Hortator ille
primus et doctor novae
Fuit salutis: nam sacrato in flumine
Veterum pietas lavit errorum notas:
Sed, tincta postquam membra defaecaverat,
Coelo refulgens influebat Spiritus. Hoc
ex lavacro labe dempta criminum
Ibant renati non secus quam si rudis
Auri recocta vena pulchrum splendeat:
Micet metalli sive lux argentei
Sudum polito praenitens purgamine.
Honor, potestas.
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Él fue el primer predicador y
maestro de la nueva salvación; pues en un río
sagrado lav� las manchas expiadas de antiguas
faltas, pero una vez que había limpiado los
salpicados cuerpos, penetraba en ellos el
Espíritu brillando desde el cielo. De este
bautismo salían renacidos, tras haber disipado
la mácula del pecado, no de otra forma a como
hermosamente brilla una vena fundida de oro en
bruto o a como relumbra la luz del metal
argánteo con su sereno resplandor cuando se pule
la escoria.
Honor,
poder, etc.
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Nullus
bibendi, nemo vescendi memor,
Jejuna mensas pubes omnis liquerat:
Quin et negato lacte vagientium
Fletu madescunt parvulorum cunulae,
Succum papillae parca nutrix denegat. Greges
et ipsos claudit armentalium
Solers virorum cura, ne vagum pecus
Contingat ore rorulenta gramina,
Potum strepentis neve fontis hauriat,
Vacuis querelae personant praesepibus.
Mollitus his, et talibus,
brevem Deus
Iram refraenat, temperans oraculum,
Propere sinistrum: prona nam clementia
Haud difficulter supplicem mortalium
Solvit reatum, fitque fautrix flentium.
Honor, potestas.
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Ninguno se acuerda de beber,
nadie ya de comer, la juventud toda había
abandonado las mesas sin probar bocado e incluso
se humedecen por el llanto las cunitas de los
pequeñajos, que gimen al neg�rseles la leche:
parca nodriza les priva del jugo de sus senos. El cuidado
diligente de los caporales encierra también a
los propios rebaños, a fin de que el ganado
suelto no toque con su hocico las gramas cuajadas
de rocío ni encuentre bebida en sonorosa fuente:
por los pesebres vacíos resuenan quejas.
Ablandado por tal comportamiento Dios refrena su
breve ira, templando propicio su sentencia
negativa; y es que su proclividad a la clemencia
sin gran esfuerzo anula el pecado suplicante de
los hombres y t�rnase abogada de los
compungidos.
Honor,
poder, etc.
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