Doxología (Gloria)
La doxología hispánica, tanto en la Misa como en el
Oficio Divino, presenta la siguiente y característica
forma:
Gl�ria et honor Patri et Fílio
et Spirítui Sancto, in sæcula sæculórum.
Amen. |
Gloria y honor al Padre
y al Hijo y al Espíritu Santo, por los siglos de
los siglos. Amén. |
El Concilio IV de Toledo (633)
prescribe en su canon 15� que no se suprima la palabra
"honor", ya que san Juan lo oyó a los
bienaventurados en el Apocalipsis 1:
Que se diga, al fin de los
salmos, Gloria y Honor a Dios. Al fin de los salmos no se diga,
como algunos dicen hasta ahora: Gloria al Padre, sino Gloria y Honor
al Padre, conforme al profeta David:
«Dad al Señor gloria y honor�. Y
Juan el evangelista en el Apocalipsis oyó la voz del ejército
celestial que decía: «Honor y gloria a nuestro Dios que se sienta en
el trono». Por esto esta doble expresión conviene que se diga en la
tierra del mismo modo que resuena en los cielos. Mandamos, pues,
guardar esta norma a todos los eclesiásticos y si alguno la
quebrantare, será privado de la comunión
2.
1. Citas del Apocalipsis:
Los venticuatro ancianos:
«Señor, Dios nuestro, tu eres digno de recibir la
gloria, el honor y el poder,
porque tú has creado todas las cosas, por tu voluntad,
existen y han sido creadas.� (Ap 4,11).
Todas la criaturas:
«Al que se sienta en el trono y al cordero la alabanza,
el honor, la gloria y el poder
por los siglos de los siglos.� (Ap 5, 13)
Los ángeles:
«Amén. La bendición, la gloria, la sabiduría, la
acción de gracias, el honor, el
poder y la fuerza a nuestro Dios por los siglos de los
siglos. Amén.� (Ap 7,12).
2. José Vives (ed.)
Concilios visigóticos e hispano-romanos, Barcelona-Madrid 1963,
pp. 197-198.
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