Deus
sanctorum psallimus,
Christi canentes præmia,
Qui sancto largus Spiritu
Triumphum dedit parvulis. Ex
ore quoque infantium
Perfecta laude Domini,
Totum potens in omnibus
Artes destruxit Zabuli.
Qui mentem regis impii
Visorum agens stimulis,
Deum regemque Dominum
Posse persuasit perimi.
Magi
sequuntur indicem
Ducentis faciem sideris,
quæ ortu sui luminis
éterno serviret regi.
Herodes natum metuit
Regem Judáæ debitum,
In qua externus genere
Succedi timebat sibi.
E dicto cœli posito,
Magis in terram territus
Totius causam sæculi
C�cus ignorat ambiens.
Verbisque mitis primum
Gaudere sese simulat,
Adoraturum pollicens
Natum regressi ut prodeunt.
Sed postquam Deo
moniti;
Dolis terra evanuit:
Immane tentat facinus,
Cunctis ignotum sæculis.
Christum Bethlehem
audierat
Divino nasci oraculo,
Urbis audito nomine,
Parente quo nascitur nescius.
Nascentis tempus
computans,
Infra bimatum pueros,
Matrum raptos ab uberibus,
Necare jubet impius.
Quos testes sibi
Dominus
Certo passurus tempore,
Pius Redemptor omnium
Laude sacravit perpetim,
Oblatis Matrum
fletibus,
Ostendens seri lachrymis,
Ad futuram gloriam
Certis metetur gaudiis.
Memento salutis
Auctor,
Quod nostri quondam corporis
Ex illibata Virgine
Nascendo formam sumpseris.
Gloria tibi, Domine,
Qui natus es de Virgine,
[Cum Patre, et Sancto Spiritu
In sempiterna sæcula.
Amen.]
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Dios
de los santos, salmodiamos
cantando las recompensas de Cristo,
que, abundando en Santo Espíritu,
concedió el triunfo a los pequeños.
Perfeccionada la alabanza
del Señor
también por boca de los niños,
el que lo puede todo en todo
deshizo las artimañas del diablo,
Quien,
empujando la mente del impío rey
con los estámulos de visiones,
le persuadió de que Dios, rey y Señor,
podía ser matado.
Los magos
siguen la señal
de la figura de un astro,
que va delante para servir al rey eterno
en el nacimiento de su luz.
Herodes
temi� al nacido
como el rey debido a Judea,
pues tenía miedo de que en ella le sucediera
alguien ajeno a su linaje.
Aterrado en
su interior
por la orden del cielo dada a los magos,
los halaga ignorando en su ceguera
la causa de todo el mundo.
Primero
finge con suaves palabras
que se alegra, prometiendo ir a adorarlo
con el fin de que al volver
le delaten al recién nacido.
Pero después
que [los magos]
fueron advertidos por Dios, la tierra se libr� de sus engaños;
intenta un horrendo crimen,
que nunca habían conocido los siglos.
Había oído
que Cristo nacería en Belén,
según el divino oráculo;
aún conociendo el nombre de la ciudad,
no sabía de qué padre.
Calculando
el tiempo del recién nacido,
el impío ordena matar
a los niños de menos de dos años,
después de arrancarlos del pecho de sus madres.
A estos el
Señor, que iba a padecer
en un tiempo determinado, bondadoso redentor de todos,
los consagr� como testigos suyos
con la gloria perpetua,
Mostrando en
la ofrenda del llanto
de las madres que se siembra con lágrimas,
pero que se siega con gozos seguros
para la gloria futura.
Acu�rdate,
autor de la salud
de que, naciendo dc una virgen intacta,
tomaste en el pasado
la forma dc nuestro cuerpo.
Gloria a ti,
Señor nuestro,
nacido de una Virgen,
Con el Padre y el Espíritu Santo
por los siglos sempiternos.
Amén.
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