EL OFICIO DIVINO O LITURGIA DE LAS HORAS
Modo de celebrar los oficios en 1593 |
DECLARACIÓN DEL OFICIO DIVINO G�TICO O MOZÁRABE 1 FRANCISCO DE PISA, De la dificultad que hay en saber el Oficio Gótico Este oficio Gótico no carece de dificultad para haberse de aprender, así por ser tan extraordinario y diferente del Latino que todos conocemos, y en que nos criamos (y el orden de cantar también es diferente) como por la falta que hay de libros y en ellos pocas reglas, y los que lo usan se rigen más por tradición y uso de los antiguos, que por reglas escritas. En el Misal y Breviario impresos 2, se hallan muchas erratas por descuido del impresor, que se podrían corregir, parte por buena inteligencia confiriendo con los originales de letra gótica, manuscritos que están en la librería de esta Santa Iglesia, que yo he leído y tengo hecha alguna diligencia cerca de esto. En el Calendario se ponen algunos santos que no conoció el Oficio antiguo Gótico, sacados del Toledano que se usaba en esta Diócesis, de donde también se toma prestada la diversidad en la dignidad o solemnidad de las fiestas de seis o cuatro o dos capas, o nueve lecciones. Tras los oficios que hay en el Misal, con la última que es de Ntra. Sra. para los sábados, tienen sabor y frasis (lenguaje) de legítimas muzárabes. El que ordenó esta impresión, en la primera regla del Breviario, claramente confiesa no ser oficio del todo muzárabe el de las horas canónicas, sino mezclado, y en parte, declarando cómo las horas canónicas, según uso de los antiguos eran doce en el día (conforme a las doce horas en que se reparte el día según el Evangelio) sin otras cuatro de la noche (conforme a las cuatro vigilias en que se suele repartir la noche) que se decían: In nocte; esto es, a prima noche, Ante lectum, antes de acostar, In equinoctio, a la media noche, In resurrectione lecti, al levantar de la cama. De suerte que entre día y noche son dieciseis horas. Mas ahora, según el uso de los modernos, entre día y noche hay solamente ocho horas, que son las siete ordinarias y muy sabidas, con más la Aurora, que se dice al amanecer, después de Laudes y antes de Prima. Y ésta solamente se dice cuando se reza de feria. Todas ellas se comienzan (Después de dicho el Pater noster secreto) en aquellas palabras: In nomini Domini nostri Iesu Christi, lumen cum pace, exceptas la Laudes, que se continían con los Maitines, y las Completas, que comienzan con el verso del salmo Signatum est super nos etc. el cual dice el preste signándose. El remate de todas ellas es: In nomine Domini nostri Iesu Christi, perficiamus cum pace. Es general y común a todas las horas, que antes de decir cualquier lauda (excepta la última de Laudes) o de antífona, sono, lección o profecía, y de las oraciones de Maitines (excepta la primera en el Oficio Dominical) y así mismo de las Laudes, se dice Dominus sit semper vobiscum. Las oraciones de Vísperas se comienzan absolutamente sin decir Dominus sit semper vobiscum. En las Laudes, y en todas horas del día, cerca del fin de ellas, se dice en alta voz la oración del Pater noster, con sus responsiones a cada petición. y antes de Él se dice una cap�tula, que es como prólogo y entrada, excepta la Aurora, en que no hay cap�tula. En las Vísperas no se dice ningún salmo, sino cuatro responsorios. El primero se llama vespertinum o lauda; el segundo sono; el tercero antífona; el cuarto lauda. A los dos postreros se añade Gloria et honor Patri, etc. Luego una suplicación que comienza, Oremus; y la capitula con el Pater noster, y al fin del liberati a malo, confirmati semper in bono tibi servire mereamur. Esta misma conclusión se añade en las Laudes. Para las otras horas, A malo nos libera, etc. S�guese la bendición con tres peticiones, antes de la cual en todas las horas se dice: Humilliate vos benedictioni, Dominus sit semper vobiscum. Luego se dice una lauda con una oración. En las Completas se dicen dos salmos breves, dos himnos y el salmo Qui habitat in adiutorio, con ciertos versos que se siguen, un himno, suplicación y la capitula, con el Pater noster y la bendición. Al fin se acostumbra a decir la salve al uso toledano. En los Maitines, después de haber dicho la antífona, Ave Regina cœlorum, con una oración al uso toledano, se dice comúnmente en las fiestas el salmo 50, Miserere mei Deus, con que pedimos a nuestro Señor, abra la boca de sus ministros para anunciar sus alabanzas en todo aquel día como lo da a entender la antífona Labia mea Domine aperiat, etc. En los oficios dominicales se dicen tres salmos. S�guense tres añas (antífonas) y un responsorio, todos semejantes a los responsorios del Oficio Romano, y se añade su oración, por lo menos a los tres de ellos. Consecutivamente se dicen las Laudes en las cuales hay un cántico del Viejo o Nuevo Testamento. Y otro cántico, Benedictus es Domine Deus patrum nostrorum, que es en substancia el Benedicite omnia opera abreviado. Luego un sono como en Vísperas y el salmo Laudate Dominum de celis, una Profecía, un himno y la suplicación Oremus, la cap�tula con el Pater noster, una lauda y la bendición.. La Aurora tiene cuatro salmos, lauda, himno, Pater noster y ciertas preces. En la Prima se dice una antífona, Pr�venerunt oculi mei, Deus, ad te diluculo, repetida en cierta forma, salmos: Deus misereatur nobis y Exaltabo te Domine rex meus, dividido en dos, y el salmo Laudate, pueri Dominum, que viene muy a propósito del tiempo y nos amonesta alabar el nombre de Dios desde que sale el sol hasta que se pone; y tres partes del salmo 118, Beati immaculati, cada una de ocho versos. Porque aquel salmo en su original hebreo se reparte en veintidós octonarios, según el número de las letras del alfabeto hebreo de que cada uno comienza. S�guese un responsorio, dos lecciones breves del Viejo y nuevo Testamento, una lauda en que se repite el Aleluya, himno, Iam lucis orto y los cánticos, Te Deum laudamus y Gloria in excelsis Deo y el Símbolo Constantinopolitano, Credimus in unum Deum, porque no hay cosa más a propósito para la hora de Prima que dar gracias y alabanzas a Dios y confesar la fe católica como también se hace en el Oficio Romano, aunque por diferente manera. Concl�yese con la suplicación, cap�tula, Pater noster y bendición. En las horas menores, Tercia, Sexta y Nona, es casi un mismo orden y composición, porque en cada una de ellas se dicen cuatro salmos con su antífona, un responsorio y la lauda, repitiendo el aleluya, el himno, los clamores, suplicación, capitula, Pater noster y bendición. De industria no digo en particular y en especie, el orden de decir las horas canónicas, pues mi intento en esta parte no es enseñar a rezar el Oficio Mozárabe, sino solamente dar algún gusto y sabor a los que tienen devota curiosidad de saber de Él. [...] En algunos tiempos del año hay diversidad en el Oficio o Misa: así como en Cuaresma y en los tres días de ayuno antes de la Epifanía y antes de la fiesta de san Cipriano y de san Martín, y en el Oficio de Difuntos. Cel�brase el Adviento del Señor antes de su Natividad por seis dominicas. Y el Adviento de san Juan Bautista se celebra un domingo antes de la fiesta de su nacimiento. En el Oficio de Difuntos se dice Gloria et honor Patri, &c. y se dice Aleluya. En el primer domingo de Cuaresma se despide el Aleluya con solemnidad de himnos y desde el lunes adelante cesa el Aleluya por aquellas seis semanas siguentes conforme al decreto del Concilio Toledano 9, ca. 11 como en el Romano, cesa desde el Domingo de Septuagísima. Y de todas maneras se sirve a Dios y es alabado, a Él sean dadas gloria y honor. Amén. Notas 1. Extraído y transcrito de: De
Pisa, Francisco, Declaración del oficio divino gótico o mozárabe, de
Francisco de Pisa. Papeles y documentos tocantes al Arzobispado de Toledo. De
vita Sancti Isidori Hispaniarum doctoris, de San Braulio. Obras de Cixila y
Enrique Florez (O.S.A.) , Toledo, 1603, ff. 4-7. |