La Ermita. Rito hispano-mozárabe

 

EL OFICIO DIVINO O LITURGIA DE LAS HORAS

Breviario

 

HYMNUS / HIMNO

t�rne rerum C�nditor (1)
(Ad Matutinum / Himno con el que comienza el oficio de Matutino durante el año)
T�rne rerum C�nditor,
   Noctem di�mque qui regis,
   Et témporum das témpora,
   Ut Él.eves fast�dium.

Pr�co di�i jam sonat
   Noctis profúndæ p�rvigil:
   Noct�rna lux vión.ibus,
   A nocte noctem ségregans.

Hoc excitátus l�cifer
   Solvit polum calégine;
   Hoc omnis errárum chorus
   Viam noc�ndi d�serit.

Hoc nauta vires cólligit
   Pont�que mit�scunt freta:
   Hoc ipsa petra Ecclésiæ
   Can�nte, culpam d�luit.

Surg�mus, ergo str�nuæ,
   Gallus jac�ntes �xcitat,
   Et somnol�ntos �ncrepat,
   Gallus negántes �rguit.

Gallo canénte spes redit,
   �gris salus ref�nditur.
   Mucro latrónis c�nditur,
   Lapsis fides rev�rtitur.

Jesu lab�ntes réspice,
   Et nos vidóndo c�rrige:
   Si r�spicis, lapsi stabunt,
   Flet�que culpa s�lvitur.

Tu lux, refúlge s�nsibus,
   Ment�sque somnum d�scute:
   Te nostra vox prim�m sonet,
   Et ore psall�mus tibi.

Glória Patri ingénito,
   Glória Unigénito,
   Una cum Sancto Spíritu,
   In sempitérna sæcula.
   R/. Amen.

   CReador sempiterno de las cosas,
Que gobiernas las noches y los días,
Y alternando la luz y las tinieblas
Alivias el cansancio de la vida.

   Invocando a la luz desde las sombras
El heraldo del sol alza sus voces:
Nocturna claridad de los viajeros,
Que separa la noche de la noche.

   Al oírlo el lucero se levanta
Y borra al fin la obscuridad del aire,
Con lo cual el tropel de los espíritus
Malignos pone fin a sus maldades.

   Con esta voz que al nauta reanima
Las olas del océano se calman,
Con esta voz hasta la misma piedra
De la Iglesia se acuerda de su falta.

   El gallo canta y llama a los dormidos
Increpa a los poltrones y reprende
A los que se resisten a su canto.
Levantémonos, pues, resueltamente.

   Canta el gallo y renace la esperanza,
Retorna la salud a los heridos,
El puñal del ladrón vuelve a la vaina
Y la fe se despierta en los caídos,

   Pon tus ojos, Señor, en quien vacila,
Y que a todos corrija tu mirada:
Con ella sostendrás a quien tropieza.
Y har�. que pague su delito en lágrimas,

   Alumbra con tu luz nuestros sentidos,
Desvanece el sopor de nuestras mentes,
Y s� el primero a quien, agradecidas,
Se eleven nuestras voces cuando suenen.

   Glorificado sea el Padre eterno,
Así como su Hijo Jesucristo
Y así como el Espíritu Parálito,
Ahora y por los siglos de los siglos.
   R/. Amén.

 

1. Breviarium Gothicum, f. 3.
Traducción: Bernárdez, Francisco Luis, Himnos del Breviario Romano. Ed. Losada, Biblioteca Contempor�nea. Buenos Aires, 1952, p. 31; 33.

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