Virginis
sacræ triumphum
Prosequamur laudibus,
quæ viriliter certando
Hostem vicit improbum;
Et servando castitatem
Meruit pr�conium.
H�c namque virgo, dum esset
Parvula temporibus,
Concupivit regem Christum
Adorare Dominum;
Et neglectis simulacris,
Thus offerre pudicum.
Qu�, paterna deridendo
Flagra vel supplicia,
Non adtendit prava verba,
Cor ad hæc nec posuit;
Sed sereno pœnas vultu
Sustulit viriliter.
Ipso nomine beata,
Quod Christina dicitur
Appellari virgo pia:
Sed a Christi nomine
Derivatum patet suum
Esse sic vocabulum.
Paternam fide probata
Iram temnens despuit;
Celso gaudio oblectata
Divinitus, gratulat:
Depellebat, ac supernis
Incumbebat præmiis.
Nullum hanc tormentum
fregit,
Nulla mors perterruit;
Sed alacri corde cuncta
Perferens certamina,
Inridebat cruciatus
Perdita vesania.
C�ditur namque suspensa,
Virgisque pertunditur,
�neumque vas repletum
Resina, et oleo,
Pice, simulque torrente
Ibi alma mittitur.
Undis impressa marinis
A Christo eripitur:
Serpentium omnigenam
Depulit s�vitiam,
Mortem simul, ac tormenta
Reputans pro nihilo.
Tribus itaque devictis
Profanis judicibus,
Trinitatem confitendo,
Triumphat feliciter:
Sic e sæculo vocata
Migrat ad cœlestia.
Tuo namque in honore,
Virgo sancta, canimus,
Juva cunctos supplicantes:
Tege tuos famulos:
Funde preces pro delictis
Christo regi Domino.
Et tu, Christe rex immense
Audi preces supplicum:
Vocem accipe cunctorum:
Culpas dele scelerum:
Hæc in festa hic orantes
Esto in subsidium.
Gloria, et honor Deo
Usquequo altissimo,
Una Patri, Filioque,
Inclyto Paraclito;
Cui laus, et potestas
Per éterna sæcula.
Amen.
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Cantemos
con alabanzas
el triunfo de la santa virgen
que, luchando varonilmente,
venció al maligno enemigo
y, conservando su castidad,
mereció la glorificación.
Pues esta virgen,
en los tiempos en que era pequeña,
deseó ardientemente
adorar a Cristo Rey el Señor
y, despreciando a los ídolos,
ofrecerle el incienso de su castidad.
Ella,
riéndose de los azotes
y de los suspiros de sus padres,
no atendió a sus perversas palabras,
no puso su corazón en ellas,
sino que con rostro sereno
soport� varonilmente los castigos.
Bienaventurada
por su mismo nombre,
porque se le dice a la piadosa virgen
que se llama Cristina,
pero estando claro
que el ser llamada ella así
ha sido tomado del nombre de Cristo.
Menospreciando
la ira paterna
con fe probada la rechaz�,
llena de excelso gozo
la apartaba con la gracia del cielo
y se esforzaba
por los premios de lo alto.
No la
quebrantaron los tormentos,
no la aterrorizó la muerte,
sino que, soportando todo el combate
con corazón alegre,
se reña de las torturas
de una furia desmedida.
Pues la
santa
una vez colgada
es golpeada y azotada con varas,
y es metida en un recipiente de bronce
lleno de resina, de aceite
y también de pez ardiendo.
Es arrancada
por Cristo
de las aguas del mar,
en las que había sido sumergida,
despoj� a las serpientes
de toda clase de fiereza,
considerando nada la muerte y las torturas.
As� pues,
vencidos tres jueces sacrílegos
confesando a la Trinidad,
felizmente obtiene el triunfo,
y así, llamada del siglo,
emigra a los cielos.
Ahora en tu
honor,
santa virgen, cantamos,
ayuda a todos los que te suplican,
protege a tus siervos,
eleva tus ruegos por nuestras
faltas a Cristo rey, nuestro Señor.
Y tú,
Cristo, rey inmenso,
escucha los ruegos de quienes te suplican,
recibe la voz de todos,
borra las culpas de nuestros crímenes,
socorre a quienes aquí
en esta festividad oran.
Gloria y honor a
Dios
altísimo en todas partes,
juntamente al Padre y al Hijo
y al excelso Parálito,
al cual alabanza y poder
por los siglos eternos.
Amén. |