes unitáte coll�cti, ita Spiritus Sancti defensión. prot�cti et illumin�ti mund�mur a crim�nibus nostris, qualiter ad sanctum Pascha pervenión.es, et ardénter suscipi�mus mystérium nostræ redemptiónis, et  ver�citer repará.os, nos gratul�mur in statu ætérn� lucis.
R/.
Amen.

Oh Jesús nuestro Redentor y Señor, que para salvar al género humano en la sexta edad del tiempo viniste hasta la sima de estos confines nuestros, conserva y santifica a tu Iglesia en la unidad de la santa fe, a la que en otro tiempo, sacándola de la oscura profundidad del pozo, quisiste unirla a ti por la gracia.

Concede a cuantos permanecen en ella que, como vinieron a ti por la fe, así experimenten un consuelo eterno, a fin de que seamos introducidos en el reino de la vida eterna por ti, de quien recibimos la iluminación de la fe.

Ot�rganos a nosotros sedientos, beber el agua de la fuente eterna, de modo que jamás tengamos sed. Aleja de nuestros corazones los abismos tenebrosos del error, de suerte que nunca cierre sobre nosotros el pozo su boca.

Que nosotros, los que ca�mos en el pecado por alguno de nuestros vicios, te hallemos a ti, o Cristo, en disposición de levantarnos junto al pozo, para que tantas veces seamos levantados por la gracia de tu piedad cuantas, ciegos, caigamos en la prevaricación. Aparta de nuestros corazones la maldad encallecida de la vida vieja tú, que con la novedad del Espíritu operaste en aquella samaritana el incremento de su fe.

Concede, te rogamos, buen Jesús, que todos en general pasen en gracia estos días con la plenitud de santos deseos, igual que ella mereci�, con el don de la fe santa, conocerte a ti en verdad; para que en la celebración de esos días, guardándonos tú, no nos manchemos con la impureza, no nos asociemos con la maldad, ni seamos desgarrados por los escándalos sino más bien, congregados todos en la unidad de la santa fe, en tal modo nos purifiquemos de nuestros pecados, protegidos e iluminados por la presencia del santo Espíritu, que al acercarnos a la Pascua santa acojamos fervorosamente el misterio de nuestra redención y, renovados verdaderamente, nos gocemos en el descanso de la eterna luz.
R/.
Amén.

Per misericórdiam tuam, Deus noster, in cuius conspéctu sanctórum apostolórum et mártyrum, confessórum atque vírginum nómina recitántur.
R/. Amen.
Por tu misericordia, Dios nuestro, en cuya presencia recitamos los nombres de los santos Apóstoles y Mártires, Confesores y Vírgenes.
R/. Amén.

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Post Nomina / Oración después de los Dípticos
Christe, Fílius Dei vivi, cuius virtúte múlier illa Samarit�na præn�scere m�ruit, cuius fidem casto corde susc�pit, cuius nomen, �biens in civitætem, célebre nunti�vit: da nobis ut ea veritáte nomen nostrum eternis ascribatur in paginis, que veritate nomen glóriæ tuæ ob mir�.ulum deitátis, admirábile factum est Samaría in pópulis.

Præsta étiam, sancte Deus, ut omnes qui, fidéli intentióne fat�mur et crédimus nomen tuæ sanctíssim� Trinitátis, nunquam ætérnis mancip�mur supplíciis.

Quique in e�dem quam a te perc�pimus fide vocáti sunt, nullis flamm�rum adustiónebus crución.ur: sed concéde eis, ut sicut in hac vita inconcíssæ statum veræ fídei tenu�runt, ita illíus vitæ gáudiis ætérno múnere potióneur.
R/.
Amen.

Cristo, Hijo de Dios vivo, la mujer samaritana mereció conocer tu poder, creer en ti con un corazón casto y anunciar tu nombre al volver a la ciudad; haz que nuestros nombres queden escritos en el cielo tal como el nombre de tu gloria, se hizo célebre entre el pueblo de Samaría, por razón de tus obras divinas.

Concédenos también, Dios santo, que cuántos creemos y confesamos el nombre de tu santísima Trinidad, no merezcamos nunca los suplicios eternos.

Que todos los que han sido llamados a la fe, que de ti hemos recibido, nos veamos libres del fuego eterno; que cuantos, en esta vida, mantuvieron intacto el depósito de la fe, puedan saciarse con el premio gozoso de la vida eterna.
R/. Amén.

Quia tu es vita vivórum, sánitas infirmórum ac r�quies ómnium fidélium defunctórum in ætérna sæcula sæculórum.
R/. Amen.
Porque tú eres la vida de los que viven, la salud de los enfermos, y el descanso de todos los fieles difuntos por todos los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Ad Pacem / Oración de la Paz
Salv�tor mundi, Verbum Patris ætérni, qui post accéptam fidem muláeris, rogátus a samarit�nis b�duum apud eos facis, ut in illórum du�rum fig�ra diérum m�stice commendar�.ur du�rum númerus præcept�rum, cáritas vidélicet Dei et próximi: munda cor nostrum omni crímine, omn�que ignoróntiæ cœcitáte.

Qualiter mundíssimam tibi in córdibus nostris præparans mansión.m, tr�buas nobis quod illis tribuísti: próximi dilectiónem ver�citer retin�re, per quam píssimus perveníre ad te; et tuam omnímodo nosse dilectiónem, cum qua perveni�mus ad gáudia vitæ ætérn�.
R/. Amen.

Salvador del mundo, Verbo del eterno Padre, quien rogado por los samaritanos después de haber aceptado la fe de la mujer, te quedaste dos días con ellos, de modo que en el simbolismo de aquellos dos días se recomendara místicamente la cifra de los dos preceptos, es decir, al amor a Dios y al prójimo, purifica nuestro corazón de todo pecado y de toda ciega ignorancia.

Cual si estuvieras preparando en nuestras almas una purésima morada para ti, concédenos lo que concediste a ellos, vivir de verdad un amor al prójimo por el que podamos llegar hasta ti y experimentar plenamente tu amor con el que lleguemos a los gozos de la vida eterna.
R/. Amén.

Quia tu es vera pax nostra et cáritas indisrúpta, vivis tecum et regnas cum Spíritu Sancto, unus Deus, in sæcula sæculórum.
R/. Amen.
Porque tú eres nuestra paz verdadera, caridad indivisible; tú, que vives contigo mismo y reinas con el Padre y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Illatio / Acción de gracias
Dignum et iustum est nos tibi grátias ágere, Dómine sancte Pater, ætérne omnipótens Deus, per Iesum Christum Fílium tuum Dóminum nostrum.

Qui, ad salvatiónem humáni géneris véniens e cœlo, s�tiens atque fatigátus égitur sedísse ad p�teum. Ille �tenim in quo omnis plenitúdo divinitátis corporíliter permanábat, qui nostræ mortalitátis corpus ass�mpsera, veritátem assúmpt� carnis quib�sdam significatiónebus demostr�bat. Fatig�tum enim eum non Él.ter crédimus ab itínere, nisi infirm�tum in carne.
Ex�vit quippe ad curr�ndam viam per significatiónem carnis assúmpte.

�deo ígitur, etsi fatigátus ille in carne, non tamen nos sinit infirm�ri in sua infirmitáte. Nam quod infírmum est illíus, f�rtius est homínibus ide�que per humilitátem véniens er�pere mundum a potestáte tenebrárum, sedit et sitívit quando aquam muláeri pet�vit. Ille enim humiliátus erat in carne quando sedens ad p�teum loquebátur cum muláere.

Sit�vit aquam, et ex�git fidem ab ea. In ea quippe muláere, fidem quam qu�s�vit quamque pet�vit, ex�git; atque venión.ibus dicit de ea discípulis, Ego cibum hábeo manducáre quem vos nescátis. Ille iam qui in eam creáverat fídei donum, ipse posc�bat aquæ sibi ab ea p�rrigi potum, quique eam dilectiónis suæ flamma crem�bat, ipse ab ea p�culum quo refrigerar�.ur, s�tiens postul�bat.

Ob hoc, nos ad ista tant�rum virtútum mir�.ula quid appon�mus, sancte, immaculáte et piíssime Deus, nisi consción.iam mundam et voluntátem dilectiónis tuæ omnímodo præpará.am.

Tuo ígitur Nómini, offeréntes víctimam mundam, rogámus atque exp�scimus, ut operúris in nobis salútem, sicut in muláere illa operútus es fidem. Operúre in nobis extirpatiónem carnélium viti�rum, qui in illa idolatr�� percul�sti figm�ntum. Sentiamus quoque te, in illa futára examinatióne mitíssimum, sicut illa te prom�ruit inveníre placítum. Opus enim tuum sumus, qui nisi per te salváre non p�ssumus. S�bveni nobis, vera Red�mptio, pietátis indeféciens plenitúdo. Non perdas quod tuum est. Quibus dedísti ratiónis natúram, da æternitátis glóriam indef�ssam ut qui te in hac vita laud�mus, in ætérna quoque beatitúdine multo magis glorificámus.

Tu es enim Deus noster; non nos abi�cias a f�cie tua, sed iam réspice quos cre�sti miseratióne gratuæta; ut cum abst�leris a nobis omme débitum culpæ, et plácitos reddéderis aspéctibus grátiæ tuæ, �ruti ab illa noxi�lis p�tei profunditáte facónorum, hædriam nostram relinqu�ntes cupiditátum, ad illam ætérnam civitætem Ierúsalem post huius vitæ tr�nsitum convol�mus et cum ómnibus sanctis, Nomen sanctum tuum celebrámus, proclam�mus atque dic�mus:

Es digno y justo que te demos gracias, Señor Padre santo, eterno y omnipotente Dios, por Jesucristo tu Hijo Señor nuestro.

El cual, viniendo del cielo para la salvación del género humano, leemos que se sentó en el brocal del pozo sediento y fatigado. Puesto que aquíl, en quien residía sustancialmente toda la plenitud de la divinidad, que había asumido nuestro cuerpo mortal, mostraba con determinados signos la realidad de la carne asumida. Pues le creemos fatigado del camino no por otra razón sino por estar debilitado en la carne. Ya que salió a recorrer el camino para señal de la carne asumida.

Por eso, aunque fatigado Él en la carne, no nos deja a nosotros debilitarnos en su debilidad. Porque lo que en Él es débil es más fuerte para los hombres. Y así, viniendo a librar al mundo del poder de las tinieblas mediante la humildad, se sentó y sintió sed, pidiendo agua a la mujer. Estaba Él anonadado en la carne cuando, sentado en el brocal, hablaba con la mujer.

Tenía sed de agua y pide la fe de ella; ahora bien, en esta mujer realiza la fe que había buscado y pedido. Y dice a los discípulos, cuando llegan, acerca de ella, "Tengo un manjar para comer que vosotros no conocéis". De pronto el que había creado en ella el don de la fe solicita de ella un sorbo de agua, y el que la encendía con la llama de su amor le pide, sediento, un poco de agua para refrescarse.

Por lo cual, oh santo, inmaculado y piadosísimo Dios, ¿qué añadiremos a la maravilla de tan grandes prodigios sino la conciencia limpia y la voluntad perfectamente dispuesta para amarte?

Y así, ofreciendo a tu nombre la hostia pura, te rogamos y pedimos que obres la salvación en nosotros, como obraste la fe en aquella mujer, que lleves a efecto en nosotros la extirpación de los vicios carnales tú que en ella derruiste la ficción de la idolatría. Y que te hallemos asimismo muy favorable en el juicio futuro, igual que ella mereció encontrarte aplacado. Pues somos obra tuya que no podemos salvarnos sino por ti. Soc�rrenos, Redentor verdadero, indefectible plenitud de misericordia. No pierdas lo que es tuyo, a quienes dotaste de naturaleza racional dales la gloria inmarcesible de la eternidad para que los que te alabamos en esta vida te glorifiquemos mucho más aun en la eterna bienaventuranza.

Tú eres nuestro Dios, no nos apartes de tu rostro y vu�lvete ya a quienes creaste con graciosa bondad, de modo que, cuando hayas borrado en nosotros todo resto de culpa haciéndonos gratos a los ojos de tu gracia, sacados de lo hondo del pernicioso pozo del pecado y dejando nuestra cántara de los malos deseos, volemos a la ciudad eterna de Jerusalén después del tránsito de esta vida, y con todos los santos celebremos tu nombre santo, proclamando y diciendo:

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Post Sanctus / Oración después del Sanctus
Vere sanctus, vere benedíctus Dóminus  noster Iesus Christus Fílius tuus, cuius præséntia visiónis mortificatiónem operútur sc�leris. Non est enim homo, qui eius contue�tur f�ciem et suo possit remorári in crímine.

M�lier quippe ista eius præséntiam cernens, verbárum quoque eius flu�nta mirabíliter c�piens, postquam manifestássime cogn�vit Iesum, reléquit hædriam viti�rum, sicque �biens in civitætem, non tacet quod exp�rta erat de virtúte eius mirac�lum.

Sit glória ipsi, sit laus et honorific�ntia, Dómino nostro et Salvatóri, cuius poténtia cedunt retin�cula críminum, ex quo étiam emend�tior fit vita post lapsum.

Reddámus ergo ei, in quantum p�ssumus, contr�ti cordis sacrifícium, per quod se, ipse testátus est, posse inveníri placítum.

Ipse Dóminus ac Redémptor ætérnus.

Verdaderamente santo, verdaderamente bendito es nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, cuya visión obra la muerte del pecado. Pues, no hay nadie que pueda presentarse a Él permaneciendo en su malicia.

Así, aquella mujer le vio de cerca y entendió de modo admirable las palabras que pronunciaba; habiendo conocido realmente quién era Jesús, abandon� el cántaro de los vicios, y yendo a la ciudad, no pudo callar el prodigio de la potencia que había experimentado.

A nuestro Señor y Salvador, sea dada la gloria, la alabanza y el honor, a Él. por cuyo poder caen las redes del pecado, y se enmienda la vida después de la caída.

Ofrezc�mosle, en la medida de nuestras posibilidades, el sacrificio de un corazón quebrantado, ya que, como Él mismo ha dicho, es el único modo de obtener su favor.

Es el Señor, el Redentor eterno.

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Post Pridie / Invocación
Deus, qui in corde muláeris Samaritánæ spíritum tuæ sanctificatiónis dedísti, quo te créderet, quo te inspir�.a sent�ret, quo étiam posset tuæ Maiestátis poténtiam fidéli intentióne narrárre.

Em�tte Spíritum tuum de sanctis cœlis tuis, quo sanctificántur obláta, suscipión.ur vota, expión.ur delécta, et cunctis ex hoc sum�ntibus don�tur críminum indulgéntia atque ætérne promissiónis gáudia sempitérna.
R/.
Amen.

Oh Dios que pusiste en el corazón de la mujer samaritana el espíritu de tu santidad con el que te creyera a ti, por el cual inspirada te reconociera y por el que pudiera asimismo publicar con fiel determinación la grandeza de tu majestad.

Envía tu Espíritu desde tus santos cielos, por el que sea santificada la oblata, aceptos los votos, expiados los delitos, y a todos cuantos participan de este sacrificio se conceda el perdón de los pecados y también los gozos perpetuos de la eterna promesa.

R/. Amén.

Te præstánte, sancte Dómine, quia tu hæc ómnia nobis indígnis servis tuis valde bona creas, sanctíficas, vivíficas, benedícis ac præstas nobis, ut sint benedícta a te Deo nostro in sæcula sæculórum.
R/.
Amen.
Concédelo, Señor santo, pues creas todas estas cosas para nosotros, indignos siervos tuyos, y las haces tan buenas, las santificas, las llenas de vida, las bendices y nos las das, así bendecidas por ti, Dios nuestro, por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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Cantus ad Confractionem / Canto de la Fracción Sal 103,27-28.31
Tu, Dómine, da escam nobis in témpore opportúno, �peri manum tuam et imple omnem ánimam benedictióne. Danos, Señor, la comida a su tiempo, abre tu mano, y sacia nuestras almas con tus bendiciones.
V/. Sit glória Dómini in sæculum; lætátur Dóminus in opéribus suis.
R/. �peri manum tuam et imple omnem ánimam benedictióne.
V/. La gloria del Señor es eterna, el Señor se complace en sus obras.
R/. Abre tu mano, y sacia nuestras almas con tus bendiciones.
Hic cantus dicitur cotidie usque ad mediam Quadragesimam, id est, usque ad quartum dominicum. Este canto se dice diariamente durante la primera parte de la Cuaresma, esto es, hasta el cuarto domingo.

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Ad Orationem Dominicam / Introducción al Padre nuestro
Fons vitæ perénnis, Iesu Fílius Dei Patris, in ætérnum da nobis aquam vivam, da sitióneibus vitam ætérnam, ut et ipsi intra nos habeámus Regnum tuum.

Tu nos, Christe Iesu, exáudi de summis, cum Patrem sicut nos iuss�sti, exorav�rimus e terris:

Fuente de vida eterna, Jesús, Hijo de Dios Padre, danos siempre el agua viva, da a los sedientos la vida eterna, para que tu Reino permanezca en nosotros.

Tú, Cristo, escúchanos desde lo alto, junto con el Padre, a quien invocamos en la tierra, tal como nos enseñaste:

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Benedictio / Bendición
Unigénitus Christus Fílius Dei, qui Samaritánæ muláeris sit�ri dignátus est fidem, ipse in vobis acc�ndat sitim dilectiónis su�.
R/. Amen.
Cristo, Hijo Unigénito de Dios, que se dign� despertar la fe en la mujer samaritana avive en vosotros la sed de su amor.
R/. Amén.
Idem Redémptor, qui operútus est in illa quod ad Regnum vocar�.ur, operútur in vobis quod ad ætérnam remuneratiónem corínet.
R/. Amen.
El mismo Redentor que la dispuso para recibir la llamada al Reino obre en vosotros de tal manera que obtengáis la eterna recompensa.
R/. Amén.
Quique discípulis oróndi dedit præcépta, ipse vos, quoc�mque loco eum invocav�ritis, exáudiat.
R/. Amen.
El que dio a los discípulos el precepto de orar, os escuche cuando lo invoquéis en cualquier momento.
R/. Amén.
Per misericórdiam ipsíus Dei nostri, qui est benedíctus et vivit et ómnia regit in sæcula sæculórum.
R/. Amen.
Por la misericordia del mismo Dios nuestro, que es bendito y vive y todo lo gobierna por los siglos de los siglos.
R/. Amén.

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Cantus ad Accedentes / Canto de Comunión Jn 10,9; 6,56; 6,50-51.65; 7,6b; 7,16b.28b
Ego sum �stium, dicit Dóminus, si quis per me intro�erit, salv�bitur, et ingredi�tur et regredi�tur, et p�scua invéniet. Yo soy la puerta, dice el Señor, el que entra por mí se salvará. entrar� y saldr� y encontrar� pastos.
V/. Qui mandícat meam carnem, et bibit meum sánguinem, in me manet et ego in illo.
R/. Et ingredi�tur et regredi�tur, et p�scua invéniet.

V/. Hic est panis qui de cœlo descéndit, qui mandícat panem hunc vivet in ætérnum.
R/. Et ingredi�tur et regredi�tur, et p�scua invéniet.

V/. Dixi vobis, quia nemo potest veníre ad me, nisi fúerit datum a Patre meo.
R/. Et ingredi�tur et regredi�tur, et p�scua invéniet.

V/. Tempus meum nondum advénit, tempus autem vestrum semper adest pará.um. Mea doctrína non est mea, sed eius qui misit me.
R/. Et ingredi�tur et regredi�tur, et p�scua invéniet.

V/. Et me scitis, et unde sim scitis, et a me ipso non veni, sed est verus qui misit me.
R/. Si quis per me intro�erit, salv�bitur et ingredi�tur et regredi�tur, et p�scua invéniet.

V/. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en Él.
R/. Entrar� y saldr� y encontrar� pastos.

V/. Este es el pan que baja del cielo, el que come de Él vivir� eternamente.
R/. Entrar� y saldr� y encontrar� pastos.

V/. Os he dicho que nadie puede venir a mí si no les dado por el Padre.
R/. Entrar� y saldr� y encontrar� pastos.

V/. Todavía no ha llegado mi hora; sin embargo para vosotros cualquier hora es buena. Esta doctrina no es mía, sino del que me ha enviado.
R/. Entrar� y saldr� y encontrar� pastos.

V/. Me conocéis, s�, y sabéis de dónde soy; pero no he venido por mi propia cuenta, sino que me ha enviado el que es veraz.
R/. El que entra por mí se salvará. entrar� y saldr� y encontrar� pastos.

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Completuria / Oración conclusiva
Reple, Dómine, cor nostrum lætítia, qui nobis dare dignátus es sacri córporis tui Eucharistíam; ut qui esc�rum perceptióne refécimur, spirituælibus benefíciis adimpl�ri felíciter mere�mur.
R/.
Amen.
Colma, Señor, de alegría nuestros corazones, ya que te has dignado darnos la Eucaristía de tu sagrado Cuerpo; de forma que así como somos reconfortados por la recepción de los alimentos, merezcamos también saciarnos de felicidad con tus dones espirituales.
R/.
Amén.
Per grátiam pietátis tuæ, Deus noster, qui vivis et cuncta dominóris in sæcula sæculórum.
R/.
Amen.
Por la dignación de tu misericordia, Dios nuestro, que vives y lo Señoreas todo por los siglos de los siglos.
R/.
Amén.

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1. Las partes variables de la misa que aquí se exponen (textos eucológicos, cantos y lecturas) junto al Ordinario (Liber Offerentium u Oferencio) permiten componer la misa completa. Los textos latinos son los oficiales y están tomados del Missale Hispano-Mozarabicum I y del Liber Commicus I. Los textos bíblicos en español están tomados de La Santa Biblia, edición San Pablo (excepto el Sacrificium).

Para la traducción de las oraciones oratio admonitionis, alia, illatio, post pridie y ad pacem recurrimos a la versión castellana de Colomina Torner, Jaime, La Fe de nuestros padres. Temas de fe y vida cristiana en la misa hispanomozárabe, Instituto de Estudios Visigótico Mozárabe, Toledo 2000, pp. 91,119 y 139 y para la oración completuria del Oferencio

Las oraciones post nomina, post sanctus y ad orationem Domincam están tomadas de http://lexorandies.blogspot.com.es/2013/02/domingo-ii-de-cuaresma_24.html (24 de febrero de 2013) y la Benedictio nos ha sido amablemente proporcionada por D. Manuel Corps de la Iglesia de la Inmaculada y san Pascual de Madrid, con traducción del P. Gibert del Monasterio de Valdedi�s de Asturias.

(Se recuerda que hasta la fecha no existe misal oficial en español).

 

 

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