Almi
Prophetæ progenies pia,
Clarus Parente, nobilior Patre,
Quem matris alvus claudere nescius,
Ortus senili prodiit indice.
Quem virginalis regia
gloria
Summi Tonantis nomine pigneris,
Gestaret aulæ nobilis intimo
Claustro pudoris fertilis integro
Vox suscitavit missa
puerporam,
Fovitque vatis gaudia parvuli:
Matres pro tanto munere pigneris,
Mutus locutus nomine filii est.
Scribendus hic est,
vocis ut audiat
Nostræ canorem, diraque vincula
Dissolvat ore largo, prophetico,
Verborum habens litteram nominis.
Vox namque Verbi, vox
Sapientiæ est:
Major Prophetis, sed minor Angelis,
Qui præparavit corda fidelium,
Stravitque rectas justitiæ vias.
Assertor, qui non ope
regia,
Nec morte dura liquerat tramitem
Veri, ac actus: Non licet, ait, tibi
Uxorem habere Fratris adulteram.
Hinc ira Regis,
s�vaque funera
Saltationis munere vendita:
Mensas Tyranni, et virginis ebrios
Luxus replevit sanguine sobrio.
Hic vitricus dat dona
vesanior,
Quam si venenum pocula traderet:
Negare præstat, quam dare, vitrico
Odisse præstat; plus nocet et hic amor.
Gloria Patri éterno
Domino,
Gloria Christo regi perpetuo,
Qui dominatur cum Sancto Spiritu,
Et regnum ejus per omne sæculum.
Amen.
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Piadosa
descendencia del santo profeta,
ilustre por tu madre, más noble por tu padre,
a quien el vientre de tu madre, no pudiendo mantenerte oculto,
mostró como anunciador del nacimiento del Señor.
Cuando el palacio virginal
llevaba en la intimidad de su noble estancia la gloria del sumo
Tonante con el nombre de hijo, quedando intacto el claustro de
su fértil castidad, La
voz salida de la embarazadac despert� y alentó los gozos del
pequeño profeta, las madres profetizan los dones del niño y el
mudo habl� con el nombre de su hijos.
Debemos escribir sobre Él,
de manera que la larga letra de su nombre de profeta aumente el
sonido melodioso de nuestra voz y suelte las r�gidas ataduras de
la boca, que frenan nuestras palabras.
Pues es la voz del Verbo, la
voz de la sabiduría,
mayor que los profetas y menor que los ángeles,
que prepar� los corazones de los fieles
y allan� y enderezó los caminos para la justicia.
Defensor de lo justo, no
habiendo sido obligado
por la autoridad real ni por una muerte cruel
a dejar el sendero de la verdad, dijo:
No te es licito tener en adulterio a la esposa de tu hermano.
Por esto la ira del rey y
una cruel muerte,
vendida por el obsequio de un baile,
llen� de sobria sangre las mesas del tirano
y la lujuria de una doncella ebria.
El padrastro da estos
regalos
más furioso que si ofreciera copas de veneno;
más le vale al padrastro negar que dar,
más le vale odiar, pues este amor le daía más.
Gloria al Padre, Señor
eterno,
gloria a Cristo, rey perpetuo,
que domina con el Espíritu Santo
y su reino es por todos los siglos.
Amén. |