La Ermita. Rito hispano-mozárabe

TEXTOS LITÚRGICOS ANTIGUOS

RITO HISPANO-MOZÁRABE

Liber Ordinum

 

LIBER ORDINUM (1)

El rito para la bendición de las campanas consta de dos partes. La primera parte, o exorcismo, se realiza durante la fundición del metal y se pide en nombre de Cristo que se alejen todos los espíritus malignos y que la fundición del metal sea perfecta para hacer campanas que duren y que suenen bien.
La segunda parte es la bendición propiamente dicha. En ella se recuerdan otros instrumentos metálicos para llamar al pueblo y defenderlo de sus enemigos: unas trompetas de plata que Moisés mandí hacer durante la marcha hacia la tierra prometida. Con ella, y por la cruz que las campanas llevan grabadas en su parte exterior, se espera que la comunidad atienda la llamada de Dios, aleje sus miedos y violencias, tenga ánimos para seguir adelante y se encuentre protegida de todos los males exteriores.
 

LVI. EXORCISMUS AD CONSECRANDVM SIGNVM BASILICE / EXORCISMO Y BENDICIÓN DE LAS CAMPANAS DE UNA IGLESIA
Adiuro te, nequissime spiritus et inmunde, per diuine Maiestatis insuperabile nomen, ut uotum nostre humilitatis confusus agnoscas, et Christi a nobis inuocata uirtute precipitatus abscedas atque fugias ab hoc metallo, cui Deus condens indidit sonum et fortitudinem. Sicut te nosti nicil contulisse creando ita ab eo cum omnium tuarum euanescas contagiis pollutionum : ut eius cultibus seruiat expiatum, qui operatus est uerbo quod suis in ministeriis formatur fauore et intellectu.

Te mando, espíritu malvado, por el nombre de Dios, que confieses nuestra pequeñez y que por las virtudes de Cristo, a quien invocamos, desaparezcas y huyas rápidamente de este metal el cual, con la ayuda de Dios, espesar� fácilmente y será sonoro y fuerte. Ya que conociste la fuerza del que te creó, que no quede nada tuyo, que su empleo nos purifique y que su llamada nos traiga protección y sabiduría.

Benedictio eiusdem Bendición de las campanas
Omnipotens Domine Deus, qui precepisti Moysis famulo tuo opus formare ductilium tubarum, qui[bus] perstrepentibus certo discretoque sono, Israhelitici populi cognosceret multitudo quo se in sollemnitatibus letabunda curreret, quandoque ad terram / repromissionis gradiens, quod ceperat iter perageret, uel aduersus bella gentium perditarum armata prosiliret: figurans per hec omnia quod melius in Ecclesia que nunc est catholica perficeretur sub gratia. Respice nunc propitius pietate solita, et hoc uas, concretum generibus metallorum, sancifica more tubarum illarum, quibus precedentibus Israhel tuus ad hereditatem perducitur, quam ei parauerat tuas diuina pollicitatio; earumque ueritatem habeant, quam in ueste summi pontificis Aaron tintinnabula habuerunt innexa. Vt his sonantibus, que tibi dedicamus, domus tue pandatur ingressus, et ad laudandum ac deprecandum te fidelis adunetur conuentus : quibusque tinnientibus hoc tua uirtus conferat auditoribus, ut cordis secretum timor penetret tuus. Señor Dios Todopoderoso, que mandaste a tu servidor Moisés que hiciera trompetas cuyo sonido claro y suave llamaba al pueblo de Israel, peregrino hacia las tierras prometidas, para que las gentes acudiesen a celebrar las fiestas, para que comenzasen a caminar así como para destruir a sus enemigos; figurando con ello una iglesia nueva y universal, regalo de tu gracia. Recibe con agrado nuestra petición y concédenos que estos vasos de metal fundido sean santificados como aquellas trompetas que precedían y ponían al pueblo de Israel en marcha hacia la tierra que tú le habías dado en herencia, de acuerdo con tu promesa. Que estas campanas están llenas de verdad, como las que colgaban de los vestidos de Aarón, tu sumo sacerdote. Que sus sonidos dedicados a ti nos lleven hacia la puerta de tu casa, reuniendo a tu pueblo para que te alabe y te pida perdón unido en comunidad; que a través de sus repiques llegue tu energía a los que los escuchan, para que penetre hasta lo más íntimo de sus corazones su amor hacia ti.
Sancte crucis signaculo aduersus inpugnationes diaboli totus uictor muniatur homo, et ad capescendam in celestibus hereditatem pollicitam mens spei robore suffulta alacriter currat, fiatque legis tue recordatio, et rememoretur preceptorum tuorum abseruatio; et, ut non a mandatis tuis deuientur, sit hic fidelibus tuis semper in signum sonus. Torpor et pigredo huius fugiant concisse sono; libidinum euanescant incendia; ira absistat mortificata et omnia uitia contabescant : ut purificata corda et corpora sacerdotum et ministrorum, et omnis Ecclesie membra, tempore orationis ad promerendam indulgentiam corde contrito genua flectant, et indulgentiam quam deprecati fuerint obtineat. Que por esta señal de la cruz que tienen grabada seamos defendidos contra los ataques del maligno enemigo, y que experimentemos como crece con alegría la promesa esperanzada de participar de tu herencia celestial. Que sus toques nos sirvan para no olvidar tus mandatos y que nos recuerden que hemos de cumplirlos; que no nos sintamos esclavos de tu voluntad sino fieles amigos tuyos. Que la pasividad y la pereza huyan, sacudidas por sus sones; que apaguen los fuegos de las pasiones; que maten la violencia y sequen todos los vicios, para que los cuerpos y los corazones de todos los que formamos la Iglesia queden limpios; que recordemos los tiempos de oración y de silencio y que nuestros corazones se llenen de tu gracia.
Sit etiam signorum istorum sonitus, Domine, Iudeis et perfidis terrificatio ualida respiscenda a malitia; languidis et mestis consolatio et releuatio obtata. Et qui posuistis signum tuum arcum in nubibus, pollicens ne ultra per diluuii aquas humanum genus deleas, in his que offerimus propitius adtende et misericordie tue non abnuas pietatem : ut cum ista tibi in suo seruierint tinnitu, omnem plagam omneque flagellum, quod excipere peccatores merentut, preueniente misericordia, sic tua operetur pietas, ut omnia aduersa fidelis populus euadat, et gratie tue muneribus se percepisse congaudeat. Amen.

Per tuam magnam misericordiam, Deus noster, qui vivis et regnas in secula seculorum. Amen.

 

Que el sonido de estas campanas, oh Señor, aleje a los que nos quieren hacer daño; que sirvan de consuelo a los enfermos y a los tristes. Y así como pusiste el arco iris como señal tuya entre las nubes, prometiendo que nunca más el diluvio acabar�. con el género humano, rec�belas propicio y misericordiosos y no rehúses la buena intención con la cual te las ofrecemos: que su tañido aleje plagas y tormentas; que muevan a los pecadores al arrepentimiento; que nos llenen de misericordia para que opere en nosotros tu piedad; que alejen a todos nuestros enemigos y que el regalo de tu gracia nos llene de alegría. Amén.

Por tu gran misericordia, Dios nuestro, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

 


NOTA

(1) Textos latinos tomados de Marius F�rotin, OSB. Le Liber Ordinum en usage dans l'Église wisigothique et mozarabe d�Espagne du cinqui�me au onzi�me si�cle. Reimpresión de la edición de 1904 preparada y presentada por Anthony Ward, SM y Cuthbert Johnson, OSB. Bibliotheca & Ephemerides Liturgic�.- Subsidia. Instrumenta Liturgica Quarreriensia. CLV - Edizioni liturgiche. París 1904. Reed. Roma 1996, col. 159-161.  

 

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