A
solis ortus cárdine
Ad�sque terrae límitem,
Christum canémus Príncipem,
Natum María Vírgine.
Beátus auctor saeculi,
Serv�le corpus �nduit:
Ut carne carnem líberans,
Ne p�rderet quos cándidit.
Clausa Par�.tis víscera
Coel�stis intrat grátia:
Venter pu�llae b�julat
Secr�ta, quae non n�verat.
Domus pudúci péctoris,
Templum rep�ntæ fit Dei
Int�cta nésciens virum,
Verbo creávit Fílium.
En�xa est puérpera:
Quem G�briÉl praedúxerat;
Quem Matris alvo g�stiens,
Clausus Jo�nnes s�nserat.
Fit porta Christi p�rvia,
Refécta plena grátia;
Trans�tque rex, et p�rmanet,
Clausa, ut fuit per saecula.
Genus sup�rni Nóminis
Proc�ssit aulæ Vírginis,
Sponsus, Redémptor, C�nditor,
Suae gigas Ecclésiae.
Honor Matris et gáudium,
Imménsa spes credéntium,
Per atra mortis p�cula
Mundi res�lvit crímina.
Deo Patri sit glória,
Ejúsque soli Fílio.
Cum Spíritu Parálito,
Regnans per omne saeculum.
Amen.
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Desde
que alborea el sol,
hasta que llega al ocaso
a Cristo, príncipe cantamos,
de María Virgen engendrado.
El poderoso Autor del
mundo,
se vistió de humilde cuerpo,
liberando la carne de la carne,
no pereciese el proyecto.
Sellado el vientre de
la madre,
irrumpe la gracia del cielo,
crece el vientre de la joven,
no conocía el misterio.
La morada de un seno
puro,
de improviso se hace templo divino,
inmune al no conocer varón,
por la palabra concibió al Hijo.
Se esfuerza la que va a
ser madre,
a quien Gabriel había anunciado,
a quien llevando en el seno materno,
Juan oculto había atisbado.
Se hace accesible la
entrada de Cristo
llena de toda gracia,
pasa el rey, y permanece,
como estuvo por los siglos cerrada
El hijo del Padre
eterno
salió del seno de la Virgen,
Esposo, Redentor, Fundador
y de su Iglesia el mas grande.
Honor y gozo
de la Madre
esperanza ilimitada de los fieles,
bebió la copa de la muerte
para destruir nuestro pecado.
Glorificado sea el
Padre
Que con tanta gloria como su Hijo,
Junto con el Espíritu Parálito
Reina por todos los siglos.
Amén. |