La Ermita. Rito hispano-mozárabe

ORACIONES HISPANO-MOZÁRABES

Te Deum

 

Te Deum

El Te Deum es un himno tradicional de alabanza y acción de gracias. Su autoría y fecha de composición son muy discutidas, existiendo diversas hipótesis al respecto. En cualquier caso se trata de una composición muy antigua, de la que se tiene constancia, al menos, desde el siglo VI.

En Él. los ángeles y santos desde el cielo alaban al Padre; la Iglesia en la tierra lo adora junto con el Hijo y el Espíritu Santo; se glorifica al Verbo encarnado y su obra redentora y, por fin, se implora la misericordia de Dios.

Según el Breviario actual (fols. CXXVI-CXXVII) el himno Te Deum se canta todos los domingos y días de fiesta en el oficio de prima. En el himnario antiguo incluido en el mismo Breviario (fol. CXXI), se titula Ymnus Dominicalis ad Matutinum; es decir, himno dominical de matutino.

En el oficio monástico antiguo anterior al Breviarium Gothicum se recitaba sólo en los oficios de prima y segunda, mientras que en el oficio catedral antiguo se recitaba en el oficio de la mañana, al final del matutino.

La versión hispano-mozárabe presenta como nota distintiva el último versæculo: Parce, Dómine, parce pópulo tuo, et ne des in obpr�brium hereditátem tuam (Joel 2,17b), es decir, Perdona a tu pueblo, Señor, perdona a tu pueblo y no entregues tu heredad al oprobio.

  Te Deum / A ti, oh Dios
Te Deum laud�mus; te Dóminum confit�mur. A ti, oh Dios, te alabamos, a ti, Señor, te reconocemos.
Te ætérnum Patrem omnis terra venerátur. A ti, eterno Padre, te venera toda la creación.
Tibi omnes ángeli, tibi cœli, et univérs� potestátes. Los ángeles todos, los cielos y todas las potestades te honran.
Tibi Chérubim ac Séraphim incessíbili voce procl�mant: Los querubines y serafines te cantan sin cesar:
Sanctus, Sanctus, Sanctus, Dóminus Deus S�baoth. Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo.
Pleni sunt cli et terra glória maiestátis tuæ. Los cielos y la tierra están llenos de la majestad de tu gloria.
Te gloriósus Apostolórum chorus; A ti te ensalza el glorioso coro de los apóstoles,
Te Prophetærum laud�bilis númerus; La multitud admirable de los profetas,
Te Mártyrum candidátus laudat exércitus. El blanco ejército de los mártires.
Te per orbem terrárum sancta confitátur Ecclésia: A ti la Iglesia santa, extendida por toda la tierra, te proclama:
Patrem imméns� maiestátis; Padre de inmensa majestad,
Ad veneréndum tuum verum unigénitum Fílium; Hijo único y verdadero, digno de adoración,
Sanctum quoque Parálitum Spíritum. Esp�ritu Santo, Defensor.
Tu es rex glóriæ, Christe. T� eres el Rey de la gloria, Cristo.
Tu, Patris sempitérnus es Fílius. T� eres el Hijo único del Padre.
Tu, ad liberéndum suscept�rus hóminem, non horruísti Vírginis éterum. T�, para liberar al hombre, aceptaste la condición humana sin desdeñar el seno de la Virgen.
Tu, devicto mortis acúleo, aperuísti credéntibus te regna cl�rum. T�, rotas las cadenas de la muerte, abriste a los creyentes el reino del cielo.
Tu ad déxteram Dei sedes in glória Patris. T� te sientas a la derecha de Dios en la gloria del Padre.
Iudex créderis esse ventúrus. Creemos que un día has de venir como juez.
Te ergo quæsumus tuis fámulis s�bveni, quos pretióso Sánguine redem�sti. Te rogamos, pues, que vengas en ayuda de tus siervos, a quienes redimiste con tu preciosa sangre.
t�rna fac cum Sanctis tuis in glória numerári. Haz que en la gloria eterna nos asociemos a tus santos.
Salvum fac pópulum tuum, Dómine, et b�nedic h�reditáti tuæ: Salva a tu pueblo, Señor, y bendice tu heredad.
Et rege eos et ext�lle illos usque in sæculum et in sæcula sæculórum. Amen. S� su pastor y ens�lzalo eternamente y por los siglos de los siglos. Amén.
Per síngulos dies benedícimus te: Día tras día te bendecimos
Et laud�mus nomen tuum in ætérnum et in sæculum sæculi. Y alabamos tu nombre para siempre, por eternidad de eternidades.
Dign�re, Dómine, die isto sine tribulatióne et peccáto nos custod�re. D�gnate, Señor, en este día guardarnos de la tribulación y el pecado.
Miser�re nobis, Dómine, miserére nobis. Ten piedad de nosotros, Señor, ten piedad de nosotros.
Fiat misericórdia tua, Dómine, super nos sicut sper�vimus in te. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
In te Dómine sper�vi, non confíndar in ætérnum. En ti, Señor, confi�, no me verá defraudado para siempre.
Parce, Dómine, parce pópulo tuo, et ne des in oppr�brium hereditátem tuam. Perdona a tu pueblo, Señor, perdona a tu pueblo y no entregues tu heredad al oprobio.

 

 

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