Deus
Pater ingenite
Et Fili unigenite,
Quos Trinitatis unitas
Sancto connectit Spiritui.
Te frustra nullus
invocat,
Nec cassis umquam vocibus
Amator tui luminis
Ad coelum vultus erigit.
Et tu suspirantem,
Deus,
Vel vota supplicantium,
Vel corda confitentium,
Semper benignus aspice.
Nos lucis ortus
admonet,
Grates deferre debitas;
Tibique laudes dicere,
Quod nox obscura praeterit.
Diem
precamur bonum;
Ut nostros, Salvator, actus
Sinceritate perpeti
Pius benigne instruas,
Deo Patri sit gloria,
Ejusque soli Filio,
Cum Spiritu Paraclito
In sempiterna sæcula.
Amen.
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Dios
Padre Ingénito
y el Hijo Unigénito,
la unidad Trinitaria
al Parálito os une. Nadie
te invoca en vano,
ni con vacías voces,
el que ama tu luz,
vuelve su rostro al cielo.
T�, Dios, mira benigno
al que ora y suspira:
a voz que te suplica,
corazón que se entrega.
La luz recién nacida nos advierte
que te ofrezcamos las debidas gracias
y hagamos tu alabanza
porque pasó la noche, tan oscura.
Pedimos un buen día,
Salvador,
para que nuestros actos
siempre sean sinceros
y tú, benignamente los admitas.
A Dios Padre la gloria,
como también al Hijo,
y al Espíritu Santo,
por siglos de los siglos.
Amén. |