Te
deprecamur, Domine
misericordem et pium,
propter nomen tuum, Domine,
esto nobis propitius.
Sollicitudinem
nostram
super te, Deus, iactamus;
nisi misertus fueris,
in vano laborabimus.
Ea, quæ
tibi displicent,
te adiuvante vincamus;
salvasti nos vigilantes,
custodi nos dormientes.
Ut in
pace idipsum
securi requiescamus,
exsurgentes diluculo
sobrie te adoremus.
Peccata
nostra dilue
et miserere, Domine,
qui regnas in perpetuum,
adesto nostris precibus.
Qui es
unus potentia,
dele nostra cirografa,
ut tuam semper gloriam
cuncta laudemus per sæcula.
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(*)
Te rogamos,
Señor
misericordioso y bueno,
por tu nombre, Señor,
s�nos propicio. En
ti, Dios,
abandonamos nuestra angustia;
si no te compadecieras,
en vano trabajaremos.
Que con tu ayuda
venzamos lo que te desagrada;
nos salvaste en la vigilia,
gu�rdanos en el sueño.
Que en seguida nos
durmamos
sin peligro y en paz
y, levantándonos al alba,
sobrios, te adoremos.
Lava nuestros pecados
y ten misericordia, Señor,
tú que reinas por siempre,
atiende nuestras súplicas.
T� que eres único por tu
poder,
borra la sentencia que pesa sobre nosotros,
para que siempre alabemos tu gloria
por todos los siglos.
(*)
Traducción tomada de Castro Sánchez, J. Himnos de la antigua
liturgia hispánica en Sacris Erudiri nº 42, año 2003, p.
133.
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