LIBER ORDINUM (1)
ORDO AD ORDINANDAM ABBATISSAM /
RITO PARA ORDENAR A UNA ABADESA
Quando
ordinatur abbatissa uestitur a deo uotis in sacrario ueste
religionis et inponetur ei in capite mitra religiosa; et
precedentes ac subsequentes eam alie deo uote cum cereis,
tacentes ueniunt ad corum. Adplicans tamen eam episcopus ad
altare, cooperit eam pallio per caput, et dicit super eam hanc
orationem: |
Cuando se ordena a una abadesa, una vez vestida con el hábito de
la propia religión en la que hizo sus votos a Dios, se le impone
en la cabeza la mitra religiosa. Y todas, unas precediéndola y
otras siguiéndola, la acompaían con cirios, en silencio, hasta el
coro, donde la espera el obispo, que la acompaña hasta el altar.
Allá le impone el palio y recita esta oracion: |
Oratio / Oración
Omnipotens Domine Deus aput
quem non est discretio sexuum, nec ulla sanctorum disparilitas
animarum; qui ita uiros ad spiritalia certamina corroboras, ut
feminas non relinquas: pietatem tuam humili supplicatione
deposcimus, ut huic famule tuae, quam sacrosancto gregi uirginum
nostrarum impositione manuum, et hoc uelaminis tegumento in
cenobio matrem, fieri preobtamus, clementia tua roboratrix a
ducniat et adiutrix perpetuo non recedat. Da ei Domine
fortitudinem spiritalia bella gerenda, ut cordam debbore
bellatrici, procinctum certaminis contra sisare hostilem cuneum
tribuisti. Ut sicut ducatu illius sraelitici populi aduersarii
preire ita uigilatia huius multitudo daemonum que aduersus
animas sanctas cotidie dimicatur et militat, uirtute tua penitus
disturbetur et pereat. Adsit ei tua dextera consolatrix, que
iudit uidue in perniciem non defuit olofornis. Ita domine
sermonibus piis et tui adiutorio nominis exterminet usquequaque
satan, ut ester humilis infestum tuis plebibus exterminauit
aman. Dona ei domine castimonie custodiam indefessam, et
karitatis sincerissimam dulcedinem gratiosam. Sit sollers in
creditarum sibi regimine animarum, et celer in suarum
corecctione culparum. Ita subditas sibi spiritali zelo coerceat,
et materne pietatis affectu refobeat, ut nec blanditia
dissolute, nec nimia coercecione reddantur pusillanimes aut
proterue.
Da ie Christe Domine spiritum discretionis omnimosae ut nec
onesta dilaceret, nec inonesta delectetur. Atque ita te
iluminante sibi creditam multitudinem tuo sancto nomini iugiter
admonendo faciat inseruire, ut quum nube flammiuoma mundum
ueneris indicare postrema subditarum profectibus gloriosa, et de
nullius perditione confusa, tuae genitricis adiungatur gloriosa
cetibus letabunda cum suis omnibus feliciter coronanda. Amen. Te
prestante. |
Dios y Señor
omnipotente, para el que no hay diferente estimación de sexos,
ni diferente apreciación de las almas de los santos; que de tal
manera destinas a los varones a las tareas espirituales, sin
marginar a las mujeres; te pedimos humildemente que a esta
sierva tuya, convertida en madre de esta santa grey de vírgenes
por la imposición de las manos y del velo, que la asista tu
clemencia y nunca le falte tu ayuda. Dale, Señor, fortaleza
espiritual para librar sus batallas, como se la diste en otro
tiempo a D�bora para derrotar a S�sara. Para que, así como, bajo
su guía, el pueblo israelita persiguió y venció a su enemigo,
asi también su vigilancia de ella combata y venza a la multitud
de demonios que cada día tientan a las almas santas, haciéndoles
huir y dispersándoles con tu fuerza y gracia. Que la asista tu
consoladora mano derecha, la que auxilió a la viuda Judit frente
a Holofernes. Asimismo, Señor, con sus piadosas platicas y con
el auxilio de tu nombre, ahuyente de todas partes a Sat�n hasta
exterminarlo, como hizo la humilde Ester con Amén. Dale, Señor,
una perfecta guarda de la castidad, y una caridad sincera, dulce
y graciosa. Sea sol�cita en el gobierno de las almas a ella
encomendadas, y pronta en la correccion de sus culpas. Emplee
tal celo espiritual en la corrección de sus s�bditas y al mismo
tiempo ámelas con tal afecto maternal, que ni sea demasiado
blanda ni excesivamente rigurosa. Dale, Cristo Señor, espíritu
de perfecta discreción, para apreciar lo bueno y rechazar lo
malo. Y de tal manera, con tu luz, sirva a la comunidad a ella
encomendada, amonestándola en tu nombre, que cuando vengas en el
último día, en la nube de fuego a juzgar al mundo, contenta con
el adelantamiento de las s�bditas, y no confusa con la pérdida
de alguna, se encuentre con tu Madre feliz y gloriosa y sea
felizmente coronada con todos los suyos (con todas las suyas).
Amén. Con tu ayuda. |
Quia
explicita osculatur eam episcopus, et tradit ei librum regule et
baculum. Ac post salutat aepiscopus et dicit diaconus:
Missa acta est. |
Terminada la oración, el obispo besa a la elegida con el beso de la
paz y le entrega el libro de la Regla y el báculo. Seguidamente, el diácono
dice: Pod�is ir en paz. |
NOTA
(1) Textos
tomados de Carrasquer Pedrós, Mª Sira, m.c. Madres
mozárabes; Ed. Monte Carmelo, Burgos 2003; pp. 99-100.
Proceden del Liber Ordinum Episcopal, cod. de
Silos, Arch. Monástico, 4; Ed. Dr. José Janini, Silos
1981.
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