ORACIONES HISPANO-MOZÁRABES

Oraciones hispano-mozárabes Ad te, Redemptor omnium - Attende Domine

 

Ad te, Redemptor omnium / A Ti, Redentor de todos

Preces del oficio de sexta del miércoles de la quinta semana de Cuaresma
(de la Liturgia de las horas hispano-mozárabe)
Ad te, Redemptor omnium, rex summe, oculos nostros sublevamus flentes: exaudi, Christe, supplicantium preces,
P. Et miserere.
A Ti, Redentor de todos, Rey soberano, levantamos nuestros ojos en llanto; escucha, Cristo, las plegarias de los que te suplican.
P. Y ten piedad
V\. Dextra Patris, lapis angularis, via salutis, janua coelestis ablue nostri maculas delicti,
P. Et miserere.
Oh diestra del Padre, piedra angular, camino de la salvación y puerta del cielo: lava las manchas de nuestros delitos.
P. Y ten piedad
V\. Rogamus, Deus, tuam majestatem: auribus sacris gemitus exaudi: crimina nostra placidus indulge,
P. Et miserere.
Rogamos oh Dios, a tu majestad: con tus oídos santos escucha nuestros gemidos, perdona bondadoso nuestras culpas.
P. Y ten piedad
V\.. Tibi fatemur crimina admissa, contrito corde pandimus occulta: tua, Redemptor, pietas ignoscat,
P. Et miserere.
Nuestros pecados cometidos los confesamos ante Ti; con corazón contrito te manifestamos lo oculto; que tu clemencia, oh Redentor, nos las perdone.
P. Y ten piedad
V\. Innocens captus, nec repugnans ductus: testibus falsis pro impiis damnatus: Quos redemisti tu, conserva, Christe,
P. Et miserere.
Inocente, fuiste capturado, y llevado sin poner resistencia, y condenado por los impíos con testigos falsos. A los que redimiste, consérvalos Tú, oh Cristo.
P.
Y ten piedad

Estas preces han pasado a la liturgia cuaresmal romana en el canto Attende Domine

Canto penitencial de Cuaresma de la liturgia romana

R: Attende Domine, et miserere, quia peccavimus tibi.  R. Escúchanos, Señor, y ten piedad porque hemos pecado contra ti.
Ad te Rex summe, omnium redemptor, oculos nostros sublevamus flentes: exaudi, Christe, supplicantum preces. R A Ti, Rey soberano, Redentor de todos levantamos nuestros ojos en llanto; escucha, Cristo, las plegarias de los que te suplican. R.
Dextera Patris, lapis angularis, via salutis, ianua caelestis, ablue nostri maculas delicti. R Oh diestra del Padre, piedra angular, camino de la salvación y puerta del cielo: lava las manchas de nuestros delitos. R.
Rogamus, Deus, tuam maiestatem: auribus sacris gemitus exaudi: crimina nostra placidus indulge. R Rogamos oh Dios, a tu majestad: con tus oídos santos escucha nuestros gemidos, perdona bondadoso nuestras culpas. R.
Tibi fatemur crimina admissa: contrito corde pandimus occulta: tua Redemptor, pietas ignoscat. R Nuestros pecados cometidos los confesamos ante Ti; con corazón contrito te manifestamos lo oculto; que tu clemencia, oh Redentor, nos las perdone. R.
Innocens captus, nec repugnans ductus, testibus falsis pro impiis damnatus: quos redemisti, tu conserva, Christe. R Inocente, fuiste capturado, y llevado sin poner resistencia, y condenado por los impíos con testigos falsos. A los que redimiste, consérvalos Tú, oh Cristo. R.

 

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