La Ermita. Rito hispano-mozárabe

 

EL OFICIO DIVINO O LITURGIA DE LAS HORAS

Breviario
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HYMNI / HIMNOS

DIE V FEBRUARII
IN FESTO SANCTÆ AGATHæ
VIRGINIS ET MARTYRIS

DÍA 5 DE FEBRERO
EN LA FIESTA DE SANTA �GUEDA
VIRGEN Y MÁRTIR

Santa &Aacutegueda. Taller de Verg�s, c. 1500. Instituto de Arte de Chicago.

ÍNDICE
Adesto, plebs fidissimaAcude, pueblo fidelísimo (Vísperas)
Festum insigne prodit coruscum / Llegó esplendorosa la señalada festividad (Laudes)

Ad Vesperum / A Vísperas (1)

   Adesto, plebs fidissima,
Venustum festum: gratia
Laudum deprome carmina,
Christoque vota maxima.

   Beata virgo Agatha,
Fide et clara germine,
Mundi refellens noxia,
Adepta est coelestia.

   Haec graviter Christum amans,
Ipsumque solum praedicans,
Extenta jussu Praesidis,
Arctatur in imo carceris.

   Saevi furore judicis
Christi puella territur;
Sed virgo sancta impiis
Libare renuit aris.

   Tu nunc demum Martyr acrius
Adficeris verberibus;
Pectoris papilla tollitur,
Castumque corpus tunditur.

   Magnus sed Christi senior.
Disrumpit claustra carceris:
Reddit papillam integram,
Curatque omnia vulnera.

   Sic sic puella sanctior
Tanto adepta praemio,
Genu orando flectitur,
Fuditque coelo spiritum.

   Mox namque clarus juvenis
Tabellam scriptam deferens,
Mente sacra pronuncians
Defensionem Patriae.

   Nam, montis Aethnae incendium
Cursu dum rapidissimo
Ad urbem pronum flectitur,
Claret puellae meritum.

   Tunc e sepulchro Martyris
Plebs sacrum velum deferunt,
Cujus pia praesentia
Extinguit mox incendia,

   Jam Virgo nunc sanctissima
Plebi fideli proroga
Peccatorum indulgentiam.
Pacis reddendo commoda:

   Quae olim concives tuos
Magno ab igne eruis,
Tu redde nos jam liberos
Jugo remoto pessimo.

   Sit cunctis, sit fidelibus
Locus quiete placidus:
Tutelam praesta orphanis,
Subsidiumque viduis.

   Praesta, Pater piissime,
Patrique compar Unice,
Cum Spiritu Paraclito
Regnans per omne saeculum.
   Amen.

 

   Acude, pueblo fidelísimo,
a esta festividad embellecida por la gracia,
ofrece a Cristo himnos de alabanza
y los más grandes votos.

   La bienaventurada virgen Águeda,
ilustre por su fe y por su nacimiento,
rechazando el mal del mundo,
alcanzó los cielos.

   Amando ella intensamente a Cristo
y a Él solo proclamando,
fue apresada por orden del gobernador
y es encadenada en la profundidad de una cárcel.

   La doncella de Cristo es torturada
por el furor del cruel juez,
pero la santa virgen rehúsa
hacer libaciones en los impíos altares

   Entonces finalmente la mártir
es flagelada cruelmente,
le son arrancados los pezones de su pecho
y su casto cuerpo es golpeado.

   Mas un noble anciano de Cristo
rompió los cerrojos de la cárcel,
devuelve la integridad a sus pezones
y cura todas sus heridas.

   As�, así la santa muchacha,
tras haber conseguido tan gran recompensa,
dobla su rodilla orando
y entregó su espíritu al cielo.

   Y enseguida un joven resplandeciente
trae una tablilla escrita, que decía:
a un alma santa,
defensa de la patria.

   Pues cuando el fuego del monte Etna
en rapidísima carrera
desciende hacia la ciudad,
brilla el mérito de la joven.

   Entonces del sepulcro de la mártir
el pueblo arranca el sagrado velo,
cuya piadosa presencia
inmediatamente apaga el fuego.

   Ahora ya, virgen santísima,
ruega el perdón de los pecados
del pueblo fiel,
dándole los beneficios de la paz.

   T�, que a tus conciudadanos
una vez los preservaste de un gran fuego,
haznos ya libres
y quita el yugo malvado.

   Tengan así los fieles difuntos
el lugar apacible para su descanso,
concede tutela a los huérfanos
y amparo a las viudas.

   Concédenoslo, Padre bondadosísimo,
y tú, unigénito igual al Padre,
que reinas con el Espíritu Parálito
por todos los siglos.
   Amén.

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In Laudibus / En Laudes (2)

    Festum insigne prodit coruscum:
Voces in aula resonent cunctorum:
Deo, dicata plebs alumna tota
Pandite vota.

   H�c virgo sancta, germineque clara
sæculi cuncta respuit caduca;
Christum secuta, acriori pœnæ
Subdidit membra.

   Judex iniquus ipse Quintianus,
Virginem sanctam Agatham cum vidit,
Decem malignis feminis obsc�nis
Tradi pr�cepit:

   Quam cum vidissent, blandiuntur verbis:
Audi præceptum Judicis monentis:
Adora deos, et lucrare vitam,
Pr�miaque multa.

   Sed fide plena nobilis puella
Execrat cuncta vanitatum verba;
Spemque fixam retinet in Christo
Semper invicta:

   Quam Quintianus pr�sentari jubens,
Idola vana cogit adoranda;
Fortis puella retinet in Christo
Fidem perfectam.

   Iratus judex sibilat crudelis:
Tortores suos excitat immanis,
Torqueri jubet delicatum corpus
Puellæ sacrum.

   P�nas inlatas viriliter portat:
Corpus intactum Domino conservat:
Fide, qua credit, omnia tormenta
Fortiter vincit.

   Additur pœna crudelis et s�va:
Virginis sacr� torquetur mamilla:
Diuque torta, abscidi pr�cepit
Ubera sacra.

   Tunc virgo sancta in carcere trusa,
Fortis in Christo facta est athleta,
Cujus e cœlis Angelica cura
Sanat mamillam.

   Splendor sanctus tenebras inlustrat:
Per totam noctem lux e cœlis emicat:
Pavore multo territi custodes
Fugiunt omnes.

   Furore plenus ultroneus tortor
Testas acutas, ignitos carbones
Corpus sacratum volutari jubet
Latere nudo.

   En terr�motus factus est immanis,
M�rorque cunctos terruit tortores:
Unum oppressit nomine Silvanum
Pars parietis.

   Omnis conventus ille civitatis,
Tremore viso, sic concurrunt omnes
Judicem s�vum volentes occidi;
Fugiit ipse.

   Post virgo l�ta ergastulis clausa,
Expandit manus, Dominum exorans,
Sacram efflavit animam in cœlos
Toga cum Sanctis.

   Angelus Dei descendit de cœlo,
Corpusque sanctum tumulat, honoris
Tabulas signat aureis scriptas
Litteris sacris.

   Judex iniquus, numquam erubescens,
Volvens inquirit ejus facultates:
Pessima morte morsibus equorum
Nece vastatur.

   Mira tam satis prodierunt signa
Anni vertentis facta comprobantia:
�thn�us ipse mons eructavit
Ignem ardentem.

   Videntes cuncti rogum venientem,
Velum sepulchri simul expandentes,
Ignis stetit, honorificandum
Corpus beatum.

   Deus, qui tanta tribuisti dona
Virgini tuæ cœlestia regna;
Nobis indignis ob honorem ejus
Dilue culpas.

   Ob cujus laudem Clerus decantans,
Precibus ejus tibi sit acceptum
Ratumque reddat plebis tuæ victum
Honore sacrum.

   Sacerdos vita habeatur clarus:
Moribus bonis tibi sit ornatus,
Ut digne possit tuum immolare
Corpus beatum.

   Cujusque festum annuis recursibus
Laudum honoris persolvimus votum,
Ejus obtentu l�temur cum Sanctis
Tuis in cœlo.

   H�c in honorem, carminaque dixit,
Virginis sacræ et merita narravit,
Tuo ex dono heres sit in cœli
Sanctorum choro.

   Gloria tibi Patri glorioso,
Et Jesu Christo Redemptori nostre
Qui tecum regnat cum Spiritu Sancto
Juge per �vum.
Amen.

   Llegó esplendorosa la señalada festividad;
que todas las voces resuenen en el templo consagrado a Dios,
entonad vuestras súplicas,
pueblo todo servidor suyo.

   Esta virgen santa, e ilustre por su nacimiento,
rechazó todas las cosas perecederas del siglo;
siguiendo a Cristo sometió su cuerpo
a duros castigos.

   Cuando el malvado magistrado Quintiano
vio a la virgen santa Águeda,
mandí entregarla a diez desvergonzadas
y malas mujeres.

   Cuando ellas la vieron,
intentan persuadirla con suaves palabras:
"Oye la orden del magistrado que te advierte,
adora a los dioses y gana con ello la vida y numerosas recompensas".

   Pero la noble joven, llena de fe,
rechaza todas sus vanas palabras
y, siempre invencible, mantiene
su esperanza clavada en Cristo.

   Manda Quintiano que sea llevada a su presencia
y la obliga a adorar a los vanos ídolos,
más la valerosa joven
mantiene intacta su fe en Cristo.

   El cruel magistrado grita airado,
incita a sus verdugos en medio de los castigos
y les ordena torturar
el cuerpo frágil y sagrado de la joven.

   Soporta virilmente los castigos que le infligen,
conserva intacto su cuerpo para el Señor,
vence con valentía todos los tormentos
con la fe con la que cree.

   Se añade un castigo cruel y despiadado:
los senos de la santa virgen son lacerados
y, después de lacerados mucho tiempo,
ordena que sus santos pechos le sean arrancados.

   Después la santa virgen fue encarcelada,
haciéndose en Cristo una valiente atleta,
cuyos senos cura el cuidado de un ángel
bajado del cielo.

   Un sagrado resplandor ilumina las tinieblas,
una luz brilla desde el cielo toda la noche
y los guardianes huyen todos
llenos de temor.

   El diligente verdugo, enfurecido,
ordena que su sagrado cuerpo sea desnudado
y se le haga rodar sobre tiestos en punta
y carbones encendidos.

   He aquí que se produjo un enorme terremoto
y la tristeza y el temor se apoderaron de todos los verdugos,
y a uno de ellos, llamado Silvano,
lo aplast� un trozo de pared.

   El pueblo todo que se había reunido,
después de ver el temblor, corren todos,
queriendo matar al cruel magistrado,
pero Él huy�.

   Después la virgen que había sido encarcelada,
llena de alegría, extiende sus manos suplicando al Señor;
exhal� su santo espíritu a los cielos
con el coro de los santos.

   Un ángel del Dios baja del cielo
y honra el cuerpo sagrado;
una tabla escrita con letras de oro
señala a la santa.

   El inicuo magistrado sin avergonzarse en ningún momento,
queriendo averiguar las propiedades de la santa,
es destrozado a bocados por sus caballos
con una muerte tristísima.

   Aparecieron de forma clara extrañas señales
para probar los sucesos del año terminado,
incluso el monte Etna
arroj� llamas ardientes.

   Cuando todos vieron el fuego corriendo hacia ellos,
extendieron al punto el velo del sepulcro
y las llamas se detuvieron
para honrar el cuerpo santo.

   Oh Dios que a tu virgen otorgaste
el don inmenso del reino celestial,
a nosotros indignos líbranos de nuestros pecados
por el merecimiento de aquílla.

   En cuya alabanza canta el clero;
que por sus súplicas
la vida de tu pueblo te sea grata
y se vea aprobada por sus sagrados méritos.

   Que el sacerdote se distinga por su vida,
que para ti está adornado de buenas costumbres,
para que dignamente pueda
sacrificar tu sagrado cuerpo.

   Y que nos alegremos con tus santos en el cielo,
gracias a aquílla,
en cuya festividad cada año
te alabamos y glorificamos.

   Que el que enton� en honor de la santa virgen
estos cantos y cont� sus martirios,
por tu don sea heredero en el cielo
con el coro de tus santos.

   Gloria a ti, Padre glorioso,
y a Jesucristo nuestro Redentor,
que contigo reina con el Espíritu Santo
por siempre.
   Amén.

 


1. Breviarium Gothicum, ff. CCXXI-CCXXII.
Traducción: Castro Sánchez, José (introducción, traducción, índices y notas) - García Ruiz, Emilio (col.), Corpus christianorum in translation, 19. Himnodia Hispánica. Himno nº 89. Para el día de santa Águeda. A Vísperas. Ed. Brepols, Turnhout 2014, pp. 249-250.

2. Breviarium Gothicum, ff. CCXXIII-CCXXIV.
Traducción: Castro Sánchez, José Himnos de la antigua liturgia hispánica en Sacris Erudiri nº 42, año 2003,  pp. 147-149.

Se recuerda que hasta la fecha no existe traducción oficial de Breviario.

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