La Ermita. Rito hispano-mozárabe
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EL OFICIO DIVINO O LITURGIA DE LAS HORAS

Breviario

 

YMNI DE TOTO CIRCULO ANNI
HIMNOS PARA TODO EL A�O LIT�RGICO

Himnos por diversas necesidades
�NDICE
Squalent arva soli pulbere multo / Los campos est�n yermos por el abundante polvo.
Obduxere polum nubila celi  / Las nubes han cubierto la bóveda del cielo.

 

 Ymnus de sterelitate pluvie / Ante la falta de lluvias (1)

   Squalent arva soli pulbere multo
Pallet siccus aer terra fatescit
Nulla roris onus nulla venustas
Quando nulla vires gratia florum

   Tellus dira sitit nescit aroris
Fons iam nescit aquas flumina cursus
Erbam nescit humus nescit aratrum
Magnorum rupta patet turpis i�tu   

   Estu ferbet humus igneus ardor
Ipsas urit abes frondea ramis
Fessis tecta negant pulbis arene
Sicco dispuitur ore viantis

   Ventis ora fere bestia ventis
Captantesque viri flammina venti
Ventis et volucres ora recludunt
Hac mulcere sitim fraude volentes

   Fetus cerba suos pignera cerba
Fetus cerba siti fessa recusat
Fetus cerba pios mesta relinquit
Quesitam quoniam non veit erbam

   Venerunt iuvenes pocula noti
Querentes puteum limfaque fugit
Et vasis vacuis tecta revisunt
Fletu seu proprio ore vibentes

   Bos presepe suum linquid inane
Pratorumque volens carpere gramen
Nudam versat humum sic pecus omne
Fraudatum moriens labitur erbis

   Radices nemorum rustica plebs
Explorat miseros curba labore
Solarique famen cortice querit
Nec sucos teneros arida prestet

   Hanc peccata famem nostra merentur
Set mercem propriam Christo fobeto
Quo culpa gravior gratia maior
Iusti supplicii vincla resolbat

   Iam celum reseres arbaque laxes
Secundo placidus imbre rogamus
Elie meritis impia secla
Donasti plubiam nos quoque dones

   Eterne Genitor gloria Christo
Semper cum Genito sit tibi sancto
Compari Spiritui qui Deus unus
Pollens perpetuis inclite seculis.
   Amen.

   V/. Rigans Deus montes.

   Los campos est�n yermos por el abundante polvo del suelo,
los cultivos se marchitan por la sequía, la tierra se agrieta,
ninguna belleza, ningún encanto tiene el campo,
puesto que no verdea la gracia de sus flores.

   La tierra dura por no conocer el rocío est� sedienta,
la fuente no conoce ya las aguas, ni los ríos la corriente,
el suelo no conoce la hierba, no conoce el arado,
se abre desfigurado y quebrado por grandes grietas.

   El suelo hierve de calor, un ardor de fuego
quema incluso a las aves, las ramas niegan
su frondoso cobijo a los fatigados, el caminante escupe
de su boca reseca el polvo de la arena.

   A los vientos abren su boca las fieras, a los vientos el ganado,
a los vientos los hombres intentando tomar aliento,
a los vientos también las aves abren sus bocas
queriendo calmar su sed con este engaño.

   A sus crías rechaza la cierva, a su camada la cierva,
a sus crías la cierva agotada por la sed,
a sus amorosas crías la cierva abandona triste,
porque no les lleva la hierba que ha buscado.

   Llegaron jóvenes buscando agua de un pozo conocido,
pero el agua ha huido y vuelven a sus casas
con las vasijas vacías bebiendo, ay,
sus lágrimas con su propia boca.

   El buey abandona su pesebre vacío y,
queriendo coger la grama de los prados,
revuelve el desnudo suelo, y así
todo el ganado al privérsele de hierba cae moribundo.

   La plebe campesina rebusca las ra�ces de los bosques,
encorvados en un trabajo miserable,
y pretende consolar su hambre con las cortezas,
pero, al estar secas, no les proporcionan el suave jugo.

   Nuestros pecados merecen esta hambre,
pero conforta, Cristo, tu propia adquisición;
cuanto más grave la culpa, mayor sea la gracia que nos libere
de las ataduras de un justo castigo.

   Te rogamos que, indulgente, abras ya el cielo
y alivies los campos con la beneficiosa lluvia.
Por los méritos de Elías diste la lluvia a gente impía,
d�nosla también a nosotros.

   Padre eterno, sea a ti la gloria siempre
con tu Hijo Cristo, igual al Espíritu Santo,
que un solo Dios ejerces tu poder gloriosamente
por los siglos perpetuos.
   Amén.

   V/. Oh Dios, riegas los montes.

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Ymnus de ubertate plubie / De la abundancia de lluvia (2)  

   Obduxere polum nubila celi
Absconduntque diem sol [sole] effugato,
Noctes continuas sidere nudas
Et lune viduas carpimus olim.

   Ether dira micat igne corusco,
Concusoque tremit cardine mundus,
Celi porta tonat, raptaque credas
Axis etherei vincla resolvi.

   Excrescunt pluviis equora ponti,
Nec fines proprios iam freta norunt,
Terrarum tedio fluctuat unda,
Errabunda secat arva carina.

   Portus nauta suos litora nauta
Secessusque suos nauta requirit
Ospes nauta satis vitibus ospes
Messes nauta supernavigat hostes.

   Flentes agricole culta relinquunt,
Spectans naufragium triste laboris
Messi leta natat semina census
Nati tecta petunt arvaque migrant.

   Cernas alta domus culmina ferri,
Et mutatis locis lumina poni,
Mestas inter abes ludere pisces
In tremulis ludere tectis.

   Eversa videas arbore nidos
Pullis quum teneris per freta duci,
Nec matrem exilio ponere curas
Maioresque metu cogere fretas.

   Spectat turba virum turba fenestris,
Spectat feminei turba pudoris,
Deploratque famam turba precantium,
Victum navigiis nauta ministret.

   Ihesu parce tua morte redemtis,
Prior dillubium pertulit etas,
Ut mundaret aqua crimina terras,
Set mundata tuo sanguine terra est.

   Ramum missa ferens hore columba,
Ramum pacifere munus olibe,
Exutas liquido flumine terras
Leto significat lapsa volatu.

   Las nubes han cubierto la bóveda del cielo
y ocultan el día después de ahuyentar al sol;
desde hace tiempo cogemos, una tras otra,
noches desnudas de estrellas y privadas de luna.

   El firmamento resplandece terriblemente por un fuego brillante
y el mundo, sacudido su quicio, se estremece,
retumba la puerta del cielo y se creería que las ataduras del eje
de la bóveda celeste han sido arrancadas y soltadas.

   Crecen las llanuras del ponto con las lluvias
y los mares ignoran ya sus límites, la ola se agita
por el cansancio de las tierras
y la nave errante surca los campos.

   El marino busca su puerto, el marino su costa,
el marino sus refugios, un huésped el marino en los sembrados,
un huésped en las vides, como un huésped el marino
navega sobre las mieses.

   Los campesinos dejan llorando sus cultivos,
contemplan el triste naufragio de su esfuerzo, flota la mies ya madura, las semillas, sus bienes; los hijos,
las casas, el rebaño y la siembra se desplazan.

   Se puede ver que los altos tejados de las casas
son arrastrados, que los tejados son cambiados de sitio,
que los peces juegan entre las aves afligidas,
que los peces juegan entre las casas tambaleantes.

   Arrancado el árbol, se puede ver que los nidos
con sus tiernos polluelos son arrastrados por las aguas,
que la madre no abandona sus cuidados en su exilio
y que por temor re�ne a sus crías más grandes.

   La turba, la turba de los hombres observa desde las ventanas,
la turba de las pudorosas mujeres observa tímidamente
y llora de hambre la turba de los que ruegan
que el marino les lleve comida en sus naves.

   Jesús, perdona a los redimidos por tu muerte,
una edad anterior soport� el diluvio para que el agua limpiara
los crímenes de la tierra, pero la tierra
ha sido limpiada con tu propia sangre.

   Que una paloma mensajera llevando en el pico una rama,
la rama que es don del pacífico olivo,
deslizándose en alegre vuelo, anuncie que las tierras
han sido despojadas de los ríos de agua.

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NOTAS

1. Breviarium Gothicum, ff. CXII-CXIII.
Traducción: Castro Sánchez, José (introducción, traducción, índices y notas) - García Ruiz, Emilio (col.), Corpus christianorum in translation, 19. Himnodia Hispánica. Ed. Brepols, Turnhout 2014, himno nº 204. De la esterilidad por falta de lluvia (pp. 537-538).

2. Breviarium Gothicum, f. CXIII. Lo que va entre corchetes [ ] son correcciones añadidas por el propio Breviario.
Traducción: Castro Sánchez, José (introducción, traducción, índices y notas) - García Ruiz, Emilio (col.), Corpus christianorum in translation, 19. Himnodia Hispánica. Ed. Brepols, Turnhout 2014, himno nº 203. De la abundancia de lluvia (pp. 535-536).

T�ngase en cuenta que la traducción est� realizada a partir de Blume, Clemens, Hymnodia Gotica. Die Mozarabischen Hymnen des alt-spanischen Ritus, himnos 204 y 203 (pp. 279-280 y 278-279, respectivamente), por lo que puede haber pequeñas variaciones respecto al texto latino del Breviario.

Se recuerda que hasta la fecha no existe traducción oficial de Breviario.

 

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