HYMNI /
HIMNOS (1)
Non usitatis ortus
hic natalibus
(Feria sexta. Ad tertiam
/ Viernes de
Cuaresma. Tercia) |
Non usitatis
ortus hic natalibus,
Oblita lactis jam vieto in pectore
Matris tetendit serus Infans ubera.
Nec ante partum de senili effusus est,
Quam praedicaret Virginem plenam Deo. Post
in patentes ille solitudines,
Amictus hirtis bestiarum pellibus,
Setisve tectus, hispida et lanugine,
Secessit, horrens inquinari et pollui
Contaminatis oppidorum moribus.
Illic dicata parcus
abstinentia,
Potum cibumque Vir severae industriae
In usque serum respuebat vesperum,
Parum locustis, et favorum agrestium
Liquore pastum corpori suetus dare.
Honor, potestas, etc.
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éste había venido al mundo por
medio de un nacimiento no habitual: niño tir�
de los senos de su madre, olvidados de la leche,
en un pecho ya marchito y no lo dio a la luz su
parto anciano antes de que Él pregonara que una
virgen estaba llena de Dios. Después se
retir� a las abiertas soledumbres, arropado de
rudas pieles de bestias y cubierto de cerdas e
hirsutos vellones, aterrado de mancharse y
ensuciarse con las contaminadas costumbres de las
poblaciones.
Allá,
parco por la abstinencia prometida, este varón
de austera actividad rechazaba bebida y comida
hasta bien entrada la tarde, acostumbrado a dar
al cuerpo raro alimento de langostas y de jugo de
agrestes panales.
Honor,
poder, etc.
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Placet, frementem
publicis jejuniis
(Feria sexta. Ad sextam
/ Viernes de
Cuaresma. Sexta) |
Placet,
frementem publicis jejuniis
Placare Christum: mos edendi spernitur.
Glaucos amictus induit monilibus
Matrona demptis, proque gemma et serico,
Crinem fluentem sordibus spargit cinis. Squallent
recincta veste pullati Patres:
Setasque plangens Turba sumit textiles,
Impexa villis Virgo bestialibus
Nigrante vultum contegit velamine,
Jacens arenis et puer provolvitur.
Rex ipse,
Choos aestuantem murices
Laenam, revulsa dissipabat fibula
Gemmas virentes, et lapillos sutiles,
Insigne frontis exuebat vinculum,
Turpi capillos impeditos pulvere.
Honor.
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Deciden aplacar la ira de Cristo
con público ayuno; se desprecia el hábito de
comer. Tras desprenderse de sus collares visten
las dueñas ropajes pardos y en lugar de gemas y
sedas salpica su pelo suelto vil ceniza. Desolado
aspecto muestran los senadores enlutados con sus
túnicas desceñidas y entre llanto la
muchedumbre se viste de cerdosas fibras; las
doncellas sin peinar lo que ahora son greñas
propias de animal, cubren su rostro con oscuro
velo y tirados los chiquillos se revuelcan en la
tierra.
El
propio rey, soltando el prendedor, dejaba caer al
suelo su capa, ardiente de púrpura de Cos, y se
despojaba de las gemas verdegueantes y las
piedras entretejidas, insigne lazo de su frente,
llenando sus cabellos de polvo vergonzoso.
Honor,
poder, etc.
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(1) Traducción de Luis Rivero García en Prudencio,
Obras I. Himnos cotidianos (Cathemerinon): himno
de los que ayunan. Ed. Gredos, Madrid 1997,
pp. 192-201 |
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