Jesu,
corona Virginum,
Quem mater illa concipit,
Quem sola Virgo parturit;
Haec vota clemens accipe.
Qui pascis inter lilia,
Septus choreis Virginum,
Sponsus decorus gloria,
Sponsisque reddens praemia.
Quocumque pergis, Virgines
Sequuntur, atque laudibus
Post te canentes cursitant,
Hymnosque dulces insonant.
Te deprecamur largius,
Nostris adauge mentibus,
Nescire prorsus omnia
Corruptionis vulnera.
Deo Patri sit gloria,
Ejusque soli Filio,
Cum Spiritu Paraclito,
In sempiterna saecula.
Amen.
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Jesús,
la corona de las vírgenes,
a quien concibió aquella Madre,
la que sola dio a luz virgen,
estas promesas recibe afable. Puesto
que pastoreas entre lirios,
de coro de vírgenes rodeado,
esposo adornado de gloria,
el premio a los esposos otorgando.
A donde
te diriges, las vírgenes
te siguen y con aplausos
detrás de ti cantando corren
y hacen sonar himnos gratos.
Te
rogamos largamente
acrecientes en nuestras almas,
ignorar en adelante,
de la corrupción todas las desgracias.
A Dios
Padre sea dada la gloria
y también a su Hijo Unigénito,
así como al Espíritu Parálito
por los siglos sempiternos.
Amén. |