La Ermita. Rito hispano-mozárabe

 

EL OFICIO DIVINO O LITURGIA DE LAS HORAS

Breviario

 

HYMNUS / HIMNO

O Sacerdótum �nclyta corína
(Die XXV Januarii. In festo sancti Babilae, episcopi et trium puerorum. Ad Vesperum, in Laudibus / 25 de enero. San B�bilas, obispo y los tres niños. Vísperas y Laudes).
Nota: 24 de enero en el calendario actual.

   O Sacerdótum �nclyta corína,
Atque coríscum Levitærum ordo,
Clero adsc�to, præcin�mus hymnum
      Mente benígnæ.

   Formam exémpli B�bilas Ant�stes
Nobis ten�ndam d�micans impr�ssit:
Ne templi Dei �stia pand�mus
      C�llido hosti.

   Hic vir virtúte fidei munátus
Antioch�nam dum r�geret arcem,
Spr�vit prof�num �triis sanctis
      Numerión.m.

   Illicæ captus s�stitur tyr�nno,
In fola verus Christo immol�ndus:
Versuti�sa �bdicat ass�rta,
      Vera ut�ndo.

   R�putans namque d�gmata pervérsa,
Rerum fatátur ómnium Auctórem
Celsi Par�.tis coætérnam Prolem,
      Orbem creísse.

   Aris hortátur d�monum l�tare,
Spernens arctátur vacis catenárum,
Colo grav�tur p�ndere bol�rum,
      Comp�de pede.

   Fit gregi pastor magnum documéntum,
Urbi mostr�tur véluti cont�mptus:
H�nc ovans defert Christo vota laudum
      Victor insígnis.

   Fict�lem vicit ratiocin�ndo;
Vanas p�rdocet liberáles artes;
�ndicit sensum p�ti�s dis�rtum
      Trium Puer�rum,

   S�boles sequens génitrix, quos mittit
Agoniz�ndos Pr�sule cum almo:
Qu�lia pati Patrem et Magístrum
      E�mdem dicunt.

   Hic quipp� parens verus ut Abraham est,
Hóstia qui se tribus cum Púeris
ábtulit sacræ st�pitis in ara
      Regi pol�rum.

   Inter ins�ntes lotis ulnis ambit
Sacrum altáre st�piti elátus,
Dira d�m perfert vincla vel torménta,
      C�mitans docet.

   Simul Conféssi nomen Trinitátis,
S�stinent simul laceréntem ictus;
Sed rapu�re ab hoste troph�um
      Dono divíno.

   Ad perim�ndum p�stmod�m prod�cti,
Él.cres pergunt, carmen præcin�ntes
Trip�dii psalmi, ultr�cem quadrag�num,
      Voce son�r�.

   Tunc Pr�sul plebem cont�stans aff�tur;
Itæ ut esse vinclis onerátus,
Ad confund�ndum júdicisem prof�num
      Sepelir�.ur.

   P�rvulos quoquæ B�bilas lit�ndos
Patri ads�gnat ense verberéndos;
Quorum ag�nem p�lchri�s cons�mat
      Sánguine fuso.

   Quique conc�pti urn� sepulchr�li,
Vigent perénni memóriæ passi,
Sede prom�ss� pot�ti in arcem
      Diad�mate.

   Bino in ipsis múnere per ipsos
�btines missos, c�vitas qu�s�ta:
Númi�m gaude, glórians in Christo
      J�bilo magno.

   Hic obsequ�nda membra rediv�va
P�ssidet; surs�m ánimas victr�ces
Stolis indútas cándidis, fulg�ntes,
      Palmas geréntes.

   Inde Redémptor cerne de sup�rnis
Ratem redímpti gregis, incub�ntem
S�cli in mare, t�rbina impuls�ntem
      Tentatiónem.

   Déxteræ tuæ aux�lium præbe,
E�mque cunctis � malis defénde:
Tecum victóram vehens in sup�rnis
      �vo perénni.

   Glória summa, Christe, tibi semp�r,
Sim�l cum Patre, Spirit�que Sancto:
Sit nunc, et semp�r soli, tibi Deo
      Trino, et uno.
         Amen.

   (*) OH ilustre asamblea de sacerdotes y brillante orden de diáconos, convocado el clero, cantemos este himno con corazón bondadoso.

   El obispo B�bilas, luchando, nos dio un ejemplo que nosotros debemos mantener [en el recuerdo], para que no abramos las puertas del templo de Dios al astuto enemigo.

   Este varón, protegido con la fortaleza de su fe, cuando presidía la sede de Antioquía, alej� del atrio santo al impío Numeriano.

   Al instante es apresado y llevado a presencia del tirano cual verdadera víctima que va a ser inmolada a Cristo, mas con la verdad rechaza las engañosas afirmaciones.

   Pues discute las perversas doctrinas y confiesa que el autor de todas las cosas, hijo coeterno del Padre altísimo, creó el mundo.

   Es exhortado a sacrificar en el altar de los ídolos; por negarse es encadenado, su cuello es cargado con el peso de las cadenas y sus pies con grilletes.

   El pastor se convierte en precioso ejemplo para su rebaño; es presentado al pueblo como despreciable, mas después, claro vencedor, lleno de gozo, ofrece a Cristo alabanzas.

   Venció la falsedad con la razón, enseña que son vanos los estudios liberales, dice que es más elocuente el sentir de los tres niños.

   Sigue la madre a sus hijos y los envía a padecer el martirio junto al santo obispo, al que llaman padre y maestro mientras son golpeados.

   Como Abraham, ciertamente es verdadero padre Él. que junto con los tres niños, se ofrece como víctima al rey de los cielos en el sagrado altar de leños.

   Con sus manos lavadas entre los inocentes, levantado sobre los leños, rodea el altar sagrado; mientras soporta sus crueles ataduras y tormentos, acompañándolos los instruye.

   Confesando con una sola voz el nombre de la Trinidad, juntos soportan los golpes de sus verdugos, mas por la gracia de Dios arrebataron el trofeo al enemigo.

   Conducidos después a la muerte, caminan aprisa, entonando con voz sonora un canto de gozo, el vengador [salmo] cuadragésimo.

   Entonces el obispo se dirige al pueblo pidiendo ser enterrado así, cargado como estaba de cadenas, para confundir al impío magistrado.

   Destina también B�bilas a los niños para que fueran atravesados por la espada y ofrecidos como víctimas al Padre, mas su padecimiento termina hermosamente al derramar su sangre.

   Encerrados en la urna sepulcral después de padecer el martirio, florecen en el eterno recuerdo, coronados de diademas y dueños de la sede prometida en el alcázar celeste.

   T�, ciudad, logras lo que deseas con doble presente, por medio de tus enviados y en ellos mismos; alégrate sobremanera y gloríate en Cristo con profundo júbilo.

   [Esta ciudad]  posee aquí sus miembros, que tras la resurrección seguir�. al cielo a sus almas vencedoras, vestidas de blancas túnicas, llevando resplandecientes palmas.

   Por eso, Redentor, mira desde el cielo la nave de tu grey redimida zarandeada en el mar del siglo y empujada por las olas de las tentaciones.

   Ay�dala con tu diestra, defiéndela de todos los males, llévala para que contigo viva en el cielo por los siglos eternos.

   Sea a ti, Cristo, siempre la gloria suma y al Padre y al Espíritu Santo ahora y siempre, a ti solo Dios uno y trino.
   Amén.

   (*) Traducción tomada de Castro Sánchez, J. Himnos de la antigua liturgia hispánica en Sacris Erudiri nº 42, año 2003,  pp. 156-157.

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